arrow
Críticas ordenadas por:
Bushwick
Bushwick (2017)
  • 4,5
    1.280
  • Estados Unidos Jonathan Milott, Cary Murnion
  • Dave Bautista, Brittany Snow, Brandon Cyrus ...
6
El argumento, ese gran olvidado de nuestro días (5.7)
Con un bajo presupuesto, hoy por hoy, pueden hacerse cositas técnicamente interesantes gracias a los efectos digitales. La idea tras Bushwick era, precisamente, aprovecharse de eso para ver si, con la cara conocida de un Dave Bautista emergente en el mundillo comercial (metido aquí a productor también), daban la campanada. No coló, pero podría haber colado perfectamente, ya que tiene ingredientes comunes a muchos éxitos recientes: es una viguería técnica en torno a una idea mínima que cabe en una servilleta… y aún sobra espacio. La única diferencia con un videojuego de disparos es que el videojuego dura un poco más.

Sólo cabe, por tanto, analizarla estéticamente. Los efectos (sobre todo de sonido) y la fotografía, es justo decirlo, son bastante competentes. Pretenden apuntarse también al reto del plano secuencia (debe haber un “long take challenge” circulando por Hollywood), pero, curiosamente, no consiguen transmitir sensación de realismo debido a la limpidez de la imagen, a la suavidad del movimiento de la cámara y a un montaje torpe en muchos tramos (se hacen muy evidentes los cortes falseados). Tampoco ayuda que el personaje de Bautista, o, mejor dicho, él como actor, esté metido con calzador (¿un indigente con aspecto de Mister Universo?).
Si de mí hubieran dependido, muchas cosas habrían sido diferentes. Los motivos del ataque, por ejemplo, no se habrían desvelado hasta casi el final. Eso habría permitido mostrarse más juguetón con el espectador, ponerle la miel en los labios y luego quitársela (ej.: atrapan a uno de los enmascarados, lo interrogan, parece que va a cantarlo todo sobre la invasión, pero… ¡zas!, se toma una píldora de cianuro, o algo así). También habría cerrado el final mostrando imágenes de noticiarios, avanzando un poquito en las consecuencias políticas y sociales de todo lo que se ha visto, más que nada para que lo argumental no quedara tan famélico.

Les ha salido un producto de género no nefasto, no deslucido, pero sí completamente irrelevante. Como esta humilde reseña.
[Leer más +]
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Point Blank
Point Blank (2016)
  • 6,3
    123
  • Alemania Philipp Kadelbach
  • Tom Schilling, Jens Albinus, Edin Hasanovic ...
6
Hay alternativas más interesantes a las que dedicar el tiempo (6.0)
Arrasó en los premios de televisión alemanes del 2016. Cierto que, parar ser un producto televisivo, el nivel de producción es bastante alto.

Pero consigue captar tu atención sólo lo justo, porque todo se te hace previsible, reconoces en ella demasiadas referencias (por no decir imitaciones) a otros clásicos policíacos mucho mejores. Desperdicia, en mi opinión, la oportunidad de adentrarse en un tema relevante y de actualidad: el de las apuestas deportivas controladas por mafias eslavas. No va mucho más allá de la historia del policía infiltrado, de vida personal solitaria y desangelada, que experimenta en sus carnes el síndrome de Estocolmo. Termina y uno sigue preguntándose cómo funciona internamente ese mundo de amaños, y, por extensión, cómo lo enfrenta realmente la policía a una escala mayor. Este tema exige como complemento más ambición periodística. Ni qué decir tiene que sale perdiendo en comparaciones con The Wire, Los Soprano, Infiltrados, American Gangster, La noche es nuestra, Hardcore (1979), Serpico, Los sobornados (1953)…; en fin, la lista puede hacerse muy extensa.
[Leer más +]
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sueñan los androides
Sueñan los androides (2014)
  • 5,0
    475
  • España Ion de Sosa
  • Manolo Marín, Moisés Richart, Marta Bassols ...
4
Sueñan los espectadores… con ver historias interesantes
Es evidente que la crítica especializada tiene mucha más capacidad de concentración que yo, y mucha más paciencia, una paciencia infinita. Había leído bastantes elogios, y que tenía nominación en algún festival.

Pasan los cuatro primeros minutos y sólo veo un encadenamiento de imágenes de edificios en obras benidormenses, sin música, ni efectos de sonido, ni voz en off… Me empiezo a mosquear un poco, pero justo entonces aparece un replicante obeso corriendo, que es “retirado” por un blade runner, todo muy cutre, con estética de videoaficionado, pero eso ya lo había asumido y comprado antes precisamente como elemento humorístico de la propuesta.
Luego, otros tres minutos en los que vemos cómo retira, muy lánguidamente, a varios más, en escenarios muy cotidianos (una tienda de fotos, un supermercado…). Luego, varios minutos más de vídeos caseros: ancianos que posan sonrientes ante la cámara, como si les fueran a hacer una foto, y vídeos tiernos de una pareja con su bebé.
Se acerca el minuto diez y ya pasa algo interesante: cena de amigos en la terraza de un piso, la pareja anterior con un amigo replicante gay (que no parece Rutger Hauer precisamente), que les cuenta una anécdota anal bastante graciosa. Ahí suelto la carcajada. Luego, vídeos de jubilados bailando, algo tan absurdo y fuera de lugar que me arranca una sonrisa, y empiezo a pensar que esto va tomando vuelo, que empiezo a conectar con la película.
Pero, ¡ay, amigo/a!, luego vienen otros cinco minutos de dos mujeres de la limpieza haciendo su trabajo. Luego, varios minutos insulsos más. A esas alturas ya estoy resoplando como un penco, no paro de mirar el reloj, la sensación de pérdida de tiempo es acuciante, y termino por apagar sin haber llegado siquiera a la mitad del metraje.

