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32 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
"Quiero que tengas pensamientos, ideas y sentimientos"
Lucy Honeychurch es una joven hermosa y apasionada bajo la apariencia de la esmerada educación de una señorita inglesa. Su espíritu inquieto la induce a emprender un viaje a Italia, en el cual la acompaña su prima Charlotte Bartlett, una mujer de mayor edad. En Florencia, se hospedan en una pensión en la cual conocen a otras personas inglesas, con las cuales hacen amistad. Entre ellos están el señor Emerson y su hijo George, dos hombres interesantes, extravagantes y espontáneos. En encuentros por la ciudad y en el campo, George se enamora inmediatamente de Lucy y hace nacer el mismo sentimiento en ella, pero Lucy, que sabe guardar mucho mejor las apariencias que George y además se siente confusa, se niega a sí misma sus sentimientos y decide ignorar al joven.
Después vuelven a Inglaterra y la vida sigue su curso mientras Lucy trata de olvidar a George y el destino y las "casualidades" entran en juego.
Abrumadora fotografía que se recrea en las vistas de Florencia, en los paisajes naturales, en los cuidados ambientes de las casas, en retratar las reacciones cotidianas de las personas y sus peculiaridades. Tremenda e impactante la escena de la pelea, magnífica y absolutamente desinhibida la escena del baño y también están llenas de poético encanto todas las escenas en las que aparecen George y Lucy. Única la manera elocuente de expresar el amor con miradas y gestos y utilizando sólo las palabras más imprescindibles y directas.
Elegante el recurso empleado en la transición entre las escenas, que recuerda al cine mudo.
También bella música, con temas interpretados al piano para completar la atmósfera cargada de pasión.
Y, desde luego, destacable la actuación de Julian Sands como excéntrico enamorado, la de Helena Bonham Carter como jovencita que se debate entre su refinada educación y su carácter fogoso, y la de Maggie Smith como prima algo entrometida e indiscreta, pero entrañable. Los demás también son muy convincentes y Daniel Day-Lewis borda su papel de caballero elegante y estirado.
Un pintoresco melodrama romántico de época (más o menos se desarrolla a finales del siglo XIX, creo) de exquisita factura y más que agradable visionado.
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53 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
En este caso Ivory y Forster no cuajan
Esperaba con entusiasmo ver esta película después de haber leído la novela de título homónimo del inglés E. M. Forster. ¿Cómo podría Ivory resolver cinematográficamente un argumento tan limitado, tan minimalista? La novela -la buena novela escrita por autores excepcionales- dispone de instrumentos para hacer viable a lo largo de páginas y más páginas argumentos que son casi anécdotas. En el cine dicha operación, según mi experiencia, es casi imposible.

Y esta película es una confirmación más. Imagen Ivory al servicio de un guión que empieza a cojear a partir del primer tercio de film. La fotografía, la recreación histórica, el medio, totalmente irreprochable, como siempre ocurre con Ivory. Pero el guión, ese es otro cantar.
La línea argumental, el interés, se pierden pronto. La personalidad del director, la fotografía, los diálogos y las actuaciones persuaden de aguantar hasta el final.

Recomiendo su visualización como haría con toda película del tándem Ivory-Merchant, pero creo que puede ser aburrida para las personas que no fijen su atención en los puntos positivos que ya he reseñado.
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43 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Un manjar para los sentidos
Hermosa y elegante adaptación de E.M.Forster que narra los avatares sentimentales de una reprimida y rígida jovencita inglesa, Lucy (Helena Bonham Carter) en la exuberante campiña italiana, donde entrará por primera vez en contacto con el deseo, el amor y la sensualidad.

Con aires de comedia costumbrista y pinceladas de clásico drama inglés, la película discurre sin estridencias, tal y como transcurren los amores de los protagonistas, que se dedican al dolce far niente entre partidos de tenis y trotecillos románticos por las praderas inundadas de flores. Dan una envidia horrorosa.

Todo es delicioso y placentero de ver, desde la preciosa fotografía hasta el desarrollo del romance y además se tiene ocasión de disfrutar del talento de un reparto estelar, desde la ya citada Helena Bonham Carter hasta las veteranas Judi Dench o Maggie Smith, pasando por el entonces actor promesa Daniel Day-Lewis, en uno de sus papeles menos irritantes. Vestuario exquisito, dirección tremendamente clásica, como es de esperar en un realizador como Ivory y un guión bien condensado del original.

