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41 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
¿Qué hay detrás del cielo?
En la novela de Bowles la sensación de pérdida existe; esos convulsos personajes rastrean alguna pista que les conduzca hasta sí mismos, para que así les sea revelado el secreto de su condición humana aunque sea en el mismísimo culo del mundo. Estos personajes huyen para seguir tan perdidos allí donde van como allá de donde vienen. Entre desventuras que son más una representación alegórica del hombre moderno en mitad del siglo XX, un mundo loco que había perdido definitivamente los papeles, Bowles consigue que el lector se rinda ante la hipnosis de ese cielo enorme (no sé si protector), del viento del desierto y ante la dicotomía turista-viajero que es una cuestión que en la novela podemos pensar que se refiere al propio intervalo que cada uno de nosotros, a modo de angosta travesía, experimentamos durante 70 u 80 años. 90 con (mala) suerte.

De todo esto no acabé de tener noticia en la peli de Bertolucci. Y seguramente sea por mi culpa, lo más probable. Pero no sé muy bien a qué juega el italiano. Ni siquiera sé cómo decidió llevar al cine una novela como ésta… Lo único que tengo claro es que aquello que debía ser el periplo existencial de tres personajes; aquello que consistía, pensaba yo, en una huída hacia delante, en hundirse en un exótico abismo para entender otro abismo; se convierte, una vez en celuloide, en unos tipos correteando por el norte de África, con rostros hieráticos y bien pagados de sí mismos, en una Winger de voluntariosa tez chamuscada y viscosa y en una magnífica y polvorienta fotografía…

Yo es que, lo admito, me colé. Debí ver la peli antes que leer la novela. A la novela no le tose, creo, nadie; la peli tiene sus virtudes pero no llega, porque no puede, a lo que ofrece la obra de paraísos remotos, sensuales y telúricos de Bowles.

Estos son mis motivos para ese 6 que sabe a poco para una cinta con pretensiones de obra definitiva. Son escasos, pero no tengo otros. Quizás en el fondo esta conclusión sea la más clara pista de que estoy equivocado. De que esta peli merece otra oportunidad. Y es que son novelas como la de Bowles las que te enseñan que la vida, por mucho que creas lo contrario, no es materia propicia para dogmatismos ni rigores. Que no tenemos los mimbres necesarios (somos caducos, volubles e imperfectos) como para negar o afirmar nada con rotundidad. Simplemente dudar y luego ya veremos.

Así que me aplicaré el cuento con la peli de Bertolucci y no diré que no me gustó. Lo dejo en que no la entendí.

