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Paul
Paul (2011)
  • 5,7
    20.724
  • Estados Unidos Greg Mottola
  • Simon Pegg, Nick Frost, Jane Lynch ...
3
Sí es otra estúpida comedia norteamericana.
En su cuarto largometraje Greg Mottola vuelve a dirigir una comedia norteamericana de esas de chistes de pedorretas y de argumentos olvidables.

En esta ocasión cuenta con los británicos Simon Pegg y Nick Frost como cabezas de cartel y como autores del guion. Sin embargo esto no eleva a calidad del conjunto respecto a los largos anteriores del director. "Paul" nos narra como dos frikis británicos regresan de la comic-con de San Diego, y se encuentran por accidente con el deslenguado alien del título. Así inician un viaje en carretera con chascarrillos tipo "le has dibujado tres tetas, deberías haberle dibujado cuatro", un viaje en el que Paul es perseguido por los agentes del gobierno que quieren volver a encerrarle en el Área 51.

La comedia acaba siendo una road-movie redundante y con unas gracietas que solo logran levatar una mueca de tanto en cuanto. Entre sus caca-culo-pedo-pis que pueden hacer reír si es lo que se va buscando (quien espere una comedia a lo "Pulp Fiction" (1994), "In The Loop" (2009), "Shrek" (2000), "Campeones" (2018) y demás... se va a sentir tremendamente decepcionado ante la falta de imaginación y viveza en sus salidas humorísticas) no tenemos un desarrollo argumental singular y mimado, sino más bien rutinario y trillado de persecuciones y demás.

Es una pena porque sus protagonista se esfuerzan y logran sacar algo de complicidad a sus roles de cuarentones orgullosamente "loosers" y "geeks", además por la cinta pululan nombres tan interesantes como los de Sigourney Weaver o Kristen Wiig (ambas desaprovechadísimas y en roles que acaban reducidos a cameos testimoniales), y el C.G.I. del alienígenas está realmente logrado. La realización por su parte es aceptable y confortable, pero en ningún caso vistosa y destacada.

Así pues nos queda una comedia al nivel de "Y entonces llegó ella" (2004), "Scary Movie 5" (2013), "Dick y Jane, ladrones de risa" (2005), "Jack y su gemela" (2011), "Sigo como Dios" (2007), "Doce fuera de casa" (2005) o "R3sacón" (2013). Que tienen su público y quedará ajustadamente satisfecho con "Paul", pero el espectador adulto medio puede elegir algo más incluso si se trata de humor estadounidense (y para muestra comedias más inspiradas como "Aterriza como puedas" (1980), "Scary Movie" (2000), "Con faldas y a la loco" (1959), "Un golpe con estilo" (2017), "Una terapia peligrosa" (1999), "Deadpool" (2016), "Loca academia de policía" (1984), "Resacón en Las Vegas" (2009), "Sister Act" (1992), etc).

Lo mejor: Me quedo con la labor actoral.
Lo peor: El guion en su vertiente "humorística".
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ana y el rey
Ana y el rey (1999)
  • 5,9
    12.960
  • Estados Unidos Andy Tennant
  • Jodie Foster, Bai Ling, Chow Yun-Fat ...
7
Encantadoramente afable.
Tras los dos largometrajes predecesores (el más afamado siendo el de 1956 con Deborah Kerr y Yul Brynner a la cabeza del reparto, y entonando las canciones del musical de Broadway que se hizo sobre la novela) nos llegó en 1999 la tercera película que adaptó la novela semibiográfica de Margaret Landon.

Con una equilibrada y delicada mezcolanza entre los hechos históricos acaecidos (todo lo que envuelve al extinto Reino de Siam (reciclado en el actual Reino de Tailandia con una monarquía Constitucional pero con la misma Casa Real Chakri), a sus conflictos geopolíticos y a sus modos vivendi... incluyendo el pasado monástico del Rey o sus decenas de "esposas" y su casi centenar de hijos/as. Quien vea muy poco creíble que el Rey de esta película tuviera más de 50 hijos... que sepa que en la realidad tuvo más de 80) y la pura ficción (el romance platónico o las transgresiones que la protagonista realiza sin apenas consecuencias... llegando hasta ser convertida en una especie de heroína local. La realidad no fue tal ni mucho menos), "Ana y el Rey" se conforma como una ficción elegante, ilustrativa y emotiva siempre en su justa medida.

Durante la época colonial victoriana, la viuda británica Anna Leonowens (Jodie Foster) se muda desde la India con su hijo (un jovencísimo Tom Felton antes de ser el afamado Draco Malfoy, rival de Harry Potter en el Colegio Hogwarts) hasta Bangkok para trabajar al servicio del Rey de Siam (Chow Yun-Fat) como profesora de inglés (y demás) de todos sus hijos (que juntos forman un colegio entero). La protagonista posee una férrea personalidad con principios inquebrantables que chocarán de tanto en cuanto con la cultura siamesa de la época, sin embargo poco a poco se forja una amistad y un respeto mutuo entre profesora y Rey (y hasta cierto amor platónico). A esto se suman conspiraciones palaciegas, otros romances prohibidos, conflictos de intereses, y rivalidades y amistades infantiles entre los más pequeños del reparto.

Tenemos pues una cinta bien cargadita de temáticas y de aristas, algunas desarrolladas con más pericia que otras (la cinta siempre se toma las licencias muy justas respecto a las vivencias palaciegas para no perder credibilidad dentro de su lore. La forma de orientar la educación del primogénito se desarrolla con gran humanidad y tacto. Y el tema de la relación entre sus dos protagonistas se trabaja con gran capacidad. Ya que es complicado que el espectador se crea a priori que los personajes se respeten mutuamente dadas sus sonadas diferencias éticas, sin embargo la cinta jamás se mete en berenjenales que no le corresponden y nos presenta a un Rey que desea cambiar muchos de los cánones establecidos (de ahí la contratación de esta Occidental) como históricamente sucedió en cierta forma, y nos muestra a una británica que se sitúa siempre como una extranjera obligada a acatar las normas de sus anfitriones. Pero por otro lado la subtrama de la conspiración militar es más básica que la del "Pearl Harbour" (2001) de Michael Bay, desde luego no estamos ante unas estratagemas militares a lo "Braveheart" (1995) o "Black Hawk derribado" (2001)) pero siempre hiladas de forma cohesionada y vehemente. Tiene el film gracias a este atildado ensamblaje un impulso de lo más agradecido a pesar de su excesiva duración (pues, aunque lo que nos cuentan nos lo cuentan con suficiente astucia y multidimensionalidad, la cinta puede pasar sin unos cuantos de sus minutos), es un metraje que apenas aburre y que además se observa con cierto interés dado el esplendoroso minicosmos por el que se mueve, y dadas las pugnas y sentimientos por los que navegan sus personajes. Un guion destacado, que no sobresaliente, sirve de sostén fluido (ya es más si tenemos en cuenta el musical de 1956 que...
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Super Mario Bros: La película
Super Mario Bros: La película (2023)
  • 6,6
    16.917
  • Estados Unidos Aaron Horvath, Michael Jelenic
  • Animación, (Voz: Chris Pratt, Anya Taylor-Joy) ...
6
Una fantasía fan... es lo que hay.
Que los videojuegos y el cine no se suelen llevar bien es una obviedad. Basta con echar un ojo a engendros del celuloide como "Prince of Persia" (2010), "Tomb Raider: La cuna de la vida" (2003), "Uncharted" (2022), "Assassin's Creed" (2016) o "Street Fighter: La leyenda" (2009)... o a mediocres pasatiempos como los "Tomb Raider" de 2001 y 2018 con Angelina Jolie y Alicia Vikander. Pero últimamente con los avances en el mundo de la animación 3D nos hemos topado con algunas cintas de aventuras familiares que han incorporado con puntería (y fidelidad a su espíritu original) a personajes emblemáticos de los videojuegos (me refiero por supuesto a la saga cinematográfica de "Sonic").

Y este "Super Mario Bros. La película" sigue ese atinado tono. No entraré a calificar la película a imagen real de 1993 basada en este personaje estandarte de los videojuegos de plataforma, pues no la he visto... pero la propuesta de situar a los actores de cine de carne y hueso en un mundo corriente con las tramas de Super Mario... me parece tan desacertada como la de hacer lo mismo con las tramas de "Dragonball" (y así le fue a "Dragonball Evolution" (2009)). Así que me centraré en analizar este largo que sí he tenido el gusto de disfrutar. Porque sí, para los jugones y/o jugonas, "Super Mario Bros. La película" es un disfrute... contenido, pero disfrute al fin y al cabo.

Y es que la cinta nos enriquece con una animación tan fidedigna a los últimos juegos de Mario de "la gran N" como enamoradora (¡qué maravilla el detalle de cada pelo de los bigotes!). El Mario tan afable y festivo de "Super Mario Oddysey" está aquí... y también el Toad de "Captain Toad: Treasure Tracker", o el Luigi más tiernamente miedica de "Luigi's Mansion 3". Pero así con todos los personajes emblemáticos, que tienen un diseño magnífico y unos movimientos superlativos. Y los mundos no le van a la zaga con el colorido tan medido y fulgurante acorde a los productos a los que se homenajea (Mario Kart 8 incluído).

Desde luego Aaron Horvath y Michael Jelenic han conseguido meternos literalmente en los videojuegos a los que hacen referencias (que son muchos...
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3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Triple frontera
Triple frontera (2019)
  • 5,8
    12.168
  • Estados Unidos J.C. Chandor
  • Oscar Isaac, Ben Affleck, Charlie Hunnam ...
5
Ocean's chapuzas.
De la mano de Netflix nos llegó en 2019 este largometraje de intriga y acción, que resulta bastante por encima de la media de lo habitual en el cine de acción comercial de trama exigua. Pues "Triple Frontera" sabe medir mejor los tiempos a la hora de mantener el suspense y la intensidad de una curiosa premisa (unos ex-militares que organizan un plan de atraco a un narcotraficante colombiano en su mansión. Pero el viaje de vuelta con el dinero acaba teniendo más obstáculos de los deseados), que tampoco es que desarrolle su temática de "heist movie" con una amplitud inusitada (esto no es "Plan oculto" (2006)) ni con unos matices singulares (esto no tiene la comedia arrebatada y glamourosa de "Ocean's Eleven" (2001) y sus personajes, ni tampoco la sorna y humor caustico de "Casino" (1995), "Fargo" (1996) o "Dolor y dinero" (2013)).

