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26 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
El legado del mal
Nada hacía presagiar que Lynch, tras dirigir una road movie tan descafeinada como Surveillance, volvería a Sitges con una película tan sólida como Chained, con la que ha repetido presencia en el palmarés. Chained tiene todos los ingredientes para ser una película de culto y merece estrenarse en las salas para dejar su huella más allá de los circuitos especializados. Una consideración del todo pertinente porque Chained, en contra de lo que podría parecer, no es una película gore, de violencia gratuita o alcance restringido al fan del género fantástico. El mejor cine de horror no pierde de vista lo humano y sus propuestas más loables son aquellas que saben conciliar su alma claramente terrorífica con su vertiente social. Por eso Chained sorprende, va expandiéndose a medida que avanza y finalmente explota. Es festiva, porque el espectador disfrutará con los sorprendentes derroteros y giros de trama que va tomando la cinta. Y al mismo tiempo es cruda, porque la historia nunca se desgaja de lo real, cuanto menos de lo plausible, y nos zarandea hasta escupir su corazón podrido, reformulándose como relato terrible sobre los males heredados, las psicopatías consanguíneas que pesan y pasan de generación en generación.

Lynch es muy inteligente. Al principio inserta el horror desde fuera y nos pone en la piel de la víctima: un niño de nueve años retenido contra su voluntad en la casa de un asesino en serie. A continuación explora la psique del malvado en una parte central muy tensa en la que el terror queda implícito, escondido en una rutina diabólica: el niño, encadenado en una casa sin apenas muebles, se convierte en el esclavo de su raptor. Y aprovechando ese constante estado de alerta en el que ciertas reacciones de los protagonistas no parecen tener demasiado sentido (el malo trata al niño como a un perro y le da libros de anatomía para leer), la película se desnuda, desvela sus verdaderas intenciones y sacude siguiendo los mecanismos del género (las últimas escenas son a nivel técnico una delicatessen para el seguidor del terror) y de la reflexión (hay catarsis, debate abierto y hasta final con múltiples lecturas).

Por todo ello, Chained es una de las cintas más interesantes sobre la falsa moral estadounidense y un reflejo de toda la negrura que se esconde debajo de las alfombras familiares. Chained es tal vez la mejor crítica en muchos años sobre la mala educación y sus consecuencias, sobre los lastres y las costumbres que dejan nuestros padres a modo de legado malvado. En Chained no hay buenos ni malos sino hombres con muchas aristas y matices, con debilidades y perversiones ('las personas son una imagen hecha mil pedazos como los puzles, dice el protagonista a su 'hijo'). Y para colmo, Vincent D'Onofrio borda ese ser carnívoro por el que sentimos asco, miedo y pena. Lynch ha dado un golpe de autoridad y ha parido con rabia y con certeza una película importante: es tanto una obra hecha desde la militancia del género de terror como la cinta de alguien que ha investigado y ha escarbado en la herida de todo un país. El terror es una estrategia más para contar lo inenarrable, para relatar aquello que parece carecer de explicación: lo que empuja a alguien a ser, directamente, un 'hijo de puta'. Sin complacencia y sin caer en lo escabroso. Chained es pequeña y a su manera inmensa: no pueden perdérsela.

@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
http://cachecine.blogspot.com
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22 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Secuelas.
D'Onofrio está soberbio, escalofriante, perturbador. Merecidísimo premio en Sitges para él, qué puñeteramente inquietante me resulta desde que vi, años ha, The Cell. He leído otras críticas y comparto la opinión de que el final me resultó un poco "anti clímax". No por mala técnica cinematográfica, sino por un guión visual repentinamente precipitado y confuso.

