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39 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
Peckinpah contenido por los mandamases (8.1)
Se echan de menos esas cámaras lentas, esas imágenes congeladas que todavía no se había animado a usar pero que más adelante se convertirían en la firma de Peckinpah.
No importa, la historia y los personajes están pensados a su medida (de hecho, él mismo metió mano en el guión). También se nota su peculiar estilo en algunas de las escenas: el cuerpo inerte del indio muerto cayendo por una pendiente, la espectacular batalla final en el río...

La película es conocida por su fracaso en taquilla y por los problemas durante la producción (se dice que durante el rodaje Heston amenazó con un sable a Peckinpah, aunque también se dice que se jugó el cuello apoyando a Sam ante los productores, llegando a decir que si le despedían, él también se iría) y, sobre todo, durante la posproducción (los productores no contaron con Peckinpah para el montaje, y eso, para un director-montador como él, fue un insulto).
Todas esas diferencias hicieron que Peckinpah no dirigiera finalmente "El rey del juego".

Imprescindible para todo amante del western; muy recomendable para el resto.
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55 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Apología del Derecho al ataque preventivo.
No voy a descubrir ahora lo buen director que fue Sam Peckinpah, uno de los grandes sin lugar a dudas, al que admiro profundamente, sin embargo como casi todo el mundo tiene alguna película que creo que no responde a lo que se pretende vender habitualmente y el ejemplo más paradigmático es “Mayor Dundee”

Echar la culpa a los productores es bastante simple, acaba de salir una edición en DVD, magnífica por otra parte, donde podemos sumergirnos en una versión muy cercana a la que quería Peckinpah, y los defectos son los mismos.

No se trata del montaje o de si los personajes están más o menos dibujados, para nada, creo que en demasiadas ocasiones de termina hablando de si el cielo es azul. Seré claro: “Mayor Dundee” es una apología del derecho de intervención norteamericana más allá de sus fronteras en la forma y manera que le dé la gana. La persecución de los indios por el rapto de los pequeños es una cortina de humo, lo esencial son dos cosas:

A. Los soldados azules cruzan Río Grande como si aquello fuera su patio trasero, y no sólo se justifica por la necesidad propia, es que es bueno para los mexicanos. La pintada de ¡Viva Dundee! en una tapia de un pueblo de aquel país es el mejor resumen. Peckinpah como todos los directores que han trabajado en Hollywood pasó por el aro y sus divergencias con los mandamases siempre fueron de forma (gasto, ideosincracia, carácter...) que de fondo –el guión, que es el mayor fondo de cualquier película-.

Ese mensaje patriótico que invade “Mayor Dundee tiene lectura interna, se trata de que confederados y unionistas formen un frente común y salven sus diferencias para un enemigo común: los indios, los mexicanos o los franceses. Ese es el segundo punto.

B. Es una película que representa la francofobia típicamente norteamericana (¿Dónde estarían ahora sin la ayuda franco-española en su guerra de independencia?). Y es que la doctrina Monroe de “América para los americanos” está subyacente en todo el metraje.

Esto no le quita otros méritos, y muchos además. Los actores por ejemplo. En especial Heston que está espléndido y muy cómodo, realmente se interpreta a sí mismo, cogiendo caracterizaciones de otros papeles suyos como “Ben –Hur” o “El Cid”. James Coburn sí que nos trae el verdadero personaje peckinpahniano. Ese rastreador manco hubiese merecido una película para él sólo.

Igualmente extraordinario es el rodaje en exteriores –vaya forma de rodar planos abiertos- y la fotografía con ese color rojizo a oxidado que la hacen memorable. Sombrerazo por su fotógrafo, Sam Leavitt.

Pero repito, es un Peckinpah aún en transición, le percibimos pero no le terminamos de encontrar su ADN. En demasiados momentos recuerda a John Ford, y a películas como “Río Grande” –la total impunidad de la legalidad internacional que los norteamericanos hacen gala- o a “Fort Apache”, con un retrato del personaje de Heston muy en la línea del de Fonda.
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63 de 85 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El inestimable preludio de una obra maestra
Casi todos los adeptos a Sam Peckinpah coincidimos en que “Mayor Dundee” no es, quizás, una de sus mejores pelis. De entre sus muchos westerns yo lo situaría, por ejemplo, a un peldaño de “La balada de Cable Hogue” y a dos, obviamente, de “Grupo salvaje”.

