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Hombres de honor
Hombres de honor (2000)
  • 7,0
    33.694
  • Estados Unidos George Tillman Jr.
  • Robert De Niro, Cuba Gooding Jr., Charlize Theron ...
7
De la perseverancia inquebrantable.
Basado (con más fidedignidad que la mayor parte de largometrajes biográficos hollywoodienses) en la vida militar de Carl Brashear (Cuba Gooding Jr.) nos llegó en el año 2000 este biopic dramático sobre este buzo de la marina estadounidense que no cejó en su empeño de ser oficial jefe, a pesar de alistarse en los años 40 rodeado de compañeros y gerifaltes racistas. Sin ser una cinta bélica que traspase géneros y toque todas las dimensiones humanas (desde el humor hasta los dramas más íntimos) y aventureras a lo "Salvar al soldado Ryan" (1998), la cinta nos lleva por dramas incisivos y aventuras submarinas con mucho tino. No un tino completo, ya que se estira con situaciones algo redundantes y planos mantenidos de forma exagerada en su última tercio, sin embargo la tónica habitual del largo es una narración nervuda.

Cargada de momentos de tensión submarina, arrojo digno y beligerante, y ofensas injustas y absurdas que indignarán al espectador con dos dedos de frente, "Hombres de honor" nos sumerge (nunca mejor dicho) en las desventuras de este protagonistas y sus relaciones con los personajes que deambulan por la cinta. Y lo hace a pesar de que hay puntos en los que la tortura y la parcialidad de sus situaciones se exageran (sin llegar al melodrama pomposo más propio de una telenovela turca) en pos de otorgar más emoción e impacto en el espectador... y el caso es que lo consigue. Pues estamos ante un film que sabe medir sus momentos en líneas generales tanto a nivel de libreto como a nivel de tempo en la realización. Las adversidades con las que se topa Brashear no pierden la armonía entre credibilidad (no es difícil imaginar que todo ello se dio (Brashear sigue ahí para atestiguarlo y nadie le ha contradicho) teniendo en cuenta la época y el lugar en los que se sitúa el film) y pujanza, por lo que su sucesión evolutiva casi siempre capta el interés y el sentimiento de la audiencia.

Una audiencia que puede en pequeños puntos bajar la guardia dado que a priori el film se sostiene en tópicos (que va desarrollando y puliendo, eso sí. Y para muestra el villano encarnado con solidez por Robert DeNiro que se nos va descubriendo con unas curiosas firmezas en su carácter. Y no deja por ello de ser un villano asqueante) y dado el corte clásico de su realización. Sin embargo esos retales en los que "Hombres de honor" baja la guardia y evidencia su instantes menos esforzados (la peor parte se la lleva ese tercer tercio más desganado y el anecdótico personaje de Charlize Theron) acaban siendo meros detalles sin tener apenas en cuenta en un largo que por norma general se va elaborando con astucia y se interpreta con robustez y honestidad (Gooding Jr. realiza una labor notable (que no sobresaliente) en un rol más comedido que su culmen en "Jerry Maguire" (1996)... pero igual de franco y cercano. Mientras que DeNiro dota a su rudo y cruel sociópata una desfachatez repugnante a la par que un halo enigmático muy potente) incluso en los secundarios más pasajeros... a excepción de una Theron que poco puede hacer ante un papel tan maniqueo.

Al poderío de su desarrollo argumental se suma un diseño de producción excelso, con una ambientación logradísima (un diez al vestuario de buceo ya anacrónico. Pero los escenarios exteriores e interiores de navíos no le van a la zaga). Mientras que la dirección de George Tillman Jr. ("Soul Food" (1997), "Notorius" (2009)) tan solo puede calificarse de correcta (hay en el film mucho plano/contraplano con poco sagacidad de que aportar), pues en puntos la edición es dinámica y en otros un tanto parsimoniosa. Digamos que Tillman Jr. se luce más en la dirección de actores que en sus encuadres. Y la banda sonora es la típica pomposa pero nada original en este tipo de relatos de esfuerzo y tenacidad hasta la superación personal.

En definitiva, no estamos ante un biopic ficcionalizado de la amplitud argumental de "Braveheart" (1995) o "La vida en rosa" (2007), ni ante una épica bélica con las cotas de espectáculo y diversidad de "Salvar al soldado Ryan", "Senderos de gloria" (1957) o "Apocalipsis Now" (1979). Pero sí estamos ante un largo íntegro y ardoroso muy rescatable y recomendable no solo como pasatiempo sino como un producto ilustrador y emotivo (que no sensiblero). "Hombres de honor" me ha sorprendido gratamente aun no esperando nada de él y no siendo el género de las tropas de los ejércitos mi predilecto. Como biopic (y sin llegar a la altura de cintas como "Ray" (2004), "Dallas Buyers Club" (2013), "Invictus" (2009), "American Gangster" (2007) o "Cuestión de justicia" (2020)) se me pone al nada deleznable nivel de "American History X" (1998), "Patch Adams" (1998), "Descubriendo Nunca Jamás" (2004), "La chica danesa" (2015) o "127 horas" (2010). Y como película bélica está en el corte de "K-19" (2002), "Pearl Harbor" (2001) o "Caballo de batalla" (2011). Desde luego mejor que "Banderas de nuestros padres" (2006) o "Battleship" (2012) sí es.

Lo mejor: Diría que su guion (que no es perfecto, pero sí muy decente y vehemente).
Lo peor: Su realización de planos cerrados mantenidos en sus secuencias finales.
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Bob Esponja: Un héroe fuera del agua
Bob Esponja: Un héroe fuera del agua (2015)
  • 5,2
    2.577
  • Estados Unidos Paul Tibbitt
  • Animación, Antonio Banderas (Voz: Tom Kenny) ...
6
Disparatada e irreverente... para lo bueno y para lo malo.
El segundo largo para la gran pantalla de Bob Esponja y sus amigos, tan asiduos a la televisión (con una serie que ya es mítica y que nos está dejando desde 1999 tantos y tantos momentos de vivaz humor absurdo), sube un pelín el escalafón de "Bob Esponja: La película" (2005). Pues la cinta predecesora nos ofrecía una trama de aventuras infantiles perezosas y repetitivas, a las que el formato de largometraje no le sentaba nada bien en comparación de los concretos y espabilados 20 minutos de la serie original.

En esta ocasión, Bob Esponja y el malvado oficial de la serie (Plancton) unen fuerzas para hacerse con la fórmula secreta de la "Burger Cangreburger" que ha robado un malvado pirata humano a Bob y a sus amigos. En la aventura se suceden hechos disparatados que incluyen viajes en el tiempo, delfines espaciales o ataques con misiles de mayonesa... ¡vamos, lo típico en "Bob Esponja" xD!

La trama sigue sufriendo de un desarrollo superficial y reiterativo (lo peor del film, sobre todo para un público adulto por muy fan esponjil que sea (admito que es mi caso)), pero ya no con tanta insistencia como en su film predecesor. Pues "Bob Esponja: Un héroe fuera del agua" fluye con un progreso más medido, haciéndose más entretenida para la audiencia en general y más amena para su público diana que son los más peques de la casa.

La realización de Paul Tibbitt (showrunner de la serie original desde 2004) es tan orgánica y natural como vivaz y competente en todos sus planos (ya sean animados, a imagen real o en live-action) y los efectos especiales resultan aceptables. Pero donde más se luce "Bob Esponja: Un héroe fuera del agua" es en su animación, que mantiene el notable nivel de la serie de Nickelodeon (con esos trazos y movimientos tan característicos y afectuosos en sus personajes (Calamardo, Bob, Patricio, Arenita y demás) pero esta vez además nos ofrece más en su ya reconocido expresionismo (hablo por supuesto de lo mejor de la película: sus viajes en el tiempo. Atentos a su significativo juego de elementos y colores)).

También aporta "Bob Esponja: Un héroe fuera del agua" una interpretación tan confortable como descarada por parte de Antonio Banderas, un tema original magnífico utilizado con gran pericia en el film... y algún que otro detalle de humor sarcástico que a los adultos nos hará reír y/o sonreír.

Virtudes que van compensado un estiramiento innecesario de la trama (algo que le está pesando a todos los largometrajes de Bob Esponja, y que no hacen sino confirmar que su formato de 20 minutos es el idóneo) y que acaban tornando a "Bob Esponja: Un héroe fuera del agua) en una cinta llevadera para todos los públicos... y de lo más deleitable y alegre en puntuales situaciones.

Así pues, no estamos ante una comedia animada familiar a la altura de "Buscando a Nemo" (2003), "Toy Story 2" (1999) o "Shrek" (2000) (pues su libreto no cuenta con la misma cantidad de luces e ingenio continuado)... pero al nivel de dignos films para todos los públicos como "Madagascar" (2005), "Space Jam" (1996), "Shrek: Felices para siempre" (2010), "Río" (2011), "Planet 51" (2009), "Tadeo Jones" (2012), "Zootrópolis" (2016), "Arthur Christmas" (2011) o "Mi amigo el gigante" (2016) sí llega (y supera con creces a cintas infantiles de aventuras como "Looney Tunes: de nuevo en acción" (2003), "Aviones" (2013), "Sonic 2" (2022) o "Home" (2015)). Solo recomendable para los fans de este universo cómico animado, para los niños y sus acompañantes... y para los fans de Banderas. Los niños querrán repetir, los adultos aguantarán un primer visionado entre varias carcajadas.

Lo peor: Cuando la trama en su desenlace vuelve a reiterar lo mismo en cuestión de huidas y persecuciones.
Lo mejor: ...
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La novena puerta
La novena puerta (1999)
  • 5,8
    29.817
  • Francia Roman Polanski
  • Johnny Depp, Lena Olin, Frank Langella ...
5
Thriller salvapantallas.
En 1999 el polaco Roman Polanski adaptó la novela de Arturo Pérez-Reverte: "El Club Dumas". En ella un mercachifle y autentificador de libros (Johnny Depp) se verá inmerso en una conspiración satanista cuando acepte el trabajo Boris Balkan (Frank Langella) de encontrar y autentificar dos novelas satanistas a las que ha echado el ojo. El trabajo va a conllevar a su protagonista a relacionarse con los seguidores del culto a Belcebú... y a llevarse algún que otro susto sobrenatural.

Desconozco si la novela original de Pérez-Reverte resulta tan simplista y tan formulaica como esta adaptación fílmica que nos ocupa. Pero, conociendo otros trabajos literarios del autor de Cartagena, lo dudo bastante. A ver, no me malinterpreten, la cinta es entretenida y mejor que despropósitos basados en otras obras de Pérez-Reverte como "Alatriste" (2006), "La tabla de Flandes" (1994) o "Territorio comanche" (1996) pues sí es.

