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40 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Memory
Se fue. El cáncer acabó esta misma semana con uno de los directores más emblemáticos de Hollywood, Sydney Pollack.

‘Mr. Mainstream’, como a él mismo le gustaba definirse, siempre se caracterizó por hablar un lenguaje cinematográfico absolutamente claro y diáfano. Los espectadores y las numerosas estrellas a las que dirigió a lo largo de más de 40 años de trabajo así pueden testificarlo. Una de ellas, Robert Redford, fue uno de sus mejores amigos. Rodó siete películas a su lado y juntos fundaron el Festival de Sundance.

“Tal como éramos” no es mi película predilecta de Pollack ni de Redford, pero durante mucho tiempo fue mi peli de amor favorita. Justo hasta que el viejo Clint la desbancó con su extraordinaria “Los puentes de Madison”. Sin embargo, siempre guardaré un bonito recuerdo de “Tal como éramos”. Me importa un carajo que la tachen de edulcorada o comercial. En su momento me emocionó, y eso ya es mucho para mi.

La peli de Pollack nunca fue un romance convencional. El contraste físico e ideológico entre la pareja protagonista fue tan explosivo como eficaz y la química que se estableció entre Redford y Streisand traspasó la pantalla fulminantemente. Porque el amor es un complejísimo chispazo que siempre se produce en el momento más inesperado con la persona más imprevisible. Y como yo soy un sufridor y un romanticón empedernido me encanta ver como un hombre y una mujer luchan por salvar obstáculos, por vencer prejuicios o por enarbolar nuevas esperanzas. Y eso, al margen de su untuosidad sentimental, es lo que debe ofrecer una buena historia de amor.

El emotivo final de “Tal como éramos” (indisociablemente solapado a “Memory”, tema musical espléndidamente interpretado por la propia Barbra Streisand) me conmueve cada vez que lo veo pero jamás me convencerá. No me convencerá porque esa trillada moraleja que suele condenar a tantas parejas aparentemente opuestas es falsa. Entre dos personas enamoradas siempre debe prevalecer lo que une, no lo que separa. O debería. Aunque, claro, un triste final siempre resulta tremendamente eficaz en términos lacrimógenos. Y “Tal como éramos” no podía ser menos.
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95 de 106 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
No envejeceremos juntos
Es extraño ese tipo de amor que dura hasta la muerte, pero que no puede tener un final feliz, porque no está hecho para la convivencia.
Es doloroso amar con todas las fibras de tu ser a esa persona única, a la que miras con unos ojos con los que no mirarás a nadie más, y que esa persona sea el motor de tu corazón, y al mismo tiempo tener el pálpito de que nunca te pertenecerá, ni le pertenecerás por entero.
El pálpito de que lo vuestro es una atracción de opuestos que se buscan sin remedio, que chocan con estruendo, haciendo saltar chispas. Un mar raras veces tranquilo, con frecuencia sacudido por el oleaje de vuestras fuertes desavenencias. El fuego se aviva con furia hasta llegar a abrasar de tal forma que después sólo quedan brasas exhaustas, las cuáles otra vez se encienden y vuelven a consumirse en su propia pasión.
No es un amor hecho para envejecer en la armonía de un hogar bien avenido. Aunque sea el mayor que vayáis a experimentar, porque no podréis sentir algo semejante por ninguna otra persona.
Hay veces en que los amores más profundos no resisten la vida en común, y que en la separación son prácticamente una herida que no puede cicatrizar. Ni de una manera, ni de la otra, hallará su lugar, como esa fiera a medio domesticar que no aguanta mucho tiempo las cadenas del cautiverio, pero tampoco las de la plena libertad. Cuando está encerrada en su jaula, añora el espacio abierto. Y cuando está en espacio abierto, añora su jaula.
No sabrá donde está su sitio. Será de ambos lados y de ninguno.
Así son esos amores que nada puede extinguir, pero condenados a agonizar en la distancia.
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78 de 85 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Las ideologías desplazan al amor
Un film enfocado en el romance y las controversias; basada en la diferencias ideológicas de una pareja y las dificultades que conllevan sus propios pensamientos y tendencias, que desembocan en el ir y venir de la vida.

La historia es un romance imposible que es dificultado por un conjunto de situaciones, sus pensamientos, sentimientos y la tolerancia de pareja. Robert Redford y Barbra Streisand estan espectaculares y en ese momento se encontraban en las cúspides de sus carreras.