Y así en los dos intentos de verla que he hecho, lo que me lleva a incluirla, lamentablemente, en mi lista de mierdas pinchadas en un palo. Y digo "lamentablemente" porque me había hecho ilusiones.
He visto en ella un par de cosas graciosas y no me parece mala la ocurrencia… pero mejor como corto. No da ni para 20 minutos, mucho menos para los 60 que dura.
[Leer más +]
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El blues de Beale Street
El blues de Beale Street (2018)
  • 6,3
    4.409
  • Estados Unidos Barry Jenkins
  • KiKi Layne, Stephan James, Regina King ...
8
Sentir profundamente (7.7)
Barry Jenkins se arriesga muchísimo, se lo juega todo a una baza: contar un culebrón romántico desde las entrañas, sin importarle adoptar una actitud victimista y maniquea en lo racial, que seguramente le granjeará muchos detractores, sin importarle imprimir una cadencia pausada, que seguramente no será del gusto de la mayoría. Pero a mí me ha ganado para su causa... por cómo mueve la cámara, que parece acariciar la piel de los amantes, por el elegante e impecable diseño de música y sonido, que me hace temer, sufrir, odiar, reír… Asisto con ojos llorosos a todo lo que me cuenta, me hace creer que pueden existir las verdaderas historias de amor, pero también me hace maldecir la vida, que es muy puñetera y se empeña en poner trabas. Me hace sentir profundamente, y, hoy por hoy, cuesta encontrar películas así.
[Leer más +]
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gourmet samurái (Miniserie de TV)
El gourmet samurái (2017)
Miniserie
  • 7,0
    599
  • Japón Michihito Fujii, Mamoru Hoshi
  • Naoto Takenaka, Honami Suzuki, Tetsuji Tamayama ...
6
«¡Como lo que quiero, cuando quiero, donde quiero!» (6.5)
En Japón, el género gastronómico, tanto en el manga como en la televisión, lleva años totalmente asentado y ha alcanzado un éxito enorme. Difiere bastante de los programas de cocina a los que estamos acostumbrados en occidente, ya que no sólo muestran cómo se cocina el plato sino también cómo se debe hincarle el diente y saborearlo “adecuadamente”.

Existe un subgénero de ficción, en el cuál se enmarca esta serie, caracterizado por mostrar situaciones y personajes corrientes relacionados con su cocina local. Este guión toma como inspiración el cómic 'Kodoku no gurume' ('El gourmet solitario’), el manga sobre “gastronomía de serie B” ―es decir, el que no habla de alta cocina, sino de la típica de una zona, de la casera, de la callejera…― que ha alcanzado mayor éxito internacional; pero no puede considerarse una adaptación, ya que existe otra serie que sí lo es y se emitió en Japón entre 2012 y 2017. Puede considerarse, eso sí, un intento de ampliar fronteras de la mano de Netflix. Para ello, ha remodelado el personaje protagonista: lo que en el cómic era un comerciante soltero de mediana edad que busca dónde comer durante sus viajes de negocios ―un tanto soso―, aquí se transforma en un recién jubilado pusilánime, indeciso, hipocondríaco, ceremonioso, fantasioso y aspaventero que encuentra en el yantar un acto de liberación ―algo mucho más carismático y cómico, dónde va a parar, sobre todo con esos “orgasmos” en público que le hacen retorcerse cual gata en celo con un simple bocado de catering, o con ese álter ego samurai imaginario que ensoña cuando no se atreve a afrontar una situación cotidiana incómoda como realmente le gustaría.

La estructura del capítulo en este tipo de series suele ser deliberadamente repetitiva. Se intenta profundizar lo justo en la vida personal del protagonista en favor de trazos sociológicos y culinarios sencillos, sin alardes ni pretensiones fuera de lugar. No obstante, ésta es, de estas producciones, una de las que más protagonismo da a la intimidad de sus personajes. A través de las vicisitudes por las que pasa el vejete, iremos viendo platos y restaurantes típicos del país, sus tradiciones (tienen un ritual para casi todo), diferentes tipos de caracteres según la región o el estrato cultural, la influencia de costumbres extranjeras, sus roles sociales (excesivamente machistas para mi gusto, y aquí se nota en la relación con su mujer)…

Aunque no creo que haya un perfil de espectador específico al que recomendársela con total seguridad, no me parece destinada a un amplio espectro de público. Desde luego, no es para los que exijan acción a raudales, efectos especiales o historias complicadas. No, creo que es más para gente de corte tranquilo y curioso; no necesariamente se tiene que ser ya amante y conocedor de la cultura japonesa, basta con tener una mente abierta y ganas de probar cosas nuevas.

==========

Os comparto mi lista de platos "raros" extraídos del cómic y de esta serie. He descartado los que ya se conocen muy bien en España (sushi, sashimi, ramen, sopa de miso, tempuras…). Perdonad si algo de lo siguiente os parece ya obvio, pero yo lo tengo aún pendiente de probar.

• Takoyaki: buñuelos de pulpo, típica comida callejera de Osaka. Se hacen bolitas de harina de trigo con agua, y dentro trozos de pulpo, jenjibre…, y luego se asan en una especie de gofreras.

• Yakitori: mini brochetas a la parrilla. No me interesan las típicas (dados de pollo o cerdo), sino cosas más “exóticas”: Kawa (piel de pollo), Ha-tsu (corazones de pollo), Nankotsu (cartílago, con pocas calorías), Seseri (carne del cuello del pollo muy musculosa), Tonsoku (pies de cerdo), Tan (lengua de cerdo), Gatsu (estómago de cerdo), Shiro (intestino de cerdo), Uzura no tamago (huevos de codorniz)… Acompañadas de salsa Tare.

• Nattō: habas de soja fermentadas con determinadas bacterias. Parece que quedan cubiertas de una baba viscosa que se estira como si fuera queso gruyer fundido. Dicen que el sabor es muy fuerte, y sus beneficios para la salud, incalculables.

• Oden: diversos ingredientes cocidos en un caldo ligero de konbu (algas) y katsuobushi (atún fermentado y seco en virutas), que se condimenta con un pegote de mostaza en un borde del cuenco. Los ingredientes que me gustaría poder cocer ahí: rebanada de rábano daikon bien grandecita, hanpen (un tipo de surimi blanco), dados de gelatina/membrillo de konjac (konnyaku), kamaboko (pastel de pescado), albóndigas y buñuelos varios…

• Yuba: nata que le sale a la leche de soja al hervirla. Especialmente interesante la que sirven en forma de tronco, enrollando la nata sobre cebollino, acompañada de salsa ponzu.

• Kimosui: sopa de vísceras de anguila, servida junto al donburi de anguila (donburi = pescado, carne, verduras y/u otros ingredientes que se cocinan juntos y se sirven sobre lecho de arroz).

• Manju: dulce consistente en bolitas de harinas, azúcar y leche cocinadas al vapor. Se puede rellenar (típicamente de pasta dulce de judías) y/o cocinar de otras maneras, pero entonces se las conoce con otros nombres.
• Yaki-manju: un manju que se pone en la parrilla y se va rociando de salsa de miso mientras se cocina.

• Mamekan: postre consistente en una jalea de judías negras con sirope de azúcar moreno y gelatina de agar.

• Mugi-cha: té de cebada.