En suma, entretenida y original en su género. No soy fan del Señor padre, pero la hija se deja ver.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
PROMETER HASTA METER...
La hija de David Lynch estrena peli de terror por la puerta grande con una de las películas que más espectativas ha despertado en el último año, favorecida por una campaña de márketing y un tráiler más que decentes que hacen que uno olvide sus cuestionables antecedentes en las dos últimas décadas. Debo reconocer que la he disfrutado como un niño chico, si bien, como dice el refrán, "después de haber metido, nada de lo prometido".
Me explico. La historia de un niño de nueve años secuestrado junto a su madre y obligado durante una década a permanecer casi literalmente encadenado al psicópata culpable, interpretado terriblemente mal por un Vincent D'Onofrio ternesco que pretende emular al Marlon del padrino con una dicción chirriante, era un punto de partida más que jugoso y deseable por cualquier fan del género. Si a ese punto de partida le sumamos una parte técnica brillante, con una fotografía premiable y una banda sonora absolutamente tormentosa, una interpretación dignísima del chaval secuestrado, el "Conejo" Eamon Farren adolescente, a ratos redivivo del Gólum digital más enclenque y unas dosis de suspense, terror y angustia considerables apartadas de la corriente facilona del gore (que tantísimo aprecio), el resultado debería ser la película del año.
No lo es ni lo será, fundamentalmente porque en los últimos cinco minutos da un giro de guión sorpresa de esos marujiles que encantan a los programadores de Antena 3 y nos deja con la mandíbula inferior a ras del suelo. Error tremendo y fatal. Perdonable porque la hora y media previa y pese a la interpretación espantosa del chubbie D'Onofrio, me repito más que el ajo, se disfruta tanto y uno se monta en la cabeza el final que debería ser de manera tán clara que éste se diluye entre lo realmente visto y lo que realmente se tenía que haber visto.
Y sí, las teorías educacionales del mal son muy cuestionables, pero amigos, aquí es lo que tocaba, y aunque el uso de abundantes flashbacks encuentre justificación en el dichoso giro final, se sostenían más que de sobra por sí mismas.
La anecdótica participación de Julia Ormond, actriz a la que la directora ya sacó jugo hace cuatro años, se agradece, y la presencia del marido de la Arquette en Médium parece sacada de una de las pelis de papá directorazo.
No es una genialidad, pero lo roza.
Lo mejor: Un guión extrañamente sólido que se descompone en seis minutos. Técnicamente es superior a la mayoría de lo que acostumbramos a ver últimamente.
Lo peor: El casi mórbido protagonista, que francamente da más risa que miedo. Con el morbazo que tenía hace unos añitos...
Recomendada absolutamente. Aunque hayan visto ese bodrio de la mujer serpiente que la directora pertrechó dos años atrás.
Los créditos finales con la audición de ese final convincente tras la bajada del telón-puerta de garaje final son escalofriantes.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Inconsistente
Considero que a nivel de reparto y realización es buena, pero el argumento se cae al final. Incluso, antes del final encuentro algunas inconsistencias en la trama.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Al final se hunde...
Una pena. La película me estaba gustando. El inicio te atrapa, con el secuestro-asesinato por el taxista de la inocente madre con su hijo. El argumento que arranca a partir de ahí engancha al espectador, y ello gracias a las correctas interpretaciones de los protagonistas (muy bien D'Onofrio, ganador en Sitges) y a la agobiante puesta en escena. La ambientación y la fotografía juegan a favor de la película. Quizá son redundantes las reiteradas referencias al pasado del malvado asesino y a sus conflictos psicológicos, pero el conjunto funciona. Los papeles de víctima y verdugo se empiezan a difuminar, y eso ayuda a empatizar aún más con los personajes. El "bautismo" o "rito de iniciación" en el que se pretende introducir al protagonista están relatados mediante escenas de gran tensión. De verdad, bien...

Pero al final todo se va al garete. Quizá Jennifer Lynch no sabía cómo resolver esto, pero la verdad es que se me ocurren una docena de finales distintos que a mí me habrían convencido más. El giro final del argumento es totalmente inverosímil, incluso yo diría absurdo. No le encuentro el sentido a semejante plan, la verdad. Con ello, he salido con un sabor de boca bastante amargo.
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8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
EL MAL ROLLO DE SIEMPRE
Chained es la enésima incursión en el mundo del “perturbado serial-killer” que deambula por el mundo buscando víctimas a las cuales destrozar, y que sin duda se habría convertido en una pequeña pieza de culto a reivindicar si no fuera por unos lamentables 15 minutos finales con giro absurdo e innecesario, que lastran una de las propuestas más arriesgadas, malrolleras y enfermizas que desde el otro lado del charco venía en bastante tiempo.