No, "Triple frontera" presenta a unos personajes arquetípicos y no los saca de ahí. Están, eso sí, muy bien interpretados por Ben Affleck, Pedro Pascal, Oscar Isaac, Charlie Hunnam y Garrett Hedlund. Pues los cuatro solventan con empaque y naturalidad sus roles que no tienen nada más que el conflicto de si vale o no la pena jugarse más o menos el pellejo por un poco más de dinero a gran escala. El caso que nos propone "Triple frontera" es el típico de "la avaricia rompe el saco" que en casi toda "heist movie" se presenta, pero el caso es que en este largo funciona con eficacia. Este dilema se mueve por el metraje con atracción, y las desventuras de este cuarteto (al que le falta una mayor composición humana para implicar del todo a la audiencia. Ojo a como van contando cadáveres cual Légolas Hojaverde en el mundo de fantasía de la Tierra Media) presentan un suspense y un nervio justo cuando lo pide el relato. Observamos con atención la planificación del golpe, el mismo y sus consecuencias con gran facilidad... una pena que la presentación de personajes se estire con momentos redundantes y el desenlace sufra de lo mismo, porque el ecuador del film es todo un dechado de virtudes del género de acción y del subgénero de robos, con un pulso narrativo de lo más decidido por parte de J. C. Chandor. El director de "Margin Call" (2011) aprovecha los puntos fuertes de su guion (en colaboración con Mark Boal) y los explota con una acción tan resolutiva como vistosa (desde esa "operación pseudo-militar" en la casa del narco hasta esa bajada por la montaña pasando por el atribulado viaje en helicóptero).

Es esto tiene mucha responsabilidad su diseño de producción, más cinematográfico que televisivo. Pues la cinta tiene una cinematografía envidiable, con una iluminación perfecta en todas sus escenas, con un despliegue de escenarios (rodados en Colombia y Hawaii) selváticos, montañosos y vetustos impregnantes en el mejor de los sentidos, con un sonido de notable edición y mezcla, con un vestuario y maquillaje muy oportunos (lo mismo se puede decir de su asceta banda sonora) y con unos efectos especiales de lo más dignos.

Así que, si bien a nivel argumental "Triple frontera" se queda en lo justito pero capacitado como cinta de palomitas que es, a nivel audiovisual pone el resto para conformar un producto entretenido en líneas generales... y vistoso por muchos momentos. Es una película recomendable como pasatiempo a todo público adulto (e indispensable a los más fans de la acción o de alguien de su reparto), como cinta de robos está por encima de "Un golpe brillante" (2013), "La última gran estafa" (2020), "The Code" (2009), "Viudas" (2018), "21 Black Jack" (2008), "Ocean's 8" (2018) o "Tres mujeres y un plan" (2008) pero por debajo de "Ocean's Eleven", "Casino", "The Italian Job" (2003), "Jackie Brown" (1997), "El palo" (2001) o "Drive" (2011)... digamos que se queda al nivel de "Un golpe con estilo" (2017), "Oceans Twelve" (2004), "Un plan brillante" (2007), "La cuadrilla de los once" (1960), "Ahora me ves" (2013) o "La trampa" (1999). Y si hablamos de largos de acción con militares de por medio... esto no le llega ni a la suela de los zapatos de "Black Hawk derribado" (2001), "Salvar al soldado Ryan" (1998) o "Hasta el último hombre" (2016), sino que se queda por los lares de "Invencible" (2014), "Che" (2008), "La legión del águila" (2011) o "Monuments Men" (2014).

Lo mejor: La secuencia del robo.
Lo peor: La alongada sin motivo (pues no nos dicen nada que no repitan una y otra vez) presentación de los dos protagonistas (Isaac y Affleck).
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Merlín el encantador
Merlín el encantador (1963)
  • 7,1
    27.745
  • Estados Unidos Wolfgang Reitherman
  • Animación, (Voz: Sebastian Cabot, Karl Swenson) ...
5
Rey de segunda categoría.
El decimoctavo largometraje animado de Walt Disney adapta la leyenda artúrica del folklore británico. Y lo hace muy... digamos que libremente. Basada en el enfoque que hizo T. H. White de esta fábula con su novela "La espada en la piedra" de 1938, "Merlín, el encantador" altera el relato original del Rey Arturo (pues para cuando la leyenda ya incluía al mago Merlín, también se incluida a la familia de Arturo y a su padre el ladino Rey Uther Pendragon. Mientras que aquí el protagonista Arturo es un huérfano sin pasado alguno que reclamar, y sin motivaciones para obtener el Trono) y lo simplifica e infantiliza hasta cotas inusitadas. Así que no, en "Merlín, el encantador" lamentablemente no tenemos una trama para todos los públicos que además aporte matices inmensos a sus personajes y sus circunstancias a lo "El Rey León" (1994)... o si me apuran a lo "La bella y la bestia" (1991), "Pocahontas" (1995) o "La sirenita" (1989).

Tampoco tenemos en "Merlín, el encantador" unas escenas musicales memorables a inspiradas a lo "La cenicienta" (1950), "La bella durmiente" (1959) o a lo "Blancanieves y los siete enanitos" (1937) a pesar de que aquellas contaban con un enfoque argumental bastante parejo al film que nos ocupa. Pues en "Merlín, el encantador" tenemos a un protagonista huérfano que se encuentra por casualidad con el Merlín del título y a partir de ahí el mago le enseña al niño a usar el ingenio a costa de transformarlo en diferentes animales. Una película que otorga más ahínco (que no desarrollo) en el valor de la educación infantil (el mentor no para de decirle al niño que tiene que estudiar para valerse en la vida) que en las aventuras de fantasía medieval.

Así pues de Merlín y Arturo el film solo tiene los nombres, pues este Arturo bien podría haberse llamado "Perico de los palotes" y hubiera dado igual. Lo mismo se puede decir de un Merlín bastante alejado del legendarium original. Esta cinta tiene más en común con "La cenicienta" y con los cortos de "Chip y Chop" que con la leyenda del Rey Arturo.

Pero bueno, corramos un tupido velo y aceptemos que la cinta no trata de recrear con agudeza estos lances de fantasía sino que intenta ser una moralina infantil a través de una serie de instantes de humor físico... más o menos atinados. Pues la cinta es una sucesión de huidas, persecuciones, castañazos, golpes y traspiés ya sea en las formas humanas de Merlín o Arturo o en sus formas animales. Una sucesión de gags pueriles que al menos se dan con concisión y cierto progreso argumental (la cinta apenas llega a la hora y cuarto), a la vez que se nos presentan con una paleta de colores maravillosa. Pues el film es pictóricamente notable, con un abanico de escenarios de parajes naturales realmente detallistas, diversos y de frondosa inspiración, el diseño de los personajes en sus formas animales es también un baluarte del conjunto (pues ofrecen unos trazos curiosos y unos tiernos movimientos. Destacaría a Merlín como ardilla y a Arturo como pajarito), y las notas musicales resultan espabiladas y alegres (que no sobresalientes, esto no es "La bella y la bestia", "Peter Pan" (1953), "Blancanieves y los siete enanitos", "El libro de la selva" (1967) y demás) para infundir al relato una viveza que necesita dado el desarrollo argumental tan básico.

Así que estamos en definitiva ante una obra menor de Disney, pero en ningún caso abúlica y hastiante. Es resultona para todo público (niño y adulto), y se conforma como una especie de "La cenicienta" para niños que desde luego pudo dar más dimensiones y agudeza en su trama. Entretiene... pero es fácilmente olvidable (algo que los largos de Disney más punteros evitan con creces). No es el desastre de "Bolt" (2008) o "El Emperador y sus locuras" (2000), pero ni está a la altura de obras maestras Disney como "El Rey León", "Blancanieves y los siete enanitos" o "La bella y la bestia" ni a la de cintas tan dignas y revisionables como "Rompe Palph" (2012), "Pocahontas", "Big Hero 6" (2014), "Mulán" (1998) o "Frozen" (2013). Digamos que se encuentra en el grupo de "Taron y el caldero mágico" (1985), "El jorobado de Notre Dame" (1996), "Raya y el último dragón" (2021) o "Tiana y el sapo" (2009). Solo recomendable a los más incondicionales de Disney, niños y mayores. El resto no se pierde nada, ni nuevo ni mejor.

Lo peor: Su guion...
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Gotham (Serie de TV)
Gotham (2014)
Serie
  • 6,5
    9.506
  • Estados Unidos Bruno Heller (Creador), Danny Cannon ...
  • Ben McKenzie, Donal Logue, David Mazouz ...
4
Un Batman sin Batman.
Tras el gran éxito comercial de la serie/precuela del personaje de Superman "Smallville" (2001-11) de la que me reservo la opinión para la crítica ya realizada, nos llegó por parte de Warner Bros. la serie/precuela de Batman "Gotham". Al contrario que "Smallville" que ofrecía un tono más simple y edulcorado en sus tramas troncales y episódicas, "Gotham" nos presenta a unos personajes principales (un joven detective James "Jim" Gordon (Ben McKenzie), unos niños casi adolescentes Bruce Wayne (David Mazouz) y Selina Kyle (Camren Bicondova), un atlético Alfred Pennyworth (Sean Pertwee) y unos incipientes Oswald Cobblepot (Robin Lord Taylor) y Edward Nygma (Cory Michael Smith) entre otros)) más claroscuros, con una evolución decente a lo largo de sus temporadas.

Ahora bien, no le pidan peras al olmo. Pues "Gotham" sufre de las constricciones que le obliga su calidad de precuela, ya que este Bruce Wayne va insinuando lo que puede llegar a ser... y que nunca es. Y esto es un justiciero eficaz, con un núcleo moral irrompible y con una personalidad magnética y multiversada. Todo esto por desgracia no lo podemos ver en "Gotham" en ningún momento, y no es por culpa de un Mazouz que encaja como un guante en su papel de púber intelectual, idealista e introvertido, sino por culpa de unos guiones que sientan precedentes pero jamás nos legan los resultados de ello (algo que por ejemplo series como "DC's Titans" (2018-), "Supergirl" (2015-21), "DC'S Doom Patrol" (2019-), "Black Lightning" (2018-21) o "The Flash" (2014-) no sufren), te dejan al alcance una golosina para luego no poder tomarla y saborearla. Eso es algo que también padecen en cierta medida el resto de sus personajes protagonistas (un Jim Gordon también actuado con gran naturalidad y solidez por parte de McKenzie (da gusto como encaja en este rol, al contrario que en productos como "The O.C.", aquí sí se siente cómodo) o un Alfred (con un solvente Pertwee) más dubitativo a la hora de tratar con su protegido y empleador).

