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Críticas ordenadas por:
Spectre
Spectre (2015)
  • 6,0
    26.747
  • Reino Unido Sam Mendes
  • Daniel Craig, Christoph Waltz, Léa Seydoux ...
4
004 (Publicada en el periódico El Día de Tenerife el 27 de noviembre del 2015)
Vaya por delante que nunca he sido un devoto de la saga cinematográfica de James Bond creada por Ian Fleming en la década de los 50, pero eso no es óbice para percatarme que “Spectre” sea una película ramplona. Da igual que la dirija Sam Mendes o la protagonicen Christoph Waltz o Ralp Phiennes. Da igual que aparezcan todos los ingredientes de la serie: los ya clásicos créditos iniciales (obra de Daniel Kleinman), bólidos espectaculares, mujeres despampanantes, escenas de acción a raudales, “gadgest” ingeniosos… el problema estriba en que los tediosos y largos diálogos aburren al más pintado. En “Spectre”, James Bond más que licencia para matar tiene licencia para aburrir.
El hierático Daniel Craig vuelve a ponerse por cuarta vez en la piel del 007 y Sam Mendes por segunda vez detrás de la cámara tras la entretenida “Skyfall”. El agente secreto más famoso del mundo encontrará en esta ocasión a su némesis en Oberhauser, encarnado por un auto paródico Christoph Waltz. México, Roma, Austria, Tánger o el desierto del Sáhara serán algunos de los escenarios por los que Bond desplegará su testosterona en clave de violencia y sexo. Los que esperen ver más de dos minutos a Mónica Belucci se llevarán un chasco ya que la verdadera chica Bond de la vigésimo cuarta película de 007 es Léa Seydoux, a la que hemos podido ver en la sugestiva “La vida de Adèle” (2013).
Como anécdota reseñar que es la primera vez, desde 1965, que el tema principal de James Bond es interpretado por un solista británico masculino, honor que ha recaído en Sam Smith, que ha compuesto “Writing’s On The Wall”, junto a Jimmy Napes. Si son amantes de las curiosidades ahí va una llamativa. Para la escena del Día de Difuntos, en la que aparecen 1.520 extras, estos fueron vestidos y maquillados por 107 maquilladores, de los cuales 98 eran mexicanos.
Si hay algo salvable en esta debacle fílmica, al margen de un par de secuencias de acción (la escena inicial del Día de Difuntos en México y la de la nieve) es que invita a una reflexión sobre el tema de la seguridad. Como dice el propio Sam Mendes en las notas de producción del filme: “Hay una corriente de pensamiento en la película que cree que, en lo referente a seguridad nacional, todo debería estar centralizado, que deberíamos depender casi enteramente de la vigilancia y dejar a los drones hacer nuestro trabajo sucio en el exterior”.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pacto criminal
Pacto criminal (2015)
  • 6,1
    17.254
  • Estados Unidos Scott Cooper
  • Johnny Depp, Joel Edgerton, Benedict Cumberbatch ...
7
Un Óscar para Johnny Depp (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 23 de octubre del 2015)
El cine de mafiosos es un género que ha dado al séptimo arte algunas de sus mejores películas desde la época clásica con títulos imprescindibles como “Scarface” (1932), “Los violentos años 20” (1939) o “Al rojo vivo” (1949) al cine contemporáneo que representan “El padrino” (1972), de Francis Ford Coppola; “Casino” (1995), de Martin Scorsese o “Camino a la perdición” (2002), de Sam Mendes. No es un género exclusivo de Hollywood. “Hana-bi” (1997) o “Brother” (2000) del japonés Takeshi Kitano, “Election 1 y 2” (2005-06), del hongkonés Johnny To o la trilogía “Dead or Alive” (1999-2002), del nipón Takashi Miike así lo atestiguan.
“Black Mass: estrictamente criminal” no engrosará esta selecta nómina, pero se erige en un filme estimable rodado con pulcritud y estilo, que si por algo será recordada será por la actuación del camaleónico Johnny Depp. Sin él la película sería solo un trabajo correcto, pero su magistral caracterización e interpretación y justifican su visionado. Es recomendable escucharle en versión original, ya que su interpretación del mafioso James “Whitley” Bilger gana enteros al imitar el acento de Boston. Depp hace olvidar sus recientes desaguisados en “Mortdecai” (2015) o “Trascendence” (2014) y logra componer uno de sus mejores roles junto a los de “Eduardo Manostijeras” (1990), “Ed Wood” (1994), “Dead Man” (1995), “Donnie Brasco” (1997), “Miedo y asco en las vegas” (1998) o “Sweeney Todd” (2007), en la que ya mostraba un físico desmejorado. Su gran papel no se limita a su transformación física (aparece alopécico y desdentado) sino a mostrar el lado humano de un mafioso sin escrúpulos capaz de tomarse una siesta después de segar la vida de una persona, lo cual se refleja en las escenas que comparte con su hijo, destacando aquella en la que le da una lección de vida tras su vástago propinarle un golpe en la cara a un compañero de clase: “Lo que importa no es lo que haces es cuándo y dónde lo haces”.
Quizá ahora le otorguen el Óscar al mejor actor que nunca ha ganado (ha sido nominado en tres ocasiones). No es el único actor de renombre de las últimas décadas que no puede presumir de tener en su casa un eunuco dorado como intérprete: Leonardo di Caprio (4 nominaciones), Brad Pitt (3 nominaciones) o Edward Norton (3 nominaciones).
“Black Mass: estrictamente criminal”, que se proyectó, fuera de concurso el último Festival de Venecia, incluye varios de los lugares comunes del cine de gánsteres como el ascenso criminal del mafioso de turno (en este caso gracias al pacto al que llegó “Whitley” con el FBI con el objetivo de eliminar al enemigo común: la mafia italiana), la escena en la discoteca, los asesinatos “ipso facto” o las secuencias de diálogos que reflejan negociaciones turbias en las que la línea entre el bien y el mal se difumina hasta desvanecerse.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Misión rescate
Misión rescate (2015)
  • 7,0
    66.878
  • Estados Unidos Ridley Scott
  • Matt Damon, Jessica Chastain, Chiwetel Ejiofor ...
4
Vacaciones en Marte (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 23 de octubre del 2015)
Matt Damon polarizó la atención mediática del reciente rodaje de la última entrega de la saga de Bourne, que puso patas arriba a una ciudad como S/C de Tenerife tan poco acostumbrada a estas lides. El que se haya quedado con ganas de ver a Matt Damon tiene la opción de ir a ver “Marte”, en la que el álter ego de Jason Bourne se erige en la principal razón para ver durante dos horas y cuarenta minutos esta supuesta odisea en el planeta rojo, que se aleja de la interpretación de Tom Hanks en la notable “Náufrago” (2001), de Robert Zemeckis o la reciente “Gravity” (2013), en la que el personaje de Sandra Bullock transitaba por diferentes estados de ánimo y se mostraba la fragilidad de la vida humana.
“Marte”, que se presentó en el Festival de Toronto, está concebida como un mero entretenimiento, en el que más que primar un intento por plasmar el instinto de supervivencia humana existe un interés por reflejar que el ser humano es el centro del Universo. Además, parece una promoción, a largo plazo, para reclutar a futuros colonos para poblar Marte, el planeta con las características más similares a la Tierra. De hecho ya existe el proyecto Mars One, auspiciado por una fundación holandesa, que tiene la intención de sentar las bases de una colonia humana en Marte a partir del 2024. De las más de 200.000 solicitudes recibidas solo 24 serán los elegidos para protagonizar esta misión sin retorno.
Volviendo a la película, el filme dirigido por Ridley Scott adolece de originalidad ya que en 1964 ya se rodó una historia similar: “Robinson Crusoe en Marte”. Aquí se narra la historia de un rescate, alternando los puntos de vista telúrico y marciano, en la que Matt Damon parece vivir unas vacaciones en solitario en el planeta rojo a ritmo de ABBA, David Bowie o Donna Summers. En este sentido la película se convierte en un “one man show” que recuerda a 127 º (2010), en el que Damon se convierte en una miscelánea de Robinson Crusoe y Mac Gyver, ya que encuentra todo tipo de soluciones para procurarse alimento durante toda su estadía extraterrestre.
Respecto a Ridley Scott, ya dejamos claro con ocasión del estreno de “Exodus” (2014), que el artífice de “Alien el octavo pasajero” (1979) y “Blade Runner” (1982) no es un director-autor como algunos pretenden, ya que desde entonces no ha dirigido nada digno de mención, dejando a las claras que los filmes mencionados son películas de estudio en la que varios nombres formaron el núcleo creativo. Tampoco es que el texto de Drew Goddard, guionista de la magnífica serie “Daredevil”, sea un dechado de virtudes, ya que se limita a cubrir el expediente.
