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218 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
Con lo buenas que estaban las gambas...
¡Alerta!

¡Spoiler!

Vámonos al spoiler.
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316 de 382 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
CF es la excusa para hacer un film de acción inteligente
‘Código Fuente’ es un film de ciencia ficción dirigido por Duncan Jones (el de ‘Moon’) y protagonizado por Jake Gyllenhaal, que lo hace bastante bien. Sin destripar demasiado el argumento, va de un soldado estadounidense que participa en un programa secreto del gobierno para investigar un atentado en un tren. Para ello, le mandan al cuerpo de uno de los pasajeros del tren, 8 minutos antes de que explote la bomba. Y a modo de ‘El día de la marmota’, le mandarán una y otra vez hasta que consiga evitarlo. Pero conforme se sucedan los viajes y las investigaciones, el personaje de Gyllenhaal irá descubriendo cosas, no sólo del atentado, si no de sí mismo...

Aunque la historia es de ciencia ficción, la peli está tratada básicamente como un film de acción. Escenas trepidantes, banda sonora histérica y puñetazos. También una chica que necesita ser salvada (Michelle Monaghan, que muestra un gran feeling con Gyllenhaal), un jefe inepto que pondrá en peligro la vida de sus soldados (no falla, en la primera escena que lo ves, encorvado y con cara de sospechar ya piensas “ese tío nos va a dar problemas”) y, por supuesto, un soldado heroico que consigue sobreponerse a todo y a todos. Aunque al protagonista se le intuyen ciertos conflictos internos a cerca de su padre, la verdad es que de los personajes no se puede sacar mucho.

Partiendo de eso, tiene un argumento bastante más inteligente de lo normal, y bastantes giros de guión (algunos más impredecibles que otros). Tiene algunos puntos de humor no forzados que se agradecen; y mantiene el interés durante toda la película (salvo quizás un par de minutos al final si te hueles el pastel, pero que no la empeoran). Un notable bajo, y una recomendación a tener en cuenta con estas semanas tan malas que llevamos en la cartelera.
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93 de 120 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Un buen concepto estropeado por Hollywood
Gran razón tiene mi compañero Snuff cuando afirma que es mejor ver la película sin saber nada, ya que sin ciertas sorpresas la película pierde su meollo.
No creo estropear nada si recuerdo el planteamiento. Un soldado americano despierta en la piel de uno de los pasajeros de un tren que está a punto de estallar. Cuando recupera el conocimiento descubre que forma parte de un programa pionero del gobierno y que su misión es localizar al asesino que puso la bomba en el tren de esa misma mañana. De esta manera, se podrá detener el segundo atentado que se espera.
Nada cuento de los giros de guión, para que disfruten de su ajedrez mental.
Eso sí, se hace necesario comentar las fuentes claras de este film. De un lado tenemos claramente "The Groundhog Day" de Bill Murray que cita nuestro compañero Snuff; de otro un torpe paralelismo con Matrix (de ahi procede lo desafortunado del título); y finalmente, tenemos una clara intertextualidad con el TV show "Quantum Leap"(conocida en España como "Atrapado en el tiempo").
La intertextualidad no es mala si se aporta algo. Y algo sí que aporta, un concepto sobre tramas paralelas realmente sugestiva. El problema es que todo esto aparece empaquetado como un producto de Hollywood, donde no faltan el patriotismo, la historia de amor, el psicópata de turno, el gobierno corrupto, bla bla bla. Así que prepárense para ver como una ideal realmente interesante queda en un film "made in Hollywood".
Si a eso sumamos un cierto encorsetamiento formal, tendremos el porqué esta película no llega muy lejos a pesar de sus prometedores comienzos. Cuando hablo de encorsetamiento me refiero a lo siguiente: la historia vuelve en varias ocasiones a unos elementos que se repiten. Cada uno de esos elementos ha sido extremadamente medido hasta el cansancio. Se siente desde el mismísimo comienzo una total artificialidad. No hay personajes redondos, solo marionetas. No hay profundidad sino una colección de superficies. Algo parecido comentaba en "Cronocrímenes" (con la salvedad de que aquella es mejor película que "Código Fuente"). Hay películas hechas en forma de cuadrícula para que el guión encaje. Eso se produce a costa de limitar la verosimilitud de personajes. Un riesgo que, dependiendo de los casos, puede funcionar mejor o peor.
En cualquier caso Source Code, dentro de sus estereotipos, arroja un poquito de riesgo de guión. Valorable, pues, y entretenida.
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92 de 118 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
de lo mejor en lo que llevamos de año
Entiendo perfectamente que haya gente que no le guste la película, para gustos los colores, pero hay que reconocer que Código Fuente está muy bien dirigida, el reparto es estupendo y todos realmente implicados en el asunto, la fotografía es maravillosa, hay tensión hasta el último segundo, es emocionante y emociona al mismo tiempo, hay romance creíble y nada pasteloso, acción la justa, necesaria y nada exagerada, un guión innovador teniendo en cuenta que estamos en el año 2011, varias tramas intrigantes al mismo tiempo de primerísima calidad, cuando termina te deja pensando sobre ella bastante tiempo y eso es lo que busca realmente.
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65 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Código Truanca
Tenía bastantes ganas de ver el nuevo film de Duncan Jones tras quedarme maravillado con su primera película, “Moon” (2009), la cual recomiendo siempre a cualquiera que me pregunte por una excelente cinta de ciencia ficción. Sabía lo que me iba a encontrar y era consciente de que “Código Fuente” no iba a alcanzar el mismo nivel que su ópera prima debido a que el Sr. Jones realiza un trabajo menos personal y bajo una línea “americanizada” en la que estoy muy seguro que no dispone de tanta libertad como en su anterior creación.

