213 Críticas de los usuarios

¿qué demonios tiene esta película que cada vez que la veo me emociona? ¿será la partitura de Nyman? ¿las interpretaciones de los actores? ¿un guión soberbio? ¿una historia con la que me siento identificado?...

la verdad es que no lo sé y tampoco me importa, es una de las mejores películas de ciencia ficción de la historia y una de mis preferidas, quizás por lo cercano y factible que resulta todo cuanto nos muestra, el caso es que es un filme que habla de muchas cosas (superación, amistad, amor,...) y todas de una manera sobria pero emotiva.

Sin ninguna duda merece la pena... es una película con magia.

P.D.: Atención a la foto de Idziak (autor de azul de Kieslowski otra obra maestra). Increíble esa mezcla de tonos...

Gattaca nos cuenta una historia de superación y lucha contra el destino impuesto y sin opciones, trata además sobre la amistad y la lealtad. Elogia a las ciencias (a la genética-por los simbolismos con el ADN en la escalera de caracol, a la astronomía, a la anatomía,…) a la filosofía y al amor. Gattaca es una sopa letras de ácido desoxirribonucleico, los nombres de los protagonistas son héroes de la mitología, se oyen voces de esperanto en Gattaca, de comprensión, de alegoría, es una oda a la voluntad de poder. La ambientación es sobria y retro pero innovadora y mágica a la vez (un confeti de colores: amaneceres, atardeceres, noches estrelladas,…).
La dirección, impecable y el guión, inteligente (el responsable, Andrew Niccol). La banda sonora es sutil y reveladora (Nyman ya nos desbordó en ´El Piano´) y los actores son expresivos, constituyendo el engranaje perfecto para marcar el ritmo narrativo ideal.

Una película muy buena, impactante! Se que hace años que se estrenó, exactamente en 1997, pero trata aspectos muy actuales y que nos hacen reflexionar.
Las actuaciones son muy correctas, la música acompaña en todo momento y crea un ambiente de tensión muy eficaz, y algo que debo destacar por encima de todo es el guión, que conversacones, que vocabulario... Es lo mejor!! Tiene un montón de frases que se te quedan grabadas en la memoria por su belleza y sutilidad.

Un futuro no muy lejano, donde la fecundación se hace in-vitro eliminando todo tipo posible de enfermedades crónicas o probabilidades de sufrir cualquier problema de salud... Donde se busca la perfección absoluta. Pero algunos humanos siguen naciendo de forma natural... Y por este motivo se les margina, son inferiores a los in-vitro, ya que no son perfectos, el simple hecho de tener miopía o calvície les impide realizar ciertos trabajos de mayor importancia.
Poco a poco, esto se está inculcando en nuestra actualidad, ya que podemos llegar a controlar ciertos aspectos de nuestros futuros descendientes, ¿Es esto correcto y moral? TEMA COMPLICADO, ¿VERDAD? Pues aquí se nos da una visión muy impactante y emocionante del asunto. Todo ello muy bien argumentado, y creando unas ganas de saber que pasará impresionantes. Aunque en ocasiones me ha parecido algo exagerado, a veces todo pasa demasiado bien, como estaba programado... Casi todo le pasa bien! Pero bueno, esto no la hace peor película...
Un hombre nacido de forma natural, cuyo sueño es ser astronauta, llega a hacer lo imposible para lograr su meta! Cosas impensables, que sinceramente ponen los pelos de punta... Porque, que culpa tiene él de no ser perfecto? :)

Esto es un grito a la igualdad de oportunidades, a la crítica de cierto exceso tencológico en nuestras vidas, y en contra de la lucha por ser los mejores, de la competición contínua!! Un poco de humanidad nunca viene mal...

Hace pensar, y mucho , sobre la situación de nuestra sociedad, sobre nuestro futuro... VERLA!
Os va a dejar intranquilos, os va a abrir los ojos ante el mundo actual y nuestra forma de ver la vida!!

LA RECOMIENDO AL 100%, no te va a dejar indiferente!

