Es una pena que Jen no levante cabeza en ésta peli, pues un servidor es bastante fan de ALIAS y tenía ciertas ganas de agarrar el film por banda.

Pero no. Pese a su corrección en numerosos aspectos, no hay por dónde agarrar el film. Esencialmente, porque es tan by-the-numbers que sabe a manido, viejo, desgastado y más visto que el TBO. Más allá del hecho de que su protagonista sea una fémina, no hay nada nuevo bajo el sol. Es más: parece un filme de otra época, desfasado y altamente previsible. Cuernos - si lo hubiera interpretado un hombre, tendríamos algo como el Death Wish de Bruce Willis (la importancia de las redes sociales en la trama as similar). Con eso está todo visto.

En fin: un largo que puede verse, pero con poco interés. Para olvidar mientras si visiona.

La primer impresión que tiene uno al salir de ver el largometraje que nos ocupa es la de haber visto un film que te deja buen sabor de boca. Vamos, lo que tu abuela llamaría "una película bonita".

Y sí - es entretenida, simpática, amable, correcta y bien interpretada. Mahersala está impecable y Viggo también hace un buen trabajo, aunque es cierto que resulta complicado romper el mindset de que Aragorn no es italoamericano (aunque su logrado acento italo-neoyorkino es apreciable en V.O.). ¿Y el resto? Una road movie de colegas de manual, con personajes que te caen bien y barreras raciales cayendo gracias al poder de la amistad y el entendimiento mutuos. O sea - una suerte de PASEANDO A MISS DAISY inverso.

¿Material para ganar óscar? Hell no. Que me aspen. Es agradable, entertenida y solvente, pero no va a pasar a la Historia. Resulta lógico que haya sido popular, pero un servidor la considera un tanto seobrevalorada. Porque hay un buen número de lugares comunes harto manidos a lo largo del metraje. Vamos, que no es un film memorable.

En cuanto a Peter Farrelly, solamente decir que me alegro de su cambio de registro. Merece un aplauso.

No explicaré cómo acabé viendo éste filme habiendo odiado la primer entrega, porque eso es un caso aparte. ¿Y la película que nos ocupa? Pues mal, gracias -- es decir -- dentro de un modo "se deja ver con el cerebor apagado", aprueba. Pero el resto tiene unos cuantos elementos de juzgado de guardia: chistes con toque racista (me pregunto lo que opinará un chino que viva aquí si la ve), un nivel humorístico überviejuno, personajes idiotas (ellos, claro - ya se sabe que el español medio es idiota y ls mujeres perfectas incluso en las comedias), tropiezos y slapstick tontorrones, enredos forzados, atajos narrativos varios, romanticismo sonrojante metido con calzador y una visualización de nivel sitcom patria. Para meacr y no echar gota, oiga.

Dos apuntes: le peli es distribuida por una major (la Warner) y el público aplaudió al final de la proyección en la sala en la que pude "deleitarme" viendo la peli.

Por cosas así no puede uno tener esperanza en el cine actual mainstream Marca España. Sighhh.

Empezaré medianamente fuerte: me voy a permitir decir que el film no es excepcional. Pese a los intentos de grandeza que la película intenta - actores de nivel, hiperrealismo, sequedad narrativa, intrusión de la tragedia, ganas de centrarse más en el drama humano que en la espectacularidad-, se queda en correcto. Su sequedad narrativa, que pinta las cosas una dureza considerable, hace que el personaje de Gosling parezca un tanto antipático. También se le quita parte de magia a la llegada a la Luna y a otros hechos vitales de la Carrera espacial. Así que queda un largo algo frío, desapasionado y un tanto cerebral, ajeno a ñoñerías y seguramente cercano al enfoque de las cosas de centrado ingeniero que mueve a alguien como Amstrong, le da un aire europeo, como si a la película le faltara corazón.

Dicho esto, su tratamiento de las set pieces -un conjunto de momentos aterradores llenos de imprevistos en el que su protagonista está encerrado en traqueteantes trampas de metal a punto de saltar en pedazos o quemarse en la reentrada a cada segundo- es lo más realista que se ha mostrado en pantalla. Viajar al espacio en los años sesenta, nos dice el fin, era una película de miedo aeronáutica. Un enfoque que apenas se ha mostrado en un largometraje estadounidense que tratara los intentos de la NASA. Además, el hecho de que los astronautas tengan que afrontar la muerte de compañeros e trabajo en inesperadas circunstancias, según vemos aquí, desanima y pone a prueba al más templado.