Y que el cielo la juzgue.
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73 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Viajeros sin regreso
En El Cielo Protector, de nuevo Bertolucci lanza esa mirada analítica a una cultura y sus costumbres a modo de Malick y su obra, construyendo de nuevo un mastodóntico artefacto de antropología cultural y social como lo fueron las otras dos componentes de su trilogía (hasta el momento) sobre el mundo: El Último Emperador y El Pequeño Buda.
Pero esta es sin lugar a dudas la más romántica y humana de las tres, y tal vez de su prolífica carrera. Partiendo de una espléndida novela de Paul Bowles, que le permite usar con un juego de realidades y narradores omniscientes de manera realmente excepcional, el director italiano crea una apasionada historia de amor así como una odisea iniciática a lo largo de los más recónditos parajes del Sahara. Desde el primer fotograma se aprecia la labor de Bertolucci como un auténtico artesano, tanto desde el punto de vista estético como fílmico, al orquestar unos movimientos de cámara realmente únicos. Por otra parte, sería delito pasar por esta película sin alabar su fotografía, que introduce a ese personaje llamado desierto en la acción de forma que la atmósfera que crea realmente da sentido a su título, El cielo Protector, puesto por una maravillosa metáfora del personaje de John Malkovich. Cada imagen que vemos en la pantalla podría constituir por si misma una obra maestra.
Pero dejando a un lado las inevitables e indudables virtudes técnicas, El cielo Protector alcanza la complejidad a la que llega por la propia complejidad de los personajes escritos por pluma de Bowles, que dan una dimensión a la historia esencial. Los más trabajados, la pareja protagonista, en la película encarnados por un magnífico John Malkovich, muy lejos de su histrionismo habitual, que crea un ser equívoco y de múltiples caras, cuyo devenir se palpa en su pasional interpretación, elevándola a una de las mejores de su carrera. Pero la brújula de la película es sin lugar a dudas el personaje de Kit, que aquí aparece representado con una maestría única por esa espléndida actriz que fue y es Debra Winger, por desgracia perdida como tantas otras de su generación, pero que crea un interminable abanico de posibilidades para su maravilloso personaje, que empiezan por sus inolvidables ojos. Las dagas que lanza con cada frase, su complejo carácter y su mutación de viajera corriente a un nuevo ser es algo que no se ve todos los días. Su viaje se convierte en algo más que en una pérdida, en una alternativa, llegando momentos en los que ella y su vida perdería todo sentido si ya no se encontrase entre dunas.
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35 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Una y no más, Santo Tomás
A veces y según con qué joyita me siento torpón a la hora de interpretar lo que veo. Con "El cielo protector" encuentro un número elevado de espectadores satisfechos con lo que han visto. El que más y el que menos ha sabido leer entre lineas y ha disfrutado de lo lindo descubriendo aquel mensaje camuflado en tan sencillas imágenes. Tres personas (un matrimonio, más un amigo) que se pierden por el tercer mundo para reencontrarse cada cual consigo mismo; la auto exploración con el objetivo de reconducir sus vidas o algo así. Yo por el contrario, no he sido capaz de psicoanalizar a los que se fueron a la quinta puñeta con la única misión de amargarme la tarde del 31 de Octubre de 2009.

La esencia que yo recogí fue menos espiritual pero mucho más divertida. El amigo Tunner loco por ventilarse a la señora Moresby. A su vez la señora Moresby encantadísima con el descaro de Tunner. Y por ahí por medio el señor Moresby al que parecía darle todo un poco igual salvo por el palo moral a su honra masculina.

Hasta aquí la película me estaba resultando incluso entretenida. Pero cuanto más fue avanzando más se fue perdiendo dentro de la cultura sarracena. Y cuando te vienes a dar cuenta descubres horrorizado que los protagonistas han pasado a un segundo plano, quedándose tan sólo en pantalla para lucimiento todo el folclore árabe. Y con todos mis respetos; a mi todo aquello me taladra el cerebro. Incluso la agradable banda sonora instrumental desaparece dando paso a unas machacantes melodías a todo volumen con tambores, flautas de encantador de serpiente y cantos arábigos. Juro y no es broma, que cuando apagué el DVD y saltó en pantalla la gente del "Sálvame" me alegré y sentí paz por volver al mundo occidental, aunque fuese en su versión más denigrante.