“Marte” carece de la hondura de “Interstellar” (2014), de Christopher Nolan, y del ritmo de “Fantasmas de Marte” (2001), de John Carpenter, pero a pesar de todo Matt Damon es un valor segura que goza del beneplácito del público y propiciará que los espectadores vayan a las salas de cine.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las calles siguen ardiendo
Las calles siguen ardiendo (2014)
Documental
  • 7,5
    53
  • España Cristina Martín Barcelona, Maria José Martín Barcelona
  • Documental
6
Más de 20 años de rock and roll (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 30 de octubre del 2015)
En marzo de 1998 asistí a un concierto en Bar Rock de La Laguna (Tenerife) de un grupo llamado M-Clan, al que apenas asistieron 400 personas, del que guardo un recuerdo indeleble, ya que su sonido de blues-rock sureño era muy potente en directo. A pesar de la gran calidad de sus dos primeros elepés (“Un buen momento”, 1995 y “Coliseum”, 1997) no fue hasta su tercer trabajo discográfico “Usar y tirar” (1999) cuando alcanzaron una audiencia mayor, gracias a la producción de Alejo Stivel y a hacer concesiones comerciales que les haría empezar a sonar en radio fórmulas, sobre todo, gracias al “hit” “Llamando a la Tierra”.
“Las calles siguen ardiendo”, que se estrena hoy, a las 18:00 horas, en Canarias en el marco del Festival Internacional de Cine DocuRock, que se celebra en el Círculo de Bellas Artes de S/C de Tenerife (C/ Castillo, 43) con entrada libre, no es una biografía musical al uso dirigida solo a los seguidores de M-Clan sino destinada a todo aquel que le interese ver y escuchar cómo se ha forjado una de las bandas fundamentales del rock en castellano de las dos últimas décadas, liderada por Carlos Tarque, su carismático “front-man”. Y la prueba estriba en que en el documental tiene cabida tanto su potencia escénica, con claros influjos de The Rolling Stones, Led Zeppelin o Black Crowes (con los que tocaron en directo en el Bilbao Live del 2011) hasta los momentos más oscuros de la banda como las salidas de diversos integrantes y el fallecimiento de Pascual Sánchez en 2010.
Los bautizados en sus inicios como “Los Black Crowes de Murcia” ofrecieron su primer concierto como Murciélagos Clan en 1993, con el sexteto original conformado por Carlos Tarque (voz), Ricardo Ruipérez y Santiago Campillo (guitarras), Pascual Saura (bajo), Juan Antonio Otero ‘Oti’ (batería) e Íñigo Uribe (teclados y órgano), de los cuales ya solo permanece el tándem Tarque-Ruipérez. La película, cuyo título alude a la canción “Las calles están ardiendo” de su disco “Memorias de un espantapájaros” (2008) hace un completo repaso a la carrera de M-Clan desde que grabaron su primer elepé en Memphis, “Un buen momento” (1995), hasta la celebración de su veinte aniversario con dos apoteósicos conciertos en el Teatro Circo de Marte de Madrid, ofreciendo un equilibrio entre música y declaraciones de Ariel Rot, Fortu (Obús), El Drogas (exBarricada) o Miguel Ríos.
Las directoras, Cristina y María José Martín, son dos hermanas granadinas que se han curtido trabajando en todo tipo de rodajes hasta que deciden montar su propia empresa: Las del Cine, con la que ruedan “Las calles siguen ardiendo”, su primer largometraje. Al unísono graban “En Granada es posible”, en la que intervienen Miguel Ríos, M-Clan, Lori Meyers o Niños Mutantes para narrar en imágenes la historia del rock en Granada en los últimos 50 años. “Las calles siguen ardiendo”, que optó a seis candidaturas en los premios Goya 2015, nos hará entender la esencia de los artífices de temas tan redondos como “¿Dónde está la revolución?”, “Para no ver el final” o “Gracias por los días que vendrán”.
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Regresión
Regresión (2015)
  • 5,3
    25.549
  • España Alejandro Amenábar
  • Ethan Hawke, Emma Watson, David Thewlis ...
6
Cautivos del mal (publicada en el periódico El Día de Tenerife 9 de octubre del 2015)
El esperado regreso de Alejandro Amenábar se salda con un notable título de suspense que rememora el “thriller” estadounidense de la década de los 90, sin olvidarse del cine clásico. Amenábar con tan solo seis títulos a sus espaldas se ha convertido, junto a Pedro Almodóvar, en el director de cine de referencia en España. Su talento era palpable desde su mediometraje “Himenóptero” (1992), embrión de su primer largometraje “Tesis” (1996), en la que ya se rastreaba su interés por el cine de suspense. “Los otros” (2001), “Mar adentro” (2004) y “Ágora” (2009) han confirmado su desbordante talento.
“Regresión”, que inauguró, fuera de concurso, el último Festival de San Sebastián, mantiene en vilo al espectador durante todo el metraje gracias a un caso policial que gravita en torno a una hipotética secta satánica, narrada en clave de cine de suspense donde la partitura musical de Roque Baños (“Celda 211”) juega un papel primordial.
Todo en “Regresión” está sugerido, nada es explícito y es que Amenábar sigue las huellas del cine clásico de, por ejemplo, el Jacques Tourneur de “La mujer pantera” (1942). También sigue la premisa enunciada por Kirk Douglas y Walter Pidgeon en “Cautivos del mal” (1952), de Vincente Minnelli en la que se dice: “¿Qué vamos a poner en la pantalla que haga estremecer a los espectadores? Dos ojos que brillen en la oscuridad. Un perro asustado que gruñe y enseña los colmillos. Un pájaro con el cuello roto, unas plumas arrancadas por el suelo. Una niña que grite. Huellas de garras en sus mejillas”.

Asimismo, viene a colación citar “Recuerda” (1945), de Alfred Hitchcock, en la que el personaje protagónico era sometido a hipnosis para reavivar sus recuerdos infantiles ya que en “Regresión” los personajes también recurren a mecanismos psicológicos para revivir los supuestos asesinatos y casos incestuosos.
Desde “Los otros”, Amenábar recurre a estrellas de Hollywood. La mayoría del público centrará su mirada en Ethan Hawke (“¡Viven!, 1993) o Emma Watson (saga de Harry Potter), pero una de las actuaciones más convincentes es la de Dale Dickey, conocida sobre todo por su rol en la divertida serie “Me llamo Earl”. Sorprende su cambio de casquivana meretriz a abuela que mete el miedo en el cuerpo.
El principal valor de “Regresión” hay que buscarlo en que Amenábar ha conseguido algo que parecía una quimera hace dos décadas: rodar un tipo de historias que parecía coto cerrado de la industria cinematográfica estadounidense, además contando con actores de Hollywood y libertad creativa (no olvidemos que se negó a rodar el remake yanqui de “Abre los ojos”). Amenábar ha revelado que sus miedos personales proceden de la época en la que vivió en un internado religioso, lo cual se plasma en “Regresión”, donde los símbolos religiosos (iglesia, cruz, Biblia) forman parte de la iconografía del filme.
“Regresión” es una película de lograda ambientación y fotografía tenebrosa, cuyo último plano es necesariamente luminoso, metáfora de que el caso se ha resuelto y de que el protagonista encarnado por Ethan Hawke ha dejado atrás su agonía personal. Nada tiene que ver “Regresión” con títulos recientes que también han abordado el controvertido tema de las sectas como son el caso de las estimables “Red State” (2011) o “Martha Marcy May Marlene” (2011). Y es que Amenábar sabe conferirle a sus películas su inconfundible toque personal.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El desconocido
El desconocido (2015)
  • 6,2
    24.585
  • España Dani de la Torre
  • Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Goya Toledo ...
6
Falso culpable (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 2 de octubre del 2015)
Carlos está casado y tiene dos hijos. Lo vemos negociar mientras desayuna con su familia. Es padre de una familia acomodada, pronto descubrimos que es el director de una sucursal bancaria y que, va a llevar en su BMW, inopinadamente a sus dos hijos displicentes al colegio. La mayoría de los espectadores no empatizarán con este personaje, pero hete aquí que una bomba en el coche, que alguien amenaza con detonar si no le ingresan “ipso facto” 67.547 €, cambiará esta situación y provocará sentimientos contradictorios en los espectadores.
“El desconocido” es un “thriller” apegado a la realidad de la calle, que se retroalimenta del contexto social de crisis económica provocada por la mala praxis de la mayoría de los bancos. Asistimos a una trama, que mantiene en tensión al espectador todo el metraje, y que juega con la inquina que gran parte de la población tiene hacia las malas artes de las entidades bancarias y sus empleados y que han propiciado la venta de productos de riesgo como las preferentes y que la gente pierda sus ahorros. En este sentido es una especie de “Speed” emocional.
