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Voto de Benjamín Reyes:
5
Ciencia ficción. Acción. Aventuras Veintidós años después de lo ocurrido en Jurassic Park, la isla Nublar ha sido transformada en un enorme parque temático, Jurassic Wold, con versiones «domesticadas» de algunos de los dinosaurios más conocidos. Cuando todo parece ir sobre ruedas y ser el negocio del siglo, un nuevo dinosaurio de especie desconocida, pues ha sido creado manipulando genéticamente su ADN, y que resulta ser mucho más inteligente de lo que se pensaba, se ... [+]
6 de julio de 2015
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“Jurassic World”, en su primer fin de semana, ha establecido un nuevo récord histórico de 511,8 millones de dólares de ingresos a escala mundial. Esta cifra da una idea de lo mastodóntico de este “blockbuster”, que ya ha rentabilizado los 150 millones de su coste y que aspira a desbancar a las tres películas más taquilleras de la historia del cine: “Avatar”, “Titanic” y “Los vengadores”.
La primera película digna de mención que se adentró en el fascinante mundo de los dinosaurios fue “The Lost World” en 1925, en plena época del cine mudo. Muchas décadas después Steven Spielberg presentó la apabullante superproducción “Parque Jurásico” (1993), repleta de efectos especiales, pero que en el fondo seguía el espíritu del clásico “King Kong” (1933): los seres humanos queriendo convertir en atracción turística la fuerza indómita de la naturaleza, pasado por el tamiz de “Almas de metal” (1973). El resultado fue una película sumamente entretenida. El morrocotudo éxito de la cinta de Spielberg propició que se pusieran de moda los dinosaurios con un sinfín de productos propiciados por la mercadotecnia, que acarreó dos secuelas olvidables, en 1997 y 2001.
El regreso de la saga jurásica iniciada por Spielberg se ha hecho esperar 22 años. Ya no dirige el artífice de “Tiburón”, que produce, y delega en Colin Trevorrow, que solo ha dirigido otro filme, “Seguridad no garantizada” (2012). Esta cuarta parte la historia transcurre dos décadas después de la primera película, cuando un grupo de científicos crea en una isla un parque temático sobre dinosaurios. En realidad esta cuarta entrega no tiene ninguna vinculación narrativa con las anteriores simplemente es una revisitación de la primera, por lo que sigue el mismo esquema que el título primigenio de Spielberg, en el que un feroz dinosaurio (Indominus Rex) pone en alerta la seguridad del parque, de tal manera que todo el mundo sabe lo que va a acontecer en pantalla antes de verlo, lo cual es precisamente, en gran medida, lo que persigue el gran público: ver una película para pasar un rato entretenido y no hacerse preguntas. “Jurassic World” sitúa al espectador en el lugar de los asistentes al parque de estos animales antediluvianos con la única intención de entretener y hacer dinero, que es lo que hacen en la vida real la inmensa mayoría de parques que exhiben a los animales como una atracción de feria. Sobre el elenco, simplemente comentar que tanto Chris Pratt (“Moneyball”) como Bryce Dallas Howard (“Más allá de la vida”) cumplen en sus roles estereotipados. Les secunda el actor de moda del cine francés: Omar Sy (“Intocable, “Samba”).
Lo que sí varía es la banda sonora de Michael Giacchino, que tras repetir efímeramente la conocida partitura de John Williams, toma su propia senda. En definitiva, “Jurassic World”, es un vehículo de entretenimiento que cumple su cometido sin más pretensiones. Y el mérito no es del director sino del equipo que ha creado los efectos especiales del filme que devuelve a la vida a esos fascinantes saurios prehistóricos. Ya lo escribía Guillermo Cabrera Infante con ocasión del estreno de “Parque Jurásico”: “¡Hemos visto dinosaurios devueltos a la vida!”.
Benjamín Reyes
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