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327 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
10
LA HISTORIA COMO DENUNCIA SOCIAL
Jamás el cine había reflejado con tal brutalidad e hiperrealismo, la tortura, vejaciones y muerte de Jesús de Nazareth en sus últimos días.

Grandes cineastas abordaron su figura, como personaje central, desde diversas ópticas, pero siempre idealizando, edulcorando o embelleciendo las escenas correspondientes a los últimos días de su vida.

Los más destacados son Nicholas Ray que nos ofreció en su "Rey de Reyes" de 1961, quizá el relato más equilibrado del mensaje místico de Jesús, entremezclado con una trama que pretendía reflejar la conflictividad social de la época.

En 1964, Pier Paolo Pasolini nos brindó en su "La Pasión según San Mateo" un relato nihilista y esteticista que pretendía aproximarse a Jesús desde una estética social y contemporánea.

George Stevens es el responsable en 1965 del gran espectáculo hollywoodiense "La Historia Más Grande Jamás Contada", film trufado de las estrellas de la época, que se inspiraba en las representaciones pictóricas más reconocidas de las escenas de la vida de Jesús.

Franco Zeffirelli pretendió decir la última palabra sobre la vida de Jesús, amalgamando en su extensa "Jesús de Nazareth" de 1977, misticismo, lirismo, esteticismo y gran espectáculo, arropado también por numerosas estrellas de su época.

La aproximación más controvertida hasta la fecha del estreno del film de Gibson, sobre la figura de Jesús, la realizó en 1988, Martin Scorsese, que con su "La Última Tentación de Cristo", reflejó la otra cara de la pasión, el sacrificio no físico, sino existencial, de renunciar a una vida propia, a una mujer y a unos hijos y a crear su propia familia, para entregarse a un destino universal.

Los principales detractores del film de Gibson, le tachan de brutal, antisemita y reaccionario.

Y es cierto que es agresivamente brutal, pero no lo es más de lo que pudo ser el suplicio sufrido por un condenado a morir crucificado en la Palestina del siglo I d.C.

Tampoco se le puede tildar de antisemita, por reflejar los manejos de los airados sacerdotes y de la turba de fariseos, para conseguir la condena de quien consideran una amenaza para el mantenimiento de su ortodoxia religiosa y de sus privilegios.

Ni siquiera de reaccionario, por construir una historia que, aún basada en textos bíblicos, rompe con la visión, socialmente aceptada pero falsa, de un martirio blando e idílico, que parece construido para posar en un lienzo inmortal.

La visión hiperrealista del film, llevada a su último extremo al utilizar las lenguas muertas de la época, latín y arameo, no debería permitir obviar su valiente mensaje de denuncia, al reflejar una situación más actual de lo que a simple vista se puede reconocer, los poderes religiosos contaminando la opinión a través del fanatismo, el odio y el miedo, propician la intervención del poder militar para evitar la ruptura del equilibrio de poderes.
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331 de 382 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
¿Me haces un retrato, pero con los ojos más bonitos?
Para algunos, Jesús fue el hijo de Dios. Para otros no fue más que un revolucionario. Y los hay también que creen que sólo fue un pobre iluso (con muy buenas intenciones, eso sí) que se creyó sus propias fantasías. Difícilmente se podría poner de acuerdo a toda esta gente entre sí. De lo que no hay duda, y aquí todos coinciden, es que la figura de Jesús existió.

En 2004 Gibson realiza su versión de La Pasión de Cristo, centrándose exclusivamente, como bien aclara su título, en lo que es conocido como "La Pasión"; las últimas 12 horas de la vida de Cristo. Como era de esperar a nadie deja indiferente. Mientras la mitad del planeta se rinde ante el aclamado film, la otra mitad lo tira por tierra dando en la mayor parte de los casos unos argumentos que a mi personalmente no me convencen. De entre todos ellos destaco el "pero" que más se oye: "Violencia gratuita".
El correcto uso del término "violencia gratuita" es cuando se realiza, o expone, actos violentos que no vienen a cuento. ¿De verdad os parece que no es necesario hacer una reconstrucción violenta de unos hechos que sí fueron tremendamente violentos?. A mi me parece que es muy necesario si se quiere ser fiel a lo que se está reconstruyendo. Desagradable, aterrador, perturbador... sí. Gratuito no.
Eso es lo que siempre pedimos, ¿no?. Que las historias que nos cuenten no sean un timo. No queremos trolas inverosímiles. De hecho rajamos que da gusto de las películas con severa falta de rigor. Y resulta que viene Mel, nos pone toda la carne en el asador, y medio patio de butaca se echa las manos a la cabeza. A mi juicio, hipocresía pura y dura. Es como pedir a un pintor que nos haga un retrato pero pasando por alto nuestros defectillos. Ya estamos muy mayores para las medias tintas.