Con todo, “Mayor Dundee” me parece una buena película. Mejor dicho, una muy buena película. Y lo apunto así, con tanto convencimiento y firmeza, porque considero que más allá de sus virtudes y sus defectos “Mayor Dundee” es -por así decirlo- un bosquejo. Un inestimable preludio de ese peculiar y genuino libreto de estilo que Sam empezó a definir a partir de “Grupo salvaje” y que, muy poco después, lo confirmó como uno de los mejores cineastas norteamericanos de la década de los setenta.

Y aunque yo también echo de menos en esta peli esos zooms y ralentís tan peckinpahianos, otros muchos rasgos característicos de su autor -tanto o más significativos, incluso- son perfectamente identificables en “Mayor Dundee”. Me estoy refiriendo, por ejemplo, a su atracción por la violencia física o verbal, a su indisociable misoginia o a su pertinaz empeño en componer personajes descorazonados, escépticos y -por que no decirlo- incluso despiadados. Personajes que poco o nada tienen que ver con la clásica visión maniqueísta del viejo oeste y que tan sólo mantienen fuertemente arraigados determinados y muy puntuales códigos de honor. Todo ello lo podemos advertir, obviamente, en el tremendo duelo interpretativo que mantienen a lo largo de la peli Dundee (Heston) y Tyreen (Harris). Dos adversarios, antaño amigos, cuyos tensos diálogos preludian -como antes decía- la nostálgica, áspera y crepuscular poética de “Grupo salvaje”. Un film que jamás habría logrado tanta repercusión en la historia del western si cinco años antes Peckinpah no hubiera colocado esa primera piedra que lleva por nombre “Mayor Dundee”. De eso estoy completamente seguro.
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37 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Sam Peckinpah, el provocador
Que me disculpen todos los realizadores que han dirigido a la archiconocida y ya clásica estrella de cine llamada Charlton Heston, sinceramente creo que ninguno le ha sacado una actuación tan soberbia y honesta como Peckinpah, que debería ser algo así como el santo patrón de los directores; por lo genial que es a la hora de contruir personajes, darles esa veracidad y profundidad garrafales; a la hora de desarrollar un argumento (sin manierismos seudointelectuales ni pedanterias, Sam no nesecito destruir el cine para convertirse en el director más provocador que dado la industria); Mayor Dundee sigue en esa linea en la que él se mantuvo toda su vida y que era su obsesión: la visión transgresora, desmitificadora, de una sociedad basada en preceptos y valores hipócritas e inexistentes, que contradicen muchas veces la verdadera naturaleza humana, tan dual, tan dialéctica; acaso mostrando apenas aquella linea que no divide el bien del mal sino que lo confunde, un director tan honesto y consecuente con sus ideales, que quizá termine siendo un artista sicopático, bastante lúcido, el más desarraigado y pesimista, el más genial y turbio; grandioso como narrador de historias, como plasmador de sobrecogedoras escenas lúdicas, aveces idílicas, muchas veces crueles y realistas, siempre geniales; acompañadas de extraordinarios diálogos, una muy buena selección de actores; ninguna de las películas que le he visto me han decepcionado, toda persona que quiere dirigir alguna vez debería verlo, es un gran maestro.
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27 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Para Sierra Charriba
Impresionante western del maestro Peckinpah, años antes de rodar el western de los westerns, Grupo salvaje, 1969. A pesar de las mutilaciones que sufrió por parte de los productores y de lo mal que acabaron el amigo Sam y Charlton Heston (Ben-Hur, 1959) durante el rodaje, la película raya a gran altura. El film nos presenta como un major yanqui (Charlton Heston) se ve obligado a pedir ayuda a un grupo de prisioneros confederados encabezados por un estupendo Richard Harris en la lucha contra una partida de apaches rebeldes mandados por un belicoso jefe llamado Sierra Charriba. Las luchas internas entre ambos mandos, los continuos roces entre ambas tropas recién acabada la guerra, y las continuas escaramuzas contra los indios, dan a este interesante film todo lo que necesita para convertirlo en uno de los grandes westerns de la historia. Si a eso le sumamos la impecable dirección de un genio, como era Peckinpah, aunque algo tocado por el alcohol y unas excelentes interpretaciones de Heston y Harris, y contando con la siempre agradable presencia de James Coburn (La cruz de hierro, 1977) y Jim Hutton (Boinas verdes, 1968), y las luego habituales presencias en los films de Peckinpah como son los secundarios, LQ Jones, Warren Oates y Ben Jonson. Tenemos una película casi redonda. El toque femenino lo pone Senta Berger, que mas tarde haría otra película con el director, La cruz de hierro, 1977. La banda sonora de Danielle Amfitheatrof lograría convertirse en un clásico por su tema principal.
Un western de Peckinpah, en el que se empezaba a vislumbrar lo que lograría cuatro años más tarde en su obra maestra Grupo salvaje. Pena que te fuiste tan pronto Sam.
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14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Buscando la gloria
Intenso y interesante western, con un Charlton Heston muy inspirado.Destacaria lo bien definidos que están los caracteres de los personajes, el de Heston, un hombre avido de gloria, impetuoso y irresponsable en ocasiones, no repara en nada que se interponga entre èl y sus objetivos, luego el de Richard Harris, un supuesto caballero del sur en defensa de unos ideales aristocráticos, que no es mas que un pelagatos irlandés, a pesar de eso es un oficial al que sus hombres admiran y respetan, también Jim Hutton como el escrupuloso pero inexperto oficial joven, el siempre efectivo James Coburn, como un duro y individualista explorador mancó.La en principio típica historia de soldaos de la caballería al rescate de unos niños secuestrados, aquí se convierte en las manos de Peckinpah en otra cosa, una obsesion y un duelo de voluntades llevado hasta las ultimas consecuencias, como el personaje que interpreto Jhon Wayne en centauros del desierto, la obsesion del mayor Dundee, por la gloria, no por amor como Wayne, le lleva acometer todo tipo de desmanes y a estropear lo que podia haber sido una bella historia de amor con la estupenda Senta Berger.Por ponerle un pero el final es demasiado brusco para mi gusto.De todos modos un buen western de un gran autor com Peckinpah.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La responsabilidad del mando.
Western crepuscular, duro, violento, el dirigido por Sam Peckinpah antes de embarcarse en sus geniales y mucho más conocidas "Perros de paja", "Grupo Salvaje", "La balada de Cable Hogue", "Pat Garret y Billy el niño" o la extraordinaria "La huida" con Steve McQueen y Ali MacGraw, incluso el drama antibelicista "La cruz de hierro" y su impactante inicio.