Su exhibición en los recientes festivales de Venecia y San Sebastián, fuera de competición, avala su calidad. Así como la presencia del ubicuo Luis Tosar, que trasmite verdad en su interpretación. Su némesis, no le anda a la zaga, Javier Gutiérrez, al que durante gran parte del filme solo escucharemos a través de una voz en “off”. El nivel interpretativo se eleva con la aparición de Elvira Mínguez, una policía que desactiva bombas. Los niños Paula del Río, y Marco Ruiz están correctos. Goya Toledo desentona como madre histérica. Curioso el cameo de Luis Zahera, que también tiene una fugaz aparición en “A cambio de nada” (2015). En el fondo, los dos protagonistas son solo dos hombres que luchan por defender a su familia.
Dirige Dani de La Torre, curtido en la televisión gallega, que da el salto al largometraje cinematográfico siguiendo el esquema del “thiller” “made in Hollywood”, pero manteniendo raíces españolas. Hace uso de un certero uso de panorámicas y planos cenitales que permiten que el espectador respire de una trama claustrofóbica, cuyas imágenes están secundadas por una banda sonora intrigante obra de Juan Pablo Acosta y Manuel Riveiro.
El cine rodado en España hace tiempo que se quitó los complejos de encima y aborda todo tipo de géneros. Ahí están excelentes “thrillers” de acción como “El Niño” (2014) y “La isla mínima” (2014) para demostrarlo; o notables cintas de animación como “Planet 51” (2009) y “Las aventuras de Tadeo Jones” (2012); o estimables títulos de terror como “[REC]” (2007) o “El orfanato” (2007). La cuestión estriba en que el espectador estándar español sea el que se quite los complejos de encima y deje de pensar que la saga Torrente es el buque insignia del cine español y que existen otras posibilidades más recomendables.
Varias son las películas recientes que intentan desentrañar quién está detrás de las decisiones que nos han llevado al caos económico. Las más certeras son “El jefe de todo esto” (2006) y “Louise-Michel” (2008), que revelan que la información es piramidal y que la estructura de una empresa bancaria está perfectamente jerarquizada, donde las decisiones emanan de la cúpula y sus empleados acatan las órdenes. En este sentido, “El desconocido” es una película que hace “saltar la banca”. Si quieren buscar a los máximos responsables de las decisiones tomadas en las principales entidades financieras españolas en los últimos tiempos estos son sus nombres: Ana Botín (Banco Santander), Paco González (BBVA), Isidro Fainé (Caixa Bank), Ángel Ron (Banco Popular), Pedro Guerrero (Bankinter), José Luis Negro (Banco Sabadell) y José Ignacio Gorigolzarri (Bankia).
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una familia espacial
Una familia espacial (2015)
  • 5,3
    5.488
  • España Enrique Gato
  • Animación, (Voz: Dani Rovira, Michelle Jenner) ...
5
La ilusión viaja en cohete (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 25 de septiembre del 2015)
Solo un puñado de películas al año logran mantenerse un mes o más en la cartelera como está haciendo “Atrapa la bandera”, la nueva propuesta animada de Enrique Gato, que ya ha superado con creces el millón de espectadores en España, y que se incrementarán próximamente gracias al reciente acuerdo de distribución internacional en más de 25 países de la mano de Paramount Pictures International, entre los que se incluyen Reino Unido, Alemania, México, Brasil, Rusia, Argentina, Chile, Colombia, Panamá, Perú, Venezuela, Trinidad, Polonia, Países Bajos, Israel, Ucrania, Egipto, Emiratos Árabes, Bahréin, Omán, Qatar, Kuwait, Líbano, Egipto, Irak y Jordania.
Me preguntaba al inicio de la proyección del pasado viernes en la abarrotada sala 17 de los Multicines Tenerife si Enrique Gato habría dirigido un filme para todos los públicos o para el público infantil. Mi disyuntiva quedó pronto dilucidada. Los churumbeles que poblaban la sala, acompañados por sus progenitores, disfrutan entusiasmados mientras sus padres mantenían una cierta distancia con las imágenes exhibidas en la gran pantalla y la razón hay que buscarla en que “Atrapa la bandera” alimenta el sueño de todo infante que anhela hollar territorios ignotos, entre los cuales se encuentra ir la Luna.
Si “Las aventuras de Tadeo Jones” (2012) era un trasunto del personaje de Indiana Jones, “Atrapa la bandera” parte del mismo sitio que la también española “Planet 51” (2009) y juega con la iconografía del “american way of life”, así como con la idea de la creencia popular de que realmente el hombre no pisó la Luna en 1969 y que lo que se transmitió por la televisión fue rodado por Stanley Kubrick (que aparece dos veces, una como cineasta y otra como barrendero). Sin embargo, el resultado no es igual de satisfactorio ya que “Atrapa la bandera” parte de un guion de manual, centrado en una familia, con personaje ya resabidos, aunque cuenta con momentos estimables como la escena del pantano en la que los protagonistas son perseguidos por unos cocodrilos.
La banda sonora lleva el marchamo de la batuta de Diego Navarro, en la que plasma compases a lo John Williams, con fragmentos que recuerdan a la saga de “La guerra de las galaxias”. La presencia tinerfeña no se acaba ahí. Además participan el Coro Conservatorio Superior de Música de Tenerife y Kike Perdomo. Por encima de todo destaca la animación (ya sabemos cuál es la próxima ganadora del Goya en esta categoría), que se caracteriza por su minuciosidad. No en balde parte del equipo de animación visitó la NASA, los centros espaciales de Houston, Texas y Cabo Cañaveral en Florida y la población surfera de Cocoa Beach, donde los astronautas y sus familias pasan breves temporadas durante los largos entrenamientos de preparación para viajes espaciales para poder captar la realidad de estos lugares. Horas y horas se dedicaron al estudio de aspectos tan aparentemente nimios como saber cómo se abre la escotilla del módulo lunar.
El espectador estándar quiere ver más de lo mismo y salir del cine con la sensación de haber pasado un buen rato y “Atrapa la bandera” cumple esta premisa. Aviso para navegantes: los espectadores que abandonen la sala cuando hagan acto de presencia los títulos de créditos finales se perderán una divertida secuencia final. A pesar de ser un largometraje irregular las caras de felicidad de los niños a la salida del cine justifican la película. Además, “Atrapa la bandera” es un vehículo idóneo para dejar volar la imaginación infantil. Terminamos este comentario con el rótulo que se puede leer al final de los títulos de crédito de “Atrapa la bandera”: “Se han invertido 350.000 horas en la realización de esta película. No la piratees”.
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3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los huéspedes
Los huéspedes (2015)
  • 5,9
    28.541
  • Estados Unidos M. Night Shyamalan
  • Olivia DeJonge, Ed Oxenbould, Deanna Dunagan ...
5
Como el gato y el ratón (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 18 de septiembre del 2015)
M. Night Shyamalan sorprendió al mundo con “El sexto sentido” (1999), un auténtico aldabonazo fílmico con el que dejó boquiabiertos a los espectadores y dejó rendida a la crítica cinematográfica, incluso legó una frase para la posteridad: “En ocasiones veo muertos”.
Aunque ya había dirigido dos títulos previos alejados del suspense (“Praying with Anger”, 1992 y “Los primeros amigos” 1999) todo el mundo consideraba que el filme protagonizado por Bruce Willis sería el inicio de una carrera cinematográfica fulgurante, lo cual se corroboró con la notable y más compleja “El protegido” (2000), pero con “Señales” (2002), el público y la crítico empezaron a darle la espalda, lo cual se acrecentó con las fallidas cintas “El bosque” (2004) y “La joven del agua” (2006). Recuperó parte de su prestigio con la contundente “El incidente” (2008), pero el crédito se le acabó definitivamente con las inefables “Airbender, el último guerrero” (2008) y “After Earth” (2013).
Ahora, con “La visita”, un falso documental con un componente de “reality show”, se pone al frente de un proyecto destinado a un público adolescente, que era precisamente el más numeroso en la sesión vespertina del pasado viernes en la sala 5 del Multicines Tenerife, los cuales vieron la película con ojos de atención y manifestaron su risa en los momentos cómicos de la cinta, que los tiene, y muchos. Por eso no es de extrañar que el falso documental esté rodado por una impúber con ínfulas de cineasta, que pretende ahondar en las raíces del porqué su madre no habla con sus abuelos desde hace quince años (dos ancianos aparentemente entrañables, pero que pronto mostrarán su peor cara). Le secunda su hermano preadolescente con aspiraciones de rapero y que será el personaje que canalice el sentido del humor del filme (por ejemplo, pronunciando nombres de cantantes famosas en lugar de proferir insultos -Shakira, Beyoncé, Katy Perry, Christina Aguilera, una curiosa manera de Shyamalan de mofarse de estas intérpretes musicales-. La fórmula del falso documental ya está tan trillada que se ha convertido en un estándar. Las recientes “Exorcismo en Connecticut” (2009), “La cueva” (2014), “Así en la Tierra como en el infierno (2014)” o “La pirámide” (2014) así lo atestiguan.
