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39 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
5
Desaprovechada por Schumacher (5.5)
La primera vez que leí la sinopsis, me pareció un argumento bastante atractivo. Pero ésta sólo desvela el planteamiento inicial y no advierte del equivocado sendero psicológico y religioso que toma más adelante ni de los ridículos neones que el irregular Schumacher se empeña en incluir en sus peores trabajos y que confieren a los decorados un aspecto entre discotequero y putero.
Los actores cumplen, pero la mayoría de los personajes no están bien escritos.
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32 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Un planteamiento interesante pero desaprovechado
Cinco estudiantes de medicina deciden investigar que hay detrás de la muerte procediendo a paralizar sus constantes vitales durante unos minutos tras los cuales son reanimados de nuevo. A raíz de eso, dichos personajes empiezan a experimentar extrañas situaciones relacionadas con sucesos que han tenido lugar en el pasado.

Como comentaba en el título de esta crítica, el planteamiento resulta bastante interesante y los primeros 25 minutos cumplen com creces, pero conforme avanza la película, (y a pesar de las buenas actuaciones de Kevin Bacon, Julia Roberts y Kiefer Sutherland), está va diluyéndose en un relato sobre la expiación de nuestros pecados y la posibilidad de redención, hasta acabar en un final bastante torticero y difícil de creer.

Con un guión poco trabajado, sobretodo en el relato de algunos de los personajes, y muy poca capacidad de inquietar al espectador, sólo cabe destacar la lograda ambientación en algunas de las escenas del film.
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Del otro lado de la vida
Schumacher es una verdadera caja de Pandora: o realiza estas entregas dignas, no óperas primas pero si productos decentes, o puede empalagarse con sus Batmans y sus Robins de ocasión. Prefiero infinitamente al director que tengo adelante de Línea mortal.

Como bien dije antes, Línea...no es una obra maestra ni mucho menos: se trata de un thriller que sabe ofrecer dosis de misterio y, esto es importantísimo, nunca pierde los estribos, algo que facilmente pudo haber pasado dada la temática de la peli.
Un grupo de estudiantes de medicina conforma una mini organización secreta en la que ellos mismos se comportan cual conejillos de indias; buscan saber que hay del otro lado, o sea, que nos depara luego de la muerte física. El punto de partida argumental es sumamente interesante, pero lo que más se destaca en la obra es que ese punto de partida no se transforma en un eje circular, sino que se arriesgan con nuevas formas. Se arriesga incorporando nuevas temáticas desde la base, la culpa cumple aquí un papel de privilegio y lo fantástico siempre se encuentra contenido, por lo que el espectador nunca se desbarranca de la linea lógica que ofrece el guión. Al respecto de esto vale destacar que el papel cristiano dentro de la trama es muy notorio, como así también sus tesis redentorias.
No obstante, existe el factor espacio/temporal, dicho factor le juega muy en contra, puesto que si hoy en día se quiere predeterminar lo que hay más allá de la vida con un montón de descripciones de sujetos el diagnóstico sería demasiado vago, teniendo en cuenta las corrientes psicológicas existentes que pueden interpretar dichas imágenes como provenientes del subconciente (spoiler).

Recomendable, porque engancha y se toma en serio a si misma, cuando pudo haberse auto parodiado facilmente.
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19 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Más allá de la vida
Interesantísima cinta (de lo mejor realizado por el irregular Schumacher) sobre un grupo de jóvenes estudiantes de medicina (a destacar su excelente reparto, compuesto por intérpretes de la talla de Julia Roberts, Kiefer Sutherland o Kevin Bacon) que ansían comprobar qué hay en el más allá, es decir, averiguar qué pasa cuando uno muere. Para ello llevan a cabo varios experimentos que, para su desgracia, les hacen revivir distintos traumas del pasado.

Además de por su reparto y su trama (más interesante en su punto de partida que en su devenir), la película destaca por contar con una ambientación gótica que casa a la perfección con el espíritu del relato (aunque el director de fotografía, Jan De Bont, a veces se pasa de oscuro y tétrico). Línea mortal es una estupenda (que no redonda) fábula sobre la vida y la muerte, pero también, y por encima de todo, una historia sobre el perdón y la redención. Vale la pena.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Fantasmas del pasado
Cinco estudiantes de medicina se lanzan a experimentar en ellos mismos el estado de muerte clínica. Tras la reanimación, todos traerán consigo sus fantasmas del pasado.