Aún así, el toque “made in Duncan Jones” se nota, y mucho. Porque ha sabido desenvolverse muy bien realizando una película de realidades alternativas y a su vez, hacerla comprensible para el espectador sin liarlo con cosas complejas o sin llegar a proporcionarle una explicación. No ha perdido tampoco su faceta detallista que tanto gustó en “Moon” (2009) y que aquí en el film será imprescindible para lograr atrapar a un terrorista que ha colocado una bomba en un tren. Es por ello, que los pequeños detalles serán de suma importancia para averiguar quién ha colocado la bomba. Cualquier mirada extraña, conversación telefónica, documentación, etc., será importante para evitar centenares de muertes. Y no será fácil, ya que el capitán Colter Stevens (Jake Gyllenhaal) revivirá una y otra vez (gracias a un programa experimental del gobierno llamado ‘Código Fuente’) el atentado para poder atrapar al terrorista.

Me ha gustado la interpretación de Jake Gyllenhaal (“Donnie Darko”, 2001), que se luce siendo junto a Michelle Monaghan (“Salidos de cuentas”, 2010), el protagonista absoluto. Ambos me agradan mucho y realizan unas interpretaciones muy creíbles para lo limitados que están en un espacio tan reducido como es un tren. Gyllenhaal da vida al capitán Colter Stevens, un carismático hombre que no sabe porqué está metido dentro del programa ‘Código Fuente’ y que aún así, como soldado que es, cumplirá las órdenes que le dictaminen por lo que demuestra una gran lealtad en todo momento siendo un hombre que acata órdenes sin rechistar.

Michelle Monaghan interpreta a la joven y guapa Christina, la chica a la que siempre verá Colter Stevens cada vez que tenga que evitar la explosión del tren y con la cual llegará a intimar. Como he comentado unas líneas más arriba, la interpretación de Monaghan me ha gustado bastante pese a que tiene sus limitaciones, pero lo poco que hace merece ser destacado. Vera Farmiga (“Up in the air”, 2009) da vida a una correcta Colleen Goodwin, que será quien le facilite instrucciones a Colter Stevens para poder proseguir con su misión. Me esperaba más de Farmiga. Quizás ha sido junto a la actuación de Jeffrey Wright lo que menos me ha cuajado, al realizar actuaciones correctas que no van más allá de eso.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
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62 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Tomadura de pelo bestial.
Debo de ser alienígena o algo así, porque ¿nadie más tiene la sensación de que se la han metido doblada?. Por dios, qué estafa de película, hacía tiempo que no salía de tan mal humor de una sala de cine.
El argumento parte de una buena idea: A partir de los recuerdos residuales de los cerebros de varias víctimas mortales de un atentado con bomba en un tren hacia Chicago, el ejército consigue crear una recreación virtual del lugar del siniestro, varios minutos antes de que la bomba estalle, y en la que un agente especial (Jake Gyllenhaal) puede navegar e interactuar para intentar averiguar la identidad del terrorista, y así evitar un posterior atentado.
Hasta ahí todo bien, me lo creo.
Pero conforme va avanzando la película, nos encontramos con que Jake puede hacer muchas más cosas de las que "sería posible" (me explayo en spoilers) considerando la naturaleza de la realidad virtual en la que se encuentra, las licencias argumentales se van acumulando, la lógica argumental se va deteriorando, la suspensión de incredulidad cae en picado, y cuando parece que llegamos a un final más o menos pasable... ¡nos la meten doblada!
Alucinante, de verdad. No sé qué se habría fumado el guionista a la hora de escribir esta historia surrealista sin pies ni cabeza. Creo que el término "ciencia-ficción" queda lejos de este desbarre que acabo de ver.
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116 de 195 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Pena, penita, pena… ¿Pero por qué hacerla tan comercial?
Pena, penita, pena. Quiero darle siete estrellas a esta película pues, en realidad, creo que es buena. Mira que lo intento, pero dudo, titubeo, hasta que al final, desisto. Es como cuando crees estar ante un suculento manjar, empiezas a disfrutarlo y, de repente, notas que desprende un tufillo extraño.