Película lentísima y agobiante sobre todo en su tramo mitad-final.
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46 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
EL CIELO PROTECTOR
Bertolucci y Paul Bowles (críptico para el cine). Primer factor esencial : una paisajística inconmensurable ilustrativa del Marruecos profundo. Personajes atrapados por las efusiones irresistibles de una naturaleza tan atractiva en substancia, como hostil en el medio. John Malkovich (la intuída relacion carnal con su pareja parece relegada a desconocidas vivencias anteriores) vivirá los furtivos y arriesgados encuentros sensuales que ofrecer podía la prostitución en aquel mundo árabe de primeros del siglo XX. Hay un inesperado ataque nocturno contra Malkovich tras su encuentro sexual. Las apetencias carnales desafían cualquier escala de valores de los individuos. Los genitales de Malkovich en primer plano, testimonio del deseo absoluto. Y una esposa que juega con su propio equilibro sexual. Insisto en que llegar a entender a Bowles es un auténtico reto. Es mejor, como hace Bertolucci, cerrar un tanto los ojos a sus fantasmas, y recrearse en ese universo grandioso: un flamante bing-bang de culturas: la americana —intelectual y pija—, y la árabe —primitiva, humilde, más auténtica- El deslumbrante road-movie de los protagonistas es un audaz ejercicio. La belleza de esos paisajes únicos también apabullan. Desde el Lawrence de Arabia de Lean, jamás la paisajística anaranjada del desierto había sido fotografiada con tanta magnificencia. Y cuando a Debra Winger, tras la muerte de su marido (el genial Malkovich te pone un nudo en la garganta) se le cierra la ventana de la noche, se autoinmolará, humillándose sexualmente, como un testimonio tardío de ese Amor al que incomprensiblemente renunció. Todo es ambiguo. Pero los tú a tú son agradecibles y líricos. Las mentiras y los deseos que recorren el film te atrapan sin remedio. Conmocionados por las estúpidas actitudes de sus protagonistas, no vemos ningún Shangri-La en el que todo pueda ser felicidad. A mí este Cielo Protector me sigue pareciendo un film inclasificablemente magnífico. Maestro y duro, brillante y glorioso. ¡Será tan eterno como esa ciudad de El Gaa en la que Malkovich, arropado por los tradicionales Akeula Drums y Tubas, acentuadores del horror que se avecina, nota con una convicción contagiosa los primeros síntomas de la enfermedad que lo llevará a la más tremebunda de las muertes! Noches agónicas azotadas por la arena, los gritos de Malkovich, las frustraciones de la Winger, su busca desesperada del remedio, se dosifican tan sabiamente, que acabamos por dar las gracias, pese al horror del momento, a Bertolucci por el calor que rezuman sus grandísimos intérpretes. Y, ya ves tú, yo me vuelvo algo masoca, pues quiero saborearla sin prisas, y quisiera que no acabara. ¡¡Malkovich al podium de los más grandes!! ¡¡Bertolucci, que ni te cuento!! ... deliro hasta limites extremos por "El Cielo Protector". Creo que la he visto ya unas treinta veces. Y la reivindico de arriba a abajo. A Mr. Bowles no le gustó, pero tiene cameos. ... ¡Todos los votos serían pocos para ella! ...
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30 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Paraísos Perdidos
Para mi entender, el film muestra un amalgama de nuestros propios paraísos perdidos, en este caso en medio de ninguna parte, o sea, desierto y más desierto, calor agobiante o frío espeluznante, alegría desmedida y dolor profundo. Cambiar o morir. O abandonarte a tu suerte. La exposición, narrada con todo lujo de detalles como nos tiene acostumbrados Bertolucci, pudiera parecer aburrida, per a mi entender es una forma fantástica de olvidarte de tu propio yo, mientras dura el film, y reencontrarte contigo mismo al salir de la sala.
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21 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La nada
Dicen que a Paul Bowles no le gustó el resultado del film. Él mismo aparece en la película, de lo que deduzco que asistió a gran parte del rodaje. Y sin embargo no le gustó. Hay que tener en cuenta que el libro era en gran parte autobiográfico y puede ser bastante procedente que no te guste cómo interpretan tu vida otras personas.

