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7
5,9
12.960
Romance. Drama. Aventuras
Tailandia, finales del siglo XIX. La vida de la institutriz británica Anna Leonowens, contratada por el Rey de Siam para que educara a sus cincuenta y ocho vástagos. Nada más llegar a estas desconocidas y exóticas tierras, Anna se ve inmersa en una lucha de ingenio con el obstinado soberano. Basada en hechos reales. (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2023
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Tras los dos largometrajes predecesores (el más afamado siendo el de 1956 con Deborah Kerr y Yul Brynner a la cabeza del reparto, y entonando las canciones del musical de Broadway que se hizo sobre la novela) nos llegó en 1999 la tercera película que adaptó la novela semibiográfica de Margaret Landon.
Con una equilibrada y delicada mezcolanza entre los hechos históricos acaecidos (todo lo que envuelve al extinto Reino de Siam (reciclado en el actual Reino de Tailandia con una monarquía Constitucional pero con la misma Casa Real Chakri), a sus conflictos geopolíticos y a sus modos vivendi... incluyendo el pasado monástico del Rey o sus decenas de "esposas" y su casi centenar de hijos/as. Quien vea muy poco creíble que el Rey de esta película tuviera más de 50 hijos... que sepa que en la realidad tuvo más de 80) y la pura ficción (el romance platónico o las transgresiones que la protagonista realiza sin apenas consecuencias... llegando hasta ser convertida en una especie de heroína local. La realidad no fue tal ni mucho menos), "Ana y el Rey" se conforma como una ficción elegante, ilustrativa y emotiva siempre en su justa medida.
Durante la época colonial victoriana, la viuda británica Anna Leonowens (Jodie Foster) se muda desde la India con su hijo (un jovencísimo Tom Felton antes de ser el afamado Draco Malfoy, rival de Harry Potter en el Colegio Hogwarts) hasta Bangkok para trabajar al servicio del Rey de Siam (Chow Yun-Fat) como profesora de inglés (y demás) de todos sus hijos (que juntos forman un colegio entero). La protagonista posee una férrea personalidad con principios inquebrantables que chocarán de tanto en cuanto con la cultura siamesa de la época, sin embargo poco a poco se forja una amistad y un respeto mutuo entre profesora y Rey (y hasta cierto amor platónico). A esto se suman conspiraciones palaciegas, otros romances prohibidos, conflictos de intereses, y rivalidades y amistades infantiles entre los más pequeños del reparto.
Tenemos pues una cinta bien cargadita de temáticas y de aristas, algunas desarrolladas con más pericia que otras (la cinta siempre se toma las licencias muy justas respecto a las vivencias palaciegas para no perder credibilidad dentro de su lore. La forma de orientar la educación del primogénito se desarrolla con gran humanidad y tacto. Y el tema de la relación entre sus dos protagonistas se trabaja con gran capacidad. Ya que es complicado que el espectador se crea a priori que los personajes se respeten mutuamente dadas sus sonadas diferencias éticas, sin embargo la cinta jamás se mete en berenjenales que no le corresponden y nos presenta a un Rey que desea cambiar muchos de los cánones establecidos (de ahí la contratación de esta Occidental) como históricamente sucedió en cierta forma, y nos muestra a una británica que se sitúa siempre como una extranjera obligada a acatar las normas de sus anfitriones. Pero por otro lado la subtrama de la conspiración militar es más básica que la del "Pearl Harbour" (2001) de Michael Bay, desde luego no estamos ante unas estratagemas militares a lo "Braveheart" (1995) o "Black Hawk derribado" (2001)) pero siempre hiladas de forma cohesionada y vehemente. Tiene el film gracias a este atildado ensamblaje un impulso de lo más agradecido a pesar de su excesiva duración (pues, aunque lo que nos cuentan nos lo cuentan con suficiente astucia y multidimensionalidad, la cinta puede pasar sin unos cuantos de sus minutos), es un metraje que apenas aburre y que además se observa con cierto interés dado el esplendoroso minicosmos por el que se mueve, y dadas las pugnas y sentimientos por los que navegan sus personajes. Un guion destacado, que no sobresaliente, sirve de sostén fluido (ya es más si tenemos en cuenta el musical de 1956 que...