M. Night Shyamalan juega con el espectador como el gato con el ratón. Shyamalan maneja el lenguaje cinematográfico con solvencia y destreza, pero la historia es un tanto limitada y solo sorprenderá al público más cándido y crédulo con los consabidos sustos que soliviantarán a los espectadores más pacatos. Eso sí, ofrece espacios con tensión visual como el subterráneo de la casa campestre. En algunos fragmentos parece un curso de cine acelerado ya que los personajes hablan de la distancia focal y la ejemplifica o hablan de zum y hace lo propio.
En el fondo, Shyamalan juega con el miedo a envejecer que la mayoría de los mortales albergamos. Asimismo, “La visita”, revela que ponerse delante de la cámara es una forma de desnudar el alma. Tras una película de terror de manual, Shyamalan apuesta por un final emotivo y una coda humorística. “La visita” es simplemente entretenida, pero no tiene nada que ver con tomaduras de pelo como la saga “Paranormal activity” (2007-2015) o “La horca” (2015).
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un día perfecto
Un día perfecto (2015)
  • 6,6
    16.472
  • España Fernando León de Aranoa
  • Tim Robbins, Benicio del Toro, Olga Kurylenko ...
7
Mambrú se fue a la guerra (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 4 de septiembre del 2015)
Fernando León de Aranoa regresa cinco años después con “Un día perfecto”, una película que se aleja, aparentemente, de su filmografía anterior, centrada en historias apegadas a la realidad cotidiana para ofrecernos una peculiar “road movie” ambientada en algún lugar de los Balcanes en 1995, un lugar donde un niño le puede arrebatar la vida a otro por una simple pelota. El lenguaje cinematográfico de “Un día perfecto” se aleja del estatismo de trabajos anteriores como “Familia” (1996), “Barrio” (1998) o “Los lunes al sol” (2002) para ofrecer planos en contrapicado, planos cenitales o planos generales, acompañados de una música rítmica donde prima el rock.
Lo que si sigue inalterable es la temática social. Aranoa emplea la excusa argumental de la búsqueda de una cuerda (que se dilata durante una hora del metraje) para rescatar un cadáver de un pozo de agua para mostrar el comportamiento humano en época de conflicto bélico. “Un día perfecto” es un largometraje sobre la guerra donde no hay ningún tiro. Ni falta que hace. La escena en la que entran a la casa derruida del niño balcánico para coger una pelota es más epatante que cualquier secuencia bélica con un sinfín de disparos.
“Un día perfecto” es un filme que bebe del neorrealismo italiano, donde se hace palpable la presencia de “El ladrón de bicicletas” (1948), de Vittorio De Sica. Sin embargo, la cinta está salpicado de gotas de humor negro, que no pretenden ser “M.A.S.H. en Bosnia” como ha escrito Lee Marshall en “Screendaily” sino que tienen como función descargar de dramatismo las terribles situaciones que se producen en una conflagración, que pueden llegar a ser surrealistas como lo demuestran secuencias como la de la venta de agua o la de la anciana que esquiva las minas siguiendo a sus vacas.


“Un día perfecto” presenta a un Fernando León de Aranoa en forma, alejado de la pequeña decepción que supuso “Amador”. Para la ocasión ha contado con la presencia de dos estrellas de Hollywood: Benicio del Toro y Tim Robbins. Un acierto. La oposición de los dos personajes curtidos en mil batallas que encarnan contrastan con la visión de la neófita voluntaria, que ve su primer cadáver, así como la intrascendente conversación telefónica que mantiene Mambrú con su novia sobre el color de las cortinas mientras están paralizados por una posible mina en la carretera.
Durante el visionado de “Un día perfecto”, cuando se dice que “los muertos no se tocan” recordé la experiencia que me había contado un amigo soldado destinado a Macedonia a principios de los 90. Según la cual, en una visita a un pueblo de Skopje, todos los habitantes estaban muertos y sus cadáveres estaban incólumes. La realidad supera a la ficción.
Varias son las películas que han abordado el conflicto bélico en Yugoslavia ¬(¬que produjo el surgimiento de Croacia, Serbia, Montenegro, Bosnia y Macedonia) en los 90 como es el caso de “Territorio comanche” (1996), “En tierra de nadie” (2001) o “De fosa en fosa” (2006). Pero, sin lugar a dudas, el título imprescindible es “Underground” (1995), de Emir Kusturika.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin hijos
Sin hijos (2015)
  • 5,4
    1.685
  • Argentina Ariel Winograd
  • Diego Peretti, Maribel Verdú, Horacio Fontova ...
6
Raíces y alas (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 14 de agosto del 2015)
Esta que tiene el lector ente sus manos es la crítica de cine número 59 que se publica ininterrumpidamente desde hace más de un año en “El Día” en este formato de “La Guía”. Pues bien, de esas 59, 28 han sido eminentemente positivas, 17 han sido ecuánimes y solo 14 se pueden calificar de negativas. Esta introducción numérica viene a colación porque hace unos días un asiduo lector me comentó que mis comentarios solían ser perniciosos. Más allá de las estadísticas existe una especie de leyenda negra sobre la crítica de cine según la cual los que la ejercemos no disfrutamos de ver películas. Nada más lejos de la realidad. Tengo claro que la función de la crítica de cine no es “poner a parir una película” sino, por un lado, orientar al espectador a ver la película adecuada (cada filme tiene su espectador), y en segunda instancia la de rescatar joyas olvidadas del cine como son los casos de “Incidente en Ox-Bow” (1943), de William Wellman, “Retorno al pasado” (1947), de Jacques Tourneur o “El silencio de un hombre” (1967), de Jean-Pierre Melville.
Entremos en materia. La coproducción hispano-argentina “Sin hijos” es una de los filmes más apetecibles de la cartelera actual por ser una agradable comedia, de ágil visionado y que suscita un interesante debate a la salida del cine. Hay una escena de “Sueños de un seductor” (1972), de Herbert Ross, en la que un marido con hijos mira con desconsuelo a su vecino soltero que acaba de recibir la visita de una amante, este último al cerrar la puerta de su apartamento envidia la suerte de su vecino casado. Esta secuencia es la esencia de “Sin hijos”, en la que el protagonista, un padre separado con una hija de ocho años, anhela volver a tener pareja y se reencuentra con una conocida del pasado que no quiere tener descendencia.
En este conflicto, entre el espacio adulto y el espacio infantil, radica la esencia del largometraje dirigido por Ariel Winograd. El guion, escrito a cuatro manos por Mariano Vera y Pablo Solarz, explota situaciones de la vida real llevándolas a terrenos ya vistos en otras cintas, pero que hacen esbozar una sonrisa cómplice, sobre todo, gracias al trío protagonista, en el que destaca Guadalupe Manent, que encarna a la espabilada niña, que recuerda a la infante de “Las mantenidas sin sueños” (2005). Maribel Verdú, una de las actrices españolas más cotizadas del momento, se mete en esta ocasión en la piel de una “travel manager”, un alma nómada que no quiere tener prole, pero que desea estar emparejada. Completa el trío protagonista, Diego Peretti, uno de los rostros más reconocibles del cine argentino actual, en parte gracias al éxito de “No sos vos soy yo” (2004). Los tres personajes están bien perfilados. Completa el conjunto la ditirámbica banda sonora y unos ingeniosos rótulos iniciales. “Sin hijos” es una divertida comedia que invita a la reflexión sobre reconciliar la vida en pareja y los vínculos filiales y lanza el mensaje de que tener hijos no es una obligación, es una opción.
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Intensa Mente
Intensa Mente (2015)
  • 7,8
    82.470
  • Estados Unidos Pete Docter, Ronaldo Del Carmen
  • Animación, (Voz: Amy Poehler, Phyllis Smith) ...
9
Intensa-mente (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 31 de julio del 2015)
Con ocasión del estreno de “Buscando a Nemo”, el fenecido Ángel Fernández Santos tituló su magnífica crítica de cine en “El País”: “De asombro en asombro”. Pues bien, Pixar, ahora bajo los auspicios de Disney, nos vuelve a asombrar con su última maravilla animada. “Del revés”, que en Latinoamérica se ha titulado “Intensa-mente”, es una película excepcional, a la par que una inteligente y genuina manera de mostrar las emociones de una impúber, que siente que ya no es el centro de atención de su padre y su madre. Pixar ha legado desde su creación en 1994 un puñado de joyas cinematográficas, comenzando con la seminal “Toy Story” y sus dos secuelas, prosiguiendo con la citada “Buscando a Nemo” (2003), “Cars” (2006), “Wall-E” (2008) o “Up” (2009), a la que ahora se suma “Del revés”.
Riley tiene 11 años y es presa de sus emociones a raíz de una mudanza (su familia se traslada de Minnesota a San Francisco), lo que pone su mundo patas arribas; que en el filme se resumen en cinco sentimientos básicos: alegría, tristeza, ira, miedo y asco.