Film de corte fantástico/científico que remite al mito de Prometeo, aunque desviándose por senderos religiosos ajenos a las cuestiones planteadas y rematado con un desenlace harto conservador. Un viaje astral que eclipsa a los propios personajes, atrapados entre la culpa y la expiación. La estética reviste elementos góticos y luces de neón que confieren al decorado un aspecto casi alucinante.



"Hoy es un buen día para morir."
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
TODOS SABEMOS LO QUE HEMOS HECHO
Cinco extraordinarios estudiantes de Medicina deciden experimentar para descubrir si hay o no hay algo después de la vida, pero lo que en un primer momento se plantea como una conquista científica acaba convirtiéndose en una pesadilla real.
Curiosa y entretenida película con muchos residuos de los ochenta para estrenar otra década en la que las desiguales carreras de cinco prometedores actores también comenzaban. Y es tan curioso como la película que hoy, casi veinte años después del estreno de LÍNEA MORTAL, Julia Roberts haya conseguido llegar a lo más alto y William Baldwin, por ejemplo, se haya desvirtuado como segundón sin brillo en rollazos de sobremesa emitidos en pobres cadenas de medio pelo.
¿Hay o no hay algo después de la vida? ¿Por qué hay quien alcanza el éxito y quien se queda en el camino? ¿Por qué Uri Geller doblaba cucharas...? ¿Es bueno conocer las preguntas a todas las cuestiones que se puedan plantear? Nadie lo sabe. Pero lo que es seguro, y así dijo Sean Connery que avisa el Eclesiastés, es que en mucha sabiduría hay también mucha aflicción.
Quizá la verdadera conquista sea que, al final, y porque todos sabemos lo que hemos hecho, nos marchemos con la conciencia tranquila por ver si hay o no algo o alguien al otro lado esperando para darnos una cálida bienvenida.
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12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cuestión de karma
La década de los ’90 se iniciaba con algunas películas que heredan elementos de los ’80 como es el caso de línea mortal, sin embargo, ha envejecido notablemente bien con el tiempo y sigue siendo igual de interesante y tensa que en aquellos años.
Lo primero que salta a la vista es el reparto, de lujo como pocos y todos cumpliendo solventemente con sus papeles. Todos ellos dirigidos por un Joel Schumacher por entonces no tan maltratado como ahora debido a sus recientes producciones (y la cruz que se le endosó justificadamente con Batman y Robin).
La idea es tan simple como buena, la búsqueda racional de lo desconocido y las consecuencias que ello acarrea, un precio a pagar que es más cruel con algunos que con otros. Casi todo en esta película está justificado, la “locura” de uno de ellos por ser el único en sufrir auténtico daño físico o los pensamientos contradictorios del ateo que ve todos sus principios rotos en cuanto se someten al experimento.
Unos miedos que son los verdaderos protagonistas de la película por encima de los propios personajes, cosa bastante difícil de conseguir con semejante reparto que conseguirá atraer a más de uno solo por sus nombres. Es un error en todo momento pensar que la película es buena por tal reparto. La película simplemente es buena porque tiene las dosis suficientes de intriga, suspense e incluso terror necesarias para necesitar averiguar como va a finalizar el experimento sin dejarla a medio con unos escenarios y unas luces perfectas para tal cometido.
Línea mortal es una película original en su diseño aunque quizá no tanto en su concepto y guión que gustará a los amantes del género de intriga.
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14 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Hoy es un buen día para morir
Si, hoy es un buen día para morir... unos minutos... exactamente el tiempo que te permita volver para contarlo y desatar toda la acción de la película y sus dilemas morales proyectados en sus personajes.
Cinta muy digna que nos adentra en el tortuoso y recurrente mundo de las experiencias cercanas a la muerte sin perder el rumbo en ningún momento, lograda y entretenida a partes iguales y con ese toque de finales de los 90s que adorna toda la obra de un halo especial que seguro que alguno sabe apreciar, actuaciones decentes de actores ahora consagrados y una linea argumental sobria y en cierto modo "original" por plantear esta vuelta de tuerca psicológica.
¿Mi valoración? un merecido 7.5
salu2
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Interesante argumento pero fallida ejecución.
La idea que propone la película "Línea mortal" es altamente interesante: la posibilidad de experimentar el momento cercano a la muerte para investigar qué hay tras ésta. Desconozco si el método científico que muestran en la producción es coherente (intuyo que no mucho), pero es innegable que como argumento de una obra de ficción es bastante atractivo. Ahora bien, la ejecución posterior no es tan satisfactoria como pudiera haber sido. Tras un comienzo prometedor, el filme va perdiendo interés y se suceden una serie de despropósitos que ya no hay por dónde cogerlos. Hagamos un análisis por partes más pormenorizado:

REPARTO: Los actores cumplen en general. Quizá el más flojito sea William Baldwin, y en el lado destacado sitúo a Kiefer Sutherland (pedazo de actor que desde mi punto de vista está infravalorado) y a Julia Roberts.
BANDA SONORA: Bella y bien elegida. Consigue encajar con los momentos de mayor tensión dramática.
GUIÓN: Bastante irregular y de más a menos. Al final tiene cierto tufillo a sermón de cura que estropea el contorno. Cuesta ver en el cine comercial visiones que vayan más allá del concepto occidental judeocristiano, esta película es buena muestra de ello.
AMBIENTACIÓN Y FOTOGRAFÍA: Probablemente, de lo mejor de la producción. Muy lograda la ambientación para meter al espectador en tensión, y la fotografía es de bastante calidad.

En definitiva, si esperas de Línea Mortal que sea un peliculón, saldrás decepcionado. Si te conformas con un producto original y entretenido a pesar de sus evidentes lagunas, pues entonces sí es tu película.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Algunos umbrales NUNCA deberían ser cruzados.
Hoy es un buen día para morir. Con esta frase tan intrigante, se nos presenta un jovencísimo Kiefer Sutherland (Nelson) quien junto con sus compañeros de facultad Rachel, Labraccio, Hurley y Steckle (Julia Roberts, Kevin Bacon, William Baldwin, Oliver Platt, respectivamente) tratarán de dar respuesta a una de las preguntas que más ha cautivado a la humanidad desde el inicio de los tiempos. ¿Existe vida después de la muerte?

Nelson, brillante y egocéntrico, estudiante de medicina, un día cualquiera persuade a sus brillantes compañeros de facultad, para tomar partido en un experimento científico, nunca antes realizado, para ello, se cuelan en uno de los edificios del campus cerrado, en proceso de restauración. A partir de ese momento empezarán uno de los viajes más increíbles y sorprendentes que ha experimentado el ser humano.

Dirigida con solvencia, por Joel Schumacher (Lost Boys, Un día de furia), con guion de Peter Filardi, debut como guionista, la película ha trascendido al tiempo, debido en parte a sus escenarios atemporales creados por Jan de Bont (Die Hard, Cujo, Black Rain), donde se mezclan con acierto, el neoclasicismo, el arte griego, el romano e incluso el gótico, con luces estroboscópicas, neones, que crean escenarios oscuros como de pesadilla. Por otro lado, muchos de los planos (estoy pensando en una escena en particular) podrían estar sacadas directamente de Lost Boys.

La banda sonora de James Newton Howard (Prince of Tides, The Fugitive, The Village) y colaborador habitual de Schumacher, vuelve a ser un elemento importante en el desarrollo de la película con su tono lúgubre, a veces, y con un final que particularmente me parece precioso.

Mencionar el original guion de Peter Filardi, en el que la historia gira en torno a la responsabilidad más allá de la muerte, en una suerte de karma metafísico. Respecto al guion destacar que faltaría un poco de originalidad en las historias de cada personaje, en concreto dos de ellas aunque una es la más potente a mi parecer, son prácticamente similares.

A nivel interpretativo, decir que es una película coral en donde todos los personajes (excepto quizás, Steckle, personaje que da un contrapunto más distendido a la historia) tiene el mismo peso en la película y están interpretados con gran profesionalidad por las jóvenes promesas de la época. Destacar a Sutherland en su interpretación de un carismático megalómano que no duda en poner en peligro a sus amigos más fieles para conseguir su fin último.