Curiosamente, al tener más vía libre a la hora de juguetear con ellos, el abanico de villanos es el que sale mejor parado de este invento (que no deja de ser una serie policíaca procedimental... con un poco de absurda locura en sus devaneos criminales y sus resoluciones)... siempre si obviamos (cosa a la que muchos espectadores, entre los que me incluyo, se nos hace no difícil sino imposible) las mil y una desapariciones, muertes, cambios de bando y resurrecciones para estirar el chicle hasta sus 5 temporadas de más de 20 episodios cada una. Y es que las conspiraciones, robos y puñaladas por la espalda que vive este elenco de villanos peculiares (una de las grandes virtudes del universo Batman es su galería de carismáticos y singulares villanos. Solo el universo de Spider-Man puede soportar las comparaciones, y aun así tampoco llega a la altura de los Joker, Catwoman, Espantapájaros, Hiedra Venenosa, Sombrerero Loco, Pingüino, Dos Caras, Harley Quinn, Capucha Roja, Hush, Bane y compañía) son interpretadas por sus actores con gran maestría y atracción (habiendo visto "Batman vuelve" (1992), "Batman Forever" (1995) y "The Batman" (2021) puedo decir sin riesgo a equivocarme que aquí tenemos al Oswald Cobblepot más curioso, dispuesto, y divertido. Pero no le van a la zaga este Edward Nygma ni este Harvey Bullock (Donal Logue) ni tampoco un nuevo villano creado en exclusiva para la serie: el interpretado por Jada Pinkett Smith).

Es la labor actoral junto a una fotografía (que evoca al cine noir sin perder por ello una calidad inmensa en su grano y en sus fotogramas) de grises tonalidades y de vestuario y maquillaje magníficos lo que alzan a "Gotham" hasta resultar casi un producto de entretenimiento eficiente. Pero ese problema de no poder poner toda la carne en el asador, de no poder ofrecer los combates de Batman/Bruce Wayne y sus indagaciones detectivescas en su apogeo, y de no poder darnos las relaciones de este protagonista con los personajes de su entorno de forma resolutiva (pues no es lo mismo ver la relación Batman/Bruce Wayne en "Gotham" que verla en "Batman vuelve" o "El Caballero Oscuro: La leyenda renace" (2012), lo mismo se puede decir de la relación Batman/Bruce Wayne y el Joker... que no es lo mismo observarla aquí que en "El Caballero Oscuro" (2007) o "Batman, la serie animada" (1992-95)) lo que empequeñecen a este pasatiempo... que siempre deriva en tramas criminales alongadas de forma un tanto disparatada (y no en el buen sentido de la palabra). Un problema que "Gotham" arrastra durante sus cinco temporadas.

Nunca llega a ser el dislate de "Smallville", pero desde luego ni como producto Batman ni como serie policiaca está entre las más eficientes. Solo para muy muy fans de todo lo que tenga que ver con Batman y sus personajes (aunque de seguro habrán visto productos mejores) y los muy seguidores de las series criminales de ficción superficiales. Absténgase el resto.

Lo mejor: Las actuaciones (siempre mantenidas a un notable nivel) de Robin Lord Taylor, Jada Pinkett-Smith, David Mazouz, Cameron Monaghan, Sean Pertwee y Cory Michael Smith en especial... y todas en general.

Lo peor: Su limitación en el desarrollo argumental.
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Snowden
Snowden (2016)
  • 6,4
    10.969
  • Estados Unidos Oliver Stone
  • Joseph Gordon-Levitt, Shailene Woodley, Melissa Leo ...
6
Centrada intriga sobre uno de los filtradores más famosos.
Oliver Stone dirige este biopic que relata la entrada de Edward Snowden (Joseph Gordon-Levitt) en el mundo del cyberespionaje norteamericano (básicamente la C.I.A. y la N.S.A.)... y su renuncia por principios, así como sus sonadas filtraciones sobre las prácticas nada éticas de los gerifaltes norteamericanos.

"Snowden" es una cinta de intriga y drama muy correcta, pero en ningún caso soberbia. Nos presenta un argumento con chicha e interés: un recorrido por los entresijos de las vigilantes Agencias estadounidenses muy curioso y fehaciente (que no deja de implicar a más de medio mundo. Esa cantidad de personas que comparten parte de su vida por la red), y unos dilemas morales tan sencillos como cercanos. Quizás la parte que más cojee del relato sea la subtrama personal del protagonista con su novia (Shailene Woodley), pero aun así se trata con suficiente tacto y naturalidad (aunque desde luego pudo dar mucho más a nivel de ingenio, ímpetu y astucia).

Tenemos pues una temática que atrae con cierta inclinación desde el principio hasta el final de la trama. Una propuesta que cuenta con un material de base que muy mal se tendría que haber llevado a escena como para no dar al menos un largo ameno e ilustrativo para todo público adulto. El problema no es un guion deleznable sino uno básico. Y es que "Snowden" apenas se diferencia de otros productos de corte similar (ese subgénero basado en hechos reales de intrigas entre espías con conspiraciones gubernamentales de por medio) como puedan ser "Secretos de Estado" (2019), "El quinto poder" (2013), "The Report" (2019), "Infiltrado" (2016)... o incluso aquellos cuyo guion sea de pura ficción como "¡El soplón!" (2009) o "Sneakers" (1992). "Snowden" se limita a exponer las malas praxis de las divisiones informáticas de la C.I.A. y la N.S.A.... y a hacer de su protagonista un personaje bastante arquetípico en su "despertar" y su abandono. Tal vez en la vida real fuera así de sencilla la entrada y salida de Snowden de ese nido de víboras, pero trasladado al largometraje se queda como el típico personaje que cae en los abismos para arrepentirse después.

Un enfoque bastante limitado, clásico y trillado para un argumento que pudo dar mucho más de sí que lo que nos ofrece... aunque lo que nos ofrezca sea más que suficiente. ¡Vamos que "Snowden" está más cerca de "El legado de Bourne" (2012) que de "El mito de Bourne" (2004). Y como biopic es más parejo a "Barry Seal" (2017), "Imperium" (2016), "El instante más oscuro" (2017) o "La verdad duele" (2015) que a "Invictus" (2009), "Lincoln" (2012), "Día de patriotas" (2016), "El lobo de Wall Street" (2013) o "American Gangster" (2007). También es el estilo habitual de Stone (admito que no soy demasiado fan de su cine y prefiero a otros directores prominentes a la hora de enfocarse a hechos reales (Eastwood, Scott, Spielberg o Scorsese).

Un estilo clásico pero competente en su objetivo de distraer siempre a la audiencia y enriquecerla muy levemente gracias a su contenido basado en hechos reales. Lo mismo que respecto al guion se puede aplicar a su puesta en escena, con una fotografía que no va a pasar a la historia pero con algunos planos "marca de la casa" (ojo a esa conversación telemática de Snowden con su mentor) que imprimen las sensaciones que pretenden de ahogo, imposición o agobio en sus planos/contraplanos y planos subjetivos. Hay en "Snowden" además un diseño de producción opulento, con gran variedad de escenarios francos y estilizados, ya sea en exteriores o interiores. Los actores además cumplen con oficio sus roles, a pesar de ser éstos bastante limitados (incluso este Snowden no tiene demasiado trabajo más allá del tópico, pero Gordon-Levitt lo enriquece con gran personalidad).

Así pues tenemos un conjunto recomendable a todo público interesado en estos hechos en particular, pasará un buen rato de entretenimiento y erudición con el film... aunque no tenga en "Snowden" el mejor biopic de la historia, un largometraje inolvidable (de eso pueden presumir otros biopics como "La lista de Schindler" (1993), "Braveheart" (1995), "Mar adentro" (2004), etc.). El resto de la audiencia puede verse invitada a abandonar el visionado en algunos puntos... para luego volver a ser atraída por lo que nos están contando (no tanto por el cómo). Indispensable para los fans de Oliver Stone (especializado en los biopics con mayor ("JFK" (1991), "Platoon" (1986)) o menor ("Alejandro Magno" (2004)) fortuna... y también con usual fortuna como el "Snowden" que nos ocupa).

Lo mejor: Su temática.
Lo peor: Su mundaneidad a la hora de desarrollarla (no, aquí no hay un riesgo que realce la trama a lo "Yo, Tonya" (2017) o "El lobo de Wall Street").
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Black Panther: Wakanda Forever
Black Panther: Wakanda Forever (2022)
  • 5,4
    12.406
  • Estados Unidos Ryan Coogler
  • Letitia Wright, Angela Bassett, Winston Duke ...
5
Atlantis contrahecho.
Continuación "sui generis" de uno de los mejores largos (que tampoco es que fuera una obra maestra) basados en los cómics de MARVEL: "Black Panther" (2018). Haciendo analogía con la trágica muerte de su actor protagonista Chadwick Boseman (fallecido de cáncer a temprana edad), el film nos narra como la muerte del Black Panther original T'Challa (Boseman) hace replantearse al país de Wakanda su seguridad. Con la hermana del fallecido (Letitia Wright) tratando de pasar página y recoger el manto de su hermano, el país de Wakanda se verá amenazado no solo por las potencias occidentales sin sus recursos naturales, sino también por un reino submarino que hasta entonces vivía oculto de los ojos del resto.

"Black Panther: Wakanda Forever" adapta vagamente los números "Doomwar" de MARVEL donde la nueva Pantera Negra es la hermana de T'Challa... mientras que nos incluye la primera incursión en el celuloide del mundo de Atlantis de MARVEL (aquí llamado Talokan para no coincidir en nombre con las películas de "Aquaman" de DC cómics) con Namor y compañía.