Muy recomendable para todos aquellos cinéfilos y bibliófilos que deseen abandonarse a los decadentes placeres del más puro hedonismo visual.
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32 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Abrir una ventana a los sentidos
Se ha achacado a James Ivory que se preocupa demasiado del preciosismo formal y por contra desinfla las tramas de las novelas que adapta (habitualmente de E.M. Foster).
Quizás sea cierto, no lo se, pero como película Una habitación con vistas me parece excepcional. Siempre he admirado sus exquisitos encuadres, de una gran belleza, especialmente en las secuencias que transcurren en Florencia; toda ella transmite sensualidad, alegría y deseo de disfrutar de lo que la vida ofrece. La protagonista, educada en la moralidad y "buenas" costumbres, descubre durante su estancia en Italia todas estas sensaciones.

La música de Richard Robbins es un buen apoyo a las imágenes, pero además se utiliza a Puccini, con lo que la cosa no se puede mejorar ya más.
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23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La Florencia utópica
En mayo de 2008 visité Florencia por primera y -hasta el momento- última vez. Culminaba así, un viejo sueño: conocer ‘in situ’ la cuna del Renacimiento. La ciudad a la que me remitían una y otra vez todos aquellos monumentos y obras de arte vistas, estudiadas y analizadas en mi época universitaria: la cúpula de Santa Maria dei Fiore, las puertas del baptisterio, el almohadillado del Palacio Strozzi, los David de Miguel Angel y Donatello, las Venus de Botticelli y Tiziano… Me moría por recorrer sus calles y poner a prueba mi rudimentaria sensibilidad exponiéndome a una sobredosis de belleza difícilmente localizable en cualquier otra ciudad del mundo. Anhelaba constatar cómo y de qué manera podía experimentar una experiencia estética en el epicentro del Humanismo y del arte renacentista. Y aunque sospechaba que eso no iba a ser posible, abrigaba la quimérica esperanza de poder contemplar Florencia como me la había mostrado Ivory en este bellísimo film.

Lamentablemente, no lo conseguí. Florencia es, hoy en día, una especie de parque temático cultural inundado de empalmados como yo que se ven obligados a hacer interminables colas para todo y que difícilmente encontrarán unos minutos de sosiego espiritual para disfrutar de todo su potencial artístico.

Aún así, mientras me queden amigos para disertar de vez en cuando sobre arte, mi caza y captura particular de la experiencia estética continuará teniendo sentido. Gracias, Pasqui.

(A Travisloock)
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20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Qué bonita, qué preciosa... ay Jesús, qué bella cosa.
Qué bella música.

Qué hermosos paisajes.

Qué escenas tan bucólicas.

Qué magnífica fotografía.

Qué maravillosa luminosidad.

Qué grande Daniel Day-Lewis.

Qué tremenda Maggie Smith.

Qué preciosa Bonham Carter.

Qué estilazo el de James Ivory.

Qué coñaaaaaaaaaaazo, lavirrrrrrgen.
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30 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Miel y Azúcar
Cuidadosa puesta en escena de la aséptica vida de una acomodada familia inglesa y sus muchas horas de ocio e intrascendentes conversaciones. La hija de la citada familia viaja a Italia para descansar del descanso y gracias a la amabilidad de un caballero y su hijo, tocados ambos por la excentricidad, consigue tras un intercambio de habitaciones tener delante la mismísima Catedral de Florencia. Lucy Honey Church (Helena Bonham Carter), inocente y tierna, descubrirá el amor en la campiña italiana que no pasará de un beso por la certera y rápida intervención de su prima y dama de compañía Charlotte (Maggie Smith).

Los días transcurrirán lánguidos y la vida convencional de "nuestra familia" se irá modulando entre fiestecillas de té y planes de matrimonio para la angelical Lucy. Las buenas maneras y las monótonas jornadas, animadas por el guía espiritual de la comarca, un pastor dicharachero y cotilla, contribuyen al amodorramiento burgués que algunos llaman felicidad. Pero entonces, de manera casual, irrumpe otra vez el amor y la bucólica escena se convulsiona para regocijo de la mayoría de los intervinientes.