Pena, penita, pena. Seis me parece poca nota, aunque con seis se va a quedar pues, si hay algo que me resulta molesto en el cine, es notar que el director (o los productores, lo mismo me da quién sea el responsable) trata de manipular mis emociones. Y, ojo, que bien digo “manipular”, no “provocar” o “estimular” (lo cual me parecería muy lícito). A esta película le sucede lo que a aquéllos que se esfuerzan tanto por gustar: que, al final, se les nota la intención (se les ve el plumero) y, consecuentemente, no gustan… o gustan menos. Es decir, mi problema con “Código Fuente” no es sólo lo que de comercial tiene, sino el nada discreto esfuerzo que se hace en pos de dicha comercialidad. No sé si me explico, probablemente pueda ser más clara en el spoiler.

Pena, penita, pena. En serio lo digo, ya que:

- La idea de partida es muy interesante.

- La trama está bien narrada, posee fuerza y buen ritmo: me inquietó, captó mi atención, me entretuvo y me hizo pensar, todo lo cual, no es poco.

- Los actores están más que correctos.

- Duncan Jones me conquistó con su anterior obra, “Moon”, y creo que tiene cierto "savoir faire" como director, pese a la pequeña decepción sufrida con “Código Fuente”. Duncan, chato, no sé si pensar que no has gozado de total libertad para rodar esta película, que te ha cegado la ambición por el dinero y la popularidad, o que ha sido un poco de todo esto lo que ha convertido algo que era potencialmente muy bueno, en un pastelito yanqui. A ver si es que se te ha subido a la cabeza la cancioncita de “I am the one and only” (joder, si es que hasta te haces guiños a ti mismo)…

Pues eso, pena, penita, pena, de lo que pudo haber sido y no fue, y también de tener que recomendar esta película (pues tiene bastante de recomendable) con la boca pequeña y con unas más que justificadas –según mi criterio– reservas.
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33 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
The (reflecting) box
Las nuevas pautas del género pasan por visiones individualistas de sujetos que buscan y ansían la libertad y el escape pero se encuentran atrapados y sumidos en los designios del sistema, bajo conspiraciones globales, que les utilizan y les tratan como meros números y objetos aprovechables. Lo hemos vistos en diferentes visiones como “The box”, “Origen”, “Destino oculto” o “Moon” y ahora “Código Fuente”, aparte de dicho mensaje, nos deja ver otro completamente metacinematográfico: a su vez Duncan Jones cree poder ser libre y hacer una película de género a rebufo de “Atrapado en el tiempo”, monopolizando el drama por la comedia, pero sigue ‘atrapado en el tiempo’ que le marca la industria ya que no puede escapar de un terrible cliché. La habitual historia de amor con la que aromatizar la propuesta puede acabar por apestarla en demasía. El canon sigue siendo el designio del sistema y tal vez el mayor error sea la conspiración que aparece en todo ese código fuente: el amor como salvación y redentor.