Hace unos días pasaron una serie de tv llamada "María, madre de Jesús". El primer capítulo arranca y la primera imagen que muestra es la de Jesús crucificado pronunciando "Mujer; he aquí a tu hijo. Hijo; he aquí a tu madre". 12 horas antes de la mítica frase se produjo la paliza que ya todos conocemos. En "María, madre de Jesús" nos perdemos todo eso aunque se da por sentado que sucedió horas antes. Sin embargo, aquel Cristo parece que llegó de estar toda la mañana en su casa. No sangraba, no se le veía dolor en el rostro, su voz salía firme y sólida. Y fue al ver aquello cuando pensé en aquel "Mujer; he aquí a tu hijo..." de Caviezel. La voz entrecortada, temblorosa y agónica; su cuerpo, nunca mejor dicho, hecho un cristo. Su rostro delatando agonía. Los asombrosos planos de su piel hecha jirones.
¿Sabéis que pensé mientras miraba al primero y recordaba al segundo?: pensé que me reafirmo en mi 10 a La Pasión de Cristo. No me creo a un Cristo que no agoniza. Me desmotiva.

Tengo una opinión que es muy personal. Gibson no cae precisamente simpático al espectador. Creo que bastante gente suspende la película, no por su falta de calidad, sino por ser él quien se esconde tras ella. Así de simple.
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274 de 307 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El Cristo sufriente
Pensaba hacer una crítica explicando la cantidad de simbolismos y analogías que uno puede encontrar con la misa católica. Tantos, que no sé como agradó esta película a las comunidades protestantes estadounidenses. Pero francamente, ¿vale la pena?

Así que me centraré en lo que considero más importante en este Vía crucis filmado. Y que curiosamente es lo que más escandaliza a los que denigran la peli: nos muestra el Cristo sufriente. No el Cristo que predica, no el Cristo que hace milagros, no, no. Lo que nos muestra es lo escandaloso: El Cordero de Dios camino de la cruz, Dios hecho hombre dejándose matar por los hombres. Dejándose matar por ti y por mí.

Naturalmente es imperfecta porque no se puede hacer una película perfecta de un hecho perfecto. Y porque Mel Gibson, con fallos evidentes, lo cuenta a su manera, claro. Sólo se puede explicar el sufrimiento de una manera personal. Y parece que Gibson lo identifica más con lo físico que otra cosa. Bueno, es una opción. Yo la hubiese hecho menos sangrante pero más dura y humillante. Aunque supongo que explicar por ejemplo el sufrimiento de Cristo en Getsemaní, que por lo visto fue el peor, es imposible en la pantalla. ¿Cómo filmar el sufrimiento espiritual?

Pues este Cristo sufriente, del que muchos se escandalizan, es con quien se identifican más las personas que sufren más. Id a un Cottolengo, un sitio de adolescentes malformados y abandonados, y veréis a muchachos sufriendo de verdad agarrados a una cruz. Id a una casa de la Madre Teresa de Calcuta y ved a alguien, de cualquier credo o religión, desahuciado agonizar en su lecho y lo veréis asido a una imagen de Cristo sufriendo. Sin sermones, sin moralina, sólo dolor. La realidad misma, no pseudo-filosofías en boga. ¿Y quién más puede renovarles ese dolor en amor?

Así que por ser la primera vez, y por ahora única, que alguien pone todo esto en la pantalla, en mi opinión Mel Gibson desde luego no ha hecho la mejor película de la historia, pero sí la más importante.

“...pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres” (1 Co 1,24-25).
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211 de 290 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
MÁS QUE TACHARSE DE ANTISEMITA, ESTE FILME SERÍA ANTIROMANO
Estupenda dirección de Mel Gibson, sin duda esta película quedará en la historia del cine como una de las mejores a la hora de abordar la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.

Sólo le veo dos peros históricos: 1º, la flagelación a que es sometido Jesús; tal como la expone Gibson es demasiado exagerada, tanto que de haber sucedido así el hombre Jesús habría muerto en la misma, y por supuesto en modo alguno podría haber cargado luego con una cruz tan pesada como la que encima le hace cargar en esta película, mucho menos aún llegar hasta el Monte Calvario por sus propios pies y subiendo la tremenda cuesta arriba que aparece en las imágenes; es decir, son los romanos o sus descendientes los que se deberían sentir molestos con la imagen que se da de ellos, mucho más que los judios actuales.

2º, por otra parte, colocar a los sumos sacerdotes judíos dentro del patio interior del acuartelamiento romano, presenciando la tortura-flagelación de Jesús, está fuera de lugar, pues era la víspera del Sabbat hebreo y ni en ocasiones habituales, pero mucho menos ante fiestas tan sagradas como la del Sábado, se les ocurría a las autoridades judías, sacerdotes, fariseos o hijos de Israel, fervorosos de sus tradiciones, entrar a lugares tan contraproducentes y contaminados para ellos como el patío interno de los "impuros gentiles" o soldados romanos.

Por los demás es una película muy buena, de excelente transmisión religiosa y con la originalidad, nunca antes tratada en el cine, de verse y oírse al judío Jesús de Nazaret hablar en su propia lengua el arameo. Además el final esperanzador, que de por sí es característico de la historia de Jesús, Mel Gibson lo exalta con un secuencia de una calidad artística, magnífica, nunca antes vista al tratarse la resurrección.