Uno de los temas candentes en la actualidad es el de los “bebés a la carta”. Bebés programados y concebidos in vitro con ciertas características genéticas concretas. Hay parejas que deciden “programar” algún hijo cuyo nacimiento no se deba al simple y puro azar, a la combinación totalmente aleatoria de genes maternos y paternos como consecuencia de una noche loca. Por ejemplo, se dan casos en los que algunas parejas deciden tener algún hijo por este método programado, para que pueda ayudar a salvar la vida de un hermano enfermo.
Incluso se ha llegado a dar el caso de gente que ha rechazado a sus “hijos a la carta” porque éstos no reunían las condiciones requeridas.
Como si los niños que están por venir fuesen creados por catálogo y pudiesen constituirse eligiendo una serie de ingredientes enumerados en un menú del día, a gusto de los clientes. “Si no está Vd. satisfecho, tiene derecho a la devolución del producto y a la restitución del importe pagado”.
¿Dónde quedan los límites de la ética, dónde queda el derecho a la vida y al libre albedrío, dónde queda esa dignidad fundamental que la naturaleza nos otorga a través de sus leyes cargadas de sabiduría?
Niccol, partiendo de esta idea tan problemática y controvertida, nos sitúa en un futuro no muy lejano en el que la carrera hacia la perfección de la especie está aniquilando algo tan bello como es concebir a los hijos por amor o por el anhelo de contacto entre las personas. En una era en la que la ingeniería genética ha dado pasos agigantados, engendrar “hijos de Dios” o “hijos de la fe”, niños sin ningún tipo de manipulación genética, es algo atrasado, pasado de moda, contraproducente. Ese tipo de criaturas son discriminadas y despreciadas por su entorno desde el mismo momento en que reciben el primer soplo de la vida. Son observadas de reojo con miradas de ligera conmiseración y de desprecio, como si fuesen reliquias de museo de alguna moda ridícula del pasado que queda expuesta para el escarnio de los observadores.
Desde luego, ya no nacen muchos niños así. Ahora, la mayoría son bebés a la carta, engendrados en laboratorio y manipulados para que sus genes sean los óptimos posibles. Desde el mismo instante en que ven la luz, una simple gota de sangre extraída dictamina la esperanza de vida, las enfermedades hereditarias, las probabilidades de padecer cualquier dolencia física y/o psíquica y rasgos del futuro carácter y de la personalidad. La deshumanización está presente ya en el mismo paritorio, sin tener en cuenta los sentimientos de unos padres que han de escuchar la voz monótona de una enfermera pronosticando una posible tendencia depresiva, una afección cardíaca y una muerte prematura.
Los genes, además, son el pasaporte al éxito. Destrozando el principio de la igualdad de oportunidades y de la consecución de las metas a través de los méritos personales, la sociedad bombardea con el mensaje de que unos genes excelentes son la única garantía para cosechar el éxito en todas las esferas.

Gattaca es para mí una película que se adelantó a su tiempo, una película que si bien parte de una premisa que no es nueva (la marginación de una persona por algo que ella misma no puede controlar, ya sea el color de la piel, la nacionalidad, o en este caso, el código genético), la desarrolla con bastante fluidez y unos diálogos simple y sencillos que sin embargo cuentan todo lo que necesitan contar.
Además, curiosamente, cada nuevo descubrimiento relacionado con la genética nos acerca más al mundo descrito en esta película, y cada vez además se desencadena el mismo debate ético que ya viene implícito en gattaca, lo cual tiene bastante mérito teniendo en cuanta que esta película es de hace casi 10 años.

