Primero, mencionar una cosa del film que no me agrada -- el estilo Lord/Miller de chistes, que convierte el metraje en un asalto imparable de brillantes gracias incesantes. En lo que a mí respecta, a veces resulta agotador. Eso sí: que me aspen si hay tiempos muertos.

¿Y lo demás? Brillante, oigan: Miles Morales es el inesperado modo de renovar el mundo spidermanoso: como personaje, es más contemporáneo. No me entienda mal: Peter Parker me encanta. Pero es un hijo de los años sesenta. Y hay un límite de hasta dónde se puede cambiar al personaje sin estropearlo. Por ello, Morales se me antoja como un inusitado (y acertado) recambio. Además, la animación resulta brillante, alcanzando en clímax un formato pop art que ríase usted de Dr. Strange. También se mete un enorme gol temáticamente: los creadores del film comprenden que ser Spidey tiene una faceta conectada con la tragedia. En cuanto a la dinámica con el resto de personajes es impecable. La verdad: hay mucho que decir del largo. Como película sobre el Trepamuros, es lo mejor que se ha visto desde Raimi. Casi nada. Pero más incansable. Un triple salto sin red con varias pelotas en cada mano a la vez. Y les sale redondo. Un entretenimiento notable. En cuanto a la animación, es de un atrevimiento que merece que le otorguen un Óscar.