Como un juego de cajas reflectantes en loops de ocho minutos se estigmatiza el thriller con ramalazos sobre el poder de la mente como salvación a la carne muerta pero queda también plausible la utilización del propio protagonista de otro cuerpo que no le compete y su asesinato. Es posiblemente lo mejor y más interesante de la propuesta de Duncan Jones. El protagonista ocupa el cuerpo y rol de otra persona arrebatándole su vida. Pero no vemos el cuerpo de ese anónimo Sean Fentress sino el de Colter Stevens (Jake Gyllenhaal). El del soldado, el del héroe americano que puede salvar al mundo. Tan sólo vemos un breve reflejo de ese otro antiestético y anónimo protagonista que no es tal. El star-system usurpa a lo anónimo cualquier posibilidad de identidad. Así es el mundo del que nos habla metacinematográficamente en una entretenida cinta con desliz y perdones, con giros y cuotas previsibles y netamente comerciales.
Así es el mundo feliz donde las caras bonitas brillan sobre el individuo que mira al otro lado de la pantalla.
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32 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Vuelve el ambiguamente carismático Señor K
Vuelve el ambiguamente carismático Señor K. Pero esta vez de una forma tan original y sorprendente como lo representó el mismo Duncan Jones hace un par de años en Moon. Personalmente me quedo con Moon dado el menor hollywoodismo de la cinta británica, y por el leve toque 2001 que subjetivamente me encanta; pero reconozco que el argumento y los mensajes de ambos peliculones del director ya mencionado merecen la misma nota y son de una tremendamente parecida calidad.

Y es que tenemos el mismo trasfondo repetido hasta la saciedad del individuo que, tras descubrir poco a poco el mecanismo del que está formando parte, decide revelarse e intenta cambiarlo bajo sus fines, ya sean morales o puramente experimentales (en Código Fuente encontramos una fusión de ambos fines). Esto demuestra algo que nunca me cansaré de defender: igualmente que una obra de arte no implica que sea buena por ser original o nunca se haya hecho antes algo similar; que otra obra de arte que repite unos argumentos y simplemente los trata con otra estética o una historia nueva, no implica que pierda validez. Si yo como jamón 5J en varias ocasiones en mi vida, evidentemente de distintos cerdos, me va a seguir pareciendo siempre un aperitivo de primera calidad culinaria.

No voy a meterme a analizar actuaciones, efectos y esas cosas, ya que si una película para mi es buena, todo eso para a un plano poco relevante. Pero sí quiero comentar la gran baza de esta película: que tenga apariencia de película comercial. Puede que el público corderil de fin de semana piense que es otra fantasmada americana de peli; pero otra parte de ese público corderil pensará que es una peli de acción molona, irán a verla, les gustará aunque no sepan muy bien por qué, y a lo mejor uno de cada 100 consigue apreciarla.

Voy al cine prácticamente todas las semanas, y afirmo sin dudas que esta obra destaca entre la enorme mediocridad a la que me he visto obligado a acostumbrarme.
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37 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
"El código fuente es un regalo, no lo desperdicies pensando"
Fui a ver esta película por descarte, porque no hacían nada mejor en el cine. Pero salí bastante contento, pues Código Fuente es un film con bastante dignidad. Empieza bastante fuerte, un soldado despierta en un tren, no sabe quien es y qué hace allí...

Tiene un aire a Origen de Christopher Nolan, pero no consigue ni de lejos la misma entramada argumental y las ideas son más confusas e inverosímiles si cabe. Aunque a pesar de esto, es de las mejores películas (post Oscar) estrenadas en lo que llevamos de 2011.

Por su originalidad, y por su propósito (propósito, que no resultado) de film inteligente merece mucho ir al cine a verla. Además Jake Gyllenhaal lo hace realmente bien, y pasito a pasito, sin ser un gran actor, se va haciendo un hueco entre los grandes de la industria de Hollywood.

La fotografía es estupenda, y los efectos especiales más que notables. Se nota que Duncan Jones ha pasado a jugar en primera división, después de su film independiente "Moon".

Lo mejor de la película es el guión, realizado por el propio Duncan Jones y que huye de las habituales adaptaciones cinematográficas. No es un gran guión, pero se agradece ir al cine y ver carteles que no son adaptaciones, y para mí siempre es un punto a favor.

También me ha gustado bastante porque te mantiene pegado a la pantalla en su hora y media, y eso es un gran mérito debido a las constantes lagunas de la historia, por lo que al fin y al cabo cumple su cometido: entretener.

Lo peor de la película para mí es que parece más interesante de lo que realmente es. En principio la idea del Código Fuente y todo eso tiene buena pinta, pero creo que no acaba siendo potenciada del todo. Buen concepto, mediocre ejecución.

Y también, como he comentado antes, que los argumentos son confusos. Por eso mi principal consejo es una de las frases que le dicen a Jake Gyllenhaal, "El código fuente es un regalo, no lo desperdicies pensando".

Disfrútenla.
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20 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Agua potable
Código Fuente está en medio de todo: entre la acción y el romance, entre el entretenimiento porquesí y la reflexión porquetambién, entre lo profundamente pretencioso y lo asombrosamente simple, entre la decepción y la sorpresa, entre el vender humo y el vender exactamente lo que quiere y que no sea humo.