Fej Delvahe
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101 de 133 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Buen cine y mejores intenciones.
Es curioso que algunos que critican a "La Pasión de Cristo" su violencia, luego sean seguidores de los “Kill Bill” de Tarantino entre otras. Creo que lo que existe es un sentimiento ciertamente antirreligioso que hace que toda película sobre el tema se juzgue con prejuicios.
Llamar ultracatólico a Mel Gibson es una memez, como otras muchas, sobre todo por parte de los que no son ni católicos. Para ellos la fe es algo privado y carente de importancia, por lo que aquellos que la vivan de verdad son extremistas.
Se trata de una cinta que la lleva a buen puerto Mel Gibson que es un muy buen director, sin ser un genio. Consigue muchos momentos notabilísimos que demuestran que el subgénero de cine religioso debería de producir muchas más películas porque no solamente son necesarias e interesantes sino porque hay un público amplio ávido de este cine.
La película no tuvo más premios por que el cristianismo está mal visto por muchos sectores artísticos puramente relativistas y además los judíos (en especial su Sanedrín) son retratados de forma explícita como falsos y mentirosos cosa que no olvidemos en Estados Unidos es complicado decir. El catolicismo en aquel país sigue siendo cosa de emigrantes hispanos, italianos o irlandeses y a los protestantes con su cierto deísmo no les interesa tanto ponerse a mal con los lobbies sionistas.
Para finalizar recomendar ver la película leyendo anteriormente los evangelios hasta Getsemaní para poder entender y meterse mucho más en lo que sucede a continuación ya que si no parece como que puede cogerte demasiado bruscamente la acción.
Y lo de decir que Gibson buscaba rentabilidad económica ante todo... sólo lo puede decir una persona arreligiosa que sólo tiene parámetros economicistas (materialistas) y por lo tanto todos los demás también. Si algo no existe para mí, tampoco para los demás. Y ese pensamiento no va con los creyentes en Dios, que además de querer vivir bien como todos tienen una cosa que se llama fe y que no se compra en el hipermercado. Esta es una película hecha claramente desde la fe, no desde la estética ni desde la economía, pero al ser cine tiene por tanto una forma de narrar y un producto que comercializar. Pero no es ese el origen ni el motivo de la estupenda "La Pasión de Cristo". Aunque eso sí, no la convirtamos tampoco en la joya que quieren algunos, es un producto muy bueno y con eso creo que es bastante, pero mejorable, desde luego.
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88 de 121 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una pasión febril (y atea)
Parece obligatorio enseñar la patita antes de entrar: yo soy ateo, yo católico pero no practicante, yo agnóstico, yo católico de misa diaria, yo hare krishna... como si primase el deseo imperioso de justificarse o por si el carné de feligrés llenara de razones o diera más derecho a opinar (como se han atrevido a decir algunos). Y es que parece que nos olvidamos que La pasión es una película, no un dogma de fe.

Gibson me produce repelús y admiración a partes iguales. Para lo primero huelga explicación, en cuanto a lo segundo le admiro porque rueda sobre lo que le da la gana y como le da la gana. Y la libertad de creador la aplaudo siempre, además para afrontar un proyecto como éste hay que echarle un par (o ser un temerario). Pero la pasión a veces es muy mala compañera que nos lleva a excesos y a simplezas.

No voy a cargar las tintas amparándome en el gore ni en el antisemitismo, no por dármelas de original sino porque uno es inexistente y absurdo (si es antisemita también lo es la Biblia) y en cuanto a la ultraviolencia -si es necesaria o no- no tengo un criterio claro a pesar de haber discutido conmigo misma en varias ocasiones. Entiendo a los que defienden la crudeza mostrada, alegando que pocas cosas son más salvajes que la tortura sufrida por Jesús de Nazaret, y que reprimirse o dulcificarlo sería hipócrita y contrario al objetivo mismo del film. Además todos estábamos avisados de la carnicería que íbamos a presenciar mucho antes de entrar a la sala. Como también entiendo las acusaciones de sadismo y de regodeo morboso y efectista en la barbarie con el único fin de abrir las carnes y revolver los estómagos del respetable, que no se justifica en modo alguno con el "así fue". La fidelidad a las sagradas escrituras no es óbice para quejarse por el cómo. Al igual que se pude contar la brutalidad de una violación sin incluir un primer plano coital también se puede filmar lo desgarrador del calvario sin inundar las retinas del espectador con la sangre caliente del mártir. Claro que para eso hay que entender el dolor como algo que trasciende lo físico y gozar de talento narrativo y conceptual para llevarlo a cabo, más allá del técnico donde el australiano demuestra con creces que va sobrado.

