59 Críticas de los usuarios

Star Trek nació como una serie de televisión de los años 60. Con unos efectos especiales casi ridículos, consecuencia de un ajustado presupuesto, pasó casi desapercibida por las pantallas de televisión, emitiéndose tan sólo durante tres temporadas.

Sin embargo, Star Trek resultó ser una serie harto original: al espectador acostumbrado a las "óperas espaciales" llenas de acción, batallas espaciales y tiros de pistola láser, Star Trek le sorprenderá (o decepcionará) porque no contiene apenas nada de esto. De hecho, su creador, Gene Rodenberry, nos muestra un universo de acción muy filosófico o metafísico, donde una sociedad bastante idealizada, en la que sus habitantes han logrado desterrar hambre y guerras, se dedica a explorar el espacio y buscar nuevas civilizaciones. Los problemas y conflictos que se generan son casi siempre resueltos por la vía "diplomática" y por el buen hacer del capitán y su tripulación. Raramente se llega al uso de la fuerza bruta.

El paso de los años y las repetidas reposiciones televisivas generó una auténtica legión de seguidores más o menos fanáticos de la serie (los "trekis"). Como consecuencia, la productora decidió crear una nueva serie, Star Trek: Phase II, con los mismos actores. Sin embargo, problemas con algún actor que no quería encasillarse en el género (curiosamente resultó ser Leonard Nimoy, que interpreta al Sr. Spock) y el bombazo de Star Wars motivaron que la productora decidiese llevar la serie a la gran pantalla.

Y éste fue el resultado, una superproducción de dos horas de la que podemos destacar, sobre todo, los memorables efectos especiales que fueron nominados al Oscar, una magnífica banda sonora del compositor Jerry Goldsmith, que repetiría en posteriores entregas, un sorprendente final y toda una serie de secuelas y spin-off's posteriores que han convertido a Star Trek en un fenómeno de masas que ya dura cuatro décadas. Algo muy difícil de conseguir, ciertamente.

De la película poco que decir: está basada en un episodio de la serie original y contiene en esencia todo lo que es el universo y filosofía trek. De hecho, de todas las películas que se han rodado de esta franquicia (diez hasta la fecha y con la undécima en rodaje) es la que resulta ser más fiel al espíritu de la serie original. Quizás en algunos momentos pueda parecer lenta, como cierta secuencia que podría recordar a los momentos finales de "2001, una odisea espacial". O bien, por citar otro posible "defecto", el hecho de que se podría haber profundizado un poco más en el perfil psicológico de los personajes, pero Star Trek nunca se ha caracterizado por tener personajes "profundos" como los que podemos ver en series más actuales.

En resumidas cuentas, si busca una serie de acción espacial, tiros con rayitos o sencillamente algo fácil de digerir, Star Trek no es su película. En cambio, si busca una película más reflexiva y no le molesta en absoluto un cierto toque de fantasía, esta película le hará pasar un buen rato.

Una cinta que impactó en su momento por toda su factura técnica, por lo enigmática de su trama y por el clima tremendamente opresivo y psicológico que implica el luchar contra inteligencias superiores de las que casi nada se sabe. Creo que más allá que la cinta atrae desde lo visual, con largos planos mostrando toda la parafernalia galáctica que envuelve a la historia, la mayor virtud que le encuentro es su sugestivo clima, esa búsqueda de información sobre en qué consiste la amenaza hacia el planeta Tierra. Claro que hay que estar preparado para otro ritmo narrativo, en ello al filme se le nota el paso de los años. Pues no es muy dinámico que digamos, su tempo narrativo es acompasado, prudente, abundando en detalles y resignando vértigo.
Interesante pero lenta toda la primera parte donde los protagonistas se reencuentran para emprender una nueva misión. Luego el filme, manteniendo su lentitud entra en el conflicto que mantiene la atención del espectador, pero que quizás carece de espectacularidad e intensidad, lo cual hace que el resultado final no sea del todo satisfactorio porque en varios momentos aburre ante la ausencia de acción.
Párrafo aparte para lo mejor del filme, su banda sonora que contiene melodías que promueven lo enigmático, lo solemne y místico que se encuentra en el hecho de descubrir el misterio de V’Ger. Una partitura que envuelve y contribuye a la perfección para ambientar el perfil ininteligible de esta cinta.

El paso a la gran pantalla de la hasta entonces serie de culto "Star Trek" se hizo a lo grande, sin escatimar en medios. La Enterprise ha sido rediseñada de acorde a los nuevos tiempos, y sin duda se trata de uno de los diseños más elegantes y bonitos que se han dado en la ciencia-ficción. Los inolvidables Kirk, Spock, McCoy, Sulu, Chekov, Uhura y Scotty vuelven a ponerse al mando para salvar al planeta Tierra de una nube de energía que arrasa todo lo que se encuentra en su camino y se dirige directamente hacia ella.