En cuanto a la película en sí, quizas se note en ciertos momentos su procedencia de bajo presupuesto (lo cual no es necesariamente algo malo, y de hecho en esta película no hace falta más dinero para su desarrollo), y hay que admitir que los actores, aunque correctos, no son ninguna maravilla. El guión la verdad es que es bastante simple realmente, pero como ocurría en Sin Perdón, es un mero cauce para contar otra historia mucho más seria y con mucho más peso del que realmente cuenta. La fotografía y la dirección artística cumplen su cometido, y le dan a la película cierto aire atemporal (hay cohetes espaciales pero en cambio los detectives parecen sacados de los años 30, por ejemplo). La música por su parte, es muy buena y es una de las más bellas que he oido.

En definitiva y para acabar, es una película que sin ser una obra maestra, es inteligente y adelantada a su tiempo. Una muestra además de que lo único importante en una película es una buena historia que enganche al espectador.
Además, algo muy importante, que da igual lo aburrido que sea el tema del que se habla (la genética y la bioética para alguien que sea de letras deben ser "apasionantes" sin duda) para conseguir unos diálogos directos e inequívocos pero que mantienen la idea de fondo principal y llegan al gran público sin aburrirlos, y sin meter monólogos pseudocientíficos entrevesados.

Por favor, que alguien me ofrezca algún motivo para no considerar este fantástico film como un clásico de la Ciencia Ficción, a pesar del año de producción, parangonable a cualquier otro que ya figure por méritros propios como tal, léase, El planeta de los simios, Blade Runner, 2001..., Metrópolis, Alien, y un largo etc (que me perdone Lázaro Carreter)
Película minimalista donde las haya, que valora los aspectos humanos en detrimento de la vertiginosidad y manierismo fílmico que suele absorber la mayor parte del esfuerzo a la hora de acometer la tarea de abordar este tan denostado género.
Esta modesta producción,antítesis de films palomiteros, aborda temas tan amplios como la superación,la discriminación,la tenacidad, la lucha individual, el esfuerzo... todo lo mismo sin caer en veleidades fascistas, que tanto gusta de ver cuando de hablar de estos asuntos se refiere.
Pero sin ningún género de dudas, el film funciona cuando juega con la metáfora de la medalla de plata, con la posibilidad de ser el segundo en el escalafón, reflejándose con perfección en la relación del protagonista con su hermano y, sobre todo con el del personaje de Law, un tipo diseñado con todas las bendiciones para el mejor, el primero en el escalafón, pero que por tal motivo no estaba en condiciones para no ser el protagonista, para admitir la derrota, para ser el segundo de la lista, deviniendo todo eso en una flagrante falta de tenacidad, desconociendo términos como esfuerzo, autosuperación, constacia, empeño, paciencia, perseverancia...
Película de ideas, que soslaya conscientemente la futil descripción del futuro en el que se desarrollan estos acontecimientos, que alcanza su clímax en una de sus últimas escenas, en la que juega con la metáfora del cabello oscuro, dejando constancia con el mismo, del último y principal mensaje de este film.
Película que en sí misma es un gran matiz, ya que en ningún momento intenta desacreditar la posibilidad de avanzar en el campo de la manipulación genética, sólo con las dos citas iniciales queda meridianamente claro, si no que advierte de su torticera utilización, nominando los potenciales riesgos de que, según que personas, jueguen con la posibilidad de ser Dios, eliminando lo más importante que caracteriza al ser humano, esto es, la imperfección, y su búsqueda constante de autosuperación, (no lo obviéis, sin adversidad ni esfuerzo, no hay superación).
Por último hago referencia al título de este comentario, la película nomina sin rubor todos aquelos aspectos que nos hacen humanos y que en todos los casos nos distancia de lo que en un futuro serán híbridos de éstos.

Todo eso de la bioética y las implicaciones morales de la genética está muy bien, pero que el tema de una película sea polémico no la convierte en obra maestra. Entiendo que en su momento, hace 12 años, fuese una película de culto. Todavía andábamos con Dolly y lo de la vacas locas muy caliente. Pero la película ha envejecido de forma muy malita. Recuerda a Hitchcock por lo efectivo de la intriga, pero también por su incuestionable puerilidad. Desgraciadamente para Niccol, el orondo calvo solía contar con buenos protagonistas. Pero ni Hawke, ni Thurman, ni Law (el menos patético) son Stewart, Grant o Bergman, ¿verdad?