Pero "Black Panther: Wakanda Forever" tiene un problema en su concepción que no es otro que el de ofrecer algo ya visto y de mejor manera. Y no me refiero solamente a ese mundo submarino que gozaba de un estilismo más fulgurante en "Aquaman" (2018) así como de unos personajes con mayores dosis de carisma y sorna cómica. Me refiero también a ese conflicto bélico entre potencias y esos enfrentamientos entre rivales de clanes y demás. Es una fórmula que MARVEL Studios ya ha tocado en innumerables ocasiones, tanto que resultan ya casi indistinguibles los instantes en "Vengadores: La era de Ultrón" (2015), "Capitán América: Civil War" (2016), "Vengadores: Endgame" (2019) o "Thor: Ragnarok" (2017) de no ser por los diferentes nombres y acentos de los villanos, héroes y antihéroes de cada film. Y "Black Panther: Wakanda Forever" llega bastante tarde a la fiesta marvelita, y además llega con parsimonia, rutina y falta de chispa humorística o dramatismo hondo y complejo. Desde luego estamos ante un guion tan simple y básico (la peor parte se la llevan muchos de sus secundarios como "la niña-genio que todo el mundo quiere secuestrar", "los ignorantes espías de la C.I.A. (¿para qué salen en la cinta si no resultan relevantes para ninguna trama?, Flaco favor han hecho a los enormes Martin Freeman y Julia Louis-Dreyfus)" o "los malvados españoles conquistadores") como falto de imaginación o hechuras. No llega a niveles de idiotez excesivos, no atropella a su propio universo... pero tampoco lo dota de unos personajes de transformación medrada (esto no es "Batman Begins" (2005) o "El caballero oscuro" (2007) por desgracia) o de situaciones vehementes y singulares. Digamos que tira más hacia "Ant Man" (2015) o "Daredevil" (2003) que hacia "Guardianes de la galaxia" (2014) o "X-Men" (2000) si de largometrajes basados en los cómics de MARVEL se refiere.

Y así, con un libreto timorato y desganado, pues tenemos un entretenimiento bastante anecdótico y resultón pero nada más (ni nada menos). Un largo que se deja llevar por una fórmula con estándares y automatismos. Algo que contentará a los muy muy incondicionales del cine marvelita más comercial tanto como para repetir su visionado de casi 3 horas. Pero el resto (como admito que es mi caso) se conformará con sobrellevar el film durante su excesivo metraje (para contar lo que nos cuentan cómo nos lo cuentan... no eran necesarios tantos minutos, y eso se nota en ciertos planos que se estiran con bastante exasperación. Aunque por fortuna no es la tónica habitual en un progreso de aventuras rítmico pero revisto) ya que al menos contamos con unas escenas de luchas coreografiadas con gusto, un C.G.I. impoluto en su cinematografía (no tanto en su diseño, que parece...
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Bambi
Bambi (1942)
  • 6,6
    73.478
  • Estados Unidos David Hand
  • Animación, (Voz: Hardie Albright, Janet Chapman) ...
7
Clásico por méritos (pictóricos) propios.
Y no tanto por méritos argumentales. Pues "Bambi", basada en la novela juvenil del mismo nombre escrita por Felix Salten en 1923, nos presenta una crónica realmente sencilla... para bien y para mal. Natural y cadenciosa en sus avatares... pero también bastante arquetípica e infantiloide. Todo en Bambi se simplifica, a veces con una crudeza eficaz (ese enemigo difuso que es "el hombre" se deja notar con una contundencia tan reconocible como terrorífica) y a veces con una bobería artificiosa (caso de los apareamientos, que se muestran en primer momento con más tino que en las escenas finales). Pero el guion de Perce Pearce y Larry Morey no es malo ni mucho menos, pues no se excede en idioteces, no presenta puntos muertos y siempre logra acercarse a la audiencia de todas las edades con cierta habilidad cómplice. ¡Vamos que de Disney Animation las hemos visto con desarrollos argumentales peores!, sin ir más lejos tenemos a "Taron y el caldero mágico" (1985), "Oliver y su pandilla" (1988), "Vaiana" (2016) o "Chicken Little" (2005). Pero que pudo ser un "El Rey León" (1994) si hubiera tenido mayores miras argumentales y no lo es, también es una obviedad. Pero lo que nos ofrece a nivel de libreto es suficiente a nivel global como para sostener el gran prodigio del film que no es otra cosa que su animación artesana.

Porque estamos ante el que fuera el quinto largometraje de la historia de Disney en la gran pantalla... y estamos ante el mejor a nivel escénico de estos cinco (y eso que "Bambi" tenía precedentes majestuosos como "Blancanieves y los siete enanitos" (1937) o "Fantasía" (1940)). El largo es sencillamente enamorador en sus dibujos (aunque la banda sonora sea aceptable pero olvidable a todas luces). La forma de conseguir esa vistosa y bella profundidad de campo en el bosque tan bien perfilado se da por una superposición profusa que hechiza. Los que somos amantes de la naturaleza y nos embobamos con un paisaje de árboles y praderas vamos a sentir unas gratas sensaciones muy similares al contemplar esta cinta, el uso de tonalidades en todas las estaciones y hábitats es exquisito. Pero el diseño y movimientos de los personajes no se quedan atrás, desde el más secundario de los pajaritos que marida a la perfección su ternura animal y sus rasgos imaginativos de humanidad hasta el protagonista se nos torna adorable. Y así todo sucede en esta cinta con un gusto eficiente, en un metraje que apenas llega a la hora y diez minutos de duración. Unas amistades, amores y rivalidades muy básicos pero igualmente reconocibles... todo envuelto en unos trazos portentosos. No soy de las personas que salta la lagrimita en cierto momento en el que muchos lo hacen, lo admito, pero la disfruto tenga la edad que tenga por mi pasión cinéfila. Es un largometraje muy recomendable a todo público (indispensable para los más peques de la casa, aunque en la dilatada historia de Disney Animation Studios van a encontrar films con guiones más acabados y repletos que este "Bambi"... así que dudo que este film se convierta en el favorito de algún niño espectador actual), pero aléjense los que no toleren la animación familiar en pantalla. Pues "Bambi" no es una película capaz de traspasar a su propio género con la astucia de, por ejemplo "La bella y la bestia" (1991), "Shrek" (2001), "El Rey León" o "Del revés" (2015), pero que le ganan la partida a la mayor parte de los largometrajes Disney clásicos (como "Merlín, el encantador" (1961), "Alicia en el País de las Maravillas" (1951), "La cenicienta" (1950), "Tiana y el sapo" (2009) o "La bella durmiente" (1959) o "Robin Hood" (1973)). Digamos que a nivel global "Bambi" se pone al mismo notable nivel como cinta animada para todos los públicos de "La dama y el vagabundo" (1955), "Mulán" (1998), "Dumbo" (1941), "Tarzán" (1999) o "Pocahontas" (1995).

Lo mejor: Su asombrosa y deliciosa animación.
Lo peor: Su guion (en absoluto terrible, pero sí limitado).
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Lady Bird
Lady Bird (2017)
  • 6,6
    27.314
  • Estados Unidos Greta Gerwig
  • Saoirse Ronan, Laurie Metcalf, Lucas Hedges ...
5
No es para tanto.
En su segundo largometraje como directora y guionista, Greta Gerwig nos ofreció un "dramedy" sobre la vida adolescente en Sacramento de Christine MacPherson "Lady Bird" (Saoirse Ronan). Una criaja que está pasando por la típica y irremediable época adolescente ("el pavo", para que nos entendamos) donde siempre se la toma con los padres, se tiene un concepto de la vida egocéntrico y se pasa por una montaña rusa de emociones y cambios de humor. Una transición de la inmadurez a la madurez que es tan obligada como (afortunadamente) breve.

Todos hemos pasado por esa catarata hormonal, y nos hemos dado cuenta después de las (in)ofensivas tonterías que hicimos o dijimos. "Lady Bird" hace un retrato fidedigno de esa época... para bien y para mal. Pues la parte buena que se puede decir de su guion es que nos identifica con esa etapa de la vida, y la parte mala es que ese punto de vista adolescente se mantiene en esa forma superficial y ensimismada en todo momento. No tenemos en "Lady Bird" pues reflexiones adultas o personajes hondos, pues los avatares de esta acomodada (sí, acomodada aunque ella no lo crea así) niña se limitan a los cabreos con la madre, los romances someros y frívolos, y los arrejuntamientos con amigas (¿qué adolescente femenina no ha vivido los cambios de grupitos de amigas y las rencillas que se producen con esos cambios entre los grupos?). Unos temas que pueden interesar al público púber, pero que al público adulto nos llega a aburrir y nos hace desconectar por momentos. Pues en "Lady Bird" no estamos ante un humor en sus situaciones de una ironía desatada (ni siquiera cuando más lo intenta el metraje) ni ante unos dramas multiversados y trabajados. No, "Lady Bird" es un relato desarrollado con bastante rutina a pesar de su complicidad para con el espectador.

El guion tiene las patas cortas (en su tratamiento sobre la juventud le gana la partida "Boyhood" (2014) y eso que tampoco me resulta una obra maestra), por lo que la cinta va ganando enteros gracias a sus interpretaciones. Ronan está magnífica con su caprichosa, curiosa e intensa protagonista, saca oro de su personaje con un carisma cercano y una naturalidad maravillosa. Lo mismo se puede decir de Laurie Metcalf, Lucas Hedges o Timothée Chalamet en roles más secundarios y esbozados. La realización por su parte es atinada, pero en ningún caso destacada. Gerwig hace buen uso del plano/contraplano y los planos recurso, pero ahí acaba su labor. Es más preponderante el lucido vestuario y maquillaje, así como la singular banda sonora de Jon Brion (que hace un divertido uso de los instrumentos de viento. En especial en los créditos iniciales, pero esas melodías no dejan de hacer acto de presencia durante el largo).

Virtudes que realzan y elevan la experiencia cinematográfica. Aun así, no evitan que el espectador medio maduro desconecte de tanto en cuanto dada la mundaneidad del desarrollo argumental. Solo recomendable a los cinéfilos más aficionados a los "dramedys", a los fans de alguien de su reparto (aunque tienen mejores películas en su haber) o al público adolescente. "Lady Bird" no llega nunca al nivel de "dramedys" como "El lado bueno de las cosas" (2012), "Los descendientes" (2011) o "No te preocupes, no llegará lejos a pie" (2018), pero se se queda en un "A propósito de Schmidt" (2002), "Todo lo demás" (2003) o "Si de verdad quieres" (2012).

