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Film basado en la novela homónima, "The Witches of Eastwick" (1984), de John Updike, dirigido por George Miller ("El aceite de la vida", 1992). Se rueda en localidades de Massachussetts y California. Obtiene dos nominaciones a los Oscar (música y sonido). Se estrena el 12-VI-1987 (EEUU).

La acción tiene lugar en Eastwick, pequeña ciudad de Nueva Inglaterra (EEUU), a lo largo de varios meses, en 1986. Narra la historia de tres amigas, de edades similares, que comparten soledades: una es viuda, otra ha sido abandonada por el marido y la tercera se ha divorciado. Son Alexandra "Alex" Medford (Cher), Jane Spofford (Sarandon) y Sukie Redgmont (Pfeiffer). Trabajan y son económicamente autosuficientes. Arrastran deseos insatisfechos y represiones derivadas del conservadurismo de la sociedad del lugar. Se reúnen con frecuencia para entretenerse, compartir opiniones y conversar. Una tarde exploran las características del hombre más deseable y tratan de definir al que sería el ideal para las tres. A modo de juego, deciden conjurar su presencia.

Daryl Van Horne (Nicholson), un forastero recién llegado, es rico, soltero y de una edad adecuada. Pronto se muestra extraño, misterioso, contradictorio y dotado de un potente atractivo personal. Es machista, maltratador, cínico, vengativo, solitario y cruel. Vive dominado por la pereza, la gula, la lujuria, la ira, la soberbia, etc.

Las relaciones entre las tres mujeres teintañeras y el presuntuoso Daryl dan lugar a una larga serie de lances que se desarrollan en un contexto de exageración, desmesura y delirio. Combinan magia y realidad, poderes sobrenaturales y pasiones humanas, amistad y lucha de sexos. La historia contrapone lo femenino y lo masculino, liberalismo y conservadurismo, el mundo mágico y el real, el bien y el mal. Plantea interrogantes sobre los conceptos de lo que es bueno y lo que es malo y sobre las sorprendentes similitudes que se dan en las definiciones extremistas de los mismos.

Combina humor visual y verbal, explícito y sugerido, disparatado y absurdo, mediante el uso de una fotografía meritoria, aunque sobrecargada posiblemente de efectos visuales. Frente a unas interpretaciones femeninas corectas y ajustadas, sobresale la de un Nicholson que gradualmente se hace el amo de la pantalla.

La banda sonora, de John Williams, es excelente. Combina un tema central jocoso, sombrío e intenso, que acompaña a Daryl, y un tema pausado, alegre y suave, que acompaña a las tres amigas. Añade el aria "Nessun dorma", de "Turandot" (Puccini), un tema de George e Ira Gershwin, un fragmento del concierto para cello de Dvorak y un bonito tema, “Devil’s Dance”, del propio John Williams. La obra es entretenida. Sobresalen la banda sonora y la interpretación de Nicholson.

Comercial o no, es una película que ya tiene sus años y realmente me sigue haciendo pasar un buen rato y muy divertido, no hay escena que me disguste o momento que decaiga y eso se debe a que esta dirigida con una buena intención, hacer pasar un rato muy agradable y eso está muy bien logrado.

Hay que decir que nos encontramos con unos actores de lujo, un reparto de lo mejor del momento para una película comercial, todo es evidente pero la fórmula no falló y la película divierte hasta los días de hoy.

Una película donde la brujería está muy bien llevada al igual que la comedia, todo tiene un buen equilibrio y nada está exagerado, al contrario, son dos horas que se pasan volando y eso también es un mérito, hacer una buena comedia también es un arte.

Sin duda, una película que me encanta ver y que cada vez que veo me sigue gustando y no me decepciona.