Nos guste o no, si hay un género que precise de elevado presupuesto, ése es la ciencia ficción. Veo que hay foreros que celebran la puesta en escena como minimalista. A mí me parece paupérrima, que refleja más la falta de medios que cualquier aspiración estética, aunque puedo estar equivocado. Pero llama la atención que en un mundo en el que se clonan individuos a la carta no hayan descubierto la cámara de seguridad. ¡Uf! Eso es muy heavy. En un film de este género la tecnología es un elemento fundamental. Aquí da risa.

La trama policial es completamente inverosímil, a menos que nos creamos que todos los miembros de la corporación GATTACA, y también la policía, son tontos del culo. Es preocupante si consideramos que supuestamente son todos superdotados. Apenas se cuenta nada sobre el misterioso proyecto espacial; de hecho, ni siquiera sabemos en qué coño trabajan en esa empresa. Ah, que tiene un valor simbólico de superación, y eso. Vale. Yo diría que seleccionan personal para algún congreso de azafatos. Eso sí, genéticamente perfectos: puro ADN Tolili. Los que trabajan en GATTACA parecen de TRACA, porque actúan como auténticos tarados mentales.

Por otro lado, las interpretaciones son clónicas… de malas. Hawke parece crionizado y la Thurman… pues como siempre: mucha presencia física, pero sin una automática o una katana en ristre no vale ni para mujer florero.

No obstante, debo reconocer que la película se me ha hecho medianamente entretenida y que su aire retro-decadente posee cierto encanto.

Algunas incongruencias son dignas de spoiler:

Ver "Gattaca" ha supuesto para mí una gratísima sorpresa.
Creo que en el film, la ciencia ficción es una disculpa para cuestionar la obsesión que se veía en la sociedad de finales del Siglo XX y principios del XXI por la excelencia, la calidad, la perfección, el crecimiento contínuo, etc. (la película es de 1997, antes de que la Gran Crisis haya desmontado toda esa falacia y nos haya dejado desnudos frente a nuestra imperfección, nuestra chapuza y nuestras miserias).
Y es que, cuando las cosas son tan disfuncionales -no hay nada más disfuncional intentar crear un mundo perfecto en esta vida llena de sorpresas y de imprevistos- acaban estallando con estrépito, como le ha pasado a nuestra muy disfuncional economía actual.
El film acaba cuando la situación particular del protagonista se resuelve -para bien o para mal, no podemos decir cómo- , pero todos presuponemos que hay más casos como el suyo y que esa aberración genético-nazi que tienen montada nuestros supuestos descendientes va a acabar como el Rosario de la Aurora, porque, como la fuerza de la naturaleza demuestra una y otra vez (la última, en el terremoto de Japón), los elementos son mucho más fuertes que el ser humano y siempre nos acaban venciendo.
Así, ver "Gattaca" no sólo es un placer para los sentidos (la luz, la BSO), sino que, además, te hace reflexionar, emocionarte e indignarte un poco más contra lo que ha pasado estos años en el Mundo.

Gattaca es una de esas cada vez más raras obras cinematográficas tan prolija en todos sus aspectos técnicos y estéticos como sobreabundante en sus profundas ideas y argumento; que a la vez dificulta una opinión única (bastante posible con el 95% del resto del cine) y no por incapacidad innata (aunque seguro, algo de eso hay!) sino más bien por la compleja y potente inteligencia manifiesta tanto en todo lo que se ve como en lo que no de cada cuadro, cada secuencia, cada diálogo, de casi todo.

Retratando un futuro en que la condición humana se arrodilla completamente ante la tecnología y la ciencia se erige como la herramienta absoluta de segregación – el sueño de Hitler, pero sin genocidio – A. Niccol se las arregla para que aun, ante semejante realidad las cosas no luzcan tan mal, balanceando el gris porvenir con constantes invitaciones a contemplar los paisajes más hermosos; que armonizan lo natural y lo artificial; y convierten la cinematografía de Gattaca en uno de los elementos estéticos y narrativos más incitantes en el plano intelectual.