Se llega a conocer mejor al personaje de Barbra Streisand (Katie) el cual podemos palpar sus emociones, mientras que el de Robert Redford (Hubbell) es más distante, logrando que el espectador decida con cual se identifica mejor.

La trama de la película la pudiéramos dividirla en tres partes: (1) los años 30 en la universidad, (2) los años 40 cuando se reencuentran, y (3) los años 60 en New York.
La historia es recomendable para ver una trama donde la ideología desplaza al gusto y el drama sobrepasa al romance, evocada por el sufrimiento que emana de su escena final.

La película tuvo un presupuesto $15 millones y genero por venta de taquillas la cantidad de $49, 919,870 millones, además recibió 13 nominaciones a diferentes premios (incluyendo el Oscar), de los cuales gano seis de ellos.

En los premios Oscar de 1973, obtuvo las nominaciones a la mejor actriz, Barbara Streisand, a la mejor fotografía, a la mejor dirección artística, al mejor vestuario, a la mejor música original y a la mejor canción. Sólo ganó estos 2 últimos premios. Barbara Streisand interpreta el tema central de la película: “The way we were”.
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29 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Una pareja de lujo.
Bonita historia romántica dirigida por Sidney Pollack, que todo hay que decirlo, las tiene mejores.
Esta empieza con mucho encanto, y durante una hora de película la relación entre los dos protagonistas, muy diferentes entre ellos, transcurre con gracia, con ritmo, y consigues entender sus sentimientos.
En la segunda parte, cuando la acción se traslada al Hollywood de la caza de brujas ese encanto se pierde y la película se vuelve más previsible y tópica.
Ver juntos a Robert Redford y la Streisand es un auténtico lujo, ella esta especialmente brillante. Además canta de forma prodigiosa la canción que da título a al película, que es una de las mejores canciones de cine de la historia.
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30 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
The way we were
Voy a contar por qué "Tal como éramos" es una de mis pelis de amor favoritas (no digo la que más porque las bocazas como yo al final terminamos teniendo algo así como 58 pelis de amor favoritas).

1. Porque es cierto, verídico y real que los polos opuestos se atraen y estos dos no pueden ser más opuestos.

2. Porque me encanta que al bello Redford consiga seducirlo (trabajito le cuesta, desde luego) una fea oficial como Barbra. Aunque para los que protestan por este desequilibrio estético entre ambos les diré que se supone que en la peli la protagonista no es tan fea, o sea, Katie no es famosa entre los estudiantes por fea sino por pesada y por excéntrica. ¿Creéis que si hiciera de fea un grupo de universitarios hipertestosteronizados no lo hubiese aprovechado para convertirla en objeto de sus chanzas? Hay que hacer un esfuerzo y correr un tupido velo sobre la fealdad de la Streisand y hacer como que es una señora más o menos normal. Al menos hay que obviar el tema nariz porque no es verosímil que a los 18 años la gente no se regodee en este tipo de caracteres fisonómicos.

3. Porque los polos opuestos se terminan repeliendo de la misma forma que al principio se atraían. Y esto es así aquí y en Pekín, y es la base argumental de la peli.

4. Porque la veo y se me encogen las tripas un montón, y como ya me la sé de memoria, tiemblo mientras espero a ver cómo llega la rutina, la discrepancia y la decadencia a la relación. Y en definitiva, reacciono como si me estuviera pasando a mí misma. Y esto una y mil veces.

5. Porque la canción "The way we wereeeeeeeeeeeeeee", ella sola lo vale. Sí, me gusta la Streisand, y no soy maricón, qué pasa.

6. Por el final. Y paso al espoileo.
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29 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Tal como éramos ( o alguna vez fuimos)
Mi película favorita, la que más veces he vuelto a ver. Siempre me hace llorar su final, tantas veces recordado en la voz de Barbra (aún mejor en versión original). Pareja espléndida en su feeling (más tierna Barbra, Bob más guapo que nunca). La música una de las más bellas partituras de cine y Streisand es un lujo para los sentidos. Sólido argumento, me reconozco en los personajes, he vivido la historia, me interesa lo que cuenta. Bien realizada por uno de mis directores favoritos. Os la recomiendo en algún momento de vuestras vidas.
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23 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
EL AMOR Y LOS POLOS OPUESTOS
Es una película que te envuelve desde el principio con su fantástica canción "The way we were" que marca el inicio de la película. Una historia sobre dos personas que son dos polos opuestos en el que la atracción es fulminante y tiene el revés de marcar distancias entre ellos también. Sentimientos encontrados, silencios, imágenes que perduran en tu memoria y en tu corazón, maravillosa Barbra y Robert. Una pareja inolvidable en una historia memorable siempre.
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23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Con elegancia
Una historia elegante, con una puesta en escena elegante. Puede parecer la clásica comedia frívola de "chico conoce a chica" pero de eso, nada. Pollack, tan estéticamente perfecto como siempre, nos introduce en una relación que abarca los problemas sociales de una época que va desde la guerra civil española hasta la guerra de Vietnam.