• Shochu: bebida alcohólica más consumida en Japón, incluso más que el sake.

¡Ay!, no puedo evitar salivar al leer la lista. Y al ver esta serie me pasa lo mismo.

Acepto sugerencias y recomendaciones.

==========

NOTA 1: Los doce restaurantes visitados por el personaje durante la primera temporada de la serie son reales, como también sus menús. https://ifbth.com/samurai-gourmet-filming-locations/
NOTA 2: Otras series en Netflix del mismo género: “Midnight Diner: Tokyo Stories”, “Japanese Style Originator”.
[Leer más +]
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cristal Oscuro: La era de la resistencia (Serie de TV)
Cristal Oscuro: La era de la resistencia (2019)
SerieAnimación
  • 7,8
    4.366
  • Estados Unidos Jeffrey Addiss (Creador), Will Matthews (Creador) ...
  • Animación, (Voz: Taron Egerton, Anya Taylor-Joy) ...
8
Orfebrería fílmica de mucha calidad (7.7)
Todo pintaba mal: Netflix de por medio (suelen estar más interesados en estrenar rápido que en mimar los trabajos), trailer que mostraba muchos efectos digitales (¿habrían dejado de lado a las marionetas?), la Jim Henson Company un poco desnortada últimamente… Pero, contra todo pronóstico, resulta sumamente respetuosa con la original.

Cuando se estrenó el Hobbit en 2012, cuando se estrenó cada una de las Star Wars posteriores al Episodio VI, lo que me hubiera gustado encontrar es algo más parecido a lo que sí he encontrado en esta producción: ese aroma a orfebrería fílmica de calidad, esa conjugación perfecta de arte y artesanía. Creo que los que nos hemos criado con este tipo de historias y queremos que nuestros hijos experimenten las mismas sensaciones que nosotros tuvimos, en realidad tampoco pedimos mucho: no queremos reinventar la rueda, ni un copiar y pegar, simplemente queremos una historia que complemente a la original y ver que los nuevos realizadores han aprendido las lecciones, que miran a sus modelos con ojo analítico, entendiendo cómo se deben hacer las transiciones entre escenas, cómo dividir la historia en hilos narrativos más pequeños, cómo escribir personajes con carisma (¡ay, esos secundarios!), cómo utilizar la música y los efectos de sonido, etc., etc.

Esta precuela se remonta a tiempos pasados del planeta Thra, en los que aún parece haber un equilibrio que permite vivir en armonía a todas las especies y razas, pero que los Skeksis están empezando a romper debido a su egoísmo, a su búsqueda de la inmortalidad. Las piezas de este nuevo puzzle, sencillo pero pulcro, terminan por encajar y enlazar muy bien con la película de 1982.
Estilísticamente, hereda todo el imaginario (skeksis, místicos, gelflings, podlings, zancudos…), incorporando nuevas razas, seres y ecosistemas. Argumentalmente, envía un mensaje ecologista un poco naif, pero que es lo que le va a una producción familiar de este tipo (no esperaba ni deseaba ver un Blade Runner cuando me senté frente a la pantalla). Técnicamente, utiliza los efectos digitales con mesura, dejando el protagonismo a las marionetas, los decorados y el sonido, gracias a los cuales se siente uno embelesado, casi hipnotizado.

En resumen, mucho más rica de lo que cabía esperar. Tiene magia, tiene personalidad y destila nostalgia.
Sólo se hubiera podido mejorar de una manera: rebajando a 6 episodios. Sobre todo en el último tramo, se nota un poco estirada para poder ajustarse al formato de temporada de 10 capítulos que le exigió la plataforma digital, y esto no augura nada bueno de cara a posteriores entregas. Ya veremos; ojalá me equivoque.
[Leer más +]
42 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hotel Bombay
Hotel Bombay (2018)
  • 6,6
    4.065
  • Australia Anthony Maras
  • Armie Hammer, Dev Patel, Jason Isaacs ...
7
Guest is God (7.4)
Parece ser que en España se va a estrenar con algo de retraso. Intentaré aportar mi granito de arena, al menos anticipar a mis compatriotas qué pueden esperar de la película.

Hotel Mumbai no es un documental, sino una ficción basada en los hechos reales acaecidos durante los múltiples ataques terroristas que tuvieron lugar paralelamente en Bombai el 26 de noviembre del 2008 ("26/11" es como se refieren allí a la efeméride), centrada, concretamente, en el ataque contra el hotel de lujo Taj Mahal Palace. Sí está bien documentada, ya que la producción contó con la colaboración e implicación de gobierno y víctimas. Los guionistas se entrevistaron con muchos supervivientes, tuvieron acceso a informes e, incluso, a grabaciones de conversaciones telefónicas de los terroristas.

Como ya ha contado Anthony Maras en varias entrevistas, lo que más le interesó de este escenario, y no de los otros, fueron las muestras de valentía de gran parte del personal del hotel. Dos son sus propósitos con esta película: por un lado, que el espectador se sienta parte del grupo de personas (turistas, clientes, staff) que trata de sobrevivir por todos los medios; por otro, aportar unas cuantas pinceladas culturales, pocas pero bien elegidas, que hagan comprender un sentido del deber que otorga al huésped, casi, casi, el estatus de deidad. El primero de ellos lo consigue sobradamente, y el segundo es muy difícil hacérselo entender a un occidental, pero vale la pena que nosotros, esos “dioses”, hagamos un ejercicio de humildad aunque sólo sea durante el par de horitas que dura (hay mucha pobreza en Bombai, tener ese trabajo es una gran suerte, para algunos cuestión de vida o sufrimiento).

Lo primero que uno se preguntará tras verla es si todos los personajes fueron reales. La respuesta es no, con matices. Sólo se mantiene el nombre real del chef, cuya reputación le precedía; el resto de personajes son ficticios. Han intentado, eso sí, aglutinar en personajes únicos situaciones procedentes de varios testimonios diferentes, sin dejar de ser evidente que se toman licencias dramáticas. Y aquí radica otro problema, de guión: las escenas extremas se acumulan sobre unos pocos personajes, y son demasiadas como para no chirriar que alguno salga airoso de tantas. Aunque también os digo que, con interpretaciones tan finas como la de Patel, podría creerme cualquier cosa.