Independientemente de la opinión de Bowles, no se puede negar que esta película, a pesar de profundos errores (por lo menos uno), es una magnífica muestra de vacío y exploración personal mezclada con una fotografía que llega a ser espectacular en ciertos momentos, y una banda sonora que casa tanto con las escenas, con las imágenes y con las interpretaciones que hace que la experiencia sea, en algunos momentos, incomparable.
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12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
The sheltering sky
Bernardo Bertolucci no es santo de mi devoción y comprendo que a más de uno/a le haya podido parecer esta película un poco insoportable. Para mí ésta es una obra difícil de digerir y la puedes llegar a odiar o te puede encantar. En mi caso me inclino por lo segundo, después de haberla visto hace bastante tiempo y no llamarme la atención de forma especial, decidí recuperarla hoy y darle otra oportunidad, y me ha encantado. Debra Winger está sensacional, es una actriz más que discreta, no es la típica Star System y cumple más que correctamente con su papel de americana acomodada que cambia radicalmente su vida al trasladarse al desierto del Sáhara. Su cambio vital, la transformación de su personaje y la relación tan especial que tiene con ese hombre del desierto me han encantado. Junto a ella está John Malkovich, un actor que tengo que reconocer que siempre me ha dado algo de grima, tiene un aire ambiguo que no me acaba de llenar, pero está más que aceptable. También podemos disfrutar de una más que sorprendente actuación del británico Timothy Spall, genial su personaje y actuación, pone la nota cómica a la película y el guapo Campbell Scott está correcto también. Totalmente de acuerdo con uno de los anteriores usuarios, la BSO es impresionante, si podéis haceros con ella merece la pena, y los paisajes son una maravilla. Aguantad el comienzo de la peli y dádle una oportunidad, merece la pena.
PD. El hombre mayor que aparece el café al comienzo y final de la película es Paul Bowles, el autor de la novela en la que está basada la cinta.
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13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Cielos de arena
Perderse en el desierto sahariano. Alegoría de los imprevisibles vericuetos del amor.
Una pareja neoyorquina, de la gran jungla de asfalto, va a dar con sus huesos en la infinitud de un cielo tan hermoso como terrible, huyendo tal vez de la monotonía, del cansancio de sí misma.
Un cielo de arena que se mastica, que abrasa y que hiela, consolador e inclemente. Extraviarse en él es el objeto del viaje. Viajeros sin billete de vuelta, nómadas sin destino. Para encontrarse mutuamente de nuevo en el borde de un precipicio de rocas, en cualquier rincón sacudido por las tormentas de viento, con el miedo pintado en los ojos, en los castaños de él, en los azules de ella. Miedo a que sea la última vez para todo.
Porque somos tan confiados… Como jóvenes a las puertas del Edén.
Todo parece ilimitado.
Bertolucci se extravió y divagó por su desierto, esas extensiones áridas y cálidas del corazón humano, conjuradas por el novelista Paul Bowles. Como los imprevisibles medios de transporte saharianos, la odisea de Port y Kit ha dejado de regirse por días, horarios, planes. Después es un término inconcebible en el errático cómputo del tiempo.
Todo parece ilimitado. En las extensiones que la vista puede abarcar, bullen las posibilidades imposibles, los espejismos de lo que no ha sido y no será.
La fotografía y la música engañan dulcemente con su espejismo de melancolía, de presagios, de lo que está por suceder.
Pero ni siquiera la arena es infinita.
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
VACIO DE EXISTENCIA
Bertolucci siempre ha hurgado eh la complejidad de las relaciones, en la imposibilidad de alcanzar el amor que tanto deseamos por las propias carencias emocionales de uno. Así ocurría en "El último Tango en París" y así sucede en esta obra que adapta una novela autobiográfica del Paul Bowles y que nos muestra el tortuoso itinerario de dos sofisticados americanos en medio del desierto de la post-guerra mundial.

Los dos protagonistas se quieren, pero tras diez años de matrimonio un muro se ha establecido entre ellos. él es un músico que busca inspiración, pero hay algo en su vida que se ha muerto sin que acabe de localizar exactamente de que se trata. A ella la corteja un mecenas millonario que acompaña a la pareja, y quiere ayudar a su esposo, aunque no encuentra la manera de hacerlo. El comienzo del filme es muy estimulante y los actores son excelentes, en especial Debra Winger. A medida que la acción avanza, el folklorismo se va adueñando de la función y el desarrollo de la historia se ve condicionada por el paisaje y la cultura árabe que termina dominando todo. se aprecia una tendencia del realizador italiano a remarcar los aspectos estéticos ya claramente mostrada en su gran éxito "El último Emperador" hasta el punto de que los personajes terminan algo difuminados, lo que afecta al resultado final.
En cualquier caso, estimable.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Un críptico vacío existencial y un cuerpo
Para mí esta película es el DESEO. La aproximación más cercana al deseo.
Es la espiral de Arquímedes arrastrándonos a un vacío donde la conexión con lo real, con lo que te sujeta a este mundo y evita que vayas a pegarte un tiro, es el Deseo, la carne.