La chispeante actuación de Jack Nicholson esta a la altura de las tres brujitas reunidas en Eastwick, siempre bellas; Sarandon, Pffeifer y Cher, resultan apropiadas en una comedia inolvidable, amoral, fantástica, esotérica. Son de esas películas que serán recordadas y envejecen bien con el paso del tiempo. Como un bello cuento de hechicería concentrada debido al carisma de sus protagonistas recordaremos este filme por un buen tiempo.
“En Sudáfrica, el Mayor Tigre y Daryl Van Horne se entrevistan con Mohamed “El Rey” dueño de las minas de diamantes negros. Poderoso hombre que es venerado como un dios en todo el continente y quien dirige los hilos del trafico de piedras preciosas.
Mohamed les devolverá uno de los diamantes negros que les robaran los miembros de la secta en el barco, pero solo si Daryl logra juntar a las tres brujas señaladas. (Medea) Cher, (Allana) Michelle Pffeifer y (Melibea) Susan Sarandon” y llevarlas a un lugar llamado Eastwick. Para un ritual de magia negra que retumbará en todo el continente negro"

*La travesía.

Ochentera donde las haya, este capricho del lunático director de la saga “Mad Max”, enreda 120 minutos de excéntrico cine para dar pábulo a la faceta más histriónica de un Jack Nicholson que se regocija en el hombre que, por su trayectoria de marcadas preferencias hedonistas, hubiera elegido ser: un tunante, un Tenorio con poderes diabólicos que se planta en Eastwick para magnetizar a las mujeres, a ser posible, de tres en tres: Susan Sarandon, Michelle Pfeifer (que no llega a los 30) y Cher. No se conforma con menos, no.

Mención aparte para la actuación de la cuarta actriz: Verónica Cartwright. Probablemente lo mejor de la película, incluso por encima del propio Nicholson. Además de tener visiones, sufre una posesión paranormal y esperpéntica. El episodio en la Iglesia, no tiene desperdicio, cuando poseída por mil demonios increpa a los feligreses: “¿Pero no lo veis? ¿Sabéis lo que hay en esa casa? ¡Vicio! ¡Perversión! ¡Y desvergüenza! Drogas..., luego vendrán los crímenes, las violaciones, los incestos, los afrodisíacos, los consoladores, el coito anal! ¡Escuchadme por favor, no tengo nada en contra de un buen polvo, pero aquí hay un peligro y hay que pararlo, por favor...!”.

Sin duda, el mejor momento de una película de bulto para sus intérpretes que no conviene tomarse en serio ni por medio minuto. Una chorrada, vamos.

Es una película correcta, efectivamente sostenida por cuatro actores de renombre; se logra por el manejo de un humor ácido, escandaloso y agresor para aquellos que conciben las buenas costumbres de una manera mocha. Tal vez por esa razón la disfrute de una manera desparpajada y la comedia se logra de acuerdo al estado de ánimo del espectador. Del tiempo a la fecha he tenido la oportunidad de verla algunas veces más, y no se pierde el encanto de la primera vez. Del maestro, el discípulo obtiene lo mejor y aunque estás tres mujeres tienen una carrera antes de las “Brujas”, considero que no las opaca, al contrario son un complemento perfecto a la trama.

"Las Brujas de Eastwick", le pasa lo mismo que a "La muerte os sienta tan bien" o "Elvira, Mistress Of Darkness": a pesar de su tufillo ochentero y claramente blockbusteriano, tienen una atmósfera lo suficientemente atractiva como para atraparte en su desenfreno inofensivo, pero entretenido.
A pesar de ello, no se le puede considerar película de culto, (incluso estando George Miller detrás de las cámaras y Jack Nicholson luchando por mantener el tipo) el resto del elenco formado por Pfeiffer, Cher y la aborrecible Sarandon no aportan nada más allá de sus nombres.

Se puede disparar toda la porquería que se quiera sobre ésta película, (ni productores ni guionistas parece importarles el frenesí desenfadado e inofensivo del producto). Pero desde luego, lo que es innegable, es la fabulosa atmósfera de la cinta: el pueblo real es Cohasset, aúna la vertiente idílica y pacífica del típico pueblo norteamericano aislado de las tendencias y anclado en los rancios valores ultraconservadores: encarnado por una estupenda Veronica Cartwright de la cual no puedes huir con sus hilarantes y desquiciantes: -"¡Zooorrrasss! ¡Puuutaass! ¡¡¡ZORRRAS!!!¿Sabéis lo que hay en esa casa? ¡Vicio! ¡Perversión! ¡Y desvergüenza! Drogas..., luego vendrán los crímenes, las violaciones, los incestos, los afrodisíacos, los consoladores, el coito anal!"-

De hecho, es la única capaz de dar el contrapunto a Jack Nicholson, que a pesar de su reiterado histrionismo, lo borda y tras su aparente "hedonismo" frívolo y alocado, se esconde una grandísima interpretación que gana cientos de enteros en su versión original: su voz posee un magnetismo tan único como intenso. Así que yo no echo de menos que el gran Bill Murray se rajara al final. Nicholson lo hace muy bien y te ríes con sus frases y su interpretación.