Debo admitir que esta película es una de mis debilidades, a mi parecer, nos encontramos con uno de los guiones más originales que se han hecho sobre temas sobrenaturales, de hecho no recuerdo ninguna película que explore de este modo un tema tan delicado. Tal vez y dado a la originalidad y lo nuevo del tema se podían haber hecho muchísimas más concesiones, esto es arriesgarse un poco más y transgredir un poco. A pesar de esto, la película en conjunto me parece una muy buena película, que es totalmente revisionable actualmente, y que como siempre, si le dais una oportunidad descubriréis una película muy interesante y original sin muchas pretensiones, pero muy efectiva.

Curiosidades

Está a punto de estrenarse un remake, inicialmente debía ser una secuela, pero finalmente será un remake dirigido por Niels Arden Oplev (Girl with the dragon tattoo) interpretado por Ellen Page, Nina Dobrev, Kiersey Clemons y con aparición sorpresa de Kiefer Sutherland.

Joel Schumacher, es el perpetrador de una de las ideas más descabelladas de la historia, fue él quien le puso pezones a Batman (tranquilos, ya ha perdido perdón, y está en propósito de enmienda)

Peter Filardi, en el 2004, realizó la adaptación para la televisión de Salem’s Lot de Stephen King. Éste era el primer libro que había leído como adulto y para él se situaba en el panteón de la literatura americana. Otra de las joyas que si no habéis tenido la posibilidad de ver os recomiendo fervientemente.

Uno de los reclamos de la película en la época era la pareja protagonista Kiefer Sutherland y Julia Roberts quienes vivieron un sonado romance durante la filmación. Tanto es así que la pareja estuvo a punto de contraer matrimonio, desgraciadamente, Julia abandonaría a Kiefer en el altar para fugarse con Jason Patrick (compañero de reparto de Sutherland en Lost Boys), ironías del destino, Roberts protagonizaría años más tarde Runaway Bride junto a Richard Gere)

Julia Roberts acababa de estrenar ese mismo año Pretty Woman, por lo que era conocida como la novia de américa, Joel Schumacher y Kiefer Sutherland acababan de estrenar hacía 3 años Lost Boys por lo que la combinación dio muy buen resultado en taquillas.

http://www.terrorweekend.com/2017/10/flatliners-review.html
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Buen entretenimiento (aunque mejorable).
Buen thriller que te entretiene desde el principio por:
Lo frenético de sus escenas médicas.
Lo originalísimo y atractivo de su argumento.
Los actores famosos y competentes que actúan.
La tensión paranormal que impregna al film.
La brillante dirección de Schumacher.
Él es el alma de esta fiesta. Su pulso y su ritmo se notan durante todo el film y es lo que le da categoría a la película.

La brillante premisa se desvirtúa por no incidir más y con más variedad en todo lo que les ocurre después de flirtear con la muerte. No hay necesidad de pasarse al gore o al terror juvenil (que pena el remake de esta película) pero sí que podían haber explorado otras emociones.

Se juega muy bien con los anclajes a diferentes objetos que serán explicados y justificados más adelante.

Es un producto de consumo fácil bien hecho, con gusto y con cierta inteligencia.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
¿Y que hay después de la muerte?
Una película supremamente interesante con un guion aceptable y una trama estupenda. Los primeros 15 o 20 minutos son los mejores, pero con el trascurrir del tiempo la trama se pierde ligeramente. Las actuaciones son lo suficiente como para permitir el trascurso libre del film.

Algunos momentos (solo algunos) llegan a ser emocionantes y sorprendentes. Y la película tiene algo interesante (además del tema) obtiene una atmosfera que no te deja perder ningún momento de este film. Cada momento quieres saber lo que en verdad ocurre en la mente de estos cinco personajes.