Varias son las películas que han abordado el interior de la mente humana como “Viaje alucinante al fondo de la mente” (1980) u “¡Olvídate de mí!” (2004), pero la novedad en “Del revés” estriba en que funciona a dos niveles y por lo tanto puede ser disfrutada al unísono por niños y adultos. Los primeros empatizarán tanto con la protagonista como con sus emociones humanizadas. Mientras que los segundos, reflexionarán sobre cómo los recuerdos fluctúan según nuestro estado emocional, la memoria a largo plazo o la impagable escena del pensamiento abstracto, en la que los dibujos animados van cambiando de forma en función de las zonas del cerebro que van explorando.
El público infantil, acompañado de sus progenitores, era el que llenaba el pasado viernes la sala 17 de los Multicines Tenerife. Algunos creen que al público infantil hay que ofrecerles productos estandarizados enfocados meramente al entretenimiento. Craso error. Los niños son personas en proceso de crecimiento y hay que inducirles a ver películas como “Del revés”, que no se le dan todo hecho y propician que se hagan preguntas que les ayudarán a progresar como personas. De hecho, “Del revés” comparte con la trilogía de “Toy Story” (1994-2010) la idea de que hay que superar la etapa infantil como camino hacia la madurez.
Además, “Del revés”, ovacionada en el último Festival de Cannes, es un largometraje que te hacer reír en su justa medida y que te emociona también en la cuota adecuada. Una de las moralejas de “Del revés” es que debe de existir un equilibrio entre las diversas emociones que tenemos todos los seres humanos (niños y adultos), así como que todas las emociones son necesarias, incluso la tristeza, en su justa medida y en los momentos adecuados.
Es recomendable ir con tiempo a ver “Del revés” ya que previamente se proyecta el cortometraje “Lava”, e igualmente, permanezcan sentados en sus asientos hasta después del desenlace de la historia ya que la creatividad de Pixar se prolonga hasta los títulos de créditos finales. Quedan avisados.
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Eliminar amigo
Eliminar amigo (2014)
  • 4,8
    8.113
  • Estados Unidos Levan Gabriadze
  • Cal Barnes, Matthew Bohrer, Courtney Halverson ...
3
Empantallados (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 7 de agosto del 2015)
Facebook, Spotify, Youtube, Google, Skype… son empresas que se han erigido en protagonistas de nuestras vidas. Los internautas pasan horas y horas delante de una pantalla, ya sea de un portátil, un móvil o una tableta. “Eliminado” aprovecha la tesitura para plantear una película en clave de terror, que básicamente es un cruce bastardo entre “Viernes 13” (1980) y “Sé lo que hicisteis el último verano” (1997), es decir no es otra cosa que una variante del cine de “body counts” o “slashers” de toda la vida, en la que un grupo de ingenuos adolescentes van cayendo uno a uno, pero esta vez delante de un portátil.
“Closer” (2004), de Mike Nichols; “Adoration” (2008), de Atom Egoyam; y “Hombres, mujeres y niños” (2014), de Jason Reitman, son tres títulos recientes en los que se aborda el impacto de la vida virtual en la vida real. En todas ellas se alternaban secuencias al margen de un ordenador, pero en “Eliminado” toda la película nos muestra una multiplicidad de pantallas como si estuviéramos sentados delante de la pantalla de un ordenador. Los hilos de la trama del filme están manejados por un “troll” que adentra al espectador en el terror social que se produce con el malsano uso de internet: el “sexting” o el “bullying” cibernético.
Lo curioso es que esta película de terror adolescente está dirigida por un director de cerca de 50 años de Georgia, desconocido por estos lares, que responde al nombre de Levan Gabriadze, que en su haber solo tenía tres comedias que no se han estrenado en la cartelera española. En lo concerniente al reparto, los actores son mozalbetes que han hecho sus pinitos en series como “Buffy, cazavampiros” o “CSI”.
“Eliminado” no llega a la altura de “Open Windows” (2014), de Nacho Vigalondo, en la que el director español si sabe conjugar el lenguaje cinematográfico con las nuevas tecnologías. De hecho durante el visionado de “Eliminado” tuve la misma sensación de tomadura de pelo que cuando vi “El proyecto de la Bruja de Blair” (1999), con la diferencia de que a aquella por lo menos se la puede calificar de película. “Eliminado” supone la muerte del cine y poco augurio esperamos que tengan este tipo de experimentos audiovisuales dirigidos al público adolescente. No es el caso de la serie “Web Therapy”, que sí ha sabido captar la esencia de una cámara web y llevarla al lenguaje televisivo para ofrecer una divertida “sit com 2.0”.
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Terminator Génesis
Terminator Génesis (2015)
  • 5,2
    22.738
  • Estados Unidos Alan Taylor
  • Emilia Clarke, Arnold Schwarzenegger, Jason Clarke ...
2
Cronocrímenes (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 17 de julio del 2015)
En 1984 se estrenaba una modesta película de ciencia-ficción de serie B titulada “Terminator”, dirigida por James Cameron, que sorprendió a propios y extraños, creando un nuevo icono cinematográfico: el T-800, tejido vivo sobre endosqueleto de metal. Siete años después se estrenó una espectacular secuela, repleta de innovadores efectos especiales, obra de Stan Winston. Estas dos películas crearon un puñado de escenas que han dejado una huella indeleble en la retina del espectador, así como algunas frases que se han convertido en un verdadero soniquete (“Volveré o “sayonara baby”) e, incluso una banda sonora, con algunos pegadizos compases, que todo el mundo sabe tararear.
Luego vendrían otras dos entregas, instantáneamente olvidables, a la que ahora se suma una quinta entrega a la franquicia. “Terminator: Génesis” se sitúa en 2029, año en el que la Resistencia se percata de que las máquinas han lanzado su propia versión de la primera arma táctica de desplazamiento por el tiempo, enviando un Terminator a matar a Sarah Connor antes de que conciba al futuro líder de la resistencia humana. De tal manera que el argumento de “Terminator: Génesis” se ha convertido en una especie de cinta de Moebius rayada, que llega a convertirse en un desbarajuste y producir verdaderas situaciones hilarantes sin pretenderlo con diálogos que rozan la absurdez sobre la conjunción de tres líneas temporales. Salvando las distancias de los efectos especiales, se encuentra más cercana a “Los cronocrímenes” (2007), de Nacho Vigalondo, que a la seminal “Terminator”.
“Terminator: Génesis” se constituye en una infame quinta entrega que arrastra por el lodo toda la saga. Una saga que cinematográficamente se acabó con la segunda entrega. Sobran las tres últimas, pero ya se sabe que la taquilla manda. Incluso los efectos especiales dejan una sensación de “déjà vu”, reincidiendo en los mismos efectos de mercurio líquido de “Terminator 2”. De hecho, lo único que hace “Terminator: Génesis” es revisitar los espacios fílmicos de la primera y segunda entrega. Como no, Arnold Schwarzenegger vuelve a protagonizar el rol del T- 800, al que ya llaman “El abuelo”, y cuya frase estrella ahora es: “Viejo, pero no obsoleto”. Le secundan unos renovados Sarah Connor (encarnada por Emilia Clarke) y John Connor (interpretado por Jason Clarke). El desaguisado está dirigido por Alan Taylor, realizador de algunos capítulos de “Los Soprano”, “Mad Men” o “Juego de tronos”, demostrando que en las superproducciones da igual quien las dirija, ya que son los productores los que toman las decisiones de mayor importancia, que para eso ponen el dinero.
Como curiosidad cabe reseñar que el número total de armas empleadas en este “blockbuster” alcanza la cifra de 500, que varían en función de las líneas temporales. En 1984 el T-800, de quien veremos una musculada réplica en silicona, va armado con una Remington 1100, mientras que en 2017 va pertrechado de Benellis M3 y M4.
De toda esta serie inacabable de precuelas, secuelas y remakes con las que Hollywood nos bombardea en los últimos años solo recuerdo haber visto dos títulos dignos de mención: “Mad Max: furia en la carretera” (2015) y “El origen del planeta de los simios” (2011), con esta última, “Terminator: Génesis” comparte una localización en el Golden Gate de San Francisco. Hasta aquí las coincidencias.
Por todo lo expuesto, “Terminator: Génesis”, tiene el dudoso honor de ser una de las peores filmes estrenados este año en la cartelera española junto a títulos inefables como “50 sombras de Grey”, “Cómo acabar sin tu jefe 2”, “A todo gas 7” o “Cómo sobrevivir a una despedida”. No hay nada en “Terminator: Génesis” que justifique su visionado, ni una frase ni una escena, convirtiéndose en un auténtico descalabro fílmico. Viene a colación una de las moletillas de la segunda entrega: Sayonara baby.