Lo mejor: Me quedo con la actuación de Ronan y la banda sonora de Brion.
Lo peor: Su guion.
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El resplandor
El resplandor (1980)
  • 8,2
    149.325
  • Reino Unido Stanley Kubrick
  • Jack Nicholson, Shelley Duvall, Danny Lloyd ...
6
"Cuando sean las 5, puede asegurar que aquí no quedará ni un alma".
Film de intriga y terror que nos brindó Stanley Kubrick en 1980, un largo que se torna en clásico emblemático gracias a su singular y atinada puesta en escena... así como por un guion que deja lugar a las cavilaciones e interpretaciones del espectador con gran gusto.

Admito que el thriller no es uno de mis géneros predilectos, y tal vez por ello esta película no me resulto tan maravillosa y sobresaliente como a los más entendidos del suspense y horror. "El resplandor" se me queda en una película tan digna como entretenida... y ya.

La premisa es un libro de Stephen King (que reniega de esta adaptación fílmica al variar ciertos detalles que el escritor considera cruciales. Sin embargo debo opinar que en la adaptación al lenguaje cinematográfico funcionan mejor estas variantes... y a los resultados del telefilm que fue más fidedigno con la novela original me remito) sobre una familia de tres que acepta el trabajo de guardeses de un hotel durante la temporada baja de cierre, pero este hotel esconde muchas turbadoras y espeluznantes sorpresas.

"El resplandor" es la mejor película sobre casas encantadas (hoteles en este caso), una cinta que sabe progresar su argumento con gran mesura y equilibrio, y que guarda instantes de curiosas averiguaciones y sustos perturbadores... hasta llegar a la conquista final de ese hotel con vida propia y abierto a mil teorías sobre su maldición (la mía es...
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Guns Akimbo
Guns Akimbo (2019)
  • 5,6
    8.602
  • Nueva Zelanda Jason Lei Howden
  • Daniel Radcliffe, Samara Weaving, Mark Rowley ...
4
De sarcástica premisa y de puesta en escena insigne... pero de trama redundante.
El artista de efectos especiales Jason Lei Howden debutó en la dirección y el guion con este largo para Amazon Prime Video, una comedia negra que nos relata como Miles Lee Harris (Daniel Radcliffe) debe sobrevivir con un arma clavada en cada mano por culpa de un malvado (Ned Dennehy) que dirige un juego macabro retransmitido online, una suerte de "juegos del hambre" donde los jugadores matan a otros en la vida real y todo se ve online a base de drones y demás. Miles se mete a la fuerza en el juego tras comentarlo y meterse con él por internet.

La premisa es curiosa, nos propone una visión tan pesimista como descarnada de la sociedad "atontada" con el mundo virtual. Por desgracia la cinta nunca llega a desarrollar esos puntos fuertes de su temática, ya que "Guns Akimbo" acaba derivando en un comedia de acción repetitiva que tan solo consiste en ver al personaje "manospistolas" huyendo de los malvados de turno... hasta llegar al "malo muy malo". Los personajes no tienen dimensiones, carecen del más mínimo interés (todos son tópicos andantes, desde el malvado de turno que es malo y punto, pasando por el amigo incondicional o el poli corrupto) y la trama troncal de huidas, persecuciones y final contra el malvado tiene más agujeros que un queso gruyere... y tales incoherencias hacia su propio universo que hacen que arqueemos la ceja si nos preguntamos una explicación.

Desde luego el guion es bastante holgazán e indolente respecto a su trama de acción de enfrentamientos (tampoco es que esperara unas intrigas propias de las cintas con más acción de Christopher Nolan o David Fincher, pero una comedia de acción que fuera capaz de llevarnos con nervio y virajes a lo "La jungla de cristal" (1988), "Deadpool" (2016), "Superdetective en Hollywood" (1983), "Arma Letal" (1987) o "El otro guardaespaldas" (2017) sí que se pudo lograr con algo más de genio en la composición de sus misterios y sus personajes). El humor por su parte es ajustado, tiene algunas situaciones y diálogos de un sarcasmo deleitable... y otras con un humor gore que solo contentará a los muy aficionados a este género. Aun así el sentido del humor tan espabilado de tanto en cuanto es lo mejor a nivel de libreto.

Por otro lado la puesta en escena es primorosa, los gráficos insertados en el primer tercio son una maravilla embobante, el diseño audiovisual tanto de personajes (inolvidable el look de su protagonista en el primer tercio del metraje) como de escenarios son todo un dechado de estilizadas virtudes. Una puesta en escena muy cuidada que no solo triunfa en su diseño de producción, también en una realización briosa que emplea una profusión de planos (aunque en opinión de quien esto escribe se pasa algo de frenada con los giros de la cámara) de lo más orgánica y resolutiva en líneas generales. La banda sonora es aceptable (con temas muy pertinentes para dinamizar el relato... y con otros bastante machacones). Las actuaciones además refulgen, Daniel Radcliffe está comodísimo en el papel y se nota al aportar un inusitada e instantánea complicidad con el espectador, mientras el resto del elenco otorga dignidad a unos roles que son meras comparsas.

Así pues tenemos un entretenimiento que acaba siendo una tontada... para lo bueno y para lo malo. Una mera excusa para ofrecer tiros por doquier y caras de asombro en sus personajes. El desarrollo pedía más y por culpa de la escasez de elaboración argumental la cinta se hace un tanto tediosa para los que no somos incondicionales de la comedia gore o de acción (eso sí, para estos aficionados "Guns Akimbo" se convertirá en un largo indispensable en su haber). Solo recomendable a los seguidores de la comedia adulta en general, y a los fans de Radcliffe en particular. El resto no se pierde nada que no haya visto en los memes que se han hecho de la película con Radcliffe en Hogwarts vs. en "Guns Akimbo". Pues la cinta se acerca en calidad más a telefilms como "La vieja guardia" (2020) que a comedias de acción como "Guardianes de la galaxia" (2014).

Lo mejor: Me quedo con el C.G.I. de los primeros minutos (no por nada Howden es más experto en esto que como guionista).
Lo peor: Diría que el guion en los dos tercios últimos del film.
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Bob Esponja: La película
Bob Esponja: La película (2004)
  • 6,2
    7.201
  • Estados Unidos Stephen Hillenburg, Mark Osborne
  • Animación, David Hasselhoff (Voz: Tom Kenny) ...
5
Para niños... sin perder de vista a los adultos.
Tras el merecido éxito de la serie animada para niños (y no tan niños) de Nickleodeon "Bob Esponja" (1999-) era de obligación que nos topáramos con su primera incursión en el largometraje para salas de cine (luego han seguido un par de largos en cine y televisión). Y "Bob Esponja: La película" sufre de lo mismo que "Los Simpson: La película" (2007), y esto es que no le sienta tan bien el formato de más de una hora. A ambas comedias animadas les sienta mejor el formato de 20 minutos, pues con esa duración son capaces de concentrar las gracias más inspiradas y hacer fluir unos enredos bastante básicos de por sí. En "Bob Esponja: La película" nos encontramos con un protagonista que deberá embarcarse en una aventura marina junto a su inseparable amigo Patricio Estrella para recuperar la corona de Neptuno, y así salvar a su jefe de los malvados planes del antagonista de la serie: Placton. Todo ello envuelto en la misma irreverencia, guasa y sorna de la serie original.

Sin embargo, si bien tenemos en los minutos de "Bob Esponja: La película" varias gotas de humor absurdo ocurrente y de sarcasmo cómplice tanto para niños como para adultos, hay en este metraje mucha paja, con varias escenas estiradas sin necesidad y ciertos gags pueriles demasiado holgazanes como para que despierten ni tan siquiera la mueca en el espectador adulto que acompañe a los críos en el visionado.

No es pues una película animada familiar a la altura de obras maestras como "El Rey León" (1994), "Del revés" (2015), "La bella y la bestia" (1991), "Shrek" (2001) o "Blancanieves y los siete enanitos" (1937), ya que aquí no se cuenta con situaciones multiversadas, con una trama enérgica o con un humor de continuada perspicacia e inspiración. Esto es algo que, dada su concentración argumental, muchos de los episodios de esta serie icónica sí que logran. Pero aquí tenemos más bien una película de animación que no pasa de lo soportable para el público adulto más aficionado a estos personajes acuáticos, pero que hará eso sí las delicias de los niños más fans del universo Bob Esponja. La cinta se pone en la categoría de largos de corte similar como "Ratónpolis" (2006), "Piratas" (2012), "Madagascar 3" (2012), "Lorax" (2012), "Ice Age 4" (2012) o la saga de "Hotel Transilvania". Así que es un film solo recomendable para los más peques de la casa (que se reirán con boberías que a los adultos ya no funcionan) y los muy muy fanáticos de Bob Esponja (a lo Jack Nicholson). El resto se pierde entre poco y nada, aunque no moleste su contemplación en un primer visionado (pues la animación mantiene su sencillo pero singular nivel respecto a la serie televisiva).

Lo mejor: Me quedo con su primer tercio algo más fluído...
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El diablo a todas horas
El diablo a todas horas (2020)
  • 6,5
    14.187
  • Estados Unidos Antonio Campos
  • Tom Holland, Bill Skarsgård, Jason Clarke ...
6
De tiranteces pertrechadas con gusto.
El telefilm de Netflix que adapta la novela del mismo nombre de Donald Ray Pollock es un drama acicalado aunque no sobresaliente. Arvin Eugene Russell (interpretado por Michael Banks Repeta en la época infantil, y por Tom Holland en la época adolescente) es un joven del Ohio profundo tras la 2º Guerra Mundial. Como tal ha sido criado por un padre excéntrico y violento (tras regresar de la guerra con el síndrome de estrés post-traumático) lleno de penas y temores, sin embargo Arvin se topará con mayores amenazas una vez cumpla más años dentro de un pueblo lleno de personajes hipócritas y abusadores entre otros.