Pero en ese ajedrez humano la hegemonía genética descuenta la inquebrantable tenacidad del espíritu humano incodificable y rendido a la voluntad misma; corporeizada en Vincent el fulano de cuya transformación (con cambio de nombre y todo) cargada de vasta simbología, inspiración y drama real; somos testigos. Con perfecto dominio y con una contenida y muy convincente actuación Mr. Hawke se echa la película al hombro.

Como ya lo mencionaba aunque Gattaca posea un interesantísimo hilo narrativo, un argumento concreto a la vez radiante y un estilo inigualable –sólo posibles gracias al coherente guión– lo que más agradezco y gusto me causa es la tremenda fuerza y vigencia de sus ideas, la crítica y en un menor sentido defensa del avance de la ingeniería genética y sus eventuales perjuicios como fuente de discriminación o racismo, la profana ridiculización y desdeño hacia la religión, es brillante y a la vez insidioso considerar a los genéticamente no-aptos “hijos de Dios”. El entendimiento del enamoramiento y los sentimientos como meras consecuencias del anormal funcionamiento de un órgano (adivinen cual!), la ambigüedad en nuestros anhelos de perfección (o imperfección), las diatribas entre lo natural y lo artificial de la conducta humana y la proverbial confrontación o conciliación entre el vitalismo del espíritu y el reduccionismo bioquímico-genético; configuran un plato exquisito, difícil de resistir que logra incluso minimizar la exagerada especulación científica declarada por ejemplo en el viaje a Titán o la predicción de la edad de deceso a los segundos del nacimiento.

Gattaca es una ventana al aséptico futuro acompañado de un análisis clínico de las consecuencias de la entronización del positivismo científico-tecnológico en la sociedad; a la vez que nos exhorta a agarrarnos de nuestra alma y echar una mirada al universo.

Guanina, adenina, timina, timina, adenina, citosina, adenina... bien podría ser el inicio de una secuencia de ADN perteneciente a un ser genéticamente perfecto. Pero la perfección genética no asegura el éxito al cien por cien. Tampoco es posible justificar el fracaso en un ser manipulado genéticamente para ser perfecto, y el fallo puede convertirse en un trauma insalvable.

No existe el genoma que dicta el espíritu humano. Ésta es la frase que reza la promoción de esta gran película, escrita y dirigida por el poco prolífico Andrew Niccol(Nueva Zelanda, 1964), que sólo ha dirigido otra película más, Simone (2002) de la cual lo más interesante parece ser la canadiense, nacida en 1978, Rachel Roberts, su actual esposa. También firma el guión de El show the Truman (1998).

Esa frase es la que se desprende del esfuerzo de Vicent (Ethan Hawke), uno de los últimos "hijos de dios", también despectivamente llamados "degenerados", y en su empeño por lograr su sueño: viajar al espacio. Un puesto reservado sólo a la élite de los hombres genéticamente perfectos. Claro, que su sueño sería algo completamente imposible sin la ayuda de Jerome Morrow (Jude Law). Lo más curioso de todo es que Ethan Hawke ya había viajado al espacio en la ya mítica Exploradores (1985)...
El elenco de actores lo completa una mujer que bien podría ser genéticamente perfecta, por lo menos por fuera lo parece: Uma Thurman.

Una película altamente recomendable por lo cuidado de sus imágenes, por el buen gusto de sus planos, su composición y sus detalles (a qué les recuerda la escalera de caracol de la casa de Jerome), por su guión y la interpretación de los actores así como el trasfondo ético-moral que vehicula el tema, por la música de Michael Nyman, y por la trama policial con la estética propia de los años 30 que proporciona ese aire "retro" a ese futuro quizá no tan lejano, bajo la que se mueve este "thriller policial de ciencia ficción" y que indudablemente, en un futuro, será considerada como un "clásico".