Aquí, contando también con un más que excelente elenco de actores y de secundarios, dirige a Charlton Heston y Richard Harris para perseguir a unos apaches sanguinarios tanto por EEUU como por México, además de los franceses, obsequiándonos con excelentes escenas bélicas y sobre todo, haciendo una reflexión sobre la genética del poder, del mando, de su grandeza y también de la soledad que conlleva, así como de la ingratitud y la rebeldía de los subordinados a la autoridad que el mando conlleva.

Alguna reminiscencia e influencias en la formación del grupo tuvo en cuenta Robert Aldrich en la excelente "Doce del patíbulo", estrenada dos años después

Muy recomendada, sobre todo por su desconocimiento del gran público para este excelente western que se merece un sobresaliente, 9.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Mutilar un diamante
"La superproducción más destrozada de Hollywood", reza el estudio que dedica el especialista Glenn Erickson a esta cinta. "Mayor Dundee" es, en efecto, un ejemplo palmario de la pertinaz cortedad de miras con que en- demasiadas- ocasiones se emplean las productoras. También lo es, empero, de la feliz porfía con que la genialidad se empeña en aflorar contra viento, marea, mordazas comerciales y cortapisas presupuestarias. El huracanado talento de Sam Peckinpah se desata, violento y hermoso, en cada uno de los despojos que Columbia tuvo a bien legarnos tras mutilar vilmente la obra maestra del prometedor cineasta.
Si bien es cierto que hoy día podemos admirar un montaje más próximo a la película que Peckinpah tenía en mente, no se trata, ni mucho menos, del "director´s cut" que, de manera más oportunista que benéfica, se nos quiere endosar. Los doce minutos extra mejoran la tullida versión tradicional en lo que a claridad y continuidad se refiere, pero buena parte del material filmado por Peckinpah se perdió para siempre poco después de su malhadado estreno, sin que haya visto nunca la luz. Muy probablemente las escenas de acción originales tuvieran el sello del maestro, con su inconfundible cámara lenta y sus no menos proverbiales surtidores de sangre púrpura y espesa como la pasta de tomate. El vals "fauve" en que la sensibilidad de Peckinpah transmuta la prosaica violencia es sustituido por la visión, mucho más convencional, del director de la segunda unidad, Cliff Lyons.
Pese a todo, estamos ante un western máximo, del que merece la pena disfrutar sin atormentarnos- tanto- por lo que pudo haber sido. "Mayor Dundee" exuda las esencias del mejor Peckinpah, podemos olerlas en la mugrienta ropa de Ben Johnson y Warren Oates. Porque alientan en una banda tan desharrapada como típicamente suya: perdedores consuetudinarios, antihéroes de frontera, a los que el destino reserva una oportunidad para la redención en un acto final de ciego y carcajeante arrojo.
"Mayor Dundee" atesora, además, un vigoroso duelo interpretativo. El rudo mayor Amos Dundee compuesto por un intenso Charlton Heston en la cima de su carrera encuentra refinada e inmejorable réplica en Benjamin Tyreen, el amanerado capitán sudista y caballero sureño- "patata irlandesa", según el áspero Heston/Dundee- encarnado por Richard Harris. Y eso no hay productora que nos lo pueda quitar ya.
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Mayor despropósito, imposible