Al final del camino tan solo te queda el cuerpo. ¿Se puede amar sin deseo? ¿se puede desear sin amar? Que crueldad haber inventado la represión, la moralidad, el remordimiento, la conciencia, ... si tan solo hubiésemos sido cuerpos girando, ni habría vacío, ni habría idealización.
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La sensualidad.
Antes de ver la película "El cielo protector", leí la maravillosa novela de Paul Bowles; por lo que me fue difícil quitarme los prejuicios literarios para disfrutar de la película. De todos modos me gustó la película; que considero es una obra poco reconocida de Bernardo Bertolucci, quién me pareció el director más indicado para adaptar la novela, ya que es una historia esencialmente sobre la sensualidad, no sólo en el ámbito sexual, sino en todos los ámbitos del ser humano que son receptivos a los estímulos del ambiente que los rodea. Y pocos cineastas han sabido transmitir al espectador, algo tan intangible como la sensualidad, como lo ha hecho éste cineasta italiano.
La película trata de como un matrimonio norteamericano, interpretado por Debra Winger en el personaje de Kit y John Malkovich como Port y un amigo de la misma nacionalidad Tunner (Campbell Scott) viajan en los años "40 a Marruecos, para encontrarle un nuevo sentido a sus vidas y revitalizar su matrimonio; suena bastante cliché, sin embargo, tanto Bowles como Bertolucci nos muestran como los personajes caen en una trampa, ya que no pueden buscar soluciones a sus problemas personales en medio de una cultura tan distinta y que jamás entenderán. El paisaje es demasiado abrumador y potenciará sus problemas en vez de ayudarlos; despertarán sus sentidos y les nublarán la razón. En esto se agradece que Bertolucci no muestre una visión paradisiaca de Marruecos y del Sáhara (como el desierto idílico y romántico de películas como "El paciente inglés") ni tampoco haga exotismo de tarjeta postal (como en su película posterior "El pequeño Buda"). Al contrario, hará sentir el desierto a los personajes y al espectador tal como es: lleno de moscas que se les pegan a la piel, el calor, la suciedad de las cuidades, la enfermedad; sin perjuicio, de la belleza del paisaje con sus dunas y atardeceres.
Formalmente destacaría la elegancia de los movimientos de cámara, que resaltan la geografía y la sensualidad del ambiente y además, la maravillosa pieza musical de Ryuichi Sakamoto, que es realmente hermosa y conmovedora (continúo en "spoiler").
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La belleza del desierto
Esta película es una de las más emblemáticas de los años 90, aunque es de 1989, por varias razones. Responde a un modelo clásico de hacer cine pero que encierra numerosas claves sobre nuestra manera contemporánea de entender el mundo. La mezcla de aventura, película de viajes y también realista es el vehículo por el que las emociones y actitudes de un matrimonio joven se expanden en la belleza y dureza del desierto según una fotografía inolvidable. El paisaje como un estado de ánimo, y también el extranjero como símbolo de la muerte y el desarraigo son finalmente las claves que enriquecen este film inolvidable.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Quiere ser mucho más de lo que es realmente
Después de empacharse de oscars con 'El último emperador', la siguiente película de Bernardo Bertolucci no tardaría mucho en ver la luz, gracias a una novela de Paul Bowles (que aquí hace de narrador).

De la mano de Debra Winger y John Malkovich nos adentramos en los paisajes africanos de finales de los años 40 donde una pareja de artistas busca darle una nueva oportunidad a su matrimonio. Si bien el argumento es interesante y los dos actores protagonistas no hace falta descubrirlos a estas alturas, la película en sí misma está muy por debajo de los glamurosos nombres en la dirección y en el reparto.