El chico es un buen chico que, además de guapo, sabe escribir. y para él ya hay bastante. La chica es una buena chica que, además de lista, tiene ideas progresistas y cree que puede mejorar el mundo.

Las ambiciones de él son más asequibles que las de ella. Por eso deben renunciar a un amor visceral para no renunciar a una vida adulta. Es una película bonita, con una ambientación impecable, pero una historia triste, porque el amor entre ambos pesa menos que sus sueños.
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17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Buena y arriesgada.
Si le critico algo a esta cinta es el desequilibrio estelar. Me parece que el papel de Redford aunque bien encuadrado no termina de llegar, al menos a mí no. Es como si faltara algo por explicar sobre él en la trama. Sin embargo, me gustan los vaivenes de la película en esas transiciones de tiempo y espacio porque creo que llega a ambientar muy bien cómo una relación se convierte en tortuosa a medida que queremos pero no podemos. En este sentido el guión es muy benevolente con los dos, algo que me gusta porque de lo que se trataba es de demostrar que merece la pena equivocarse para vivir, y que después nos queda lo bueno vivido. Memories...
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13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Historia de Nosotros dos
Tal como éramos ha crecido con el tiempo. Lo que inicialmente se recibió como una clásica historia de amor, se ha convertido hoy en un indiscutible clásico, clave en la clase de cine que se hacía en su tiempo (los 70), así como testimonio del contexto histórico que retrata. No sé hasta que punto los artífices de la película eran conscientes de la importancia de misma, que se reconocería tiempo después y que hablaba sin tapujos de temas hasta hace poco tabú, así como describía una relación amorosa alejándose de los patrones habituales de Hollywood, de una manera mucho más real y mucho más adulta.

Sidney Pollack, Robert Redfort y Barbra Streisand realizan aquí unos trabajos tan excepcionales que probablemente se encuentren entre lo mejor de sus carreras alejándose de sus errores más comunes: Pollack de la morosidad e irregularidad de sus historias; Redford de la falta de profundidad de algunos de sus personajes; y Streisand del exceso de alguna de sus caracterizaciones. Y así, estos tres grandes nombres, se embarcan en un sutil, detallado y realista recorrido por la historia de una pareja y la historia de un país.

Hubbell y Katie es el tren sobre el que recorremos una de las épocas más convulsas de la historia reciente de los EEUU. Es en su crecimiento y en el asentamiento de su amor desde donde atisbamos los cambios sociales de una nación que en ese momento (la posguerra), miraba hacia delante con la seguridad de ser los amos del mundo, aplastando aquello que se interponía en su paso y pasando de largo por las inseguridades ideológicas y sociales de algunos de sus habitantes.

Así, la historia de amor de Katie y Hubbell, se convierte en un dialéctico debate sobre la felicidad del American Way of Life (Hubbell) y sobre la realización de la lucha y los principios como estandartes de una vida (Katie). Tal como éramos retroalimenta su historia, pasando del fondo intelectual de la misma a su carga emotiva, quedando patente la maestría de Pollack y su guionista en lo compacta y bien atada que queda su historia.