Todo es pulcro en esta obra de James Ivory: la ambientación, el vestuario, las medidas interpretaciones, la fotografía, la música....Tal vez demasiado perfecto como para despertar en el espectador algún tipo de emoción, como no sea una crisis hepática por exceso de azúcar.
La novela que da pie a la película fue escrita por E.M. Foster, novelista inglés en 1908 que posteriormente escribiría la conocidísima Pasaje a la India.
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12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Cuando despierta el deseo
Film realizado por James Ivory. El guión, de Ruth Prawer-Jhabvala, adapta la novela "A Room With A View" (1908), de Edward Forster. Se rueda en exteriores y escenarios reales de Florencia (piazza Santa Croce, piazza della Signoria...), Kent y Londes, con un ajustado presupuesto de 3 M dólares. Nominado a 8 Oscar, gana 3 (dir. artística, vestuario y guión adaptado). Producido por Ismail Mercant, se estrena en "première" en diciembre de 1985 (RU).

La acción tiene lugar en Florencia y en Foxwold (Kent), mansión rural de los Honeychurch, durante los primeros años del reinado (1901-1910) de Eduardo VII. La protagonista, Lucy Honeychurch (Helena Bonham-Carter), viaja a Florencia en compañía de su prima Charlotte Bartlett (Maggie Smith). Allí conoce al joven George Emerson (Julian Sands). A su regreso se relaciona con Cecil Vyse (Daniel Day-Lewis).

El film es un drama romántico de época con toques de comedia. Ivory y Merchant comenzaron a trabajar juntos en 1963, pero es esta película la que les da fama internacional. Acuerdan rodar el film a raíz del éxito de "Pasaje a la India" (1984), de David Lean. El éxito que obtienen les mueve a rodar otras adaptaciones de novelas de Forster, como "Maurice" (1987) y "Regreso a Howard End" (1992). El relato se sitúa en un entorno pintoresco, confortable y lujoso, propicio para la sensualidad y el deseo. Explora el proceso interior del despertar sexual femenino, la turbación que produce en algunos casos, los anhelos que genera, la difícil manipulación de los sentimientos y sus relaciones con las convenciones sociales.

Al hilo de los hechos, se presenta un elegante fresco descriptivo de la sociedad británica del momento. Añade agudos toques críticos. Distingue entre la ciudad, fuente de represiones, y la naturaleza, fuente de salud y felicidad. Confronta dos culturas contrapuestas: la inglesa, rígida, y la italiana, alegre y apasionada. El relato está salpicado de ironía y humor. Se sirve de elementos visuales para sugerir y explicar pensamientos y sentimientos (esculturas de la piazza della Signoria evocan la turbación interior de Lucy). Son escenas memorables la de la pelea y la de Freddy, George y el pastor anglicano jugando desnudos en el estanque.

La música, de Richard Robbins, aporta una partitura original de 15 cortes, de aire clasicista y romántico, que expresan con solos de piano la pasión de los personajes. Son muy expresivos "The Pensione", "See The City", "In The Piazza della Signoria" y "End Tittle". Añade 3 fragmentos de arias de ópera. De "La Rondine", de Puccini toma el estribillo melódico principal. La fotografía, de Tony Pierce-Roberts, se extasía ante las vistas de Florencia, los paisajes naturales de la campiña y los cuidados escenarios interiores. Atrapa la mirada y el gesto de los actores en busca del sentido de la comunicación no verbal. Los títulos de crédito y los carteles de continuidad (a la manera del cine mudo) se acompañan de bellas imágenes de grutescos manieristas.
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12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Reconozco que ha sido una tremenda decepción
James Ivory es un director que me gusta bastante. He visto muchas de sus películas, y todas me han parecido que cuentan con una gran sensibilidad, y además, narran una historia donde las sutilezas son cruciales, y donde es más importante lo que callan los personajes que lo que dicen.
Todavía no había tenido la ocasión de ver su famosa película "Una habitación con vistas", y la verdad es que era una espinita que tenía clavada desde hace mucho tiempo. Así que el otro día decidí disfrutar con la magia de este director, y con sus personajes que siempre me atraen. Pero la magia no la he visto.
Reconozco que para mí ha sido una tremenda decepción. No me esperaba que la historia me iba a aburrir tanto, y me iba a dejar tan frío. No me ha aportado absolutamente nada, y ni tan siquiera me ha emocionado.
La historia me ha parecido que no aporta nada, y que en todo momento se narran hechos y anecdotas que no tienen ninguna importancia. El día a día de unos personajes que viven una vida privilegiada y rutinaria. Unos personajes que no producen ningua emoción, ni llegan a conectar con el espectador.
Debo decir que me ha sorprendido que me decepcionara tanto la película, ya que había oído muchas opiniones buenas sobre ella, y además la filmografía de este director siempre me ha entusiasmado. Nunca creí que no me llegara a gustar.
Aun así, el trabajo de estética y vestuario es insuperable. Se cuida cada detalle haciendo que el viaje al pasado sea fácil. Uno disfruta con cada rincón que se ve y con cada traje y peinado. Todo ello acompañado de una banda sonora que emociona (es lo único que emociona).
En fin, una película que me ha defraudado mucho. Un film que cuenta con un espectacular elenco de actores que hacen un buen trabajo, pero que no consiguen llegar al espectador debido a que la historia en sí no emociona. Un guión que narra una historia simple y sin profundidad que no aporta nada.
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10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
esencia british: nada nuevo, pero nada malo
Una buena película, british hasta la médula (y eso es un elogio en términos de cine, que quede claro).