¿Conclusión? Un interesante largo sobre la NASA. Le quita magia a al asunto, pero muestra lo psicológicamente devastador que fue para los astronautas (y sus familias) llegar a nuestro satélite.

Pero vamos, que no es una GRAN película. Es sólida.

No es que el film sea una maravilla; tira a ratos a la brocha gorda (con cosas como abusos de BSO varios), resulta forzadamente trepidante y dibuja la política british en términos simplista, bipolares y obvios. Para dummies, vaya. Sin embargo, todo lo tocante al uso de las redes sociales y la manipulación de los big data a favor de quienes quieren sugestionar a las masas utilizando avanzadas recopilaciones de datos que están a su alcance con una facilidad inédita. En ése aspecto, es un un gol total por lo educativa que resulta. Interesante.

Un proyecto soñado de Jim Cameron llega de la mano de Robert Rodríguez con un andamiaje de VFX imponente. Y tengo sentimientos encontrados -- por un lado, el saber la trama le quita cierta sorpresa al film. Y la síntesis narrativa que se hace (varios tomos, all-in-one), más cercana al anime de los noventa que de los mangas, hace que el largo tenga a ratos -para el que conoce el material- cierta sensación de grandes éxitos. Por otra parte, la reducción de la violencia del TBO original (lógica teniendo en cuenta el Budget del que alardea el largo), le quita mordiente.

Dicho esto, pasemos a lo bueno, que hay unas cuantas cosas imponentes:

-Las secuencias de motorball son impactantes. Especialmente, en 3D. Le hacen a uno pensar qué caray hacen los tíos de Star Wars cuando un largo como éste Porque el feeling de acción y movimiento de las partes sobre ruedas son un deleite. Y más para quien haya leído a Yukito Kishiro.

Alita en sí -- Material de Óscar. Un paso adelante. Mucho se ha hablado de los dichosos ojos. Pero visto el largo, puedo decir que es un elemento que se absorbe en pocos minutos. El Uncanny Valley está a punto de morir. Ah: y es un PERSONAJE. Más allá de toda la I+D, te lo crres. Sus interacciones con Waltz son de lo mejor del film.

Historia -- Hay pegas por la síntesis, pero se invierte en personajes. En serio. El contraste con la mayoría de blockbusters actuales es enorme. Esto no es un corre-corre-que-te-pillo de acá para allá de set piece tras set piece, complicado y enredado... como se ve en algo al más puro estilo Aquaman. Hay tiempo invertido en personajes. Y se nota. Y la parte emotiva, igual: se ve a Cameron detrás. El film tiene un punto seentimental importante, que puede considerarse casi ñoño. Pero siempre honesto.

Y hay más cosas -- un uso de la esteroscopía a ratos casi invisible en su fluidez, una claridad de puesta en escena más que agradable, un trabajo actoral harto sólido, algún momento badass pg13 y un resultado final tan orgánico y aparentemente sencillo que demuestra lo bien hecho que está todo -- ahy un curro titánico detras de todo, pero nunca ofusca la narración.

La verdad: todavía estoy recapitulando elementos dentro de mi mente. No sé si esto va a ser renovador, pero es un claso paso adelante en la fusión casi invisible de lo digital con lo real.

NOTA: Si van a verla, que sea en 3D. Sin duda alguna.

Vaya por delante que el film tal vez no me dio todo lo que esperaba, pues el hype que venía desde Internet la ponía por las nubes. Y spoiler - la mayoría de acción del film está en el trailer. Algo comprensible, dado que ha costado menos de cinco millones de euros rodarlo.

Pero ojo -- está realmente bien -- su worldbuilding es sólido dentro de sus restricciones, la acción se mete en el terreno PG18 sin cortarse y hay cierto humor negro de lo más agradecido.

Por otro lado, su actor protagonista interpreta su papel sin tacha, pasando de la tristeza más pura de un inmovilizado Ramón Sampedro en versión CIFI al despiporre de mímica robotico-peleona de unas set pieces que le vuelven una suerte de Hombre de los Seis Millones de Dólares en versión hardcore.

Además, hay algunos agradecidos twists de guion desperdigados por todo el metraje (unos ajustados apenas noventa minutos) que dejan buen sabor de boca.

Vamos, que es un film que no romperá cocos o pasará a la historia, pero tiene un punto ochentero agradecido, cuenta su historia con eficacia y demuestra que se puede hacer cine comercial fantacientífico entretenido con un gasto propio de una película española media.