El film, no obstante, cuenta con grandes bazas a su favor: a) la película está muy bien facturada por la directora Jennifer Chambers Lynch (hija del gran David Lynch), la cual se nota que ha planificado estupendamente las escenas y se ha preocupado por dotar al film de una ambientación impecable para crear malas sensaciones en el espectador, algunas escenas se harán muy duras de soportar para el sector más sensible; b) no recurre al espectáculo gore gratuito y a la recreación innecesaria de la morbosidad (lo cual es muy de agradecer); c) cuenta con un fabuloso trabajo de fotografía y dirección artística; d) está magníficamente interpretada por un Vincent D’Onofrio enorme (en todos los sentidos) que se mete en la piel de un tarado asesino en serie ofreciendo una de las mejores interpretaciones que de estos tipos se han realizado (rivaliza con el Henry interpretado por Michael Rooker en aquella maravilla de John McNaughton) y está perfectamente secundado por Eamon Farren y Evan Bird que interpretan en distintas edades a “conejo”; e) está perfectamente matizada por una banda sonora igual de minimalista que la casa del asesino pero que enfatiza muy bien los momentos clave, elevando notablemente la tensión.

Entonces, ¿por qué con tantos puntos a su favor no consigue cotas más altas?, por el motivo de siempre, un guión que no sabe como concluir y acaba volviéndose un disparate sin sentido y predecible.

Lo que podría haber sido la disección o diario del horror y mutación de la bondad humana en maldad en estado puro por la convivencia permanente con esta, dado que “conejo” se pasa “encadenado” con el asesino más de la mitad de su vida viendo cómo este viola, mutila y hace desaparecer mujeres, desgraciadamente (tal vez porque una huida hacia delante en la locura y depravación no habría sido bien tolerada por la mayoría de espectadores) el guionista se decanta por un más de lo mismo y opta por un intento de acto de redención que lo único que consigue es dinamitar todo lo anterior.

¡¡Una lástima!! Habrá que esperar a otra ocasión para “disfrutar” con las perrerías de una mente perturbada.
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7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Un gran trabajo de D'Onofrio
Inquietante, oscura y dura película que profundiza en los aspectos psicológicos de un asesino en serie. Cierto es que quizás la historia no ofrezca excesivos sobresaltos en cuanto a originalidad si exceptuamos tres o cuatro detalles. Quizás lo dicho anteriormente no es del todo exacto si nos centramos en el papel que juega como contrapunto el personaje al que da vida Eamon Farren, sirve, de alguna manera, para rizar el rizo y extraer ciertas notas nuevas de la mente de un asesino de estas características.
Pero lo que sí que queda claro al espectador es que el guion no es el fuerte de esta producción, no se trata de un ejercicio poderosamente novedoso en el que se nos propone un viaje al fin de la mente de un perturbado cuyo objetivo en la vida es destripar seres humanos. Más bien están en la lista de los debes ciertos problemas y soluciones facilonas del guionista.
De todos modos, si algo llama la atención desde el principio, es la personal mirada de la directora. Una magnética e intensa percepción del opresivo ambiente que debe rodear a este tipo de personas. Muy eficaz y muy manejados los tiempos.
Lo mejor de la película, sin lugar a dudas, es la actuación de Vincent D'Onofrio. Espectacular su modo de captar la esencia de un perturbado con coeficiente intelectual bajo a base de una actuación escalofriante que es la que realmente le pone tensión a la película. Sólo por este papel es interesante visualizar la cinta. Imperativo verla en versión original para disfrutar de los matices de la voz de este actor.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
No nos "encadena"
Aunque caiga en el olvido, “Chained” sabe como mantener al espectador en espera. Aunque en ocasiones casan un rato con un dramatismo absurdo, pero no lo suficiente para decepcionar.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Terror latente.
''Chained'' no es dura en el sentido de que te vas a encontrar escenas muy fuertes visualmente, en cambio es una de esas películas que recuerdas por su crudeza, por su historia demente, por su puesta en escena seca y por un personaje carismático en el mal sentido... Vaya, que igualmente es una película muy dura de ver. Chunga, la solemos llamar.
Pero todo esto no quiere decir que la película sea mala, todo lo contrario, consiguen que lo pases mal, que es su objetivo principal, así que probablemente su directora se haya quedado muy satisfecha. Es un terror sin sustos, pero con terror (que es lo que importa).
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La Lynch juega sádicamente con el espectador
Jennifer Chambers Lynch juega de una manera sádica con el espectador, intensifica tanto la presión psicológica sobre el mismo que tienes que hacer denodados esfuerzos por no abandonar el visionado de la película; solo aguantas porque estás deseando que el chico reaccione de una vez por todas contra el psicópata malvado y cargado de traumas y termine de una vez por todas este sadismo exacerbado.