Pero muchos recuerdan, y con razón, lo que lloraron con Tal como éramos. El mérito se debe en gran parte a Redford y Streisand, una pareja de artistas que supieron construir las vidas de Katie y Hubbell tal como había que construirlas: alrededor de una relación absolutamente magistral, en la que ambos se quieren demasiado para estar juntos, en la que el paso de los años y el tiempo en que fueron felices se mezclan con la rutina de una vida compartida. Una relación en la que “te quiero” se dice sin apenas decirlo, en que las ideas y la simple realización de una vida plena entran en conflicto por la pasión que Katie y Hubbell se profesan. Ver cómo crece el amor, el deseo, el compañerismo, y la profunda comprensión entre Redford y Streisand es tan emotivo como haber experimentado un amor en tu propia vida: la más compleja aventura que cualquiera pueda vivir.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Algunos recuerdos duran para siempre
Dicen muchos que esta no es una de las mejores películas dirigidas por el desaparecido Sydney Pollack y seguramente tengan razón, pero para mí "Tal como éramos" es una de esas películas especiales que no me canso de ver y que me hacen rememorar momentos de mi vida. Es todo un lujo poder disfrutar en pantalla de estos dos maravillosos actores juntos. Robert Redford está deslumbrante, guapo como pocas veces y dándole una veracidad a su personaje de Hubbell que me encanta. De Barbra Streissand decir que es deliciosa y que está especialmente brillante en esta película. La canción que da título al film y que la neoyorquina canta es una de mis preferidas y siempre que la escucho consigue ponerme la carne de gallina. La película no deja de tener un argumento sencillo, es una historia de amor y desamor como tantas otras, pero tiene su punto fuerte en los inmejorables diálogos y en la esencia de sus dos personajes protagonistas. La química entre ambos es palpable y no puedo dejar de agradecer al actor Warren Beatty que rechazara el interpretar a Hubbell, porque no podría imaginarme a otro que no fuera Robert Redford para este papel. Streissand consigue que me identifique con su Katie cuando sufre con impotencia por ese amor que siente por Hubbell y que sabe que no va a llegar a ninguna parte. En toda historia de amor siempre hay uno que da más que el otro, siempre hay uno que sufre más que el otro y en este caso yo me identifico con Katie. En fín, es de esas películas de las que solemos pensar que son como la vida misma. En un principio se pensó en Peter Bogdanovich, pero éste rechazaría la oferta, cosa que lamentaría más tarde.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
ESPERABA MÁS
Se supone que el papel de Barbra Streisand es el de una mujer feminista, de izquierdas... y va y se enamora del guaperas de turno que sólo sabe sonreir, que ni comparte sus inquietudes políticas ni la valora en absoluto. La tía se pasa la peli detrás de él como un perrito faldero.
No todo es malo, pero en conjunto ha sido decepcionante.
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12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
"Memory"
Historia de amor poco convencional la que firma el gran Sydney Pollack entre una pareja que distorsiona tanto físicamente como mentalmente en sus anhelos y convicciones, a los que todo les separa menos el amor, pero un amor condicionado, siempre puesto en duda, siempre sometido a juicio.

No cabe duda de que a pesar de ser tan contrapuestos, la pareja de Streisand y Redford tiene química de cara al espectador, la tuvo en su día y la sigue manteniendo hoy. La activista judía y el deportista católico de la universidad se enamoraron por esa cosas que tiene el amor, un amor intemporal, que la convivencia no puede soportar.

Sin duda fue uno de los dramas románticos de mayor éxito, bien rodada, con inteligentes diálogos, con profundidad ideológica, con denuncia a la ley mordaza anticomunista en los tiempos de la guerra fría que tuvo su máximo exponente en la caza de brujas hollywoodiense, pero todo ese trasfondo social y político se queda en la maravillosa interpretación de "The Way We Were", la canción que obtuvo un Oscar así como la BSO.

Disfrutenla, es atemporal, como el amor. Notable, 8.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Los caprichos del corazón y la mejor canción posible de fondo...
Cuando suena esa melodía algo vibra dentro mío, ya no como espectador, ahora hablo sólo como oyente, lo cual no está nada mal como punto de partida. Tras esa confesión, inamovible por mi parte pasen los años que pasen, Sydney Pollack coloca a nuestros dos protagonistas uno delante del otro, se miran y algo vuelve a estremecerse necesariamente esta vez sí como espectador. Conseguir que las piezas encajen no es fácil, la rara química que rezuma la pareja proviene de los clásicos polos opuestos, pero están puestos de manera conveniente y ajustada. Pollack realiza un ensayo acertado, fiel a la realidad, y es que hasta el día de hoy ha quedado demostrado que las personas que poco tienen que ver entre ellas se atraen y que con el tiempo, maldito tiempo, se pone a prueba la estabilidad de esa relación precisamente debido a esas diferencias.

En el caso concreto de Redford y la Streisand las diferencias son de manual, es ella la que tira la caña, y aunque le cuesta trabajo (y esto en realidad poco importa), él acaba accediendo pese a todo y tiran para adelante porque surge el inequívoco amor, sentimiento mutuo y compartido que, atención, melodía tras melodía, será puesto a prueba. Y llega el estrépito fracaso (de ellos y de Pollack), lo ineludible, que es plantearse qué hacer, si dejarlo, si seguir, si aguantarse, si la felicidad, si el egoísmo... No, en ese momento digo que no, porque la sobredosis de azúcar Pollack la taja con una negación a ese amor, no luchan por lo que les une y "Tal y como éramos" queda en mi discreto 5 por la decepción.