Sin duda, nos hallamos ante una película sensacional, que explota al máximo una misteriosa historia (el origen del intruso nebular) guiando al espectador por numerosos paisajes oníricos y excepcionales careos y disquisiciones filosóficas entre todos los protagonistas. Como siempre, el arrojo y el carácter de jugador de poker del Almirante Kirk es una baza a favor de salir airoso de todas las vicisitudes, la extrema inteligencia y lógica de Spock es fundamental para resolver los enigmas, y el pragmatismo del siempre cascarrabias y maravilloso Dr. "Bones" McCoy sirve de nexo de unión entre los dos anteriores.

La carga filosófica de "Star Trek, La Película" es extraordinaria: En realidad el misterio de la nube intrusa es una búsqueda interior del carácter de la raza humana que presenta muchas similitudes con la obra maestra "2001, Odisea en el Espacio", de Stanley Kubrik. La dirección de Robert Wise es, como siempre, su sello personal: tiempo para la acción intercalado con largos pasajes para la reflexión. La banda sonora, excepcional, y uno de los mejores ejemplos de la historia de las BSO de perfecta simbiosis entre música e imagen.

Una película detallista, fina, inteligente, con elaborados efectos especiales y un homenaje al mundo trekkie, que permanecía todavía bajo la etiqueta de alternativo y se transformó en un fenómeno oficial con todas las de la ley y toda justicia.

Voy a confesaros un pequeño secreto. A día de hoy, y con casi cuarenta tacos, no he visto jamás “La guerra de las galaxias”. Sí, sí, va en serio. Bueno, tal vez habré visto algún que otro fragmento por televisión, pero de principio a fin, nunca.

Obviamente, conozco la historia -superficialmente- y también a sus protagonistas: Luke, Leia, Han Solo, Darth Vader, Cheewaka y demás miembros de la tropa galáctica. No en vano completé esa mediática colección de cromos en el 78 e incluso estuve a punto de participar en esas interminables colas de espectadores que se formaron el día de su estreno en Barcelona. Lamentablemente ese día enfermé, y casi con toda seguridad el destino me arrebató la que podría haber sido una de las ‘pelis de mi infancia’. No la vi entonces ni posteriormente. Tampoco he visto las otras dos pelis que integran la célebre trilogía aunque, la verdad, no me preocupa demasiado. Tal vez algún día lo haga. Tal vez no.

Permitidme, en todo caso, romper una lanza a favor de “Star Trek”, su más temible adversaria. Asistí a su estreno en la gran pantalla y recorrí el espacio exterior por primera vez en la búsqueda de otros mundos. No puedo considerarme un ‘treki’, uno de esos fanáticos seguidores de la saga, pero cuando la vi con apenas doce añitos, algún resorte de mi corazoncito cinéfilo se activó misteriosamente. Aún me parece escuchar el suave rumor de los motores, el eco metálico de los compartimentos del ‘Enterprise’, esa banda sonora tremendamente inquietante…

William Shatner, Leonard Nimoy y DeForest Kelly se transfiguraron un buen dia en el Capitán Kirk, Mr. Spock y el Dr. McCoy para forjar una leyenda espacial de gran envergadura tecnológica y metafísica. La más grande.

No tenía buen recuerdo de la primera peli de Star Trek. La compré hace años con una colección dedicada a la serie que consistía en las siete primeras películas y capitulos derivados de las serie; y claro, esta peli me pareció espesa, lenta comparada con las siguientes.
Hace poco la he vuelto a ver, y será por la edad, pero me ha parecido mejor película de lo que pensaba. Los de Paramount han hecho un gran trabajo con la remasterización de la peli y en HD luce como si se hubiera hecho ahora.
El reencuentro tanto de Kirk, Spock, McCoy entre ellos como con la audiencia en la pantalla grande es grato; la historia que narra ya se había tratado en la serie original, con un planteamiento similar, pero en la peli las consecuencias son otras, sobretodo con Spock, que consigue poner fin a su batalla interna entre su lado humano y vulcano.
Leyendo los fragmentos de los libros de Shatner y Nimoy en el que hablan de la peli, tano uno como otro hablan con disgusto de ella; pero para un servidor no es para tanto. me quedé pegado a la tele desde el principio, con la destrucción de tren naves klinglon a manos de un aparato alien; con el tour guiado por la Enterprise con un Kirk asombrado; con los nuevos personajes (Ilia y Decker); con la llegada de Spock al puente de mando; con la toma de contacto con la sonda destructora; y la epifanía que tiene el señor Spock cuando se adentra en el interior de V'ger.
Dos horas que se fueron en un suspiro.
El estilo recuerda a 2001 de Kubrick, pero ésta es mucho más entretenida.
Si hace tiempo que no la ven, les aconsejo que la revisionen, no tiene desperdicio. y si es en HD, mejor.

Con esta obra del oscarizado Robert Wise, Star Trek dio el gran salto a la inmortalidad, mucho más allá de una serie televisiva de bajo presupuesto orientada a un público infantil, para convertirse en un fenómeno que aún hoy moviliza a una legión de fans ávidos de aventuras espaciales, aún por concluir. Es decir, con esta película, Star Trek fue donde nadie había estado antes. El primer requisito: reunir al equipo original de actores, desde Will Shatner a Majel Barrett, esposa del creador de la serie (Gene Roddenberry). Stephen Collins y Persis Khambatta completaron el reparto, en el que también participa brevemente Mark Lenard (recordado por su papel de Sarek, embajador de Vulcano y padre de un servidor) como comandante klingon.