Y lo mas sorprendente aun es que después de ver la película, tienes ganas de saber lo que en verdad hay en el otro lado, por así decirlo. Creo que el film logró su cometido
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11 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Algunas líneas no deben cruzarse, y tampoco inhalarse
Terminando de ver “Flatliners” (1991) de Joel Schumacher con Kiefer Sutherland, Julia Roberts, Kevin Bacon, William Baldwin, Oliver Platt, Hope Davis, entre otros. Película de ciencia ficción/sobrenatural, sobre un grupo de médicos empeñados en desentrañar los misterios del más allá; a través de la muerte del cuerpo y su reanimación. El título hace referencia al “flatlining” que es la falta de signos vitales que produce una línea plana en los monitores de resucitación. Nominada al Oscar a los mejores efectos sonoros, en su época la película debió ser muy atrayente, al contar con un reparto de estrellas en ascenso, todos muy jóvenes; pero como historia, es un absurdo disparate. Lo que en inicio debió ser un descubrimiento científico sin precedentes, es todo lo contrario; aquí nadie lleva notas, se monta un laboratorio de “Frankenstein”, en un lugar tipo museo, con pinturas y esculturas históricas greco-romanas, con estilo gótico y renacentista, que recrea hechos bíblicos, todo para evocar imágenes del inframundo, mientras que ángeles y guardianes sobre las columnas, sugieren protección divina… todo demasiado forzado, muy a pesar que, según ellos, el experimento se hace debido a que la filosofía y la religión no han dado respuestas satisfactorias… y aquí nadie cuenta al otro, de las experiencias paranormales que viven… ¿Entonces? Odié que no se me emplazara, el lugar parece una ciudad distópica, post apocalíptica, con luces fuertes e intermitentes, que saber DioR de donde salen, odie la iluminación, y la ambientación, totalmente forzosa para crear una atmosfera, y los hechos sobrenaturales, totalmente naturales!!!! donde los elementos de “otro mundo”, están definidos por la iluminación... Schumacher dijo que “Flatliners” (1990) era una historia sobre la expiación y el perdón, que involucra a estos estudiantes que, en cierto sentido, violan las leyes de los dioses, y pagan un precio. Si una cosa es cierta, es que Schumacher no hace películas científicas, ni educativas, y ese es su gran fallo, y paga un precio, pues son solo para ser visionadas cuando no se puede dormir… en paz. “Algunas líneas no deben cruzarse”, y tampoco inhalarse.
NO RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Las ECM dan para mucho más
El planteamiento inicial de la película, el experimento científico sobre las ECM (experiencias cercanas a la muerte) para conocer qué hay detrás de las experiencias que muchas personas dicen tener, se va yendo al garete por una serie de incongruencias del guión de Peter Filardi.

En spoiler detallo más sobre estas incongruencias, ya que, desde mi máximo respeto a cualquier credo religioso, el guión peca (nunca mejor dicho) de llevar toda la trama hacia la temática religiosa, en este caso, cristiana. De hecho, uno de sus personajes sufre una ECM que sin saber bien el porqué, repentinamente, le hace pasar de ser un ateo convencido a ser casi un fanático religioso.

En cuanto a las interpretaciones, enorme una vez más Kiefer Sutherland y, el resto, cumplidores, dentro de lo simples que son las modificaciones de esos personajes que interpretan, hacen lo que pueden.

El "clímax" del desenlace es demasiado previsible, y convierte al mismo en un anticlímax, más pensado en llevar el mensaje cristiano, que en lograr un satisfactorio final al discurso.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Puto Schumacher...
Línea mortal podría haber sido una película bastante buena ya que cuenta con una premisa interesante. Los inconvenientes son tres: un guión mal desarrollado, un clímax absurdo y, sobretodo, la dirección de uno de los peores cineastas de los últimos tiempos.

Joel Schumacher es incapaz de entender que no todas las películas pueden ser exactamente iguales. Lo de este hombre es un problema serio porque no le importa tratar con superheroes, con vampiros, con estudiantes o con historias clásicas, ya que él, dentro de su inmensa sabiduría, considera que todo deben ser colorines aunque éstos queden como el culo dentro de una historia que pide oscuridad a gritos. Si grave es su problema, más grave es que siga habiendo gente con cojones de pensar en él para hacer películas. En Línea mortal, Schumacher cuenta con una premisa interesante, pero es de rigor reconocer que el director no es el único que falla, ya que el guion se va desplomanto como movido por un terremoto a cada minuto que pasa. El desarrollo es absurdo y va avanzando con sus despropósitos hasta alcanzar un clímax que ruborizará a más de uno.