No me extraña nada que fuese un fracaso en taquilla. No sacarían ni para pagar al divo de Charlon Heston y mucho menos a Harris y a Coburn. Para empezar, se parte de un argumento de lo más inverosímil donde el mayor Dundee abandona su Fuerte, a sus hombres y sus obligaciones, para embarcarse en una odisea con tintes de suicidio colectivo, con un grupo de fracasados, otro de soldados negros (que los del sur quieren esclavizar y los del norte los consideran prescindibles, así que se los lleva) y prisioneros sureños (que por supuesto, estarán encantados de compartir misión con los de color), a rescatar a unos niños, que ni le van, ni le vienen, capturados por los apaches.
El montaje es de pena, la música para cortarse las venas y las actuaciones de Heston y Harris, irrisorias y nada creíbles. Sus personajes no están bien definidos, y sus diferencias del pasado, tampoco resultan verosímiles. Los diálogos son paupérrimos y el doblaje para redondear, es realmente pésimo. Por si esto no fuera suficiente, a medio metraje nos intentan colar una Historia de amor como sin venir a cuento que ya es el colmo de la desfachatez y ridiculez.
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30 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Indefendible y mediocre.
Sin lugar a dudas, de lo peor de la filmografía de Peckinpah, por más que este cineasta nos caiga la mar de bien.
No sé si solo por la masacre de montaje que hicieron los productores o por la propia idiosincrasia del film, estamos ante un western mediocre, desilusionante y nada efectivo, que se hace tedioso y larguísimo, y que no aporta nada ni profundiza lo más mínimo en la genética del cine de su autor: la amistad traicionada, la violencia como catarsis, la masculinidad, el tiempo que zarandea los cuerpos y las almas... Con un Heston acartonado y torpe es, pese al solvente grupo de secundarios de siempre, una obra realmente desafortunada, se diga lo que se diga.
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25 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Misión de audaces
"Hasta que el apache sea aniquilado", esa es la promesa que todos los hombres mantienen. Hasta ese momento en que los odios personales puedan manifestarse y la venganza cobrarse, todos y cada uno tiene una misión que cumplir.
No importan las rivalidades, el objetivo es aplastar al despiadado enemigo indio y demostrar la fuerza que hace grande al soldado americano. Una auténtica misión de audaces.

1.962 fue un año clave para el "western". El canto funeral por el género que orquestó John Ford con "El Hombre que Mató a Liberty Valance" coincidió con la demolición del mismo que iniciaba impasible "Duelo en la Alta Sierra", segundo largometraje de un entonces muy prometedor Sam Peckinpah, convertido en éxito de público y de crítica y considerado uno de las mejores películas del Oeste, el cual sería disfrutado por Charlton Heston, quien decidió trabajar junto al director y contratarle para un próximo proyecto.
Dicho proyecto tomaría de base una historia de aventuras escrita por Harry Julian Fink, futuro guionista de "Estación Polar Cebra" y "Harry, "el Sucio" ", cuyo escenario de acción era la Guerra Civil americana. Poco después, Peckinpah se aproximaría al argumento en compañía de Oscar Saul con la intención de retocarlo; ese sería el comienzo de la larga lista de problemas que el pendenciero cineasta habría de soportar con los productores. "Mayor Dundee" fue su entrada en el cine de altos presupuestos, y sus intenciones de hacer la película como quería chocaba una y otra vez con los ejecutivos de Columbia Pictures.