Vale, sí, la preciosa canción aparece de nuevo en ese encuentro casual, cada uno ha tirado para donde ha podido y sin embargo siguen siendo los mismos. Mientras, yo opino por una vez que si la pareja protagonista de este drama romántico hubieran seguido juntos hasta yo lo hubiera aplaudido. Lo innegable es que la banda sonora es de diez, podré olvidar la película, pero esa melodía seguirá siendo una maravilla.
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
ENCUENTRO EXPLOSIVO
Ante los éxitos cinematográficos y de taquilla resiente, los estudios se rindieron ante Robert Redford y le ofrecieron los más apetecidos contratos. Esta vez el actor no vaciló. Comprendía que había llegado el momento de volver a dar en la diana del éxito y de esta manera afianzar sus conquistas en cuanto a independencia e imposición de condiciones. Y acertó plenamente con dos films “Tal como éramos y El Golpe”, fueron rotundos éxitos que demostraron su versatilidad como actor y su carisma de estrella.
“Tal como éramos” es una agridulce historia de amor en la que compartió la cabecera del reparto con Barbra Streisand. Pese a tratarse de un típico personaje romántico, aparentemente muy distante de los que había interpretado hasta entonces, su actuación fue muy convincente y se benefició de una excelente compenetración con su pareja, en uno de sus trabajos menos estridentes y de mayor sutileza. Dos leyendas de la pantalla, Streisand y Redford en esta clásica historia de amor desatada por la atracción hacia los polos opuestos.
Cierto que Sydney Pollack comentó en más de una ocasión que su película es, tras el marco de una historia de amor, una fuerte crítica a la época del senador McCarthy, al desencanto que vivió una generación castigada por la represión política que instauró este senador. Y así debería entender estar película, pero me pasa como a casi todos los fans, me quedo con la historia de amor, sobre todo por cómo se cierra la misma. El final de ‘Tal como éramos’ parece algo más que un reencuentro y una despedida de los personajes. Es la respuesta a un amor imposible. Se ve y se sabe que los dos se quieren, por lo que se dicen, por cómo se lo dicen, las miradas, las pausas, el nerviosismo del encuentro inesperado tras años sin verse. Tanto Barbra Streisand como Robert Redford transmiten todo eso en apenas dos minutos, e incluso uno podría imaginar lo que ha podido pasar entre ellos sin haber visto la película. La sensación de dos personas que se aman, pero no pueden estar juntos porque serían infelices. El amor imposible por vivir fiel a unos ideales. Porque saben que es así y nada se puede hacer, cerrado por The Way We Were.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Ay!! Pero qué final!!
Existen películas que sin ser obras legendarias, se instalan en la memoria de la gente y perduran en el recuerdo de generaciones.
Se me ocurren muchos ejemplos y esta cinta es una de ellas. Un "Love Story" , un "Desayuno con diamantes" un "La colina del adiós" , que tienen grandes protagonistas y que los finales, acompañados por prodigiosas bandas sonoras, justifican toda la película y se te quedan ahí para siempre. Y parece que lo saben los directores y quieren que suframos, recordando el amor que nos hizo sentir esa persona que era incompatible con nosotros pero nos volvió locos y se marcho, o al contrario, era nuestra media naranja pero un día se fue. Y ya no la vimos más ... pero....¿y si nos la encontramos un día? Mejor no pensarlo mucho.
Recomiendo "Los paraguas de Cherburgo" con otro final de reencuentro similar a éste, brutal, desgarrador, de los que te noquean y como en tal como eramos, terminas soltando un.... maldita sea, pero si se aman!!!
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Otras formas de amar
Todo un clásico de Robert Redford y Barbara Straisand. Peliculón sobre como dos personas a pesar de estar super enamoradas, por su diferencia de carácter no acaban de congeniar. Es preciosa con un final de esos que a mi me gustan.
Tiene momentos muy buenos donde solo con las miradas ya se entienden el uno al otro. Dos de los grandes, se nota.
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7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
No todo va a ser nostalgía
A simple vista esta película puede parecer una ñoñería, pero darle una oportunidad y hacer un pequeño homenaje a nuestro gran Sidney Pollack.
A favor tiene ciertos detalles que la hacen inconfundible, la música, la puesta en escena, los diálogos, el juego de contrastes en cada escena, el traje de marinerito de Robert Refford, y como no, las uñas lacadas en rojo de Barbara Streisand.