La película se aparta de la línea televisiva, cuyo motivo era la exploración del espacio y el descubrimiento de nuevos mundos, incluyendo abundante metraje en exteriores. La acción transcurre casi por completo dentro de naves espaciales, creando un ambiente totalmente distinto y a veces claustrofóbico. Esto, junto con el tempo cadencioso de la historia, decepcionó a muchos fans de la serie. Y es verdad: esta Star Trek no es una película de acción pura, sino más bien un thriller espacial, de cuya resolución depende el destino de la Tierra. La tripulación del Enterprise se enfrenta a una amenaza casi imposible de detener, una nave gigantesca que se dirige a la Tierra y que engulle o destruye a quienes osan enfrentársele. El descubrimiento progresivo de la lógica y los motivos de la nave alienígena (V'Ger) enriquecen el argumento.

El diseño de vestuario es mejorable (tanto que nunca más se supo de los uniformes de esta entrega). El más que correcto trabajo de los actores es básico para entender la genuina personalidad de la saga. El trío Shatner-Nimoy-Kelley brilla en esta entrega quizás como nunca. Mención aparte para la excelsa banda sonora de Jerry Goldsmith, felizmente reeditada hace años. A destacar el tema principal, el ataque de los klingon y la fantástica pieza que adorna la exploración de las enormes entrañas de V'Ger. Los efectos especiales son excelentes, sin lograr la maravilla visual de Star Wars.

Surgirían, inevitablemente, comparaciones entre Star Wars y Star Trek, de las que esta última no saldría bien parada, injustamente. Star Wars es una aventura de acción clásica, adornada con grandes efectos especiales, que puede trasplantarse sin problema a otro contexto no galáctico (por ejemplo, el Far West). Sin embargo, Star Trek propone afrontar retos y peligros en el hostil e ignoto espacio exterior. No existe Star Trek sin el espacio, sin la última frontera. No se pueden, ni deben, comparar ambas sagas. Cada una es única, a su modo. Ahora bien: la dimensión social del fenómeno trekkie, que se inició aquí, supera con mucho a la de Star Wars, más reconocida como un gran espectáculo. Dicho en Borg: las comparaciones son fútiles.

Que no os engañe el título, que a mí me encanta el Episodio I de "Star Wars", pero admito que tiene errores y no es perfecta.

Ahora vamos con "Star Trek, la película". Vaya por delante que aunque yo sea fan de "Star Wars", me gustan mucho las ideas que propone "Star Trek". Es una obra más profunda y compleja que la creación de George Lucas. Y eso no la hace ni mejor, ni peor, simplemente es diferente.

La historia de "Star Trek" es sin duda fascinante, una patrulla de exploradores formada por gente de varias nacionalidades y especies (Uhura es negra, Chekov es ruso, Sulu es asiático, Spock es del planeta Vulcano... y un largo etc...) que investiga los misterios del espacio.
¿Es o no es precioso? Especialmente si tenemos en cuenta que este concepto fue creado en plena Guerra Fría.

No soy trekkie, pero me encanta "Star Trek". Así que lamento mucho decir que no me ha gustado esta película, porque podría haber sido preciosa, pero lamentablemente no fue así.

Esta película se estrenó después del boom de "Star Wars", George Lucas había pegado un bombazo con "La guerra de las galaxias", así que Gene Roddenberry pensó que su obra necesitaba una adaptación fílmica.
Pero a esta le falta mucho corazón, no sé si es que la idearon como un capítulo más largo o algo así, pero me parece lenta, carente de alma, fría, es que hasta la música es ralentizada en varias escenas.
Las actuaciones son muy buenas, tengamos en cuenta que contaron con el reparto original de la serie. Los efectos especiales y los decorados son muy buenos, pero la acción de la película es más que lenta, es lentísima, como decía el Crítico de la Nostalgia, en vez de "Star Trek: The Motion Picture" debería llamarse "Star Trek: The Slow Motion Picture", casi parece un sueño de Zack Snyder.
Tal vez intentaron hacer algo del estilo de "2001: Una odisea en el espacio", pero por alguna razón no les quedó muy bien, en este caso ni siquiera ayuda el acompañamiento musical.

Valoración final: 5 sobre 10.

Pd: Espero que la II sea mejor.

Antes de criticar lo que voy a escribir que quede claro que soy fan de "Star Wars" a la máxima potencia.

Voy a romper una gran lanza a favor de "Star Trek", la película original de 1979.

Conocía la historia por encima y sus personajes, pero ayer decidí de darle una oportunidad y la verdad es que me dejó pasmado.

Es ciencia ficción pura y dura, filosófica, onírica sin la velocidad, giros y acción de Star Wars.