Pero volviendo a la atmósfera del filme, (nada desdeñable y que hará las delicias de todo amante de los ambientes enrarecidos, fantásticos y hasta góticos). John Williams nos regala unas notas estupendas que vienen a reforzar aun más la vertiente fantástica del filme. La fabulosa mansión es la misma que pudimos ver en "Flores en el Ático" (1987) Castle Hill (Ipswitch, Massachusetts)

En resumen, filme que fue una pesadilla de rodaje para Miller por los wannabe de los productores. Si la película hubiera apostado un poco más por la vertiente oscura y satírica, otro gallo cantaría. No es una genialidad y para muchos será un bodrio más de los 80', pero para mí tiene un "no-se-que" que la hace única.

Jane, Sukie y Alexandra, son tres aburridas mujeres de un pueblecito de Nueva Inglaterra. Cansadas de esperar al hombre capaz de satisfacerlas, una noche de lluvia se reúnen, y de forma inocente, invocan al hombre perfecto. Pronto, descubren sus extraordinarios poderes, cuando llega a la ciudad el diabólico seductor Daryl Van Horne.

El misterioso Daryl seduce a cada una de las mujeres, pero los escarceos sexuales y la magia que emplean las brujas acaban creando un escándalo en la ciudad. Las mujeres se dan cuenta que Daryl las está corrompiendo a ellas y a la ciudad, y deciden sacarlo de sus vidas.

“The Witches of Eastwick” es una película que posee elementos de comedia, drama y fantasía sobrenatural. Pero más que cualquier otra cosa, la película es una metáfora sobre la relación entre los sexos.

La película tuvo un presupuesto $20 millones y genero por venta de taquillas la cantidad de $63,8 millones en Estados Unidos solamente (además de $31.8 millones por ventas de alquiler en los videoclubes), también recibió 15 nominaciones a diferentes premios (incluyendo dos al Oscar por mejor música y mejor sonido), de los cuales gano cinco de ellos.

Jack Nicholson es un actor, productor, guionista y director de cine estadounidense, tres veces ganador del premio Oscar. Es considerado como uno de los mejores actores del cine de Hollywood. Nicholson es un emblemático y carismático actor imprescindible en la historia del cine de los últimos treinta años.

A los treinta y dos años era un veterano intérprete de películas de bajo presupuesto (serie B) de los años 60 hasta que en 1969 rodó "Easy Rider". Esta película se convirtió en un verdadero film de culto.

Empezó a destacar por sus notables facultades interpretativas con “Easy Rider” (1969), hasta afirmarse plenamente con filmes como “Five Easy Pieces” (1970), “Chinatown” (1974), “One Flew Over the Cuckoo's Nest” (1975, Oscar al mejor actor), “The Shining” (1980), “The Postman Always Rings Twice” (1981), “Terms of Endearment” (1983, Oscar al mejor actor de reparto), “Prizzi's Honor” (1985), “As Good As It Gets” (1997, Oscar al mejor actor) y otras.
Además, ha ganado siete Globos de Oro. Ha dirigido algunas películas: “Drive, He Said” (1971), “Goin' South” (1978) y “The Two Jakes” (1990).

Cabe señalar que es el actor que ha recibido más nominaciones al Oscar (12), además es uno de los más excéntricos actores conocidos, entre sus manías se encuentra la de incluir cláusulas en su contrato como la que obligaba a hacer un descanso en el rodaje cuando juegan “Los Angeles Lakers”.