Lo que no va a encontrar el espectador son explicaciones sobre la organización de la masacre ni sobre sus consecuencias en las víctimas y la sociedad india, que ya estaba por aquel entonces tristemente habituada a este tipo de tragedias. Esto le hace perder algo de empaque, que esté algún peldaño por debajo de otras producciones mainstream de corte similar como "Bloody Sunday (2002)", "Omagh (2004)"…
Estaba ahora pensando si podrían haber ayudado algunos carteles introductorios previos, pero es un tema complicado. Las investigaciones no están totalmente cerradas aún, se mezclan el radicalismo islamista con el conflicto indo-pakistaní que se arrastra desde hace ya muchos años. Se sabe por los interrogatorios al único terrorista capturado con vida (condenado y ejecutado en 2012) que la organización responsable fue Lashkar-e-Taiba (Ejército de los justos), que opera desde Pakistán. Este país condenó oficialmente los atentados y prometió ayudar en la investigación; luego, aseguró que ningún ciudadano pakistaní había participado, que los responsables debían haber sido bangladesíes; pero India va después y descubre que el terrorista capturado es ciudadano pakistaní y que pertenece a esa organización, y que el armamento y equipo que usaron para sincronizarse era muy avanzado, tanto como para sospechar que recibieron apoyo del gobierno pakistaní; y luego empezó el cruce de acusaciones, el enésimo en sus relaciones… En fin, un montón de mierda demasiado grande como para que esta producción se adentre a removerlo.

En resumen, es un ejercicio de tensión que consigue sus modestos propósitos: conmoverte y no dejarte pestañear durante dos horas. Tiene un par de imperfecciones y carencias, pero está pensado para predisponerte a perdonárselas.
[Leer más +]
62 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Last Resort
Last Resort (2000)
  • 6,7
    239
  • Reino Unido Pawel Pawlikowski
  • Dina Korzun, Paddy Considine, Artiom Strelnikov ...
8
Querer amar a alguien pero no ser capaz de hacerlo. Querer ser amado por alguien pero no ser correspondido. (8.5)
Por motivos personales, o no, no lo sé realmente, esta película me ha llegado a la patata, muy hondo. Podría pasar a criticar temas más técnicos, o hablar de la cruda disección de la inmigración y de la indigencia que hace, pero no me apetece. Tras verla sólo tengo ganas de agarrar una botella de Jack Daniel's y tratar de olvidar a aquella chica peruana de la que me enamoré hace ya mucho tiempo; que no era mala, "simplemente" quería quererme, pero no podía. Y yo que creía tenerla ya olvidada...

En lo que a mí respecta, esta es, de entre todas sus muy buenas películas, la mejor. Puede estar satisfecho, señor Pawlikowski, me ha dejado usted jod... tocado y hundido.
[Leer más +]
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Communion
Communion (1989)
  • 4,7
    1.046
  • Estados Unidos Philippe Mora
  • Christopher Walken, Lindsay Crouse, Frances Sternhagen ...
6
Tendrá uno que aceptar su juego surrealismo-espiritualista (5.9)
Leí, hace ya un tiempo, el libro, catalogado por su autor como discurso testimonial autobiográfico. Me confirmó a Strieber como un escritor sin demasiado talento estilístico, pero capaz de plantear algunas reflexiones interesantes.

Sorprendido ando por el cambio que él mismo le imprime al guión de esta película, que se decanta por dar protagonismo al misticismo y la metafísica de la mano de no pocas escenas surrealistas, al contrario que en el libro, donde se mostraba sencillo, descriptivo, directo, mucho más preocupado por resultar creíble. Si unimos esto a las numerosas alteraciones en personajes y trama, a nadie debería extrañar que tenga mis dudas sobre la autenticidad de la historia original. ¿Qué argumentos justificarían tomarse para el cine licencias que no se tomaron para el libro, sobre todo en algo que se vendió como transcripción de “hechos reales”?

No sé, también es cierto que en los títulos de crédito en ningún momento recuerdo haber visto la coletilla “basada en hechos reales”. Quizás aquí le interesara liberarse de todos los corsés y ahondar en asuntos más espirituales (Strieber no dejó de ser católico tras su supuesta experiencia, así que intenta encajar sus hipótesis con sus creencias) y en el drama de pareja, esto último el punto fuerte de la película en mi opinión. Le queramos dar una explicación u otra a los episodios de “tiempo perdido” (al margen de las intoxicaciones etílicas tan socialmente aceptadas, entendedme bien) y de “visitantes nocturnos” (sean o no imaginaciones), lo cierto es que explicar los miedos que suscitan ya de adulto debe ser un tema complicado, tanto para el que los sufre directamente como para su pareja.

Superada una presentación bastante torpe de los personajes (pintan a una familia muy empalagosa, y al protagonista como a un artista algo bohemio que ya de entrada parece poco serio, por no decir algo desequilibrado), es en el nudo donde afloran los talentos de Walken y Crouse. Él quiere proteger a su familia, pero no sabe bien cómo ni de qué, por lo que adopta comportamientos paranoicos sin llegar a dar razones; su mujer, cada vez empieza a dudar más del juicio de su marido. A poquita empatía que uno demuestre, se sentirá conmovido ante las tensiones y fuertes discusiones que se desatan, así como ante todas las muestras de comprensión y cariño en que se apoyan para superar la situación.

Creo que la poca estima demostrada hacia esta película por la mayoría de los usuarios en esta página puede deberse a algunos detalles cutres de la factura técnica y a los trazos surrealistas diseminados por el metraje.
El estilo que le imprime Philippe Mora recuerda por momentos al de David Cronemberg, pero seguramente un David Lynch, con no mucho más presupuesto y estando dispuesto a rebajar su habitual radicalismo “autoral”, hubiera conseguido una carga atmosférica infinitamente más siniestra y subyugante. La banda sonora, con guitarra de Eric Clapton y sintetizador de Zavod excesivamente protagonistas, está, para mi gusto, muy fuera de la onda de la peli y contribuye sobremanera a rebajar su calidad hasta la de telefilm ochentero.

Para no sentirse demasiado defraudado por el desenlace, tendrá uno que aceptar su juego surrealismo-espiritualista, que, en mi opinión, resulta más estimulante que lo que plantean la mayoría de obras de ciencia ficción New Age. Con lo de la música, o se es muy incondicional de Clapton / los 80, o poca solución tendrá ya.
[Leer más +]
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chávez
Chávez (2013)
Documental
  • 4,9
    104
  • Reino Unido Luis Castro
  • Documental
5
Ni un mínimo hilo de voz crítica (5.0)
Resumen amable y bastante superficial sobre la vida política de Hugo Chávez. Podría considerarse interesante si formara parte de una serie o recopilación con otras entregas que sirvieran de contrapunto, ya que su enfoque es totalmente afín al personaje y a sus políticas. Serviría para entender los porqués de su liderazgo, de la victoria democrática arrasadora en el 99 y del gran apoyo que obtuvieron sus posteriores reformas.

