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330 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
El hipotálamo al poder
El gran Jean Jacques Rousseau decía ¨Los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición, se esconden frecuentemente bajo ese velo uniforme y pérfido de la cortesía¨ y este velo es el que viene a correr con vehemencia esta gran película.

Dejando de lado el relato introductorio (muy divertido por cierto) el resto del film ironiza crudamente sobre esa domesticación a la que estamos sometidos cotidianamente y que nos permite seguir adelante como sociedad aún a costas de tolerar situaciones sobrecargadas de injusticia; y lo que se narra aquí es lo que ocurre cuando dejamos oculta la materia gris y fluye hacia el exterior nuestro lado salvaje, cuando el hipotálamo toma el poder y nos manejamos a puro instinto, y ahí señores, comienza el festival: una fondue de risas y horror, de profunda superficialidad que nos dejará más que satisfechos, pues lo mágico de esta cinta tiene bases en nuestra identificación casi segura con alguna de las historias y en la fantasía lúdica, siempre latente, de salirse alguna vez del papel ¨correcto¨ y actuar sin medir las consecuencias, irracionalmente.
¿Cuáles son los comportamientos que consideramos violentos? ¿Qué es más humano, soportar pasivo y alienado cualquier tipo de injusticia aunque venga disfrazada de civismo o, reaccionar dejándose llevar por nuestro primitivo instinto de supervivencia? Son algunos ejemplos de los muchos interrogantes que abren la puerta de una larga charla para filosofar con amigos, ya que una de las virtudes del director es ver allí, en esa perversa cotidianidad occidental donde todos actuamos, aunque no del todo conscientes, como partícipes necesarios.

Imperdible.

1600producciones.
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227 de 257 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Violencia y humor desenfadado.
Dividida en varias historias, encuentra la fórmula perfecta para que sus dos horas de duración te pasen volando. Cuando han aparecido los títulos finales me he dicho a mí mismo "¿Pero ya está?". La verdad que la calidad de todas las historias está muy bien, aunque como en todos lados hay unas mejores que otras, y hay unas más violentas que otras. Y es esto último lo que echo en falta en algunos momentos, tal vez al ver que se comentaba que el eje central era la violencia, esperaba algo más radical. Pero cuando llevas dos segmentos te das cuenta por donde van a venir los tiros, y si bien es cierto que hay violencia en cantidades industriales, está bien camuflada con humor desenfadado. Cosa que veo lógica si lo que pretenden es moverla por circuito comercial, de otra manera se estarían lapidando.

Una de las cosas que más me han gustado de Damián Szifron es que es un hombre camaleónico. Es capaz de cambiar totalmente el rollo entre cada segmento, y esto creo que es sin duda la formula de su éxito. Después de todo la película es del mismo director, y aparte el guión también le pertenece, por lo que el control absoluto de todo lo que pasa siempre está en sus manos, y con esto me vengo a referir que en otras películas realizadas de forma coral, la diferencia entre algunos segmentos es demasiado marcada y la calidad del producto acaba resintiéndose demasiado. Esto a Relatos Salvajes no le pasa, es una montaña rusa de emociones desde el minuto 1 hasta que aparecen los créditos finales, bravo por el señor Damián Szifron.

El film está dividido en siete cortos. Pasternak, que se nos muestra como introducción a la película y es el de menor duración, realmente hilarante y macabro, nos muestra como a veces las coincidencias no lo son tanto. De segundo tenemos Las Ratas, una historia de venganza cargada de mala leche y bastante sangre, como se dice la venganza es un plato que se sirve frío. El tercero personalmente es el que más he disfrutado, El más fuerte, narra una disputa entre dos conductores que se descontrola y acaba en una pelea épica. Cruzamos el ecuador de Relatos Salvajes con Bombita, protagonizado por Ricardo Darín, en lo que parece un homenaje a Un día de furia, destacar el papelazo que se marca Darín. El penúltimo segmento se titula La propuesta, y es el más calmado de los 6, aunque su desenlace me parece sublime. Por último, Hasta que la muerte nos separe, nos lleva hasta una boda, que acaba peor que la de [REC] 3, destacar de este último segmento la pelea de gatas que acaba en ese maravilloso espejo.

Ante todo tener claro que Relatos Salvajes NO es una cinta de terror, pero su violencia, hace obligatorio que os hablemos sobre ella. Esta comedia violenta es una delicia, cuidada al milímetro. Nosotros la hemos podido disfrutar durante el Festival de Cannes y nos ha encantado. Queda totalmente recomendada, un MUST sin duda alguna.

http://www.terrorweekend.com/2014/05/relatos-salvajes-review.html
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174 de 226 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El reinado del cerebro reptil
La indignación del hombre común frente a un sistema burocrático e insensible, la corrupción generalizada, la mentira y la codicia son los ejes principales de este tratado moral provocativo y perturbador, atravesado por un humor negrísimo, que puede alcanzar dosis muy altas de crueldad hasta irrupciones extremas a puro gore.
La pretensión más evidente de la película es fantasear con los monstruos que genera el vigente "sueño de la razón". Una forma de libertad o liberación no apta para seres susceptibles. Los personajes se mueven en medio de una jungla que confirma el pesimismo de la sentencia Homo homini lupus. Animales acorralados, domesticados para vivir en sociedad pero que no podrán ocultar por mucho tiempo el impulso de un instinto latente que los conducirá hacia una violencia sin retorno.
Ninguna historia desarrolla demasiado a ningún personaje más allá del estereotipo y siempre los expone en su condición más miserable pero también en su costado grotesco como corresponde a una comedia negra.