Mis quejas van por otro lado:

-La aplaudida interpretación de Maia Morgenstern, no me la creo. Nunca vi en ella a María, parece más hermana que madre y su trabajo, loable pero insuficiente, no me hizo obviarlo en ningún momento.
-La Belucci. Todo lo que tiene de guapa lo tiene de mediocre.
-Herodes. Es aberrante. Si se hubiera arrancado con "Se me enamora el alma" nadie hubiera notado diferencia alguna entre él y la Pantoja de Puerto Rico.
-Los soldados romanos. Por momentos pensé que la película mutaría al estilo "Abierto hasta el amanecer". Disfrutaban como enanos, se les caía hasta la baba. Total placer orgásmico vampiresco. Además Mel es un copión, la caracterización de éstos es calcada a la de los trolls de "David, el gnomo".
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182 de 313 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
SOBRECOGEDORA
Fuí a ver la película sin esperarme nada. Sirva decir que no soy creyente. Nada más empezar me quedé enganchada.Se que las críticas son muy diversas. Es una película que o te gusta mucho o te gusta nada. A mí, personalmente, me pareció alucinante. Sólo era capaz de ver el sufrimiento de un hombre cualquiera ante tanta crueldad innecesaria e injusta. El protagonista, que no le conocía me dejó fascinada con su interpretación. La película es dura, cruel, violenta, desgarradora, pero me hizo llorar, y mucho. Salí de allí pensando en que, ¡como era posible que una simple película me hubiera hecho dudar de mis convicciones religiosas! Al poco tiempo se me pasó y volví a ser la de siempre, pero me marcó mucho´. Tengo muchas ganas de volver a verla, pero no se porqué, no me atrevo. Simplemente GENIAL.
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54 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Al final, Magdalena y Jesús se casan, viven felices y comen perdices
Aquí lo único que hay es ruido y más ruido: que si no sé quién la palmó en el cine viendo el vía crucis de nuestro señor, que si otro se entregó a la policía confesando sus fechorías, que si Juan Pablo II la vio y dijo: "así fue", que si tal, que si cual, que si ¡ya está bien!

Flipo con las críticas, para todos los gustos claro, pero sobre todo por exacerbadas.
Muchos pierden la perspectiva y la distancia: es cine. Un poco de calma por los clavos de Cristo...

Gibson, a su manera, reinterpreta una historia documentada pero perdónenme, ¿por quién?

¿Qué es eso de que con ver La Pasión uno se vuelve creyente? ¿Pero es que no te han dicho chorrocientas veces que Cristo murió crucificado? Parece, por algunas críticas, que NADIE SABE CÓMO ACABA LA PELÍCULA. Otros os sorprendéis!

¿O es que acaso alguien se pensaba que en su crucifixión este hombre se puso a cantar el "always look on the bright side of life" como en la Vida de Bryan? Señor...

Yo no he visto gore por ninguna parte. Ni en La Pasión ni en Apocalypto (aprovechando el Pisuerga, Valladolid y eso).

Es más, el momento más angustioso de la película es, para mí, el de la oración en el huerto, antes de que le enguiñen la primera hostia, mucho antes. Me refiero a cuando el actor (muy buen trabajo de Caviezel) transmite esa angustia, esa congoja por lo que está por venir y por lo que le queda por sufrir.... "una carga que ningún ser humano puede soportar: el peso de los pecados de toda la humanidad". Tela...

Y el diablo, tan atractivo y magnético, rondándole en su última tentación. Caviezel lo clava. Esos 20 primeros minutos de película son desasosegantes. A partir de ahí, ya se sabe lo que ocurre y a quién se haya horrorizado por los latigazos, la corona de espinas, el vía crucis y la crucifixión en definitiva... ¿pero que te creías? ¿qué al final María Magdalena y Jesucristo se casan, viven felices y comen perdices?

¿Antisemita? Igual estoy equivocada pero por lo poco que sé de Derecho Romano, éste se aplica sobre ciudadanos de Roma, por tanto, la crucifixión de Jesús no es jurisdicción de Pilatos (que se lava las manos...) sino del Sanedrín, no? es decir: de los sumos sacerdotes que regulaban judicialmente cada ciudad de Israel, incluso en tiempos de dominación romana. Entre sus cometidos: el Sanedrín, (los 23 jueces supremos), juzgaba y sentenciaba.

Pues eso. Que no me venga el lobby a vender motos.
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54 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Pasión y sufrimiento
"Fue traspasado por nuestras rebeldías, triturado por nuestras culpas; por sus llagas hemos sido sanados." Isaías 53 - 700 a.C.

Y acto seguido comienza La pasión de Cristo, que me mantiene inmóvil durante toda su duración, casi olvidándome de parpadear e ignorando el hecho de que lo que tenía ante mis ojos, era una película, debido al descomunal realismo que transmite su historia.

Totalmente inmerso en su trama y sorprendiéndome con lo conmovedor y sangriento de sus escenas, que muestran las últimas y agónicas horas de vida de Jesús camino a su crucifixión, según el Nuevo Testamento, he disfrutado de su esperanza y he sufrido por la crueldad de lo físico.