De todas formas, hay que reconocer que la película es un buen thriller terrorífico e intenso, rodeado de una atmósfera tensa, agobiante y muy estresante, conseguida con una sabia dirección de la cámara y una buena fotografía. Además está acompañada de una correcta interpretación de todos los actores.

Al contrario que otros compañeros de crítica yo si que creo que la vuelta de tuerca final es coherente y no se desdice con la película en ningún momento.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
¡D' Onofrio cabrón!
Bajo una interesante sinopsis, se esconde un muy notable film, sorpresa para todos como mejor película del Fantasia Film Festival, y olvido de muchos en Sitges.

La hija de David Lynch -que dicho sea de paso, no ha heredado los delirios oníricos del padre- dice que su cuarta película trata de "como puede fabricarse un monstruo".
Así, pues, trata sobre el nacimiento de los phycho killer y sus psicopatías.

El peso de Chained cae sobre el dúo protagonista, y personalmente, creo que están enormes en sus respectivos papeles. Si tuviera que elegir a alguno, quizá escogería a D´Onofrio, que firma una actuación brillante. Un perturbado asesino de mujeres, un demente que intenta ser padre enseñando como asesinar.

La atmósfera es muy cruda, muy realista y opresiva. Principalmente el film se desarrolla en la casa de Bob, a veces, incluso parece que estemos viendo teatro, debido a la escasez de escenarios y que la interacción de personajes es (casi) siempre entre Bob y Tim.

El guión podría ser mucho mejor, pero digo lo mismo de siempre: para lo que hay que ver proveniente de Estados Unidos actualmente, es muy buena y original. Y eso siempre es un punto más. No es un viaje a las produndidades del mal como I saw the devil, pero oye, no todo puede ser cine surcoreano, xD
El final va con sorpresa. A muchos les gustará y a otros tanto no. Imprevisible sí, pero no ilógico.

No es un film de terror, más bien navega entre el drama y el terror psicológico e intimista.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sorprendente
Que buena película ha resultado “Chained”. Y que difícil que ver. Y al mismo tiempo que regusto más extraño deja en el espectador. Vaya por delante que nunca recomendaría “Chained” a nadie pues es tan difícil de digerir como un pescado en mal estado. La historia de este asesino en serie no tiene nada que ver con lo que hayamos visto antes pues, aunque no escapa demasiado a las convenciones de género de los serial killer, si que incorpora un elemento que nos deja absolutamente descolocados. Porque al final “Chained” no es más que la historia del crecimiento de un niño en un entorno absolutamente hostil. Y aunque ese final falso e impostando suena a algo impuesto por la producción, la película es absolutamente turbadora. Y es que la hija de David Lynch ha huido de la estética de su padre y consigue removernos el estomago con una conversaciones en boca de unos actores en estado de gracia. Y es que hay que recordar que Jennifer Chambers Lynch fue la directora de esa perturbadora maravilla que hace 20 años nos sorprendió y que se llamaba “Mi obsesión por Elena” (con la que comparte algunas premisas). “Chained” es sangrienta, es dramática, tiene una estética absolutamente sucia y contenida. Es difícil de ver. Pero es una película realmente importante. Muy buena película que cuenta la relación entre el taxista secuestrador/violador de mujeres y un muchacho al que mantiene encadenado en su casa durante varios años. Y hasta aquí se puede contar…
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Taxi Killer
Jennifer Lynch, hija de su padre, el maestro David, comienza a hacerse un hueco, y despertar un interés que va más allá del morbo que pueda provocar acercarse a su obra, por el mero y simple hecho de su parentesco.

Para muchos la pregunta es obligada, ¿Que hay en común entre ambos?, como mínimo un gusto por los argumentos sórdidos, donde la visión de Jennifer, puede recordar a los comienzos de su progenitor, mucho más estables, adjetivo que le es perfectamente aplicable a "Chained", un trabajo sobrio y consistente, impecablemente hilvanado en su narración, y ejecutado con brillantez en su apartado técnico.