Con risas o sin ellas, siempre queda claro una misantropía desencantada. Conformado como espectáculo con diferentes números, uno atrás del otro, estas historias comparten la condición de cine catártico en tanto busca desatar emociones básicas, ofrece escapismo en su estado más puro y alguna que otra crítica en borrosos apuntes que remiten a un clima generalizado de violencia social. Uno de los grandes aciertos es el tono grotesco para exhibir el rostro obsceno de la realidad.
Formalmente sobresale la precisión del montaje y el gran trabajo de la cámara, el nivel de las actuaciones, una excelente banda sonora y la buena factura de los efectos especiales. Todo está unido para combinar de la mejor manera una visión artística de la mano de un cine industrial.
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101 de 117 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Salí shockeado del cine. Nunca me esperé algo así !!!.
Antes de nada aclaro que soy un acérrimo fan de Quentin Tarantino y lo cierto es que la película bajo reseña tranquilamente podría ser de su autoría. Su estilo es muy tarantiniano, con algunas influencias tal vez de Sidney Lumet o Sam Peckinpah. Con una muy buena factura técnica y con música del galardonado Gustavo Santaolalla (ganador del oscar a mejor banda sonora por la película Brokeback Mountain).
Recomiendo que la vayan a ver con las menores referencias posibles ya que el factor sorpresa es su mayor virtud. Se podría decir que mas que un largometraje es una secuencia de cortometrajes y mediometrajes, que ni siquiera están planteados en forma coral, sino que termina uno y comienza el otro y que tienen como denominador común un leit motiv, cual es la violencia, la diferencia estriba en cual es el detonante de la misma en cada una de estas historias.
Las situaciones que plantean no son necesariamente idiosincraticas de mi país sino que podrían ocurrir en cualquier lugar del mundo y, si bien, se podría decir como primera impresion que es algo exagerada, lo cierto es que la realidad supera la ficción.
Espero la disfruten tanto como yo !.
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91 de 117 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
relatos salvajementes maravillosos
¿Qué pasa cuando juntás un gran director con un elenco de figuras de verdad, actores de primer nivel, e historias que son simplemente geniales? Bueno, en consecuencia resultan cintas que valen la pena ver, y que enaltecen el cine argentino cada día más. “Relatos Salvajes” es de esas peliculas..
Seis historias, seis cuentos diferentes, seis relatos salvajes, uno mejor que el otro.
Cada una de estas historias tiene un guión que es verdaderamente espectacular. Damián Szifrón escribió y dirigió esta película, que además también se destaca desde la realización. Impecable desde la elección de planos, la película está muy bien contada.En resumen, un lujo en la filmación y en la narración, un guión original, buenos efectos especiales, gran fotografía, tremenda música de la mano de Gustavo Santaolalla, y como para coronar esta gran obra, actuaciones descomunales de cada uno de los actores, hasta los que no son tan reconocidos.
No se puede decir mucha más de Ricardo Darín o Leonardo Sbaraglia, que una vez más brillan con sus trabajos. Pero también, “Relatos Salvajes” cuenta con un gran Oscar Martínez y una tremenda Rita Cortese; más Julieta Zylberberg y Darío Grandinetti; aunque la que realmente la rompe toda, es Érica Rivas. Su actuación es impresionante, y su personaje va pasando por varias facetas, y en todas se luce: es natural, hace un gran papel cuando la protagonista atraviesa situaciones dramáticas o se desequilibra.
La película es un lujo. Algunas historias se destacan por sobre el resto, e incluso, la disposición de los relatos parece ir de menor a mayor. Es decir, a medida que avanzan los cuentos, la cinta parece ir ganando calidad, hasta un final que enloquecerá a los espectadores. Además, tiene la ventaja que cada uno de estos seis cortos tiene sus propios giros, su propia dinámica, y finales distintos, con lo cual la proyección es siempre atrapante y por demás entretenida.
¿Hay que verla? Es casi una obligación. “Relatos Salvajes” posee la pizca justa de comedia, drama, suspenso y acción; tiene ciertos guiños hacia algunas problemáticas sociales reales o cotidianas; está filmada de forma perfecta, y brilla con actuaciones descomunales. Impresionante de verdad, vale la pena disfrutarla, y será de esas películas argentinas que quedan en el recuerdo por mucho tiempo. Cintas como esta enaltecen al cine nacional.
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72 de 90 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Damian Szifrón, zorro pícaro y mañero
El único género teatral inventado en Argentina, con el que nos torturaron durante el colegio secundario, es el grotesco criollo. Los ensayos lo definen como una crítica a la sociedad a través de una mirada trágica, pero a menudo condimentada con humor negro, generalmente con personajes agobiados, que por diversos factores -situación económica, despecho amoroso, corrupción, crisis familiares, etc- son llevados al patetísmo y la humillación, a menudo desembocando en una animalización y a la caída de las máscaras sociales. La exageración como vehículo narrativo para poner cosas en evidencia. En Relatos Salvajes, parece como si al grotesco clásico lo hubieran transportado hacia un carácter rocambolesco, de tono decididamente de caricatura. Si me permiten el paralelismo rebuscado, algo parecido a lo que hizo "Sin City" de Frank Miller con la novela negra.

Aquí la animalización de los personajes está hecha incluso literalmente durante los títulos de crédito, dónde cada uno es asimilado a un bicho de acuerdo a la personalidad que mostrará luego durante las historias. Damián Szifrón se asigna a sí mismo el papel del zorro coloradito como el del Mozilla: ese zorro que habita las fábulas clásicas y es sinónimo de astucia. Y el zorro pícaro hace que a sus criaturas, cual animales que se ven amenazados, se les suelte la cadena, pierdan el control, olviden las formas y dejen desnuda a la naturaleza humana más visceral.