Hay suerte, o buen hacer, y el entre todo no alcanza a la crítica, que ha recibido la obra de Duncan Jones decentemente. Y se entiende.

Si hay algo que atraiga a Código Fuente es su presunta originalidad. Y sí, es original; pero casi lo es más por seguir los pasos de Origen que por sorprender realmente. Porque comienzo a no echar de más esa peli de ciencia ficción basada en lo innovador de su trama, en un concepto que se vende como novedoso, que halle el equilibrio entre traerse entre manos un concepto tan complejo como lo que se explica en el tráiler, e inventar el aparatoso género acertadamente llamado por un crítico de esta página "película que se pasa toda la película explicando la propia película". Este es el caso de Nolan, y el primero el de los guionistas de esta película, que juegan al engaño con una idea original sin apenas desarrollo o capacidad para sorprender en exceso más allá de su única, insulsa y simple explicación.

Pero no es cuestión de quemarse con el dichoso concepto de Código Fuente, porque este viene acompañado de un apartado más cercano a lo sentimental nada espectacular pero muy bien introducido en todo el asunto; y cuenta además con unos cuantos logrados minutos previos a su destape y con un argumento que, fuentes y códigos a parte, engancha y entretiene. Falta, eso sí, un punto de clímax, o dos. Pero no me quejo (más).
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20 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Código edulcorado
La historia es muy ínteresante, es como Atrapado en el tiempo versión hardcore, quita comedia por acción.
Jake Gyllenhaal nunca me a llamado la atención, para mi es un actor del montón, pero la cinta me despertaba curiosidad, toda la trama es fresca pero a su vez llena de topicazos.
La verdad es qué los giros del guión si son ingeniosos y consigue tenerte en vilo, cuando la situación siempre és la misma.
Todo gira entorno a un tren y un atentado en el mismo, Jake (Sean su personaje) tiene 8 minutos para averiguar que pasó en el tren, cada vez que falla le vuelven a enviar, la premisa es simple pero muy entretenida, descubrir los interrogantes es muy ameno, ¿cómo a llegado Sean hay? ¿y por qué? todo son preguntas.

El ritmo es lo mejor (gracias al montaje) te mantiene pegado de principio a fin, con una bso más que notable y un reparto muy bueno, la cinta luce perfecta hasta el tramo final.


(sigue la crítica en el spoiler desvelando partes del final).

Lo mejor: todo lo de la "capsula" y el misterio de la misma, Michelle Monaghan.
Lo peor: en spoiler, cómo mi 8 se comvirtio en un 6.

Sigueme en twitter @Michael _MyersJr
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19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
A vuestros cuerpos dispersos
Me gustaría recordar, brevemente, en esta crítica, a ciertos directores de décadas pasadas que no se conocían como autores, sino como artesanos. Dícese de aquellos excelentes maestros del cine de género, del mainstream, del trabajo por encargo: Sidney Lumet, William Wellman, Steven Spielberg y siga sumando, pues la lista es enorme hasta llegar al siglo XXI, momento en el cual, esta singular figura del maestro artesano del cine para todos, desaparece del mapa.

Por suerte las ausencias son llevaderas cuando de tanto en tanto, aparece un realizador como Duncan Jones a recordar al mundo que en lo que respecta al fast cinema, la hamburguesa casera todavía tiene mucho que enseñarle a Ronald McDonald's. Lo hace con una película que no es ningún bombazo (nunca mejor dicho) pero que atrapa e implica, no es la típica aventura de acción en la que los personajes son monigotes al servicio del guion, sino que equilibra tanto la intriga como el drama haciendo que ambos sean creíbles.

Jones, un artesano viene a contar que no es lo mismo dirigir una película que limitarse a ejecutar un guion. Su pulso da nuevo aire al más puro tópico y hace que se añore con más fuerza, si cabe, otro tipo de cine comercial que por desgracia ya no se estila.
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23 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
JOHNNY COGIÓ SU MARMOTA
1) En “Moon”, la anterior de Duncan Jones, resonaban varios clásicos SF, pero de manera abierta. Ayudaban a reforzar el marco, sin condicionar más.

Las películas que resuenan en “Código fuente” son sobre todo dos, muy diversas, y lo hacen con patente fuerza, mezclando tonos de comedia con otros muy trágicos.
Una marmota no pinta mucho en un tren al borde de la catástrofe. Sin embargo, está muy presente.