Y es en mayor medida por el trabajo actoral (la cinta cuenta con un Johnny Depp de lo más acomodado en este rol. Un portento lo de este actor que lo mismo se marca un Jack Sparrow, un Gellert Grindelwald, un Sobrerero Loco o un Eduardo Manostijeras que un confuso tipo corriente metido en un fregao a lo "A la hora señalada" (1995) o esta "La novena puerta" que nos ocupa. El de Kentuky se pone la cinta por bandera e infunde empaque a su personaje y participación para con el espectador. El largo cuenta con otros actores de categoría que otorgan elegancia al conjunto con sus participaciones (Frank Langella, Lena Olin o la radiofónica Barbara Jefford)... pero no dejan de ser roles meramente testimoniales) y a una puesta en escena distinguida, con un diseño de producción primoroso (ojo al uso de la luz en esas bibliotecas. Tampoco hay nada que objetar en su edición y mezcla de sonido), una realización orgánica (que no memorable) y ajustada al progreso argumental (Polanski no era ningún pipiolo... y mucho menos en su género predilecto del suspense. Y lo demuestra en ciertos planos detalle) y una banda sonora notoria de Wojciech Kilar (los siniestros acordes principales se nos quedarán en la cabeza por un tiempo).

Porque el guion adolece de astucia, singularidad u hondonadas. Ya que se conforma con ser un thriller de sectas secretas con algún que otro sustito de los malvados de turno, una simplificación que llega a las cotas de lo infantil ("Bob Esponja: La película" (2005) tiene mayor construcción en los absurdos misterios que nos va presentando). Cumple su labor de distraer si no se tienen altas las expectativas a la hora de visionarla. Ahora, que nadie espere un thriller a la altura de "Tesis" (1996), "Los hombres que no amaban a las mujeres" (2009), "Zodiac" (2007), "El secreto de sus ojos" (2009), "Prisioneros" (2013) o "El sexto sentido" (1999) pues quedará sumamente decepcionado. Más bien esperen el típico thriller con los que nos nutren las televisiones en abierto, uno de esos de los que se puede seguir el hilo mientras se hace otra cosa sin perderse nada relevante, uno de esos con bastante previsibilidad y que parece salido de la cadena de montaje, un film al nivel de "Asesinato 1, 2, 3" (2002), "Acoso" (1994), "Hannibal" (2001), "La dalia negra" (2006), "Los jueces de la ley" (1983) o "Grand Piano" (2013). Pero las he visto mucho peores ("Arsene Lupin" (2004), "La víctima perfecta" (2011), "La mujer de negro: El ángel de la muerte" (2014), "La sombra de la sospecha" (2006), "Millennium 2" (2009), "La intérprete" (2005), etc.) y "La novena puerta" para pasar el rato con distracción sí sirve... si no se tiene el listón demasiado alto.

Lo mejor: Me quedo con la labor del elenco, el diseño de producción, la banda sonora.
Lo peor: El conformista guion de Roman Polanski, Enrique Urbizu y John Brownjohn (no sé si había un material de fondo con mayor altura en cuestión de desarrollo argumental, pero teniendo en cuenta al autor parece bastante evidente).
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Siempre a tu lado (Hachiko)
Siempre a tu lado (Hachiko) (2009)
  • 7,1
    26.610
  • Estados Unidos Lasse Hallström
  • Richard Gere, Joan Allen, Sarah Roemer ...
4
Será porque soy más de gatos.
El sueco Lasse Hallstrom, especializado en narrar historias cotidianas con melodramas preciosistas, realizó en 2009 un remake de la película nipona de 1987 "Hachiko Monogatari" (basada a su vez en el hecho real del perrito en cuestión que esperaba de forma incondicional a su amo en la estación de tren... llegara éste o no).

Un relato de amor identificativo (todos los que tenemos a esos compañeros de vida incondicionales tan agradecidos y tan felices con tan poco. Que dan tanto a los inmerecidos humanos) que se narra en este largo de forma plana, grisácea, rutinaria y redundante.

Que conste que no me parece culpa de su director (que ya ha demostrado en films como "¿A quién ama Gilbert Grape?" (1993), "Querido John" (2010) o "Las normas de la casa de la sidra" (1999) que si cuenta con un guion jugoso sabe darle la envoltura delicada y honesta que merece) sino de un libreto incapaz de aportar tramas personales sugerentes... o de otorgarnos jugueteos y aventuras perrunas algo más serpenteantes. Todo consiste en ver al personaje de Gere trabajar, ir de un lado a otro vía ferrocarril y acariciar al perro y colarlo en la casa. Bueno, si se trata de realismo... conozco vidas más interesantes sin irme muy lejos, pero puedo comprar esa sosería y esa redundancia vital.

El caso es que esto se supone que es una cinta de ficción con retales de realismo, se supone que es un entretenimiento evasivo. Es una pena porque "el momento" llega al final y sí trasmite esa congoja emocional y esa tierna complicidad, pero llega tarde tras una hora y media que parecen 3 (admito que he tratado de dar varias oportunidades al film... y siempre acabo doblando la velocidad de reproducción) de paseos por la ciudad, por el jardín, etc. Por si eso no fuera bastante Joan Allen (sí, la misma actriz que está magnífica en "Pleasantville" (1998), "El mito de Bourne" (2004), "Candidata al poder" (2000), "Room" (2015), "Nixon" (1995), "El ultimátum de Bourne" (2007) o "Georgia O'Keffe" (2009)) parece haberse quedado sin fuelle interpretativo y por desgracia se le nota más que nunca el excesivo bótox con una falta de expresión inusitada. Y la química que comparte con Gere es nula, por decirlo de forma suave. El resto del reparto está más natural... en unos roles meramente anecdóticos (más bien deberían considerase olvidables cameos).

En fin, mis tres puntos van por Richard Gere que hace lo que puede ante un personaje de nulo desarrollo, por el trabajo de Mark Harden con los tres Akitas (que salen entrañables en pantalla), por esos planos subjetivos con el punto de vista perruno (con una vista a escala de grises muy similar a la que tienen mis amados felinos) y por una competente (que no sobresaliente) banda sonora que logra el tono afable del relato con unas notas musicales delicadas y alegres. Pero en su conjunto se me hace una película lánguida y tediosa por culpa de ese guion. "Siempre a tu lado" se me sitúa dentro del las cintas erradas de Hallstrom (que ofrece una realización tan clásica como rutinaria) junto a "Chocolat" (2000) (a esta la denosto por otros motivos en su desarrollo argumental) o "El cascanueces y los cuatro Reinos" (2018). Solo recomendable para los muy incondicionales de los cánidos o de los dramas edulcorados de postal (aunque tienen exponentes mejores en "Brokeback Mountain" (2005), "Quédate a mi lado" (1998), "La Reina Victoria" (2009), "Tigre y Dragón" (2000), "El piano" (1993), "Ana y el Rey" (1999) etc).

Lo mejor: Su banda sonora. El atinado manejo de la cámara de Hallstrom.
Lo peor: Su guion. La "actuación" de Allen.
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Ha nacido una estrella
Ha nacido una estrella (2018)
  • 6,6
    30.612
  • Estados Unidos Bradley Cooper
  • Bradley Cooper, Lady Gaga, Sam Elliott ...
7
Una gran versión de un relato provechoso.
El actor Bradley Cooper ("Resacón en Las Vegas" (2009), "El lado bueno de las cosas" (2012), "La gran estafa americana" (2013)) debutó en la dirección con la que ha sido tercera versión del film de 1937 "Ha nacido una estrella". Un argumento que tiene un indudable gancho (dos artistas que se conocen y enamoran, uno en el declive de su carrera (Cooper) y la otra en el despegue (Lady Gaga)) pero que admito no había disfrutado antes al no seguir demasiado el cine clásico (y poco de los años 70, donde se sitúa la anterior versión de esta trama que protagonizaron Barbra Streisand y Kris Kristofferson). Así que desconozco si las demás versiones están a la par en calidad global, tan solo puedo decir que esta "Ha nacido una estrella" de 2018 está a un gran nivel.

Con una propuesta que va viajando por derroteros un tanto arquetípicos (la inseguridad de la protagonista novel, los inestables celos y carácter autodestructivo del veterano, el enamoramiento obligado, etc.), lo cierto es que sabe perfilar estos rasgos estandarizados y dotarlos de cierta cercanía y honestidad. Y esto se debe al buen manejo que realizan Eric Roth, Will Fetters y el propio Cooper en el guion. Un guion que no se desgasta en el melodrama exagerado ni apenas deja lugar a situaciones repetitivas, en un largo que escoge con tinos los diálogos e instantes melódicos, y que va progresando en la relación romántica y los avatares músico/profesionales con una naturalidad y una vehemencia muy agradecida para el espectador. Y es que "Ha nacido una estrella" sabe equipar al personaje de Stefani Germanotta aka. Lady Gaga con una osadía y unos arrestos que le vienen de serie a la actriz/cantante/compositora, por lo que sus frases y reacciones se sienten casi propios en la audiencia. Cooper no le va a la zaga y otorga una presencia sólida y franca desde sus planos más intensos de amor hasta los más distantes de "embriaguez".

Desde luego tienen un guion que, si bien no es tremendamente profuso y cambiante en sus lances y reflexiones (a ver, que esto no es ni "Ciudadano Kane" (1941) ni "Matar a un ruiseñor" (1962) ni "Fargo" (1996) ni "El padrino" (1972)), les sienta de maravilla a los personajes principales que nos muestran (en esto incluyo a parte de los de Bradley Cooper y Lady Gaga al de Sam Elliot) y eso acerca con la misma sencillez que comprensión (no hace falta ser una superestrella de la canción para notar cierta complicidad en multitud de instantes con este par de seres humanos tan maduros como imperfectos).

Y, con un guion cabal (que ya es bastante. Y para horrores que una propuesta musical parecida pero llevada en el libreto de forma espantosa tenemos "High School Musical" (2006), por poner un ejemplo) el resto de elementos lo dan todo de forma notable. A las destacadas y magnéticas actuaciones de su dúo protagónico se les tiene que añadir su aportación vocal. Que Lady Gaga es un portento compositor y que tiene un talento vocal inmenso es una obviedad que saben hasta los que no sean fans de su música (recuerdo a un familiar que denosta el pop de Lady Gaga soltar una lagrimilla cuando interpretó en directo "The Sound of Music" de Rodgers y Hammerstein), pero es que aquí en este largo se encuentra en su apogeo con unas interpretaciones maestras de un par de canciones pegadizas ("Shallow", "Always Remember Us this Way") y otra que resulta una proeza sentimental (que no sentimentaloide) como es "I'll Never Love Again". Cooper por supuesto no puede estar a ese nivel, pero se desenvuelve con astucia en la parte armónica de la cinta.

Y con esto no digo que todas las canciones de "Ha nacido una estrella" sean notables... ni siquiera buenas (no estamos ni ante "Mary Poppins" (1964), ni ante "Grease" (1978), ni ante "Chicago" (2002) ni ante "Sonrisas y lágrimas" (1965)), hay algunas infumables (como "Why Did You Do That?"). Pero son más los temas atrayentes. Un despliegue talentoso que penetra en el espectador... y casi de la misma forma lo hace la dirección de Cooper que conecta al instante con el sentir de los personajes de la cinta y con el devenir del desarrollo argumental. Con muchos planos detalle muy significativos y atinados, con varios paneos (con croma imperceptible de por medio) en las tomas de conciertos simulados o de actuaciones lúdicas (ojo a la secuencia en el garito drag), y con unos planos medios muy calibrados entre planos/contraplanos... la realización no puede más que definirse como de categoría. Otro tanto tiene el diseño de producción que acierta de pleno en el uso de los focos de colores y en los escenarios rimbombantes de mansiones, espectáculos y jets privados de sus astros de la canción.