El reparto sostiene como puede el caos técnico. Kiefer Sutherland está a un nivel notable como protagonista, lo que tiene más mérito del que parece dado que su personaje (como todos los demás) se desarrollan en una única dirección. Bien también una joven Julia Roberts que ese mismo año estrenó Pretty Woman y que, de haber sabido el éxito que iba a tener la cinta que protagonizó junto a Richard Gere, a buen seguro no se habría metido en este berenjenal. Kevin Bacon y William Baldwin (otro Baldwin más) están a un nivel bastante alto, sobretodo un Bacon que estaba cerca de ver despegar su carrera. Oliver Platt, pues bueno, ahí está.

Resumiendo, que es gerundio: grandes actores, buena premisa, mal guión, pésima dirección y absurdo final. Más resumido, imposible.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Interesante idea.
Hay tantas películas que tiene buenas ideas que si se hubieran tomado el tiempo, o tan solo sus guionistas hubiesen dado otro rumbo, serían excelente.
Bueno esta película aunque su idea no es excelente, bien llevada daría para una historia mucho más interesante que la que resultó.
Es una lastima que se desperdicien personajes y situaciones que pudieron ser mejor elaboradas, además de darle un peso más equitativo a sus personajes, o historias igual de intensas, la de Nelson y Rachel son las más intensas, la de David es mucho más suave pero te la compro, en cambio la de Joe es un chiste, no tiene nada que ver con la narrativa de la trama, es más para una una comedia, que para un drama fantástico como este, y bueno Randy ni siquiera tiene llega a realizar el experimento.
El director hace un pésimo trabajo, y la fotografía es nefasta, videoclipera, molesta.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Flatliners
Flatliners (Línea Mortal, 1990) es una película Noventera hasta la médula. No sólo por el marco cronológico en el que se produjo el filme (marca el inicio de la década), sino porque tiene todas las características propias de esta etapa en términos cinematográficos (si nos referimos a los filmes más comerciales). La dirige Joel Schumacher, director que realizó sus películas más exitosas en los Noventa, los intérpretes del filme no dejan de ser estrellas en ciernes de aquellos años (Kiefer Sutherland, Julia Roberts, Kevin Bacon) y la estética Industrial y provocativa en términos de gama cromática es fruto del momento. Sólo faltaba que la Banda sonora hubiera incluido alguna canción de Nirvana.

La película parte de una premisa argumenta absurda, que a la que se piensa detenidamente un poco queda totalmente desmontada. En realidad un marco de ficción con el que el cineasta puede introducir su propuesta. Nuestros protagonistas son un grupo de jóvenes, estudiantes de medicina. Uno de ellos, interpretado por Kiefer Sutherland (quien por otra parte acaba interpretando al mismo personaje medio psicópata de siempre), decide realizar un experimento: Se someterá a una muerte inducida durante unos minutos, para ser reanimado después, y así podrá conocer lo que hay más allá de la vida. Un argumento que es evidentemente absurdo, tanto por el hecho de que mucha gente ha estado clínicamente muerta y ha “Vuelto” (y evidentemente, sin ver el cielo ni otra vida) como porque resulta a todas luces absurdo que alguien decida arriesgar su vida de tal manera (y en el filme no es uno sólo el protagonista que pasa por la mesa de quirófanos).

A partir de ahí, los protagonistas que han pasado por el experimento empezarán a sufrir una serie de alucinaciones que cada vez se volverán más agresivas. La Concepción del desarrollo no dista demasiado de la de un Filme Slasher, pues nos encontramos ante un grupo de jóvenes que son acosados uno a uno (aunque en el filme de Schumacher no hay bajas, la manera en cómo se afrontan al enemigo tiene muchas semejanzas con el Asesino en serie del Slasher).

Es más que significativo que en uno de los primeros diálogos del filme, el protagonista que interpreta Kiefer Sutherland suelte que la Filosofía y la Religión han fracasado en la Búsqueda del conocimiento Post Mortem y que sólo queda la ciencia como única superviviente (una frase que únicamente busca el beneplácito del gran público). Más que nada, porque toda la película de Joel Schumacher es ni más ni menos que una oda a los conceptos religiosos cristianos que giran en torno a la Vida y la muerte. Para más detalle, el final del filme nos deja una imagen totalmente explicita, mostrándonos una serie de Pinturas de Dios (que parecen sacadas de la Capilla Sixtina). Las contradicciones, como vemos son más que evidentes. Puede disfrutarse Línea Mortal como una película basada en ser un entretenimiento, pero en cuanto el filme de Schumacher busca trascendencia (y sin duda que lo hace) el ridículo está asegurado. Porque lo que propone el filme no deja de ser un experimento naif, en la que los protagonistas deben arrepentirse por sus pecados (como vemos, una concepción sumamente católica) aunque en ocasiones estos sean fruslerías.

