156 Críticas de los usuarios

Cuando yo era adolescente, las pelis de terror de serie B –en líneas generales- triunfaban por calidad, originalidad y acogida popular. Ello favoreció, por consiguiente, que mozalbetes como yo nos convirtiéramos en asiduos al género y procuráramos no perdernos ni una. Cierto es que con el tiempo mis predilecciones cinéfilas se tornaron más eclécticas y exigentes, pero jamás renegaré de aquellos maravillosos años en los que usar gafas de pasta era poco menos que un delito y en los que lo único que pretendíamos jovencitos como yo era retozar con alguna chavala buenorra, ponernos moraos a base de cervezas y chillar como gorrinos en el cine viendo productos como el que hoy nos ocupa.

Experimenté “Posesión Infernal” por vez primera en el marco de una sesión especial de cine que exhortaba a pasarse 17 horas viendo películas de terror y de comedia en el cine Rambla de Terrassa. Corría el año 1984. Creo. Mis amigos y yo afrontamos el reto y tras tragarnos “Christine”, “Cujo” y “El ascensor” le llegó el turno a “Posesión Infernal”. Pese al cansancio, mis colegas y yo nos zampamos la peli sin parpadear siquiera y os aseguro que siempre recordaré esa proyección por el clímax de pavor, de histeria colectiva que se generó en la sala y que lamentablemente nunca jamás he vuelto a experimentar en un patio de butacas. Los alaridos se sucedían por doquier, los sobresaltos se contagiaban irremediablemente y la tensión reinante podía cortarse con un cuchillo. Fue acojonante. Me lo pasé “de miedo”. Nunca mejor dicho.

Hace un par de años revisité la peli de Raimi por segunda y última vez. Lógicamente no conseguí reavivar la llama de esa espeluznante vivencia y, para mayor desgracia, constaté como para algunos films los años no pasan en balde. También me percaté de algún que otro desliz fruto de la escasez de medios o de la ingenuidad de sus guionistas y, debido a todo ello, logré contener mis nervios y disfrutar de la peli con mayor ponderación. Se desmoronaba un mito, una leyenda urbana. Me importa un carajo. La peli sigue siendo una obra maestra de la caspa terrorífica y jiña mucho, pero que mucho más que otras pelis producidas con presupuestos de escándalo.

Magistral.

Aunque para muchos ahora mismo en llamas (que para mi no)

"Evil dead" es muchas cosas. "Evil dead" no es sólo una obra de culto, no es sólo una de las mejores películas de terror de la historia cinematográfica, no es sólo el alzamiento de un gran valor, no es sólo la mitificación de un personaje que ha ido ganando adeptos a lo largo de los años, sino que también es una muestra en toda regla de un magnífico talento. El talento de un tipo que, adoptando unas bases preestablecidas, supo forjarlas y amoldarlas a su propio estilo dejando entrever grandes cualidades que le llevarían a firmar una auténtica genialidad que los amantes de este gran género sabrán apreciar.

Porque, ¿quien podría pensar que partiendo de una base tan sencilla se lograría un producto tan inteligentemente servido y culminado? Y uso esos adjetivos precisamente, puesto que Raimi supo otorgar un carácter gradual a su obra, y anteponer unas facetas a otras a medida que avanzaba el film, haciendo así que el agotamiento y el desazón no se vieran presentes ni un solo momento ante lo que parecía una esperanzadora obra.

También demostró el debutante estadounidense que, además de inteligencia, poseía un diestro manejo del lenguaje cinematográfico, sabiendo como generar atmósferas de lo más convincentes, inducidas por una banda sonora muy bien interpretada, una magnífica iluminación y excelentes planos que sabían como otorgar una sensación de inquietud verdaderamente intensa.
Y eso por no hablar del final, soberbio, así como de la fabulosa figura de Ash que, más delante, ascendería al olimpo de los dioses.
Imprescindible.