"El diablo a todas horas" es una película dramática recomendable, que presume de una factura audiovisual notable. Pues, si bien sus planos/contraplanos y sus planos recurso son de lo más rutinarios, tiene una cinematografía impoluta cargada de detalles, con unos escenarios de época minuciosos y absorbentes, con un diseño de vestuario imponente, pero sobre todo presume de unos escenarios exteriores de primorosa y embrujante ambientación. Unos parajes naturales que embeben al espectador con convicción y astucia. El sonido es impregnante de forma innata, mientras que la banda sonora atina en su elección musical a pesar de no ser original.

Una envoltura que atrae con delicia al espectador más exigente. Pero esto no sería nada si no fuera porque "El diablo a todas horas" arma con elegancia una serie de injusticias, y las tensiona hasta sus venganzas de manera habilidosa. Así pues observamos con cierta implicación todo lo que acontece entre estos personajes malvados, justicieros o claroscuros. El problema del telefilm es que se limita argumentalmente a estos golpes (valga la redundancia) de efecto, a estos crímenes y a su resolución condenatoria. Y es que a "El diablo a todas horas" le falta en sus más de dos horas más aristas en sus personajes (no resulta humano que carezcan de un solo atisbo de sentido en el humor... o de otros gustos vitales. Pues todo en ellos son traumas, imposturas, inseguridades, violencia y abusos) y más desarrollo a unas situaciones que se acotan a esos conflictos delictivos (usualmente encubiertos por el disfraz de la religión en la cinta que nos ocupa).

Lo que quiero decir con esto es que "El diablo a todas horas" pudo ser un "Gran Torino" (2008), un "Cadena perpetua" (1994), un "Mystic River" (2004) o un "Crash" (2004)... pero se conforma con ser un "Nunca más" (2002), un "Martha, Marcy, May, Marlene" (2011) o un "El clan" (2015) y le viene a pasar un poco lo mismo que a "Relatos Salvajes" (2014). Así pues hará las delicias de los que sean seguidores de los dramas tensionados, de las historias personales de ficción que se enfoquen en desatar los rencores y las sentencias. Porque "El diablo a todas horas" presenta y desarrolla estas situaciones con una gran puesta en escena, en esto incluyo a unos actores en estado de gracia a los que jamás había visto tan bien en ningún otro rol (y eso que muchos hemos disfrutado de Tom Holland en "Lo imposible" (2012) o de Robert Pattinson en "Cosmópolis" (2012). Pero ojo también a otro rescatado de la saga de "Harry Potter", Harry Melling, tremendamente unificado a su perturbador y verosímil rol. Con esto no desmerezco a Bill Skarsgård, Jason Clarke o Mia Wasikowska que están soberbios, pero es que lo que aquí realizaron Holland, Pattinson y Melling era oscarizable directamente) y eso no es solo mérito de su elenco sino también de la dirección de Antonio Campos.

La lástima es que su limitación en el desarrollo argumental hace que sus golpes de efecto de tirantez y nervio criminal y dramático diluyan su impacto e interés en un segundo visionado. Pero el primero es una gran experiencia audiovisual incluso para el cinéfilo cuya afición tire por otros géneros cinematográficos (admito que es mi caso). De cualquier modo es una cinta recomendable a todo público adulto que quiera pasar un rato de recreo digno. Absténgase el público infantil o el que no guste de los dramas criminales de ficción, pues como drama de ficción se sitúa al nivel de "La boda de Rachel" (2008), "Un día de furia" (1992), "Las vírgenes suicidas" (1999) o "Alacrán enamorado" (2013) y nunca al de "Leaving Las Vegas" (1995), "Atrapado por su pasado" (1993) o la trilogía de "El padrino" entre otras.

Lo mejor: Sus actuaciones en general y las de Pattinson, Melling y Holland en particular.
Lo peor: Cómo el guion se autolimita al drama criminal sin más facetas que ésta.
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Lo dejo cuando quiera
Lo dejo cuando quiera (2019)
  • 5,1
    10.696
  • España Carlos Therón
  • David Verdaguer, Ernesto Sevilla, Carlos Santos ...
7
Titulados universitarios buscan dar el pelotazo.
El especializado en comedias patrias actuales, Carlos Therón, dirige esta adaptación del film italiano "Smetto Quando Voglio" (2014). Una suerte de comedia ligera a rebufo de la fama de "Breaking Bad" (2008-13). Los tres protagonistas son unos nerds que se ven inmersos en la crisis económica, en la que su gran preparación profesional solo les sirve para mendigar trabajos "basura". La oportunidad de ganar mucho dinero fácil les viene cuando empiezan a traficar con unas pastillas de su propia invención.

La cinta se mueve por la comedia irreverente con habilidad en líneas generales. Configura a sus tres personajes principales como esos perdedores afables, tiernos y cómplices para con el espectador. Con una química de compadreo que sus actores comparten, y con unos diálogos de cercano sarcasmo. Aun así no estamos ante una cinta donde su sucesión de gracias irónicas, situaciones de enredo y humor absurdo atina siempre, el film sufre de situaciones planas, pueriles y rutinarias sin necesidad (y esto empieza a ser más habitual a partir del ecuador de la cinta).

Con lo que "Lo dejo cuando quiera" acaba ofreciendo un guion un tanto irregular, con salidas realmente inspiradas de carcajada (más en spoilers) y otras que no levantan ni la sonrisa. Por fortuna el saldo global es positivo y pesan más sus aciertos que sus errores en el desarrollo argumental por norma desenfadado, cercano y liviano.

La realización jamás se sale de la norma y no es capaz de aupar la experiencia cinematográfica (sus planos no molestan, pero dejan de lado cualquier atisbo de sello plástico), con una fotografía con algún que otro filtro ocre y un correcto uso de sus luces discotequeras pero poco más. Quienes verdaderamente alzan el producto son sus actores que están de lo más precisos e inspirados, en unos papeles en los que se acomodan con gran simpatía y participación para con el espectador.

Poco más tiene que ofrecer este film (pues su elección musical es de lo más rutinaria, su humor nunca llega a un riesgo glorioso y genial, y su ejecución en pantalla nunca aporta ingenio. ¡Vamos, que esto no es "Jackie Brown" (1997) o "Casino" (1995)!), pero da lo que promete con satisfacción. Una comedia española por encima de la media (lo que no la convierte en una obra maestra pero sí en un pasatiempo festivo muy decente). No es "Con faldas y a loco" (1959) pero se pone a la altura de "Amor y otras drogas" (2010), "Mentiroso compulsivo" (1997), "Florence Foster Jenkins" (2016) o "Cómo perder a un chico en 10 días" (2003), y supera con creces a comedietas como "Jack y su gemela" (2011), "17 otra vez" (2009), "Anacleto, agente secreto" (2015), "Otra terapia peligrosa" (2002), "Guerra de novias" (2009), "Ponte en mi lugar" (2003) y demás.

Lo mejor: Me quedo con las actuaciones y...
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La guerra del mañana
La guerra del mañana (2021)
  • 5,4
    13.356
  • Estados Unidos Chris McKay
  • Chris Pratt, Yvonne Strahovski, J.K. Simmons ...
4
La guerra del ayer.
El animador y director de "Batman: La legopelícula" (2017) nos presentó en 2021 un largometraje que se estrenó merecidamente via streaming directamente (pues no es un producto que merezca mayor recorrido cinematográfico), una película de acción futurista que es incapaz tan siquiera de lograr su limitado objetivo de entretener al espectador.

El ex-militar estadounidense Dan Forester (Chris Pratt) ve su vida trastocada cuando llegan unas fuerzas armadas del futuro para reclutarlo, junto a otros compatriotas, para que libren una guerra contra los extraterrestres en el Miami de 2051.

La premisa de batallas con tecnología de fantasía futurista y con viajes en el tiempo de por medio es una temática jugosa si se desarrolla en el guion con astucia (caso de largos como "Terminator" (1984), "Al filo del mañana" (2014), "Looper" (2012), "Terminator 2" (1991), "Tenet" (2020), "Código fuente" (2011), "Terminator Genesis" (2015), "X-Men: Días del futuro pasados" (2014) o "Minority Report" (2002)), por desgracia no es el caso. Pues tenemos en "La guerra del mañana" un guion endeble, con más agujeros que un queso gruyere dentro del propio universo que nos presentan (más en spoilers. De momento diré que es uno de esos films en los que todo acaba importando poco o nada, porque puede pasar cualquier cosa aunque no tenga ningún tipo de sentido... a lo "Blade II" (2002), "Elektra" (2004) o "Dragonball Evolution" (2009)) y con unos personajes que de tan tópicos se tornan inverosímiles y para nada humanos e implicantes.

Tiene el film, eso sí, una cinematografía decente. Pues nos topamos en "La guerra del mañana" con unos efectos audiovisuales de vistoso espectáculo (hay un uso muy blasonado en la iluminación de los viajes espacio/temporales, con una elección elegante de sus colores ocres y violetas por sus escenarios), con una definición de las escenas de categoría, con un sonido mesurado y con una realización natural y decidida en cada plano. Un abanico de elementos atinados que son suficientes para hacer fluir con gusto la narración... hasta cierto punto. Pues a priori el guion plantea ideas curiosas y atractivas... el problema es que poco a poco las va emborronando con desenlaces estúpidos o reacciones holgazanas. Y con eso difícilmente se puede luchar, no logra ganar esa batalla en el conjunto ni la puesta en escena ni su reparto (que está aceptable, pero en ningún caso memorable de forma que sea capaz de rescatar al film. ¡Vamos, que Chris Pratt en "La guerra del mañana" no es Bruce Willis en "La Jungla 4.0." (2007)!, ni Angelina Jolie en "Salt" (2010), ni Anthony Hopkins en "Hannibal" (2001)).

Con lo cual estamos ante un cine de palomitas que no es tal... a no ser que se sea tremendamente incondicional del cine de acción con criaturas CGI (que las hemos visto mejores, pero que en esta ocasión acaban siendo resultonas) y sesos disparados... o sea sea muy fan de Chris Pratt frente a la pantalla. Absténgase el resto, no se pierde nada. Si busca un pasatiempo futurista ameno, más recomendables son "Regreso al futuro" (1985) y su secuela, "Al filo del mañana", "Project Almanac" (2015), "Terminator" y su secuela, "In Time" (2011), "Origen" (2010), "Oblivion" (2013), "Guerra mundial Z" (2013), "Yo, Robot" (2004), "Tenet"... o incluso la saga de "Transformers". Pues "La guerra del mañana" se coloca más bien por la calidad de "After Earth" (2013), "La vieja guardia" (2020), "La quinta ola" (2006), "Ghost in the Shell" (2017), "Géminis" (2019) o "Alien: Covenant" (2017).