Pero más allá de esto, incluso la manera en como resuelve el cineasta estos conflictos es en muchas ocasiones un Anti Clímax Total, que evoca a las peores narraciones de Stephen King, sólo hay que ver la secuencia en la que el Joven Mahony “Perdona” a nuestro protagonista. En definitiva, un pastiche ideológico que no tiene reparos en mezclar ideas supuestamente científicas, con altas dosis de Religión.

Seguramente, lo que ha ayudado bastante al ensalzamiento de la película como cinta de culto o semi culto, es la extraña estética que emplea Schumacher en el filme. A pesar de que argumentalmente el filme se ubica en un marco cronológico coetáneo al de la producción del filme, lo que se muestra en pantalla contrasta bastante con la teoría. Más bien el filme parece utilizar un marco de ciencia ficción, o por lo menos hay ambientaciones que parecen admirarse en muchas películas de este género. Además Parece que Schumacher readaptaría parte de esta ambientación en el nefasto filme que realizaría sobre el mítico personaje de DC, Batman, en Batman Forever (Batman Forever, 1995). Una estética mezclada entre el Steam Punk y lo industrial, para muestra las cantidades desmesuradas de niebla artificial, que son utilizadas con la intención de agobiar en ciertos momentos al espectador, pero nunca comprometiendo la factura comercial de la película.

https://neokunst.wordpress.com/2015/05/15/linea-mortal-1990/
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Juventud al Borde de la Muerte
Existe una suerte de retrato generacional muy interesante en esta película, que si bien no llega a nada importante, es curioso que se haya abordado de esta manera.
Estatuas cristianas, hospitales de moribundos y espacios ruinosos cercan a los jóvenes e impulsivos protagonistas, casi atrapándolos dentro de su decadencia, conscientes ellos mismos de que poco pueden hacer para escapar de ella.

'Línea Mortal' presenta entonces una oportunidad para que esos ingenuos estudiantes de medicina logren sobresalir de su limitado futuro, una a la que se agarran con tenacidad por muy ardiendo que esté el clavo.
Nelson y sus compañeros disponen lo que en principio es sólo una travesura aprovechando sus conocimientos científicos, para al final darse cuenta de que están más cerca de hacer Historia que otra cosa: han saltado la barrera de la muerte, y han logrado volver de ella.
Las implicaciones, los posibles usos y la universalidad de lo que experimentan les ciega, pero pronto empiezan a aparecer los primeros celos y los piques de autoestima, tan inevitables como la poca importancia conque se toman el proceso.

Para ellos, parar el corazón y volver a la vida es la última droga de diseño, algo que sin duda estimula su curiosidad científica, pero es más atractivo cuando despliega todo su potencial de disfrute arriesgado sin visibles consecuencias.
Por primera vez, estos jóvenes abrumados por expectativas se ven al mando, sin hojas de ruta o zapatos más grandes que llenar, explorando una frontera que nadie podrá decirles cómo es ni cómo moldear.
Las sensaciones de absoluta libertad en sus visiones más allá de la muerte son el contraste perfecto contra ese edificio en el que las experimentan, todo ruinas y antiguos murales, donde se describe un sentido tradicional del "después de la muerte" que ellos están desafiando a cada línea plana.

Aunque pronto se hace notar la raíz siniestra del asunto: poco a poco sus visiones van saliendo de las muertes inducidas, infestando la realidad de quienes las experimentaban, a menudo dejando notar presencias malignas que se niegan a descansar.
El retrato generacional lucha entonces con el efectismo barato, diluyendo un poco su interés, pero algo queda en el conflicto de una juventud que, sin aceptar sus errores, se lanza a la primera oportunidad de probar su valía; quizá por un sentimiento de inferioridad que siempre nos han dicho que se debe restringir, en aras de competir por cualquier cosa, hasta por la muerte.

