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Críticas ordenadas por:
Fumar provoca tos
Fumar provoca tos (2022)
  • 5,8
    1.536
  • Francia Quentin Dupieux
  • Gilles Lellouche, Vincent Lacoste, Anaïs Demoustier ...
6
Historias del fumadero de salvia (6.0)
Directamente de la mente creativa de Quentin Dupieux, uno de los realizadores humorísticos actuales que mejor sabe aprovechar los efectos lisérgicos del consumo de alucinógenos. En esta ocasión echa en la misma coctelera tokusatsu ('Power Rangers/Super Sentai', 'Ultraman'…), antología de terror ('Historias de la cripta', 'Creepshow’...), ciencia ficción sobre exterminio de mundos (‘V - Invasión extraterrestre’, ‘Star wars‘...) y gore marionetil (‘Meet the Feebles’), y luego mezcla, pero no agita.

Personalmente prefiero otros de sus trabajos previos, como 'Mandíbulas' o 'Bajo arresto’, pero he de reconocer que este nuevo viaje a ninguna parte sigue siendo impredecible, simpático y apto para un amplio público, a pesar, incluso, de haber redoblado la apuesta surrealista.


A quién puede gustar: a fans de 'Amanece que no es poco'; a "viejuners" de juventud ochentera que puedan reconocer las parodias a las referencias cinematográficas del primer párrafo.

A quién puede irritar: a gente incapaz de asimilar el humor absurdo; a amantes del orden, de la suntuosidad o de la trascendencia.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Repostero y chef
Repostero y chef (2023)
  • 5,7
    322
  • Francia Sébastien Tulard
  • Riadh Belaïche, Loubna Abidar, Christine Citti ...
7
Concreta tu puerto de destino (6.7)
Hay un aforismo de Séneca que llevo grabado en mi cabeza, que contiene la enseñanza que, quizás, más me ha ayudado en la vida: “Cuando no se conoce el puerto de destino, todos los vientos son desfavorables”. La historia real de Yazid Ichemrahen, ganador de varios premios internacionales de repostería, al menos como nos la cuentan aquí (con muchas licencias dramáticas y quizás demasiado esperanzadora conclusión*), es un gran ejemplo inspirador de superación que puede adscribirse a la escuela estoica. No podemos controlar lo que pasa a nuestro alrededor, pero sí podemos elegir nuestras metas, en qué concentrar nuestros esfuerzos, de qué alejarnos, a qué acercarnos.

Aunque el guión contiene algún que otro recadito en forma de crítica a los servicios sociales franceses (cuestiona la ingenuidad de los asistentes a la hora de conceder ayudas pecuniarias y también la falta de implicación de algunos directores de centros de acogida), en lo que realmente se enfoca es en el drama personal de Yazid, desde su dura infancia marcada por la tóxica presencia de una madre psicológicamente inestable hasta una precoz adultez en la que, tras mucho trabajo y penurias, consigue formar parte del seleccionado francés de pasteleros para el campeonato del mundo.
La dirección novel de Tulard, cuya experiencia previa estaba más relacionada con labores artísticas y de montaje, es bastante solvente, aunque no ha querido innovar ni tomar demasiados riesgos, lo que denota inteligencia y humildad, pero no ambición.
Quizás se le pueda achacar una visión demasiado idealizada de la cultura del esfuerzo —cuando hay talento, todo es más fácil; “con buena pija, bien se jode“, dice el refranero español—; quizás se deje llevar algo por los tópicos de egocentrismo y competitividad agresiva de la alta cocina —aquí no tengo referencias de primera mano, pero, viendo que la cantidad de chefs hipócritas y elitistas son mayoría, no me costará ser crédulo—; y quizás, también, Tulard haya sido incapaz de controlar sus tendencias videocliperas en el escultórico desenlace.

Por todo lo anterior voy a calificar a esta película como INTERESANTÍSIMO PRODUCTO JUVENIL, imperfecto pero mucho más recomendable que cualquiera de los realities merdosos que la mayoría de nuestros jóvenes estarán viendo (MasterChef incluido). Les deja un útil mensaje: aclarad vuestras ideas, fijaos vuestros objetivos y pelead por ellos sin escatimar en sacrificios y sin culpar al mundo de los obstáculos que vayan surgiendo; en una palabra: madurad.

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(*) Lo cierto es que Ichemrahen está siendo juzgado en 2023 por haber confesado la simulación de un robo en su propia casa para intentar estafar al seguro cuarenta mil euros. Parece que le está resultando difícil dejar atrás los ilícitos procederes de la 'banlieue' en que se crió. Ahí lo dejo.
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La desconocida
La desconocida (2023)
  • 5,2
    2.404
  • España Pablo Maqueda
  • Laia Manzanares, Manolo Solo, Eva Llorach ...
6
La gran estrategia del “nada es lo que parece”, interpretada erróneamente (6.0)
La proyección comienza con la petición del director de no desvelar nada de la película a futuros espectadores, para no estropearles la experiencia del primer visionado. Esto demuestra que tiene mucha confianza en su material, pero también que lo ve con los ojos incondicionales de un padre. Lo pide tan educadamente que intentará uno hacerle caso en la medida de lo posible, pero va a ser difícil, pues está muy claro que aquello que no quiere que os contemos es el quid de todo el asunto, para lo bueno y para lo malo.

Hay que reconocerle que empieza bastante arriba, introduciéndote en una situación y presentando a un par de personajes que capturan por completo tu atención y desencadenan en tu mente un torrente de preguntas, que siempre parece estar dispuesto a ir aclarando, pero a su ritmo, que en esos momentos ya es él quien controla los tiempos. —Y, a partir de aquí, lo siento, empezaré a contar cosas que me van a hacer faltar al ruego inicial.— La manera en que va a ir aportando la información es mediante cambios bruscos e inesperados en la actitud de los personajes, acompañados de flashbacks complementarios. Hay un par de giros importantes de guión que persiguen tu completo desconcierto, que recategorizan a los protagonistas y los coloca en situaciones opuestas a las que tenían; y lo consiguen en buena medida, aunque con cada viraje se va perdiendo más y más verosimilitud, y ahí radica el gran pero.