Y es que realmente la película es una gran pretenciosidad. Entre que no veo nada extraordinario y sí cosas que pueden pasar cuando uno va a la aventura (aunque parte de lo que pasa con el personaje de Winger sí me sorprendió un poco), pues nos queda una película sin muchas sorpresas y, en buena parte de su metraje, bastante aburrida. Hasta hubo un momento en el que tuve ganas de quitar la película y ponerme a hacer otra cosa.

Salvaría la fotografía, la música y a Winger y a Malkovich que no es que hagan unos trabajos de Oscar, pero al menos aguantan el peso de la película todo lo que pueden. Por desgracia, estos aspectos no sirven para aprobar la obra y se lleva finalmente el pulgar hacia abajo.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Perdidos por el desierto
A pesar de la tendencia de Bertolucci a la pretenciosidad, por regla general me suele gustar, como en esta ocasión que nos ocupa. Tiene una duración algo excesiva y algunos tiempos muertos, en los que Bertolucci se recrea en el paisaje,eso si bellamente fotografiado.El conflicto cultural entre los protagonistas y los árabes de la ciudad y el desierto es el principal mensaje del film y un interesante trío protagonista, el siempre excelente John Malkovich, como un decadente y hastiado artista que busca la inspiración pérdida en el tercer mundo, una sugestiva Debra Winger como la amante esposa, que suprime su fuerte personalidad a su marido, por último y no menos importante el guaperas Campbell Scot , un rico ocioso con tiempo libre y dinero a raudales que vive fascinado por Debra Winger, por último nos ponen al autor de la novela homónima Paul Bowles de una especie de narrador que suelta cuatro frases sin venir a cuento, supongo que Bertolucci ( admirador suyo seguramente) quería que se ganará unas perrillas, a pesar de que le sobra algo de metraje está bastante bien.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Espléndida banda sonora para amantes del desierto.
Recomendable para espíritus aventureros,amantes del mundo árabe, del desierto y con una B.S.O.espléndida, perfectamente ensamblada con las imágenes.Grandes actores,destacando al gran Malkovic y con un final amargo.
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8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El amor es distinto en África
Extraña película sobre una pareja que afronta la crisis en África, a lo que con contribuye la compañía de un apuesto joven. El agobio de algunas situaciones se ve muy bien reflejado por el ambiente cálido, casi sofocante del desierto.
Relaciones tratadas al estilo Bertolucci y situaciones complejas son las características de un drama cuyas bellas imágenes son su mejor baza.
No es demasiado destacable, pero tampoco conviene despreciarla del todo.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Una historia con toques de gran clásico, pero que al final se queda a medio camino
Bernardo Bertolucci nos presenta una historia que recuerda a grandes películas épicas como "Lawrence de Arabia" entre otras.
Al empezar a ver la película tenía una gran expectación. Bertolucci dirigiendo a Malkovich, y con una historia que sinceramente llama la atención. La verdad, es que tenía todos los requisitos para que se convirtiera en una de mis películas favoritas. Pero la verdad es que conforme va avanzando el metraje, uno se va dando de cuenta de que lo que en un principio iba a resultar totalmente apasionante, va perdiendo gas minuto a minuto.
La película comienza fuerte poniendo a tres personajes en un país que acaba de salir de una guerra y que resulta totalmente inhóspito y peligroso. Dos de estos personajes mantienen una relación, pero lo primordial de ellos es esa capacidad de vivir el momento. En su mentalidad solo hay espacio para el carpe diem, y no hay preocupación por el mañana. Junto a ellos un joven que decide vivir esa aventura, pero que no piensa del todo igual que sus compañeros.
La historia atrae al principio, y aunque uno disfrute con los impresionantes paisajes del Sáhara y quede encantado con las interpretaciones, hay que reconocer que el guión pierde fuelle y poco a poco va dejando de interesar (salvo por momentos puntuales que hace que le saquen a uno de su letargo).
En fin, película simplemente entretenida con la que uno disfrutará con las interpretaciones, la fotografía y con ciertas partes de la historia; ya que tiene momentos que sinceramente no interesan mucho. No obstante, interesante para ver.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
¿Es la estética suficiente? Pues diría que sí
Sí, Bernardo Bertolucci tiene talento. Por ejemplo, da una lección de cómo colocar la cámara y cómo moverla. Algunas de sus tomas llegan a fascinar, como lo hace su estilo, la fotografía, la banda sonora, la ambientación y los paisajes. Nunca ha parecido tan auténtico el norte de África, encima colonial, ni tan puro el cielo azul, ni tan bello el desierto, diría que incluso más que en "Lawrence de Arabia". Brillante. La película está concebida para los todos sentidos. Por eso nos satura de color y de sonidos como también las referencias al tacto, a los olores y sabores es constante. "El cielo protector" llega a ser naturalista por su intento de captar la realidad de estos lugares. Atención a la secuencias de las moscas en el autobús. Esta especie de huida hacia adelante que propone el director llega a su climax en la última media hora en la que prácticamente prescinde del lenguaje, como si este fuera ya insuficiente para narrar unos sentimientos y un estado mental. A partir de cierto momento crucial, sólo imágenes y sonidos.