Todo se inicia con una música genial ya atronadora del gran Jerry Goldsmith, seguida de un prólogo donde ya se inserta en la aventura.

Las conversaciones entre el almirante Kirk, el lógico Spock y cínico médico deberían estar en un museo. Así como la facilidad en que se reconocen sus caracteres y psicología.

La carga filosófica de "Star Trek, La Película" es extraordinaria: En realidad el misterio de la nube intrusa es una búsqueda interior del carácter de la raza humana que presenta muchas similitudes con la "2001, Odisea en el Espacio", de Stanley Kubrick. Sumándole muchas de las novelas de Carl Sagan y de Isaac Asimov.

Ahora entiendo las comparaciones entre Star Wars y Star Trek y creo que no se deben comparar. Se deben disfrutar por separado ya que son mundos completamente diferentes.

"Star Wars" es una aventura de acción clásica, adornada con grandes efectos especiales, que no propone más retos más allá de lo conocido.

Sin embargo, "Star Trek" propone afrontar retos y peligros en el hostil e ignoto espacio buscando respuestas en todo aquello que somos y queremos saber, buscando nuestra propia existencia.

9 claquetas.

Pd: no me disparéis con blasters ni me cortéis con espadas lásers, gracias!! xd

Nadie hubiera podido imaginar, ni tan siquiera el propio creador de esta saga de ciencia ficción, que su obra, tras un pediodo de tres temporadas en una serie de televisión emitida en la década de los años 60, alcanzara el status de obra de culto y con ello toda una legión de seguidores hasta el día, a pesar de los bajos índices de audiencia, y posteriormente con sus continuas reposiciones en la década de los 70 incluyendo las convenciones que se celebraron y que desbordaron todas las previsiones previstas inicialmente.

Lo que en principio fue una simple y modesta serie de televisión compuesta en su mayor parte por actores poco conocidos para el gran público de aquel entonces, pero contando con un buen número de buenos guionistas, autores del género y excelentes historias inspiradas en los acontecimientos históricos de aquella época en su mayor parte surguidos de la Guerra Fría, se convertiría 43 años despúes en un fenómeno social que ha traspasado fronteras en todo el mundo generando millones de dólares en un extenso merchandising, incluyendo las convenciones nacionales españolas de Star Trek conocidas como ESPATREK o WEEKENDTREK organizadas por los clubs, y que han tenido sonbretodo con las conocidas ESPATREKs de traer como invitados a esos actores como Walter Koenig (Pavel Chekov) de la serie original quien estuvo con nosotros en Madrid del 12 al 14 de Septiembre de 2009.

Pues la presente película surge a partir del éxito en 1977 con "Star Wars" de George Lucas, en aquel entonces Gene Roddenberry consciente de la demanda que la aficción que había en su país, intentó convencer sin éxito a los productores de la Paramount, para dar luz verde a su proyecto de adaptar su obra a la gran pantalla, Paramount también estaba al tanto del fenómeno social surguido por esa demanda, así que inicialmente optó por realizar una nueva serie denominada Phase II, cuyo reparto incluyendo tanto los guiones ya escritos estaban listos para rodarse y crear con ello una nueva cadena de televisión financiada en su mayor parte por la productora, cosa que no se llegó a realizar.

El éxito de la película de George Lucas influyó de manera decisiva en los productores de la Paramount, que finalmente decidieron darle luz verde a la demanda de Gene Roddenbery para así realizar la primera adaptación cinematográfica de una saga que perdura hoy en día, contando para ello con un presupuesto enorme, reuniéndo a todo el reparto original de la serie de televisión y contratarón para ello con un director de prestigio como Robert Wise, para llevar a cabo este megaproyecto, el resto ya es de sobra conocidos por muchos aficionados trekkies quienes como yo tuvimos la ocasión de verla y disfrutarla en todo su esplendor.

Mítica donde las haya, el salto desde la pequeña pantalla hasta el celuloide permitió a Robert Wise añadir a su dilatada carrera como director otro magnífico título e incorporar definitivamente al parnaso cinematográfico a los protagonistas de la famosa serie televisiva.
Un ambicioso guión cargado de sugerentes propuestas se convirtió en una película intemporal, con estupendos efectos especiales, amena, con buen pulso narrativo y muy interesante a la que sólo se le puede censurar algunos rasgos de ingenuidad, a veces falta de tensión interpretativa por parte de sus protagonistas y, en ocasiones, cierta lentitud.

A día de hoy tanto el nombre de la nave como los de alguno de sus principales personajes siguen siendo recordados en medio mundo.
Treinta y cinco años después mantiene su valor como película de culto.