Son resonancias fuertes, que acaban interfiriendo y provocan sensación de ya-visto, déjà vu.

Es el primer defecto serio.


2) Arrancada potente: un hombre despierta en el asiento de un tren, apoyado en el cristal de la ventanilla. Su estupor es absoluto, como el del sabio chino Chuang Tse, que no sabía si era un humano que había soñado que era una mariposa, o mariposa que soñaba ser un humano.

Seguí tu consejo, le dice una atractiva joven en el asiento de enfrente.

Desde el principio el hombre nota que su identidad fluctúa. No está seguro de ser quien es. Con el vaivén de la identidad de una dimensión a otra, el relato se presenta vigoroso y enigmático.

No se exhiben efectos especiales como quien luce la etiqueta de la ropa. Los justos, con economía y eficacia.
Ni se trata de saltos en el tiempo exactamente. Un programa científico gestiona el recuerdo. Las cosas no se convierten en pasado de una vez por todas. Hay un periodo de permanencia, un estado provisional hasta que se desvanecen, 8 minutos de memoria almacenada a corto plazo. Y el programa utiliza resquicios para investigar lo ocurrido, usando el ‘código fuente’. Se vuelve una y otra vez a los mismos hechos, para escrutar a los involucrados.

Un interesante enfoque cuántico, más o menos.

Se tantean mundos posibles, realidades paralelas, la eventualidad de influir en lo sucedido; de, incluso, modificar el continuo espaciotemporal, revertir el curso de los acontecimientos.

El promotor del programa, dispuesto a sacarlo adelante sin escrúpulos, es un arquetipo, caracterizado con trazos quizá demasiado gruesos: cojo, resentido, malencarado, medio cruel…
De todas las aplicaciones imaginables del programa, el argumento se centra en la seguridad policial y militar, aunque (como en “Atrapado en el tiempo”) al protagonista le engancha tanto o más el romance.

Arranca vigorosa, pero el vaivén de allá para acá y de acá para allá crea un ritmo mecánico y monótono.

Es el segundo defecto serio.


3) Con todo, y aunque el potencial de la idea no se aprovecha cuanto podría más allá de lo sentimental, “Código fuente” se deja ver bien, y varios de sus tramos resultan absorbentes.
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35 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Cólico Fuerte
Si Duncan Jones es hijo de David Bowie, entonces el nombre real del cantante es David Jones, como el pirata cefalópodo, y de ahí, que yo sepa, sólo puede salir un kraken. Total, que Duncan va de cineasta de postín porque hizo una peli que gustó mucho en Sitges y en otros sitios también, donde dijeron que era la pera, pero en realidad la peli aquella de la luna se parecía mucho a otras pelis que sí fueron originales y molonas treinta años antes que la del kraken. Me estoy liando.
A lo que iba, que su segunda peli, ésta, se parece mucho también a otras, más recientes y menos molonas que las pelis a las que se parecía su primera peli.
Si alguien ha visto “En el punto de mira”, que no vea ésta. Aquella ya contenía toda la moviola que es capaz de soportar un ser humano a lo largo de su vida.

EL BESO
Sí, hay un beso, y es muy curioso. Desde los años 50 no se había visto en el cine a una pareja de actores que se jugasen las cervicales y la fijación de sus paletas delanteras de tal manera como se puede apreciar en la peli del kraken. Lo que aquí podemos ver es uno de esos besos de antaño, en el que el chico amarra a la moza para que no se le pire y le hace ventosa en los morros, de tal manera que sólo se tocan con la boca, mientras que el aire corre alegre entre los dos y el cuello de cada uno de ellos tiene que soportar doscientos bares de presión.
Yo, que tengo grabado a fuego en la memoria ese beso que el prota le soltó a un vaquero debajo de una escalera, no alcanzo a comprender qué puñetas ha pasado aquí.

Por cierto, la tía es para matarla. Una imitadora de Sandra Bullock en toda regla. Éramos pocos, y parió el kraken.