En todos los cursos de guión te hablarán de la “ley del nada es lo que parece”, que es cojonuda, pero que siempre debería aplicarse en consonancia con el género y tono elegidos para la historia. Por ejemplo, en un thriller dramático, como es este caso —y tratando sobre trastornos parafílicos rayanos en la enfermedad, incluyendo la pederastia, nada menos—, es importante que el espectador encuentre una coherencia interna en la que implicarse, y el personaje femenino de Laia Manzanares se desvía mucho de ella (remito a zona spoiler). Pablo Maqueda ha tomado el gran riesgo de no buscar la simpatía por ninguno de los protagonistas, ni siquiera al principio, y esto hace que mantengamos una distancia fría durante demasiados minutos. En la dirección tampoco anduvo demasiado acertado, ya que en todo momento lo que percibimos son actores, dicciones pulidas, diálogos perfectamente memorizados, soltados con velocidad, aplomo y confianza, sin vacilación, pero en situaciones que se prestaban más bien a lo contrario, a presentar personajes cautelosos, reservados, titubeantes, desconfiados, y con algún acento, por qué no, que no dejan de ser gente de un barrio humilde de "los Madriles".

Conclusión (repentina, que es sábado y hay que aprovechar la mañana): va de más a menos, claramente.
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27 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secaderos
Secaderos (2022)
  • 6,0
    1.322
  • España Rocío Mesa
  • Vera Centenera Carnero, Ada Mar, Tamara Arias ...
6
Le funciona algo mejor el realismo que la magia (5.8)
Secaderos intenta ser mucho más ambiciosa en sus pretensiones artísticas que en su complementaria faceta social. Y, pese a ello, es la honestidad con que retrata los problemas rurales cotidianos la que realmente aporta algo de relevancia.

La directora, que se crió en el escenario de la película (los secaderos de tabaco de la vega de Granada), se ha autoatribuido en alguna entrevista una visión terrenal y realista de lo campestre, alejada de la romantizada que tienen (tenemos) algunos urbanitas. Sin embargo, se contradice ella misma al considerar necesaria una criatura fantástica, un espíritu tierno de la naturaleza, para hacernos llegar la parte ecologista y nostálgica de su mensaje. Quizás piense así por haber disfrutado de una juventud influenciada por las producciones animadas de Ghibli, o quizás simplemente sea el afán de la debutante por hacerse notar en los circuitos independientes; en cualquier caso, la cinta da la impresión de estar formada por agua y aceite, por dos elementos que no terminan de combinar perfectamente, infantilismo y madurez.

No se puede decir que eso sea problema de talento ni de dinero, pues han contado con la implicación, incluso a nivel productivo, de la compañía DDT de efectos especiales, responsable del maquillaje de grandes producciones como 'Hellboy' o 'El laberinto del fauno' (por esta última ganaron el Oscar). El problema es más de fundamento, de no tener clara una uniformidad de estilo, de tono ni de público objetivo. Yo, como espectador y subjetivamente, tengo claro que con lo que más me implico es con las pequeñas crudezas relatadas (la adolescente que ve oscuro su futuro en el pueblo, los estilos de vida y profesiones que van desapareciendo poco a poco por el avance imparable del urbanismo...), y que los conceptos que más me distancian son el viaje psicotrópico final y el mugido lastimero que emana, a ritmo de caracol, de ese agonizante ser que parece mezcla entre gallina Caponata ('Barrio Sésamo') y Ludo ('Dentro del laberinto'); aunque esto no quiere decir que no entienda ni valore las buenas intenciones, que las hay.

Atrevido y diferente, más que revolucionario o convincente, es lo que puedo opinar de este trabajo.
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24 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Asedio
Asedio (2023)
  • 4,9
    3.228
  • España Miguel Ángel Vivas
  • Natalia de Molina, Bella Agossou, Francisco Reyes ...
5
Se les va mucho de las manos (5.0)
Fui con la esperanza de rememorar, aunque sólo fuera por similitud, sensaciones que encontré en la excepcional 'Antidisturbios' allá por el 2020, quizás figurándome un toque más a lo Padilha, pero, por las críticas previas leídas (incluso las profesionales), lo que ni de lejos esperaba encontrarme era esta especie de John Wick femenino en que termina convirtiéndose.

Te la intentarán vender como experiencia adrenalínica, como ejercicio inmersivo de altura, incluso como drama social, pero el guión no deja de ser un sinsentido incapaz de resistir una revisión mínimamente exigente —apunte personal: ¿qué mejor inmersión puede haber que la de una historia subyugante?; ¡y para subyugar hace falta convencer!—. Prácticamente no hay ni un sólo personaje que tome decisiones coherentes ni justificadas*, en parte debido a una presentación imprecisa e ineficaz que hace que todo parezca una mera excusa del director para iniciar su particular carrusel de recursos efectistas, muy ruidosos pero muy superficiales (mis tímpanos se resintieron especialmente, incluso más que con las últimas americanadas de acción). Tampoco ayudan unos diálogos impostados ni una galería de actores de bajo nivel (la mayoría de los secundarios son de tercera línea y los de reparto no parecen profesionales); ni siquiera Natalia de Molina, a priori una garantía, termina de pillarle el punto por completo a su anti-heroína, sobre todo en el primer acto, que requería de ella algo más de carácter.

Se puede ver si tienes la tarifa plana en salas de cine y quieres amortizarla, pero de ahí a ponerle notas tan altas… (en este sitio empezó con un 6.4 de media tras estrenarse en cartelera). Creo que el cine patrio ofrece muestras muchísimo mejores, y recientes, de policíacos.
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109 de 127 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los tres mosqueteros: D'Artagnan
Los tres mosqueteros: D'Artagnan (2023)
  • 6,1
    3.847
  • Francia Martin Bourboulon
  • François Civil, Eva Green, Vincent Cassel ...
7
El mosquetero oscuro: la leyenda renace (6.8)
No será extraño que, viendo esta película, te asalte varias veces la sensación de que va a aparecer en escena Christian Bale enfundado en su traje negro de murciélago, porque el lavado de cara que ofrece esta nueva adaptación bebe muchísimo del estilo de Nolan (en el apartado musical roza, de hecho, la copia descarada). Aportar ese aire serio y oscuro, ese realismo sucio, deslastra de la impronta juvenil y glamorosa que nos había legado el cine clásico con sus saltimbanquis, aventuras jocosas y sobreabundancia de floretes (las nuevas escenas de lucha, que son ocasionales, nos dejan un buen apunte con el que coincido: llamándose mosqueteros quizás debieran haber tenido algo más de relación con la pólvora, ¿no?).