Grande. El debut de Sam Raimi en el cine no podía ser mejor. Encuadrada en el más clásico terror y la serie B, con ribetes de Lovecraft que harán las delicias de todo aficionado que se precie, Evil Dead trajo diversión a raudales y, en su momento, revolvió más de un estómago. Raimi, posteriormente perdido en el Hollywood más comercial, supo con cuatro duros y mucho ingenio rodar una pequeña joyita, artesanal (como el presupuesto y el momento histórico demandaban) y llena de típicos pero efectistas sobresaltos, gore y diversión. Vista ahora por las nuevas generaciones hijas de lo digital, la encontraran pobre y cutre pero para los veteranos curtidos en mil lizas y otros tantos campos de batalla, Evil Dead supuso un antes y un después, una revolución en el terror con grandes dosis de gore e ingenio, esquema repetido a posteriori hasta la saciedad. Lo dicho, grande.

Un escaso presupuesto, una idea muy mascada, personajes poco desarrollados... pero aún así Posesión Infernal o Evil Dead es una película muy buena. No da excesivo miedo, quizá sí algún susto tonto (lo de la mano), pero en general es una cinta redonda que sorprende de principio a fin. El protagonista, Bruce Campbell, interpreta a un Ash GENIAL, hace propio el papel y alarga su modesto guión como pocos actores lo suelen hacer.

Lo mejor de la película, sin lugar a dudas, la ambientación. Tiene 24 años, no la había visto antes y aún así me ha parecido terriblemente creíble. Una mansión cuidadísima con efectos muy, muy buenos para su época y digeribles a día de hoy. Sin duda alguna entiendo ahora la razón por la cual se dice que el Gore de hoy en día debe mucho a esta trilogía de Raimi. Muy recomendable pese a su "edad", entretenida cuanto menos.

Creo que si la hubiera visto cuando tocaba, aquellos maravillosos años ochenta, seguramente estaría hablando ahora con nostalgia de "Posesión infernal". No hago otra cosa que pensar que esta película hubiera sido terrorífica vista con mis ojos de adolescente, es una hipótesis que seguro que ronda la cabeza de la mayoría que la hemos visto con algunas décadas de retraso. Sam Reimi tira de un guión no muy original, es cierto, pero la excusa es lo de menos si el objetivo es crear mal rollo, provocar tensión en el espectador y dar todo el miedo posible. Que lo consiga o no ya es cuestión de cada uno, como cinéfilo curioso he ido a ver "Posesión infernal" bien entrado ya el S.XXI, y aunque los sustos están garantizados porque son atemporales, la película hay que matizarla mucho hasta un nivel de objetividad preciso para valorarla justamente.

Los más críticos son capaces de poner en duda el comportamiento de los muchachos que viven esa noche de terror en el bosque. Yo no haría tanto porque lo que cuenta es la ambientación y en eso Raimi triunfa con todas las letras. Hay aciertos que para mí son indiscutibles y tienen que ver con el bosque y su niebla nocturna, aunque a muchos les haga gracia porque les parece humo, cosas como el maquillaje y el propio gore, los travellings sofocantes... Yo no creo que sea una película para tirar a la basura, tiene sus virtudes y no me parece que sea para olvidar. ¿Miedo? Más bien no, pero reconozco que tiene su punto. Con el aspecto técnico concreto del maquillaje por lo que leído hay quienes son también muy críticos. Vuelvo a levantar la voz para defender este aspecto, que me ha parecido más que correcto, nada que reprochar.

Así que lástima que la haya visto con tanto retraso.... O mejor, menos mal que no la vi con los ojos del adolescente en su época, posiblemente me hubiera dejado frito.

Para mi, "Posesión infernal" era una de las películas de terror que más me habían impresionado y estaba entre mis preferidas del género junto a otras de la época como "Pesadilla en Elm Street". Claro que eso era en los años 80...Hace poco tiempo la volví a ver y descubrí con todo su dramatismo que esa película adorada por mi durante años era un bodrio estúpido de mucho cuidado, mala en todos los sentidos en los que lo puede ser una película. Me costó un gran esfuerzo terminar de verla mientras me preguntaba como podía haberme interesado en otro tiempo por semejante espanto. Hasta los efectos especiales, que tanto me habían sorprendido, son de lo más cutre y patético, por no hablar de las situaciones que se plantean y algunos diálogos sonrojantes. Es triste descubrir que las películas o series que adorábamos de niños o adolescentes en realidad no merecen ser recordadas y carecen de la más mínima calidad.