Que no es poco.

Me declaro enorme fan de NIGHTCRAWLER. Y su anterior largo, interpretado por Denzel Washington, pese a no ser interesante para mí y tener una estructura que considero irregular, me parecí interesante.

Lo de aquí -- palabras mayores. I mean -- da la impresión de que directores con caché están usando la pasta de Netflix para levantar filmes tan arriesgados que el Hollywood actual no les daría dinero para hacerlos: MUTE, ROMA o e largo que nos ocupa. Y claro - el que más arriesga, más fácilmente se estrella. Y lamento decir que Gilroy lo hace de lleno aquí -- ¿qué género tiene su largo? Pasa sin corte ni filtro de una suerte de sátira sobre la crítica artística (que a ratos tiene un aire casi zoolanderesco) a un thriller para luego ser una horror movie que orbita entre Destino Final o la propia The Ring. Y un potente cast no salva el film -- sus personajes son tan desagradables que no te importa lo mal que acaben. los momentos de terror no asustan, el desarrollo es harto irregular, las inconsistencias tonales abundan y su premisa de base -- bastante parecida a cosas como NIGHT GALLERY -- da más para un episodio de Tv de antología que para un largometraje.

No sé qué decir. Una pena. Espero que Dan Gilroy levante el vuelo, porque... en fin.

Al turrón - considero que Creed no era brillante, pero si solvente y lograda. Encontraba una manera de hacer Rocky con Rocky al lado y sin volcar el protagonismo sobre Sly, que ya se encuentra en su septuagésima década de vida, dejándole la cosa de los combates al joven, dinámico y ascendente Michael B. Jordan. Pero dejaba una clara puerta abierta, así que la secuela se veía venir. Y-

Sí, chavales - Night arriesga. Y claro - va a sitios nuevos. Dramáticamente coherentes (aunque se saque de la manga algún elemento discutible). Y... ¿saben qué? Si algo necesita el cine de superhéroes es ir a cosas menos manidas. Así que lo aplaudo. Cierto es que su tempo a ratos es lento (pero quien conozca el cine de Shyamalan no debería sorprenderse). Willis está en standby y la duración a ratos se me antoja un pelín extremada, pero... oigan: se atan los tres filmes, se logra un clímax inesperado (que trolea las expectativas de un largo de éste tipo) y está rodada con un estilo visual elegante de los que apenas se ven en el cine mainstream made in USA actual. Por otro lado, Elijah se saca unas cuantas sorpresas de la manga y McAvaoy se lo pasa bomba.

¿Film redondo? No. ¿Brillante? A ratos. ¿Memorable? No estoy seguro. Pero también diferente, contenido y lo bastante sólido para que no se deba perder en la niebla de un mundo de contenidos accesibles. A mí me vale.

Primero, mencionar una cosa del film que no me agrada -- el estilo Lord/Miller de chistes, que convierte el metraje en un asalto imparable de brillantes gracias incesantes. En lo que a mí respecta, a veces resulta agotador. Eso sí: que me aspen si hay tiempos muertos.

¿Y lo demás? Brillante, oigan: Miles Morales es el inesperado modo de renovar el mundo spidermanoso: como personaje, es más contemporáneo. No me entienda mal: Peter Parker me encanta. Pero es un hijo de los años sesenta. Y hay un límite de hasta dónde se puede cambiar al personaje sin estropearlo. Por ello, Morales se me antoja como un inusitado (y acertado) recambio. Además, la animación resulta brillante, alcanzando en clímax un formato pop art que ríase usted de Dr. Strange. También se mete un enorme gol temáticamente: los creadores del film comprenden que ser Spidey tiene una faceta conectada con la tragedia. En cuanto a la dinámica con el resto de personajes es impecable. La verdad: hay mucho que decir del largo. Como película sobre el Trepamuros, es lo mejor que se ha visto desde Raimi. Casi nada. Pero más incansable. Un triple salto sin red con varias pelotas en cada mano a la vez. Y les sale redondo. Un entretenimiento notable. En cuanto a la animación, es de un atrevimiento que merece que le otorguen un Óscar.

Cuarón va a los Óscar again. Pero claro, convertido en niño bonito tras GRAVITY (un film cuya hondura narrativa va poco más allá de una logline adornada con un virguero curro de I+D digital) consigue que los chicos de Netflix -que quieren ser tomados en serio tras andanas de largometrajes vomitivos de Adam Sandler y claramente han generado un ruido mediático enorme para visibilizar en los medios la última peli de Alfonso. le pagan su proyecto autoral: un largo en blanco y negro sobre su infancia en Méjico que es una oda a las esforzadas chachas around the world... o algo así. Porque mi menda no le ve la chispa en ninguna parte.