TÍTULOS ALTERNATIVOS
*Dime que todo va a salir bien, aunque sea mentira.
*Los que dicen que esta peli se parece a Atrapado en el tiempo... ¿han visto Atrapado en el tiempo?
*Qué pasa, tronco.
*¿Por qué 8 minutos duran 8 minutos dentro de un tren, pero si te bajas duran más?
*Donnie Darko se vuelve gilipollas.
*Duncan Jones y la teoría de cuerdas: después de ver su peli te entran ganas de ahorcarte.
*Dead man walking.
*A ver si estás a lo que estás.
*Patrañas en un tren.
*La preciosa historia de una muchacha que se quiere pasar por la piedra a su profe, aunque el tío se haya vuelto loco de repente.
*Sólo los tontos se enamoran.
*El beso de la muerte.
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34 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Dame un par de minutos... Tengo que salvar al mundo. Y amarte
Me gusta este tipo. Duncan Jones es todo un fichaje en el género de la ciencia ficción. Sus dos últimas películas son de las que yo califico como endiabladamente disfrutables. Me han tenido pegadita al rectángulo de mi monitor como si me hubieran untado un pegamento de contacto.
Sabe construir sus historias como un maestro del suspense, de la acción y de la reflexión. Es uno de los que aciertan en la fórmula de conjugar muchas variables sin que resulte una mezcolanza indigerible. Al contrario. Se arriesga y le queda un plato de primera, con multitud de sabores. Actualidad, terrorismo, futurismo, mundos alternativos, altruismo, ética, amistad, amor. Increíble que tantos ingredientes quepan en ochenta y pico minutos y que encajen tan bien.
“Código fuente” está para aceptar sin muchas condiciones el espectáculo de prestidigitación que propone, y para emocionarse sin sentirse abochornado por notar el empuje de un par de lagrimillas que quizás no llegan a brotar pero que se quedan a punto.
Ya lo hemos visto más que unas cuantas veces. Eso de que al final lo que cuenta es lo que creemos llevarnos con nosotros.
Me seguiré tragando ese cuento tan cierto.
Sigue sorprendiéndome, Duncan. Esperaré tu siguiente proyecto.
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13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
UNA COMPLEJA TRAMA MUY BIEN URDIDA
Mi sorpresa fue como la que recibieron la mayoría... ¿Que estaba sucediendo en los primeros minutos de metraje? No había leído la trama y creo que me benefició.

A medida que avanza te va sorprendiendo y a la vez intrigando al intentar averiguar que sucede y que ha llevado a su protagonista a esa situación repetitiva.

No flojea, al contrario, se van añadiendo elementos que enriquecen la historia, desentrañando por qués, que acabas entendiendo.

Interesante y entretenida, y con un metraje muy adecuado a lo que allí se cuenta.

UN SIETE.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Ocho minutos
Viendo películas como “Código fuente” (Source Code, 2011) uno se alegra de que haya directores con dos dedos de frente pero suficientemente locos como para arriesgarlo todo a una sola carta. Unos fracasan, otros triunfan, pero Duncan Jones ya ha conseguido quitarse la etiqueta de “hijo de David Bowie” para pasar al grupo de cineastas que con talento y energía están creando un nuevo tipo de cine de género más “realista” e incluso de alguna forma intimista, centrado en las relaciones humanas y los juegos narrativos. En este grupo encontraríamos a otros realizadores como Richard Kelly (The Box, 2009) o Christopher Smith, autor de la estimulante “Triangle” (2009), estrenada el mismo año en el que el citado Jones debutó con su magnética –y de alguna forma, gracias a su imperfección, inolvidable- “Moon”. “Código fuente” gira en torno a los mismos temas (humanidad, relaciones, repetición) pero pasa del drama psicológico al thriller, aunque de forma diferente al ‘triángulo’ que nos presentaba Smith en su película de hace dos años.