Esto provocaba que, día si y día no, perdiera los estribos con sus colaboradores mientras no dejaba de emborracharse; gente despedida sin razón, mucha presión por parte del estudio y una acalorada discusión entre Peckinpah y Heston (perdura la anécdota de cómo este último le amenazó con el sable que su personaje usaba en la película) no hacían sino suponer que el rodaje estaba fuera de control, con lo que su leyenda maldita comenzaba a fraguarse. Inspirada en acontecimientos reales, la historia de "Mayor Dundee" empieza el 31 de Octubre de 1.864.
Cuando el terrible jefe apache Sierra Charriba aniquila a una compañía entera de la caballería tendiéndole una emboscada, el mayor Amos Dundee, que fue relegado de su puesto y enviado como guardián de un campo de prisioneros en Nuevo México, se aprovechará de esta carnicería para recuperar de nuevo la gloria y el prestigio. A las órdenes de una compañía compuesta por soldados de la Unión, confederados renegados y hombres sin oficio, Dundee se embarcará en una peligrosa empresa: rescatar a unos niños secuestrados por Charriba y acabar de una vez por todas con éste y sus guerreros.

"Mayor Dundee" es una obra de transición que llevaría a Peckinpah a su mejor etapa como cineasta. Todavía no se hallarían algunas de sus marcas de la casa (cámara lenta, rápidos cortes, incluso la misoginia está bastante disimulada), que cristalizarían en la enorme "Grupo Salvaje", y lo más interesante es verle recurriendo a una temática tan clásica en el "western" como es el enfrentamiento entre la Caballería y los indios, de hecho el film se ve influenciado por "Fort Apache" y "Centauros del Desierto", de John Ford, y "Río Rojo", de Howard Hawks. Pese a esto, nos hallamos ante un film 100% de Sam Peckinpah.
Aparece su gusto por México, tierra de libertades y romances que inundará su obra, así como ese conflicto eterno al que se someten sus personajes, siempre atrapados por un ambiente recargado de violencia, hostilidad y odio, donde la ética y la moral chocan con el cumplimiento del deber y la responsabilidad. El objetivo de "Mayor Dundee" es más bien desmitificar los mencionados títulos que la preceden, de este modo encontramos a hombres unidos por un trato de caballeros pero sin una sincera lealtad entre ellos ("hasta que el apache sea aniquilado", se repetirá constantemente), siendo el mayor ejemplo el deseo de Tyreen, quien espera el momento oportuno para escupir sobre la bandera erigida por los hombres de Dundee.

Mientras tanto, la afilada voz del narrador confiere un tono más épico a la historia, realzado esto por las magníficas secuencias de batalla, las cuales evocan un espectáculo más propio del cine de aventuras que firmaba John Sturges. Dos de los mejores actores de entonces, Charlton Heston y Richard Harris, se enzarzan en un legendario duelo interpretativo, el primero en la piel de ese antihéroe cínico y duro a la par que vulnerable y ávido de gloria, el segundo dando vida a un personaje más romántico y que recuerda a los espadachines encanados por Errol Flynn. A éstos los siguen un puñado de grandes actores, algunos convirtiéndose más tarde en habituales del director, como Jim Hutton, James Coburn, Warren Oates, Ben Johnson, L.Q. Jones o Slim Pickens. La escultural Senta Berger acopla los modos y maneras del melodrama al film como anteriormente hicieran Anne Baxter o Jennifer Jones en el "western".
Grandes dosis de humor negro, violencia y aventura, significativos dilemas morales en los que entran en juego la amistad y el honor, romanticismo conducido por la poética crepuscular, pilares básicos de los relatos "peckinpahnianos", (sangre, arena, sol y tequila) en perfecta armonía. "Mayor Dundee" fue defenestrada en su momento por la crítica y estrellándose en taquilla, y la razón fueron los severos tijeretazos de los productores, que boicotearon esta pequeña joya de Peckinpah, nunca tan recordada como otras futuras obras.