Siempre dije que Szifrón era un buen guionista pero un director mediocre, para acá el tipo me tapó la boca. Impresionante el crecimiento en la parte visual que tuvo Damián tras este hiatus de 7 años. El manejo de la puesta en escena es de una elegancia exquisita, sobre todo en el tercer, cuarto y sexto cortometraje. Encima hace lo mejor en esto casos: presentar los cortos en orden ascendente de calidad. Sin entrar en detalles para no spoliear:

- PASTERNAK: En la historia que sirve de prólogo, vemos lo que era habitual del peor Szifrón: artificial, apresurado en la narración, y salvo Dario Grandinetti, el resto de los actores dice sus parlamentos robóticamente. Los "¡no lo puedo creer!" y "¡qué casualidad!" menos convincentes de la historia del cine. La idea es muy original pero podría haber sido mejor llevada. Los efectos especiales están muy bien.

- LAS RATAS: Julieta Zylberberg es una mina que nunca me convenció, exceptuando sus épocas de chiquilina con Lucrecia Martel. Recomiendo evitar ver las entrevistas de promoción que andan circulando por la web, ya que la muy boluda spoilea el final de su cuento (*1). Rita Cortese siempre actúa bien. La historia de ellas es uno de esos relatitos que podrían haber formado parte de "Alfred Hitchcock presenta". Una presentación demasiado abrupta, casi instantánea, de los elementos del conflicto, la tira un poco abajo.

- EL MÁS FUERTE: Leo Sbaraglia en bien conocido a ambos lados del charco. Famoso reciclador de viejas ideas como Tarantino, Szifrón arranca con una historia de carretera muy visual que recuerda a Reto a muerte (Duel, 1971) en versión "lucha de clases", pero que se desbanda hasta irse convirtiendo en un corto de terror exagerado, delirante, escatológico, brutal, casi obsceno. Si creían que la riña callejera de "They Live" era la más zarpada del cine, prepárense porque no vieron nada. Como un capítulo de "Creepshow" o "Las pesadillas de Freddy" enajenado al 1000%. Incluso culmina con un remate visual irónico que recuerda el estilo de los finales en aquellas viejas antologías. (* 2)

- BOMBITA: De nuevo, el reciclaje: “Un día de furia” con Michael Douglas. Ricardo Darín logra que nos identifiquemos todos con su personaje. Ayer fue la primera vez que escuche a toda la sala de cine aplaudir al unísono, no al final, sino en el medio de una película. Más específicamente, aplaudir una escena. Pero no aplaudían la escena cinematográfica en sí; porque fuera graciosa, ingeniosa o espectacular. Aplaudían LAS ACCIONES DEL PERSONAJE, las festejaban. Que esas acciones sean de una moralidad cuestionable, da mucha tela para cortar para los sociólogos. Damián, astuto zorrito, imagina luego una secuencia simpática que anticipaba esa reacción real del público en el cine. Pillo. (*3)

- LA PROPUESTA: Oscar Martinez es un tipo de una larguísima trayectoria, aunque más relacionada a el teatro y la TV. El episodio que lo tiene como protagonista es sin dudas el de corte más trágico y cínico. Un operativo de encubrimiento que me hizo acordar al del Lobo de Pulp Fiction, que nos habla de cómo, a veces, la corrupción es tan grande que llega a asquear incluso a un corrupto.

- HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE: A pesar de ser la única del elenco que se dio el gusto de trabajar bajo las órdenes de Francis Ford Coppola, fue la televisión la que lanzó a la popularidad a la magnífica comediante que es Érica "Maria Elena Fuseneco" Rivas. Szifrón le da una historia hecha a su medida para que se luzca. Este corto que concluye la peli es un 10, redondito, de lo mejor que ha filmado Damián. El dire, zorro astuto, se desdice del carácter pesimista al que impregnó el film , e insinúa que tras una buena catarsis de mentiras y secretos, sólo puede quedar viva la honestidad más pura y absoluta. La novia de Kill Bill un poroto.

La mejor película del 2014 hasta ahora.
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59 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Carcajadas salvajes
Producida en parte por El deseo, la compañía de Almodóvar, realmente se agradece que el responsable de una comedia tan mediocre como "Los amantes pasajeros" haya tenido a bien invertir dinero en un largometraje de un tío con verdadero talento para esto como es el argentino Damián Szifrón. Señor que, admito, no me había parecido nunca gran cosa a pesar de ciertos éxitos como "Tiempo para valientes". Aquí cumple con nota porque su película es sencillamente hilarante y además se apoya no únicamente en el gag sino en la potencia visual y un trabajo de producción encomiable. Se ve que hay dinero, dicho de otra forma, y cada situación está llevada al límite para que el humor funcione a varios niveles hasta llegar a una explosión tornada en carcajada sonora. Szifrón divide su obra en varias historias independientes que tienen como único denominador común la mala leche con la que se abordan los conflictos, y de esta manera, implica al espectador mediante un guión realmente notable.