Ahora bien, ¿la estética es suficiente? Porque es muy bonito lo que sale, salvo algún que otro plano que sobra, pero no veo muy claro lo que me quiere contar Bertolucci (SPOILER). La historia, basada en la novela homónima de Paul Bowles, que me leí expresamente para entender la película, cosa que apenas consiguió lo que no impidió que me gustase bastante, narra el viaje, tanto físico como interior, del matrimonio Moresby, Paul y Kit (John Malkovich y Drebra Winger, excelentes los dos) por Marruecos y el Sáhara. La búsqueda personal, el deseo, el amor o la apatía aparecen a lo largo de la cinta pero sin concretar demasiado, todo muy superficialmente. A estos dos, anclados en el existencialismo de los años 40, se les puede aplicar lo que dijera el doctor Johnson "Quien está cansado de Londres, lo está de la vida". En el fondo, más que la ruptura con Occidente, está con el propio ser humano, completamente perdido. Pese a todo, "El cielo protector" aunque es confusa, derrocha tanta belleza y estilo que te atrapa.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Tiene imágenes de ensueño
Es una película que impacta por la fuerza de las imágenes, será el desierto o los tuaregs, es una de mis películas favoritas y Debra Winger está genial. Se plantea la precariedad de la vida y como para conocernos mejor hay que estar en momentos críticos de nuestra vida. Si alguien quiere viajar, soñar y relajarse, esta es la película.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El cielo aburridor.
341/11(12/10/20) Pretencioso y aburrido drama de ansiadas resonancias metafísicas, dirigido por Bernardo Bertolucci (venía de hacer la exitosa “El último emperador”), escrito por el mismo junto a Mark People (“El reportero” o “El último emperador”), adaptando la novela homónima de 1949 de Paul Bowles (que hace una pequeña aparición y se encarga de la voz en off), versando sobre una pareja que viaja al norte de África con la esperanza de reavivar su matrimonio, siendo protagonizada por Debra Winger (dando una gran actuación, lástima que su rol sea tan arbitrario, acabando de un modo confuso en una subtrama metida con calzador que ocupa un espacio desproporcionado) y John Malkovich (como siempre brillante en su fulgente carisma). Se decía era un libro inadaptable, y quizás sea eso pues Bertolucci ofrece una historia letárgica, tediosa, hastiante, siendo el culmen el pesaroso tramo final. Con unos snobs resabiados de protagonistas con los que nunca empatizas (no ayuda que los conocemos in media res, y no sabremos nada de su pasado), y termina (parafraseando a Rhett Butler) importándote un bledo lo que les pase.