Intenten disfrutar de ella en su versión extendida de 2 horas y media, quizás cambien de opinión.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sam Peckinpah empezando a hacer de las suyas
Por lo visto al director no le dejaron montar la película como él quería, y a base de disputas entre los productores, la estrella, que por lo que sé tenía más voz que argumentos, y el propio realizador, se acabó llevando como producto final a la gran pantalla un largometraje cuya controversia ahí queda. Hay quien dice que la propuesta real de Peckinpah tampoco la hacía mejor, yo con lo que me quedo es con lo que he visto, una historia de lucha sin fin, llevada al límite y con muchos elementos que con el tiempo el director perfeccionaría y que le conduciría a firmar títulos que han pasado a la historia.

"Mayor Dundee" no es una obra maestra, queda lejos incluso, pero a quienes les guste las del oeste no deben dejar de verla, porque tiene elementos propios del género que la hacen atractiva y sobre todo porque tiene un par de protagonistas que llevados al límite le dan el carácter épico que todos buscamos en estas películas. El duelo interpretativo entre Charlton Heston y Richard Harris ahí lo tenemos, para disfrutarlo, a gran altura, digno de ser observado y elogiado con todo merecimiento. El empecinamiento de uno hace llevar al límite al resto, y ahí es donde se producen los mejores momentos, cuando hay tiros, galopes, artillería y muerte.

El guión, la base de todo buen cine, camina con cierta cojera que no podría haber salvado ningún efecto especial ni otro montaje diferente. La voluntad del que manda, el Mayor Dundee, de llevar sus actos más allá de las fronteras de su jurisdicción es lo que explica los movimientos del resto de seres humanos que le rodean, incluso de la mujer occidental que aparece en el poblado mexicano, sus razones, equívocas o no, son el lastre, o no, que acompaña desde el primer minuto a la película. El reclutamiento, las formas, los enormes personajes secundarios, hacen al largometraje mejor, pero no más allá de lo posible, y esto es, una película del oeste correcta y entretenida. Se atisba lo que vendrá, desde luego, pero el gran Peckinpah no está aquí aún.
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La guerra que van a dar
Tercera película, tras su obra maestra Duelo en la alta sierra, del director estadounidense Sam Peckinpah. El cineasta mostró especial interés por un guión de Harry Julian Fink (futuro guionista de Harry el sucio), del que el director hizo su habitual reescritura, en la que le acompañaron Oscar Saul y el propio Fink. El libreto original constaba de varias historias juntas sin centrarse en una concreta. Peckinpah lo arregló poniendo como base principal el personaje del oficial Mayor Dundee, profundizando en sus personales obsesiones y aspiraciones.

Mayor Dundee es un intenso y violento western con elementos crepusculares, al que ni tan siquiera los múltiples problemas que afectaron al rodaje lograron restarle un ápice de interés. Filmada en Cinemascope, destacan los planos de paisajes a color ya introducidos por John Ford, pero sobre todo, las coreografías y las acciones puestas en escena. Además, la predilección del director por las escenas violentas era más que evidente en aquel momento. El duelo interpretativo antológico, de perfecta compenetración, entre Charlton Heston y Richard Harris es algo digno de mención y realmente admirable.

De entre las muchas anécdotas que ocurrieron durante la filmación, podemos resaltar cuando Charlton Heston ofreció su salario a cambio de que readmitieran a Peckinpah, ya que los productores estaban dispuestos a despedirlo. Éstos aceptaron y Heston estuvo durante todo el rodaje sin cobrar nada.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
La épica es de valientes, sobrevivir es de leyendas.
Estamos ante la rebautizada película de las tres ies: "Irregular", "Insuficiente" e "Indefendible". Desperdiciada superproducción para la época (tres millones de dolares) y la primera superproducción de Peckinpah. No entrare a nombrar los antecedentes ni los precedentes relativos al entorno de la película y su producción, ni tampoco a sus dificultades porque con lo que debemos quedarnos es con el trabajo acabado que aunque no pudo ser concluido por el propio Peckinpah el trabajo humano y técnico fue su propia responsabilidad y creo (a mi forma de verlo) que este es sin duda uno de los films más catastróficos de este afamado director (que no quiere decir malo). Peckinpah rodó un film harto caótico lleno de incongruencias y con un caos reflejado en sus actores y la adaptación de sus guiones que acaba por consumir su propio papel en este oficio, el de capitán de un barco que zozobra al llegar a puerto.