El arranque ya es memorable, con una secuencia en un avión en la que varios personajes parecen conocer a la misma persona. Decir más es estropear la experiencia por lo que voy a morderme la lengua, pero vaya, pocas comedias han tenido un arranque tan salvaje y adrenalítico en los últimos años. Las historias que siguen son igualmente fantásticas, porque contra todo pronóstico se consigue el milagro de que una película de segmentos los contenga todos buenos. Es cierto que -en mi opinión- hay tres que son excelentes (el del avión, el de la autopista, y el de la boda) y los demás se quedan en ser "sólo" buenos; pero el nivel es absurdamente alto en los temas que aborda y cómo lo hace. Que sea una película fantásticamente realizada, con actores en estado de gracia y una factura excelente (algunos efectos son más dignos de una superproducción que de una comedia latina) dice bastante a favor de un film que no sólo se escuda en el gag sino que además tiene una ambición cómica en su propio lenguaje cinematográfico: cómo usa los elementos del plano para potenciarlo todo y que la cosa quede casi redonda. A poco que os guste reíros, es una parada obligatoria en vuestra 'ruta cinéfila'.
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42 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Barbaridades cotidianas: lo que usted siempre quiso hacer pero nunca se atrevió
Gozosa muestra de humor atroz, bestia y sin concesiones, bordeando el esperpento y la caricatura más descarnada, sin por ello dejar de conseguir que nos veamos retratados en esos momentos indignos y callados en que deseamos perder los papeles pero nos refrenamos por una socialización confusa y tácita que nos embrida y apacigua, muy a nuestro pesar. ¿Qué pasaría si diéramos un paso hacia el abismo y nos saltásemos la melena y llegásemos hasta el final de nuestro impulso visceral y caótico, anegado de primitivismo atávico y ansias de venganza y destrozos? Es la locura del exceso sin remordimientos ni remilgos, sin mala conciencia ni concesiones. Es la guerra cotidiana que renunciamos a batallar por pura desidia, flojera o moralina marchita.

Cada uno de los seis episodios es excelente – y si bien había el riesgo de resultar algo discontinuo, fragmentario o deslavazado – el conjunto ofrece un delicioso y brutal mosaico indeleble de la violencia latente en la sociedad. Y es una brutalidad atemperada – pero no domesticada – por el humor, que revela y desmenuza el lado grotesco, bronco, simiesco y salvaje de nuestra idílica burguesía. Todos hemos sentido el indómito y liberador impulso de dar un golpe en la mesa, pegar un alarido, confrontar a los burócratas impasibles, enfrentarnos a los que nos afrentan, vengarnos de las infidelidades y de las humillaciones, aplicar la ley del talión, desquitarnos de tanta sonrisa domesticada y de tanta aquiescencia sumisa. Hemos sentido el ardor belicoso y marcial encharcando nuestro estómago, el regusto de la vendetta explotándonos en la boca, la furia asesina de exabruptos y groserías aprisionándonos como una camisa de fuerza.

Se ve con turbia satisfacción y culposa complicidad: queremos ríos de sangre, dispensadores de tortura y muerte, queremos vindicarnos por tantas afrentas y despechos soportados en dócil silencio, queremos resarcirnos de tanto inmovilismo servicial y pacato, queremos la revancha definitiva y sumaria. Tantas veces soñada como pospuesta, tantas veces deseada como rehuida. Ahí radica la potencia y el logro de esta maravillosa cinta: nos hace cómplices regocijados de nuestros instintos más sádicos, de nuestros impulsos más rastreros y deleznables. Dichoso aquelarre, hecatombe de la anodina corrección política, masacre de los buenos propósitos y de las exangües palabras de consuelo, derrumbe del espurio castillo de naipes de las tramposas convenciones sociales.

Quizás no sea una cinta para fariseos, hipócritas o mojigatos. Pero es un prodigio de mala baba y buen cine. Muy recomendable.
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43 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
ARREBATOS SALVAJES
El Michael Douglas de Un Día de Furia era una nenaza comparado con el Ricardo Darín de Relatos Salvajes.

Excelente tesis sobre el estrés, el brote transitorio, la locura perenne, la corrupción, la mala hostia, el odio, la venganza y otras virtudes humanas, todo envuelto en un halo de naturalidad de lo más cotidiana y creíble (bueno, menos lo del avión), rodado con destreza, interpretado con maestría y relatado con el más exquisito y brutal humor negro.

Un magnífico compendio de relatos, en realidad, aterradores. Un revulsivo delicioso.
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42 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La versión moderna de "Los Mounstros"
Aunque se hable de la inspiración en los “Cuentos asombrosos” de Steven Spielberg para mi fue imposible no relacionarla con “Los Mounstros” y “Los Nuevos Mounstros”. Es como la versión siglo XXI de estas dos películas italianas. Mucho más ágil, más dinámica, más violenta y más comercial. Mucho menos irónica, mucho menos hilarante y menos elegante.

Los seis relatos son dispares, algunos muy buenos otros más mediocres. Todos tratan, de alguna u otra manera, de hacer una crítica a la sociedad del siglo XXI: agresiva, violenta, corrupta, sínica y despiadada. Personajes que se ponen a sí mismos –por su propia impaciencia, stress, etc, vicios de las sociedades modernas-, en situaciones límites. Personajes que exploran las peores facetas del hombre moderno.

Los capítulos más sobresalientes es el de la autopista. Irónico, sutil y con agresividad creciente. Además con una cuota de humor sutil: “¿crimen pasional?”.

En la tabla media están el del Restaurante (énfasis en el personaje de la cocinera, excelente), el del avión (creativo episodio) y el del atropello (si bien es una historia predecible, el final no lo es tanto y está bien lograda).

Al final de la tabla pongo el de Bombita y el del Matrimonio. El primero capta muy bien la ofuscación de las personas ante un sistema corrupto y angustiante, pero la transformación en un héroe social de este icono del descontento es burda y mal trabajada. En tanto el segundo toca una temática interesante: el matrimonio de mercado, sínico, establecido, homogéneos, a conveniencia, etc, critica este molde y hace algo que todos nos hemos preguntado: ¿qué pasaría si algo sale de control en estos actos moldeados y planificados?. Pero la forma en que se estable esta crítica es demasiado recargada, personajes absurdos y mal logrados.