Un film duro, truculento, realmente incomodo, que se mueve en apenas un escenario de cuatro paredes, catalizadoras de un viaje psicológico profundo e impactante, que desestabilizará a los más sensibles, al tiempo que obrará maravillas con aquellos fanáticos de títulos como "El Coleccionista", del incomparable William Wyler, cuyos ecos de oscura claustrofobia, resuenan entre sus imágenes.

Magníficas interpretaciones de Vicent D'Onofrio, un actor que por desgracia se prodiga menos de lo que desearíamos en pantalla, y que lo borda como torturado y desquiciado asesino, y del desconocido Eamon Farren, en un papel de conejo asustado realmente sobrecogedor.

Para terminar, los amantes de los paisajes lúgubres estamos de enhorabuena, nos entristeció el retiro del patriarca Lynch, pero por suerte, parece que la continuidad familiar, de expresión cinéfila tan peculiar y reconocible, parece estar a salvo en la figura de su heredera.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Otra más de la niña de papá
El talento de Ron Howard puede negarse. Pero además de haber hecho alguna película más que digna, tiene en su haber una de las grandes obras maestras del siglo XX: a su hija Bryce Dallas Howard. El talento de David Cronenberg no puede negarse. Y si encima se le suma que sus hijos, Brandon y Caitlin, son un gran director y una mujer bellísima respectivamente, la cosa le confiere incluso más mérito. David Lynch es uno de los maestros del cine contemporáneo, autor de algunas de las mejores película de la historia reciente (“El hombre elefante”, “Carretera perdida”, “Mulholland Drive”). Lynch también es pintor, poeta, músico y quién sabe cuántas cosas más, pero pareciera que sus genes no estén a la altura del resto, a juzgar por la habilidad con la cámara de su hija Jennifer.

En “Chained”, una película que ha conseguido financiación exclusivamente porque es de “la hija de...”, especialmente después del flop en el que se convirtió su proyecto anterior (Hisss, rodada en Bollywood), se nos cuenta la historia de un taxista que se dedica a secuestrar mujeres y asesinarlas. Un día topa con una madre con un hijo, decidiendo quedarse con este último contra su voluntad para convertirlo primero en esclavo y posteriormente en una suerte de pupilo/aprendiz. La primera secuencia es muy poderosa, está narrada con fuerza y sin andarse por las ramas. Lo que sigue a partir de ahí es una irregular película con psycho-killer en la que hay momentos de interés repartidos de forma arbitraria por un metraje excesivo, con una factura razonablemente potable pero un guión demencialmente malo. El protagonista es un Vincent D'Onofrio correcto, quizá el único salvable de un reparto demencial encabezado por el adolescente secuestrado.

La película se puede entender más bien como un 'screen test” de esos que hacía Andy Warhol, una prueba de cámara para un actor que llega demasiado tarde al fenómeno “Crepúsculo” y que quiere su lugar en alguna hipotética película de ese estilo, copiando el estilismo de los actores de esa saga e interpretando con la misma falta de convicción que éstos. Está sencillamente mal. Del resto de actores mejor no hablar, y de los giros argumentales... tampoco. “Chained” es una mala película con secuencias aisladas de interés, cuyos premios en la recientemente finalizada edición del Festival de Sitges no sólo se antojan excesivos, sino incomprensibles. Si no fuese “la hija de...” otro gallo cantaría, porque esta película es -claramente- una 'directa a DVD' y de las que se quedan en el fondo de la estantería.
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7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El drama se convierte en el terror más salvaje.
Hay películas que después de verlas, aunque tengan una temática terrorífica, te dejan un buen sabor de boca. Son aquellas en las que te lo pasas bien. Simple y llanamente eso. Vas a pasar un buen rato y por mucha sangre que haya, te provocan alguna sonrisa o incluso carcajada. Hay otras, en cambio, que te dejan un poco mal. Estás dando vueltas a la misma durante cierto tiempo y te quedas con la sensación de que el mundo en el que vives es una mierda. A esto colabora la forma en que están rodadas, la historia, la ambientación y los personajes. Chained es de estas últimas. ¿Es esto un mérito del equipo de rodaje, especialmente del director?, puede que sea así. Jennifer Chambers Lynch lo consigue ampliamente. Nos presenta una obra llena de matices, todos ellos encaminados a provocarnos desasosiego y tensión durante todo su metraje, casi sin descanso. Su desarrollo sigue un camino lineal con un único objetivo, descolocarnos. Casi sin darnos cuenta, vamos intuyendo lo que puede pasar, y asistimos atónitos a que lo que pensamos, lamentablemente sucede.