La película no es que sea nada del otro mundo. La salva principalmente el reparto de rutilantes estrellitas, con un histriónico y desfasado Jack Nicholson como punta de lanza en otra de sus desbocadas interpretaciones marca de la casa. Las tres actrices protagonistas hacen lo que pueden para no ser devoradas por el ímpetu del actor entre conjuros, flirteos y menos mala leche de la que debería tener una historia como esta.
Tres mujeres solitarias (una soltera, otra divorciada y otra abandonada) ven como la inesperada llegada al pueblo de un forastero ciertamente peculiar altera por completo sus anodinas vidas, ante la escandalizada mirada de los amargados, hipócritas y conservadores vecinos. Ya se sabe que los ambientes rurales en el norte de América vienen a ser una especie de cotillones gigantescos repletos de gatas en celo, siempre dispuestas en arañar al primero/a que se salte a la torera la rígida moral comunitaria, o al menos así nos lo presentan la mayoría de películas.
El filme es poco más que entretenido, aunque en algunos momentos necesita que le insuflen algo de vida. Un guión un poco más trabajado habría obrado el milagro, pero como suele ser habitual en este tipo de películas los productores creen que con colocar un grupo de intérpretes más o menos conocido en el cartel promocional la taquilla (como poco) ya está hecha. Por lo demás lo único que se pretende es no aburrir demasiado al respetable. En esta ocasión eso se consigue, aunque el resultado final no sea para lanzar las campanas al vuelo, precisamente.
Recomendada para todos aquellos que no creen en las brujas, aunque haberlas haylas.

Tenemos tres buenas artistas, un gran actor y como resultado un churro de película, que empieza bastante bien, pero que por la segunda mitad degenera totalmente y es tan tonta y asquerosa que no hay quien la aguante. ¿Qué pinta Jack Nicholson en eso? Nunca ha sido un gentleman, pero esto ya debería darle vergüenza. Patética: ni da miedo ni es divertida, lo más que da es asco y vergüenza ajena. Supongo que a los actores les aportó dinero, y, desde luego poca cosa más. A los espectadores, lo mismo, pero sin el dinero.

Esta historia no me interesaba, las actrices no son de mis favoritas, lo único por lo que vería la película, es porque sale mi actor favorito, ese era el único atractivo para mí. No esperaba mucho, de hecho esperaba muy poco, pero he sido sorprendido, y me agrada que me sorprendan, así que buen punto por ello.

Llendo ya directo a mi crítica, podría dividir en 2 partes esta película, la primera hora es una película, y la segunda hora, es otra. La diferencia entre cada una de las 2 horas, es que la primera se hace un tanto lenta, y quizás muchos no queden enganchados a la película por ese detalle. Por eso mismo siento que pudo haber sido más breve y concisa esa primera hora, y habría tenido un mejor ritmo. Pero por el otro lado, la segunda hora es mucho mejor, con más vida, más personalidad, los personajes se hacen muy interesantes, y la historia crece.

Las actuaciones son buenas, pues cada una de ellas da lo mejor de si, exceptuando la actuación de Jack Nicholson, quien está delirante (excelente actuación), impresionante como suele serlo siempre o casi siempre, adaptando al personaje con su única e impresionante personalidad y exquisita actuación (se posesiona muy bien del personaje, y lo hace crecer).

Definitivamente los últimos 20 minutos son lo mejor de la película.
Pero también he de reconocer, que es una película apta sólo para los fanáticos de Jack Nicholson o cualquiera de las 3 actrices protagonistas, los demás, aléjense de ella, veo difícil que guste a cualquiera.

6.9/10

Una comedia bastante interesante que de alguna manera enfrenta a la mujer algo sumisa y "conquistable" con el inmediatamente venidero "girl power".

Las brujas de Eastwick nos trae un reparto formidable en manos de un George Miller cada vez más familiar y alejado de su violencia de carretera. Jack Nicholson en una especie de prolongación parodiada de su personaje en El Resplandor tendrá que currárselo para conquistar a una rubia, una morena y una pelirroja, pero sobre todo para sobrevivir a ello. El argumento en sí es disparatado y funciona como una apuesta decente de cine pseudofamiliar de sobremesa, aunque precisamente todo este disparate quede en dosis demasiado pequeñas.