Así pues "Ha nacido una estrella" de 2018 va a entretener siempre y a calar en bastantes puntos incluso en el espectador que no sea muy dado ni al género musical ni el drama romántico comedido (que esto no es la exageración forzada de "Otoño en Nueva York" (2000) o "Más allá del amor" (2014)). Y esto a pesar que de que su argumento se desarrolle de forma acotada y en absoluto original. Pero lo que funciona funciona si se lleva sobre el papel y a escena con esta precisión. Es una cinta que aguanta varias revisiones con gusto, en mi caso y en su conjunto se me pone al nivel de "En la cuerda floja" (2005), "Grease", "Hairspray" (2007), "Ricki" (2015), "Florence Foster Jenkins" (2016), "Cantando bajo la lluvia" (1952) o "Footloose" (1984). No es la obra maestra de "Chicago", "La vida en rosa" (2007), "El mago de Oz" (1939) o "Sonrisas y lágrimas", pero es que a eso es difícil llegar (por no decir imposible). Pero mejor que "Nine" (2009), "Cats" (2019), "Moulin Rouge" (2001) o "Los miserables" (2012) sí es. Y como drama romántico es pareja a notables cintas como "Elsa y Fred" (2014), "Lejos del cielo" (2002) o "El diario de Noa" (2004). Una película muy recomendable a todo público (e indispensable para los Little Monsters o los fans de Bradley Cooper).

Lo mejor: ...
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Superdetective en Hollywood
Superdetective en Hollywood (1984)
  • 6,1
    22.621
  • Estados Unidos Martin Brest
  • Eddie Murphy, Judge Reinhold, John Ashton ...
6
Banda sonora maravillosa, película resultona.
En su tercer largometraje, el director de comedias Martin Brest ofreció al público una comedia de acción ligera y desenfadada con este "Superdetective en Hollywood". Con una premisa que no inventa la fórmula de la Coca-Cola (un policía dispuesto a resolver un crimen a manos de traficantes de drogas), la cinta se sucede con un ritmo fluido y de forma acomodada.

Y es que "Superdetective en Hollywood", sin ser una comedia criminal a la altura de largos notables del género como "Fargo" (1996) o "Pulp Fiction" (1994), se arma como un producto tan comercial como eficiente. El inspector de policía de Detroit Axel Foley (Eddie Murphy) viaja en su tiempo libre a Beverly Hills para tratar de averiguar quien ha matado a un amigo suyo y, allí en Hollywood, Foley se mete con su desparpajo y su cara dura en el mundo lujoso donde se ha urdido un crimen, mientras va sorteando a la policía local y a los malvados de turno.

Lo más destacado y memorable del film es sin duda su banda sonora, con un tema instrumental principal ("Axel F.") a manos de Harold Faltermeyer que sigue siendo utilizado una y otra vez para infundir emoción en programas radiofónicos o eventos deportivos (y no sin razón), pero no le va a la zaga la canción original para la ocasión de Glenn Frey ("The Heat is On") que es un clásico instantáneo de los años 80, o el afamado "Neutron Dance" de The Pointer Sisters tan bien insertado en la acción desvergonzada que solo logró la fama musical cuando se utilizó en este film. Pero a nivel global la música de "Superdetective en Hollywood" es sobresaliente, y realza con alegría y vivacidad al film.

La trama no está al mismo nivel, y no deja de ser la usual en toda comedia de acción de "polis contra cacos". Bastante previsible. Pero a pesar de esto el guion guarda bastantes salidas cómicas inspiradas que Murphy aprovecha con astucia. El actor neoyorkino se encuentra en este blockbuster en su salsa, y se sitúa al nivel de "Yo soy Dolemite" (2019), "Entre pillos anda el juego" (1983) o la saga de "Zamunda". Mientras que el resto del reparto cumple con naturalidad con sus esquemáticas y unidimensionales roles ("el malo", "el tonto", "la chica", "el corrupto", etc.). La ambientación por su parte es aceptable y digna, pero en absoluto reseñable, y Brest aporta una realización orgánica pero usual de plano/contraplano y plano recurso incluso en las persecuciones.

Así pues tenemos un producto llevadero, superficial pero de consumo fácil y confortable gracias a su dinamismo ajustado y a sus virtudes musicales e interpretativas. Tuvo dos secuelas (aunque en opinión de quien esto escribe... vista una, vista todas). Recomendable a todo público que busque una evasión somera, indispensable para los fans de las comedias de acción o de los 80 o del cómico Eddie Murphy.

Lo mejor: La banda sonora, una imperecedera maravilla.
Lo peor: Que la trama criminal nunca pase del cliché establecido (desde luego "Uno de los nuestros" (1990) o "Jackie Brown" (1997) ya les adelanto que no es. Más bien es la "Cuerpos especiales" (2013) o "El otro guardaespaldas" (2017) de la época).
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El rey Arturo
El rey Arturo (2004)
  • 5,6
    25.828
  • Estados Unidos Antoine Fuqua
  • Clive Owen, Keira Knightley, Ioan Gruffudd ...
5
A caballo entre la épica y el tedio.
Tras "Los Caballeros de la mesa redonda" (1953), "Excalibur" (1981), "Merlín, el encantador" (1963), "Camelot" (1967), "El primer Caballero" (1995) y demás largometrajes basados en la leyenda medieval británica del Rey Arturo, nos llegó en 2004 otra nueva revisión al personaje y sus acompañantes. Esta vez de la mano del solvente Antoine Fuqua ("Training Day" (2001), "El tirador" (2007), "Revancha" (2015) o el desatinado remake de 2016 "Los siete magníficos") un Arturo (Clive Owen) de origen bretón pero que comanda como romano a otros bretones (Joel Edgerton, Hugh Dancy, Ioan Gruffudd, Ray Stevenson y demás) al servicio del Imperio de Roma, se ve en la encrucijada de seguir bajo el mando imperial o de si forjar su destino de forma independiente para asegurar un futuro mejor a los bretones. Entre ellos se encuentra una aguerrida Ginebra (Keira Knightley) que más parece Xena, la Princesa guerrera que la damisela de la nobleza que nos presentan las leyendas artúricas.

"Rey Arturo" se acaba conformando como un buen film de acción, sin embargo no posee el cuidado en el desarrollo argumental que se le presupone a un film de estas características. Pues "El Rey Arturo" se nos presenta como una cinta de épica de época pretendidamente seria y dramática... pero por desgracia el resultado no es el mismo que el de largos del mismo corte como "Espartaco" (1960), "Braveheart" (1995) o "Gladiator" (2000) sino que el guion se conforma con un tratamiento argumental tan arquetípico, unidimensional y forzado como el de películas como "Pompeya" (2014), "Océanos de fuego" (2004) o "La última legión" (2007). Y es que, si bien no mancilla en exceso el relato mitológico original, nos muestra a un Arturo taaaan bueno por dentro y por fuera que más que un comandante es un santo mártir merecedor de una canonización papal. Sus acompañantes son todos modelos de revista mientras que "los malos" son feos o tienen kilos de más (caso de ese noble romano o ese patriarca sajón). Y en éstas este Arturo vive unos lances de batallas, rescates y defensas de los nativos completamente tópicos y sumamente previsibles. Así que no; aquí no tenemos a unos personajes de una profunda y humana (o psicópata) introspección a lo Máximo (Ruseel Crowe) y Cómodo (Joaquin Phoenix), ni unas intrigas territoriales y nobiliarias a lo "Braveheart" o "Juego de Tronos" (2011-19)... a pesar de que "El Rey Arturo" lo trate con la misma ceremonia. Y es que en la cinta hay mucha pompa y poca circunstancia.

Se deja ver, eso sí, por su puesta en escena. Todo espectador mínimamente aficionado a la aventura medieval va a disfrutar con las impecablemente rodadas batallas por parte de Fuqua, con un magnífico despliegue en su producción, con una realización de planos primorosos que infunden el ambiente rural y vetusto de la trama, con un vestuario y un maquillaje profusos y hermosos (que no realistas para con la época), con una banda sonora lustrosa que realza a la cinta de forma contundente, y con unas actuaciones dignas (capitaneadas por Clive Owen y Keira Knightley que otorgan cierta dignidad y cercanía (que no carisma) a sus trillados y someros roles). La trama al menos sirve de sostén para este despliegue audiovisual de categoría y, aunque es cierto que en algunas escenas se alonga innecesariamente en silencios o contemplaciones que no aportan absolutamente nada, por norma general avanza en su relato con un tempo ajustado.

Pero desde luego no le pidan a "El Rey Arturo" ser un largometraje para el recuerdo. Solo recomendable a los aficionados a la acción aventurera de época (los que admitieron pasatiempos superficiales como "Robin Hood" (2010), "Krull" (1983), "El Reino de los Cielos" (2005), "Excalibur" (1981), "La Legión del Águila" (2011) o las más guasonas "Tras el corazón verde" (1984), "Robin Hood" (2018), "La joya del Nilo" (1985), "La momia" (1999) o "Rey Arturo" (2017)) o a los fans de su director y/o intérpretes. El resto no se pierde nada, pues no estamos ante un cinta destacada en su género de aventura de época a lo "Bailando con lobos" (1990), "La máscara del Zorro" (1998), "Ben Hur" (1959) o "El último mohicano" (1992).

Lo mejor: La banda sonora de Hans Zimmer (que casi roza a sus trabajos estandartes, y eso es decir mucho).
Lo peor: Su guion.
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La huérfana: Primer asesinato
La huérfana: Primer asesinato (2022)
  • 5,0
    3.208
  • Estados Unidos William Brent Bell
  • Isabelle Fuhrman, Julia Stiles, Rossif Sutherland ...
4
La huérfana: Más reducida.
Secuela/precuela tardía del thriller dirigido por Jaume Collet-Serra "La huérfana" (2009) que, sin ser una obra maestra, era capaz de inmiscuirnos con gusto por las intrigas de esta psicópata cuya diana estaba en una familia acomodada. Esta precuela viene a relatarnos lo que en el film de 2009 se nos dejaba caer en un diálogo ("la pobre se ha quedado huérfana al morir toda su familia en un incendio"). Leena Klammer (Isabelle Fuhrman) es una treintañera que sufre hipopituitarismo (el misterio del origen de esta "niña" en esta precuela no sucede, pues todo el que haya vista la primera película de Collet-Serra ya sabe del giro clásico que nos lega. Y quien no la haya visto, en los primeros minutos de esta precuela ya nos cuentan que esta "niña" solo lo es en apariencia) y que se encuentra en un psiquiátrico de Estonia tras varios homicidios. Ahora se dispone a engatusar a una nueva familia para que se la lleven a Estados Unidos donde pretende tener una vida soñada y seducir al paterfamilias (Rossif Sutherland).