Evil dead (Posesión infernal, según los traductores españoles) es una de esas películas que te demuestran que el cine puede educar. ¿Quién no ha tenido un amigo que se dedica a hacer el imbécil? Bien, esta película te enseña que tienes derecho a decapitarle para que se deje de tocar las narices. Aclarado esto, continuemos.

Posesión infernal, esa oda a la amistad solo superada por películas como Tumba Abierta del amigo Danny Boyle, es por derecho propio una de esas películas que ver con los colegas: algunos se llevarán algún susto (hay de todo), con los demás te partirás la caja con sus momentos hilarantes, su derroche de stop motion en la “batalla final” y ese gore de baratillo que te hace pensar que el ser humano tiene como veinte litros de pintura roja en vena.

El director Sam Raimi era por entonces un realizador que empezaba a jugar y se nota. Al principio, parece que se toma bastante en serio la película: esos jóvenes que acaban en una casa rural (cabaña abandonada en la vida real; aprovechando recursos), que posee una copia del libro de los muertos (lo bueno es que con la educación actual, la gente pasaría de leerlo porque los libros son aburridos para ellos). Esa es la premisa y parece que Raimi se la cree y todo.

Entonces, los colegas la lían parda cuando por a o por, sobre todo, b (ya se sabe porque se usan los CD hoy) se conjura un hechizo que hace que el bosque demoníaco ataque, viole (¡!) y vaya poseyendo (gracias al plano subjetivo heredado de Tiburón) uno por uno al grupo de colegas que peor ha acabado de la historia. Todo gracias al maquillaje y las lentillas blancas que ciegan (en serio, los actores no veían cuando se las ponían y eran extremadamente dolorosas).

Por suerte, ahí está el hombre a una motosierra pegado: Bruce Campbell, colega desde la infancia de Sam y su hermano Ted. Es en ese instante cuando se demuestra que Raimi se enamora del despiporre, que tiene ganas de sacar el film adelante (varios de los actores dejaron el film antes de terminar salvo Campbell) y nos entrega momentos graciosos, gores y miedo de baratillo que te lo hace pasar bien con una peli de serie B y orgullosa de serlo.

Tal vez la seriedad del principio y la falta de gancho hace que la película se quede en un "bien y ya está", pero al menos sirve para empezar a dibujar esa figura que es Sam Raimi: el dios de las pelis que ver con colegas.

En esta reseña se notará cierto amor y odio a la figura de Raimi, pero es lo que este loco de la plastilina (a la escena final me remito de nuevo), la sangre y las historias de terror merece. No hay que tomárselo en serio, ni Raimi lo hace y uno lo agradece.

En fin, Evil dead es una película para ver con tus colegas, echarte unas risas y brindar por Sam Raimi, Bruce Campbell y el libro de los muertos. ¡A tu salud!

Hace tiempo que no me animo a escribir nada, solo voto, busco pelis, veo notas, voto, voy al cine, voto, veo notas y decido no ir al cine, etcétera. Pero esta fría noche del mes de febrero descubro lo importante que es ver pelis así de vez en cuando y decir: joder, hoy estoy moralmente obligada a escribir.
Mi padre (59 años muy bien llevados), es un aficionado al cine de terror; bueno, francamente a todo lo relacionado, al igual que yo (de tal palo tal astilla) y siempre he tenido ganas de ver esta peli porque a él todas le dan risa y sin embargo esta la recuerda especialmente porque le impresionó y gustó muchísimo (la santa de mi madre como supongo que tantas otras, no puede ni verla, sobra decirlo). Así que digo esta noche o veo esa o veo Nosferatu. Porque tenía ganas de oir gente hablar he dicho de poner esta, y he hablado más yo sola en mi habitación que los cinco posesos. Me he pasado la película entera con los ojos como platos diciendo: lol/ no puede ser/ ole tus huevos.

Punto uno: si no tienes dinero, Sam, no hagas una peli, o al menos haz algo que no implique ponerte en evidencia ante unos """efectos especiales""" tan sumamente patéticos, ¡que alguien me dé la razón, por favor! Si como yo te partes de risa nada más que con los "rayos" del principio de la película, espera y verás que la cosa viene siendo como cuando en la feria de tu pueblo te subes en el vagón de la casa del terror y empiezan a salirte "cosas" rezumando sangre y soltando las perlas perlísimas de "vamos a morir todos".