Decide este espectador, un buen día, pese a no ser fan de la franquicia Star Trek, darle una oportunidad a su primera película para el cine. Lo hace en el convencimiento de que una banda sonora tan prodigiosa como la que le compuso Jerry Goldsmith, hace ya tres decenios, no puede acompañar a un simple capítulo de la serie televisiva. Y no se equivoca, al menos no completamente: encuentra un más que digno trabajo de diseño visual, un hiperespacio quizás no muy realista para estos tiempos que corren, pero indudablemente subyugante; encuentra lo que ya sabía que iba a encontrar: una de las bandas sonoras que más le han impactado, por siniestra, por innovadora. Pero el espectador no está preparado para otras cosas: no para que todo en ella se reduzca a una simple y llana imitación de la otra Odisea, la caleidoscópica, la de Kubrick; no para que el mismo elenco que ya hiciera el ridículo en la tele lo siga haciendo en la pantalla grande (un monitor LCD de 22 pulgadas, en el caso particular del espectador); no para esos uniformes de lycra ceñidos y de vivos colores que dañan la retina, ni para las mal disimuladas lorzas de William Shatner, ni para que se fuercen las casualidades con el objeto de reunir en la misma nave a los mismos viejos personajes conocidos.

En fin, le dará el espectador un cinco y medio, que tiene el día afable y ha sido capaz de encontrarle un par de virtudes.

Una extraña nebulosa se acerca irremediablemente y con señales de gran violencia hacia el planeta Tierra. Allí, los seres humanos viven en medio de paz y armonía, con vidas placenteras y tranquilas. Han logrado una civilización tecnológica capaz de crear naves espaciales de exploración. Sin embargo, el castillo de naipes se puede venir abajo. Por ello, jugarán la carta del almirante Kirk, quien se pondrá a los mandos de la Enterprise, una gran nave especial, pero medio en ruinas, secundado por el comandante Decker, el doctor McCoy, el oficial Spock y todo su séquito (a los que no conozco, pues era mi primer contacto con la saga).

¿La misión? En principio, salvar a la Tierra. Una misión que les llevará a partir hacia la temida nebulosa, surcando el universo y dándose de bruces contra ella para depararnos un memorable final.

‘Star trek’ es una gran cinta de ciencia-ficción. Se podría catalogar de ‘atípica’, ya que, en su mayoría, las carreras espaciales, rayos, pistolas láseres y demás abundan dentro del género. Aquí no. Aquí tenemos un alto grado de reflexión en detrimento de la acción, entendida ésta como disparos y explosiones. Una reflexión derivada de los densos y largos planos con los que Robert Wise visualiza el punto al que ha llegado la civilización humana (y de paso farda de efectos especiales, que en su día serían la hostia), de los diálogos entre la tripulación y de su escena final.

Comenzamos a ver una por una las películas de Star Trek. Esta primera entrega no deja indiferente a nadie, ya sea para bien o para mal. Se aleja bastante de lo visto en Star Trek: The Original Series, siendo una exploración profunda del espacio y la vida, pero a la vez mantiene todo el espíritu de la serie, y bajo la grandeza de una de las mejores bandas sonoras de la historia y como no, a bordo de la nave Enterprise, remodelada con un resultado impresionante. A veces es un poco lenta y los exteriores ocupan muchos minutos como pretexto para los notables efectos especiales, pero tiene cierta profundidad que va mas allá de lo superficial. Sin duda, es una de las mejores Trek.

La franquicia cinematográfica de Star Trek comenzó en 1979 en plena efervescencia del cine de ciencia ficción. Con un presupuesto aproximado de 35 millones de dólares Robert Wise fue el escogido para adaptar a la pantalla grande la exitosa serie televisiva que había hecho furor en los sesenta. Wise responsable de títulos inolvidables como Sonrisas y lágrimas o West Side Story era un fan de la ciencia ficción y ya había dirigido películas de este género consideradas de culto como Ultimátum a la tierra y La amenaza de Andrómeda. Finalmente Star Trek fue un gran éxito de público y la serie continúa hasta nuestros días. Pero la primera parte es un film que me pareció excesivamente lento que se toma demasiado tiempo para contar una historia aburrida y confusa. (spoiler)

El desenlace de la trama incluye reflexiones filosófico-metafísicas que pueden despistar a más de uno que a lo mejor se pensaba que vería un espectáculo pirotécnico ambientado en el espacio. En este sentido la película es más adulta que La guerra de las galaxias y se acerca más a Encuentros en la tercera fase. El guión trata de temas trascendentales y complejos sobre el universo que invitan a la reflexión, no obstante contó con el asesoramiento de Isaac Asimov, y parece escrito por el típico cerebrito friki que se pasó de listo escribiendo una historia poco digerible que abusa en exceso de terminología técnica.

Uno de los temas más tratados en la saga Star Trek es la de humanizar a los personajes, es decir, que sujetos tan inteligentes como Spock no guíen su comportamiento exclusivamente por criterios basados en la lógica sino que sean más humanos porque de lo contrario con el tiempo acabaremos actuando todos como máquinas. Se defiende la idea de que el avance científico y tecnológico no debe hacernos perder la humanidad. Es esa chispa de humanidad e ingenio característica de los humanos la que nos hace únicos y no debemos perder. En definitiva la película trata temas interesantes pero no los hace atractivos al gran público, juega con la baza del suspense por la amenaza que supone para la Tierra esa gran masa de energía pero no funciona porque la historia avanza a un ritmo tedioso y la intriga acaba difuminándose para recuperar algo el pulso al final.

