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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
3
Ciencia ficción. Thriller. Intriga. Drama Cinco estudiantes de medicina deciden experimentar en sí mismos lo que se esconde más allá de la muerte. Para ello provocan la paralización del corazón y del cerebro de cada uno de ellos hasta que los monitores que indican las constantes vitales muestran una línea horizontal. En ese instante proceden a la reanimación del cuerpo. Tras el éxito de la primera experiencia, deciden permanecer cada vez más tiempo en ese estado. (FILMAFFINITY)
7 de noviembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Flatliners” constituye una de las mayores estupideces con las que jamás he tenido la desgracia de perder mi, por otra parte, no tan valioso tiempo.
La premisa es como sigue: a un brillante MIR le apetece darse una vuelta por el otro barrio. A ver qué se cuece, cómo está el color local. A ojear el ganado, vamos. De modo que convence a sus compañeros y sin embargo amigos —aunque esto, en ocasiones, no lo parezca—, igual de premios extraordinarios de carrera, para que le provoquen la muerte cerebral durante un minuto y, a continuación, lo resuciten.
No contentos con lo antedicho, y llevando la doctrina del “nohayhuevos” hasta sus últimas consecuencias, se pican a ver quién aguanta más rato fiambre. Como cuando, borracho, fumado o —mi caso— ambas, te retabas con tus colegas igual de fumados y borrachos a comer guindillas de bote.
La prueba definitiva de que estos cinco mancebos tal vez no sean las lumbreras que sus abuelas creen radica en que ninguno se plantea que exista una relación, siquiera remotísima, entre las alucinaciones paranoides que todos empiezan a sufrir con un probable daño neurológico causado por la hipoxia. Pasada una hora larga de película, Kevin Bacon, el único al que no parece haberle tocado el título de Medicina en una tómbola, cae en la cuenta. Respecto al motivo de que salga de su residencia por la ventana, imagino que habrá perdido las llaves y le viene mal hacerse con una copia.
Joel Schumacher, conspicuo muñidor de bodrios, nos sirve tamaña bazofia con un acompañamiento generoso del barroquismo visual, iluminación de videoclip y “sfumatto” intransitable tan del pésimo gusto de los noventa. Sólo me cabe añadir que una versión literal del título original, algo tipo “Los del encefalograma plano”, hubiera estado más cerca del nivel intelectual manifestado por todos los implicados en este horror sin paliativos.
Que la semana pasada se estrenase un remake con la, hasta la fecha, respetable y respetada Ellen Page a la cabeza del reparto, no hace sino confirmar el lastimoso estado en que se encuentra el cine comercial actual.
Carorpar
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