Punto dos: los papelones. Dios mío de mi vida; son cinco, pues a cual más malo. Las actuaciones dan penísima y son de lo más inverosímil que he visto. En el spoiler seré más concreta (*). Yo tomo medicación para la ansiedad y os puedo asegurar que, exceptuando a una de las chicas, todos van puestos hasta las cejas, porque es imposible que lleven esa parsimonia en el cuerpo y esa forma de proceder tan tranquila.

Punto tres: el guión, si es que lo hay realmente y no se fue inventando como iba surgiendo la cosa, porque podría ser. ¿Que no hay dinero? pues nos vamos a un caseto en el monte, ahí ponemos un montón de sangre y música de "chan chaaaan" y fijo que algo nos sale chicos, ¡vamos!

Sé perfectamente que es una película ochentera y yo soy de las que siempre piensan fríamente "la peli es vieja, intenta puntuarla justamente teniéndolo en cuenta", pero os juro que no puedo ponerle más nota. No me parece excusa que la historia valga menos de un duro, para eso no hay que estar en el siglo XXI. Si por lo menos dijeras que el guión tiene miga, igual hago la vista gorda con el desfile de burdos intentos de efectos especiales, los cuales podían haber sido iluminados con menor intensidad o algo, para que se notara menos que compraron el material en la tienda de disfraces de la esquina. Y bueno, para ser buen actor tampoco hace falta avanzar en el tiempo.
(Sigo en el spoiler por falta de sitio)

Otra película de culto. Otra catástrofe. Otro bochorno cinematográfico. Si tuviera tiempo y ganas de pasarlo mal, me dedicaría a ver todas las películas consideradas «de culto». Seguro que sacaba conclusiones sociológicas interesantes.

¿Por qué, Raimi? ¿Por qué hiciste esto? Vale, te perdono, no te lo tendré en cuenta y seguiré confiando en ti a pesar de esta «Posesión infernal» fruto más bien de la pasión juvenil y del amor al cine que de la calidad. Porque aquí hay amor, eso está claro, tanto del director como de los espectadores. De verdad que no sé qué valoráis los enamorados de «Evil Dead». Eso de que sea pionera, nueva, el origen... está muy bien, pero, repito, no tiene que convertirla en una obra maestra automática, y máxime cuando los defectos hacen que se caiga a pedazos cual plastilina. El guion es estúpido y los personajes más estúpidos aún, la dirección está cargada de efectismo baratos y estos zombis-posesos y los ataques de los árboles-violadores provocan literalmente risa... Ay, Scottie, sabemos lo que te ha pasado en el bosque aunque te lo calles, no disimules...

Yo estoy dispuesta a reconocerle el mérito de lo llamado «gore», y no porque fuese la primera, porque George A. Romero (así como otros autores con algunas incursiones en la sangría explícita) ya fue asqueroso en los setenta; sino porque de alguna forma comercializó lo gore. En ese sentido de ensañamiento y chorros de sangre, es una película muy moderna. Muy repugnante, pero muy moderna. Esto es siendo generosa en la valoración, porque por lo demás no hay por dónde cogerla. Que sea de 1981 no es un hándicap, no es un pretexto para pasar por alto sus obvias limitaciones. ¿Por qué somos tan laxos a la hora de juzgar una película de hace treinta años, sin medios, con fallos gordos y de serie B? ¿Sentimos pena por sus esfuerzos? ¿Nos da lástima que no contara con más dólares y pasamos la mano por pura condescendencia nostálgica? Que el protagonista sea un chico y se haga hombre matando zombis, ¿influye?

Raimi no ha sabido, o no ha querido, suplir su bajo presupuesto con una elaboración más inteligente e ingeniosa. De hecho, tengo la sensación de que la chapuza se hace a conciencia, por el gusto de ser hortera, de ser basto. Pero para quienes no nos produzca tanto sentimentalismo ni la pasión juvenil del cineasta ni el exhibicionismo pulp-gore, «Posesión infernal» se queda en un par de risas y chistes jocosos.

Quiero recordar que está película nació siete años después de «La matanza de Texas», obra cumbre del género que sí que no envejece. No hay nada más que decir.