Lucha hasta que no puedas más, lucha cuando los problemas vengan, lucha cuando la vida no te corresponda por tus actos, lucha si el azar no es benévolo, lucha sabiendo que no serás nadie... pero lucha siempre. Nunca sabrás cuando te dan la oportunidad de tu vida para aprovechar todo en lo que has trabajado.


Excelente película de Andrew Niccol ('El señor de la guerra') que trata de como un joven sueña con ir al espacio aún sabiendo que no irá. No es la típica peli que pone de manifiesto el topicazo "yo de mayor quiero ser astronauta". No. Porque esta no es una peli normal, es una peli que desde que naces eres un "no válido", un ser humano inferior, un paria comparado con los geneticamente perfectos, una persona que no optará a un buen puesto de trabajo. Esta es una peli con fundamento, de esas que te va cargando de emoción hasta que piensas como será el final de esta historia. ¡Y qué final!


Parte de culpa de esa emoción la carga sobre sus hombros "defectuosos" Ethan Hawke ('Training Day', 'Antes del atardecer') que interpreta de Vincent, un no válido que desea por todos sus medios estar cerca de las estrellas. Por suerte, hace lo posible para entrar en Gattaca y poder viajar hasta la luna más grande de Júpiter (Titán)... Muy acertada interpretación. Uma Thurman y Jude Law ayudan en gran parte a que la peli sea de esas cojonudas.


La banda sonora es preciosa y encaja perfectamente en los mejores momentos. Justo donde tiene que haber música te cascan un temazo.

Lo que más impresiona de esta película es su estética. Creo que no he visto otra que la cuide tanto. Respira minimalismo por los cuatro costados. Pero un minimalismo refinado y calido. Como de firma. Como un "Armani" del cine.
Es un placer ver tanta belleza junta. El reparto es impecable (casting de guapazos). Vestuario de la "New York Fashion Week". Peluquería como de "L´oréal Paris".
Y lo mejor, es que todo esto atreza una historia apasionante y futurista que por momentos es muy real y actual. Una historia de superación en un mundo en el que sólo se puede ser perfecto. Una historia de amor entre dos personas separadas por su estrato genético.

Cruel e implacable argumento de éste film futurista, que no necesita efectos especiales muy deslumbrantes para transmitir un mañana que en la actualidad, pese a no estar tan perfeccionado, sí que se está realizando: fabricar seres humanos a la carta con cualidades físicas y psicológicas infinitas.
El término “racismo” desaparecerá para dar paso al “genomismo”: forma discriminatoria en base a la estructura genética que posee una persona.

Curiosidades:

- El título de la película usa las iniciales de las bases de las que está compuesto el ADN: guanina (G), adenina (A), timina (T) y citosina (C).

- El nombre de uno de los personajes, "Eugene", significa en griego "bien nacido" y es la raíz de la palabra Eugenesia. En latín, "Vincent" significa "conquistador".

- En la casa del protagonista se puede ver una escalera de caracol que simboliza el modelo de hélice del ADN.

Oscar Wilde decía que tan sólo hacen falta dos cosas para escribir: Tener algo que decir y decirlo. Cuando veo cine, no aspiro a más que a ver una buena historia bien contada. Y Gattaca lo es, mantiene un hilo de tensión y deseas que Jerome, o Vincent, o quien diablos sea, devore su sueño por encima del mundo. Una gran película con escenas que trascienden. Si he de medirla por el erizarse de mi vello, dios sabe que ese "jamás me reserve nada para la vuelta" bien vale un lugar en mi corazón.

Es lo que tiene hacer una película sin presupuesto y con pocos medios tecnológicos: que a falta de dinero, hay que recurrir al cerebro. El arte sustituye a lo material y es entonces cuando se hace Cine.

Leo que algunos usuarios critican el futuro que se recrea en «Gattaca» por su sencillez tecnológica. Tal parece que para que sea realmente ciencia ficción, tiene que ser lo más estrambótico posible; además, se ve que la credibilidad de ese futuro es directamente proporcional al grado de medios informáticos que se hayan utilizado para crearlo. Si no, se le tilda de «cutre».