Con una equilibrada y delicada mezcolanza entre los hechos históricos acaecidos (todo lo que envuelve al extinto Reino de Siam (reciclado en el actual Reino de Tailandia con una monarquía Constitucional pero con la misma Casa Real Chakri), a sus conflictos geopolíticos y a sus modos vivendi... incluyendo el pasado monástico del Rey o sus decenas de "esposas" y su casi centenar de hijos/as. Quien vea muy poco creíble que el Rey de esta película tuviera más de 50 hijos... que sepa que en la realidad tuvo más de 80) y la pura ficción (el romance platónico o las transgresiones que la protagonista realiza sin apenas consecuencias... llegando hasta ser convertida en una especie de heroína local. La realidad no fue tal ni mucho menos), "Ana y el Rey" se conforma como una ficción elegante, ilustrativa y emotiva siempre en su justa medida.
Durante la época colonial victoriana, la viuda británica Anna Leonowens (Jodie Foster) se muda desde la India con su hijo (un jovencísimo Tom Felton antes de ser el afamado Draco Malfoy, rival de Harry Potter en el Colegio Hogwarts) hasta Bangkok para trabajar al servicio del Rey de Siam (Chow Yun-Fat) como profesora de inglés (y demás) de todos sus hijos (que juntos forman un colegio entero). La protagonista posee una férrea personalidad con principios inquebrantables que chocarán de tanto en cuanto con la cultura siamesa de la época, sin embargo poco a poco se forja una amistad y un respeto mutuo entre profesora y Rey (y hasta cierto amor platónico). A esto se suman conspiraciones palaciegas, otros romances prohibidos, conflictos de intereses, y rivalidades y amistades infantiles entre los más pequeños del reparto.
Tenemos pues una cinta bien cargadita de temáticas y de aristas, algunas desarrolladas con más pericia que otras (la cinta siempre se toma las licencias muy justas respecto a las vivencias palaciegas para no perder credibilidad dentro de su lore. La forma de orientar la educación del primogénito se desarrolla con gran humanidad y tacto. Y el tema de la relación entre sus dos protagonistas se trabaja con gran capacidad. Ya que es complicado que el espectador se crea a priori que los personajes se respeten mutuamente dadas sus sonadas diferencias éticas, sin embargo la cinta jamás se mete en berenjenales que no le corresponden y nos presenta a un Rey que desea cambiar muchos de los cánones establecidos (de ahí la contratación de esta Occidental) como históricamente sucedió en cierta forma, y nos muestra a una británica que se sitúa siempre como una extranjera obligada a acatar las normas de sus anfitriones. Pero por otro lado la subtrama de la conspiración militar es más básica que la del "Pearl Harbour" (2001) de Michael Bay, desde luego no estamos ante unas estratagemas militares a lo "Braveheart" (1995) o "Black Hawk derribado" (2001)) pero siempre hiladas de forma cohesionada y vehemente. Tiene el film gracias a este atildado ensamblaje un impulso de lo más agradecido a pesar de su excesiva duración (pues, aunque lo que nos cuentan nos lo cuentan con suficiente astucia y multidimensionalidad, la cinta puede pasar sin unos cuantos de sus minutos), es un metraje que apenas aburre y que además se observa con cierto interés dado el esplendoroso minicosmos por el que se mueve, y dadas las pugnas y sentimientos por los que navegan sus personajes. Un guion destacado, que no sobresaliente, sirve de sostén fluido (ya es más si tenemos en cuenta el musical de 1956 que...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
gastaba minutos en presentarnos a los hijos del Rey de uno en uno en lugar de estimular el relato con situaciones de mayor relevancia) para una puesta en escena esplendorosa (con Malasia haciendo las veces de Tailandia. Que el gobierno Thai no permitió el rodaje por esos lares oliéndose que se haría una descripción irrespetuosa del monarca Chakri. Aunque no se dio tal cosa) de escenarios imponentes tanto en los parajes naturales como en los decorados ostentosos (que combinan con hermosura sus colores ocres y rojizos), aunque no le van a la zaga las labores de vestuario (tanto para los protagonistas como para los secundarios) de efectos especiales o de maquillaje. Todo esto lo aprovecha Andy Tennant (que tiene aquí su mejor largo. Aunque no sea decir demasiado dada su... digamos grisácea filmografía) con unos encuadres abiertos de lo más espabilados. El director de California no descuida por ello el plano/contraplano subjetivo cerrado y mantenido para sus dos actores protagonistas en el romance que tan bien transmiten. Y no es porque tengan química frente a la pantalla (que apenas la tienen) sino por el oficio individual de ambos (¡qué pedazo de actriz es Jodie Foster!, lo mismo se te marca un "El silencio de los corderos" (1991) que un "Ana y el Rey" siendo géneros y personajes tan dispares... y aun así los infunde de una personalidad, un sentimiento, una humanidad y un carisma arrolladores de igual forma. Yun-Fat se podría considerar la pata más coja del binomio, pero el protagonista de "Tigre y Dragón" (2000) da cierta finura a su rol de galán), el resto del elenco lo completa un reparto asiático y británico mimetizado en sus breves pero cruciales personajes (el "peque" Felton incluido). Y la banda sonora por su parte utiliza de forma habilidosa sus corteses y tiernas melodías.