Película que vi hace unos años una noche con los colegas. La acabamos de ver y todos se partieron de risa de lo "mala" que era según ellos.
Yo en cambio me di cuenta de que acababa de ver la mejor película de terror de todos los tiempos.
Con una ambientación increíble la acción no se hace esperar. El director te situa en el primer diálogo donde va a suceder todo (en una cabaña en los bosques de Tenesse) y eso es de agradecer.
El argumento es notable, no es uno típico de las películas de terror.
La utilización de la cámara es perfecta, todos los rincones de la cabaña y del bosque son explorados minuciosamente.
Los diálogos son aceptables, pero no creo que se pudieran mejorar, porque en una película de terror a mi gusto, lo diálogos no son tan importantes.
Los actores notables, exceptuando a Bruce Campbell (Ash, el protagonista) que lo hace a la perfección. Hace ganar puntos a esta película (y a sus 2 secuelas).
La música es ideal y exacta en cada momento del film.
Los efectos especiales sinceramente son espectaculares (y os aseguro que no estoy de broma). Hay que recordar que Sam Raimi rodo esta película con 20 años, con un presupuesto muy bajo, hace 25 años. Poneos en su lugar toda la gente que la haya visto y se haya reído de los efectos especiales.
Mucha sangre y descuartizaciones, solo hay una película que la iguala para mi gusto que es "Braindead. Tu madre se ha comido a mi perro"
Obra de culto que todo cinéfilo tiene que ver, con algun punto de comedia, pero terrorífica al 100%. Si quereis ver esta versión en comedia mirad la segunda parte "Terrorificamente muertos" y la tercera "El ejército de las tinieblas".

Como esta película fue muy barata y se hizo hace muchos años por el maestro del gore se lo perdonaremos todo, con un buen comienzo que promete todo se biene abajo a partir de una "escalofriante escena de botanicofilia", el film comienza a adolecer de una total falta de todo y se hace incluso aburrida, el argumento es absurdo el maquillaje de los monstruitos de risa, por lo visto si te conviertes en un humano poseído por un diablo de la era Sumeriana te salen canas, se te ponen los dedos como morcillas y la voz suena como la de la bruja piruja, ¿empezaremos a sospechar de la Duquesa de Alba?, la ambientación se reduce a la típica niebla que se parece más a tu cocina cuando se te queman las gambas a la plancha y por supuesto la sempiterna tormenta y el suspense queda reducido a la eterna duda hacha en mano de si el zombi estará detrás de la cortina de la bañera o en el armario, sustos fáciles, amputaciones de muñecos con tubitos que chorrean sangre y poco más.
Cabe destacar el buen trabajo con los efectos de sonido que ayudan mucho a crear cierta atmosfera de tensión.

Soy muy fan de la Serie B y del infracine en general. Siempre me ha parecido un género que realza cualidades de sus creadores que muy difícilmente traslucen las obras/productos de hoy en día, que o poseen presupuestos astronómicos con los que cualquier pericia resulta nada o muy poco laboriosa o tienen mecanismos llanos y minimalistas apoyados más en interpretación y guión, con lo que no se requieren raudales de pasta. Sin embargo la serie B mola porque es un género que intenta hacer blockbusters con presupuestos indies y, claro, es imposible que se tome en serio a sí mismo. Lo "bonito" de la serie B es que deje fluir recursos y cualidades en sus cineastas que no podrían darse en las circunstancias que propician ni las superproducciones ni las obras de autor.

Pues bien, esta peli no propicia ni deja fluir ni hace que reluzca una puta mierda. Mal montaje, mala planificación, ritmo tedioso... ¿guión? pfff, actuaciones hilarantes. Lo único que se salva y de ahí mis estrellitas, son los efectos especiales que por lo menos han tenido la decencia de cebarse hasta el absurdo en el stop-motion, el maquillaje hecho con cecina y las cascadas de ketchup y demás líquidos viscosos. Lo demás es un chiste sin gracia. Abuso de la cámara en primera persona, reacciones estúpidas de los personajes (el prota se pasa media peli quedándose atrapado bajo muebles que se caen)... pero estúpidas de las que no te ríes, de las que aburren. El fallo de racord como modus operandi. En fin, un despropósito que empacha y fatiga a partes iguales. Pero,... eeeh! un momento! Es que es la peli que dio a conocer a Sam Raimi, maestro del séptimo arte, visionario que ha realizado grandes masterpieces del calibre de Rápida y Mortal y archiconocido por mearse y cagarse en el personaje de Peter Parker en la primera trilogía de Spiderman... ¡ojo! un respeto.