Todo empieza cuando un hombre se despierta en el vagón de un tren. Una bella joven le habla y parece conocerle, pero él no sabe quién es. Está desorientado y pronto se da cuenta de todo: ha sido enviado allí para descubrir quién es el responsable de lo que sucederá ocho minutos después de aparecer en el vagón. Poco importa si su contexto es de cine fantástico o ciencia ficción porque en el fondo funciona como un thriller emocional en el que no falta intriga, drama, acción o romance. El cóctel funciona tan bien que se permite el lujo de presentar alternativas y todo esto lo hace en apenas tres escenarios cerrados, confiando a ciegas en el buen hacer de sus actores (unos espléndidos Jake Gyllenhaal, Michelle Monaghan y Vera Farmiga) y confiando en que el espectador se dejará arrastrar y no hará demasiadas preguntas. Hay escenas que funcionan únicamente como mcguffin y su final dividirá opiniones, pero hay algo emocionante, hermoso, en una película tan estimable e imperfecta como “Source Code”, una apuesta modesta que se atreve a utilizar unos códigos que ya existen, pero siempre desde el respeto y sin querer reinventar la rueda. Yo me rindo a la fuerza de Jones, a su dominio del ritmo (no sobra ni un minuto de metraje), a su reparto e incluso a su conclusión. Superior en intenciones y resultados a otra película de algún modo similar a esta también estrenada en 2011, “Destino oculto” (The Adjustment Bureau, George Nolfi). En ambos casos es sci-fi/fantasía resuelta a través de relaciones humanas y no de las armas de fuego. No hay más monstruos que algunos de los personajes ni grandes efectos especiales: sólo pasión y ganas de hacer algo diferente. Yo me subo al tren, aunque sólo sea para obtener ocho minutos de buen cine. Aunque por suerte en "Source Code", son muchos más; unos noventa.
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11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Duncan Jones, digno alumno de Nolan
Da gusto ver que alguien se ocupa de hacer buena ciencia-ficción al margen de Christopher Nolan.
Duncan Jones, después de la curiosa Moon, filma en Código Fuente una de las mejores y más imaginativas historias de género de los últimos años. Bien se cierto que comparte muchos puntos con otras películas, pero resulta una narración de lo más estimulante. El guión es una constante sorpresa que mantiene maravillosamente la tensión en todo momento, con unos giros argumentales que ponen el corazón en un puño al espectador. Además, la historia revista una necesaria, nada cursi y acertada emotividad que estalla en ese final tan apabullante, y que ayuda a identificarse todavía más con el personaje que encarna un excelente Jake Gyllenhaal, siempre enormemente carismático y hábil. Una identificación fácil, puesto que espectadores y personaje son los únicos que conocen toda la información de lo que pasa en ese tren, y por tanto van unidos de la mano en la brillante, intrigante y a ratos enloquecedora. El guión, como decíamos, es un brillante castillo de naipes donde todo tiene su razón de ser y que no se derrumba en ningún momento.
O casi... porque el epílogo resulta demasiado desconcertante, y tampoco hacía verdadera falta introducir ese nuevo giro argumental. Ya estaba perfecta la historia con el final en Chicago, así que ¿para qué añadirle más?
Pero se le puede perdonar el fallo a una película muy estimulante, maravillosamente bien rodada por Jones, y que devuelve la fe a los aficionados a la ciencia-ficción contemporánea, por así decirlo (para la futurista y espacial, ya tenemos Prometheus).

Lo mejor: El guión, lleno de sorpresas y vueltas de tuerca, y Jake Gyllenhaal.
Lo peor: El giro final no era necesario, desconcierta y no da tiempo para ser procesado por el espectador.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
¡Otra oportunidad! ¡Otra oportunidad! ¡Otra oportunidad!
Duncan Jones se ha convertido en el favorito de la clase para muchos críticos y aún no sé por qué. Vale que Moon triunfó en Sitges usando la fórmula adecuada: idea interesante rodada a modo de somnífero y concebida a modo de paja mental. Éxito seguro. Pero ante sus loables intentos por salvar el cine de ciencia-ficción solo me queda aplaudirle cual padre que ve a su hijo comerse todos los goles pero esforzándose por parar alguna.

Otro motivo por el que este chaval parece ser el mesías sci-fi 2.0 es ser hijo del visionario David Bowie. Si su padre fuera Ramoncín, aparte de tener que pagarle un canon por usar sus apellidos, habría que ver si le hace tanta gracia al público.

Tras esta disertación que ahora que la releo me doy cuenta que no vale para nada, hablemos de la película. Entretiene y punto. A mínimo que pienses con un poco de lógica se cae al abismo cual Copa del Rey. La dirección del amigo Duncan es solvente pero sin salirse de los patrones del género. Lo que realmente mueve esta película es su guión. Un guión curioso pero sustentado en topicazos (ejemplo: los motivos del malo para perpetrar el atentado ¡Aprende de Tyler Durden, pringao!) y en la esperada condescendencia/pocas ganas de pensar del espectador.

El elenco es solvente pero poco más se podía hacer con unos personajes bastante vistos ya, pero merece la pena destacar el esfuerzo de Gyllenhaal y Farmiga.

No voy a criticar que sea un refrito de 18 películas de ciencia-ficción anteriores, eso a mí no me molesta. Lo que sí critico es el final, que como bien se comenta en otras críticas, se re-escribió en cinco minutos en un despacho de esos con tapete de golf y vistas al cartel de Hollywood. Merece un 5, pero lo dejo en un 6 porque sé que ninguno de los que participaron en este proyecto querían ese final, lástima que ninguno ponía la pasta.
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10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
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