Como conclusión vea la película, es ágil y entretenida. Sin duda con una alta capacidad comercial, cumpliendo todos los ánones de un film hollywoodense.
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39 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Relatos extraordinarios.
Se abre el telón.
Aparecen en escena seis relatos completamente diferentes, enmarcados en un fondo común: la venganza. Seis historias que buscan conseguir un cierto paralelismo con la realidad actual, tanto cómica como social. La elección de actores y de reparto queda relegada a un segundo plano por la enormidad del guión que cada historia presenta. El primer cortometraje es toda una sorpresa, con un punto más cómico que sangriento, que el director, Damián Szifrón, utiliza como anticipo para presentar el resto de su catálogo más satírico y dramático.
La sensación que deja "Relatos salvajes" al salir del cine es placentera. Queda uno inconforme con la corta duración de cada historia y, a la vez, aplaude al director por llevar a cabo de una manera tan soberbia semejantes joyas del cine actual en un tiempo tan reducido. Es una inconformidad, por tanto, que se disfruta. Que diferencia una buena película de otra que no lo es tanto. El planteamiento de cada argumento y la existencia de seis guiones completamente redondos, sin fisuras, es lo que más llama la atención. El primero de ellos traslada una tragicomedia a lo más alto para introducir al espectador a un no parar de diálogos inteligentes, escenas que cautivan y estremecen y finales que contentan. El último de esos guiones presenta una boda, de la que se sirve Szifrón para terminar su coloquio cinematográfico de la manera más irónica posible (no desvelo el final de la película con esto que acabo de decir, tranquilos/as). Todo está medido. Cada historia está planteada para que, de manera independiente, conecte el resto de tramas y éstas se vinculen en aquello que ya hemos dicho que predomina durante toda la película: la venganza inexplicable y la absurdez del ser humano ante situaciones límites.
Al más puro estilo Breaking Bad, en lo técnico también hay un notable uso de cámaras en lugares inéditos. Además, Damián demuestra que es capaz de hacer cosas verdaderamente interesantes con la cámara cuando se trata de jugar con el espectador y hacerle reflexionar sobre su propia existencia, sobre su propio comportamiento y, ante todo, sobre su propia inteligencia. En la película apenas aparecen nombres; lo que importa es el contenido, lo que se cuenta.
Se cierra el telón.
Y te marchas a casa con la sensación de haber visto seis pequeñas películas que se recordarán en mucho tiempo.
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23 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Yo también quiero
¿Quién no ha deseado dar su merecido a alguien, de verdad, sin burocracia o buenas formas? Desde quien nos ha hecho pasar un pequeño mal rato al que consiguió amargarnos la existencia ese anhelo de desquite es el nexo que une a estos seis relatos.

La clave de las historias es su enfoque humorístico y transgresor. Mezcla esperpento, surrealismo, suspense, tragicomedia y un toque de violencia que se intensificarán más o menos según la trama. En algunos casos la venganza de los protagonistas se centra en aspectos sentimentales y en otras la sátira es una demoledora crítica social, que abarca desde la indefensión administrativa en la que se encuentra cualquier ciudadanito de a pie hasta por contra, el privilegio de determinadas clases sociales.

Muy bien narrada, entretenidísima, hasta se hace corta. Quién da más.
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22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El hombre es peor que una bestia cuando la bestia domina en él
Hoy fui a verla después de meses de espera y fui con gran expectativa a la sala para ver si la película de la que tanto se hablaba aquí en Perú era tan buena como decían... Y tenían razón.

Seis historias independientes solo en forma que retratan lo que hace el ser humano cuando cruza esa delgada línea entre el comportamiento socialmente aceptado y el salvajismo innato que nos caracteriza ¿Los resultados? El título de mi crítica lo explica todo, es más, si Tagore viera la película seguro ratificaría lo dicho.

El dominio del humor negro de Szifrón nos hace desternillar de risa para luego mirarnos unos a otros y pensar: "¿Realmente alguien podría hacer eso?". Generalmente digo que nadie puede emitir tales juicios de forma aislada pero, conociéndome y habiendo leído el comportamiento de las personas en diversas fuentes, creo que reaccionaría muy parecido a muchos de los personajes ¿Quizás más a "Bombita"? No lo sé. Unas notables interpretaciones hacen que uno realmente se ponga en la piel de los personajes y que hace creer que, efectivamente, han perdido la razón.

Resumiendo, que es gerundio, es imperdible para todo aquel que quiera burlarse de uno mismo o de la condición humana. Cada uno de los relatos pasa volando y cuando menos te das cuenta ya estás en la de la boda a punto de soltar la carcajada más extraña de tu vida.
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21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
TIEMBLA TARANTINO
Producida por "El Deseo", Pedro Almodóvar y su hermano Agustín, comenzamos con una fantáaaaastica banda sonora, obra de Gustavo Santaolalla (músico y compositor argentino, ganador de sendos Oscar a la mejor banda sonora por "Babel" y "Brokeback Mountain"), que acompaña a unas preciosas fotografías de animales. Fíjense muy bien en ellas porque son un delicioso aperitivo de lo que veremos mas adelante: imágenes de lobos, leopardos, hienas y otros depredadores que, con sus miradas inteligentes y sus afiladas garras y colmillos, acechan a incautas ovejas, gacelas y otras fuentes de proteínas, prestos a devorarlas.