Ya por el título deducirás que han decidido dividir la historia en varias entregas, y que cada una concederá algo más de importancia a uno de los personajes (esto ya se hizo con anterioridad, en los años setenta, por ejemplo). En esta primera parte nos presentan a los principales implicados en la trama de la primera novela de la trilogía de Dumas, siendo D'Artagnan el agraciado con el protagonismo.
Si eres de los fundamentalistas que no acepta que se altere ni una coma al llevar una obra literaria a la gran pantalla, quizás deberías tomarte una tila antes de enfrentarte a esta cinta, o directamente deberías abandonar la idea de hacerlo. Los guionistas se permiten muchísimas libertades, aunque siguen siendo reconocibles las subtramas más relevantes y las decisiones me parecen, en general, acertadas e inteligentes. Lo más importante en este sentido quizás sea el interés por hacerlo todo más verosímil. Mientras en la novela eran las casualidades imposibles las que conducían la acción, aquí cobran mucha más importancia los elementos subversivos que amenazan constantemente la estabilidad político-religiosa del país y que dan pie a todas las conspiraciones de Richelieu, que a su ambición original une su desconfianza en un rey melindroso e ingenuo al que considera incapaz de afrontar la situación. Sigue habiendo enamoramiento hasta las trancas de D'Artagnan, pero le han quitado el matiz adúltero, que se lo reservan a una nobleza irresponsable y frívola. Sigue habiendo viaje a Londres para recuperar los doce herretes, pero aquí se considera más plausible que Milady robe el collar entero en vez de andar desengarzando sólo dos de los diamantes (demasiado laboriosa y rebuscada la tarea que le encomendaba Dumas). Y un montón más de detallitos y ajustes de este estilo.

El casting es bastante bueno, pero me sorprendieron especialmente Vicky Krieps, que quizás tiene el papel más complejo de todos como Ana de Austria, y Louis Garrel, que encarna a un Luis XIII tan calzonazos como cabía esperar, aunque con un puntito de dignidad y solemnidad que no vi en anteriores. Lyna Khoudri también consigue una Constance algo diferente, de una belleza muy natural y candorosa.

A fuer de sincero, voy a terminar enumerando lo que considero un par de equivocaciones que me han resultado molestas: las escenas de lucha se hacen mareantes por el movimiento frenético de la cámara, se aprecian anacronismos claros en el estilismo de Milady, seguimos encontrando confrontaciones individuales improbables (sobre todo en el escenario inglés) y echo en falta más presencia de Richelieu (aunque, como esto va por entregas, quizás se le reserven más minutos en la siguiente, ya veremos; y creedme que en la realidad tuvo la vida más azarosa de cuantos personajes están involucrados en esta historia, sean o no ficticios).

Conclusión: son bastantes más los aciertos que los errores y este no es mal momento del todo para intentar encajar esta actualización del clásico en la cartelera. A pesar de lo dicho, se deben rebajar las expectativas del espectador adulto, pues el material tiene las limitaciones que tiene y tampoco se le pueden pedir peras al olmo, al menos mientras nadie esté dispuesto a esquivar por completo la estructura folletinesca (esto implicaría reescribir la trama desde el principio sin ataduras, sin límites, sin miedos, sin presiones y con un lenguaje completamente cinematográfico en mente).
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solo las bestias
Solo las bestias (2019)
  • 6,8
    5.520
  • Francia Dóminik Moll
  • Denis Ménochet, Laure Calamy, Damien Bonnard ...
7
La singularidad francesa (7.5)
Se trata de cine negro totalmente alejado de los tópicos del género, en las antípodas de la ola nórdica que nos bombardea en los últimos años. Es otro rollo, otro tempo, otro enfoque infinitamente más complejo y satisfactorio. Me jode tener que decir siempre que es el cine francés el que más se autorresponsabiliza del abanderamiento de esa rebelión contra la convención imperante, pero es la verdad, son ya muchas evidencias a lo largo de las últimas décadas.

Desde un punto de vista puramente narrativo, se respetan los capítulos de la novela que adapta, presentados en forma de episodios con historias entrecruzadas, los cuales ofrecen muchas sorpresas y giros inesperados bien diseminados. Finalmente se demuestra el dominio del arte del puzzle, ya que todas las piezas terminan por encajar perfectamente sin renunciar a la tan minusvalorada credibilidad.

También me veo en la obligación de recalcar el peculiar humor negro que impregna toda la cinta, destacando el último tercio, que consigue dotar de mucha profundidad a los personajes, aunque sin buscar la explicitud ni la obviedad. Puede decirse que el guión otorga casi tanto peso a la carga social como a la intriga, centrándose la primera en las carencias afectivas de la vida actual —y no sólo en los países desarrollados, como muestra un lastimoso e inesperado escenario africano que te golpea ya en el primer minuto.

Está mayormente destinada a un público adulto, que vaya sin prisas, que no destaque especialmente en las artes amatorias y que tenga tolerancia a la auto parodia.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Willow (Serie de TV)
Willow (2022)
Serie
  • 4,5
    1.953
  • Estados Unidos Jonathan Kasdan (Creador), Stephen Woolfenden ...
  • Warwick Davis, Ellie Bamber, Erin Kellyman ...
4
Elora Danan “Montana” (4.0)
No, no es pronto para puntuarla. Los tres primeros capítulos son toda una declaración de intenciones. Y las intenciones no pueden ser más torpes y despreciables, pues consisten en utilizar el nombre de una gran película de espada y brujería (la Willow de finales de los 80) para enmascarar una serie juvenil frívola e insustancial, que sigue los peores convencionalismos actuales (discriminación “positiva” extremista y desproporcionada, concepto pueril de la adolescencia, nulo interés por evitar anacronismos…) y que no tiene claro si quiere ser comedieta, aventura o drama.

Por si eso fuera poco, la producción es de lo más cutre que nos ha llegado de Disney últimamente. No esperéis la factura técnica a la que estáis acostumbrados en las franquicias de Marvel o Star Wars; aquí el presupuesto es ajustado y está mal aprovechado. Desde la dirección hasta el vestuario, y pasando por la música (con temitas pop en los créditos finales), los responsables son fusilables al amanecer.

En un momento del tercer capítulo, una tormenta abre un túnel temporal que desemboca en una cabaña forestal habitada por dos leñadoras lesbianas cuya vestimenta nos insinúa que pueden estar ubicadas en pleno siglo XXI. Una de ellas maneja el hacha con tal habilidad guerrera que es capaz de chulearle al mismísimo comandante de los caballeros de Tir Asleen. La escena dura muy pocos minutos, el túnel se cierra tan arbitrariamente como se abrió y nunca más se menciona nada del otro lado. A esos niveles llegan los innecesarios, improcedentes y desacompasados disparates del guión. Creo que no es muy complicado tratar el tema de la homosexualidad de manera más inteligente y coherente.