El director parece más interesado en el continente que en el contenido, pues se explaya cual rodando “Lawrence de Arabia” en el infinito desierto, enmarcando la inanidad de las personas, atomizado esto por la sibarita cinematografía de Vittorio Storaro (“El conformista” o “Apocalypse Now”), creando postales de una beldad sublime, añádase el recurso simbólico de desplazarse la cámara de derecha a izquierda durante casi toda la película como alegoría del viaje, y todo esto adornado por la espléndida banda sonora creada por el japonés Ryuichi Sakamoto (“Feliz Navidad, Mr. Lawrence” o “El último emperador”). Pero esto no puede ocultar una propuesta cansina, densa en la que las situaciones discurren de modo torpe, todo muy artificioso y arbitrario, pues de principio que el matrimonio lleve con ellos a un tipo que no les cae bien resulta incomprensible, que en un momento dado en un trayecto largo el marido se vaya con unos viscosos viajantes y deje a su mujer que vaya en tren con el acompañante que se ve a la legua está por los huesos de ella, es una invitación al adulterio idiotesca. Ya sé que el relato quiere emitir el desánimo existencialista, la falta de referentes, la desorientación en el matrimonio, y por último la desesperación del amor, donde se muere en vida. Pero modo esto que sobre el papel puede sonar estimulante Bertolucci lo transforma en un fluir soporífero, que se expresan de forma insípida, todo haciéndose pesado, languideciendo a medida que avanzamos en un metraje estiradísimo, llega a parecer un onanista disfrutando del paisaje, lo hermoso del envoltorio es insuficiente para una historia que se me hace bola. El rodaje tuvo lugar por distintas localizaciones de Marruecos, Argelia y Nigeria, tratando de seguir un recorrido similar al trazado en el libro; una inmersión en esos parajes que se percibe en la atmósfera, la textura y la riqueza cromática del film.

Después de la Segunda Guerra Mundial, tres estadounidenses llegan a Tánger en busca de nuevas experiencias. Se describen a sí mismos como viajeros, no como turistas. Tienen la intención de sumergirse en la cultura y el clima del norte de África, probar lo exótico y juzgar lo prohibido por sí mismos. Dos de ellos, Porter y Kit Moresby, son una pareja casada, escritores, intelectuales, que han permanecido juntos durante unos 10 años a pesar de que hay grandes áreas sin resolver entre ellos. El tercero es su amigo, George Tunner, que está más o menos como una alondra.

Los créditos iniciales se dan sobre imágenes en b/n del Nueva York de los 40, ello con el fin de contrastar el urbanismo del mundo moderno, con el escenario donde nos sumergiremos del Marruecos del Sahara, donde lo primero que veremos es un mastodóntico puerto despoblado, cual engendro fantasmal, siendo el primer diálogo de lo mejor, en torno a la diferencia entre turistas y viajeros: “No somos turistas, somos viajeros. Un turista es el que piensa en regresar a casa desde el mismo momento de su llegada, mientras que un viajero puede no regresar nunca”. Dando esperanzas en que estamos ante algo atractivo, pero mí gozo en un pozo. Pues me chirría más que Titanic partiéndose en dos este peculiar trio de viajeros indolentes, nunca hablan del entorno, más que viajeros, parecen pasajeros que van a ningún lado, esperando la nada, y en medio una apatía contagiosa al espectador (por lo menos a mí). Ya sé que Bertolucci quiere fusionar el escenario desértico con el alma árida de los personajes, su aislamiento emocional, pero esto me llega superficialmente, como si por mirar como una caravana de tuaregs cruza las inmensas dunas del Sahara fuera suficiente para hacernos ver el mundo interior del observador, cuando esto es de un simplismo barato.

Por cierto, que pinta la pareja Lyles madre (buena Jill Bennett), e hijo (notable Timothy Spall), racista ella, tontucio él relacionándose con estos americanos? Si se hubieran cercenado esta subtrama se hubiera notado en algo? Pero es que pensándolo bien, te preguntas que pinta esta pareja viajando a Marruecos? Pues nunca comentan nada delo que les gustaría ver, simplemente están ahí cual si hubieran caído del cielo (protector).
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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