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9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rey Gitano
Rey Gitano (2015)
  • 3,1
    3.554
  • España Juanma Bajo Ulloa
  • Karra Elejalde, Manuel Manquiña, Arturo Valls ...
1
Sabotaje al cine (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 24 de julio del 2105)
Se sube el telón. Se ve a Manuel Manquiña, Karra Elejalde y Albert Plá protagonizando chascarrillos escatológicos, suena una música molona, hay alusiones al consumo de drogas compulsivo y constantes escenas al volante. ¿Cómo se llama la película?: “Airbag 2”, pero camuflada con el título de “Rey gitano”.
Juanma Bajo Ulloa se dio a conocer en 1989 con el cortometraje “El reino de Víctor” (que tiene el honor de ser el primer cortometraje galardonado con un Goya), en el que ya se vislumbraban algunos rasgos de sus notables largometrajes “Alas de mariposa” (1991) y “La madre muerta” (1993), dos interesantes trabajos que apuntaban a un director con hechuras. Luego con “Airbag” (1997) pegó un pelotazo comercial con una gamberrada divertida. Años después presentó la endeble “Frágil” (2004), en la que ya se percibía su desencanto por todo lo que rodea al mundo del cine. Desde entonces solo había dirigido dos cortometrajes, “Qué glande es el cine” (2005) y “No hubo manera” (2013), así como un documental “Historia de un grupo de rock” (2008). Ahora regresa con la inefable “Rey gitano”, en la que plasma su desencanto con la realidad social actual. En una ocasión llegó a afirmar en una entrevista concedida a “La Vanguardia”: “La vida es un pastel de mierda con algunos tropezones de fresa”. Pues bien, parafraseando su propia afirmación. “Rey gitano” es un pastel de mierda con solo un tropezón de fresa: María León.
El último filme de Ulloa pretende ser un ajuste de cuentas con el descreimiento de su autor con la casta política (no solo española sino internacional) y un sabotaje a la monarquía española, pero en realidad lo que consigue es sabotear no solo su propio cine sino el cine en general con una película repleta de bromas pueriles de mal gusto cercanas en ocasiones a un Torrente bastardo (como ejemplifica la escena de la cata de orín) o incluso a “¡Ja, me maaten…!” (2000), del dúo humorístico Cruz y Raya, en la que por lo menos Juan Muñoz sabía imitar el acento gitano no como el ubicuo Arturo Valls, que produce grima con su ridícula forma de hablar. ¿Quién le ha dicho a este presentador de televisión que sabe actuar?
El elenco es básicamente la misma “troupe” que la de “Airbag”, en la que Rosa María Sardá encarna a una bizarra miscelánea entre Angela Merkel y Hitler (bigote rubio incluido), Karra Elejalde comete constantes “lapsus linguae” carentes de gracia, Manuel Manquiña calca a Martínez El Facha de “El Jueves” o Albert Plá es un ávido pajillero consumidor de pornografía. Les secundan Santiago Segura (un rico postrado en una silla de ruedas) y Charo López (una faquir sexual) en unos esperpénticos papeles que pretender mostrar la putridez del poder. Que Ulloa intenta rematar con unos pésimos imitadores de la familia real española. De esta especie de pandilla basura la única que se salva de la quema es María León, que deja algunos ramalazos de su calidad como actriz.
Ulloa escribe, dirige y produce un auténtico desaguisado fílmico. El colmo es cuando denigra el cine de Woody Allen con los comentarios que pone en la boca del personaje que encarna Elejalde. No se puede caer más “bajo”. “Rey gitano” llega a producir sonrojo y vergüenza ajena. Cuando uno ya no tiene nada que aportar es mejor no martirizar al público con bromas endogámicas que solo le hacen gracia al que las escribió. Lo mejor que se puede hacer con esta película es tirar el recuerdo de su visionado a un váter imaginario y tirar de la cadena.
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46 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Minions
Minions (2015)
  • 5,7
    28.258
  • Estados Unidos Kyle Balda, Pierre Coffin
  • Animación, (Voz: Sandra Bullock, Jon Hamm) ...
5
Fiebre amarilla (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 10 de julio del 2015)
Hace cinco años se estrenó “Gru, mi villano favorito”, una inteligente y divertida crítica al capitalismo salvaje, en la que el protagonista era un banquero, furibundo capitalismo que ha llevado, por ejemplo, a Grecia , un país de la zona euro. En 2013 se estrenó una secuela inferior y ahora llega el “spin off” “Los Minions”, en la que los subalternos de Gru se erigen en los protagonistas absolutos. Algo habitual en el cine reciente de Hollywood, ya ocurrió con los Ewoks, que de aparecer en “El retorno del Jedi” (1983) pasaron a ser los protagónicos de “La aventura de los Ewoks” (1984) y “La batalla del planeta de los Ewoks” (1985); y ha sucedido recientemente con la oveja Shaun, que vimos por vez primera en 1995 en un cortometraje de Wallace y Gromit y que en abril de este año se ha estrenado el largometraje “La oveja Shaun”.
Los simpáticos personajes amarillos de reducida estatura que emiten sonidos guturales se hacen notar desde el logo inicial de la Universal, tarareando la conocida sintonía de la “mayor” y ya no dejarán de aparecer en pantalla hasta los títulos de créditos finales. Lo mejor de “Los Minions” es su prólogo, en el que estos organismos unicelulares que han evolucionado a lo largo del tiempo han sido testigos de algunos de los episodios más memorables de la historia, desde la época de los dinosaurios hasta la actualidad, pasando por la Prehistoria, el Egipto antiguo o la Edad Media, en la que han sido esbirros de célebres villanos como Drácula o Napoleón. El resto del metraje se limita a poner a estas mascotas del mal en todo tipo de situaciones: juegan al balompié, bailan y cantan, practican lucha libre, navegan en un témpano de hielo, se cuelan en el cuento de “Los tres cerditos”, emulan a Los Lemings (un videojuego de Amiga de principios de los 90) o satirizan la portada “Abbey Road”, de The Beatles. Situaciones que van acompañadas de música reconocible por el común de los mortales, desde “Happy Together”, de The Turtles a “Break on Through”, de The Doors, pasando por “My Generation”, de The Who.
“Los Minions” está concebida como un entretenimiento familiar que hará las delicias de los más pequeños, pero lo que era un sano y necesario ejercicio crítico sobre la maldad se ha convertido en un mero pasatiempo audiovisual, en una especie de emoticonos animados. A priori, más interesantes parecen los venideros estrenos de cine de animación de “Del revés” (17 de julio) y “Atrapa la bandera” (28 de agosto). A ver cuando “se animan” a rodar un “spin off” de los Umpa Lumpa de “Charlie y la fábrica de chocolate” (2004).
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No molestar
No molestar (2014)
  • 5,2
    1.441
  • Francia Patrice Leconte
  • Christian Clavier, Carole Bouquet, Valérie Bonneton ...
5
Aquí no hay quien viva (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 3 de julio del 2015)
La comedia francesa ha legado a la historia de cine el genio de Jacques Tati y la bufonada de Louis de Funès. La comedia “No molestar”, de Patrice Leconte se sitúa justo en el medio de estas dos polaridades.
“No molestar” se fundamenta en un argumento situacional que parte de la simple premisa de un hombre que busca una hora de tranquilidad (literalmente el título original es “Une heure de tranquillité”)una mañana sabatina para escuchar un disco de jazz que hacía tiempo anhelaba prestarle toda su atención (“Me, Myself and I”, de Niel Youart para más señas), pero el mundo entero parece que se ha obstinado en que no consiga su propósito. En apenas 79 minutos veremos desfilar por un escenario, casi único (el edificio donde vive nuestro protagonista) a su esposa (en plena crisis emocional), a su amante (con problemas de conciencia), a un albañil “polaco” indocumentado, a una chacha española con sinusitis (encarnada por la simpar Rosy de Palma), a su hijo “perroflauta”, a un vecino cotilla y hasta un numerosa familia de filipinos.
Cada vez que intenta poner la aguja del gramófono en su vinilo algo le impide disfrutarlo: el timbre de la puerta, el dichoso móvil, un molesto ruido inesperado, una improvisada fiesta vecinal… “No molestar”, basada en una obra teatral de Florian Zeller, es una comedia elegante, refinada, impregnada de una banda sonora ditirámbica, que sin ser una comedia del otro jueves, supera con creces la mediocridad de la reciente “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?” (2014), aunque sin superar a divertidos títulos de los últimos años del cine francés como “La cena de los idiotas” (1998), “Después de usted” (2003) o “Tímidos anónimos” (2010).
Es curioso el viraje en la filmografía de Patrice Leconte en los últimos tiempos. Con una dilatada trayectoria a sus espaldas que abarca 28 largometrajes, entre los que se encuentran títulos estimables como “El marido de la peluquera” (1990), “El perfume de Ivonne” (1994), “La viuda de Saint-Pierre” (2000) o “El hombre del tren” (2002). Consagrado en el drama, en 2006 dirige “Mi mejor amigo”, una comedia protagonizada por el inefable Danny Boon, en la que se mofaba de un esnob. Después vendría “Guerra de misses” (2008), que se adentraba en los concursos de belleza con sentido del humor.