¿Podría ser peor? Pues sí, podríamos haberla hecho en España, con Joselito en el papel de Willow Ufgood, Juan José Ballesta (y su acento madrileño barriobajero) interpretando a uno de los chicos y Antonio Resines como Madmartigan.
Pero tampoco te creas que queda mucho mejor el matiz pijo (fresa, cheto, gomelo, cuico, plástico…) de los Ellie Bamber, Ruby Cruz y Dempsey Bryk.

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[Actualización tras ver capítulo 6]. No me equivocaba, la cosa no ha mejorado desde el tercero, es más, parece ir a peor: se suceden los enamoramientos entre la chavalada, las gracietas son abundantes pero no tienen chispa ni encaje, el personaje adulto de Chadha-Patel ha perdido el poco empaque que pudiera tener (ya no se distingue su interpretación de la de los imberbes que le rodean) y a Warwick Davis se le empieza a notar, incluso, desanimado entre tanto despropósito.
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36 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amando a Highsmith
Amando a Highsmith (2022)
Documental
  • 6,6
    368
  • Suiza Eva Vitija-Scheidegger
  • Documental, (Intervenciones de: Patricia Highsmith)
6
El diario de Patricia (6.3)
Pocos retos tan desafiantes para un admirador como tratar de construir un documental sobre su ídolo, porque el riesgo de caer en parcialidades e idealizaciones es patente. Aquí la directora se deja llevar por el conformismo y cierta falta de pretensiones al basar su acercamiento sólo en las poco conocidas intimidades y amoríos de Patricia Highsmith, cuya personalidad fue mucho más compleja que eso, como mujer y como autora.

Formalmente me parece un trabajo bastante correcto, sin llegar a ser apasionante. Se centra en dos aspectos clave de su juventud: la frustrante relación con su madre y su “extemporáneo” lesbianismo, que podrían llegar a explicar algunos de los rasgos temperamentales —depresión, aislamiento, malhumor…— que se acentuaron en su madurez. Las intervenciones de familiares y examantes son engarzadas mediante fragmentos narrados de sus cuadernos y diarios, parte de los cuales han sido publicados con su consentimiento (aunque habría que matizar esto) años después de su muerte, aprovechando su centenario y que alguien fue capaz de descifrar su letra; les pone suave voz Gwendoline Christie, evocando el propio mundo interior y el sentir de la escritora. Y, para remarcar un par de características de su obra, se sirve de unas pocas escenas de algunas de las adaptaciones al cine más reconocibles.

Tiene la virtud de despertar el espíritu psicoanalítico en el espectador, que no podrá evitar buscar el origen de los traumas en todo lo que se cuenta, puesto que el documental es más de insinuar que de concluir —¿por qué fue tan promiscua?, ¿por qué sólo buscaba los amores platónicos?, ¿tuvo algo que ver su distante madre, el miedo exacerbado al amor no correspondido?
Pero tiene una gran trampa, y es que todo se percibe más como el intento de crear (o recuperar) un icono ‘queer’ que como un sincero y desinteresado acercamiento a una de las mentes creativas más oscuras y enigmáticas del mundo de la literatura, que es lo que cualquiera que haya leído alguna de sus insondables obras desearía descubrir. Para esto segundo habrían sido necesarias intervenciones de sus últimos editores —con los que no mantenía una relación especialmente afectuosa—, de sus ocasionales entrevistadores… incluso la opinión de psicólogos, así como el acceso a los cuadernos completos, sin omitir las partes ofensivas que no han sido publicadas, para poder profundizar más en sus extremas opiniones misantrópicas y racistas. Porque algo es evidente: Highsmith, al igual que sus personajes, siempre llevó una doble vida, siempre ofreció una cara pública, a través de sus exitosas novelas, muy diferente de la privada, que, consciente de lo poco agradable que podría resultarle a muchos de sus lectores, protegió celosamente. Para ella la vida siempre fue una jaula creada por sus propias obsesiones, que encontraban vía de escape en la escritura y el alcohol, dos desinhibidores que le ayudaban a dar rienda suelta a las emociones primitivas.

"Descifrando a Highsmith", ese hubiera sido un título mucho más ambicioso; también mucho más complicado de abordar e ingrato.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Honeyland
Honeyland (2019)
Documental
  • 7,4
    1.338
  • Macedonia Tamara Kotevska, Ljubomir Stefanov
  • Documental, (Intervenciones de: Hatidze Muratova, Nazife Muratova) ...
9
Toma la mitad para ti, deja la mitad para ellas (8.8)
Ni una sola voz en off, ni un solo testimonio, y la cámara se mete hasta lugares tan íntimos, muestra tanta avaricia indisimulada, que asemeja algo planificado, algo pactado con los lugareños. Pero no, cada cierto tiempo sucede que se alinean los astros y el azar para dar lugar a documentales observacionales tan insólitos que parecieran ficción. Recuerdo que en 2001 sucedió con “En construcción”; en 2012, con “The Act of Killing”; en 2017, con “Of fathers and sons”. Y, en 2019, sucedió también con “Honeyland”.

En un principio iba a centrarse en la región del río Bregalnica (Macedonia), que varía su curso cada diez años y obliga a los asentamientos circundantes a cambiar sus ubicaciones; una muestra poco común de convivencia armónica con la naturaleza. Pero los realizadores, durante la búsqueda de localizaciones y colaboradores rurales, conocieron a Hatidze, una apicultora perteneciente a la minoría turca que vivía en una pequeña aldea abandonada recolectando unas pocas colmenas naturales y que, como obliga la tradición de su pueblo a la mujer menor de la familia, debía ocuparse de su anciana madre agonizante hasta los últimos estertores. Decidieron convivir con ella durante tres años y centrarse en su crónica, haciendo auténticas filigranas para poder rodar sin disponer de fuentes eléctricas en varios kilómetros a la redonda y para convencer a los habitantes del lugar de mostrar sus vidas sin adornos.
Este cambio de rumbo improvisado, y la suerte de los acontecimientos que sobrevinieron —que no desvelaré para no hacer demasiado spoiler—, dotaron al trabajo de muchas más dimensiones (humana, social, familiar, cultural, costumbrista), incluso potenciaron el mensaje ecologista inicial al convertirse en un reflejo del desequilibrio que ocasiona la egoísta explotación que hacemos de los recursos.

“Honeyland” es alimento para el alma, del que ayuda a no perder el foco, a mantener el contacto con la realidad, a replantearse nuestro lugar en el universo. Debemos atesorar estas rarezas. Se han convertido en algo casi tan excepcional e inesperado como irse una noche al campo a grabar las estrellas y terminar registrando un contacto alienígena.