Y es que en Las Brujas de Eastwick se otorga demasiado poco tiempo a lo verdaderamente divertido, y la película es algo larga para lo que realmente ofrece. Tendremos una hora de conquista de Nicholson, media hora de convivencia y una parte final bastante buena que viene a ser el principal reclamo para el espectador -al menos para mí lo era-. Hubiera sido interesante un poco más de ese tramo final y menos de lo demás.

Sigue estando bien, pero envejece por segundos. Dentro de diez años hasta podría considerarse por algunos sectores una película ofensiva.

Qué guapas estaban, crujientes, las tres (bueno, las cuatro si sumamos acertadamente a Veronica Cartwright, tremenda), en su prime, en el punto justo de cocción, a punto de caramelo, en el momento cumbre de maduración, terne, al dente.
Belle Époque y La casa de Bernarda Alba y El diablo sobre ruedas y Las brujas de Salem y El crisol y Aquelarre y Prácticamente magia.
Las mujeres desean sexo (sí, polla, hablan de ella) y dinero (no lo citan, pero tampoco molesta jugar al tenis de vez en cuando o que te sirva un Fidel de entre tantos) no se chupan el dedo, plegarias atendidas, vale, de acuerdo, dolce farniente, a la sopa boba, perfectamente, lo malo es que se pasa de una aparente sátira jocosa dionisiaca y libérrima y fastuosa (por excesiva, cantidad que no calidad) a una crítica del puritano cerril burgués provinciano protestante ciudadano medio yanqui a... no se sabe muy bien el qué cojones es porque en el último tramo lamentablemente descarrila tuerce mala lamentablemente hacia el sinsentido, la gratuidad, el absurdo involuntario. La transición entre el despelote primero y la toma de conciencia posterior de ellas y su postrera solución, todo ese proceso es bochornoso, está muy mal desarrollado, ah, carajo, que se ha vuelto malote y ahora nos llaman zorras en la misma cara las del pueblo, acabáramos, crueldad intolerable, ya no le queremos, vade retro, esto es un infierno.
O sí, o tal vez en ese último rato se quiere hablar de la hipocresía morrocotuda de las mujeres, de que lo quieren todo, a dios y al diablo, darse gusto, alegría macarena, y, a la vez, guardar las apariencias, la esposa del césar, o no, o quizás nos desean mostrar su inmarcesible bondad, su alta moralidad, que su propio gozo individual no sea incompatible con el bien de la comunidad.
Qué será, será (lo que tiene el negro). O que el diablo solo pa un rato. El anillo pa cuándo. O que los hombres solo sirven para usar y tirar, material desechable. Mejor solas que mal acompañadas. Puede ser.

El director George Miller, nos cuenta la historia de tres amigas que viven en una apacible comunidad, cada una con una situación diferente, una es viuda, otra ha sido abandonada por el marido y la tercera se ha divorciado (interpretadas por Cher, Susan Sarandon y Michelle Pffeiffer). Una tarde, a modo de juego, conjuran lo que para ellas sería el hombre ideal, y fruto de ese conjuro aparece Daryl Van Horne (Jack Nicholson), un curioso tipo (bajo cuya apariencia se esconde el diablo) que consigue seducir a las tres.

La actitud de Daryl y la de las tres amigas será mal vista por la estricta moral por la que se rige Eastwick. Miller intenta realizar una visión alegórica más general sobre la hipocresía moral de la sociedad en que vive, no sólo de la pequeña comunidad sino que el discurso tiene aires más generales. Lástima que dicho discurso se encuentre totalmente sepultado en favor de un acercamiento excesivamente comercial para aprovechar el gancho del cuarteto protagonista, por lo que queda demasiado suavizado dicho mensaje y su resultado es una comedia, con afán de moralina, y una excesiva sobreactuación por parte de Nicholson, repartiendo (y repitiendo) tics por doquier.

A pesar de su punto de partida, Miller rebaja considerablemente los aspectos más espinosos, y deja lo justo para dar una cierta pretensión moral a su producto, pero no consigue superar el listón de las típicas comedias/dramas norteamericanas.

Peli gamberra, divertida y malévola muy entretenida y con muchas cosas disfrutables: los actores, protagonistas y secundarios (Richard Jenkins y Verónica Catwright), la banda sonora, algunos planos...