A medida que avanza el film su trama va decayendo al igual que su seriedad y su épica que acaba siendo un simple chiste hacia el espectador serio, esta es una historia con un final tan forzado que no dejará a nadie indiferente y que el propósito principal de la película al final se convierta una simple anécdota, rompiéndose todos los esquemas no por un mensaje final, si no por un final harto accidentado, juntando todos los desencadenantes y escupiéndolos en unos minutos al espectador a la vez que sus desencadenantes que se desparraman por el hastiado guión cual tinta corrida por un papel mojado.

Sinceramente, no me esperaba un peliculón pero sí que esperaba bastante más de este director, se parece más a una road movie de vaqueros adolescentes que a un film épico de militares de postguerra. Sea como fuere Heston, Harris y Coburn están muy correctos, al igual que muchos actores de reparto aunque no son ni la mayoría por desgracia.
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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Un Clásico pese a todos los problemas
El maestro Peckinpah se adentraba con este encargo en un terreno que conocía bien pero se vio obligado a trabajar bajo la supervisión de una productora que había arriesgado mucho dinero en un proyecto que no estaba bien estructurado desde el principio. Eligieron a actores de primer nivel y no a todos los pretendidos, James Coburn interpreta un papel que en un principio había sido escrito para Lee Marvin y no sería ésta la primera vez que Lee Marvin esquivaría un proyecto de Peckinpah, después dejó colgado el papel de Pike Bishop en Grupo Salvaje para hacer La Leyenda de la ciudad sin nombre por dinero y porque pensaba el propio Lee que se parecia demasiado a Los profesionales ( Brooks, 1967). El presupuesto era muy alto, para una superproducción y apostaron por un joven director que habia obtenido un éxito rotundo con su segundo largometraje Ride the High Country dos años antes, pero era ésta la primera vez que éste se metía en algo tan grande. Creo que Heston interpreta uno de los mejores papeles de su vida, de lo que se dio cuenta rápidamente y por ello se dejó dirigir por última vez en su carrera, Richard Harris está sensacional y siempre recordó esta película por encima de la anterior Rebelión a bordo y todo el elenco magnífico de secundarios brilla con luz propia.

Excelente fotografía y exteriores, magníficas interpretaciones, fallida banda sonora, incomprensible a veces y malo el montaje final del productor, que propició su desastre en taquilla y casi la quiebra de su productora. A pesar de todos los problemas, esta película es para mi un clásico y una puerta abierta a lo que este joven director nos propondría posteriormente.

8,5 puntos sobre 10















Para mi la película comienza de forma espectacular, pensé que estaba ante un gran espectáculo, discurre a un nivel muy alto para el cine de entonces y poco a poco, cuando el director nos enseña el interior del personaje principal, se diluye en un metraje excesivo, coherente y traslúcido, pero excesivo, que da lugar a la batalla final contra la caballería francesa en Rio Grande
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Buena película maldita
Mayor Dundee cuenta la historia de un duro oficial de La Unión que forma un destacamento compuesto de diversos personajes, negros, indios, chicanos, unionistas y confederados para dar caza a Sierra Charriba, un peligroso jefe indio que está haciendo de las suyas con sus hombres y ha secuestrado a unos niños blancos. La acción se sitúa a finales de la Guerra Civil americana y la tensión entre sudistas y los soldados de la unión está latente. Dundee pacta con el oficial confederado y sus hombres ponerse bajo su mando para cazar al cruel indio a cambio de inmunidad.

La tercera película de Sam Peckinpah iba a ser un ambicioso proyecto de gran presupuesto y con una estrella del calibre de Charlton Heston para protagonizarla. Sin embargo fue en este film cuando su director se topo de bruces con la cruda realidad. Los productores vieron que la empresa se les iba de las manos fruto del perfeccionismo de Peckinpah, el presupuesto se descontrolaba y el montaje inicial daba para una serie televisiva debido a su extensión. De modo que se apartó al director de la sala de edición y la historia se resumió en poco más de dos horas. Gracias al apoyo de Heston, que renunció a su salario y defendió la labor de Peckinpah, el film pudo terminarse y a pesar de los múltiples problemas que hubo durante el rodaje el resultado final es más que digno. Podía haber sido mejor, le falta algo para ser una obra maestra, las sensaciones son buenas y hay mimbres para hacer algo grande pero no pudo ser.