P.D.: Parte del dinero de los premios obtenidos se destinó a comprarle una casa a Hatidze y a la escolarizaron de los menores que aparecen. Todo lo relacionado con esta cinta es inusual en el mundo del documental.
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15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gastos incluidos (C)
Gastos incluidos (2019)
Cortometraje
  • 6,4
    546
  • España Javier Macipe
  • Roberto Cabrera, Ramón Barea, Nata Moreno
7
La solución habitacional definitiva: alquileres de realidad multidimensional (7.0)
Veinte minutos ocurrentes y muy bien aprovechados en los que da tiempo a reflexionar sobre el futuro que nos espera, incluso sobre realidades cotidianas ya asentadas. En clave de humor, como debe ser.

Están nuestros políticos y analistas proponiendo infinidad de ideas rocambolescas para resolver los problemas de la vivienda cuando la solución a medio plazo ya está expuesta en este corto, que casi podría considerarse una "spanish contribution" extraoficial al universo Black Mirror. Sólo queda que les dé un último empuje Elon Munsk, con su Neuralink, a los implantes cerebrales para que empecemos a filtrar y reinterpretar la realidad que percibimos a través de nuestros sentidos, aún más de lo que ya hacemos de forma natural.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra forma de entender la vida
Otra forma de entender la vida (2021)
Documental
  • 6,9
    448
  • España Javier Jiménez Vaquerizo
  • Documental, (Intervenciones de: Diego Pablo Simeone, Luis Suárez) ...
7
No me habléis de resistir, es mi Atleti de Madrid (8.0 para atléticos; 6.0 para el resto)
Aquí, en España, este equipo es conocido con el sobrenombre de “El pupas” porque, tradicionalmente, hemos dejado escapar títulos que teníamos casi en el bolsillo. Unas veces por despiste o relajación, otras por injusticias arbitrales, otras por malísima suerte, el caso es que siempre nos ha costado una barbaridad sobreponernos a las adversidades. Habrán sido muy pocos los éxitos alcanzados cómodamente; nuestros caminos, nuestras formas de conseguir las cosas, son más bien agónicas, inciertas hasta el último minuto. Es por ello que a los seguidores de este equipo nos llaman los “sufridores”.

El título de Liga del año pasado, en plena pandemia de COVID-19, sin espectadores en los campos, no fue una excepción. Este documental hace un repaso al periplo que supuso, desde un inicio fulgurante hasta la pérdida de la ventaja acumulada justo en la recta final, donde en los últimos partidos se complicó todo (penaltis en contra, porteros adversarios inspirados, palos que parecían imanes para balones, Barcelona y Real Madrid pisándonos los talones…), pero donde tiramos de épica para agarrarnos al primer puesto como a un clavo ardiendo, remontando todos ellos en los últimos compases. Aparecen, también, jugadores, directivos, aficionados y miembros del equipo técnico comentando las sensaciones y anécdotas que tuvieron durante cada tramo de esa temporada.

Finalizada la “intro”, me surgen preguntas importantes a la hora de continuar esta reseña y de darle una valoración. ¿Se trata, entonces, de un pequeño homenaje dirigido exclusivamente a los aficionados atléticos o lo podría ver sin problemas cualquier espectador futbolero? A pesar de que se usan varios recursos emotivos con oficio, me temo que está más cerca de lo primero, que no calará en el alma de nuestros rivales, aunque el himno compuesto por Leiva y Sabina que acompaña muchas de las imágenes es precioso se mire por donde se mire, y lo escuche quien lo escuche. Además, me sobran algunas descripciones telegráficas irrelevantes (muy propias de los futbolistas de hoy en día) y echo de menos la presencia de mayor cantidad de intrahistorias, más como los sentimientos de culpa de los jugadores cuando fallaban, los ejercicios de Correíta para mejorar su definición, la transición hacia un esquema táctico con tres centrales...

Con el Atleti, hace tiempo que ya no cuela lo de equipo humilde, lo de equipo del pueblo —demasiados millones de presupuesto anual para ello—, pero sí que es cierto que aún estaremos entre los clubes con espíritu más familiar del mundo. Es lo que tiene el que todos los atléticos asumamos ese sufrimiento en equipo como seña de identidad, que se crean vínculos muy fuertes entre nosotros que van más allá de los éxitos y los fracasos. Y de ahí el título: "Otra forma de entender la vida".
Los directivos de otras entidades no perderían la ocasión de un documental como este para presumir de todos sus trofeos pasados, o de todo su poder adquisitivo actual, o de la patente superioridad cualitativa (al menos sobre el papel y en transfermarkt) de su presente plantilla; pero todo eso no sirve para hacer llorar al forofo, no para contagiarle ese sentimiento de consanguinidad, ese compromiso que le hace estar animando en la cancha cada fin de semana, a las duras y a las maduras. Si no eres hincha del Atleti y, aun así, te asoman las lágrimas de forma irrefrenable cuando Felipe grita “¡Juntos, como una familia!” tras la consecución del título 2020-21, quizás es que eres atlético de corazón y aún no te has enterado. (Critiano Ronaldo hubiera gritado "soy el mejor", o "me lo merezco", o alguna egocentría similar.)
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15 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Show
The Show (2020)
  • 5,2
    705
  • Reino Unido Mitch Jenkins
  • Tom Burke, Roger Ashton-Griffiths, Siobhan Hewlett ...
6
¿Quién mató a Laura Palm… digo a Jim Mitchum? (5.8)
Se nota cierto toque Moore, que no es lo mismo que decir que su nueva incursión en el guión cinematográfico haya sido un éxito sin paliativos, ya que el resultado mezcla aciertos y errores a partes iguales.

Entre los aciertos podríamos subrayar un sentido del humor omnipresente, que nos brinda algunos diálogos ingeniosos y una buena galería de secundarios (entre los que destacaría a los niños detectives, al Hitler cantante, al dubitativo Bradley John, al compañero de piso y al propio Alan Moore). También hay un esfuerzo visual que se beneficia de un presupuesto bastante alto para una película de estas características (alrededor de un millón de euros). Recuerda en muchos momentos a Twin Peaks, aunque se queda a años luz de las intensas cargas atmosférica, dramática e inmersiva que alcanzaron Lynch y Badalamenti, y eso no es cosa baladí.

Por otra parte, es imperdonable que una película con tanto protagonismo surrealista y onírico termine resultando excesivamente discursiva, que se pierda en explicaciones enmarañadas y caóticas de una trama que, al final, en resumidas cuentas, es una soberana chorrada (por simple). Tampoco está especialmente acertada en la construcción de los protagonistas, que se muestran distantes y tibios, ni en la justificación de muchos de los secundarios, cuya aparición es tan fugaz que no se aprecia relación alguna con los hechos; todo ello hace muy difícil la implicación del espectador.