Hilarante comedia negra en la que tres mujeres se deciden a invocar al hombre perfecto... Dios les da su merecido ... y les envía al Diablo. Un fenómeno interpretando a Paganini (Cap. 16), Daryl parece no tener límite cuando de fascinar se trata.

Con una personalidad increíblemente multifacética, Van Horne (Nicholson) se encuentra demasiado bien representado por uno de los más grandes y geniales actores en la historia del cine. La película es toda una oda a la guerra de los sexos, al machismo, al feminismo, como una perfecta obra de Shakespeare pero con el Diablo como epicentro y gran protagonista de la historia. Fenomenal la escena de la iglesia, ya me gustaría poder hablar así en público.

¿Por qué la puntuación? Paganini, Nicholson, tres fabulosas actrices y muchísimo humor inteligente y por demás variopinto.

Joya del VHS

Una banda sonora excelente, una fotografía de primerísimo nivel, unos buenos actores comerciales. Todos estos ingredientes daban para al menos una buena película, pero no es el caso. Su buen puñado de imágenes destacables dan tan solo para un excelente trailer.
Un humor basado en la guerra de sexos no casa con el estilo de película familiar que parece emular en su factura técnica, muy parecida a las películas producidas por la Amblin de Spielberg. La música de Williams te arrastra a pensar en ello, pero el histrionismo de su protagonista y su aparente comicidad resultan cargantes.
Hasta cierto punto esta combinación de película cómica con abundantes efectos especiales, que tan bien resultó en taquilla en casos como "Los cazafantasmas" aquí se repitió, pero los años la han hecho envejecer muy mal, pues su argumento no te invita a revisarla. Yo me he atrevido y me arrepiento.
Jack Nicholson parece repetir todos sus tics preferidos, está desbocado, parece un adelanto de su Jocker de "Batman".
Susan Sarandon repitió con George Miller en la, esa si, notable "El aceite de la vida".

Alocada comedia fantástica protagonizada por el carismático Jack Nicholson que encarna a un seductor íncubo con su habitual histrionismo. Le secundan tres mujeres desesperadas por encontrar al hombre de sus sueños. Las tres caen víctimas de sus encantos pero cuando descubren que su relación las enfrenta entre sí, deciden vengarse de él.

El director de Mad Max da un giro a su carrera y dirige con oficio una simpática comedia que resulta entretenida y vistosa por su interesante reparto y alguna secuencia divertida pero por lo demás es bastante discreta.

Es una película bastante delirante en su corte fantástico. Tanto es así que resulta artificiosa y rara en su premisa de mezclar temas existencialistas con las situaciones propias de las brujerías, del diablo y del vudú.

Ése es el principal defecto de este filme, que su historia pegotea situaciones de naturaleza muy disímiles como son las frustraciones y la insatisfacción humanas con lo sobrenatural proveniente de demonios y brujas.

El resultado: es un producto de a ratos entretenido, quizás más efectivo como mero entretenimiento de fantasía que como alternativa que promueva a la reflexión sobre temáticas profundas acerca de la existencia humana.

Lo positivo de esta cinta son las actuaciones y los efectos visuales.
El carismático Jack Nicholson obviamente que se roba la pantalla, a pesar de que el trío de actrices tienen una performance destacada en sus respectivos papeles. El gran Jack despliega todo su encanto y sus aptitudes gestuales para sacar adelante un personaje tan perverso como estrambótico. Sin lugar a dudas que es un personaje de antología.
Michelle Pfeiffer, Cher y Susan Sarandon están correctas también dando vida a tres mujeres con traumas y anhelos sin cumplir. Son pueblerinas que viven insatisfechas en una sociedad donde la monotonía y el conservadurismo les agobian.

Eso sí, como dije anteriormente, este filme no termina de cuadrar y armonizar bien lo dramático y serio que hay de fondo con lo fantasioso y sobrenatural con que se condimenta. Ello pasa porque la cinta se presenta muy alocada en sus variantes, resultando extraña y enrarecida en su desarrollo narrativo: se pegotean de manera desconcertante las crisis personales, las frustraciones, el machismo, el sexo, el fracaso matrimonial, la infidelidad, la hipocresía moral y la libertina inmoralidad, la inseguridad y la insatisfacción, las brujerías y la magia negra, los poderes diabólicos, las posesiones demoníacas, el conservadurismo y el liberalismo entre otras cosas más.