¿Imax para rodar algo tan íntimo? Pura estética. Con tanto encuadre de tamaño a ratos estilo David Lean, su protagonista parece casi una nota a pie de página a ratos. Por otro lado, diversas aleatoriedades (terremotos, incendios...) crean a menudo una sensación de aleatoriedad. El rebuscado lirismo de otras partes (es tipo cantando en mitad del incendio)suenan a pose. Además, la duración resulta de todo punto injustificada más allá de para resaltar la escala de lo que se cuenta. Por si fuera poco, apenas sabemos nada de su protagonista, un ser sin carisma, soso y pasivo que difícilmente interesaría a un espectador común.

Comprendo que a muchos críticos les haya gustado. Tiene apariencia externa de cine de calidad, su tempo es desafiantemente lento, su opacidad narrativa invita a sesudas interpretaciones (efecto Test de Roschach), viene de la mano de un director reputado y es claramente anticomercial. Así que, si el río suena, agua lleva, ¿no?

No, damas y caballeros. No es más que un film autocomplaciente, lento, alargado y narrativamente ineficiente.

Vamos, que se va a llevar unos cuantos premios de la Academia.

Vaya por delante que vi la película que nos ocupa en una sala de cine ya hace un buen número de semanas. Pero oye - AQUAMAN ha superado en taquilla global a EL CABALLERO OSCURO, un film mucho más sólido que éste (aunque no sea santo de mi devoción). Y es que supongo que China desequilibra en términos taquilleros de balanza de Hollywood a escala mundial.

¿Y el largo? Una tontuna considerable, caray. Y larga. ¿Qué caray pasa con las películas de superhéroes actuales? AQUAMAN dura más o menos lo mismo que 2001, UNA ODISEA DEL ESPACIO y AVENGERS: INFINITY WAR dura incluso más. Jesús, María y José montados en un descapotable. Hablando de poner a prueba la vejiga de los espectadores.

En cuanto a los actores, aceptables... ¿supongo? Momoa como AquaBro hace lo debido, Dafoe cumple el expendiente, Kidman hace lo propio, Patrick Wilson se entrega a su papel de villano by-the-numbers con ansias de poder y Amber Heard... bueno. No sé lo que hace. Será bella, pero que me aspen si sabe actuar.

Estéticamente, el largo es de un nivel de horterismo considerable (que Wan abraza sin miedo, entendiendo que se maneja con un material bobalicón y colorista que es el equivalente a una precuela lucasiana mezclado con un film de Pixar marino más una miaja de Black Panther. ¿Cosas brillantes? Haberlas, haylas - juegos interesantes fusionando planos digitalmente hasta crear tomas de acción epatantemente largas, una secuencia que es puro horror movie Lovecarftiano... sí. La hay. Pero el resto - madre mía: horror vacui blockbusteriano a la enésima potencia. El clímax del film, debido a esto, resulta un ejemplo palmario de todo lo malo que sucede con el cine comercial actual más gigantista.

En cuanto al aspecto narrativo, los lugares comunes y los tropos campan a sus anchas por todo el metraje. Soy consciente de que una corporación que pone más de doscientos millones para financiar un largo no quiere riesgos. Pero... cuernos: hacer que todo lo que aparezca en la trama sea tan testado previamente lo vuelve gastado, viejo, PREVISIBLE y cansino. Me consta que parte del público de multicines que ve cosas como las que nos ocupan no es cinéfílo o es tan joven que no ve dichos tropos, pero es que ni siquiera hay que mirar muy lejos en busca de referencias estructurales: Black Panther, el Thor de la MCU o incluso del ARTURO de Ritchie (sí, así de derivativa es AQUAMAN) son parecidas a las aventuras de Momoa en solitario.

¿Y qué mas decir? Pues muchas cosas, pero redundan en lo ya mentado. Así que solamente añadiré dos elementos que reflejan el pelaje del film: hay una versión/violación de la canción "ÁFRICA" made in Pitbul y un cefalópodo tocando los tambores.

Y un largometraje así ha dejado un taquilla más de mil millones de dólares.

Ahora, espero que me disculpen: me voy a casa a cortarme las venas (o tal vez me las deje largas).