Lo que sí es un gran mérito de la película es contar con un gran equipo técnico de profesionales que desarrollan un excelente trabajo en el campo de los efectos visuales, el responsable es el mismo que el de Blade Runner y Encuentros en la tercera fase y su trabajo recuerda mucho al de estos dos films. Toda una serie de efectos ópticos y luces que viéndolos en alta definición no han envejecido mal. El vestuario no es el habitual con el pantalón negro y la chaqueta roja, van vestidos de gris con una especie de chándal cutre de regusto inequívocamente setentero con el logo trekkie mal bordado. El diseño de producción sí está bien hecho y al igual que los efectos especiales y la banda sonora fue nominado al Oscar. Jerry Goldsmith compuso uno de sus trabajos más inspirados con una bella música que encaja como un guante en la película. Los actores son los mismos de la serie original, veteranos pero en plena forma aunque el desarrollo de los personajes es escaso y se produciría en posteriores entregas.

En resumen, podía haber sido una obra maestra pero se pierde en una farragosa intriga de pretensiones trascendentales.

Soy escritor y un amante del fantástico, en especial del cine de Ciencia Ficción. Nací el año que estrenaron la primera "Guerra de los mundos", así que no me dejo llevar por los juicios rápidos e insensatos; y al igual que Harryhausen o Bradbury sigo siendo un joven lleno de sueños y con mucha imaginación; aunque algo más listo. Me he decidido a realizar una revisión de todos los títulos del género, y comprobar a fecha de hoy su frescura. Ésta merece el calificativo de: MUY BUENA.
Una película de excepción para los amantes de la Ciencia Ficción, de fino paladar, y una obra conceptual de vanguardia sobre máquinas pensantes, el universo y los límites del conocimiento. Así es el maravilloso filme de Robert Wise que dio origen a la franquicia que hoy día aún seguimos disfrutando. El creador de "Ultimatum a la Tierra" y "La amenaza de Andrómeda" ofrece una cinta seria con un maravilloso mensaje: celebrar nuestra humanidad y diversidad. En el 2001 el director pudo hacer realidad su sueño de realizar una versión mejorada, puesto que las fechas de producción de la época dejó muchas cosas en el tintero. En su día no gustó excesivamente por su ritmo demorado, antítesis de obras como "La guerra de las galaxias". El nuevo montaje del director alivió parte de ello; no obstante es una obra que deja respiro al espectador para que vea y sienta la inmensidad del espacio y de los elementos que aparecen en pantalla. Muchos cineastas se quejan hoy día del abuso de la velocidad y los cientos de elementos que aparecen en cuestión de segundos ante nuestra retina, no pudiendo retener ni asimilar nada en concreto. Para llevar esta obra a la pantalla relatando la odisea de estos exploradores y aventureros espaciales de espíritu indomable, una gran coyuntura hubo de darse. La suma de talentos aquí reunida sentó las bases de una generación de películas. Diseñadores como el mítico Syd Mead; creadores de efectos de la talla de Douglas Trumbull y John Dykstra; un músico excepcional como Jerry Goldsmith, etc. Y todo tratado con la seriedad y minuciosidad requerida: asesoramiento de la NASA y de escritores como Asimov, etc. Por no hablar de la increíble bobina de Tesla que se creó para conseguir un efecto real en los rayos. En definitiva, una película preciosa, por la que no pasa el tiempo.

Año 1964: se rueda el primer y rechazado piloto de Star Trek. Solo sobrevive Spock (Pike, el comandante, solo es recuperado para un capítulo doble y para el posterior reboot que inició Abrams hace pocos años).
Año 1966: nace un mito, se consolida y cae poco tiempo después (se canceló la serie después de la segunda temporada pero la presión de los fans hizo que la NBC diera una tercera y última temporada con menos presupuesto que el poco que ya tenía antes).
En los setenta llega la primera serie de Star Trek después de la original: de dibujos animados.
Y rondando el año 1976 se empieza a hablar de una nueva serie de Star Trek (Star Trek Phase 7 creo que iba a llamarse) con el reparto original. Pero para lo bueno y para lo malo llegó Star Wars y Paramount quiso su propia Space Opera y se dio cuenta que no tenía que rascarse mucho la cabeza: tenía en propiedad Star Trek.
Así, la nueva serie de Star Trek se convirtió en película.
¿Qué habría sido de Star Trek sin el éxito de Star Wars? Habría sido muy diferente porque gracias a Star Wars se perpetuó en el tiempo pero, eso sí, como una hermana pobre de Star Wars (vean sino la recaudación de ambas citas y como consecuencia vean sino como Star Trek II pasó a ser una película de casi serie B).