El tema de esta simpática comedia que es “No molestar” no es otro que la imposibilidad del silencio en la sociedad contemporánea. Recientemente entrevisté al pintor Cristino de Vera y una frase suya se quedó grabada en mi cerebro: “El silencio absoluto es el paraíso”. Sabias palabras. Desafortunadamente, ese “paraíso” es cada vez más difícil de conseguir, aunque solo sea una hora al día, por culpa de la ubicua tecnología, que ha modificado la manera de comunicarnos. Kristine Billmayer, decana de Educación Continuada de la Universidad de Columbia, arroja luz sobre esta problemática social: “Estamos abrumados de comunicación, pero tenemos elección. Podemos apagar los móviles, apagar el ordenador o la televisión. Hay que recuperar la voluntad de hacer las cosas cuando uno quiere hacerlas”.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dreileben III - Un minuto de oscuridad (TV)
Dreileben III - Un minuto de oscuridad (2011)
TV
  • 6,0
    55
  • Alemania Christoph Hochhäusler
  • Stefan Kurt, Eberhard Kirchberg, Imogen Kogge ...
7
El demonio bajo la piel (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 26 de junio del 2015)
La lagunera Fundación Cristino de Vera-Espacio Cultural CajaCanarias (C/ San Agustín, 18) concluye el jueves 2 de julio su ciclo de Cine Alemán Actual en colaboración con el Instituto Goethe. El título escogido para clausurar el programa cinematográfico es “Un minuto de oscuridad”, que se podrá ver en versión original subtitulada en español a partir de las 20:00 horas. La entrada será libre hasta completar aforo.
Existe una diferencia abismal entre ver una película y consumir una película. En el primero de los casos el espectador debe de ser mentalmente activo y reflexionar sobre las imágenes que está recibiendo, en la segunda opción, el espectador se limita a digerir un torbellino de imágenes instantáneamente olvidables. “Un minuto de oscuridad” se sitúa en la primera alternativa, ya que plantea un reto intelectual al espectador.
Sentemos las bases del origen de esta película germana. “Un minuto de oscuridad” es un filme concebido para la televisión alemana que surgió en 2007 tras la publicación en la revista “Revolver” de una serie de correos electrónicos entre tres realizadores alemanes, Dominik Graf, Christian Petzold y Christoph Hochhäusler en los que debatían sobre el cine teutón. A raíz de esta publicación los canales Bayerischen Rundfunk, ARD Degeto y WDR les encargan dirigir un proyecto integrado por tres telefilmes, que gravitan sobre tres vidas criminales desarrolladas de diferente manera, que acabarán dando como resultado: "Algo mejor que la muerte”, “No me sigas” y este “Un minuto de oscuridad” que nos atañe, que fue vista por cerca de tres millones de espectadores la primera vez que se emitió en la televisión germana.
El largometraje dirigido por Christoph Hochhäusler tiene un planteamiento sencillo: un presidiario aprovecha la coyuntura de la visita al hospital para despedirse de su moribunda madre para darse a la fuga. El desarrollo va ganando el altura narrativa, ya que su planteamiento es diametralmente opuesto a “El fugitivo” (1993), en la que Tommy Lee Jones se limitaba a perseguir a Harrison Ford, ya que “Un minuto de oscuridad”, aboga por una persecución contenida, sin estridencias que ahonda en el interior de los personajes. Es una película construida a base de silencios, en la que a mitad del metraje se produce un grito mudo que revierte en un giro de trama crucial, propiciando que la huida desaparezca durante diez minutos, profundizando en el espíritu del perseguido. Respecto al reparto, descuella la interpretación de Stefan Kurtz, que con más de sesenta títulos a sus espaldas, compone un desasosegante rol de presidiario. Le secunda, Eberhard Kirchberg, en el personaje de sagaz policía. Reconoceremos su rostro porque apareció en la popular “Good Bye Lenin!” (2003).
“Un minuto de oscuridad” plantea cuestiones inquietantes y muestra secuencias que no dejaran indiferente al espectador como aquella en la que el convicto mantiene un encuentro con una infante en medio de un solitario bosque. Al espectador cinéfilo le vendrán a la cabeza “El cebo” (1958) o “La bahía del tigre” (1959). Ofrece una perspectiva diferente de una persecución, en la que no hay espectacularidad, por lo que se sitúa en la órbita de la reciente película argentina “Betibú” (2014), en la que una investigación policial se refleja como un hecho cotidiano, alejado de piruetas visuales. En definitiva, “Un minuto de oscuridad” es un filme complejo, que no se reduce al visionado del mismo sino que se va rumiando durante días y está abierto a interpretaciones.
Sobre el realizador Christoph Hochhäusler (Múnich, 1972) cabe mencionar que compagina su trabajo de director con el de periodismo cinematográfico, campo este en el que destaca la fundación de la citada publicación cinematográfica “Revolver”. Asimismo, ha dirigido varios largometrajes no estrenados en España como “Milchwald” (2003), “Fal scher Bekenner” (2005), “Unter dir die Stadt” (2010) o “Die Lügen der Sieger” (2014), entre otros.
La trama solo de desvelará al final, ya que “Un minuto de oscuridad” no es una de esas películas de esquema simple y de final predecible por lo que precisa de un espectador curioso que se plantee preguntas y busque respuestas, incluso necesita de sucesivos visionados para llegar a su máxima comprensión. Un diáfano ejemplo de cine que hace pensar y que se constituye en un auténtico abridor de ojos.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jurassic World
Jurassic World (2015)
  • 5,8
    55.291
  • Estados Unidos Colin Trevorrow
  • Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Nick Robinson ...
5
El "show" de los dinosaurios (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 19 de junio del 2015)
“Jurassic World”, en su primer fin de semana, ha establecido un nuevo récord histórico de 511,8 millones de dólares de ingresos a escala mundial. Esta cifra da una idea de lo mastodóntico de este “blockbuster”, que ya ha rentabilizado los 150 millones de su coste y que aspira a desbancar a las tres películas más taquilleras de la historia del cine: “Avatar”, “Titanic” y “Los vengadores”.
La primera película digna de mención que se adentró en el fascinante mundo de los dinosaurios fue “The Lost World” en 1925, en plena época del cine mudo. Muchas décadas después Steven Spielberg presentó la apabullante superproducción “Parque Jurásico” (1993), repleta de efectos especiales, pero que en el fondo seguía el espíritu del clásico “King Kong” (1933): los seres humanos queriendo convertir en atracción turística la fuerza indómita de la naturaleza, pasado por el tamiz de “Almas de metal” (1973). El resultado fue una película sumamente entretenida. El morrocotudo éxito de la cinta de Spielberg propició que se pusieran de moda los dinosaurios con un sinfín de productos propiciados por la mercadotecnia, que acarreó dos secuelas olvidables, en 1997 y 2001.
El regreso de la saga jurásica iniciada por Spielberg se ha hecho esperar 22 años. Ya no dirige el artífice de “Tiburón”, que produce, y delega en Colin Trevorrow, que solo ha dirigido otro filme, “Seguridad no garantizada” (2012). Esta cuarta parte la historia transcurre dos décadas después de la primera película, cuando un grupo de científicos crea en una isla un parque temático sobre dinosaurios. En realidad esta cuarta entrega no tiene ninguna vinculación narrativa con las anteriores simplemente es una revisitación de la primera, por lo que sigue el mismo esquema que el título primigenio de Spielberg, en el que un feroz dinosaurio (Indominus Rex) pone en alerta la seguridad del parque, de tal manera que todo el mundo sabe lo que va a acontecer en pantalla antes de verlo, lo cual es precisamente, en gran medida, lo que persigue el gran público: ver una película para pasar un rato entretenido y no hacerse preguntas. “Jurassic World” sitúa al espectador en el lugar de los asistentes al parque de estos animales antediluvianos con la única intención de entretener y hacer dinero, que es lo que hacen en la vida real la inmensa mayoría de parques que exhiben a los animales como una atracción de feria. Sobre el elenco, simplemente comentar que tanto Chris Pratt (“Moneyball”) como Bryce Dallas Howard (“Más allá de la vida”) cumplen en sus roles estereotipados. Les secunda el actor de moda del cine francés: Omar Sy (“Intocable, “Samba”).
Lo que sí varía es la banda sonora de Michael Giacchino, que tras repetir efímeramente la conocida partitura de John Williams, toma su propia senda. En definitiva, “Jurassic World”, es un vehículo de entretenimiento que cumple su cometido sin más pretensiones. Y el mérito no es del director sino del equipo que ha creado los efectos especiales del filme que devuelve a la vida a esos fascinantes saurios prehistóricos. Ya lo escribía Guillermo Cabrera Infante con ocasión del estreno de “Parque Jurásico”: “¡Hemos visto dinosaurios devueltos a la vida!”.