"La huérfana: Primer asesinato" apenas nos cuenta nada nuevo y sigue por los mimos derroteros que la cinta original solo que de forma más simplificada y telefilmera. La puesta en escena es más limitada (donde teníamos excelsos paisajes nevados y decorados distinguidos en el largo de Collet-Serra, aquí tenemos escenarios de saldo de lo más rutinarios) donde solo se salva el impecable grano de su cinematografía y el vestuario y atrezzo estilizado (ojo a esos cuadros fluorescentes o los vestidos de la protagonista). Pues hay en esta película un uso de planos no ya convencional como en su predecesora, sino bastante más pasivo de lo que Collet-Serra nos ofreció. Desde luego William Brent Bell ("The Devil Inside" (2012), "The Boy" (2016)) se acerca más a Darin Scott que a David Fincher.

Peor lo peor de "La huérfana: Primer asesinato" no es su mediocre realización ni su regular guion (estamos ante una película que no pasa de los tópicos efectistas (algunos más previsibles que otros más logrados)... con permiso de cierto giro sorpresa que nos despierta algo de curiosidad... y que deriva en situaciones autoparódicas sin pretenderlo) que nos va llevando con distracción por su trama pero nunca con asombro o goce. Lo peor es la forma que tiene la cinta de tratar de hacer pasar a una Fuhrman ya entrada en años por una niña. Resulta lamentable y de vergüenza ajena lo de los planos por la espalda de una niña y los cortes a planos cerrados de su cara veinteañera. En 2009, cuando la actriz tenía 10 años, el film se denotaba natural (y por tanto más verosímil e implicante). Pues la intérprete de Washington D.C. ejecutaba un papel siniestro e intenso con gran pericia... sin dejar de transmitir sus rasgos aniñados. Pero aquí lo único que logra es sacarte de la película el ver a una adulta y que todos los personajes interactúen con ella como si fuera una niña pequeña. Sencillamente no se puede creer.

Es una pena que el casting no haya escogido a una niña talentosa para hacer el papel de alguien con apariencia de 8 o 9 años, porque sino estaríamos hablando seguramente de una película mucho más cercana y comprometida para con el espectador y por ende más atrapante y disfrutable. Porque el libreto no es un horror (podría ser peor, podría ser el guion de "Alien Vs. Predator" (2004) o "Robocop 3" (1993)), va hilando sus situaciones con un progreso competente y resuelto (con esto no digo que sus situaciones no sean maniqueas o absurdas según toque, pero que son fluidas y progresivas... pues sí) y la realización es natural (que no briosa o sobresaliente). A esto se suma la participación de actores solventes (Julia Stiles, Matthew Finlan, Rossif Sutherland) que obviamente hacen lo que pueden que no es sino dotar de algo de empaque a sus roles. Pero tener a Stiles o Finlan en "La huérfana: Primer asesinato" es como tener a Glenn Close en "102 dálmatas: Más vivos que nunca" (2000), de donde no hay no se puede sacar.

Así que el final tenemos una película anecdótica por completo, distraída en casi todo momento pero sin nada más que aportar que un suspense rutinario y pasajero. A nivel global no acaba conformándose como un pasatiempo admisible (dadas sus escenas irrisorias en el peor de los sentidos. Pues ni los elementos escénicos compensan estos puntos), y nos deja un regusto de haber visto algo más propio de un telefilm de sobremesa (tipo "Intención oculta" (2020) o "Infiel y seductor" (2019)) que de un misterio criminal notable (a lo "Zodiac" (2007), "Tesis" (1996) o "El secreto de sus ojos" (2009)). Solo recomendable a los muy muy fans de "La huérfana" (ahora reconvertida en saga) o de alguno de sus intérpretes o director (aunque las han tenido mejores). El resto no se pierde nada, ni siquiera los más incondicionales del thriller.

Lo mejor: Sus elementos escénicos.
Lo peor: La elección de Fuhrman para esta precuela.
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La vida por delante
La vida por delante (2020)
  • 6,1
    2.935
  • Italia Edoardo Ponti
  • Sophia Loren, Ibrahima Gueye, Renato Carpentieri ...
7
Inmensa y engalanada Sophia Loren.
"La vida por delante" es un largometraje que llegó a las carteleras (e inmediatmanente después a Netflix) en el aciago 2020. Una adaptación de la novela del mismo nombre (que ya tuvo su primera traslación a la gran pantalla con la francesa "Madame Rosa" (1977)) que nos narra como una prostituta retirada y en la senectud (Sophia Loren) se hace cargo de un huérfano conflictivo: Momo (Ibrahima Gueye).

Admito no haber visto la película de los setenta, así que no puedo comparar ambas versiones. Pero lo que me he encontrado en este largo de 2020 es un drama asceta y honesto (en mi caso no me ha chirriado la transformación personal de Momo, pues los seres humanos podemos tener arrebatos de buena conciencia y cambiar nuestro parecer... y más los niños), que probablemente se hubiera beneficiado de un ritmo un poco más activo con situaciones nervudas más abundantes y variadas... pero ese es el único obstáculo que le puedo encontrar a esta cinta de género dramático que se conduce con suficiente elegancia (la dirección de Edoardo Ponti, que se pasa por primera vez al largometraje cinematográfico tras dirigir obras teatrales y óperas, cuida con astucia sus planos usuales. Dejando secuencias de planos medios en los momentos más optimistas y exaltados... sin pasar por alto los planos cerrados estáticos tan precisos en los momentos de puro drama sensible (que no sensiblero) de sus personajes. El diseño de producción es de lo más competente, con una fotografía que compone los elementos escénicos con gusto y eficacia (ojo a esa desvencijada pero actual casa de Madam Rosa, o a esos paisajes de contrastes en Bari, o a ese taller de Hamil (Babak Karimi)) y con una cinematografía diáfana e impoluta, un sonido implicante, un maquillaje correcto y un vestuario capacitado) y que es interpretada con maestría.

Porque el gran baluarte de "La vida por delante" es el tour de force que marca una curtida Sophia Loren en mayor medida... y en menor medida las sinceras y copartícipes actuaciones de los niños actores que sorprenden para bien en este film. Porque sí, "La vida por delante" es un vehículo de lucimiento para esa gran actriz que es Sophia Loren, pero es un vehículo digno y refinado (ésta sí es una despedida de categoría para la Loren y no aquella broma que fue "Nine" (2009)), un producto de género que cuenta con suficientes componentes como para que su protagonista aproveche todos los detalles de empuje, pesadumbre, confusión, tribulaciones e ilusiones que tiene su rol y nos empape de ellos sintiendo por esta Madame Rosa lo mismo que el joven Momo. Loren saca oro de esos planos mantenidos y demuestra la misma fragilidad que complicidad. Gueye evidentemente no se pone al mismo nivel, pero cumple con una naturalidad sorprendente y grata (y lo mismo se puede decir de las más secundarias aportaciones de Diego Iosif Pirvu, Abril Zamora o Babak Karimi).

Con todos estos elementos de cierta categoría, y un plantel que se luce con gran habilidad, tenemos una cinta (siempre acotada a su género, por supuesto. Poco humor (o poco suspense) vamos a ver por aquí, que esto no es un drama repleto a lo "El hijo de la novia" (2001), "La vida es bella" (1997) o "El secreto de sus ojos" (2009)) que cumple con creces su cometido de distraer, evadir y hasta emocionar (no hace falta ser un fan del género dramático para derramar alguna que otra lagrimita en su último tercio). Porque si en una cinta romántica es primordial la química entre sus actores, en una cinta de fantasía es primordial su ambientación, en una cinta de drama es primordial mantener en plano a unos actores en los que recae el peso del relato... y aquí encajan como un reloj suizo en su tarea de hacernos vibrar (de ternura, de turbación o de alegría).

Tal vez no sea un film que aguante excesivas revisiones, pero para un visionado (o dos) resulta eficiente en su cometido (incluso para los que como yo no seamos demasiado aficionados al género dramático de lagrimilla fácil y tiremos más por otro tipo de productos). Es una cinta recomendable a todo público adulto (e indispensable para los que amen el cine actual de tristezas y moralejas tipo "Los chicos del coro" (2003), "Beautiful Boy" (2018), "Bajo la misma estrella" (2014), "Slumdog Millionaire" (2008), "Wonder" (2017) y demás. Aunque en opinión de quien esto escribe "La vida por delante" se me sitúa un pequeño escalón por encima de aquellas).

Lo mejor: La actuación de Sofia Loren.
Lo peor: Que Ponti no reacciona con una realización más diligente en los instantes más pobres del guion.
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Hércules. El origen de la leyenda
Hércules. El origen de la leyenda (2014)
  • 3,3
    6.237
  • Estados Unidos Renny Harlin
  • Kellan Lutz, Gaia Weiss, Liam McIntyre ...
5
Entretenida y vistosa pero... ¿por qué lo llaman "Hércules" cuando quieren decir "Gladiator" de rebajas?
El finlandés Renny Harlin (director de blockbusters comerciales, entre los que se encuentran "Deep Blue Sea" (1999), "La jungla de cristal 2" (1990), "Pesadilla en Elm Street 4" (1988) o "El exorcista: El comienzo" (2004)) nos otorgó en su decimoctavo largometraje una nueva revisión (y ya van decenas tanto en la pequeña como en la gran pantalla) del mito griego de Hércules (el semidios hijo del todopoderoso Zeus y de una mujer mortal, que realizó grandes hazañas en la Tierra siempre bajo la amenaza de la celosa diosa Era, mujer de Zeus).

En esta ocasión se entremezcla mitología clásica (la genealogía del protagonista se mantiene) con el trillado (pues en los últimos años casi todos los peplum de palomitas o los films de mitologías no evitan caer en la efectiva fórmula. Ni "Pompeya" (2014), ni "Rey Arturo" (2004), ni "Robin Hood" (2010), ni "Rey Arturo" (2017) lo han evitado) argumento de "Gladiator" (2000). Que sí, que es una gran película... pero el caer en los mismos patrones hará que todo cinéfilo no pueda evitar odiosas comparaciones a todos los niveles. Y en eso, evidentemente, "Hércules: El origen de la leyenda" pierde la batalla y la guerra. En todos sus aspectos, en el audiovisual, en el actoral y por supuesto a nivel de guion. Pues ni Harlin es Ridley Scott, ni Tuomas Kantelinen es Hans Zimmer, ni Kellan Lutz es Rusell Crowe, ni Scott Adkin es Joaquin Phoenix, ni Gaia Weiss es Connie Nielsenm ni Sean Hood y Daniel Giat son David Franzoni, John Logan y William Nichlson.

Y es que este Hércules que es denostado y desterrado por su familia, y que se convierte en militar, esclavo y gladiador (con Coliseo en la Antigua Grecia incluido, eso sí que es cine de fantasía) viviendo varias desventuras de acción hasta vengarse de sus familiares... pues no está tan cuidado en el guion como la cinta a la que copia con tanto descaro, ni los actores aportan tanto carisma y matices a sus personajes (aunque no están horribles y resultan al menos naturales, desde luego convierten sus interpretaciones en algo completamente olvidable) ni tenemos el manejo de la cámara tan enamorador de Scott ni esa obra maestra de banda sonora de Zimmer.