Al final, tampoco queda mal la mezcla: entre tradiciones y exigentes manuales médicos, un puñado de chicos aprenden que a veces es necesario hacer una pausa para aceptar los propios errores, aunque haya tenido que producirse por paro cardíaco.
Tal vez no sea tanto un importante descubrimiento científico como una sencilla redención personal: eso que tantas veces acabamos aplazando porque importa más jugársela a ser el mejor.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Los del encefalograma plano
“Flatliners” constituye una de las mayores estupideces con las que jamás he tenido la desgracia de perder mi, por otra parte, no tan valioso tiempo.
La premisa es como sigue: a un brillante MIR le apetece darse una vuelta por el otro barrio. A ver qué se cuece, cómo está el color local. A ojear el ganado, vamos. De modo que convence a sus compañeros y sin embargo amigos —aunque esto, en ocasiones, no lo parezca—, igual de premios extraordinarios de carrera, para que le provoquen la muerte cerebral durante un minuto y, a continuación, lo resuciten.
No contentos con lo antedicho, y llevando la doctrina del “nohayhuevos” hasta sus últimas consecuencias, se pican a ver quién aguanta más rato fiambre. Como cuando, borracho, fumado o —mi caso— ambas, te retabas con tus colegas igual de fumados y borrachos a comer guindillas de bote.
La prueba definitiva de que estos cinco mancebos tal vez no sean las lumbreras que sus abuelas creen radica en que ninguno se plantea que exista una relación, siquiera remotísima, entre las alucinaciones paranoides que todos empiezan a sufrir con un probable daño neurológico causado por la hipoxia. Pasada una hora larga de película, Kevin Bacon, el único al que no parece haberle tocado el título de Medicina en una tómbola, cae en la cuenta. Respecto al motivo de que salga de su residencia por la ventana, imagino que habrá perdido las llaves y le viene mal hacerse con una copia.
Joel Schumacher, conspicuo muñidor de bodrios, nos sirve tamaña bazofia con un acompañamiento generoso del barroquismo visual, iluminación de videoclip y “sfumatto” intransitable tan del pésimo gusto de los noventa. Sólo me cabe añadir que una versión literal del título original, algo tipo “Los del encefalograma plano”, hubiera estado más cerca del nivel intelectual manifestado por todos los implicados en este horror sin paliativos.
Que la semana pasada se estrenase un remake con la, hasta la fecha, respetable y respetada Ellen Page a la cabeza del reparto, no hace sino confirmar el lastimoso estado en que se encuentra el cine comercial actual.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una gran idea, aunque no lo bastante bien desarrollada
Unir a un buen grupo de actores de moda siempre es atractivo para el público, y más si lo hacen para contar una historia de presunto terror que mezcla ciencia y fe.
Es un ejemplo claro de tener una idea absolutamente genial, y luego no saber aprovecharla en condiciones para poder haber hecho un peliculón.
Desde los famosos estudios del doctor Raymond Moody, en ocasiones, y a veces un poco bajo cuerda, la ciencia ha tratado de estudiar los momentos inmediatamente anteriores y posteriores a ese instante en el que supuestamente todos y cada uno de nosotros dejaremos de ser. De esos estudios viene la famosa luz a través del túnel, que muchos pacientes han experimentado tras ser declarados clínicamente muertos, y luego reanimados, claro está.
Pues bien, estos jóvenes estudiantes de medicina no tienen nada mejor que hacer que suicidarse bajo control clínico, para ver en sus propias carnes (o espíritu) qué es lo que hay más allá. "Hoy es un buen día para morir", dice Kiefer, el más valiente de ellos.
El debate científico sobre este tema tan trascendental, en la película es tratado prácticamente de puntillas, sin profundizar ni dar pie a que el espectador piense más allá de lo mínimo.
El problema es que, cuando llega la hora de la verdad, la forma en la que han tratado el más allá, ni se corresponde con los estudios de Moody, ni con lo que piensan las religiones (cuya existencia es precisamente dar sentido a la muerte y a la vida) o la filosofía. En lugar de eso, tenemos una especie de puesta en valor de los pecados y traumas, que trata de dar algo de miedo, pero que no lo consigue. El más soso es el caso de William Baldwin, que según dice su compañero, "folla hasta muerto".
De todas maneras, sin entrar en más destripes, la película es lo suficientemente entretenida como para que el fallido enfoque no la estropee del todo, cosa que sí pasa (y con creces) en el estúpido "remake" de 2017.
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