Es una pena que ésta serie australiana no sea más conocida, pues de ella han robado gente como el creador de KUNG FURY yep - comparen y alucinen). ¿Qué decir de ella? Pues que es DELIRANTE - piensen en una serie de la II GM creada en los sesenta -- en la que hay de todo -- nazis, dinosaurios, viajes en el tiempo, japoneses, la Atlántida, recetas de cocktails varios y vete tú a saber qué mas. En cuanto a su ochentera segunda temporada, alcanza unos niveles de locura dignos de los Monty Pythan mas descontrolados.

En serio. No se ha hecho nada parecido. Véanla, alucinen y no echen gota. Por que es una rara avis cómico-televisiva de las de una entre un millón.

¿Halloween H20? Whatever. Estamos en 2018 y se hace lo que se quiera con el cánon de las sagas. Las gallinas de los huevos de oro (AKA - las propiedades intelectuales) que maneja el cine norteamericano de masas son su asidero en una era de VOD, descargas, torrents y desganas. Así que Jason Blum recupera a Laurie Strode en una horror movie con un punto vintage.

¿Y qué tal queda? Pues solvente. Gordon Green hace los deberes y planifica con un feel carpenteriano, reposado, nada postmoderno y claramente clásico. Jamie Lee domina el papel como mujerona badass de cierta edad (no se ninguna sorpresa, ésta dama hacía cosas como Acero Azul en los 80). Y el desarrollo no está mal, si bien no puede evitar ciertos lugares comunes y un final esperable para The Shape. Por otro lado, el largo atesora de cierto humor a veces fuera de lugar -se nota que ha metido mano Danny McBride- que a menudo no encaja para nada (esos polis) y otras veces acierta (el chaval afroamericano, uno de los personajes secundarios más avispados de toda la peli). Resumiendo -- para un servidor -- un slasher solvente, no brillante (aunque con momentos de brillantez), hecho con gusto y que se consume sin problemas. La saga ha vuelto.

?Se dice que Sacha Baron Cohen quería hacer una versión a la altura de la loca vida de Mercury. Pero la banda QUEEN no, así que acabamos con lo que nos ocupa: un film con las aristas limadas, poco pegado a la realidad de lo que realmente pasó y un tanto by-the-numbers.

Seguramente nos perdemos un interesante largo, pero, en lo que a mi respecta, el resultado es harto entretenido. Un crowd pleaser, a decir verdad. Buenas canciones, humor, algunos momentos emotivos (que a veces rozan un punto de melodrama televisivo, la verdad) y un estupendo trabajo de Malek. Sobre todo, en las actuaciones, que alcanzan su cúlmen en el clímax del film. En cuanto al actor que interpreta a Brian May, clava su papel. También habría que destacar cómo se da cierta importancia al conjunto de la banda -pese a que Freddy es el foco central del largometraje, los demás integrantes de la banda tienen sus momentos y seon valorados.

Por otro lado, el hecho de que la sexualidad se haya casi erradicado por completo de la película, hace que ésta se centre en el aspecto emotivo de Mercury, normalizando al elemento homosexual.

¿Saldo final? Un film entretenido, algo previsible, con un clímax estupendo, un buen trabajo de su actor principal y mejor música. No pasará a la historia, pero su éxito de público es más que comprensible.

Habemus película sobre antropofagia made in France. Bien vista por críticos de acá y acullá. Un par de pistas para subir las alarmas, caray. Al fin y al cabo, la crítica y algunos cinéfilos buscadores de qualité buscan el arte en lo que no es el enfoque mianstream: lógica convencional, narrativa basada en causa-efecto, etc.

Pero no -- venga, va. Veamos el film. Las novatadas son excesivas, pero hay un punto clipero. La tarama avanza y -- se va derrumbando lentamente. El descubrimiento del canibalismo por parte de su vegana protagonista (me pegunto why no es nada obvio - hummm) se va torciendo, da tumbos, redunda y ralentiza el ritmo de un largo que no dura ni cien minutos. Que me aspen si la historia está bien construida --

Eso sí -- le cosa juega claramente a estar en la liga auteur: ¿entretener? Forget that. ¿Tropos de género? Fuck that- lo que aquí se hace es una "deconstrucción de los paradigmas del cine de caníbales" o algo por el estilo. De algún modo ha de defender el crítico más pedante un material así. Y también -- hay mucho de donde tirar para hacer lecturas si se quiere -- lecturas sesudas: empoderamiento femenino, metáforas varias sobre la lucha del oucast contra un entorno agresivo y a la vez opresivo -- parafilias sexuales, Etc. Elijan una.