No, "Hércules: El origen de la leyenda" es un "Gladiator" de saldo, un vino de garrafa. Que sabe medir sus tiempos en su hora y media de metraje, que no aburre con una trama lo suficientemente atractiva que fluye con un progreso ajustado (no hay situaciones redundantes o alongadas. Pero no le pidan peras al olmo y no busquen erudición o explicaciones a las circunstancias por las que navega (valga la redundancia) su protagonista. Me refiero en mayor medida a las campañas militares por las que se mueve), que no molesta en su puesta en escena (solo chirría el CGI del prólogo, pues en el resto del film tenemos una fotografía digna. Así como un sonido decente, unas coreografías de duelos logradas, unas escenas de acción orgánicas, un pasable vestuario y maquillaje, y una hermosa elección de escenarios) ni en una competente (que no sobresaliente) labor actoral (el mazado Lutz se dedica a figurar músculo cual Arnold Schwarzenegger, y lo hace sin despeinarse. Y los secundarios cumplen dando algo de integridad a sus exiguos personajes) ni en su realización por parte de Harlin (que nunca nos regala planos imperecederos, pero que deja discurrir el relato con oficio, naturalidad y dinamismo).

Un pasatiempo de aventuras de lances bélicos y travesías exótica de lo más superficial, logra amenizar por los pelos por lo que es recomendable a todo público que no se presente ante el largo con demasiadas exigencias. Pues "Hércules: El origen de de la leyenda" queda muy por debajo de cintas de época sobre héroes mitológicos y/o históricos como "Espartaco" (1960), "Braveheart" (1995), "Gladiator" o "La Pasión" (2004)... más bien se queda en un "Robin Hood" (2018), un "Pompeya" o un "Robin Hood" (1991), y desde luego no es el desastre de "Druídas" (2001) o "El Rey Escorpión" (2002). Y como cinta sobre la figura de Hércules... digamos que queda por encima del "Hércules" (2014) de Dwayne Johnson o la teleserie con Kevin Sorbo pero por debajo del "Hércules" (1997) animado de Disney o el "Hércules" (1958) de Steve Reeves.

Lo mejor: Su concreción argumental en pos del entretenimiento eficiente.
Lo peor: La nula imaginación del libreto (es que no cuenta con una sola idea original en las frases del guion).
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La visita
La visita (2015)
  • 5,9
    28.543
  • Estados Unidos M. Night Shyamalan
  • Olivia DeJonge, Ed Oxenbould, Deanna Dunagan ...
6
De cuando Shyamalan regresó a lo que se le da mejor.
Tras tocar otros géneros de forma fallida ("Avatar: El último guerrero" (2010), "After Earth" (2013)), M. Night Shyamalan regresó en su undécimo largometraje al género por el que se mueven con más convicción (con permiso de idas de olla varias como "El incidente" (2008) o "La joven del agua" (2006)): el thriller psicológico con tintes sobrenaturales. En "La visita" tenemos uno de los mejores exponentes del cine de Shyamalan junto a "El sexto sentido" (1999), "El protegido" (2000), "El bosque" (2004), "Señales" (2002) y "Múltiple" (2016).

Al argumento parte de una premisa bastante usual en este tipo de género, que no es otra que la de casa "encantada" o "misteriosa". Los hermanos pre-adolescentes Tyler (Ed Oxenbould) y Becca (Olivia DeJonge) viajan hasta la casa de sus abuelos (Deanna Dunagan y Peter McRobbie) para pasar un tiempo con ellos mientras su madre (Kathryn Hahn) se va de vacaciones con su nuevo novio. Es la primera vez que ven a sus abuelos maternos, pues su madre se fue de casa a edad temprana y de mala manera. Así pues estos hermanos ven su oportunidad de entablar una nueva relación con sus abuelos... pero nada es lo que parece a medida que el comportamiento de esta pareja de ancianos se torna más y más errática.

Esta película es realmente característica del mejor Shyamalan, y nos ofrece todo lo que uno espera de su redundante pero eficaz fórmula. En "La visita" tenemos un relato de terror comedido y "sustos" medidos, con una intriga tan eficiente como pasajera. El guion del indio no es que aporte demasiada novedad salvo inspirados detalles en las circunstancias de los malvados de turno (otra cosa no, pero Shyamalan ha tocado variadas características a sus antagonistas, que son desde extraterrestres a plantas... pasando por fantasmas, espíritus, sectas religiosas o científicos locos). Como suele ser habitual en el cine de Shyamalan, el cineasta nos guarda algunas escenas de tensión mantenida en sus planos, sobresaltos con apariciones inesperadas en la escena, risas cómplices junto a los personajes... y sorpresas súbitas en los giros finales que acostumbra. No es que estemos ante un libreto que (re)invente el género del thriller a lo Hitchcock, pero desde luego tenemos entre manos un guion competente siempre y atrayente por momentos (la cinta no evita alongamientos en su último tercio, pero no empaña al conjunto argumental). Digamos que la trama se pone al digno nivel de "Déjame salir" (2017), "El cuerpo" (2012), "La sombra de los otros" (2010), "El cabo del miedo" (1991) o "Insomnio" (2002).

A un relato bastante afinado le acompaña una puesta en escena solvente. Con 5 millones de presupuesto tampoco se puede pedir un "El club de la lucha" (1999), tenemos una puesta en escena tan sencilla como conformista que no va a resultarnos memorable. Pero Shyamalan (con una película que usa en mayor medida el tono de "falso documental" a lo "El proyecto de la bruja de Blair" (1999) o "Paranormal Activity" (2007)) sabe escoger con destreza sus planos mantenidos, sus planos detalle, sus planos/contraplanos y sus planos secuencia. Mientras que las actuaciones se ejecutan con elegancia y naturalidad (desde los perturbadores abuelos hasta los niños desenfadados). Hay también una buena caracterización de los malvados de turno, y la banda sonora por su parte es completamente obviable.

Así pues tenemos un conjunto que resulta en un primer visionado un entretenimiento seductor. Es muy probable que el film baje enteros en futuras revisiones (no estamos ante "El padrino" (1972), "Pulp Fiction" (1994) o "Lincoln" (2012) que mejoran más en cada revisionado) y desde luego se acota tremendamente a su género de suspense turbador, pero ofrece ni más ni menos lo que se pide de ella que no es otra cosa que un pasatiempo tan atractivo como fugaz. Recomendable a todo público que busque una distracción cinematográfica, indispensable para los fans del thriller, el terror o el cine de Shyamalan. A "La visita" la pondría muy por encima de "El incidente", "La joven del agua", "After Earth", "Tiempo" (2021), "Avatar: El último guerrero" o "Glass" (2019) pero por debajo de "El bosque", "El sexto sentido", "Señales" o "El protegido". Diría que está al nivel de "Múltiple" o de otros thrillers del mismo corte como "Déjame salir", "Regresión" (2015) o "La chica del tren" (2016).

Lo mejor: Diría que su guion y la actuación de Dunagan.
Lo peor: Sus secuencias finales se estiran sin necesidad ni propósito.
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Loki (Serie de TV)
Loki (2021)
Serie
  • 6,7
    12.122
  • Estados Unidos Michael Waldron (Creador), Kate Herron ...
  • Tom Hiddleston, Sophia Di Martino, Gugu Mbatha-Raw ...
2
Culpable de que esto me resulte aburrido.
Con la nueva hornada de serie basadas en los personajes de MARVEL Cómics a cargo de Disney +, nos hemos llevado ciertas (y moderadas) alegrías ("Bruja Escarlata y Visión" (2021), "Halcón y el soldado de invierno" (2021)) pero también ciertas decepciones al menos en mi caso.

Loki, el villano de los cómics basado a su vez en la mitología escandinava, el "dios del engaño" ha sido un malvado ladino y carismático en las películas de las sagas de "Los Vengadores" y de "Thor". Un secundario jugoso interpretado con astucia y complicidad por Tom Hiddleston. Por eso muchos/as/es nos esperábamos en esta serie (de 6 episodios en su primera temporada) a un personaje capaz de divertirse (y divertirnos) en sus travesuras manipuladoras... a la vez que aportara sus dosis de patetismo desternillante (¡como olvidar sus escenas con Hulk en "Los vengadores" (2012) y en "Thor Ragnarok" (2017)!) cuando se le aplicara la justicia poética que se le acaba dando siempre al personaje.

Por desgracia esto se queda en una promesa pues "Loki", además de desarrollar una trama demasiado manida en el género superheroico televisivo (la del superhéroe de turno yendo a misiones para combatir a los supervillanos de turno. Lo hemos visto con mejor o peor fortuna en "Arrow" (2012-20), "Halcón y el soldado de invierno", "DC's Doom Patrol" (2019-), "DC's Legends of Tomorrow" (2016-), "Iron Fist" (2017-18), etc.), la ejecuta con una rutina anémica e inapetente. Mientras que en la vertiente del humor la serie pega un bajonazo considerable respecto a productos del mismo corte (como "DC's Doom Patrol", "The Boys" (2019-) o "Bruja Escarlata y Visión"), con chistes pueriles e idiotas más propios de series de Disney Channel como "Austin y Ally" (2011-16), "Los magos de Waverly Place" (2007-12), "Hannah Montana" (2006-11), "J.O.N.A.S" (2009-10) o "Buena suerte Charlie" (2010-14).

Con tal panorama la serie es incapaz de mantener el interés del espectador medio adulto, con esas tramas absolutamente previsibles y esas gracietas desatinadas que dejan completamente impasible. Un agua de borrajas con el que apenas pueden trabajar sus intérpretes (Owen Wilson o Gugu Mbatha-Raw se han visto en mejores vehículos para canalizar sus dotes interpretativas. Y Hiddleston ha perdido fuelle hacia su personaje, en el que no parece sentirse ya tan cómodo... tal vez se deba al material de guion que tiene entre manos).

En fin, un entretenimiento que se transforma en tedio por culpa de su desgana en el desarrollo argumental. Funcionará para los muy muy incondicionales del universo cinemático de MARVEL, a los aficionados a las comedias infantiles tipo "Henry Danger" (2014-20), "Mi perro tiene un blog" (2012-15), "K.C Agente especial" (2015-18) y demás ralea de Disney Channel o Clan TV, para los fans del nuevo binomio MARVEL/Disney. Para el resto de público es poco o nada recomendable, para ver una buena serie superheroica cómica están las maravillosas "DC's Doom Patrol", "The Boys" o incluso "Bruja Escarlata y Visión". Y como entretenimientos de aventuras superheroicas optimistas tenemos a "Lois y Clark" (1993-97), "The Flash" (2014-) y demás.

Lo mejor: Su diseño de producción (aceptable y digno, pero tampoco destacado).
Lo peor: Sus guiones.

En cuestión de series sobre superhéroes mi ranking particular quedaría tal que así por el momento:
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8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aterriza como puedas
Aterriza como puedas (1980)
  • 6,4
    89.597
  • Estados Unidos Jim Abrahams, David Zucker ...
  • Robert Hays, Julie Hagerty, Leslie Nielsen ...
7
Con ella empezó (casi) todo.
En 1980 llegó a las carteleras una comedía paródica a las cintas de catástrofes que supuso una bocanada de aire fresco en cuanto a la forma de abordar el humor. Y es que "Aterriza como puedas" fue la comedia que más osó a la hora de traspasar los límites de lo "políticamente correcto", ofreciendo unos gags que no dudaban en lanzar puyas a toda situación, ser humano o colectivo (desde los hombres tradicionales y conservadores pasando por los "chicos de suburbio" y llegando a una mujer "ninfómana", nadie se libra en este largo). Pues, si bien es cierto que otras películas ya apuntaban maneras en cuanto a humor caustico arriesgado en sus parodias (en especial los films de los Monthy Pyton), lo cierto es que "Aterriza como puedas" fue la más intrépida hasta la fecha.