La historia tiene una atmósfera enrarecida, los personajes poseen actitudes antinaturales, las situaciones narrativas no están muy inspiradas que digamos, y el filme se presenta como una ensalada que mezcla comedia negra por un lado con algo de drama existencialista y fantasía demoniaca por el otro.

Entonces sólo nos queda disfrutar del talento de Jack Nicholson y el resto del reparto, o regocijarnos con los conseguidos efectos especiales para así al menos poder pasar un rato distendido y ameno desde lo estético. No obstante, con ello sólo no alcanza para que este delirio cinematográfico del austaliano George Miller cobre sentido y valga la pena.

El director George Miller fue el encargado del largometraje Las Brujas de Eastwick, película estrenada en 1987, cuya música dirige el ya conocido director musical John Williams. La historia está basada en la novela de John Updike del mismo nombre, que se publicó 3 años antes de la versión cinematográfica.

Esta película es un cuento fantástico de brujas y de cómo comienza su historia descubriendo sus poderes. Se dice que en las ciudades si se sospechaba de que una mujer era bruja -¿y por qué mujer? y no hombre; ya empezamos con el machismo- se la quemaba delante del pueblo. Pues en esta historia las 3 mujeres protagonistas que son amigas, cansadas de no encontrar al hombre adecuado para ellas deciden inventar al hombre apropiado.

El guion de la película me gusta, pero considero algunas partes de ella aburridas. Supongo que es quizá por las escenas, cuando se desvían del tema central que es el que me llama la atención y se centran más en el lío amoroso y los cotilleos del barrio. Pero en general, y gracias a la interpretación de Nicholson, la película hace que sea -y para mí mayoritariamente por él- entretenida y satisfaga las expectativas de un espectador amante del género fantástico y manipulación psicológica.

He visto esta película varias veces y hoy en día me sigue resultando muy divertida. Han pasado diversos años y todavía hoy sigue resultando efectiva y no defrauda.
Esta comedia nos presenta a tres íntimas amigas que se siente ancladas en un pequeño pueblo donde las normas puritanas son la columna vertebral de su sociedad. Por una petición que lanzan al aire; hace que aparezca en ese lugar un incógnito hombre que las seduce de tal forma; que hacen que su vida y la de todo el pueblo cambie de una forma drástica, dando como resultado que su día a día no vuelva a ser igual.
El film resulta divertido debido a que la trama funciona muy bien. Y es que su guión está compuesto de momentos realmente divertidos, y de una historia que no llega a decepcionar. Además, dispone de unos personajes realmente fantásticos (tanto los protagonistas como los secundarios).
Es cierto, que hay algún momento en la que flojea un poco; pero estas escenas no son motivo para que uno desconecte de lo que está viendo; y piense que la calidad decaiga. Ya que cuando aparece una escena un poco baja de calidad; rápidamente cambia y la trama toma un nuevo rumbo donde la efectividad resurge y hace que uno vuelva a divertirse.
George Miller dirige muy bien este film que sigue siendo resultando bueno varias décadas después. Y la verdad es que uno puede pensar que podría ser una película que se queda estancada en el tiempo, pero viéndola nuevamente se descubre que no es así.
La película además está protagonizada por un reparto realmente sobresaliente. Actores como Jack Nicholson, Michelle Pfeiffer, Cher o Susan Sarandon dan vida a los principales personajes. Todos ellos realizan un grandísimo trabajo haciendo que el film mantenga su calidad.
Pero junto a ellos trabaja la actriz Veronica Cartwright. Ella da vida a un personaje secundario; pero su trabajo es tan brillante que uno no puede evitar recordarlo casi como el principal. Y es que cada vez que ella aparece se come la pantalla y es inevitable no reírse.
En fin, "Las brujas de Eastwick" es una comedia sobre brujería en un pequeño pueblo donde las buenas costumbres y las tradiciones de años pasados son de gran importancia para la sociedad. Todo ello se va desmoronando gracias a un pequeño ser que aparece, que hace que con toque de humor uno vea el sufrimiento de un pueblo. Un film que soporta bien el paso de los años y que sigue resultando divertido.