En fin, una joyita de film. Si esto tiene más de un 3 es que será que no entiendo del todo el frikismo ochentero... ¿qué le voy a hacer?

Evil Dead durante mucho tiempo fue mi película de "terror" favorita, pero la dejé apartada al caer en mis manos otras películas. La he vuelto a ver y que sorpresa, es UNA PASADA.

Es una película sin apenas presupuesto, con pocos medios, tiene efectos algo cutres y los actores no son nada del otro mundo. Hasta más o menos la mitad no es nada del otro mundo, pero a medida que se acerca el final y Ash se queda solo todo empeiza a mejorar, Raimi coge soltura y comienza a hacer las cosas de forma genial, y ahí es cuando empieza el verdadero magnetismo del film.

No es la mejor película del mundo, pero ya quisieran la mayoría del género tener la mitad de lo que tiene esta, y con menos dinero. Vaya amo Raimi.

30 kilos de ketchup caducado, 4 cacerolas de puré de coliflor, 5 cajas de plastilina de colores, las máscaras de Halloween del año pasado y un globito para hacer las voces. El guión improvisado, los personajes absurdos, la historia aburridísima y los actores lamentables. Fotografía y dirección...mejor no hablemos. Un bodrio insufrible. NI LO INTENTÉIS. Es que ni por curiosidad.

Terror "low cost", efectos especiales cutres, casquería en abundancia (el 98% del presupuesto se lo gastaron en la carnicería seguro) y actores malos. Dicho esto que supondría un suspenso como una casa para la mayor parte de las películas lo que sorprende es que da mal rollo en muchos momentos, uno además ve chispazos de buen autor en tomas y travellings notables y te pasa en un suspiro.
¿Que es el cine?, entretenimiento y busqueda de sensaciones ya sean risas, empatía, miedo, subidones de adrenalina... Por suerte no la vi hace 15 años... Me hubiera cagado de miedo.

“The Evil Dead” o “Posesión Infernal” es un claro ejemplo de que no es necesario todo el dinero de Hollywood para hacer una de las mejores películas de terror de la historia. Y todo gracias a Sam Raimi, un genio venido a menos últimamente que con un mísero presupuesto creó en su primera película como director una de las obras maestras del terror, el inicio de una saga mítica en el género. Un film terrorífico, sin normas, salvaje, grotesco, lleno de brutalidades y con sangre por todas partes.

Con una trama tan simple, Sam Raimi dirigió uno de los mejores clásicos del terror de los ochenta. Se trata de una filmación independiente mítica dentro de la serie B. Raimi realizó, en la que era su primera película, una de las mejores direcciones que se recuerden en el género en toda la historia, con un uso legendario de la steadycam que tanto se usa hoy en día pero que por aquella época era un innovación descomunal desde “El Resplandor” de Kubrick. La dirección, de sobresaliente.

La imaginación de un Raimi debutante hizo que también escribiera un guión que no es un derroche de originalidad, pero que tiene un poder de atracción increíble y un desarrollo más o menos apropiado, lleno de travelings y con un ritmo frenético.

Las interpretaciones tampoco son nada fuera de lo común, pero de aquí salió uno de los personajes más populares del mundo del cine de lo fantástico: Ash, interpretado magistralmente por Bruce Campbell, uno de los actores que mejores recuerdos traen de los ochenta. Un auténtico icono de la época, que protagonizaría las dos siguientes entregas de la saga, creando a un personaje absolutamente entrañable para los siguientes años. Y también podemos agradecer las actuaciones de los sufridos Hal Delrich, Betsy Baker, Ellen Sandweys y Sarah York.

El punto fuerte de “The Evil Dead” es la manera en la que se utiliza el terror “más expresivo”, o lo que es lo mismo, la sangre, una de las más brutales que se han visto en el gore: cabezas cortadas, miembros cercenados, cuerpos atravesados, perpetraciones, mutilaciones varias… Sangre a borbotones, sí, y de manera descontrolada. Excelentes efectos artesanales para la época y maquillajes caseros muy efectivos. Inolvidable uso de la sangre y el gore.