Aunque nunca hayamos sido agredidos físicamente, ni atracados por un ladrón, no es necesario que medie un delito para que nos resulte conocido el papel de víctima. A menudo nos vemos envueltos en situaciones que, por cotidianas, asumimos y soportamos de manera más o menos estoica o indignada dependiendo del día que tengamos. Pero... ¿qué pasaría si en una de esas ocasiones, hartos de sentirnos sometidos, renegamos del papel de sumisos y reivindicamos el control de la situación? De eso va la vaina.

Seis relatos geniales, inesperados y muy bestias.

Inspirada en "Cuentos asombrosos", serie de TV de los ochenta creada y producida por Steven Spielberg, "Relatos salvajes" (premio del público a la mejor película europea en la 62 edición del Festival de Cine de San Sebastián) narra unas historias en las que los agresores, asesinos o terroristas, no han sido etiquetados como tales por el sistema. En cuanto a las victimas, no son únicamente personas sino estructuras e instituciones: la sociedad en su conjunto.

No se trata del tipo de cuento que termina con un colorín colorado que te invita a conciliar el sueño, sino de unas historias para no dormir, verdaderamente brutales, que inducen, por las barbaridades que narran y cómo las narran, tanto a la risa como al horror o al asco. Son tan tremendas como sorprendentes y cercanas porque, ya me lo dirán cuando las vean, con más de una nos sentiremos identificados aunque no nos atrevamos a reconocerlo en voz alta:

1. Pasternak: a todos aquellos que te han jodido la vida. ¡Atracón de risa inicial!

2. Las ratas: el que la hace la paga. ¡Ten cuidado con lo que deseas!

3. El más fuerte: genuinos machos al volante. ¡Geniales Leonardo Sbaraglia y su partenaire! No se pierdan la melodía "Corazón de fuego". MI FAVORITA. ¡Es la caña!

4. Bombita: la lucha, en solitario, contra la jaula de hierro de Max Weber. ¡Un héroe nacional!

5. La propuesta: justicia universal, o no. ¡Por algo se dice que la justicia es ciega!

6. Hasta que la muerte nos separe: para terminar nada mejor que una celebración familiar. ¡Una boda de cuento!

Intriga, violencia y comedia. ¡Hacia tiempo que no me reía tanto en el cine! Esta película es muy divertida pero, se lo advierto, se trata de humor macabro, o negro como prefieran llamarlo, no apto para todos los paladares.

El director nos muestra como basta un segundo, el tiempo que se tarda en tomar una mala decisión, para cruzar la línea que separa el orden del caos. Perder el control y dejarse arrastrar por el vértigo y el placer que ello conlleva; comprobar que, efectivamente, la venganza es un plato que se sirve frío y se come despacio.

Damián Szifrón emprende una cruzada contra los tiranos, los que se creen superiores a los demás, los macarras abusones, el sistema, los ricos y los finales felices. ¡No deja títere con cabeza!

La película es cruel, maliciosa, brutalmente divertida y esconde una original y demoledora carga de critica social.

¡Sencillamente brillante!

¡Tiembla Tarantino!
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21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Violencia terapeútica y humor negro
Hilarante y brutal, bárbara,salvaje y gamberra. A Tarantino seguro que le encantaría haberla firmado. 6 breves narraciones sin otra conexión que la temática: la venganza y la liberación de adrenalina en situaciones límites en las que el individuo estalla, todo ello tratado con un humor terapeútico que amortigua la violencia social subyacente.
El mejor episodio a mi modo de ver es el tercero, en el que interviene Leonardo Sbaraglia: dos conductores se enzarzan en una esperpéntica vorágine de ira y brutalidad; delirante violencia extrema magistralmente filmada. El resto de los cortos tienen también un gran nivel, desde el prólogo humorístico hasta la catarsis de la boda del último. Por poner un pero, esta última historia se alarga demasiado.
El conjunto constituye una obra divertida, inteligente, está muy bien filmada, mantiene la tensión y los actores están a un nivel supremo. Tras la enorme descarga de adrenalina que te provoca,sales purificado.
Seguro que será un gran éxito de taquilla.
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19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Cuando el humor negro se hace arte
Siempre he defendido, al contrario de lo que muchos piensan, que el odio es necesario. No sé si bueno, pero sí necesario. Siempre nos ha dicho que disfrutar con las desgracias ajenas es de malas personas. Lo admito, soy una mala persona, y a mucha honra. Con "Relatos Salvajes", he disfrutado como hacía tiempo que no lo hacía viendo una película. Salí del cine con una sonrisa, pero una sonrisa canalla, como esa que te sale de niño al escupirle a un calvo desde la ventana de casa. Y sí, salí así de sonriente después de disfrutar de dos horas de desgracias y desdichas humanas. Soy un cabrón.

Seis relatos (muy salvajes sí, el título no miente) que no dejarán indiferente a nadie. El primero, y el más breve, nos hace despegar hacia el paraíso del humor negro. Abróchense los cinturones y coloquen la mesilla en posición vertical, que el viaje promete ser movidito. En cuanto acabó, ojos como platos, y unas ganas enormes de que el filme continuase. El segundo segmento, más oscuro y desaliñado que su predecesor, nos presenta una disyuntiva entre lo justo y lo ético. Todos queremos lo justo (lo políticamente incorrecto, vaya), no nos engañemos. En mi opinión, este es el relato más flojo, lo que no quita que se disfrute de igual manera. Tras este, llega uno de los puntos álgidos de la obra. Szifrón "se mea" en cualquier película de la saga "A todo gas" con está feroz y épica batalla entre dos coches, y sus conductores. Las carcajadas casi ni nos dejaran oír los pocos diálogos de esta parte.