Lo mejor: Su C.G.I.
Lo peor: Su guion.
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Tarón y el caldero mágico
Tarón y el caldero mágico (1985)
  • 6,0
    5.039
  • Estados Unidos Ted Berman, Richard Rich
  • Animación, (Voz: Grant Bardsley, Susan Sheridan) ...
5
Animación adorable, guion tonto.
En los años 80 Disney nos ofreció un largometraje algo atípico en su temática (pues el relato se basa en un batiburrillo de leyendas del folklore galés, que incluyen gnomos, muertos vivientes, demonios y demás) pero que termina desembocando en un desarrollo de lo más infantil y dejado. El protagonista Taron, se lanza en la búsqueda del mágico caldero del título tras descubrir que un malvado rey con cuernos (no busquen más explicaciones a esta descripción, pues la trama no ofrece nada más) también quiere hacerse con él para desatar la maldición del caldero negro y someter a todo ser viviente.

Por un lado es de agradecer que Disney saliera de su zona de confort y nos ofreciera una galería de personajes más siniestra y pícara (y más picante en el caso de cierta bruja piruja de lo más secundaria) y no tan optimista y "buenrrollista"... el problema es que no pule estas premisas con algo de estrato o de matices. Los avatares de "Tarón y el caldero mágico" suceden sin ton ni son, hay personajes que aparecen y desaparecen de forma tan abrupta como incoherente (ejem, ejem, esa bolita mágica, esa princesa salida de la nada porque la cinta necesita que el prota tenga un interés romántico) y la catarata de situaciones jamás se nos presentan con fundamento o cohesión (esa espada mágica de la que no se explica absolutamente nada, solo que es mágica y ya. O esa caterva de malvados que son muy vistosos en lo visual, sí, pero ¿de dónde han salido?). Es tal la dejadez del guion que "Taron y el caldero mágico" hace que cintas tan anacrónicas como "La sirenita" (1989) o "La bella durmiente" (1959) parezcan obras maestras en comparación. Que conste que no estoy en contra de las cintas de animación que van presentando personajes estrambóticos en su simbolismo, pero esto se puede construir con cierta dignidad como en "Peter Pan" (1953) o "El libro de la selva" (1967)... o bien se puede abandonar de la forma más superficial e inconexa como en "The Room" (2002) o "Dragonball Evolution" (2009), y "Taron y el caldero mágico" corresponde al último grupo en cuestión de mimo argumental.

Pues tenemos en la cinta unas aventuras que, o bien tiran de tópico (el malo muy malo, el interés romántico, la mascota a la que se dedica demasiado tiempo a sus torpezas, etc.), o bien jamás aprovechan sus elementos metafóricos.

Y es una pena porque a nivel audiovisual "Taron y el caldero mágico" es un verdadero portento. Todo en ella es superlativo en su puesta en escena, hay un nivel de detalle sublime y enamorador en todos sus escenarios (ya sean en sus vetustos pero exóticos interiores como en sus frondosos y hechizantes exteriores (transmiten el mismo cariño por la naturaleza que notables productos como "David el Gnomo" (1987) o "Heidi" (1974), y eso es decir mucho)), hay una inspiración irrepetible en el uso de la luz hacia sus elementos (hay tonos que realmente parece que resplandecen)... en especial a los elementos que envuelven la magia o personajes mágicos, y tenemos una serie de diseños de personajes completamente atinados y seductores (ojo a ese gnomos, sin desmerecer a los personajes humanos) así como unos movimientos tan diligentes y espabilados como delicados y cautivadores. La banda sonora es además realmente pertinente (que no memorable) dado el tono algo tenebroso (pero nunca de forma extrema, esto es Disney).

Un dechado de virtudes que hacen que "Taron y el caldero mágico" entre por los ojos y llegue a compensar en cierta medida sus evidentes carencias argumentales (algo que hace que la cinta no se nos mantenga en la retina por mucho tiempo dada la nimiedad y bobería de su desarrollo argumental). Como distracción simpaticona llega a triunfar de forma momentánea en el público joven (pues los personajes más lóbregos pueden llegar a asustar o los muy muy peques de la casa), pero que nadie espere en "Taron y el caldero mágico" una aventura montaraz del nivel de "Peter Pan" (1953) o de la cinta animada de "El Señor de los Anillos" (1978). Pues "Tarón y el caldero mágico" se queda más bien a la altura somera de "Piratas" (2012), "Ice Age: El gran cataclismo" (2016), "Lorax: En busca de la trúfula perdida" (2012), "Buscando a Dory" (2016), "El viaje de Arlo" (2015) o "Madagascar 3" (2012). Solo indispensable a los más más fans de los largometrajes animados (adultos o infantiles), el resto puede tener un entretenimiento ajustado... que no aguanta más de un visionado.

Lo mejor: Su animación.
Lo peor: Su guion.
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Freeheld, un amor incondicional
Freeheld, un amor incondicional (2015)
  • 5,8
    1.839
  • Estados Unidos Peter Sollett
  • Julianne Moore, Elliot Page, Michael Shannon ...
7
Un amor natural y relevante... casi siempre.
Drama social y romance inherente se entremezclan en este largo de ficción basado en hechos reales (que toma como principal referencia el documental de este hecho acontecido, que ganó el Oscar en 2007) significativos en pos de la igualdad de derechos hacia el colectivo LGTBI en el mundo occidental.

Stacey Andree (Elliot Page) y Laurel Hester (Julianne Moore) son una pareja de hecho que vive felizmente su amor a pesar de ciertas trabas de su entorno (por desgracia es inevitable que se topen con homofobia, aunque sea más velada que en países subdesarrollados (como Mauritania o Sudán entre otros) donde directamente se ejecuta a las personas por no ser heterosexuales), pero la discriminación con la que conviven (y que hace que estén con un pie en el armario y con otro fuera de él) se torna en una bola de nieve cada vez más grande cuando Laurel es diagnosticada con una enfermedad terminal y desea que la pensión de viudedad recaiga en su pareja (hay que tener en cuenta que estamos hablando de unos años en los que en los Estados Unidos el matrimonio homosexual ni siquiera era legal. Y esto no es tan lejano en el tiempo: era 2006).

Y así, ambas emprenden (con ayuda de medios y organizaciones LGTBI) una batalla para que los cargos electos responsables de las pensiones de los funcionarios aprueben su petición.

Debo reconocer que "Freeheld" nos presenta unos mimbres importantes, con sentimientos humanos identificativos (el amor romántico, el sacrificio, el conflicto, todo se trata con tremenda cercanía, honestidad y envergadura) y una temática tan ilustrativa como jugosa (que no es otra que el avance en derechos humanos)... y que con todos estos ingredientes en el libreto logra tornarse en un conjunto encandilador e interesante en casi todo momento. Pero también debo decir que la cinta peca en bastantes ocasiones de no saber medir sus tiempos, de repetir circunstancias y situaciones sin ninguna necesidad... o de estirar con silencios incómodos y obviables un metraje que bien podía haber durado 20 minutos menos y resultar más pulido

Y es eso, su tempo un tanto errático por numerosas coyunturas, lo que lastra principalmente a un conjunto que, a excepción de esa falla, presume de grandes virtudes. Y éstas son el tacto de su libreto (tanto a la hora de mostrarnos la usual pero real (así se percibe) historia de amor como a la hora de otorgarnos circunstancias efectistas en la contienda jurídica (por el film desfilan personajes que apenas se salen del arquetipo de "homófobo maligno"... pero nunca se incide en la caricatura de forma exagerada en ellos, pues son personajes completamente anecdóticos y fugaces), una realización digna (que no sobresaliente, que Peter Sollet ("Nick & Norah" (2008)) no es ni Ang Lee ni Todd Haynes a la hora de imprimir un lirismo pictórico a sus planos) que aporta dinamismo de forma orgánica al devenir de la trama, un diseño de producción adecuado... y sobre todo unas actuaciones curtidas (Julianne Moore vuelve a demostrar que es una todoterreno y que puede capear a cualquier personaje (si bien es cierto que ha encajado mejor en otros roles como los de "Siempre Alice" (2014), "Lejos del cielo" (2002), "Las horas" (2002) o "¿Qué hacemos con Maise?" (2012), aquí solventa su papel con una emotividad cercana) pero es Elliot Page quien encaja de maravilla en un papel que se debe conocer al dedillo gracias a su viaje personal como persona LGTBI. ¡Vamos, que te crees su indignación en ciertos instantes porque la ha vivido en sus propias carnes! Aunque Steve Carell no le va a la zaga en un rol aguerrido y simpátrico en el que se lo pasa en grande. Michael Shannon por su parte también otorga cierta solidez en el personaje más secundario del conjunto principal). La banda sonora de Hans Zimmer Y Johnny Marr es olvidable a todas luces (no es el Zimmer de "El Rey León" (1994), "Batman Begins" (2005) o "Gladiator" (2000) precisamente).

Y así con todo tenemos un producto que a nivel global deja un saldo positivo (muy disfrutable a muchos ratos, y a otros (en menor medida) se denota algo más gris y plúmbeo) y se recuerda en especial si se es aficionado/a/e al cine social, a los dramas románticos o a los largos de temática LGTBI (admito que es mi caso como parte del colectivo). Ahora bien, no esperen una obra maestra de romance homosexual a lo "Brokeback Mountain" (2005) o "Carol" (2015), pues van a quedar sumamente decepcionados. Esperen más bien algo de la categoría de "La chica danesa" (2015), "La favorita" (2018), "Ammonite" (2020) o "Behind the Candelabra" (2013)... y mejor que otras cintas amenas y destacadas de su mismo género LGTBI como "Pride" (2014), "Albert Nobbs" (2011), "La vida de Adele" (2013) o "Rocketman" (2019) sí me ha parecido. Digamos que es una película recomendable a todo público adulto (menos a los homófobos) por bastantes razones, y solo indispensable para los muy aficionados al cine con contenido LGTBI o a los fans de sus intérpretes en particular (aunque en el caso de Moore y Carell hayan tenido trabajos superiores).