Realmente ha sido concebida como una especie de episodio piloto; esto disculparía en parte sus cabos sueltos (como el personaje del enmascarado), que podrían encontrar continuidad y desarrollo en una futurible serie. Aunque todo eso son especulaciones; en lo que nos ha llegado a día de hoy, un par de meta-referencias al mundo “mooriano” puede que satisfagan a sus seguidores, pero el resto de los mortales agradeceríamos algo más de pulcritud narrativa y dimensión emocional.
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atrapados en la red
Atrapados en la red (2020)
Documental
  • 6,9
    228
  • República Checa Barbora Chalupová, Vít Klusák
  • Documental, (Intervenciones de: Sabina Dlouhá, Anezka Pithartová) ...
8
El cazador cazado (8.0)
Todo en este documental está pensado para cortocircuitar el cerebro de cualquier padre honrado y decente que esté en su sano juicio. Es de las cosas más bestias que recuerdo haber visto en los últimos años, porque aquí no puede uno agarrarse al salvavidas de la ficción, no, te obliga a abrir los ojos, cual terapia Ludovico, ante una realidad que cuesta asimilar incluso una vez terminada la proyección y confirmados todos los datos numéricos que nos presenta.

La idea principal de los productores consistió en montar y grabar una operativa, más cercana a lo policial que a lo cinematográfico, con el fin de mostrar el modus operandi de los depredadores sexuales de niños que actúan en las redes sociales, y, ya de paso, cazar in fraganti a alguno si se presentaba la ocasión (que se presentó, vaya si se presentó).

En el minuto cinco de metraje ya te habrás llevado las manos a la cabeza en varias ocasiones, tan solo viendo las estadísticas mostradas en los carteles introductorios y los comentarios personales de las mujeres adultas de aspecto prepúber que se presentaron al casting; y puedes mantenerlas ahí en lo alto hasta el final si quieres ahorrarte sobrecargas musculares por exceso de movimiento, porque lo que se viene… En resumidas cuentas, mete el dedo en la llaga y hurga sin parar, llevando las trampas tendidas a los pedófilos hasta encuentros reales. Sorprende la cantidad de sus perfiles: de treintañeros a sesentones, de agresivos a seductores, de acomplejados a enfermos, de temerarios a calculadores… El espectador que sea capaz de leer lo que va implícito en sus comportamientos, apreciará la cinta en todas sus dimensiones.

Algo está fallando en la vida moderna, y lo está haciendo a todos los niveles: los padres no hablan con los hijos (cómo hacerlo, si trabajamos a todas horas); los hijos no hablan con los padres (para qué iban a hacerlo, si tienen acceso permanente a Internet); los proveedores de redes sociales no controlan algo que sería fácil con la I.A. (por qué iban a querer, si no son obligados por nadie y las adicciones de los usuarios les reportan su fortuna); las autoridades competentes parecen no dar abasto en su lucha (cómo iban a darlo, si el anonimato que proporcionan estos sitios no hace más que entorpecer)… Si a eso le unimos que entre los agresores sexuales no es del todo imposible encontrar también policías, diplomáticos, eclesiásticos, juristas y otras gentes de poder…

Por ir terminando, te lo advierto, no es cómoda de ver, porque es bastante explícita y te hará sentir muy vulnerable (si eres padre, ya ni te cuento); pero no creo que mirar para otro lado sirva de nada, pasar el mal rato que supone verla nos prevendrá a todos de ese mundo de depravación que nos rodea y nos instará a tomar medidas en el seno familiar.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después del amor
Después del amor (2020)
  • 6,9
    1.734
  • Reino Unido Aleem Khan
  • Joanna Scanlan, Nathalie Richard, Talid Ariss ...
7
Ternura y comprensión (7.2)
Ternura y comprensión, dos palabras que no se escuchan mucho en los últimos años, pero que son la esencia de esta película, un drama de enredos (subgénero que no tengo claro que haya sido acuñado previamente, pero que describiría bastante bien lo que aquí sucede), con una concepción técnica minimalista, pero de resultados sentimentales muy profundos.

El director tiene un estilo de esos con los que comulgo perfectamente, alejado de efectismos, tendente al intimismo, pero muy preocupado de conseguir ritmo desde el montaje. Sobre todo en la presentación, se sirve de una sucesión constante de planos breves, cada uno con nueva información que aportar (no siempre explícita) y con la duración exacta para que el espectador pueda ir organizándola en su cabeza, sin prisa pero sin pausa; y, en la segunda parte, con las cartas ya a la vista sobre el tapete, aguanta mucho más los planos, reservando momentos para que las actrices desplieguen todo su arte. Lo mismo hemos visto, con alguna ligera variante, en sus dos cortos anteriores, que le han granjeado prestigio como joven talento prometedor.

Otra de mis debilidades son los autores que encuentran la inspiración en sus raíces culturales más que en la imitación de realizadores o corrientes de referencia. Aleem Khan nació en Kent (Inglaterra), en el seno de una familia con herencia pakistaní, y esa temática de inmigración ha estado presente en casi todos sus trabajos, incluido este que nos ocupa, que se centra en un triángulo amoroso descubierto por una musulmana conversa tras la muerte de su marido, con hijo ilegítimo de por medio. El desarrollo de los acontecimientos, probablemente, no sea el que uno esperaría tras leer la sinopsis.

Es mi elección como mejor película, de las ocho que he podido ver, de la sección Talents del D’A film festival 2021. Salvo que tengas una piedra por corazón, llorarás al verla; algunos, incluso, nos replantearemos comportamientos pasados que hemos tenido. Sin embargo, el premio de la crítica, seguramente, se lo den a otra cinta menos madura, que los jurados son muy de valorar asuntos vanguardistas.
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27 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cineclub
Cineclub (2020)
  • 4,3
    33
  • España Carles Gorres, Mireia Schröder
  • Documental
6
No somos la Nouvelle Vague… pero nos lo tomamos con humor (5.6)
El género cinematográfico al que se liga la cinta es el adecuado, dada la estrecha relación del vanguardismo con el concepto de cineclub al que se refiere el título. Nos encontraremos, por tanto, ante un popurrí experimental, entre la metaficción y el ensayo surrealista, que está cerca de convertirse en asequible para el gran público gracias al sentido del humor y a la relativa modestia con que sus jóvenes realizadores nos transmiten sus inquietudes generacionales.