Rodada en arameo, latín y hebreo, (que eran las lenguas que se hablaban en la época de Jesucristo) y ofrecida con subtítulos, obtuvo la crítica favorable por parte de las autoridades eclesíasticas y gran división de opiniones en general, convirtiéndose en una de las películas más controvertidas.

Pero lo cierto es que estamos ante un film bestial, en el que James Caviezel parece ser el mismísimo Jesús traído por Mel Gibson (Braveheart, El hombre sin rostro) para la ocasión. Sus escenas perfectamente enlazadas, una fotografía impecable y la música de John Debney sostienen firmemente su grandioso, intenso y bíblico guión.

Uno de los preciosos eslóganes con los que se promocionó la película en su estreno fue: "Hace 2000 años, un hombre desafió al mundo. Su mensaje era de amor."
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41 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La pasión de Jesús de Nazaret
Mel Gibson interviene en la obra como coproductor, coguionista, actor fugaz y director. Su estreno levantó una fuerte controversia, que con el paso del tiempo se ha difuminado en gran parte. La única banda hablada que se ofrece combina el latín (de los romanos), el hebreo (de los dirigentes judíos) y el arameo (del pueblo llano).

La película narra las 24 últimas horas de la vida de Jesús de Nazaret. Comienza cuando se halla orando en el Huerto de los Olivos (Getsemaní), en compañía de varios apóstoles que duermen placidamente. Concluye en el Gólgota con la cucifixión, el plante de la cruz en tierra, la agonía y la muerte, mientras se desatan los elementos. El descendimiento del cuerpo sin vida del crucificado corre a cargo de dos soldados romanos, Magdalena, Juan y María, que lo retiene sobre sus rodillas en una escena de "La Piedad", tantas veces repetida en la pintura y la escultura cristianas. La película incluye numerosos flash-back que recrean recuerdos del Nazareno: el sermón de la montaña, escenas de la vida diaria en compañía de su madre, las últimas enseñanzas a los apóstoles y varios momentos de la última cena con los discípulos. En un flash-back, María, al presenciar una de las caídas del hijo en el camino del Calvario, recuerda sus caídas cuando era un crío.

La película ofrece una representación muy realista del sufrimiento moral y del tormento físico. No olvida el aspecto humano del personaje, que en Getsemaní suda de miedo y angustia y en el Calvario se siente desamparado y abandonado.

El color es un elemento importante en la obra y tiene su propia simbología. En Getsemaní la luz es azulada y nebulosa, luego se torna rojiza, se hace brillante en el viacrucis y vuelve a ser azulada, casi irreal, en los momentos de la agonía. Los colores oscuros presentan un elevado nivel de definición y ofrecen imágenes que parecen tomadas de Caravaggio, el gran maestro del claroscuro. La música corresponde a una partitura original de John Debney, que emplea elementos étnicos. La interpretación de Caviezel es irreprochable, la de María (Maia Morgenstern) destaca por la verosimilitud, la contención del dolor interior y la sobriedad de los gestos. Magdalena (Monica Bellucci) cumple con notable corrección.

La obra pretende mostrar la historia de una pasión cruel y dolorosa, y lo consigue, pero cae en excesos evitables.
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45 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Pater, dimitte illis; non enim sciunt quid faciunt......
Perdónalos, sí. Perdona a todo aquel que juzga sin juicio alguno.
Porque, ¿ qué es "La pasión de Cristo" sino una película?... ¿ Y qué se juzga-critica-valora en esta página sino eso?... No me valen pues ni una sola de las opiniones personales contra/sobre el director, y estoy de acuerdo con la gran mayoría, pero si tenemos que expresar una opinión sobre la cinta deberíamos ceñirnos a eso básicamente.
Estamos ante una de las mayores experiencias cinematográficas de la historia del cine. Una película tan espiritual como carnal (¿gore?) en la que independientemente de creencias, dogmas e iglesias el señor Gibson vuelve a contar una historia de manera asombrosa, traspasando la pantalla sin efectos 3D, logrando doler sin contemplaciones.
No me importa en absoluto la respuesta vaticana, ni la semita, ni ninguna otra en realidad.
Me importa experimentar cómo Jim Caviezel transmuta en un personaje y sufre lo sufrido por aquel.
Me importa contemplar una Maïa Morgenstern en estado de gracia absoluto, testigo directo del sufrimiento injusto de un hijo y a Monica Bellucci más carnal que nunca, perturbadora y tentadora.
Me importa el mensaje sociológico de la cinta. Las cosas no han cambiado tanto. Ensalzamos y crucificamos a diario y por igual, manipulando siempre al oprimido y las opiniones ajenas.
Y no me importa si el que está en la cruz es mi Dios o no. Gibson hace que eso no sea lo relevante, sino el hecho de que esté ahí, en esa cruz.
Mel Gibson vuelve a narrar como nadie. A hacer las cosas como ningún otro podría hacerlo.
Y... ¿Antisemita?... No, histórica.
No entiendo esa llaga del judío. No es el mismo judío el de este Imperio Romano que el del Holocausto Nazi, y algo injustificable como la masacre alemana no puede, no debe, justificar cualquier acción previa por el hecho de ser semita, con lo cual, ¿Dónde está la polémica?...