Pero el documental se centra en los aspectos positivos de su gobierno (reducción de la pobreza, alfabetización, reconocimiento de derechos de pueblos indígenas, ecologismo bienintencionado…), pasando de puntillas sobre los asuntos más controvertidos, cuando no esquivándolos por completo. Ni uno solo de los entrevistados supone un mínimo hilo de voz crítica, sólo hablan admiradores incondicionales.
[Leer más +]
9 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Perdidos en el espacio (Serie de TV)
Perdidos en el espacio (2018)
Serie
  • 5,7
    3.414
  • Estados Unidos Matt Sazama (Creador), Burk Sharpless (Creador) ...
  • Mina Sundwall, Max Jenkins, Molly Parker ...
6
Los Robinson, cursis e infantiloides (5.8)
Varios factores hacen que el planeta Tierra ya no ofrezca un futuro muy halagüeño para el ser humano -es la sinopsis de la serie, no es que esté describiendo obviedades actuales, que podría confundirse-, por lo que se emprenden las primeras partidas de colonización hacia Alfa Centauri.
Un planteamiento que ya hoy nos puede parecer algo manido, pero que no deja de ofrecer posibilidades, incluso más que el argumento original en el que sólo se enviaba al espacio a la familia Robinson: la situación en la Tierra, la organización de los colonos, posibles luchas de poder entre ellos -son humanos, al fin y al cabo-, los peligros naturales de un nuevo mundo desconocido…

Una de las pretensiones de los creadores es que el espectador nostálgico -¿quedarán muchos, ya pasados 53 años?- pueda reconocer en la nueva versión a los mismos personajes principales, robot incluido. Esto supone una primera limitación creativa, que en sí misma no justifica unos guiones simplones, sin “punch”, ni unos personajes sin carisma. Falta alma en todo lo que vemos, congruencia, sabiduría en la presentación y en el discurrir de la narración, verdaderas ganas e implicación a la hora de darle un lavado de cara a la historia añeja.
Para muestra, un botón. Un día normal (interprétese un capítulo) de cualquiera de los miembros de esta familia, estará salpicado por varias situaciones a vida o muerte que habrán de enfrentar con pocas opciones de supervivencia, generalmente con desencadenantes que beben de todos los tópicos imaginables del thriller de aventuras más mecanizado, con desarrollos que se resuelven en cinco minutos de metraje (o menos) y con desenlaces más o menos amables aderezados con montones de chistecitos y chascarrillos. Finalmente, estos eventos no parecen calar demasiado en sus psiques, no parecen tener un impacto mayor que el acto cotidiano de ir a comprar el pan, terminan siendo simple relleno superfluo.

Es una pena que no se incluyan más flashbacks y de mayor duración y complejidad, mostrando la situación extrema en la Tierra; que no se reserven los enfrentamientos contra las inclemencias naturales del planeta para tratarlos con más mimo, dedicándoles capítulos enteros con verdadera tensión; que no se reduzca el protagonismo de los perfiles infantiles y adolescentes. Sé que ya es mucho pedir, pero también le habría ido mejor un acabado visual menos “dysneiniano”, algo más sucio e inquietante (me vienen a la mente The Martian, The Terror...); aunque lo mejor, de largo, es el apartado técnico.
El elenco, bastante decepcionante en líneas generales. Sólo Parker Posey y Taylor Russell consiguen extraer algo de sustancia.

A medida que avanza, se hace más entretenida, aunque sin llegar a generar adicción ni mucho interés. Uno se plantea dejar de seguir viéndola con demasiada frecuencia.

=========================

Creo que no era mala idea versionar “Lost in space”, dado el momento dulce que vive la ciencia ficción, al menos en cuanto a volumen y capacidad de producción. Pero es importante tener en cuenta que el entorno ha cambiado muchísimo en los últimos veinte años, que ahora este género puede encontrar en el adulto un público incluso más fiel que en el joven. Por lo tanto, no puedo evitar hacerme algunas preguntas: ¿el enfoque familiar, bajo el cual está concebida esta producción (y tantísimas otras de Netflix), era el más adecuado para hacerla?, ¿era buena idea dejar la potente inversión en manos de equipos ejecutivos y creativos sin un bagaje destacado (es más, marcado en la mayoría de sus miembros por fracasos de crítica y público)?, ¿cuándo empezará Netflix a preocuparse un poco más de la calidad media de sus producciones (normalmente sólo nos acordamos de las que les han salido bien, casi todas inesperadamente)? Va a comenzar una guerra encarnizada por el pastel del streaming. Si la arriesgada estrategia de Netflix (márgenes ajustados, quedarse con todas las sobras que no quiere el resto -por algo será-, producir películas y series a velocidad de churrera, darles un acabado de superproducción sólo en apariencia y confiar en un público joven acomodaticio y conformista) resulta en un éxito total y la filosofía HBO (libertad creativa, madurez y deliciosas tendencias tenebrosas en su ideario) termina quedándose sin su parte, yo me desengancharé definitivamente de este modelo, cosa que ya estoy sopesando seriamente.
[Leer más +]
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Klondike (Miniserie de TV)
Klondike (2014)
Miniserie
  • 6,2
    579
  • Estados Unidos Simon Cellan Jones
  • Richard Madden, Abbie Cornish, Sam Shepard ...
7
La quimera del oro (7.2)
Este verano, ayudado por las historias de Jack London, he intentado hacer un ejercicio de desdoblamiento astral con el que trasladar mi alma a regiones más fresquitas. Me interesaron sobremanera los cuentos ambientados en la época y lugares de la fiebre del oro de Alaska, y, buscando más información, llegué a esta serie.

Klondike, por temática, ambientación y propuesta, trata de llenar, en parte, el hueco que dejó la HBO cuando tuvo que cancelar Deadwood. Ha sido abordada como miniserie con bastantes recursos —es de la productora fundada por los hermanos Ridley y Tony Scott—, lo que evita cancelaciones que puedan alterar los ánimos de sus seguidores y permite concentrar un mayor presupuesto por capítulo.

Técnicamente, poco se le puede reprochar: capta muy bien los matices aventurero y salvaje del asunto que trata. Las precarias concesiones, el barrizal de Dawson City, el infierno blanco y las bestias que lo rodean…; un ambiente más que propicio para la desesperación. Los actores, además, calzan perfectos en sus personajes (muy agradable el guiño incluyendo al Jack London veinteañero que estuvo probando suerte por las inmediaciones).