Merece la pena dedicarles unos minutos: tienen cosas que contarnos y maneras frescas de hacerlo. Toman como arranque una excusa ficticia, el intento de filmación, por parte de unos estudiantes de cine a punto de graduarse, de un documental sobre la preparación de la última sesión de despedida del cineclub que venían coordinando durante sus años de formación. A partir de ahí, las atávicas opiniones de sus abuelas sobre el resultado final del trabajo, la complicada relación entre las antagónicas personalidades de los dos principales organizadores del evento, reflexiones sobre el estado actual del cine de autor y sobre su futuro, pinceladas costumbristas, sketches absurdos… Todo vale, y todo tiene su pizquita de gracia.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El viento y el león
El viento y el león (1975)
  • 6,6
    3.066
  • Estados Unidos John Milius
  • Sean Connery, Candice Bergen, Brian Keith ...
7
Lo bueno, si “bereber”, dos veces bueno (6.8)
Toda estructura estable en la vida debe sustentarse en buenos pilares, y esta película tiene tres principales:

— El “dire”

John Milius, que también agarró la pluma, como buen escritor que es (mejor que director, incluso), para confeccionar este guión, libremente inspirado en un artículo sobre el secuestro del playboy Ion H. Perdicaris en 1904, aunque le cambió apellido y sexo con respecto al incidente real, entre otras muchas cosas. Su narración salta constantemente entre una historia de aventuras en el desierto, que viven capturados y captor, y otra centrada en los enfrentamientos diplomáticos que desencadena el rapto. De crío se te queda grabada en la retina la primera, por la vistosidad de los escenarios, por la espectacularidad de los ejércitos bereberes desfilando, por esa violencia característica que impregnó este género en los 80, bastante explícita pero atenuada por la colorida fotografía y la poca trascendencia que adquirían las muertes de los secundarios. De adulto, sin embargo, ya con las estructuras cerebrales completamente formadas y habituadas a procesar diariamente abundantes muestras de cinismo, encuentra uno mucho más estimulante la segunda trama, el enfrentamiento transoceánico entre dos pavos reales: el Raisuli y Theodore Roosevelt; el primero, más preocupado en emprender bravuconadas para poner su nombre en los diarios internacionales que en buscar un beneficio práctico para su pueblo; el segundo, deseoso de responder contundentemente a cualquier provocación, públicamente y con gran alharaca, a fin de atraer orgullosos votos patriotas y salir reelegido presidente. Esta vertiente del film ofrece, también, un puñado de secundarios y escenas caricaturescas para el recuerdo, como la gestación, entre lingotazos espirituosos, de la intervención militar que podría haber desencadenado una guerra mundial, o las conversaciones entre Roosevelt (Brian Keith) y su secretario de estado (John Huston), que rememoran perlitas como la famosa frase “Why spoil the beauty of the thing with legality?".

— El “Sir”

Sean Connery. Ya desde su primera aparición se nota que tenía algo especial, y lo tenía más para lo bueno que para lo malo. Le bastaron un par de segundos, una leve mueca y una penetrante mirada para hacer entender al espectador quién era Raisuli, de dónde venía, adónde iba y qué impresión le causó la atractiva señora Pedecaris. Luego, tenía otras cosas menos positivas, como que fue incapaz de imitar el acento árabe, ni aun contando con la ayuda de su compañero de reparto Nadim Sawalha, que intentó hacer de logopeda pero desistió a los pocos días; importar, tampoco importó mucho, pues se inventó un dejo bastante cómico, entre solemne y distinguido, que ni era escocés, ni encastado, ni mucho menos beréber. Además, está eso que tanto se ha dicho sobre su atractivo animal, lo de hablar de él como si le colgara de cada axila un difusor industrial de feromonas; algo de eso tenía, no cabe duda.

Fue la tercera opción para interpretar a Raisuli. Shariff y Quinn estuvieron por delante, pero se cayeron del proyecto por diversas razones. El carisma de Connery logra salvar por los pelos la línea argumental que se desarrolla en el desierto, pues el guión estanca pronto la progresión de su personaje.

— “Coleta salvaje”

Jerry Goldsmith, el genio de la musiquilla, la auténtica bestia parda de entre los compositores cinematográficos estadounidenses del siglo XX, muy superior en calidad, versatilidad e innovación a los típicos nombres de siempre, aunque menos reconocido puertas afuera del mundillo, seguramente porque gustaba de alternar las grandes producciones con las de serie B (o Z a veces), donde le dejaban experimentar y pasarse las normas comerciales por el forro de los cojones. Aproximarse correctamente a su música tampoco tiene mucha ciencia: se tapa uno los ojos, entona el “pito, pito, gorgorito…” y elige uno de sus trabajos al azar; ya será mala suerte que toque uno de los flojos, pues escasean en su filmografía.

Para esta ocasión adaptó algunos de los los ritmos y escalas de la música tradicional marroquí para ser interpretados por orquesta clásica, aunque también se apoyó en instrumentos más étnicos. Compuso una partitura con tramos de ritmo muy vivo, con complejos toques que van desde la fanfarria hasta la marcha carnavalesca, alternados con otros más intimistas. Es considerado uno de sus mejores trabajos; fue nominado al Oscar y algunos especialistas incluso lo han incluido en esas listas tan injustas de “top scores" (injustas porque se quedan fuera muchos otros que merecerían igual consideración).



Definitivamente, una de las películas de aventuras "olvidadas" más recomendables. Apta para ver en familia, siempre que no te importe que tus hijos asistan a decapitaciones, sablazos y tiroteos. No tengo claro el límite de edad adecuado, pero, sea cual sea, ten por seguro que yo me lo salté unas cuantas veces durante mi infancia, y creo que he salido bastante manso.

Escrito por: uno que pasaba por aquí y se enamoró del cine.
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14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin pistas
Sin pistas (1988)
  • 6,4
    1.898
  • Reino Unido Thom Eberhardt
  • Ben Kingsley, Michael Caine, Jeffrey Jones ...
6
El semental, querido Watson (6.2)
Simpática ocurrencia, que se sigue con agrado la mayor parte del tiempo, aunque, claro está, uno tiene que haber asumido previamente la idea desmitificadora que nos pinta a Sherlock como un actor mediocre, borracho y lascivo, que es contratado por un impopular doctor Watson, la auténtica mente deductiva, quien ha tenido que inventar el personaje de Holmes para una mejor aceptación por parte del público. Por los comentarios de los espectadores, parece que la propuesta es muy bien asimilada incluso por los más acérrimos fanáticos de los relatos.
Son bastante correctas la fotografía, la puesta en escena y la música de un Mancini en su faceta sinfónica, que invito a descubrir al que sólo lo conozca por sus éxitos jazzísticos sesenteros (para ello deberá bucear por decenas de trabajos de serie B en los que no apareció ni acreditado, por culpa del tipo de contrato que tuvo con la Universal en sus inicios, por el que siempre figuraba como compositor el director del departamento, Joseph Gershenson, aunque no hubiera escrito una sola nota).