Llegamos a la mitad de la película, y parece que llevamos sólo 15 minutos en la butaca. Material fresco, divertido y, sobre todo, brutal. A cada relato que pasaba, mi yo pesimista quería convencerme de que el siguiente relato seguro que sería flojo, que la cinta no podía aguantar este ritmo frenético. Bueno, pues gracias a Dios, o a Damián Szifrón en este caso, esa escéptica y repelente vocecita interior se fue apagando ante la evidencia de que aquello no decaía. Ya lo decía Mercury, el show debe continuar (y qué show)

Llega el paso de ecuador en el Grado de Hijoputismo y nos encontramos con otra joya, una bomba de humor negro tan palpable como la vida misma que nos explota en nuestras mismas narices. Aparece en pantalla el gran Darín, y con esa capacidad que solo él tiene, al instante empatizamos con él.Parece casi un amigo de toda la vida. Sus desdichas son nuestras desdichas, su rabia es nuestra rabia. La injusticia nos señala el camino en esta maravillosa historia. Maravillosa porque, como somos unos cabrones, nos reímos, aunque a nuestro entrañable 'Bombita' no le haga ni un poco de gracia. Como "Relatos Salvajes" tiene complejo de montaña rusa, ahora toca bajar, y nos encontramos un panorama de todo menos divertido. Ya está el yo pesimista otra vez rosmando por lo bajo. Un argumento como este daría para hacer un melodrama de pura cepa. Pues bien, no será el mejor relato (ni de lejos), pero es sin duda el que más mérito tiene. Ser capaz de sacar aunque sea solo una sonrisa, media carcajada, de semejante ambiente, ya hace al bueno de Daniel merecedor de todos nuestros alagos. Por las noches, aun me sigo sintiendo mal por haberme reído de algo así, pero bah, qué más da, soy un cabrón. Y antes de la bajada final (el salir del cine, vaya), pues llega la subida final. Y, creedme, no va a dejar a nadie indiferente. Hemos visto muchas bodas a lo largo de la historia del cine, pero seguro que ninguna como esta. Que Dios nos pille confesados, que esta pareja no se anda con tonterías. Si la hipérbole había tenido presencia a lo largo de la película (es una gran hipérbole más bien), aquí llega al cenit, a lo superlativo, al 'Hall of Fame' de lo exagerado.

Y se acabó. Esto se pasó volando. Cuando empezaron a deslizarse los créditos finales, tenía la vaga esperanza de que fuera una broma, y al rato apareciese otro relato en pantalla. Pero no. Las luces del cine se encendieron y la gente empezó a irse (con una sonrisilla en la boca, ya os lo dije antes). Al salir me esperaba un diploma como recién graduado en hijoputismo, o una chapa que me reconociese como un miserable oficial, pero no, lo único que me llevé a casa fue la entrada de recuerdo, una sonrisa de oreja a oreja y la sensación de haber sido feliz durante dos horas. Aunque haya sido a costa de los males de otros. Eso qué mas dará.
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17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
PROBLEMA PERSONAL CON EL CONCEPTO
No puedo decir que me haya disgustado esta película, entretiene, crea tensión e incluso hay un punto identificativo con algunas de las cosas que suceden que hacen que desees ser o hacer lo que en algunos capítulos son y hacen algunos de sus protagonistas, cuyas acciones, en última instancia, acabas justificando.

Lo que ocurre es que, y esto es una visión absolutamente personal, yo en literatura siempre he sido más de novela que de relato corto, y para mi el desarrollo de la historia en forma de largometraje supone la base de mi concepción de lo que es contar historias en la gran pantalla, y el resto, desde mi seguro que injustificado punto de vista, son sucedáneos que me hacen ver empequeñecidos sus seguro que irrefutables méritos.

En cualquier caso, y por entrar al lío, 6 historias, un lazo común, lo que a todos nos gustaría hacer ante una situación más o menos extrema, y pocos hacen. ¿Mi opinión?, depende, gustarme gustarme, me gusta mucho la de Darín (sobre todo su actuación, su problema es que la historia da para un largo, de ahí lo acelerado de su final), la del avión (concisa y sorprendente) y la del atropello (la más completa en cuanto al desarrollo de una trama y unos personajes, también podría justificar un largometraje), tampoco está mal la de los 2 conductores en esa carretera desierta, flojea un tanto la del restaurante de carretera, y creo que aunque está bien rodada, se alarga en exceso y va perdiendo credibilidad según la ves, la última, la de la boda.

En cualquier caso lo dicho, entretiene, es original, hay momentos muy buenos, y es de estas películas que creo que se pueden recomendar a cualquier tipo de público. Curiosa.
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25 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Relatos Salvajes: Ingenio, humor, violencia, crítica, venganza y buena ejecución técnica
Damián Szifrón ya tenía experiencia en dirigir y escribir episodios o capítulos de una serie, por su experiencia en “Los Simuladores”, de la que creo haber visto algunos episodios, y “Hermanos y Detectives”… Regresó este año con una película de episodios, un compendio de seis cortometrajes unidos bajo el título general de “Relatos Salvajes”. Él mismo escribió y dirigió todas estas historias, con la producción y confianza de los Hermanos Almódovar. Y antes de hablar de la sensación que me dejó en general, debo hablar de cada uno de los cortometrajes o episodios que conforman el filme:

Pasternak:
El relato más corto que da inicio al filme, justo antes de que aparezca el título del filme en pantalla. Desvela inmediatamente uno de los temas predominantes en las historias: el de la venganza. En un avión se ven atrapados coincidencialmente diversas personas que en el algún momento de sus vidas tuvieron que ver con un tal Pasternak, y con quien tuvieron algún problema. Pasternak es quien conduce el avión… jejeje Muy divertido, y se nos revela otro de los ingredientes que acompañarán a todos estos relatos: el humor, corrosivo, ácido y negro. Y con esto se abre el telón.