El tema de los asesinos en serie siempre ha sido un filón para el séptimo arte. Los hay de todo tipo y algunos de ellos han alcanzado muchísima fama, convirtiéndose en iconos tanto del cine de terror como del cine en general. No hace falta dar nombres. Seguro que si hacemos una encuesta coincidimos en casi todos. En este film el monstruo asesino es francamente repulsivo, no por llevar máscaras o disfraces, si no por su simple presencia, francamente perturbadora. Intentar buscar una justificación a los abominables actos que comete puede constituir un acto de extrema osadía, puesto que si todas las personas que han tenido traumas en su infancia se dedicaran a ejercer la justicia por su cuenta, nos estaríamos matando por la calle. Ahora vamos a hacer algún pequeño matiz. Como supongo habréis adivinado, todas sus víctimas son mujeres, no obstante aquí tenemos una variable, un niño. Éste no muere como sus compañeras femeninas, pero a lo largo de su vida estoy seguro de que casi lo habría deseado. Suerte que en el fondo de su corazón guarda algo de ternura, sacada quizás de los años en los que fue un niño feliz.

Sarah y su hijo Tim deciden una tarde de sábado ir al cine. Como el marido está ocupado, a la vuelta deciden regresar en taxi. El viaje se les hará muy largo, sobre todo a Tim, que después de asistir al secuestro y asesinato de su madre tiene que convivir con Bob, el taxista. El trato está claro, el pequeño ha de servir a Bob de todas las maneras posibles, incluso tiene el trabajito de limpiar y enterrar a todas las mujeres que ese demente trae a casa. Pasa el tiempo y ya adolescente, se da cuenta de que está en una encrucijada, o aprende a matar como Bob o se tendrá que enfrentar a él.

Puro cine negro del terror más acongojante. Jennifer Lynch nos deja su sello personal en esta enfermiza cinta. Ya comenté en mi anterior trabajo de esta directora, Surveillance, que su manera de rodar recuerda al cine clásico, dicho esto ni de manera halagadora ni peyorativa, pero la estructura y la manera de contarlo es sumamente convencional, para lo bueno y para lo malo. Tiene la suerte de que se apoya en un magnífico guión de Damian O'Donnell, muy bien estructurado y con una sorpresa final que nos dejará helados y pensativos durante un buen rato. Caso aparte son las interpretaciones. Nos encontramos primero con Vincent D'Onofrio en el papel de Bob. Suprema actuación la suya recreando a un ser repulsivo y sin sentimientos, aunque luego se intente justificar su locura, lo cual hace de manera magistral. Mencionar, de este actor, su perturbadora presencia en la famosísima Full Metal Jacket de Stanley Kubrick, en la que interpreta a Gomer Pyle, un soldado que se vuelve loco al no poder soportar la presión de sus superiores. Parece que los papeles de demente se le dan muy bien. Por otro lado tenemos a Eamon Farren en el papel de Tim cuando llega a la adolescencia. Es el contrapunto perfecto ya que le da un aire de fragilidad realmente meritorio. Hacia la mitad de la cinta se convierte en un duelo interpretativo muy interesante. Del resto del film destacar las excelentes localizaciones y la sordidez lograda en el interior de la casa, a lo que ayuda la buena fotografía de Shane Daly ya que sin llegar a ser una película oscura, transmite esa sensación lúgubre antes mencionada.