Se divide en dos partes bastante distintas, que, contrariamente a lo que suele suceder cuando una película se divide en partes tan claramente, no están descompensadas, y tienen el mismo ritmo. Las actuaciones son fantásticas. Bonham-Carter en uno de sus primeros papeles, protagonista absoluta, haciendo de jovencita no tan candorosa está bien; cabe recordar que antes de burtoniana, fue un nombre fijo en toda peli de época británica que se preciara. No obstante, los secundarios se llevan la película de calle. A pesar de que la nominación al oscar se la llevó Denholm Elliot, Daniel Day-Lewis borda su papel, ofreciendo un registro distinto (lo cierto es que este hombre tiene tantos registros que clava igualmente sus caracterizaciones de protomafioso, de presidiario... aquí lo clava haciendo de inaguantable de época), y Maggie Smith, divertidísima, solterona metomentodo. El lunar principal de la película es Julian Sands, que podía haber sacado bastante más provecho de un personaje muy bueno, pero muy pobremente interpretado.

Otro acierto son la inclusión en la banda sonora de fragmentos de la ópera Gianni Schichi, y las cortinillas de cine mudo, que le dan un cierto aire cómico.

En fin, no va a sorprender a nadie, pero tampoco decepcionará. Una película bien hecha y bien rematada.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Unas vistas estupendas.
Estas películas inglesas de damas estiradas y caballeros tradicionales son a menudo aburridas y pedantes, aunque justo es decirlo hay unas cuantas que han conseguido con todo merecimiento hacerse un hueco en este mundo del cine. Una habitación con vistas transita por dicho mundo con dignidad, con buenos resultados en taquilla y algunos premios. Desde luego los actores son de lo mejor y eso se nota en el resultado final, el guión es consistente y tiene algunos momentos impagables. El personaje que interpreta Day-Lewis es genial, decirle idiota es un elogio para el. Hay una palabra en castellano que por corrección no diré que lo definiría a la perfección.
En un momento de la película hacen una descripción del turista que me perece genial y que no puedo menos que destacar. Lo definen mas o menos como un ser que inspira compasión, vive haciendo y deshaciendo maletas, todo el día de un lado para otro, sin ver nada que no esté en las guías y siempre deseando descansar, lo dicho genial.
Entre la tradicional Inglaterra y la apasionada Italia los protagonistas eligen sin duda la pasión, son jóvenes y hay que vivir, uno nunca debiera enterrar su vida justo cuando debe comenzar a vivirla, dejemos a un lado lo socialmente correcto y abramos nuestra mente y nuestro corazón a nuevas sensaciones, más inquietantes, más estimulantes y sobre todo mucho más satisfactorias.
Sin pretender desvelar el argumento, pero cuando la película ya avanza hacia el final, la escena entre el padre del chico y la protagonista hay que verla con calma y revisarla si es preciso, transmite emoción y credibilidad, es con mucho a mi entender el mejor momento de la cinta. Creo que en general Ivory ha conseguido una película correcta que se hace amena, con algunas escenas muy buenas y con unas vistas hacia nuestro interior o el interior de los personajes, estupendas.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Dos Arias
Se oyen dos fragmentos de ópera, ambos de Puccini. En los tiítulos de crédito canta la soprano neozelandesa Kiri Te Kanawa (es de ascendencia maorí) "O mio babbino caro", de la ópera GIANNI SCHICCHI de Puccini. Según el libreto Lauretta puesta de rodillas ante su padre dice:
"¡Oh, papaito querido!
Me gusta... ¡es bello, es muy bello!
¡Quiero ir a la Porta Rossa
a comprar un anillo!
¡Sí, sí, allí quiero ir!
Y si mi amor fuese en vano,
¡iré al Ponte Vecchio,
para arrojarme al Arno!
¡Me consumo y me atormento!
¡Oh Dios, quisiera morir!
¡Papaito, piedad, piedad !"
Es indudable que el aria está muy bién elegida en relación al argumento y las imágenes del film. Pero aún se superan en la segunda aria. Se saca esta vez de "La Rondine" (La Golondrina) también de Puccini. La misma soprano interpreta la canción de Magda: Chi il bel sogno di Doretta