Y digo la más intrépida pero no la mejor, pues esta película marcó el camino para productos del mismo corte con más inspiración continuada en sus salidas y sus tratamientos argumentales (a "Aterriza como puedas" le debemos obras más completas tanto de la pequeña pantalla como "Los Simpson" (1989-), "South Park" (1997-)) o "Padre de familia" (1999-) como de la gran pantalla y para ejemplos "Shrek" (2001) o "Deadpool" (2016)). Pues la película no siempre atina en sus gags continuados que se suceden de forma orgánica. Lo cierto es que estamos ante unas gracias sencillas y fáciles (de esas que denotan ser lo primero que ha salido de la mente de Jim Abraham y los hermanos Zucker), que en ocasiones dan en el clavo de forma gloriosa y en otras se evidencia que es lo primero que se les ha venido a la cabeza de sus guionista. Algo que se va haciendo más patente según se revisiona este clásico por méritos propios.

Así que ya les adelanto que el humor de elaborada ironía inglesa a lo "La favorita" (2018), o el humor taimado de "Fargo" (1996) que crece en cada visionado no es el propio de "Aterriza como puedas", ni el humor negro laberíntico y mordaz de "Pulp Fiction" (1994). "Aterriza como puedas" se asemeja más en su tono a todo lo ejecutado (con bastante peor fortuna, todo sea dicho) por David Zucker en largos posteriores ("Scary Movie 3" (2003), "Scary Movie 4" (2006)). Pero aun no contando con un sentido del humor del todo maduro y completamente acabado en su conjunto, lo cierto es que "Aterriza como puedas" nos lega suficientes escenas de brillantez memorable y grata. El film se sucede además con una cadencia correcta (que no asombrosa. De nuevo, esto no es ni "Malditos bastardos" (2008) ni "Uno de los nuestros" (1990)) en su menos de hora y media de metraje. Su realización es básica de plano/contraplano y plano recurso (sin dejar por ello de sorprender con alguna apertura de plano que desvela algún objeto chocante que nos suelte la risa o la sonrisa), pero la puesta en escena se luce de forma simple pero de lo más eficiente (destaco ese inolvidable "piloto automático" o el gran uso del croma. Más en spoilers). Los actores por su parte se adecuan a sus roles, pero no llegan a sacar oro (a excepción de un Leslie Nielsen que su luce como él y pocos saben en cierto momento del film) de sus arquetípicos papeles.

La trama troncal es sencilla y basa su garbo en las salidas de humor que por fortuna aciertan bastante en su cometido de hacer reír con complacencia. No la tengo como la quintaesencia de la comedia en la gran pantalla (eso se lo dejo a "Tiempos modernos" (1936), "Con faldas y a lo loco" (1959), "Fargo", "El gran dictador" (1940), "Los Caballeros de la mesa cuadrada" (1975) o "Sopa de ganso" (1933)) pero sí en un puesto destacado... más por lo que supuso que por lo que llega a dar (que es muy bueno pero no excelente a mi parecer). Es una película del todo recomendable a todo tipo de público adulto (menos al más tradicional, conservador y/o intransigente, que se va a sentir ofendido sí o sí con sus gracietas), pero solo indispensable a los más cinéfilos o incondicionales del género cómico del estilo de "Aterriza como puedas" (las cintas de Zucker posteriores básicamente: "Top Secret" (1984), "Agárralo como puedas" (1988) o la saga de "Scary Movie"). A nivel global considero a "Aterriza como puedas" una comedia equiparable (éstas tienen enfoques diferentes) a "Amor y otras drogas" (2010), "Señora Doubtfire" (1993), "Mentiroso compulsivo" (1997), "El lado bueno de las cosas" (2012), "Florence Foster Jenkins" (2016), "Notting Hill" (1999) o "Yo, Tonya" (2017). Y esto es una cinta agradable y simpática en líneas generales... con instantes puntuales de excelencia humorística.

Lo mejor: Me quedo con...
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Villaviciosa de al lado
Villaviciosa de al lado (2016)
  • 3,9
    12.148
  • España Nacho G. Velilla
  • Carmen Machi, Leo Harlem, Carlos Santos ...
5
Una historia que discurre con distracción... pero no con diversión.
Basada en una anécdota de la prensa, esta "comedia" (risas tiene pocas o ninguna, sinceramente) nos adentra en el pueblo ficticio del título. En él le toca la lotería a un "puticlub", y ninguno de los "clientes" del pueblo con participaciones se atreve a ir a cobrar el dinero por miedo al abandono de sus mujeres.

Esta claro que un film de estas características no va a reflejar el mundo de la prostitución con su crueldad, crudeza y esclavitud humana, pues busca siempre la simpatía y la cara afable de toda la idiosincrasia del "mundillo" así como del pueblo cañí en cuestión. Y, con este prisma, la premisa de "Villaviciosa de al lado" podría haber dado pie a bastantes ironías acicaladas y a un humor criminal caustico... pero va a ser que no. Así que quien espere un humor sagaz e inspirado dentro del mundo delincuente al estilo de "Pulp Fiction" (1994), "Fargo" (1996) o "Uno de los nuestros" (1990).... pues que siga esperando. Porque "Villaviciosa de al lado" no capaz de ofrecer una comicidad arrojada y mordaz. Los chistes en sus situaciones y diálogos no es que sea burdos y/o ofensivos, es que son indolentes, dejando al espectador imperturbable e indiferente. La "gracia" del film se queda al nivel de una película realizada por Mariano Ozores o interpretada por Paco Martínez Soria, y esto no lo digo ni como un cumplido ni como un defecto sino como una rutina a la hora de abordar la comicidad de un relato, con diálogos pueriles más cercanos a una comedia de Disney Channel (como "Hannah Montana" (2006-11) o "Buena suerte Charlie" (2010-14). Donde los personajes son tópicos andantes, diana de chistes bobos sin nada más que aportar) que a una película de categoría. Se ve que al estupendo Nacho G. Velilla se le quedó la agudeza humorística con sus magníficas creaciones en "7 vidas" (1999-2006) y "Aída" (2005-14).

Así que por esa vertiente que es su humor, el film no logra atrapar a la audiencia. Lo hace, eso sí gracias al progreso del argumento y sus intrigas (muy justitas, eso sí) a la hora de cobrar la pasta gansa. Pues la trama troncal fluye con cierta destreza y sabe medirse con soltura (en eso ayuda que el film apenas llegue a la hora y media de metraje). Se convierte pues en un entretenimiento eficiente, totalmente pasajero a la par que ligero y confortable en su visionado. Velilla se nutre de planos/contraplanos y planos recurso, pero no deja de lado bastantes detalles vistosos en la composición de los encuadres (destaco la secuencia del robo a la caja fuerte y la de la procesión). Con una cinematografía aceptable (en ningún caso sobresaliente) con un acierto en el uso de la saturación del color, un vestuario y un maquillaje dignos, y con un magno reparto (en el elenco tenemos nombres tan reseñables como los de Leo Harlem, Yolanda Ramos, Arturo Valls, Goizalde Núñez, Miguel Rellán, Belén Cuesta, Carlos Santos, Tito Valverde, Carmen Ruiz... todos capitaneados por una siempre solvente y carismática Carmen Machi, que por desgracia aquí no está en "Aída", "Ocho apellidos vascos" (2014) o "Thi-Mai" (2018) si de comedias comerciales se refiere) que está realmente desaprovechado. Todos están por encima de la calidad del producto en su conjunto, pero gracias a ellos se realza un poco la narración pues siguen transmitiendo el recreo y la complicidad para con el espectador. Ahora bien, a ratos se desubican un pelín por culpa del libreto que tiene frente a ellos.

Aun con todo "Villaviciosa de al lado" es recomendable como distracción amable para el público adulto conformista. La cinta no nos va a dejar las risas que demandamos, pero sí nos ameniza si no nos ponemos a ella con altas pretensiones. Indispensables solo para los más incondicionales de las comedias españolas del cine actual, pues "Villaviciosa de al lado" se sitúa al nivel de "Padre no hay más que uno" (2019), "8 citas" (2008), "Toc toc" (2017), "Dí que sí" (2004), "Superlópez" (2018), "No lo llames amor, llámalo X" (2011) o "Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra" (2020) quedando por debajo de otros productos de corte similar como "Ocho apellidos vascos", "Lo dejo cuando quiera" (2019), "El otro lado de la cama" (2002), "Ocho apellidos catalanes" (2015) o "Perfectos desconocidos" (2017)... pero por encima de truños como "Condemor" (1996), "Obra maestra" (2000), "Spanish Movie" (2009) o "7 minutos" (2009).

Lo mejor: Sus interpretaciones.
Lo peor: Su guión (que no es horroroso pero sí endeble).
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La dama de oro
La dama de oro (2015)
  • 6,3
    5.275
  • Reino Unido Simon Curtis
  • Helen Mirren, Ryan Reynolds, Daniel Brühl ...
6
La Dama Hellen Mirren... y todo lo demás.
Correcto drama basado en hechos reales el que nos presenta Simon Curtis en su segundo (y mejor hasta la fecha) largometraje para la gran pantalla.

Inspirado en la restitución de la obra de arte del título del film ("La dama de oro", Retrato de Adele Bloch-Bauer por Gustav Klimt), el largo nos relata la batalla judicial (e interior) que libra María Altman (Helen Mirren) y su abogado (Ryan Reynolds) para que el gobierno de Austria le devuelva la pintura que perteneció (y fue pintada gracias) a su familia... una batalla que le hará revivir el trauma de cuando los nazis entraron en su casa de Viena para apresar a su familia por ser judía.

Así, la cinta entremezcla flashbacks dramáticos sobre la discriminación y el abuso sufridos (junto con las huídas y argucias para evitar un destino mortal) y los conecta con el presente de la cinta (el 2004) de viajes vieneses y litigios de "David contra Goliat" para hacer justicia.

Admito que los dramas judiciales me pierden siempre que se narren con la fuerza, las argucias, los giros y la ilustración que merecen casos tan relevantes (reales o no). Y "La dama de oro" en ese aspecto se queda un poco timorata (y por ello no llega a estandartes del género como "Legítima defensa" (1997), "Negación" (2016), "El informe Pelícano" (1993), "Cuestión de justicia" (2020), "55 pasos" (2017), "Una cuestión de género" (2018) o "El cliente" (1994)), pasa algo de puntillas y redunda ya sea en el drama del Holocausto bastante trillado (aunque igualmente relevante en su propuesta) o en los continuados obstáculos con los que se topan estos protagonistas en el proceso judicial. El guion no es en ningún caso malo, pues mantiene un realismo natural en los acontecimientos (que, como relato ficcionalizado que es el conjunto, pudo agradecer más arrojo en su drama o más intrigas en la demanda), edifica a sus personajes con delicados matices, trata su potente temática con dignidad y elegancia en todo momento, y nos hace cómplices y nos desahoga con sus notas de humor fino en sus personajes.