A pesar de las bondades citadas, a partir de la mitad comienza a desprender cierto tufillo televisivo debido a la forma que van tomando las escenas. Se embucla en algunos tramos al insistir demasiado en el slapstick y la sicalipsis tosca, lo fía todo a la vis cómica de Caine y se olvida de una historia que podría haber alcanzado matices más aventureros e intrigantes. No es de extrañar dada la carrera de los dos guionistas, dedicada casi por entero a colaboraciones televisivas (Malcolm in the Middle, Juzgado de guardia…). Parece que se hubieran quedado sin buenas ideas para completar todos los minutos del nudo.

Podemos decir, aún a día de hoy, que sigue siendo la versión cinematográfica de Wilder de 1970 la que mejor ha sabido vulgarizar a estos icónicos personajes, que, ya de por sí, tenían bastante de auto parodia originalmente.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cielo de medianoche
Cielo de medianoche (2020)
  • 5,0
    9.685
  • Estados Unidos George Clooney
  • George Clooney, Felicity Jones, David Oyelowo ...
5
Una serie de catastróficas desdichas (5.0)
Nació fallida desde el mismo instante en que alguien pensó que sería buena idea mezclar en la misma coctelera los vicios efectistas del Roland Emmerich más comercial, el drama existencial de Interstellar y la aventura galáctica de Gravity, y hacerlo sin mínimo disimulo. No es gratuito lo que acabo de decir. Prácticamente cualquier escena en esta “Cielo de medianoche” puede considerarse un corta y pega de otras ya presentes en alguna de esas tres fuentes que acabo de referenciar, y, claro, así es difícil que la historia no se haga predecible.

Cuesta no reírse con algunos de los imprevistos (o más bien “previstos”) que Clooney se va encontrando en su travesía ártica entre observatorios, o con el cúmulo de casualidades metidas con calzador que dan pie a todas las escenas de tensión en el espacio, ya vistas mil veces en este género.

Cuesta aceptar tanto abuso de elipsis narrativas para ahorrarse explicaciones (¿me puede alguien aclarar cómo se sobrevive a un chapuzón nocturno en aguas polares a la intemperie?; porque aquí no lo hacen, simplemente saltan al plano en el que el personaje ya está bien sequito y enfundado en un abrigo que se ha materializado de la nada por arte de magia).

Cuesta entender tanta torpeza en el intento por hacer un blockbuster existencialista (ojo, Nolan ya demostró que es posible acertar en el enfoque); es difícil asimilar el batiburrillo que les ha salido.

Cuesta aprobarla, pero estamos en Navidad y tiene uno su corazoncito generoso… y su injustificada (lo reconozco) predilección por Clooney (serán sus anuncios de Nespresso, que me tienen embaucado).
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14 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Manhunt (Miniserie de TV)
Manhunt (2019)
Miniserie
  • 6,4
    998
  • Reino Unido Marc Evans
  • Martin Clunes, Katie Lyons, Claudie Blakley ...
7
Una de las sorpresas televisivas de la temporada 2019 (7.5)
En lo que a mí respecta, una de las sorpresas televisivas más notables de la pasada temporada. Lo fue porque, la verdad, uno espera ya poco del género policíaco, tan resobado que la novedad suele brillar por su ausencia, salvo en excepciones que se pueden contar con los dedos de una mano (True Detective, Mindhunter, The Night Of y unas pocas más en los últimos años). No es tanto que el género no ofrezca posibilidades como la falta de valentía y compromiso de productores y realizadores, y, lo diré aún a sabiendas de que se me crucificará, falta de madurez del espectador medio, que parece exigir cuantos más tópicos mejor para engancharse a un producto.

¿Qué hay de original en esta Manhunt? No pretende ser un thriller al uso (es decir, en el sentido más efectista de la palabra); no veremos persecuciones espectaculares, ni tiroteos, ni detectives superdotados, ni asesinos superhombres, ni oficinas en penumbras, apenas habrá flashbacks aparatosos… Nada de eso. La propuesta va por otros derroteros muy diferentes, más en la línea de la sobriedad y la verosimilitud, tratando de forma concisa y seria las relaciones interpersonales entre agentes, el impacto de los casos mediáticos en la vida familiar de los detectives y el modus operandi policial en investigaciones de este tipo.

Por esta introducción pudiera parecer que el desarrollo de los conflictos discurre con calma, pero lo cierto es que el guión toca tantos palos en tan poco tiempo (tres capítulos de cincuenta minutos cada uno*) que alcanza un ritmo bastante vivo.
La narración va siguiendo al veterano detective Sutton, que lleva tiempo esperando un caso importante como el que se le presenta para progresar en su carrera, pero de cuya capacidad para gestionar equipos y presiones tan grandes duda todo el mundo, incluso él mismo. Constantemente irán surgiendo nuevas pistas e imprevistos que apremiarán a la resolución y absorberán su completa dedicación, lo que hará que descuide gravemente a su familia escudándose en excusas que realmente encubren su ego profesional.
Martin Clunes le imprime esa particular flema británica al personaje, esa capacidad para responder con aparente impasibilidad y sentido del humor fino a las más variopintas situaciones —muy alejado del detective de sangre caliente que nos suele venir de Estados Unidos, incluso de algunos países nórdicos—. Su acento y sus maneras comienzan resultándonos un poco pedantes —hablo de la versión original, el doblaje al castellano pierde la mayor parte de esos matices—, pero, al final, gracias al trabajo de guión e interpretación, se siente uno parte del equipo que le apoya ciegamente, y entiende las razones de la devoción que se le profesa en la comisaría —el concepto de liderazgo es diseccionado muy cuidadosamente en esta serie.

Conclusión: ideal para esos días en los que quieres ver un producto de calidad serio, pero sin darle demasiado al coco, en los que simplemente te apetece dejarte llevar por una trama interesante. Un sofá, una mantita, esta miniserie y un buen chocolate caliente; pocos planes mejores para unas fiestas de Navidad confinadas.

* NOTA: Esta crítica la escribí para la primera temporada, basada en uno de los casos reales (el asesino en serie Levi Bellfield) que aparecen en las memorias del detective Colin Sutton. Ya está planificada una segunda temporada de cuatro capítulos, en la que se seguirán las evoluciones de los mismos protagonistas.
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10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
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