Pero claro -- la trama, la lógica y la coherencia narrativa se van al retrete. Un autor (autora en éste caso) prima su voz y lo que tiene que decir sobre la cohencia interna de la historia. Y así acabamos.

En fin -- el enésimo ejemplo de film críticamente sobrevalorado made in Europe que viaja por festivales. Suma y sigue, damas y caballeros --

Predator en manos de Shane Black. Receta para el entretenimiento, ¿no?

Pues sí. Para un servidor al menos. La gente quiere el suspense de la primera. La vuelta al terror. Ahora. ¿Pero saben qué? Ya no puede ser. El bichejo con cara de piraña y rastas está metido en la cultura pop y no da miedo. Además -- ya se intentó ése mismo enfoque en el Predators de Adrien Brody y no funcionó (vaya sorpresa).

Por lo que Black, viejo zorro ochentero, recupera elementos de la época -- humor cervecero, gore al gusto, personajes mentalmente tronados pero bastante capaces en el tema armamentísitico (no me digan que fui el único que le vio un aire a The A-Team al grupo) y un desarrollo que no se toma en serio a sí mismo. Algo que es clásico de los ochenta, por cierto. Solamente hay que ver cosas actioner eighties como Robocop, o The running Mano Die Hard para darse cuenta de que las pelis de tiros de la época eran autoconscientes hasta un punto harto elevado, caray. Por otra parte, la ambientación de Halloween y el crío de por medio del largo que nos ocupa le da un jacarandoso feeling al más puro estilo Monster Squad a la peli (no es accidental -- Black y Dekker eran los responsables al alimón del film). Ah - y se avanza en el cánon, llevándolo al mundo actual. A sitios no vistos. Más modernos. Más de videojuego incluso. Y es que estamos en 2018, damas y caballeros. Quedarse estancados en el pasado es inane e inmovilista.

¿Pegas? Algunas. Su principal héroe es un actor con carisma moderado -en manos de un Chris Hemsworth o algo así hubiera subido varios enteros) y los reshoots del tercer acto se notan -- la sensación de barullo climático es bastante clara.

Pero oigan -- es un largo divertido, descarado y entretenido. Que no es poco, caray.

Piensen en algo como la reciente "Sueños eléctricos de Phillip K. Dick". Pues ÉSE es el formato ideal de éste film, que se queda corto en metraje para ser un largo estándar (menos de 90 minutos, oiga) y aún así adolece de tiempo de relleno en su parte central, que recuerda para mal a cosas como SKYLINE. Y es que el enorme twist que vertebra el film y al cual se agarra el mismo con uñas y dientes, debería de haber ocurrido antes. Porque el largo interpretado por un Michael Peña un tanto perdido, por ambiciones, intenciones y tamaño (e incluso estilo visual) pide a gritos Tv moderna de CIFI, no gran pantalla. El formato largo no era donde debía haber estado. Y debido a ello, fracasa como película. En fin. Netflix sigue comprando cosas de nivel justito. Suma y sigue...

Pese a haber visto poco sobre el film que nos ocupa, un servidor había leído ciertos comentarios online (de fuentes aceptablemente fiables) que loaban las cualidades de el largo dirigido por Albert Hughes. Así que, ni corto ni perezoso, me dirigí a la sala de cine más cercana a echarle un vistazo.

Y no está mal. No reinventa la rueda ni es de una radicalidad superior (recuerden -- se trata de una peli familiar mainstream -- no de un ejercicio de auteur). Nunca es ridícula. Se maneja con parámetros de credibilidad razonable (AKA - peliculerismo) que nunca saca los pies del tiesto. Sorprende por su minimalismo (poco diálogo, un tempo a ratos harto reposado), está bien rodada (Hughes aprovecha el ambiente que su idea le ofrece para plantear un ejercicio de paisajismo y CGI a medio camino entre EL CLAN DEL OSO CAVERNARIO y algo como el 300 de Zack Snyder en el que se luce. Su joven actor protagonista mantiene el largo él solo (con compañía de un perro ora adorable y ora peligroso) y el conjunto acaba siendo una suerte de fusión entre algo como COLMILLO BLANCO y un EL RENACIDO para todos los públicos.

¿Elementos previsibles? Los hay. ¿Una relación humano-canina que se podría haber explotado? Sin duda.

Pero aún así y con todo, resulta un film de lo más decente. Eso que una madre llamaría una película "bonita".