Las Ratas:
Interesante relato, donde la venganza nuevamente es protagonista. Una mujer trabaja con una ex convicta en un restaurante en un lugar alejado y solitario en medio de una carretera. En plena noche llega al sitio un hombre que la mujer reconoce hizo mucho daño a su familia en el pasado. La cocinera ex convicta propone envenenarlo… Tiene buen ritmo, el papel de la cocinera es muy bueno, representa en cierta forma los impulsos “asesinos” o determinantes que a veces tenemos, pero que la línea de la cordura y la moral nos hace replantear. Esa pequeña línea varía de acuerdo a cada situación, sin importar el tipo de persona que se ponga a prueba. Es una de las historias más flojas.

El más fuerte
Sin duda uno de mis favoritos. Nuevamente la venganza, la perdida de la cordura y muy divertida y un poco bizarra. Dos conductores se cruzan en una solitaria carretera y se enfrentan en una pelea, que los lleva a extremos inesperados. Aquí se resalta una de las fortalezas de todas las historias, que es la parte técnica, muy bien ejecutada, buena fotografía, que hacen resaltar a esta descabellada historia.
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16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Walk On The Wild Side
“Relatos salvajes” es una muy cuidada producción con intenciones de ser comercial en el país que se proyecte. Y motivos no le faltan, tanto por los aciertos del film en sí como por razones meramente mercantiles, dicho de otro modo, se convertirá en uno de los éxitos del año, incluyendo Estados Unidos, el chollo para hacer caja, el sueño de muchos productores. Porque de entrada es el logo de la Warner americana la que abre la película. Y cuando una productora hace eso con un producto no americano es porque el negocio ya está en marcha y confía en él. “Relatos salvajes” recogerá premios, de hecho su carrera ha empezado así en San Sebastián, aunque de forma atípica, muy de acorde con el tono del film, ya que se llevó el premio del público que se otorga a una producción europea. ¿Europea? Ah, sí, ya que Agustín y Pedro Almodóvar junto a Esther García (otra pieza clave en la productora El Deseo) coproducen esta película de producción argentina… Buen olfato tienen, de eso no hay duda. Pero bueno, resulta chocante por problemas de categorías o terminologías, aunque en cuanto a lo de su aceptación popular eso también es innegable, prueba de ello la sesión a la que asistí donde muchos no sabían ni lo que iban a ver y se sumergieron a la primera.
Aunque parezca como un homenaje al cine de diferentes historias italiano es de espíritu muy argentina, y nos resulta muy “familiar” (o mejor dicho, para no pecar de humor negro, reconocible) para cualquier espectador, ya que sus personajes y algunos tópicos que manejan, aunque los argentinos no lo crean, se dan en más de un país, y cómo no, nosotros no íbamos a ser menos. Está bien dirigida por Damián Szifrón, con holgura en sus momentos espectaculares y con eficacia en las escenas donde podía haber decaído, pero no, nunca su ritmo se viene abajo, además sabe sacar partido a su extenso reparto, muy bien todos, los conocidos (como Darín, Sbaraglia…) y los no tan conocidos por estas latitudes, como por ejemplo Oscar Martínez, Érica Rivas o la breve pero intensa Rita Cortese como la cocinera. Notable en sus aspectos técnicos y de montaje. Las historias están bien definidas, son directas, van a la situación extrema casi en su planteamiento y con posibilidades de que sus personajes se familiaricen rápido con el espectador. Pero quizás como guión en conjunto se podía haber mejorado: “relatos salvajes” son seis historias independientes, cada una dura lo que debe, no se reparte el tiempo de forma proporcional, pero ya que se trataba de un film de “historias” del mismo director, no de varios autores como es lo habitual, podía haberse encontrado un nexo para hilarlas, para conjuntarlas más, darle el remate final de su personalidad y no dejarla en un buen film de “sketchs” meramente, pero bueno, esto último sí que es muy subjetivo. Su banda sonora entra en el divertido juego macabro de Szifrón a través del cinismo, desde sus composiciones originales como su tema principal, que homenajea los aires desenfadados de Morricone que se daban sobre todo desde la mitad de la década de los 60 y primera mitad de los 70, como la selección musical, por ejemplo, recurrir a temas románticos de Moroder, como el tema de amor de “Flashdance”, para varios momentos cruciales, incluyendo los terroríficos. Las imágenes de sus créditos iniciales nos recuerdan a los films italianos que eran documentales, casi gores, como la más light aunque pionera “Este perro mundo” a “Hombres salvajes, bestias salvajes”. Lograda película que se sale de lo común a lo que se ve habitualmente y que sospecho contará entre sus fans desde Scorsese a Tarantino, pasando por Keshales y Papushado, los directores de “Big Bad Wolves”.
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12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
CORTOS INDEPENDIENTES, BIEN RESUELTOS.
No es una película. No. Son varios cortometrajes, unidos y de muy buena factura. Pero el resultado viene a confirmar algo que yo siempre consideré: Algunos buenos guiones se alargan para que se transformen en una película de metraje convencional, y eso los destruye.

Este trabajo ha logrado en Argentina arrasar en taquilla. Unos más brillantes que otros, cada uno de los cortos, en general consiguen mantener nuestra atención.

Un 5
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13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
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