El problema de "La dama de oro" reside principalmente en el ritmo monocorde que imprime Curtis a la narración. Y es que la cinta no mide con tino sus momentos (salvo muy contadas ocasiones), se pasa un pelín a la hora de alongar escenas y eso hace que el conjunto baje enteros (y que incluso el público adulto al que va dirigida llegue a aburrirse en varias de sus situaciones). Tampoco se sabe hacer un uso de la banda sonora ensalzador que de energía a sus instantes. Todo esto es algo que ya sufría "Mi semana con Marilyn" (2012)... pero allí se notaba más por culpa de una temática y un guion catastróficos.

No es el caso de "La dama de oro" que cuenta con una temática jugosa e interesante, y con un desarrollo competente (que no brillante). El film además posee una enorme virtud resumida en dos palabras: Helen Mirren.

No es algo que sorprenda a estas alturas de la actriz de Londres, pero Mirren vuelve a engrandecer un rol que sin ella a los mandos sería mucho peor. Mirren aporta unas sutilezas dramáticas cautivantes (ojo a como esa frialdad superficial esconde una autocondena personal, y ojo a ese orgullo tan profundo, marcado a fuego tras lo vivido en cuestión de humillación) y una ironía innata que acerca a la audiencia de forma inmediata. Reynolds como ingenuo idealista y algo torpe le pona una contrapartida muy sólida, pues hace de su papel un ser natural con el que se viaja tanto simbólica como literalmente en ese conocimiento de sus raíces. El resto del reparto cumple con oficio, pero sus papeles son meramente testimoniales (Daniel Brühl y Katie Holmes incluídos. Aquí no tienen los caramelos de "Dawson crece" (1998-2003), "Rush" (2013), "Batman Begins" (2005) o "Malditos bastardos" (2009) entre otras).

La fotografía de la cinta es oportuna, gustosa por momentos gracias a como aprovecha (con unos paneos y unos cenitales muy agradecidos) los paisajes urbanos de una ciudad tan bella como es Viena (recomedable visitarla al menos una vez en la vida)... mientras que en el resto de escenas que Curtis limita al plano/contraplano hay una medida saturación del color (más baja en los flashbacks) de lo más admisible. Pero la fotografía de "La dama de oro" no aporta un uso de filtros sobresaliente sino que lega todas sus virtudes a la producción artística de escenarios exteriores e interiores de los más atractivos.

Así pues tenemos una película buena y conveniente, a la que se pudo pedir algo más a nivel de desarrollo argumental y de dirección, pero que ofrece un relato competente en su conjunto. En un primer visionado atrapa por el tino de su propuesta argumental, su elegante ambientación y sus actuaciones... pero en una revisión se evidencia ese tempo errático típico de Simon Curtis. Es un film recomendable a los aficionados a los dramas históricos atildados (esto no tiene el desagarro arriesgado y necesariamente incómodo de "La lista de Schindler" (1993), sino que más bien se orienta a la propuesta ambientada en el nazismo de "El lector" (2008), "El instante más oscuro" (2017), "La ladrona de libros" (2013) o "El discurso del Rey" (2010)) a los thrillers judiciales (aunque no estamos ante una cinta del nivel de "El cliente", sino ante un "Aguas oscuras" (2019) o "Erin Brokovich" (20009... que no está nada mal) o a los fans de Simon Curtis (que los habrá) o de Helen Mirren (que de éstos hay más, y no sin razón).

Lo mejor: El tour de force de Hellen Mirren (como suele ser habitual en ella, una intérprete capaz de transformar un concurso cutre como "Harry Potter y el Torneo de las Casas de Hogwarts" (2021) en todo un relevante acontecimiento).
Lo peor: La dirección de Simon Curtis a la hora de medir el ritmo de cada escena.
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Paul
Paul (2011)
  • 5,7
    20.713
  • Estados Unidos Greg Mottola
  • Simon Pegg, Nick Frost, Jane Lynch ...
3
Sí es otra estúpida comedia norteamericana.
En su cuarto largometraje Greg Mottola vuelve a dirigir una comedia norteamericana de esas de chistes de pedorretas y de argumentos olvidables.

En esta ocasión cuenta con los británicos Simon Pegg y Nick Frost como cabezas de cartel y como autores del guion. Sin embargo esto no eleva a calidad del conjunto respecto a los largos anteriores del director. "Paul" nos narra como dos frikis británicos regresan de la comic-con de San Diego, y se encuentran por accidente con el deslenguado alien del título. Así inician un viaje en carretera con chascarrillos tipo "le has dibujado tres tetas, deberías haberle dibujado cuatro", un viaje en el que Paul es perseguido por los agentes del gobierno que quieren volver a encerrarle en el Área 51.

La comedia acaba siendo una road-movie redundante y con unas gracietas que solo logran levatar una mueca de tanto en cuanto. Entre sus caca-culo-pedo-pis que pueden hacer reír si es lo que se va buscando (quien espere una comedia a lo "Pulp Fiction" (1994), "In The Loop" (2009), "Shrek" (2000), "Campeones" (2018) y demás... se va a sentir tremendamente decepcionado ante la falta de imaginación y viveza en sus salidas humorísticas) no tenemos un desarrollo argumental singular y mimado, sino más bien rutinario y trillado de persecuciones y demás.

Es una pena porque sus protagonista se esfuerzan y logran sacar algo de complicidad a sus roles de cuarentones orgullosamente "loosers" y "geeks", además por la cinta pululan nombres tan interesantes como los de Sigourney Weaver o Kristen Wiig (ambas desaprovechadísimas y en roles que acaban reducidos a cameos testimoniales), y el C.G.I. del alienígenas está realmente logrado. La realización por su parte es aceptable y confortable, pero en ningún caso vistosa y destacada.

Así pues nos queda una comedia al nivel de "Y entonces llegó ella" (2004), "Scary Movie 5" (2013), "Dick y Jane, ladrones de risa" (2005), "Jack y su gemela" (2011), "Sigo como Dios" (2007), "Doce fuera de casa" (2005) o "R3sacón" (2013). Que tienen su público y quedará ajustadamente satisfecho con "Paul", pero el espectador adulto medio puede elegir algo más incluso si se trata de humor estadounidense (y para muestra comedias más inspiradas como "Aterriza como puedas" (1980), "Scary Movie" (2000), "Con faldas y a la loco" (1959), "Un golpe con estilo" (2017), "Una terapia peligrosa" (1999), "Deadpool" (2016), "Loca academia de policía" (1984), "Resacón en Las Vegas" (2009), "Sister Act" (1992), etc).

Lo mejor: Me quedo con la labor actoral.
Lo peor: El guion en su vertiente "humorística".
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Ana y el rey
Ana y el rey (1999)
  • 5,9
    12.951
  • Estados Unidos Andy Tennant
  • Jodie Foster, Bai Ling, Chow Yun-Fat ...
7
Encantadoramente afable.
Tras los dos largometrajes predecesores (el más afamado siendo el de 1956 con Deborah Kerr y Yul Brynner a la cabeza del reparto, y entonando las canciones del musical de Broadway que se hizo sobre la novela) nos llegó en 1999 la tercera película que adaptó la novela semibiográfica de Margaret Landon.

Con una equilibrada y delicada mezcolanza entre los hechos históricos acaecidos (todo lo que envuelve al extinto Reino de Siam (reciclado en el actual Reino de Tailandia con una monarquía Constitucional pero con la misma Casa Real Chakri), a sus conflictos geopolíticos y a sus modos vivendi... incluyendo el pasado monástico del Rey o sus decenas de "esposas" y su casi centenar de hijos/as. Quien vea muy poco creíble que el Rey de esta película tuviera más de 50 hijos... que sepa que en la realidad tuvo más de 80) y la pura ficción (el romance platónico o las transgresiones que la protagonista realiza sin apenas consecuencias... llegando hasta ser convertida en una especie de heroína local. La realidad no fue tal ni mucho menos), "Ana y el Rey" se conforma como una ficción elegante, ilustrativa y emotiva siempre en su justa medida.

Durante la época colonial victoriana, la viuda británica Anna Leonowens (Jodie Foster) se muda desde la India con su hijo (un jovencísimo Tom Felton antes de ser el afamado Draco Malfoy, rival de Harry Potter en el Colegio Hogwarts) hasta Bangkok para trabajar al servicio del Rey de Siam (Chow Yun-Fat) como profesora de inglés (y demás) de todos sus hijos (que juntos forman un colegio entero). La protagonista posee una férrea personalidad con principios inquebrantables que chocarán de tanto en cuanto con la cultura siamesa de la época, sin embargo poco a poco se forja una amistad y un respeto mutuo entre profesora y Rey (y hasta cierto amor platónico). A esto se suman conspiraciones palaciegas, otros romances prohibidos, conflictos de intereses, y rivalidades y amistades infantiles entre los más pequeños del reparto.

Tenemos pues una cinta bien cargadita de temáticas y de aristas, algunas desarrolladas con más pericia que otras (la cinta siempre se toma las licencias muy justas respecto a las vivencias palaciegas para no perder credibilidad dentro de su lore. La forma de orientar la educación del primogénito se desarrolla con gran humanidad y tacto. Y el tema de la relación entre sus dos protagonistas se trabaja con gran capacidad. Ya que es complicado que el espectador se crea a priori que los personajes se respeten mutuamente dadas sus sonadas diferencias éticas, sin embargo la cinta jamás se mete en berenjenales que no le corresponden y nos presenta a un Rey que desea cambiar muchos de los cánones establecidos (de ahí la contratación de esta Occidental) como históricamente sucedió en cierta forma, y nos muestra a una británica que se sitúa siempre como una extranjera obligada a acatar las normas de sus anfitriones. Pero por otro lado la subtrama de la conspiración militar es más básica que la del "Pearl Harbour" (2001) de Michael Bay, desde luego no estamos ante unas estratagemas militares a lo "Braveheart" (1995) o "Black Hawk derribado" (2001)) pero siempre hiladas de forma cohesionada y vehemente. Tiene el film gracias a este atildado ensamblaje un impulso de lo más agradecido a pesar de su excesiva duración (pues, aunque lo que nos cuentan nos lo cuentan con suficiente astucia y multidimensionalidad, la cinta puede pasar sin unos cuantos de sus minutos), es un metraje que apenas aburre y que además se observa con cierto interés dado el esplendoroso minicosmos por el que se mueve, y dadas las pugnas y sentimientos por los que navegan sus personajes. Un guion destacado, que no sobresaliente, sirve de sostén fluido (ya es más si tenemos en cuenta el musical de 1956 que...
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Super Mario Bros: La película
Super Mario Bros: La película (2023)
  • 6,6
    16.767
  • Estados Unidos Aaron Horvath, Michael Jelenic
  • Animación, (Voz: Chris Pratt, Anya Taylor-Joy) ...
6
Una fantasía fan... es lo que hay.
Que los videojuegos y el cine no se suelen llevar bien es una obviedad. Basta con echar un ojo a engendros del celuloide como "Prince of Persia" (2010), "Tomb Raider: La cuna de la vida" (2003), "Uncharted" (2022), "Assassin's Creed" (2016) o "Street Fighter: La leyenda" (2009)... o a mediocres pasatiempos como los "Tomb Raider" de 2001 y 2018 con Angelina Jolie y Alicia Vikander. Pero últimamente con los avances en el mundo de la animación 3D nos hemos topado con algunas cintas de aventuras familiares que han incorporado con puntería (y fidelidad a su espíritu original) a personajes emblemáticos de los videojuegos (me refiero por supuesto a la saga cinematográfica de "Sonic").