Lo mejor: Absolutamente todo. Es una obra maestra del Cine. Una obra maestra de la espiritualidad. Una obra maestra del Arte en general.
Lo peor: Levantó todo tipo de ampollas, pero ¿es eso malo?...

Surrealista de verdad que una película en arameo se convierta en un hit semanas y semanas. El espectáculo no entiende de idiomas, y eso, Gibson es algo que entiende como ningún otro director actual, volvió a demostrarlo en Apocalypto, casi igual de grande.
La banda sonora es absolutamente PERFECTA.
Merecidos sus premios a la libertad de expresión, porque la película es entre otras cosas eso, un canto a la libertad. Y a día de hoy es mucho más transgresor, mucho más arriesgado y valiente hacer esta película que cualquier otra.
Bravo Mel, qué asco de persona, qué genialidad de creador...
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38 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Demasiada carne
Si un aficionado al "gore" gusta de esta película y corre tras la primera Biblia que esté a su alcance, esperando encontrar en letra impresa el baño de sangre que presenció en la pantalla, se llevará una grandísima decepción. En términos cinéfilos, diríase que los Evangelios —y, de manera especial, lo referente a la Pasión—, parecen escritos por Bresson. En efecto, en las cuatro versiones canónicas este episodio apenas ocupa una página, con un estilo austero, casi notarial, en absoluto truculento y sumamente elíptico.

Si sabemos que lo que cuenta Gibson se ajusta verosímilmente a lo que debió sufrir Jesús, es porqué los historiadores nos explican cuán salvajes eran las torturas de los romanos en esa época, y porqué los médicos forenses nos explican qué supone una crucifixión. No obstante, si uno desconoce estos datos, de la sola lectura de los Evangelios no los podría inferir. Ello nos revela dos cosas: primero, que en la mentalidad de aquellos autores, eso que hoy consideramos atroz formaba entonces parte de la "normalidad" de las costumbres de la época. Y, segundo, la ausencia de cualquier tono apologético acerca de la sangre derramada, el martirio y el padecimiento físico conlleva también un motivo de reflexión desde un punto de vista teológico.

Porqué el dolor que no es físico sí se cita explícitamente en los Evangelios. La profunda tristeza de Jesús, por ejemplo, al verse abandonado por sus amigos en el Huerto de los Olivos, o la soledad existencial en los últimos momentos ("¿Padre, por qué me has abandonado?"). Gibson no parece conceder el mismo grado de importancia a esta clase de sufrimiento (algo a lo que Bergman sí atendió en un parlamento del organista en "Los comulgantes"). Por otra parte, no son pocos los teólogos (la mayoría, fuera de la línea oficialista) que en este punto han advertido sobre la distinción entre lo esencial (el sacrificio de la propia vida) y lo coyuntural (la forma concreta de ser ejecutado). Porqué, si Jesús hubiese tenido, pongamos por caso, la muerte "rápida" y "aséptica" de una inyección letal, ¿acaso su gesto tendría menos "mérito"? Y, en ese caso, ¿habría jeringas sobre los altares y se santiguarían los creyentes con "el signo de la jeringa"? La ironía puede parecer irreverente, pero subyace en ella una importante cuestión de fondo: ¿Qué debiera ocupar la centralidad del discurso cristiano, recordar aquello que Jesús hizo y dijo a los hombres, o recordar aquello que los hombres hicieron a Jesús?