Lo mejor: Me quedo con la sutil pero sincera actuación de Elliot Page.
Lo peor: Cuando el metraje opta por alargar escenas sin ningún tipo de propósito más que el de prolongar el largo (empiezo a pensar que cuanto más dure una película más cara de debe de vender a las distribuidoras hoy en día. Espero que no sea ese el motivo de que hoy día casi todas las películas parece que no se puedan llevar a las salas si duran menos de dos horas minuto arriba minuto abajo).
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Top Gun (Ídolos del aire)
Top Gun (Ídolos del aire) (1986)
  • 5,8
    85.696
  • Estados Unidos Tony Scott
  • Tom Cruise, Kelly McGillis, Tom Skerritt ...
6
"Top Gun" o "¿Por qué mirar a chulazos de piscina cuando puede ver a los chulazos de aviones?".
En su segundo largometraje Tony Scott (el hermano de Ridley Scott, más orientado al cine de acción comercial que al artístico del bueno de Ridley) nos mostró un largo convertido en icono para los adolescentes de la época. Un incipiente Tom Cruise (que ya había dado muestras de su talento como protagonista en Risky Business (1983), pero cuya filmografía no abarcaba mucho más por entonces más que algunos secundarios y su participación en uno de los peores films de Ridley Scott: "Legend" (1986)) deambulaba por esta cinta entre chupas de cuero, abdominales aceitosos y gafas de sol.

La trama (unos jóvenes pilotos de élite del ejército realizando maniobras acrobáticas y rivalizando entre ellos) no dejaba de ser una mera excusa para que las caras bonitas de la época lucieran sonrisas y músculos dentro de un ritmo narrativo eficiente. Y el caso es que "Top Gun" acaba resultando, por H o por B, una película entretenida y eficaz. Su desarrollo argumental es realmente básico (el protagonista vive entre cabriola y cabriola aérea un romance tipicón y una tragedia personal bastante tópica y trillada), con una trama realmente sencilla (nadie se va a perder en ningún detalle) lo suficientemente habilidosa en su progreso narrativo como atraer a todo tipo de público en sus minutos. Pero desde luego que nadie espere en "Top Gun" un guion al nivel de "El padrino" (1972), incluso si hablamos de films estandartes de los años 80... "Top Gun" no entra dentro del grupo de las cerebrales y artísticas "Érase una vez en América" (1984), "Amadeus" (1984), "Los intocables de Elliot Ness" (1987) o hasta "Regreso al futuro" (1985), "Karate Kid" (1984) o "E.T." (1982). No, "Top Gun" está dentro del grupo de las "Dirty Dancing" (1987), "Superdetective en Hollywood" (1984),"Flashdance" (1983), "Oficial y caballero" (1982) y "Batman" (1989) de la vida, films amenos y realmente disfrutables dentro de su ligereza. Ya que el libreto de Jim Cash y Jack Epps Jr. (basado a su vez en la novela "Top Guns" de Ehud Yonay) si bien no aporta un solo gramo de fidedignidad respecto a los pormenores de las fuerzas armadas aéreas, se va sucediendo con medida, viveza y agilidad. Unos avatares que interesan más por la percha que por el contenido, con una banda sonora original memorable (imposible que no se quede en la cabeza "Take My Breath Away" de Berlin y se rememoren los tonos cálidos y ocres de sus escenas de romance, pero tampoco desmerecen los temas "Danger Zone" de Kenny Loggins y "Tom Gun Anthem" de Harold Faltermeyer y su situación en los fotogramas), una fotografía notable (el uso de los filtros es todo un portento), unos efectos especiales soberbios en todo lo concerniente a los vuelos de los cazas, un vestuario y maquillajes superlativos (no por nada lo que más se recuerda de la cinta son los looks (con o sin camisas ochenteras) que se nos marcan Tom Cruise, Val Kilmer, Meg Ryan, Kelly McGillis y compañía) y una cámara que transmite un regocijo de lo más complaciente tanto en las aventuras aéreas como en las pronosticables tramas personales. Los actores además dan una solidez a sus roles muy competente (otra cosa es que algunos demostraron ser más que unas caras bonitas (Anthony Edwards, Tom Cruise y Val Kilmer) y otros no (Kelly McGillis) y que algunos acertaron con sus retoques estéticos (Cruise) y otros no (Meg Ryan))... aunque tampoco es que se pida demasiado de ellos. Digamos que Cruise no está en "Jerry Maguire" (1996), "Nacido el 4 de Julio" (1989), "Minority Report" (2002), "Entrevista con el vampiro" (1994) o "Algunos hombres buenos" (1992) sino más bien en "Oblivion" (2013), "Misión: Imposible" (1996), "Al filo del mañana" (2014) o "El último Samurái" (2003). Y esto no es otra cosa más que una cinta de recreo tan inofensiva y pasajera como eficiente. Solo indispensable para el ochentero más acérrimo o para el fan de alguien de su reparto, recomendable como pasatiempo liviano para el público general (menos al que le haga ascos al cine de acción o al blockbuster comercial por muy vigoroso que sea en su desarrollo argumental). En mi opinión personal ésta es la mejor película de Tony Scott hasta la fecha (aunque eso no sea decir demasiado).

Lo mejor: Su música. Su vestuario y su maquillaje.
Lo peor: Su flojo guion (que no es un horror, pero desde luego es el punto más bajo del conjunto).
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Somos los mejores
Somos los mejores (1992)
  • 5,3
    5.322
  • Estados Unidos Stephen Herek
  • Emilio Estévez, Joss Ackland, Lane Smith ...
4
A ver, tanto como los mejores...
"The Mighty Ducks" (aka. "Los poderosos patos") es una franquicia Disney que inició su andadura con el largometraje que nos ocupa, y al que siguieron dos continuaciones, una serie de televisión, otra en imagen real y... el producto más importante: la fundación por parte de The Walt Disney Company de un equipo de hockey profesional en Anaheim (donde están también los parques temáticos de Disney en California (el Disneyland Resort que incluye el Disneyland Park entre otros)) que (a pesar de haber sido vendido por Disney en 2006) se mantiene en la mejor liga de Hockey sobre hielo del mundo (la NHL) habiendo ganado la afamada Stanley Cup de la temporada 2006/07.

Todo un canto a este animado deporte, una franquicia que despliega más talento fuera de la pantalla (con el equipo Anaheim Ducks de la NHL) que dentro de ella (con estos productos audiovisuales infantiles bastante limitados de contenido y de estilo). Y es que "Somos los mejores" es una película de lo más pueril, arquetípica y superficial. Un abogado otrora buen jugador de Hockey en la infancia (Emilio Estévez) se ve obligado a hacer servicios comunitarios y a entrenar a un equipo infantil de escaso talento y motivación. El desenlace y el como se llega a él nos lo podemos imaginar todos.

El mentor que llega para encauzar a sus alumnos y dejarles los valores del trabajo en equipo, la diversión deportiva (o estudiantil) y la colaboración entre compañeros es algo que el cine lleva tocando desde tiempos inmemoriales. Pero "Somos los mejores" no lo trata con ingenio, ni con intrigas mimadas, ni con humor despierto, ni con drama hondo. No, esto no es "El club de los poetas muertos" (1989), "Campeones" (2018), "Los chicos del coro" (2003), "Rebelión en las aulas" (1967) o "Karate Kid" (1984)... ni siquiera es "Hardball" (2001), "Déjate llevar" (2006), "Mentes peligrosas" (1995). Esto es algo mucho más monocorde, mundano y simplón, y si llegan a decir que fue un telefilm de Disney Channel me lo creería.

Pues, aunque el film tuvo su recorrido comercial por las salas, a nivel artístico deja mucho que desear. Su guión se nutre de tópicos por doquier ("el gordito patoso del grupo", el "armario callado de buen corazón", "el niño sensible", "el niño renacuajo", "el gélido y materialista mentor que abrirá su corazón", etc.) y jamás los conduce fuera de sus esquemas ya establecidos. Es una cinta no solo que no sorprende, sino que no interesa (al menos si se tienen más de 10 años) y tampoco hace reír con sus pretendidas gracietas (normalmente a cargo del personaje con sobrepeso de la cinta). La puesta en escena tiene además una cinematografía ordinaria, solo se salva la realización de Stephen Herek ("Critters" (1986), "Las alucinantes aventuras de Bill y Ted" (1989), "101 dálmatas: Más vivos que nunca" (1996)) tanto en las escenas de diálogos de planos/contraplanos como en las escenas de hockey que combinan perfectamente sus planos cerrados (ojo a ciertos encuadres con la cámara sobre la pista de hielo enfocando el juego de pies) y sus planos recurso más amplios (como algunos cenitales).

Eso, junto a una efusiva banda sonora por parte de David Newman, es lo mejor que se puede decir de "Somos los mejores". Pues ni los actores están en su mejor momento (los críos no comparten química y parecen que les han juntado a regañadientes. Joshua Jackson apenas comenzaba su andadura actoral y, como es lógico, está en su peor papel. Y Emilio Estévez no da a su papel un carisma claroscuro. ¡Vamos, que no da el pego como caradura desenfadado! Desde luego no es ni Antonio Gutiérrez en "Campeones" ni Jack Black en "Escuela de Rock" (2003)).

Estamos pues ante una película meramente infantil, que no amplía sus cotas argumentales y/o creativas para contentar a un público más adulto... ni siquiera al que como yo disfrute del patinaje (ya sea sobre hielo o en línea) como uno de sus deportes predilectos (pues aún sabiendo de la gozada que es deslizarse y jugar con la gravedad (jamás he sido de baloncesto, fútbol y demás, sino de patinaje, ciclismo y esquí cuando los ahorros lo permiten en el caso del último) esta cinta nunca llega a infundir de esa sensación en sus fotogramas). Un film solo recomendable a los muy fans de Disney, a los más pequeños de la casa que puede que se conformen con este entretenimiento, y a los incondicionales de Emilio Estévez (que supongo los habrá), el resto se pierde de poco a nada.

Lo peor: Su cinematografía telefilmera.
Lo mejor: Su realización eficiente.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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