Estamos ante una cinta estremecedora que logrará captar la atención del público y de la crítica, algo muy meritorio y que está al alcance de pocos directores. Una obra, en suma, que consigue unir en una historia el drama familiar más salvaje, con el terror puro y duro del típico asesino en serie. Hay que degustarla, sin prisas.

http://www.terrorweekend.com/2012/10/chained-review.html
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El final arruina
Muy entretenido thriller muy bien dirigido desarrollado con realismo y que permanentemente crea un sentimiento de injusticia y repulsión hacia una historia de perversidad, sadismo y violencia que además resulta interesante por la exploración hacia la psicología de los personajes, ya que no está manejada desde un enfoque superficial típico de una película de terror, sino permite apreciar y comprender un poco el fondo de las actitudes. Se desarrolla con buen ritmo y siempre con una atmósfera tensa. La historia es creíble hasta llegar al final, con una escena de giro que pudo ser totalmente omitida y la película al menos hubiera resultado coherente, sin embargo por la forma en que se da, resulta mal hecha. Culmina de forma no muy concreta pudiendo ser más contundente y clara con respecto al rumbo que el protagonista podía tomar. En general se recomienda, quizá no para los muy sensibles.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
O cómo destrozar una película en 5 minutos.
Chained es una turbulenta historia que va de más a menos. Arranca muy bien, pero va perdiendo fuerza con el paso de los minutos. Le falta tensión, y creo que un relato como este debería secuestrar al espectador y hacerlo sufrir de verdad. Vincent D’Onofrio está genial, pero su personaje, a medio camino entre un asesino y un niño grande, da más lástima que otra cosa. Entiendo la decisión, pero no creo que ayude.
Aún con todo esto, el verdadero problema de la cinta llega al final. Si lo que pasa en la casa es previsible, lo que pasa fuera de ella es ridículo: lejos del giro sorprendente que pretende ser, es un WTF? que no se aguanta por ningún lado.
Una decepción, sobretodo viniendo de quien viene.

Lo mejor: un buen arranque.
Lo peor: el giro final.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
¿¿¿Mejor Película de Sitges???
He de reconocer que lo que me atrajo de ver esta irritante película fue su directora, Jennifer Chambers Lynch, pues su anterior película (sin contar esa de “Hiss” 2010 que es para el olvidiiiiidisimo) que también protagonizo Julia Ormond “Surveillance (Vigilancia)” 2008 me dejo muy buen sabor de boca. Una historia sobre unos serial-killer con un guion bastante elaborado capaz de mantener toda la tensión del principio sin decaer lo mas mínimo, pero amigos ese guion fue parido de la propia directora (para mayor sorpresa, pues no destaca mucho a la hora de ponerse a escribir) y de Kent Harper, el que he de suponer por descarte que fue el artífice de la genialidad.
Pero vayamos a lo que nos ocupa, “Chained” 2012, una historia que aburre, más visto que un episodio de “Los Simpson”, una actuación más que triste, tanto D'Onofrio como el pobre gollum de Evan Bird, sin llegar si quiera a conectar ni un poquito,( bueno puede haber alguna escena interesante…pero que acaba rápidamente sin dejar salir nada de ingenio)el único actor que se escapa es Eamon Farren haciendo el papel de Tim de niño, el que consigue una verdadero registro de horror en su actuación. Una fotografía buena y algo tétrica acompañada de una música que ensalza los momentos más oscuros.
Película repleta de pautas a no seguir a la hora de hacer un film de asesinos en serie, con poca imaginación y totalmente previsible a los quince minutos. Desde luego que la recomiendo no ver, hay héroes como yo que ya la han visto para que os evitéis el sufrimiento.


www.cine-autor.com/
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El Taxista.
196/01(01/12/13) Estimulante cinta de terror psicológico de la realizadora Jennifer Lynch (sí, la hija del también director David Lynch), nos presenta un relato claustrofóbico y asfixiante, con una ambientación penetrantemente lúgubre, pero con la tara de no saber muy bien hacia dónde ir, y lo que es peor con un final atropellante y nada satisfactorio.

En una ciudad cualquiera una tarde Sarah (correcta Julia Ormond) y su hijo de 9 años, Tim (correcto Evan Bird), a la salida cogen un taxi para volver a casa, el peor error de sus vidas, este taxi es una encerrona, los lleva aterrorizados lejos de la ciudad, a un lugar en medio de la nada, a una vivienda donde el taxista, Bob (gran Vincent D’Onofrio), saca a su madre a rastras y la asesina, vuelve a por el niño, con este tiene otros planes, el asesino lo utilizará como un esclavo que le hará todas las tareas, desde limpiar la casa, cocinar, fregar los platos, pasarle la esponja mientras se ducha e incluso sanear la sangre de las continuas víctimas que trae a este hogar del terror, le cambiará el nombre de Tim por el de ‘Conejo’. Pasan 10 años y el terror tiene a acobardado Tim (buen Eamon Farren), Bob tiene con él el objetivo de encauzarlo alienándolo contra las mujeres y de este modo continúe con su ciclo psicópata-misógino.