A los cristianos para quienes Jesús es, ante todo, aquel que sufrió "la tortura más grande jamás contada", la película de Gibson —que bien podría titularse así— les parecerá ejemplar. Por su parte, aquellos que ven en Jesús al portador de un mensaje tan subversivo, entonces y ahora, como "amaos los unos a los otros", están en su derecho de argüir que en este film hay mucha carne, pero escasez de espíritu.
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33 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Críticas injustas.
Como la crítica no puede exceder los 3000 caracteres, diré en defensa de la película que tiene méritos suficientes para tener esta calificación: actuaciones, caracterización, vestuario, banda sonora y fotografía.
Ahora repasemos las dos críticas que se le achacan con más frecuencia a la película: antisemitismo y tendencia al "gore" gratuito.
Respecto al antisemitismo, nunca he oído o leído algo tan absurdo. Primero, porque viene, naturalmente, o de círculos judíos o de pseudoilustrados que ven en cualquier caracterización negativa de lo judío algo antisemita. Veamos: para empezar, el héroe de la película (permítaseme el calificativo) resulta que es tan judío como los sacerdotes que le condenan. Y judío de pura cepa, con pedigrí, si queremos referirnos a eso: nacido allí, de raza semítica, y no un yiddish de Centroeuropa, por ejemplo. Judíos son sus apóstoles, María, la Verónica y la Magdalena. Judíos son José de Arimatea y los otros sacerdotes a los que el Sanedrín (que no estaba reunido en pleno, sólo quienes convenían a Caifás) expulsa del juicio con cajas destempladas. Judío es el buen ladrón (probablemente, un zelota que había combatido a los romanos). Pero, claro, conviene decir que es antisemita, porque son judíos quienes le entregan a los romanos. Por cierto, tal y como dicen los cuatro evangelios canónicos (escritos por judíos, de paso), textos a los que entonces habría que tachar también de "antisemitas". Por supuesto, sé que alguien podría decirme ahora que todos los que yo llamo "buenos judíos de la película" son en realidad cristianos, y no judíos. Pues no: originalmente, los ritos cristianos estaban tan impregnados de lo judaico (hasta la circunsición se practicaba) que no eran sino una corriente como podían serlo las de saduceos, escribas o fariseos (con estos últimos parece que Jesús simpatizaba bastante, pese a criticarles). Así que aquí, en esta película de Cristo, no hay "cristianos" tal y como lo entendemos hoy. Hay corrientes en la religión judía que chocan: la visión de la casta sacerdotal, aferrada a la tradición y a sus privilegios, y la de un hombre que quería liberarles de dicha visión dogmática.
En segundo lugar: se dice que la película es un lamentable espectáculo de sangre, gore, violencia gratuita. No tengo mucho más espacio, pero añadiré que si se va a abordar, desde una calificación moral de Mayores de 18 años, la tortura y muerte de un hombre, ¿qué se espera ver? ¿Un poco de salsa de tomate?
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32 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Cruda e infravalorada
Única película en que el espectador se puede llegar a hacer una idea real de lo que pudo suponer la pasión y muerte de Cristo.
Cruda y fría, casi documental (los idiomas utilizados también contribuyen a este efecto), al espectador se le va mostrando punto por punto la torturas y vejaciones a que es sometido Jesucristo, siendo la cámara un mero testigo de todo, sin tiempo para juicios de valor o propaganda religiosa. Es, sin duda, la gran virtud de esta película.

Película vilipendiada por su crudeza, por el supuesto oportunismo de Gibson al utilizar un personaje tan controvertido y por la presencia del propio Gibson, me temo.
Yo, al contrario de algunas opiniones, creo que la peor parte se la llevan los judíos, en mi opinión los romanos quedan más como ejército de ocupación sin escrúpulos, estúpidos y sádicos, mientras que la responsabilidad y la voluntad de lo que se muestra es de los sacerdotes judíos.

Una gran película, no apta para escrupulosos.

**** Spoiler: el protagonista muere al final...
**** Spoiler: pero luego resucita...
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26 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
¿Indiferencia?: no gracias.
Quizá la controversia sea que jamás se ha podido ver en cine algo semejante referido a los últimos días de Jesucristo. Y en esta película el espectador sale con una idea exacta de su calvario. ¿Era necesario tanto realismo? Y digo yo ¿es necesario u obligatorio ver una película? Porque el que crea que va a ser dañada su sensibilidad pues que no la vea y en paz. Más violencia gratuita hay en otras supuestas obras maestras como "Pulp Fiction" y son veneradas por muchos espectadores sin rasgarse las vestiduras.
El actor está magníficamente elegido y hay escenas como la de la Virgen María cuando sale al paso de Jesús que va camino de ser crucificado que son verdaderamente emocionantes. La cuestión de estar subtitulada lejos de ser una incomodidad incluso la eleva en intensidad dramática y me parece un gran acierto.
En resumen, magnífica.
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23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La única vez que me mereció la pena alquilar una película de Mel Gibson.
Tanta polémica, tanta polémica... Como pasó con La última tentación de Cristo (otra obra maestra) la crítica y sobre todo el público se cebaron con ella a más no poder. Solo unos pocos afirmaron su grandeza. Y otra vez la taquilla respondió: éxito. Hay hipócritas entre nosotros. Alabada por la mayoría de los católicos (salvo por algunos que no aguantan ver sangre y se escandalizan por un desnudo), también fue ignorada en los premios. Solo optaba en categorías menos importantes y sin embargo la mierda de Braveheart acaparó todos los festivales...

La pasión de Cristo es excelente. El principio es soberbio, con una fotografía azulada y un juego de luces que te deja de piedra. Después se nos muestra porque Judas tomaría ese renombre y a partir de ahí, las palizas y las humillaciones hacia Cristo serán las protagonistas. Un gran acierto es no haberla rodado en inglés (siendo de Gibson me lo esperaba, al igual que me esperaba que en algún momento de la cinta Cristo gritara: ¡Por Dios y por la Virgen! ¡¡Y por la LIBERTAD!!) y otro gran acierto es dar ese toque onírico, mágico y místico que se ve desde los primeros minutos y que se acentúan cuando sale la voluptuosa María Magdalena.