Precisamente es ese supuesto defecto lo que hace de «Gattaca» una película que supera la mediocridad. Destaca justo por eso mismo: por la maravillosa ambientación. Es el tono que se respira de principio a fin lo que no puede dejar indiferente. Perfecta puesta en escena y perfecta recreación de un planeta Tierra que ya no es azul; ahora el agua es verde y el cielo amarillo. Hasta la moda y los rostros son monocromáticos. Consigue el perfecto mundo deshumanizado, frío y distante que requiere la trama, sin una pizca de artificiosidad, ni grandilocuencia ni superordenadores. Y encima se toma el lujo de la poesía: ciencia ficción al lado del mar mientras se sueña con el espacio remoto. Si eso no es lirismo, yo no sé lo que es.

Leo también que las interpretaciones no están al nivel. Me pregunto entonces qué más tiene que hacer Jude Law para estar al nivel. Interesantísimo personaje, desbordante de encanto, desesperación y grandeza. Irrepetible verle arrastrarse por las escaleras e inolvidable su rostro ojeroso. Es lo que tiene carecer de presupuesto: que hay que apoyarse en los actores y confiar en su talento. Jude Law está, sencillamente, soberbio. Tampoco Ethan Hawke y Uma Thurman salen mal parados; sus interpretaciones son las adecuadas para la atmósfera de Gattaca: algo mecánicas, algo frías, algo sobrias. No pueden ser de otra manera.

Si no tuviera nada de esto, posiblemente «Gattaca» sería una película más. Sin embargo, suple sus carencias en el argumento con el terreno puramente artístico; por este motivo, le subo la nota. En mi opinión, muy recomendable.

Un buen punto de partida, una BSO imponente, una premisa jugosa (no muy lejana a "Un mundo feliz") e intérpretes de cierto nivel permiten a Niccol levantar un film que podría ser mucho más.

No me malinterpreten: está bien como película, pero el desarrollo se desvía del punto de partida, marchando por vericuetos de thriller policial.

Eso sí: es recomendable como largometraje de ciencia ficción para quienes deseen algo distinto a la habitual sobrecarga de efectos visuales en los que se ha convertido el género hoy en día.

Cualquiera que haya merodeado un poco por el tiempo, por el ayer y por el mañana, reconocerá la sociedad futurista que nos ofrece Gattaca, la realización es sorprendentemente escueta y acertada al mismo tiempo, me ha gustado muchísimo y para mi es el mayor valor de la película.

Se trata de una presentación basada en paisajes urbanos a base de bloques de cemento de poca altura, sin mobiliario urbano, tan sólo pequeñas islas de vegetación muy diseminadas. Queda en la memoria como algo gris, ausencia total de peatones e incluso adivinamos que a pesar de la existencia de clases sociales distanciadas, no hay paro; sobre la delincuencia es obvio que aún sin estar erradicada, debe existir un porcentaje bajísimo de delitos. Los coches son de modelos indefinidos y la ropa es clásica: chaqueta y corbata. Un clima frío muy acertado huyendo de extravagantes uniformes o inventos futuristas posibilitan que de volver a ver Gattaca el día de mañana no pierda en veracidad.

La concepción de la descendencia está clara pues parte de un hecho de hoy día: La selección de los cromosomas. Una vez ahí, Gattaca toma partido por el personaje que únicamente podía ser el protagonista: un rebelde. Este personaje nos mostrará al Cuerpo de policía, acertadamente representado por el hecho que sus agentes usan sombrero, detalle muy simpático por el que reitero mis felicitaciones. Me ha gustado también. En cambio no muestran armas; la efectividad y contundencia de sus investigaciones es tal que no necesitan medios de disuasión, así se ve que está establecido.