Y este "Super Mario Bros. La película" sigue ese atinado tono. No entraré a calificar la película a imagen real de 1993 basada en este personaje estandarte de los videojuegos de plataforma, pues no la he visto... pero la propuesta de situar a los actores de cine de carne y hueso en un mundo corriente con las tramas de Super Mario... me parece tan desacertada como la de hacer lo mismo con las tramas de "Dragonball" (y así le fue a "Dragonball Evolution" (2009)). Así que me centraré en analizar este largo que sí he tenido el gusto de disfrutar. Porque sí, para los jugones y/o jugonas, "Super Mario Bros. La película" es un disfrute... contenido, pero disfrute al fin y al cabo.

Y es que la cinta nos enriquece con una animación tan fidedigna a los últimos juegos de Mario de "la gran N" como enamoradora (¡qué maravilla el detalle de cada pelo de los bigotes!). El Mario tan afable y festivo de "Super Mario Oddysey" está aquí... y también el Toad de "Captain Toad: Treasure Tracker", o el Luigi más tiernamente miedica de "Luigi's Mansion 3". Pero así con todos los personajes emblemáticos, que tienen un diseño magnífico y unos movimientos superlativos. Y los mundos no le van a la zaga con el colorido tan medido y fulgurante acorde a los productos a los que se homenajea (Mario Kart 8 incluído).

Desde luego Aaron Horvath y Michael Jelenic han conseguido meternos literalmente en los videojuegos a los que hacen referencias (que son muchos...
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3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Triple frontera
Triple frontera (2019)
  • 5,8
    12.148
  • Estados Unidos J.C. Chandor
  • Oscar Isaac, Ben Affleck, Charlie Hunnam ...
5
Ocean's chapuzas.
De la mano de Netflix nos llegó en 2019 este largometraje de intriga y acción, que resulta bastante por encima de la media de lo habitual en el cine de acción comercial de trama exigua. Pues "Triple Frontera" sabe medir mejor los tiempos a la hora de mantener el suspense y la intensidad de una curiosa premisa (unos ex-militares que organizan un plan de atraco a un narcotraficante colombiano en su mansión. Pero el viaje de vuelta con el dinero acaba teniendo más obstáculos de los deseados), que tampoco es que desarrolle su temática de "heist movie" con una amplitud inusitada (esto no es "Plan oculto" (2006)) ni con unos matices singulares (esto no tiene la comedia arrebatada y glamourosa de "Ocean's Eleven" (2001) y sus personajes, ni tampoco la sorna y humor caustico de "Casino" (1995), "Fargo" (1996) o "Dolor y dinero" (2013)).

No, "Triple frontera" presenta a unos personajes arquetípicos y no los saca de ahí. Están, eso sí, muy bien interpretados por Ben Affleck, Pedro Pascal, Oscar Isaac, Charlie Hunnam y Garrett Hedlund. Pues los cuatro solventan con empaque y naturalidad sus roles que no tienen nada más que el conflicto de si vale o no la pena jugarse más o menos el pellejo por un poco más de dinero a gran escala. El caso que nos propone "Triple frontera" es el típico de "la avaricia rompe el saco" que en casi toda "heist movie" se presenta, pero el caso es que en este largo funciona con eficacia. Este dilema se mueve por el metraje con atracción, y las desventuras de este cuarteto (al que le falta una mayor composición humana para implicar del todo a la audiencia. Ojo a como van contando cadáveres cual Légolas Hojaverde en el mundo de fantasía de la Tierra Media) presentan un suspense y un nervio justo cuando lo pide el relato. Observamos con atención la planificación del golpe, el mismo y sus consecuencias con gran facilidad... una pena que la presentación de personajes se estire con momentos redundantes y el desenlace sufra de lo mismo, porque el ecuador del film es todo un dechado de virtudes del género de acción y del subgénero de robos, con un pulso narrativo de lo más decidido por parte de J. C. Chandor. El director de "Margin Call" (2011) aprovecha los puntos fuertes de su guion (en colaboración con Mark Boal) y los explota con una acción tan resolutiva como vistosa (desde esa "operación pseudo-militar" en la casa del narco hasta esa bajada por la montaña pasando por el atribulado viaje en helicóptero).

Es esto tiene mucha responsabilidad su diseño de producción, más cinematográfico que televisivo. Pues la cinta tiene una cinematografía envidiable, con una iluminación perfecta en todas sus escenas, con un despliegue de escenarios (rodados en Colombia y Hawaii) selváticos, montañosos y vetustos impregnantes en el mejor de los sentidos, con un sonido de notable edición y mezcla, con un vestuario y maquillaje muy oportunos (lo mismo se puede decir de su asceta banda sonora) y con unos efectos especiales de lo más dignos.

Así que, si bien a nivel argumental "Triple frontera" se queda en lo justito pero capacitado como cinta de palomitas que es, a nivel audiovisual pone el resto para conformar un producto entretenido en líneas generales... y vistoso por muchos momentos. Es una película recomendable como pasatiempo a todo público adulto (e indispensable a los más fans de la acción o de alguien de su reparto), como cinta de robos está por encima de "Un golpe brillante" (2013), "La última gran estafa" (2020), "The Code" (2009), "Viudas" (2018), "21 Black Jack" (2008), "Ocean's 8" (2018) o "Tres mujeres y un plan" (2008) pero por debajo de "Ocean's Eleven", "Casino", "The Italian Job" (2003), "Jackie Brown" (1997), "El palo" (2001) o "Drive" (2011)... digamos que se queda al nivel de "Un golpe con estilo" (2017), "Oceans Twelve" (2004), "Un plan brillante" (2007), "La cuadrilla de los once" (1960), "Ahora me ves" (2013) o "La trampa" (1999). Y si hablamos de largos de acción con militares de por medio... esto no le llega ni a la suela de los zapatos de "Black Hawk derribado" (2001), "Salvar al soldado Ryan" (1998) o "Hasta el último hombre" (2016), sino que se queda por los lares de "Invencible" (2014), "Che" (2008), "La legión del águila" (2011) o "Monuments Men" (2014).

Lo mejor: La secuencia del robo.
Lo peor: La alongada sin motivo (pues no nos dicen nada que no repitan una y otra vez) presentación de los dos protagonistas (Isaac y Affleck).
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Merlín el encantador
Merlín el encantador (1963)
  • 7,1
    27.727
  • Estados Unidos Wolfgang Reitherman
  • Animación, (Voz: Sebastian Cabot, Karl Swenson) ...
5
Rey de segunda categoría.
El decimoctavo largometraje animado de Walt Disney adapta la leyenda artúrica del folklore británico. Y lo hace muy... digamos que libremente. Basada en el enfoque que hizo T. H. White de esta fábula con su novela "La espada en la piedra" de 1938, "Merlín, el encantador" altera el relato original del Rey Arturo (pues para cuando la leyenda ya incluía al mago Merlín, también se incluida a la familia de Arturo y a su padre el ladino Rey Uther Pendragon. Mientras que aquí el protagonista Arturo es un huérfano sin pasado alguno que reclamar, y sin motivaciones para obtener el Trono) y lo simplifica e infantiliza hasta cotas inusitadas. Así que no, en "Merlín, el encantador" lamentablemente no tenemos una trama para todos los públicos que además aporte matices inmensos a sus personajes y sus circunstancias a lo "El Rey León" (1994)... o si me apuran a lo "La bella y la bestia" (1991), "Pocahontas" (1995) o "La sirenita" (1989).

Tampoco tenemos en "Merlín, el encantador" unas escenas musicales memorables a inspiradas a lo "La cenicienta" (1950), "La bella durmiente" (1959) o a lo "Blancanieves y los siete enanitos" (1937) a pesar de que aquellas contaban con un enfoque argumental bastante parejo al film que nos ocupa. Pues en "Merlín, el encantador" tenemos a un protagonista huérfano que se encuentra por casualidad con el Merlín del título y a partir de ahí el mago le enseña al niño a usar el ingenio a costa de transformarlo en diferentes animales. Una película que otorga más ahínco (que no desarrollo) en el valor de la educación infantil (el mentor no para de decirle al niño que tiene que estudiar para valerse en la vida) que en las aventuras de fantasía medieval.

Así pues de Merlín y Arturo el film solo tiene los nombres, pues este Arturo bien podría haberse llamado "Perico de los palotes" y hubiera dado igual. Lo mismo se puede decir de un Merlín bastante alejado del legendarium original. Esta cinta tiene más en común con "La cenicienta" y con los cortos de "Chip y Chop" que con la leyenda del Rey Arturo.

Pero bueno, corramos un tupido velo y aceptemos que la cinta no trata de recrear con agudeza estos lances de fantasía sino que intenta ser una moralina infantil a través de una serie de instantes de humor físico... más o menos atinados. Pues la cinta es una sucesión de huidas, persecuciones, castañazos, golpes y traspiés ya sea en las formas humanas de Merlín o Arturo o en sus formas animales. Una sucesión de gags pueriles que al menos se dan con concisión y cierto progreso argumental (la cinta apenas llega a la hora y cuarto), a la vez que se nos presentan con una paleta de colores maravillosa. Pues el film es pictóricamente notable, con un abanico de escenarios de parajes naturales realmente detallistas, diversos y de frondosa inspiración, el diseño de los personajes en sus formas animales es también un baluarte del conjunto (pues ofrecen unos trazos curiosos y unos tiernos movimientos. Destacaría a Merlín como ardilla y a Arturo como pajarito), y las notas musicales resultan espabiladas y alegres (que no sobresalientes, esto no es "La bella y la bestia", "Peter Pan" (1953), "Blancanieves y los siete enanitos", "El libro de la selva" (1967) y demás) para infundir al relato una viveza que necesita dado el desarrollo argumental tan básico.

Así que estamos en definitiva ante una obra menor de Disney, pero en ningún caso abúlica y hastiante. Es resultona para todo público (niño y adulto), y se conforma como una especie de "La cenicienta" para niños que desde luego pudo dar más dimensiones y agudeza en su trama. Entretiene... pero es fácilmente olvidable (algo que los largos de Disney más punteros evitan con creces). No es el desastre de "Bolt" (2008) o "El Emperador y sus locuras" (2000), pero ni está a la altura de obras maestras Disney como "El Rey León", "Blancanieves y los siete enanitos" o "La bella y la bestia" ni a la de cintas tan dignas y revisionables como "Rompe Palph" (2012), "Pocahontas", "Big Hero 6" (2014), "Mulán" (1998) o "Frozen" (2013). Digamos que se encuentra en el grupo de "Taron y el caldero mágico" (1985), "El jorobado de Notre Dame" (1996), "Raya y el último dragón" (2021) o "Tiana y el sapo" (2009). Solo recomendable a los más incondicionales de Disney, niños y mayores. El resto no se pierde nada, ni nuevo ni mejor.

Lo peor: Su guion...
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