Chirría, sin embargo, la pomposidad que alcanzan algunos diálogos. Con frecuencia se culminan las confrontaciones entre personajes con frases discutiblemente ingeniosas allí donde deberían predominar las elipsis. Hay silencios que dicen más que mil palabras, y Klondike ofrecía gran cantidad de momentos para haberlos aprovechado, para transmitir más inseguridades, más miedo, más vulnerabilidad.
Existe, también, un leitmotiv romántico que podría haberse tratado de una manera más cruda y dolorosa (más acorde con las circunstancias), pero hay que reconocer que consiguen momentos de gran intensidad dramática.

Lo mejor que se puede decir es que se queda uno con ganas de más. Este tipo de historias no gozan de demasiado interés fuera de fronteras americanas, lo que es una pena, pues aún quedan muchos relatos acerca del Yukón que permitirían mantener una serie durante varias temporadas (el descubrimiento de Bonazna Creek, la vida de las tribus nativas antes y después de la fiebre, los “pioneros” que se adentraban en ese «más al Norte» descrito por London, en ese silencio blanco extremo que consumía su humanidad…).

Fue estrenada el 20 de enero del 2014 en el canal Discovery. Mientras escribo esta crítica, desconozco si se piensa estrenar en España algún día. Al menos vivimos en una época donde el boca a boca sirve de mucho. Yo le daría una oportunidad a Klondike.

=========

"La naturaleza tiene muchas artimañas para convencer al hombre de su finitud —el incesante fluir de las mareas, la furia de la tormenta, la sacudida del terremoto, el largo retumbar de la artillería del cielo—, pero la más tremenda, la más sorprendente de todas, es la fase pasiva del silencio blanco. Cesa todo movimiento, el aire se despeja, los cielos se vuelven de latón; el más pequeño susurro parece un sacrilegio, y el hombre se torna tímido, asustado del sonido de su propia voz."

La quimera del oro; Jack London.
[Leer más +]
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Artist
The Artist (2011)
  • 7,6
    59.927
  • Francia Michel Hazanavicius
  • Jean Dujardin, Bérénice Bejo, James Cromwell ...
9
El más sentido canto de amor al cine desde Ed Wood (9.0)
Iba escéptico. No sabía muy bien qué era lo que iba a encontrar, si una simple sucesión de homenajes, un intento de imitar los estilos de los mejores directores de cine mudo, una ñoñería nostálgica, o qué sé yo. Lo que me ha quedado claro tras verla es que el pulso de Hazanavicius, como guionista, director y editor, está guiado por un corazón profundamente enamorado del cine. Pero su obsesión por hacer una película muda no se ha visto desbordada, todo lo contrario, ha creado un conglomerado fluido, ágil y coherente que compacta referencias muy variadas. Precisamente la gracia está en adivinar a qué película se parece la escena, o a cuál pertenece la música que suena o qué rasgos de qué actores están presentes en los personajes.
Dice Pablo Kurt que llevando a los niños a ver The Artist, se enamorarán del cine. Yo creo que no, creo que primero deberían enamorarse del cine y después ver The Artist. Para eso está pensada, para recordar, analizar sus recursos formales, encontrar los paralelismos con los grandes clásicos y las biografías de sus actores, así como para disfrutar de la originalidad con que se ha planteado en un momento en el que el cine ha cambiado tan radicalmente (desgraciadamente para algunos como yo) que lo novedoso es volver a los inicios.
En este sentido, sólo un apunte: fui a verla con un amigo y, tras ver una de las escenas, le repetí insistentemente que la música que la acompañaba aparecía en una película de Hitchcock (sugerí Vértigo). Él me dijo que no podía ser, que la banda sonora de The Artist era completamente original. Me calentó y llegué a hacer una apuesta: me dejaría sodomizar por un elefante si me equivocaba. Llegamos a casa y lo primero que hicimos fue buscar la información. Mi ano sigue tan estrecho como antes. No sé si esto se puede llamar amor al cine o deseo zoófilo latente, pero ilustra hasta qué punto le puede afectar a un cinéfilo esta película.
Se presta a multitud de revisiones. No creo que tarde mucho en volver a verla y en descubrir guiños que me pasaron inadvertidos.

En cualquier caso, el gran público encontrará un melodrama de altura, uno de esos amores que se tratan de disimular sin éxito, que encuentran multitud de obstáculos pero que perduran a lo largo del tiempo. Los espectadores a él pertenecientes no se sentirán fuera de lugar, a pesar de todo, pues la cinta habla a través del montaje, la mímica y el sonido (¡sí, es muda, pero sonora!).
[Leer más +]
35 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wimbledon: El amor está en juego
Wimbledon: El amor está en juego (2004)
  • 5,2
    8.397
  • Reino Unido Richard Loncraine
  • Paul Bettany, Kirsten Dunst, Sam Neill ...
5
Doble falta…: de trascendencia en el romance y de acidez en la crítica (5.5)
Parece que coincido con la opinión general: es agradable, es dinámica, es alegre, pero también superficial, previsible y tonta. Como bien decía un usuario de esos perspicaces, la mayor parte de las posibilidades de la película pasaban por la crítica de la prensa sensacionalista, y el guión no ha sabido o no ha querido profundizar en la llaga con punzadas más ácidas que las que se lanzan. Otro filón aprovechable podría haber sido la personalidad de esa tenista sometida al control estricto de un padre exigente y temeroso de su inmadurez, pero Kirsten Dunst se ocupa ella solita de desaprovecharlo aportándole unos exagerados matices infantiles y alocados, incluso difíciles de encajar con un personaje más maduro, el de Bettany, quien cumple con soltura.

No pasa de comedia romántica ligera y edulcorada.

PD: Que Tsongas una feliz Nalbandian y que no Gasquet demasiado dinero. Te deseo un Feliciano 2012. Murray Christmas :D
[Leer más +]
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
La barca
La barca (1921)
Mediometraje
  • 6,8
    584
  • Estados Unidos Buster Keaton, Edward F. Cline
  • Buster Keaton, Edward F. Cline, Sybil Seely
8
Decálogo para construir tu yate casero (7.8)
* Consigue un lugar de trabajo en el que poder construirlo. Un garaje o un almacén irán bien, pero asegúrate de que la puerta por la que lo vas a sacar es más grande que el tamaño final del barco una vez ensambladas sus piezas.

* Te verás obligado, para reducir costes, a utilizar materiales de baja calidad. No será inconveniente siempre que consigas que flote y, ya navegando, no lo perfores con descuidos tales como intentar colgar un cuadro en el camarote empleando clavos de mayor longitud que el grosor del casco.