Para los escrupulosos resalto la utilización excesiva de pelos, uñas, sangre, pestañas e inmundicias varias, en mínimas dosis eso sí, debido a la importancia de los análisis clínicos para identificar a las personas. Policía científica. El hecho de pincharse la yema del dedo para identificarse, me ha parecido lo más flojo de esta interesante película, por ser algo que sin duda estará superado en un futuro.

Buena película en líneas generales. Un acierto. Seria. No plantea ninguna interrogante, como excusa está el innato deseo de investigar del ser humano, satisfacer la curiosidad, explorar. La dirección técnica es ejemplar, no te distrae con nada, te centra en el tema. No obstante si alguien quiere entrar en el condicionante moral, reflexionar sobre aspectos personales, puede estrujarse el coco sin ningún problema. Yo ni me lo planteo, me quedo con que la película es muy entretenida y nada más, pero si quieres meditar, analiza la respuesta que dio uno cuando regresó de Titán:

Hace muchos años leí un cuento: "Piloto de naves espaciales". En primera persona, una madre observaba los anhelos de su hijo, sus más íntimos sueños. Dada la precariedad económica en la que estaban, de pronto la voluntad inquebrantable de un jóven choca con sus verdaderas limitaciones. Pues Gattaca refleja algo extremadamente similar pero dentro de un ambiente futurista.

Una de las primeras cosas por aclarar es que Gattaca, aún haciendo uso de los tópicos del género de la ciencia ficción, jamás tiene en mente derrochar un solo efecto especial o predisponer la historia bajo el arbitraje de las ya conocidas sociedades-futuristas-fundamentalistas-totalitarias. Y no es que esta queja no se presente en la obra, todo lo contrario, se la resalta y critica, pero definitivamente el meollo de la cuestión persigue carriles muy distintos. Una sociedad que busca la perfección es, irrevocablemente, una sociedad que segrega, que verticaliza. Pues en tu sangre llevás tu origen y tu destino, ella sola se encargará de marcar tus posibilidades y tus frustraciones. La genética es primordial en la peli de Niccole, una suerte de fuerza abstracta que selecciona como máquina con disco rígido a los más aptos.
En contrapartida con este mundo que está lejos de ser presentado como apocalíptico pero sí lo suficientemente cargado de significaciones como para establecer una alarma, distintos personajes de carácter y naturaleza "marginal" esbozan, proyectan sueños. Construyen una verdadera mentira, con todas las letras, en pos de anhelos viejos pero siempre vigentes.
En última instancia, es la misma Gattaca, esa metrópoli que te abre las puertas pero te encierra una vez dentro, el envase perfecto para contener a este espíritu que no representa ni a una ni a dos ni a tres personas, sino al espíritu inquebrantable de toda una especie que no se cruza de brazos ante una muestra de sangre, o ante un informe bien hecho.

"De carne somos pero de sueños nos sostenemos", y Gattaca lo refleja maravillosamente.

Es una de mis películas preferidas, es una gran película de ciencia-ficción.
Reflexión sobre un futuro no muy lejano. El tema principal son los avances científicos en el ámbito genético. Estos avances además de curar enfermedades, también podría ocasionar discriminaciones en el ámbito laboral…
Esta película nos obliga hacernos unas cuantas preguntas.
¿Utilizaran las empresas los avances genéticos para contratar a su personal?
¿Se negaran las aseguradoras a asegurarnos? Ya que nuestra genética revela que tenemos un gran porcentaje de morir por problemas respiratorios…

...Con la crítica oficial:
"Ciencia-Ficción de EGB con envoltorio de Oxford"
Manuel Romo: Cinemanía.

Recordemos que esta gente se gana la vida haciendo críticas de las películas.

Esta es una de las mejores películas de la historia. No, no hablo de una de las mejores de la ciencia ficción (que también), hablo de la historia del cine.

Lo que me irrita no es que no te guste. Lo que me irrita es que un "profesional" diga que es mala. Todo lo demás ya está dicho e las otras críticas. Aquí solo me apetecía soltar un poco de indignación.