Sin duda, los sustos y momentos de terror que tiene este film son irrepetibles. Escenas terroríficas que se cuelan en los puestos más altos de la historia del cine del horror. Es un film en el que tienen el mismo peso tanto la sangre y el gore como el miedo puro. Una película aterradora.

Otro grandísimo punto a favor es la insuperable tensión de los bosques y de la casa, magistralmente ambientados y con usos de la cámara fabulosos. Esa antigua cabaña en medio de las montañas, perdida entre los misteriosos bosques, con ese sótano terrorífico... Es uno de los escenarios que más recordaré en una película de terror de toda la historia.

El film tiene una fotografía decente, un buen trabajo de sonido y una banda sonora correcta. La película cuenta con un grandísimo humor negro, como demuestra la escena de los árboles atacando a Cheryl en el bosque o la posesión de la novia de Ash, Linda. Y el final es de lo que más me gustó de todo el conjunto. Imprevisible, violento y con mucha sangre.

¿Qué tiene de malo el film? Está claro que si la película hubiera sido más seria, hubiera obtenido mucho más éxito, tanto de crítica como de público. "Evil Dead" creó una gran legión de seguidores, como somos nosotros, amantes del cine de terror de serie B, la sangre y el horror de Raimi, pero para el espectador medio…

Por otra parte, la trama tiene momentos que dejan que desear, por incoherentes, el desarrollo no es del todo creíble y la historia puede llegar a parecer incluso incompleta. No obstante, son fallos muy puntuales.

Recordemos que estamos ante una obra mestra de la serie B pura y dura, con efectos baratísimos que recordarán mucho a “Braindead”, otro clásico gore de culto infravalorado que se estrenaría años después. Y son dos de las películas más sangrientas de la historia, con permiso de la mayoría de las obras del género gore de los años 60, encabezadas por “Blood Feast” y “2000 Maniacs!”.

Sam Raimi encontró la fórmula del éxito en el terror en una historia absurda, en un guión alocado y en unos personajes memorables, aderezándolo todo con un uso de la cámara legendario, un sentido del humor cínico a más no poder, sustos inteligentes y sangre a chorros. Y sin apenas presupuesto. Personalmente, es una película que me marcó y posiblemente sea la que más pesadillas me causó cuando la vi en mi infancia.

“The Evil Dead” es un clásico de terror de obligada visión, el inicio de una de las sagas más populares de la historia y la aparición de dos grandes iconos del horror: Ash y el Necronomicón. A pesar de su relativa “cutrez” vista hoy en día, hay que recordar que es una de las películas de terror independientes más importantes de la historia, junto con “La Matanza de Texas” y “The Blair Witch Project”.

Lo mejor: La dirección de Raimi, los personajes y en especial el de Bruce Campbell, los momentos terroríficos, el magnífico gore, los maquillajes, la ambientación de la cabaña y los bosques, la steadycam, el mítico Necronomicón…

Lo peor: No se toma muy en serio a sí misma. Los reconocimientos le llegaron mucho después de su estreno. Y es una de las películas de terror más infravaloradas en los últimos años, a mi parecer.

PUNTUACIÓN: 9.

'Evil dead' debió de ser una película que en su momento sorprendió e innovó en el género. A lo largo del metraje he observado numerosos recursos y 'clichés' que llevo toda la vida viendo en las películas de terror. Supongo que de ahí le viene la fama, y no seré yo quien cuestione su mérito. De hecho, incluso se llevó el premio a 'Mejores efectos especiales' en el Festival de Cine Fantástico de Sitges de 1982.

Sin embargo, creo que el tiempo le ha sentado fatal. La encuentro antigua y, siento decirlo, bastante 'cutre'. En su día sorprendería, pero a día de hoy ha quedado muy desfasada. Los 'famosos' efectos especiales son dignos de ver. Por ejemplo, en las escenas de exteriores hay una niebla constante que no da el pego para nada y se nota que está ahí la máquina de humo a todo lo que da.
Y por descontado que no da ni un poco de miedo. A mí me entraba la risa por momentos porque llegaba a resultarme paródica.