* Un ancla de madera seguramente no te sirva para fondearlo. Lo más probable es que, al tener menos densidad que el agua por la mayor separación entre sus moléculas, flote en lugar de hundirse. Si el presupuesto no te llega para hacerla de acero, en lugar de ancla puedes enganchar al extremo de la cadena el último libro de Sánchez Dragó, de pesadez suficiente como para mantener bien fijos varios transatlánticos.

* Una tacita de té no es suficiente para achicar el agua de una inundación. Por menos de cuarenta euros puede uno hacerse con una bomba achicadora automática, a cuya capacidad de succión pueden dársele usos alternativos muy placenteros.

* La bañera de tu casa puede servir como bote salvavidas, ¡pero no se te ocurra quitarle el tapón del desagüe si, en un momento dado, la usas como tal!

[...]

Éstos, y muchos otros consejos, nos adelanta Keaton en este corto, sacando punta a la cotidianeidad de un fin de semana "regatista" en familia, siempre en clave de humor y con la creatividad que le caracteriza.
Está muy bien filosofar de vez en cuando, hablar de política, tratar temas trascendentales, ¡pero nunca menospreciemos el poder curativo de la comedia! Yo, particularmente, la necesito y valoro en mi vida tanto o más que los restantes géneros.

¿He comentado ya alguna vez que me encanta este genio? Quizás su estilo no sea el más inteligente, ni transmita tanta ternura como otros, pero, sin lugar a dudas, fue el rey de slapstick.
[Leer más +]
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vecinos (C)
Vecinos (1920)
Cortometraje
  • 7,4
    1.707
  • Estados Unidos Buster Keaton, Edward F. Cline
  • Buster Keaton, Virginia Fox, Joe Roberts ...
9
Imaginación en su más pura expresión (8.8)
No es que sea un desaborido, pero tengo que reconocer que no le regalo una carcajada a cualquiera, y menos en estos tristes tiempos de crisis (no sólo económica) que atravesamos. Por eso me parece impagable haber estado riéndome a mandíbula batiente durante los casi veinte minutillos que dura el 'Vecinos' de Keaton, una sucesión de números circenses no ya ingeniosos e imaginativos, sino lo siguiente, legendarios (lo que fue su línea habitual, vamos), todo ello perfectamente integrado en la ya tradicional adaptación de Romeo y Julieta.

Me alegra ver que por fin se incluyeron en esta página los cortos de los grandes genios del cine mudo. Muchos tenéis aún la oportunidad de verlos por primera vez y enamoraros de una forma de hacer cine ya desaparecida.
Aunque suene a ligereza, voy a decir algo realmente meditado: para mí, BUSTER KEATON ES EL MEJOR CORTOMETRAJISTA DE LA HISTORIA. ¿Razones?: creatividad escenográfica a raudales (recuerden la torre humana que, a modo de bastida de asalto, monta para rescatar a su amada, o la no menos espectacular escena en la que le cuelgan del tendedero por los pies), extraordinaria habilidad narrativa (lo que yo llamo el 3x1: vea tres minutos, sienta como si sólo hubiera pasado 1), perfeccionismo técnico, delicadeza temática (sus tendencias románticas me parecen deliciosas), agudeza en el chiste (como esa confusión racial del policía, o el lío con las notas de amor, o, si no, cuando Buster, el novio, queda encajado por la cabeza y su padre intenta liberarle violentamente: «Conozco una forma mejor de romperle el cuello», sugiere el vecino, celoso padre de la novia, al que contesta el padre de Buster: «Es mi hijo y le romperé el cuello como me parezca»), perfecta síntesis de ideas en un todo coherente y con sentido... En comparación, incluso llegó a alcanzar la madurez conceptual en sus cortos mucho antes que Chaplin, pues directamente se saltó la etapa de chabacanería ingenua.

Se me acaban los halagos y me llaman para cenar, así que, para concluir, si tenéis ganas de volver a sentir la ilusión del niño que asiste al circo, os recomiendo la filmografía de este genio, como mínimo la selección de sus piezas más célebres.
[Leer más +]
50 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Star Trek, la película
Star Trek, la película (1979)
  • 6,2
    21.456
  • Estados Unidos Robert Wise
  • William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley ...
5
No la hicieron pensando en este espectador (5.5)
Decide este espectador, un buen día, pese a no ser fan de la franquicia Star Trek, darle una oportunidad a su primera película para el cine. Lo hace en el convencimiento de que una banda sonora tan prodigiosa como la que le compuso Jerry Goldsmith, hace ya tres decenios, no puede acompañar a un simple capítulo de la serie televisiva. Y no se equivoca, al menos no completamente: encuentra un más que digno trabajo de diseño visual, un hiperespacio quizás no muy realista para estos tiempos que corren, pero indudablemente subyugante; encuentra lo que ya sabía que iba a encontrar: una de las bandas sonoras que más le han impactado, por siniestra, por innovadora. Pero el espectador no está preparado para otras cosas: no para que todo en ella se reduzca a una simple y llana imitación de la otra Odisea, la caleidoscópica, la de Kubrick; no para que el mismo elenco que ya hiciera el ridículo en la tele lo siga haciendo en la pantalla grande (un monitor LCD de 22 pulgadas, en el caso particular del espectador); no para esos uniformes de lycra ceñidos y de vivos colores que dañan la retina, ni para las mal disimuladas lorzas de William Shatner, ni para que se fuercen las casualidades con el objeto de reunir en la misma nave a los mismos viejos personajes conocidos.

En fin, le dará el espectador un cinco y medio, que tiene el día afable y ha sido capaz de encontrarle un par de virtudes.
[Leer más +]
15 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mahoma, el mensajero de Dios
Mahoma, el mensajero de Dios (1977)
  • 6,2
    954
  • Libia Moustapha Akkad
  • Anthony Quinn, Irene Papas, Habib Ageli ...
7
«Prefiero pensar que Dios no está muerto, sino borracho» (John Huston) [6.8]
Dirigida a aquellos que piensan que el Corán es lo que forma los arrecifes, que La Meca es la línea que señala el término de una carrera o que las mezquitas son esos pequeños insectos que revolotean alrededor de la mierda; con mucha buena intención por parte de Moustapha Akkad, un sirio que, al irse a Los Ángeles a estudiar dirección y producción, se encontró con un gran desconocimiento de los verdaderos principios en los que se fundamenta el Islam, con un odio tan visceral que hacía equiparar el concepto de musulmán con el de terrorista. Fue, por tanto, un arriesgado proyecto personal con afán divulgativo que tuvo que superar las reticencias de la industria hollywoodiense buscando apoyo de los países árabes.