La violencia- como dicen por ahí - no es gratuita ni mucho menos. Es la manera que Gibson muestra para retratar el dolor. Y sí, es la más fácil, la más comercial y la más criticable; pero cuando uno la rueda como aquí lo ha hecho el amigo Mel... solo te queda callarte y mirar pasmado la pantalla. Por supuesto la película es imperfecta, pero se merece el diez porque cuenta una de las historias más adaptadas al cine de una manera valiente, honesta y lo más importante estupenda. Porque además, Jim Caviezel con maquillaje o sin él convence haciendo de Cristo, porque la fotografía, los decorados, la puesta en escena y el atrezzo son inmejorables y porque el final es una maravilla. Y en dos horas de torturas no aburre. Y no es solo sangre lo que se muestra en el film. Valoración: 9.6

PD: Soy atea.
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30 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Lo más opuesto al cine palomitero
Espeluznante y aterradoramente cruel. No hace la menor concesión a un público que, por muy de vuelta que esté de todo, nunca está lo suficientemente preparado (al menos el público medio, normal y corriente, que suele acudir al cine a pasar el rato y hartarse de palomitas)para presenciar un espectáculo que, como mínimo, causa una desoladora conmoción.
Supongo que prácticamente todos los que fuimos al cine hace tres años a ver esta película estábamos ya avisados, pero aún así fuimos. ¿Por qué, me pregunto? ¿Por el morbo? ¿Por ver una versión distinta sobre Jesucristo que nada tiene en común con las clásicas superproducciones de Hollywood? ¿Porque se nos mostraba el episodio más sangriento de la vida de un hombre santo, que hasta ahora siempre se ha abordado con idealizado misticismo? No lo tengo muy claro.
La fotografía es tan terroríficamente cruda que provoca escalofríos y más de una vez uno se ve impulsado a apartar la mirada de la pantalla. Cada detalle mostrado con precisión milimétrica, la cámara lenta, todo el mito siempre embellecido de las horas finales de Cristo aquí hecho añicos mediante imágenes truculentas, nauseabundas, esperpénticas incluso. Los únicos momentos de respiro se nos conceden cuando Jesús recuerda retazos de su niñez o cuando se ve a las mujeres que siguen a su amado mesías, pero son muy breves y quedan inmediatamente ahogados por renovadas oleadas de violencia llevadas hasta el paroxismo.
Según lo que presenciamos, qué lejana parece la esperanza de redención para una humanidad corrompida hasta los huesos, qué inverosímil que tantas atrocidades alcancen el perdón.
Pero así es también la humanidad. En realidad, lo que esta película nos muestra no es nada nuevo ni nada que esté lejos de la realidad. Esa es sólo una más de las incontables atrocidades que se han cometido desde el principio de los tiempos.
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18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Desgarradora, brutal, magnifica.
Descomunal alarde de talento efectuado por Mel Gibson, impecable en su dirección y en su forma de narrar las últimas horas del "Hijo de Dios". Su forma lírica, pero a la vez desgarradora, de ver la pasión de Jesucristo, sin tapujos, sin tener que esconder la sangre por miedo a escandalizar (no me parece tan exagerada teniendo en cuenta los martirios por los que según la Biblia pasó) es de agradecer. Te mete en la piel de su protagonista (excelente interpretación de James Caviezel), te duelen incluso sus heridas, en definitiva, consigue transportarte a ese mundo brutal y "civilizado" dominado por una de las mayores civilizaciones de la historia.
Para concluir merece mención especial Monica Bellucci. Imprescindible para cualquier amante del cine. Absténganse personas demasiado sensibles
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28 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una auténtica Pasión
Por primera vez vi una "PASIÓN" creíble. Claro que es violenta y sangrienta, pero ¿qué esperaban? ¿Acaso "la pasión" no es el linchamiento, tortura y asesinato de un hombre?

Pero además de sangre y violencia hay mucho más... Una Virgen María fantástica, unas escenas de la niñez y juventud entrañables. Un diablo fuera de los tópicos. Una interpretación más que excelente... En definitiva una película para ver y creer o para simplemente disfrutar del buen cine.
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19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Documento visual
Al margen del rigor histórico y otras cuestiones que no atañen a esta crítica, La pasión gasta todo su arsenal narrativo al servicio de una trama que pretende impresionar desde la visceralidad pura de ciertas imágenes. La peli de Gibson entra de lleno en el debate moral que genera, único debate posible porque la obra desde un punto de vista cinematográfico es, errores más, errores menos, intachable.

Los tormentos que sufrió Cristo son carne de cañón para el cine, lo comercial se confronta con lo ético pero... de esto se nutre la religión: cada dolor de Cristo, cada gota de sangre de su cuerpo derramada construyen su metáfora, su mensaje hacia la humanidad. Cada creyente busca en Cristo su propia redención porque EL SUFRIÓ por nosotros y esa es la clave de su éxito como personaje histórico.

Así como la iglesia buscó y consiguió el poder desde la explotación del carpintero, el cine hace lo mismo. Se puede decir que es descarnada y brutal, si, pero gracias a esa brutalidad y a ese nombre histórico la fórmula logró su comedido: quedar grabada en la mente de todos.
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14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
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