En conjunto me ha parecido aburrida y apolillada. A pesar de lo cual recomiendo verla a amantes del cine y del género de terror, no para disfrutarla, sino para adquirir bagaje cultural, ya que es parte de la historia del cine.

La película que dio a conocer a Sam Raimi, un zumbado que con escasos medios y mucho talento consiguió revolucionar el género. Partiendo de la base “jóvenes se encuentran en una casa abandonada” Sam crea toda una pesadilla que creó secuela. La más freak de las pelis que forman esta trilogía es la tercera, pero la verdaderamente genial es ésta. Escenas que se meten en el cerebro, efectos splatter impresionantes y mucho humor negro. A todo esto hay que sumarle la interpretación de Bruce Campbell que borda el papel.

El ahora conocido por su adaptación del comic "Spiderman" a la gran pantalla, hizo su debut cinematográfico con una de las películas de terror que iniciaron el género de "gente con poco cerebro encerrados en sitios abandonados junto a una maléfica fuerza sobrenatural". Esta película, sentaría las bases de este sub-género del terror. Personajes planos tomando decisiones que ninguna persona con cierto cerebro tomaría, un elemento sobrenatural invencible, un sitio cerrado de donde no se puede escapar...

El caso es que en esta ocasión tendremos a cinco jóvenes que llamados por el turismo rural más absoluto deciden alquilar durante unos dias una cabaña en mitad de la nada. Allí, mientras están cenando una misteriosa trampilla se abre desatando una desagradable sorpresa.

Dejando a un lado el que, efectivamente, fue una película innovadora, ésta vale bastante poco. Para empezar, por las típicas debilidades del este sub-género comentadas anteriormente. Para seguir por un guión poco desarrollado y que no consigue dar miedo. Para terminar, por alguna que otra situación ilógica.

Sin embargo, hay que entender que gran parte de esos defectos se deben a su bajo presupuesto, y reconcoer que tiene un muy buen uso de la cámara y alguna que otra escena muy buena como la escena de la violación.

Pero ahora NO, da igual lo mucho que os insistan, aunque sean vuestros mejores amigos, aunque los tengas como gente muy entendida en el mundillo del cine, aunque compartáis gustos en la gran mayoría de películas, por mucho que te repitan que cambió la historia del cine de terror, no te dejes impresionar por la etiqueta de 'película de culto', simplemente no veas esta película bajo ningún concepto, solo existe una posibilidad a día de hoy de verla y que no acabes quemado poniéndole un 1 en Filmaffinity y echando pestes en una crítica que con un 100% de probabilidades ya nadie leerá.... y esa única posibilidad es en una reunión de amigos a los que os gusta mucho el cine, con comida (a ser posible que haga bastante ruido cada vez que das un mordisco), bebida (alcohol variado), y comentarios en vivo (a chiste por minuto, la película da para ello).

Venía con la intención de abrir los ojos a los fans (troll mode) pero me es mucho más fácil y rápido recomendar la crítica de Vic, que es absolutamente perfecta y que aunque esté la tercera en el ranking de utilidad, es la que más útil ha resultado a la gente en total y con razón, aunque este párrafo haya hecho mucho daño a los fans y la hayan frito a 'negativos': "A día de hoy, objetivamente, analizando la película en sí por sus valores cinematográficos, por lo que transmite al espectador, y por las sucesivas imágenes que se nos muestran, es verdaderamente imposible darle más de un 3". Tan simple, tan doloroso para los fans, es difícil, lo sé, pero es así, a mi me pasó lo mismo con 'Los tres pequeños Ninjas'....

Y si, tengo que decirlo, el remake de Fede Álvarez es mucho mejor película en todos los sentidos que la original, de hecho solo destacaré una escena de toda la película, un plano trasero, desde arriba, del coche llegando a la cabaña, el resto, reparto, guión, efectos, maquillaje, etc son para olvidar, muy del estilo de otra 'película de culto' con la que me dí de morros: 'La última casa a la izquierda'.

Nota: 3 sobre 10, por la escena de la llegada a la cabaña (nada especial), y porque dio lugar al remake, que es bastante disfrutable. Ni se os ocurra verla, pero cuidado, quizás dentro de 30 años, esta película vuelva a petarlo..... lo dudo mucho.... en cualquier caso está en mi lista mental de 'Nunca Mais'.