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Le Samouraï
Le Samouraï (1967)
  • 7,6
    8.913
  • Francia Jean-Pierre Melville
  • Alain Delon, Nathalie Delon, Cathy Rosier ...
10
Un samurái moderno (publicada en el periódico El Día de Tenerife el 29 de mayo del 2015)
Filmoteca Canaria, en colaboración con Fimucité, ha organizado un ciclo, que se desarrollará entre en junio y julio del 2015, que rescata la memoria del compositor galo François de Roubaix con motivo del 40 aniversario de su muerte, acaecida en Tenerife en 1975 mientras practicaba submarinismo en Los Cristianos, donde está enterrado por expreso deseo de su familia, dado el vínculo que le unía a la isla, que visitaba varias veces al año.
A pesar de fenecer prematuramente a los 36 años, entre 1961 y 1975 compuso la banda sonora de más de cincuenta películas, entre las que despuntan “El silencio de un hombre” (“Le samouraï”, 1967, Jean Pierre-Melville), “Diabólicamente tuyo” (“Diaboliquement vôtre”, 1967, Julien Duvivier,), “Último domicilio conocido” (“Dernier domicile connu”, 1970, José Giovanni) o “Adiós amigo,” (“Adieu l´ami”, 1968, Jean Herman), que precisamente son los títulos que integran el ciclo, que comienza el próximo 4 de junio, en el Aguere Espacio Cultural de La Laguna con la proyección de “El silencio de un hombre”, a las 20:30 horas. Todas están protagonizadas por Alain Delon.
Jean-Pierre Melville (1917-1973) no goza del prestigio de sus coetáneos de la “nouvelle vague”, Jean-Luc Godard, Claude Chabrol, Eric Rhomer o François Truffaut, pero es artífice de una sólida filmografía que incluye títulos como “Hasta el último aliento” (1966) o “Círculo rojo” (1970), pero sobre todo, es el responsable de un filme incontestable como “El silencio de un hombre”, una de esas joyas cinematográficas a las que la historia del cine no ha hecho justicia como es el caso de clásicos como “Incidente en Ox-Bow” (1943, William A. Wellman) o “Retorno al pasado” (1947, Jacques Tourneur).
Desde el primer plano de “El silencio de un hombre” sabemos que estamos asistiendo a una obra maestra del género policíaco. Vemos un plano fijo de una sobria y cochambrosa habitación en penumbra en la que se intuye que alguien, que está recostado en una cama, está fumando por el humo exhalado por un cigarro, mientras suena el arrullo de un pájaro enjaulado –una preclara metáfora de la existencia del protagonista, que roza unos billetes en la jaula antes de ponerlos a buen recaudo- y leemos el rótulo: “La profunda soledad de un samurái solo es comparable a la de un tigre en la jungla” (frase extraída del “Libro de los samuráis”). Un auténtico poema visual.
Su argumento es sencillo, un implacable asesino a sueldo comete un crimen y la policía le pisa los talones, pero el filme de Melville posee un trasfondo digno de elogio. Un circunspecto Alain Delon, pertrechado de gabardina y sombrero, es la imagen icónica del filme. “El silencio de un hombre” (originalmente “Le samouraï”), es como su título en español indica una película de silencios. Jef Costello no pronuncia su primera palabra hasta los nueve minutos para musitar un escueto: “Sí”. A lo largo de los 105 minutos de metraje solo mascullará frases sueltas y se limitará a sostener tres diálogos en los momentos pregnantes del largometraje. Él prefiere “hablar” a través de su pistola.
“El silencio de un hombre” no tiene el pulso narrativo de “Ascensor para el cadalso” (1957, Louis Malle), otra película imprescindible del “film-noir” francés de la época, pero posee un minimalismo y una atmósfera melancólica que envuelve al espectador en una fatalista historia que juega con los elementos clásicos del género: una “femme-fatal” duplicada en la figura de una mujer de raza blanca (encarnada por Nathalie Delon, por entonces esposa del protagonista de “Rocco y sus hermanos”) y una cantante de raza negra de un club nocturno; el perspicaz comisario que busca sacar la verdad a la luz, los ángulos insólitos (picados y contrapicados) o el escenario urbano que plantea París (Campos Elíseos, metro, calle Lord Byron, puente, escaleras…). Por su parte, la partitura compuesta por François de Roubaix comienza siguiendo los cánones de la música del cine policíaco, para luego alternar el uso de sintetizadores con la música jazz, donde la trompeta se erige en protagonista.
Por todo lo expuesto “El silencio de un hombre” es una película de obligado visionado, que ha influido a varios cineastas modernos como Tarantino o John Woo, siendo el caso más preclaro el de Jim Jarmusch, cuyo “Ghost Dog” (1999) es una actualización de este clásico. El programa continuará con “Diabólicamente tuyo” el 11 de junio, “Último domicilio conocido” el 18 de junio y “Adiós amigo” el 2 de julio. Las entradas para cada una de las funciones cuestan 2 € (1 € para estudiantes y jubilados). Por ultimo, el 9 de julio se exhibirá el cortometraje “Les musiciens de la pellicule” (1974), de Josée Dayan, dos cortometrajes dirigidos por el propio De Roubaix (“El Gobbo” y “Comment ça va j’m’en fou”) y el documental “Francois de Roubaix.Fan’s”, dirigido por su hija Patricia de Roubaix, proyecciones que pondrán el broche de oro al homenaje cinematográfico al músico galo. Paralelamente al ciclo, se tiene previsto organizar en julio un concierto de su hijo, el compositor y trompetista Benjamin de Roubaix, con músicos de jazz de las islas, en Los Cristianos.
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11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Te sigue
Te sigue (2014)
  • 6,3
    26.521
  • Estados Unidos David Robert Mitchell
  • Maika Monroe, Keir Gilchrist, Daniel Zovatto ...
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Déjame entrar
En el mustio panorama del cine de terror estadounidense actual, en el que se estrena un innecesario remake de “Poltergeist” y un nuevo capítulo de la insípida saga Insidious, resulta reconfortante ver una película como “It Follows”, un ejercicio de estilo que vigoriza y revitaliza el género de terror.
David Robert Mitchell en su segundo largometraje demuestra ser un alumno aventajado de John Carpenter. La localización inicial de “It Follows” retrotrae a la de “Halloween” (1978), el filme que sentó las bases del cine del terror moderno. “It Follows” es un filme que juega inteligentemente con el miedo a lo desconocido del espectador. Incluye todos los ingredientes clásicos del género (una inquietante banda sonora, imágenes desasosegantes, espacios deshabitados…), dotándolos de identidad propia y apoyándose en una multiplicidad de planos (panorámicas circulares, planos generales, medios, cenitales, detalles…) y encuadres que llevan el filme al paroxismo formal. Aunque está protagonizada por adolescentes nada tiene que ver con “El proyecto de la Bruja de Blair” (1999) o la saga Scream, ya que aquí hay un sabio uso de la puesta en escena y una inteligente forma de transmitir el terror, de origen desconocido, a los personajes: a través del sexo. Robert Mitchell, que ya había innovado en la comedia con su ópera prima “The Myth of the American Sleepover” (2010), a la que inoculó dosis de tristeza, vuelve a hacer lo propio en el género de terror, revelándose como un auténtico devorador de filmes de todas las épocas. Se puede rastrear en su película, las huellas de Jacques Tourneur, Alfred Hitchcock, David Cronenberg o David Lynch.
“It Follows” es un diáfano ejemplo de que con imaginación y los efectos especiales justos y necesarios se puede construir una sólida e hipnótica película, que sabe jugar con los tiempos cinematográficos, alternando tempos cadenciosos con otros más ágiles. Por eso no es de extrañar que participara en la Semana de la Crítica de Festival de Cannes 2014, así como en la sección oficial de largometrajes del último Festival de Cannes y en la sección Géneros mutantes, del Festival de Gijón 2014. Su final ambientado en una piscina la emparenta con “Déjame entrar” (2008), esa filigrana fílmica rodada por Tomas Alfredson. Aunque el largometraje de David Robert Mitchell no llega al nivel de maestría de la deslumbrante versión sueca de “Déjame entrar”, sin lugar a dudas, “It Follows” es la mejor película de terror estrenada este año en la cartelera española, en la que también han despuntado “Somos lo que somos” (que pudimos ver en enero) y “Tusk” (en febrero). La primera muestra a una familia de antropófagos en la sociedad actual. La segunda es una desconcertante historia protagonizada por un psicópata que crea hombres-morsa. Lo que deja a las claras que el cine de terror es el contenedor idóneo para plasmar el reverso tenebroso de la especie humana.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
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