El reparto incluye entre los secundarios a los habituales colaboradores del director, destacando la presencia del mítico Richard Harris que encarna a un resentido oficial sudista enfrentado a Heston. Entre ambos hay resquemor por disputas del pasado pero un pacto entre caballeros les unirá para enfrentarse con los indios y franceses. La atractiva Senta Berger aporta el toque sensual entre tanto macho varonil.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Predecesora de Grupo Salvaje
Sam Peckinpah (su abuelo fue un jefe indio) es un interesante y buen director, pero llegar a decir que es un maestro me parece excesivo, no es equiparable a un Billy Wilder, un Orson Welles, un John Ford, por poner unos ejemplos de verdaderos maestros. Es verdad que renovó el western dándole un aspecto más violento y más alejado de los tópicos de ese género, pero su fama creció más por sus atrevimientos sangrientos e incluso eróticos que por sus cualidades y valores cinematográficos. Señaló la violencia como liberación contra una sociedad hipócrita, triunfalista, puritana y orgullosa como la estadounidense. “Mayor Dundee” tiene fallos de guión pero lo que resalta es la interpretación de un Charlton Heston aceptable (uno de los mejores papeles en la carrera de este actor algo mediocre) y la batalla final que es un preámbulo de lo que sería cinco años después su obra más aplaudida “Grupo salvaje” (basándonos en las críticas favorables y en la acogida del público). El resto del film es pasable. Se deja ver. Pero está por debajo de “Duelo en la Alta Sierra”, “Perros de paja”, “La huída” y la mencionada “Grupo salvaje”.
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12 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Cine mayor
Una banda sonora impresionante. Unas actuaciones conmovedoras. Unos personajes definidos con gran precisión y profundidad. Creo que no se le puede pedir más a una película. Quizás una cosa más: que entretenga. Y diablos, vaya si lo hace. Cine mayor, con mayúsculas. Un diez.
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5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Peckimpah arreu
ARREU: Dicen que quien mucho abarca, poco aprieta, y esta palabra lo corrobora. En el País Valencià se utiliza ‘arreu’ para describir esas cosas que han sido hechas demasiado rápido y de cualquier manera, provocando así que no hayan sido bien resueltas.

Pues bien, viendo esta película menor en la filmografía de Peckinpah, que, sin embargo, cuenta con legiones de seguidores, a mí me ha parecido que está hecha bastante "arreu". No se si es culpa del guión, o como he leído en alguna crítica, del montaje. Pero lo cierto es que la peli avanza dando bandazos sin saber uno muy bien a donde va a llegar.

En plena Guerra de Secesión, un oficial yankee monta un destacamento combinando fuerzas propias con una infinidad de prisioneros confederados con el fin de dar caza a una banda de apaches chiricauas refugiados en México. Un argumento un poco cogido por los pelos, pero que deriva en demasía hacia un conflicto contra las fuerzas francesas acuarteladas en México, e introduce una historia de amor metida un poco con calzador y totalmente prescindible.

La música, de connotaciones épicas, a veces le pega a lo que estamos viendo. Otras veces no.
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4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Nacionalismo
Comparto en todas sus letras la crítica de vircenguetorix. En síntesis, es una obra casi maestra desde el punto de vista formal (sonido, fotografía, actuaciones, ambientación de paisajes y de almas) pero merece una reprimenda por el contenido.

Pechinpah nos acostumbró a explicaciones coherentes del mundo que pinta en sus películas, pero acá cae en el manido cuento de hacer aparecer a los indios, en este caso a los apaches, como seres beodos, insensibles, salvajes y sanguinarios, sin siquiera sugerir por qué los nativos terminaron comportándose así con los gringos. En Major Dundee la primera escena nos deja sin ambages en contra de los indios y con patente de corso para el mayor Dundee, pues, ¡qué salvajes! acabaron con unos colonos y se llevaron a los niños. Quizá, en esa lógica, era mejor que también los hubieran asesinado y así Dundee y su grupo de vengadores sin ley no tendrían razón para su persecución, pues un par de veces nos recuerdan los dos comandantes que lo único que evita que se maten entre ellos es rescatar a los niños. Y aún así no cesan sus desavenencias.

En el mismo saco meten a los franceses y esto abre la puerta a otra reflexión: La película es la apología al nacionalismo gringo, que en su avance no encontró a una Polonia o cuando menos a una Checoeslovaquia, sino a la pobre México, "lejos de la mano de dios", como diría el pro gringo Porfirio Díaz. Nos recibieron con los brazos abiertos, contaría varias veces Hitler...
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3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
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