"¿El dulce sueño de Doretta
quién pudo adivinar?
¿Cómo terminó su misterio?
¡Ay! Un día un estudiante
la besó en la boca
y fue ese beso
una revelación.
¡Fue la pasión!
¡Loco amor!
¡Loca ternura!
¿Quién la sutil caricia
de un beso así de ardiente
podrá jamás describir?..."
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Lo único imposible es que dos seres que se aman se separen.
Esa es la sentencia del señor Emerson, padre, ante los remilgos de la joven Lucy. Y de eso trata la película. En su momento causó sensación por la belleza de la fotografía y una puesta en escena espectacular. Esa ventana que se abre sobre una Florencia exótica, ante los ojos ávidos de unos turistas ingleses del XIX es sugestiva. Pero la película tiene mucho más. Ivory se vale de una novela de Forster para poner ante nuestros ojos todo un abanico de personajes que representan todos los sentimientos y pasiones humanas. Contra la contención extrema de Charlotte -admirablemente bien interpretada por Maggie Smith- está la espontaneidad del joven Emerson. Como contrapunto está el intelectualismo hueco de Cecil, interpretado por un increíble Daniel Day-Lewis que no había reconocido hasta esta mi enésima visión de la película; desde luego es el moderno Lon Chaney. Luego está la impagable figura del párroco, personaje que rompe con la imagen estereotipada del clero al uso.
En cuanto a la estructura, la película podría parecer muy apegada al texto literario, e incluso con reminiscencia de la estética del mudo, si atendemos a la voz en off y a esas cartelas, tan decorativas, que actúan de portadillas de cada capítulo. Sin embargo a mí me parece un éxito, ese recordatorio de que estamos ante una novela de época.
Hay que destacar también el sentido del humor, que rebaja el tono solemne de la obra. La escena del baño en el río es un dechado de fescura, erotismo y alegría de vivir.
Por poner alguna nota negativa, el personaje de Cecil está tan caricaturizado que resta verosimilitud y tensión.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Disfrutando en la zona alta
Aunque la historia es simple esta película me resulta una gozada para la vista, además de las estéticas imágenes nos ofrece una visión de la manera de vivir la alta sociedad o al menos las clases acomodadas en Inglaterra.

Este es el verdadero cine constumbrista inglés.

Para mi la historia me mandó este mensaje "es más fácil manejar las situaciones cuando nuestros sentimientos no se encuentran implicados" y "para aclarar nuestros sentimientos a veces necesitamos tiempo".

En cuanto a los "peros" hecho en falta algo, no se qué, del personaje de George Emerson (Julian Sands).
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Elegante mofa al puritanismo
El éxito comercial y artístico de Una habitación con vistas motivó a su director James Ivory y a su guionista habitual Ruth Prawer Jhabvala, a convertirse en especialistas del cine de época y sin embargo y a pesar de la incuestionable calidad de la película se trata de un tipo de cine que no me va. No conecto con la historia, la veo desde la distancia, no me dejo llevar porque no me cautiva. Me suele pasar lo mismo con los musicales, aunque se trate de obras maestras no suelen estimularme.

Aquí se narra la historia de una joven de educación exquisita que se enamora durante un viaje a Florencia de un apuesto y pasional joven inglés. Sin embargo sus bruscos modales chocan con su formación victoriana lo que le lleva en un principio a rechazarle y a aceptar el compromiso de boda con un estirado inglés más adecuado a su entorno.

Lo que el guión denota es una feroz crítica hacia el puritanismo y la hipocresía victoriana y un alegato por la libertad ante tanto encorsetamiento de maneras y comportamientos que acaban convirtiendo a las personas en ridículas caricaturas. Esnobs refinadas que terminan solas incapaces de relacionarse sinceramente con nadie por su amaneramiento y mojigatería.