Jennifer Lynch nos propone un análisis mordaz de la mente de un perturbado psicópata, un depredador sexual interpretado de modo magistral por un enorme Vincent D’Onofrio, demostrando lo desaprovechado que está en el mundo del cine, recreando de forma escalofriante a un sociópata terrorífico que impone por su físico, que atemoriza por sus ademanes de Ogro, su autosuficiencia, su inquietante modo de expresarse, su mirada perdida, su interactuación con ‘Conejo’ abruma, espléndido su lenguaje gestual, es un Titán que hace útil la visión del film, impresionante. Hay otro pilar en el que se asienta la cinta sólidamente y es en su magnífica puesta en escena, gracias a su minimalista y lúgubre diseño de producción de Sarah McCuddeen (‘Tideland’) centrado en una casa apartada y sobre en una habitación sórdida, acrecentando la sensación sombría está la maravillosa fotografía de Shane Daly (‘Hostel’) que emite con sus colores amarillentos apagados crudeza, un aire enfermizo que te cala, te atrapa en su clima tétrico.

El guión es de la propia y de Damian O’Donnell, sabe imbuirnos de una atmósfera tensa y sofocante, en un desarrollo cuasi-teatral, apenas hay exteriores, lo malo es que no saben hacia donde ir y toman el peor de los caminos al caer en una conclusión chapucera (spoiler).

Lynch sabe mostrarnos el terror mediante la rutina de este monstruo a través de los ojos del muchacho, eses golpes de efecto desgarradores cada vez que Bob llega arrastrando a una de sus víctimas. O esos tramos acongojantes con el niño amarrado con una cadena comiendo cual perro a los pies de Bob, o cuando ‘Conejo’ le pasa la esponja en la bañera, aterradores escenas por la tensión soterrada que desprenden, o esos juegos macabros con los carnets de sus asesinadas. Asimismo destacan las lóbregas charlas ‘aleccionadoras’ que Bob tiene con ‘Conejo’ sobre cómo tratar a las mujeres, turbador. Todo esto Lynch lo utiliza para exponernos un submundo que se esconde tras la idealizada vida americana, en este sentido se asemeja al film de su padre ‘Terciopelo Azul’. La directora tiene el buen gusto de no regodearse en el gore, sugiere más que muestra, sabe jugar con la imaginación del espectador, no cae en el recurso fácil de ser explícito en las violaciones y asesinatos.

Los actores que dan vida a ‘Conejo’ son Evan Bird de niño, componiendo a un asustadizo chico, apesadumbrado, aplastado por un presente penoso, lo hace muy bien, de adolescente es Eamon Farren, exhibe fragilidad, debilidad, temor, pavor, y sobre todo cuando el tour de forcé avanza dota a su rol de ambigüedad por la tormenta de un alma vapuleada por un Monstruo, un gran complemento para D’Onofrio.

En conjunto nos queda una interesante propuesta, no cuenta algo nuevo, pero lo que relata lo hace con inteligencia, la lástima es su rush final. Para amantes del terror agobiante. Fuerza y honor!!!
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Los malditos giros.
Interesante historia, que nos habla de la naturaleza humana y de si una persona puede o no escapar a la forma en la que fue criado.
La película plantea ésta duda, si un muchacho es secuestrado, y obligado a vivir con un psicópata, viendo como este cada determinado periodo de tiempo viola y asesina mujeres, y luego quiere que él sea el aprendiz, si luego de todo lo que ha visto, oído, y a pesar de que la única persona con la que se ha comunicado durante una década sea ese psicópata, puede o no guardar un rastro de humanidad.
La historia tiene ciertos hechos morbosos, bastante absurdos, aunque estos se le disculpan, en cierta medida.
La película sin duda se atreve a plantear un tema complicado, aunque luego no sabe como terminarlo, y recurre al escenario más fácil y convencional, de hecho los últimos 5 minutos, son lo peor de la película, no por la decisión que toma el protagonista, sino por el efectismo, y los clichés típicos del género, de los que hace gala, y volviéndolo un thriller al uso, con pretensiones intelectuales.
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