Así pues a "Ana y el Rey" le viene a pasar un poco lo que a "Sissi" (1955), "Sonrisas y lágrimas" (1965) o "Elizabeth" (1998). Que nos sumerge en su historia a pesar de los permisos que se toma para darnos un relato más afable y confortable para con el espectador, y nos sumerge gracias a la solidez actoral, a un guion suficientemente digno y multifacético, y a una profusa puesta en escena. Muy recomendable a todo aficionado a las cintas de época, indispensable a los fans de los romances de época, aceptable para el resto. Pues la cinta supera con facilidad a biopics de épocas pasadas como "La Reina Victoria y Abdul" (2017), "Miss Potter" (2006), "Amelia" (2009) o "Elizabeth: La edad de oro" (2007). No llega a la maravilla de ficciones basadas en hechos reales como "Braveheart", "La lista de Schindler" (1993), "La vida en Rosa" (2007) o "La Reina Victoria" (2009) pero se pone a la nada despreciable altura de "Belle" (2013), "Elizabeth", "La chica danesa" (2015), "Lincoln" (2012), "Sissi" o "The Queen" (2006)... teniendo en cuenta que sus tonos son muy diferentes pero su calidad es igualmente disfrutable.
Lo mejor: Me quedo con su ambientación, su diseño de producción y su fotografía.
Lo peor: Diría que la de química entre sus dos protagonistas se queda a media gas (no son Julie Andrews y Christopher Plummer o Heath Ledger y Jake Gyllenhaal precisamente).
Así pues a "Ana y el Rey" le viene a pasar un poco lo que a "Sissi" (1955), "Sonrisas y lágrimas" (1965) o "Elizabeth" (1998). Que nos sumerge en su historia a pesar de los permisos que se toma para darnos un relato más afable y confortable para con el espectador, y nos sumerge gracias a la solidez actoral, a un guion suficientemente digno y multifacético, y a una profusa puesta en escena. Muy recomendable a todo aficionado a las cintas de época, indispensable a los fans de los romances de época, aceptable para el resto. Pues la cinta supera con facilidad a biopics de épocas pasadas como "La Reina Victoria y Abdul" (2017), "Miss Potter" (2006), "Amelia" (2009) o "Elizabeth: La edad de oro" (2007). No llega a la maravilla de ficciones basadas en hechos reales como "Braveheart", "La lista de Schindler" (1993), "La vida en Rosa" (2007) o "La Reina Victoria" (2009) pero se pone a la nada despreciable altura de "Belle" (2013), "Elizabeth", "La chica danesa" (2015), "Lincoln" (2012), "Sissi" o "The Queen" (2006)... teniendo en cuenta que sus tonos son muy diferentes pero su calidad es igualmente disfrutable.
Lo mejor: Me quedo con su ambientación, su diseño de producción y su fotografía.
Lo peor: Diría que la de química entre sus dos protagonistas se queda a media gas (no son Julie Andrews y Christopher Plummer o Heath Ledger y Jake Gyllenhaal precisamente).