Lo que Akkad intentó con ésta, su primera película, fue dirigirse a los públicos cristiano y judío –nunca al "infiel"–, explicarles que la palabra divina que guía sus vidas está "repleta" de nexos con sus religiones. Mahoma reconoce como profetas a Moisés y a Cristo, incluso reconoce la Torá y la Biblia como textos sagrados que deben estudiarse, aunque se considera a sí mismo una especie de "corrector" elegido.
También remarca que el Corán liberó a la mujer del pesado yugo de la discriminación machista mucho antes que las democracias occidentales actuales, cosa que no deja de ser cierta, al menos en la teoría y en comparación con las restantes culturas de la época, pues dio el mismo peso a la opinión de la mujer en la vida pública, contempló el divorcio, repudió el matrimonio sin su consentimiento…

Al mismo tiempo, para permitir la distribución en Oriente Medio, se supeditó todo el rodaje a las restricciones impuestas por sus leyes y tradiciones, siendo la película revisada y aprobada por varias entidades islámicas. De ahí, también, que rodara, simultáneamente, una versión en árabe, con un segundo reparto completamente musulmán, y que no se muestre, en ningún momento, ni la imagen ni la voz de Mahoma, ni de sus esposas, hijas y yernos. Las escasas veces en que el profeta aparece, la cámara toma su punto de vista y muestra al resto de personajes dirigiéndose a ella, derivando en escenas algo cargantes.

El resultado es interesante, aunque, peor que falto de autocrítica, yo diría manipulador y contradictorio: ofrece la información a medias, resaltando los aspectos más positivos y omitiendo los que resultarían menos tolerables para los espectadores occidentalizados (ej.: no aclara su concepto de igualdad, un reparto de derechos y deberes diferentes para cada sexo, aunque, según ellos, de la misma importancia; no entra en detalles poligínicos…); intenta compatibilizar el discurso pacifista con el belicista (Alá no amará a los que se exceden, no, pero, como no le aceptes como dios único y verdadero, te considerará un infiel y dará a seguidores justificaciones suficientes para masacrarte)… Es más válido como documento histórico que como acercamiento a un Islam demasiado complejo como para centrarnos sólo en los anales de su génesis.
[Leer más +]
24 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiburón, en las garras del hombre (Sharkwater)
Tiburón, en las garras del hombre (Sharkwater) (2006)
Documental
  • 7,0
    488
  • Canadá Rob Stewart
  • Documental
7
Rob Stewart, el Michael Moore de los ecologistas (7.0)
Tuve yo una infancia ecologista bastante vocacional cuyo progreso se vio frenado por la cruda realidad: mi familia era demasiado humilde como para poder vivir yo de sus limosnas. Bofetón en la cara, espabilo, estudios de Informática forzados y sueño de unir dos de mis principales aficiones (cine y biología) en una serie de documentales a lo David Attenborough truncado. Quizás por eso, de entrada, me cae mal Rob Stewart; idealista, rebelde, bohemio, disidente, atlético y con ese rostro aniñado que tanto parece gustar a las mujeres. Pero he de superar esa envidia malsana y reconocer que su documental en primera persona expone una denuncia con claridad y agresividad, con un estilo heredado de Michael Moore, incluso más valiente, pues, al no tratar temas tan populares y no saber hacerse el centro de atención, es más vulnerable a las represalias de los interesados en que el negocio del aleteo siga adelante.

El comercio de aletas de tiburón es el negocio más lucrativo después del tráfico de estupefacientes. La superstición ha hecho que este insípido producto sea considerado la panacea o un distintivo plato de lujo en varios países asiáticos. Como siempre, donde hay dinero hay mafias sin escrúpulos y familias hambrientas que necesitan pan para hoy, no para mañana. Esto ha hecho que la pesca del escualo se haya vuelto indiscriminada y que en ella se corten únicamente las aletas y se desprecie el resto del cuerpo, lo cual ha llevado a muchas especies al borde de la extinción.

En un primer tramo de presentación del documental se trata de desmitificar la amenazadora figura del tiburón que nos ha legado la tradición popular aportando datos y estadísticas que resultarán muy manidos para todo el familiarizado con el tema. El documental adquiere fuerza cuando el protagonista entra en contacto con el singular activista Paul Watson, cuyos métodos violentos en la lucha por los derechos de los animales lo llevan a enfrentarse con las mafias asiáticas afincadas en puertos centroamericanos, es decir, a adentrarse en el meollo de la cuestión.
Quizás el único argumento de peso que puedo esgrimir en contra sea que el punto de vista es más el del activista que ve a los pescadores como desalmados mutiladores de peces que el del periodista que insistiría en mostrarlos como incultos analfabetos manipulados por los gobiernos oportunistas en busca desesperada de ingresos. Pero la advertencia sobre las impredecibles consecuencias ecológicas de la desaparición de un eslabón tan importante como el tiburón seguirá siendo inquietante para el que esté dispuesto a dejarse aconsejar.
[Leer más +]
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diabólicas
Diabólicas (1996)
  • 5,0
    4.613
  • Estados Unidos Jeremiah Chechik
  • Sharon Stone, Isabelle Adjani, Chazz Palminteri ...
6
¡¿Por qué no dejáis descansar a los clásicos en paz?! (6.0)
No puedo decir, estrictamente, que sea una mala película, pese a que adoro tanto la adaptación original de Clouzot que me gustaría poder hacerlo (con los remakes no se debe decir nunca que las comparaciones son odiosas, sino obligadas).
El montaje y la puesta en escena son muy elegantes, y ambos están repletos de guiños a clásicos del suspense como 'Psicosis' (el zoom circular sobre el desagüe de la piscina) o 'La ventana indiscreta' (el colegial espiando a la mujer del director desde su ventana).
La narración es ágil e interesante y los actores solventan con desigual corrección sus papeles, no dejando de ser, en ningún momento, un vehículo para el lucimiento de una Stone rescatada por Scorsese de los pozos del olvido meses antes (por cierto, injustísimamente nominada al Razzie por este trabajo), la frustración de una Adjani incapaz de dar más y el malbarato de una Bates obligada a dar menos.
La música, sin llegar a ser un ejemplo de originalidad, se ajusta a cada momento a la perfección.

Todo lo anterior es aplicable hasta el desastroso desenlace, donde el gusto por lo macabro, convencional y fuera de lugar, irrumpe a rienda suelta y desbocado.

Balance final: innecesario remake que desperdicia su mejor baza: la sensualidad (me dejó a media asta).
[Leer más +]
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fichas más visitadas