La historia al fin y al cabo no tiene mucho que contar, unos chicos que se conocen en el periodo universitario, él, tío guaperillas, y ella, la incrédula comunista y defensora de la humanidad y del perjudicado. Tras el tiempo se vuelven a encontrar y es a partir de lo primeros 20 minutos cuando se ve el arranque de la película, quizá eso pueda resultar un poco desconcertante, al ser una presentación de personajes tan larga.
Pero la relación de los protagonistas esta llena de grandes frases, muchas de ellas llenas de ironía y de escepticismo, que consigue que el espectador no se quede al margen, que pueda rozar ciertas de la emociones que en la película se exponen.


No se pierde nada, y se puede ganar algo.
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7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Tú a Bárbara y yo a Redford
Una película que desde el comienzo plantea algo inquietante, desde el punto de vista cultural y filosófico: el choque, no el encuentro, de dos polos opuestos. Él: playboy, atractivo, rico, con talento; ella: reservada, asocial, pobre, sin lalento (el personaje) pero con empuje...Película no apta para personas sensibleras, ni cursis, a veces dura, ruda, hecha con la fuerza de los dos personajes, careciendo a veces de esa trama maquiveliosa que no se echa nunca de menos, porque ambos actores bordan unos papeles para los que sin duda nacieron.
¿es un drama romántico? No, es un romance dramático al más puro estilo cool, nadie sale gritando por ninguna puerta con aquello de: me engañaste! ni tampoco hay gritos a la luna, ni juramentos contra ocasos de pacotilla...me gusta, diferente, y por lo menos se puede decir que hay una película dónde la chica parece sacada de la calle y no de un desfile de Lacroix y el galán está buenísimo, creo que ya no se hacen películas así, y no sé porqué a los tíos les molestan tanto si aseguran que son películas de mujeres...será que los hombres son más impresionables de lo que venden.

Creo que es una película bonita y suficientemente recomendable.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Pasión vs pragmatismo
Película de amor un tanto dulce y empalagoso, con trasfondo político. Sidney Pollack, nos habla aquí de la relación que mantienen dos personalidades opuestas. Él, despreocupado, práctico, deportista y con gran sensibilidad, desea ser un gran escritor y tiene talento para ello. Ella, idealista, comunista, inflexible, muy concienciada con los problemas políticos del mundo.
Se conocen en la universidad y allí, inician una relación de admiración mutua, por aquello de que cada uno posee cualidades del que el otro carece, pero eso mismo, hará que, con el tiempo, les separe.
El personaje de Barbra Streisand está mejor perfilado que el de Robert Redford. Vemos a una mujer de izquierdas radical, que enseña a todo el mundo burgués, a no ser conformista y luchar por sus principios. Sin embargo, este tipo de persona, que ya conocemos todos, panfletaria y chillona, poco vemos que se moje realmente en el film, por los derechos de los demás, más allá de soltar cuatro gritos delante de un micrófono y mirar con desprecio a los amigos burgueses de su marido, a pesar de vivir también ella, en ese acomodaticio mundo.
El personaje de Robert Redford, me parece menos impostado. Es una persona que ambiciona ser escritor y se ve obligado a ir a Hollywood, donde venderá sus novelas, a cambio de dejar que le alteren sus escritos día sí y día también. Pero es que hay que ganarse las lentejas y para ello hay que prostituirse de algún modo, ya sea vendiendo tu trabajo o tus ideas.
Sidney Pollack, aprovecha aquí, para hablarnos de ese periodo detestable en la historia de Hollywood que fue, la caza de brujas. Y nos cuenta la postura que tomarán los dos cónyuges. Uno, práctico y temeroso, no se mojará y correrá un tupido velo sobre la pandilla de chivatos en que se convirtieron muchos. La otra se indignará y montará el pitote a sus amigos, aunque no hará nada realmente eficaz para ayudar a los que se vieron envueltos en esa situación, más allá de terminar de decepcionarse de su marido.
Con una música preciosa como no podía ser menos tratándose de una película de Barbra Streisand, el film tiene momentos muy interesantes, con otros que me resultaron un poco soporíferos. No es la mejor película de Sidney Pollack, pero sí resulta interesante, tanto los apuntes políticos de la situación americana de todos esos años, como la historia de amor, un tanto glassé, de dos personas condenadas a no entenderse.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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