Pero aquí la Paramount no reparó en gastos.
Robert Wise (el oscarizado director de cintas como Ultimátum a la Tierra o West Side Story) dirige de forma espectacular una película que visualmente resulta contundente. Es cine puro y duro. Es ciencia ficción de alta calidad. Y cine de altísima calidad. Es verdad que muchos espectadores se verán extrañados de ver una presentación de personajes que sin conocer algo de la serie original queda algo coja, pero tampoco resulta un problema enorme (dado que la película lo soluciona considerablemente bien). A su vez, resulta emocionante para el conocedor de los personajes (casi casi resulta un homenaje para ellos así como el darles lo que nunca habían tenido: un megacapítulo de enorme calidad y con una fotografía de cine y unos efectos excelentes a cargo de Douglas Trumball -el responsable de los efectos de 2001-). Y que decir de la historia: viene directamente de un capítulo de la serie original y se consigue crear un conjunto totalmente espectacular.
Reconozco que no tiene la relevancia que tiene Star Wars (1977) pero me parece una película mucho más emocionante, más espectacular, más profesional, más profunda pero con menos acción. ¿Es malo eso último? En absoluto: eso es Star Trek. El trasfondo de aventuras existe, pero no de acción tal y como lo vemos en Star Wars. En Star Wars vemos como el objetivo es destruir la Estrella de Muerte y aquí el objetivo es desgranar el misterio de la V'ger y evitar así el fin de la Tierra. Y en mitad de todo esto nos encontramos con los personajes que dieron nombre a Star Trek: el carisma de Kirk, el cinismo de "Bones", el aspergismo de Spock y el resto de personajes que dan una camaradería envidiable.

Lucas pudo ser un visionario pero Robert Wise era un director de cine. Star Trek no tiene nada que envidiar a Star Wars (a excepción de la recaudación claro). Y Williams hizo un trabajo fantástico pero Jerry Goldsmith no se quedó atrás: su obra para Star Trek pasa por ser una de las más importantes de la historia del cine y de igual manera que Star Wars es de una calidad altisima, la composición de Goldsmith es tremendamente moderna y transgesora (vaya con Goldsmith que el mismo año fue capaz de estrenar otra obra espacial: Alien).


Star Trek - La Película bebe mucho de la serie. Los buenos no dan tiros, no pegan, avanzan en el misterio y casi toda la película transcurre dentro de la nave (en la serie salían de la nave mucho más que en película); pero todo resulta tan espectacular, tan grande, tan... tan lento a veces.

Con sus pros y contras, película a reivindicar. Star Trek II será la película trekkie más icónica, pero ésta no tiene que envidiarle.
Añado, más a modo de curiosidad, en la siguiente película se rompe la estética (y no solo visualmente: Horner sustituye a Goldsmith y crea una partitura tan espectacular como diferente). La fotografía, la luz, la acción y los decorados y uniformes (lo de los decorados fue seguramente por falta de presupuesto para la nueva película), todo cambia. En cierto modo es como si esta película fuera un punto único e irrepetible dentro del universo trekkie. La serie original de casi 80 capítulos van por un lado, la primera película por otro y luego otras cinco películas con carácter propio.

¿Tan grandes son las diferencias de unas a otras? Bueno, aquí el peso de los protagonistas está más nivelado. Luego llegarán películas dirigidas por protagonistas de las películas en las que algunos de ellos robaran mucho protagonismo.

Pero en cualquiera de los casos: olvídense de prejuicios (ya sea por tratarse de Star Trek o ciencia ficción) e inicien un viaje abriendo sus mentes hasta lugares donde el hombre no ha llegado antes.

Los enfrentamientos frikis entre partidarios de Star Wars y Star Trek, siendo yo un incondicional de Star Wars, me animaron a ver recientemente esta 1ª película de Star Trek. Me gustó, por ello seguí viendo las siguientes películas de la saga: misma nave, mismos escenarios, mismos personajes que se iban haciendo cada vez mas viejos de película a película, al final al capitán Kirk no le cabía ni el uniforme de gordo que se iba poniendo. Las películas cada vez se iban haciendo más aburridas, dejé de ver la saga cuando jubilaron a los personajes de las primeras películas, con los que ya había una especie de cariño y los sustituyeron por otros más insustanciales.

Me encanta la ciencia ficción, el futuro, el espacio…Star Trek va de todo eso. Esta película te permite viajar por el espacio con la Enterprise, hacia aventuras y mundos desconocidos. Estas películas de los años 70 le hacen soñar a uno, era como una época más infantil que la de ahora.

Me gusta la película pero defectos le saco muchos e inevitablemente la comparo con Star Wars. Para empezar se nota que hay menos dinero que en Star Wars, el cosmos de Star Trek se limita a unos miserables puntitos de estrellas y a planetas muy cutres, poco trabajados, vamos que se ve que está grabado en la tierra. Star Wars te hace creer verdaderamente que estás en esos planetas, en esas estrellas. Luego están las largas e insustanciales charlas de los personajes y el agobio de estar todo el día metidos en la nave, vamos que te sientes como si estuvieras en un viaje Madrid- Punta Cana pero a lo bestia.

Pongo un 6, interesante, a la película porque aunque haya indicado unos cuantos defectos pesa más mi gusto por la temática de la película. Y ojo! Se me olvidaba, la banda sonora de Jerry Goldsmith está de vicio.