El reparto y la recreación de la época así como los escenarios naturales en los que transcurre la trama son otros de los platos fuertes del film.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
DECEPCIONANTE!
He visionado la película bastante tarde. Concretamente el 26 de octubre de 2011. Quizá el tiempo qua ha pasado desde que estaba de moda "el estilo Ivory" ha hecho que me haya sentido auténticamente decepcionado. Si "Maurice" me gustó con reservas, "Una habitación..." me ha aburrido aún más que "Pasaje a la India". Creo que James Ivory ya està más que obsoleto. Su cine, tan pulcramente caligràfico, no tiene la pasión de unas líneas escritas apresuradamente y con mano temblorosa declarando el amor al ser querido. La caligrafía es lo de menos. Lo que importa es el sentimiento. Ivory, para mí, ha perdido ya todo su crédito.
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9 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Romántica sin llegar a lo cursi
Esta película enseña a la perfección el encanto y el hechizo de Florencia. Es una historia romántica que no llega a ser un pastelazo ya que la presentan de una forma amena y divertida. Tiene buenos puntos de amor y una muy buena interpretación de los dos protagonistas.
La música necesita una mención especial porque es muy buena y está bien combinada con la película.
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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Sencillamente maravillosa
Basada en la novela de E. M. Forster esta película es genial. La novela en la que se basa ya es maravillosa de por sí. Esto se une a una buena adaptación por parte de James Ivory, que es magnífico como director. La música, fotografía, actuaciones, escenarios, la verdad es que todo es magnífico. No puedo decir más. Pocas críticas negativas le puedo dar a esta película.
La actuación de Daniel Day-Lewis es de lo mejor.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Buena y optimista película de época.
Simpática película con una trama de "novela rosa" ya vista varias veces.

Pero aquí hay un esmerado tratamiento de la luz mediterránea. Tanto dentro de la pensión como en la campiña o en las calles.
La fotografía es muy buena. Sea para describir Florencia y su campiña o bien una mansión inglesa y sus alrededores.

Muy bien ambientada, tienes realmente la sensación de estar en Italia a principio de siglo. O bien en una mansión inglesa... El vestuario es muy convincente.
Además, en esta película podemos escuchar el aria "O mio bambbino caro" de Puccini que siempre es una maravilla

Rebosa optimismo y ganas de vivir. Por la temática de enamoramiento, por la luz, por los personajes, las ubicaciones y algunas escenas concretas: bailes, baños en el río desnudos, paseos y meriendas por el campo...

Buenas actuaciones, especialmente la carismática Maggie Smith y el, aquí, secundario de lujo Day-Lewis.

Las escenas costumbristas italianas responden a clichés turísticos pero entretienen y le dan un poco de sal a esta historia. Porque de tan perfecta y correcta que es acaba resultando un poco cargante...
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Flechazo en la campiña inglesa
La joven Lucy Church (Helena Bonham Carter) va a Florencia finales dl siglo XIX acompañada de su prima Charlotte (Maggie Smith). En la pensión donde se hospedan conocen al sr. Emerson (Denholm Elliott) y a su hijo George (Julian Sands). Al verano siguiente, el director nos muestra al resto de la familia y al entorno en un pequeño pueblecito de la campiña inglesa. Lucy, olvidado el flechazo que tuvo en Florencia con George, se ha prometido a un estirado caballero inglés victoriano y rancio llamado Cecil. Pero la presencia de Emerson y su hijo en el pueblo va a perturbar los planes de casamiento porque se va a imponer no el comedimiento victoriano sino la pasión romántica de George.
Buena recreación de la clase media inglesa del periodo victoriano, llena de prejuicio y de formularios sociales, en la que se abren pasos con gran escándalo los sentimientos románticos libremente expresados por los jóvenes que mandan a freír espárragos los comedimiento de la rancia sociedad victoriana y empiezan los varones, salvo el estirado Cecil, por bañarse en una lagunilla en pelota picada con apetecibles escándalo de las damas que los han sorprendido.

Buena fotografía de Florencia y de la campiña italiana e inglesa, buena ambientación de la época victoriana. La película costumbrista nos deja con un buen sabor de boca mientras se van deshaciendo los nudos que luchan entre ls conveniencias sociales y la pasión de enamorado. Una cinta apta para dulces almas sin remedio pero no es melosa para nada y mantiene un considerable nivel de humor, lo que es de agradecer en estas pelis.
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3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
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