Cada vez que se trata sobre "Star Trek" hablamos sobre uno de los mayores fenómenos socio-culturales de la historia. Y eso que la serie apenas tuvo escasa expectación (un levantamiento de los fans años después de la cancelación de la serie re impulsó "Star Trek"). ¿Esta ésta película a la altura del fenómeno?
Para esta película se contó con buena parte del reparto de la serie (William Shatner, Leonard Nimoy, James Doohan...) y en la silla de director esta nada más y nada menos que Robert Wise, ganador de dos oscars como Mejor Director. En principio promete.
La película propiamente dicha es espectacular visualmente, no llega a la categoría de "lo nunca visto" pero esta bastante bien. Argumentalmente no trae ninguna novedad para el cine (alienígena quiere acabar con la vida en la Tierra), aunque este alienígena no es el típico alien, ni mucho menos. No es un hombrecillo verde ni un bicho con aspecto de mala leche. Es mucho más que todo eso.
Luego están los personajes. Yo no estoy muy familiarizado con éste universo, pero no pude evitar esbozar una alegría cuando vi a Spock, el mítico Spock. Pero no solo de Spock vive "Star Trek" también tenemos al capitán Kirk (otro mito), al comandante "Scotty", a la comandante Uhura, al teniente-comandante Sulu...un sinfin de personajes para recordar.
Por último decir que es una película en la que apenas sentí pesadez y es entretenido. Aconsejable, pues, ver al menos una vez, esta película.

Esta ha sido mi primera incursión en el fenómeno STAR TREK y desgraciadamente no ha sido demasiado alentadora. La banda sonora de Jerry Goldsmith me parece de calidad y consigue inmersión y misterio cuando la nave se adentra en recónditos territorios espaciales. El tema principal, pegadizo y de corte épico al estilo STAR WARS, tambien es destacable y aporta espectacularidad a los planos generales de la nave que flota impaciente esperando la llegada del almirante Kirk. Es sobretodo en los momentos iniciales y tambien de forma intermitente durante el desarrollo de la historia cuando nuestras pupilas disfrutan de un lujoso y cuidado diseño de producción de naves y escenarios, pero por lo general esta es una película de interiores donde la monotonia de las estancias de la nave se apodera de la función y acompaña los insulsos diálogos de la tripulación relacionados de forma insistente con órdenes de mando y tecnicismos sobre el funcionamiento de la nave.
La lentitud del desarrollo y la ausencia de acción o de sucesos sino emocionantes mínimamente relevantes hacen que la película caiga muy temprano en el desinterés y el aburrimiento. Para colmo de males la dirección de Wise es muy pobre y televisiva así como la labor de los actores y la historia que cuenta me parece muy poco estimulante.
Un producto para incondicionales de la serie.

Está claro que no tengo futuro como friki de «Star Trek». Me resulta imposible separar los dedos dejando ese espacio con absoluta naturalidad, y así no se puede ser trekkie, ni mucho menos.

Tal y como vi «La guerra de las galaxias» enterita, estaba en la obligación moral de ver el otro gran tótem del frikismo pop: «Star Trek». Admito que no me inspiraba ni buenas ni malas vibraciones, así que me he embarcado en la Enterprise con inocente y alegre predisposición... que ha durado unos cinco minutos. A esto le llamó yo envejecer. Y envejecer mal. El elevado presupuesto debía amortizarse de alguna forma, lo mismo que pasa a día de hoy, así que venga a meter escenas y más escenas de naves, estrellas, espacio exterior, movimiento de maquinaria, puertas que se cierran y se abren y gente dándole a muchos botones de colores. Pelmazo. Lento y aburridísimo. Estos efectos especiales no impresionan a nadie y desde luego no deberían ser protagonistas de la historia que nos cuestan.

¿Y cuál es la historia? Pues en una galaxia muy lejana... Uy, no, que me he equivocado... Decía que la historia, que bromas aparte en realidad no se parece en nada a «Star Wars», lo aviso para navegantes y malpensados, nos plantea un futuro siglo veintitrés en el que el ser humano nada como pez en el agua por el universo. En una de esas, se encuentran con una inteligencia no identificada y desconocida que se acerca a la Tierra. Te diría que el resto puedes imaginártelo pero te mentiría. Porque después de hora y media de horterada espacial, de personajes de plastilina, de acción sobreactuada con humillo por todas partes, del almirante Kirk con su cara de soy-el-más-chulo-que-nadie-porque-soy-americano y de un señor Spock que puede considerarse el más intresante de la tripulación; después de ese sopor que se apodera de ti minuto a minuto, entre risas por aquí y risas por allá, sin esperanzas ya, se desvela un misterio que ni siquiera sabíamos que existía y es entonces cuando comprendemos con impotencia lo hermosa, potente y poética que es la idea que sustenta la historia y confirmamos lo mal contada que está. El mérito es suyo, señor Asimov.

Así que hago desde esta plataforma pública la petición de que, en esta era de falta de ideas en Hollywood, alguien se atreva con el remake de «Star Trek». Lo pide a gritos. De momento, a seguir con la saga a ver si mejora.