25 Críticas de los usuarios

He de reconocer que me mostré escéptico cuando vi hace tiempo el primer tráiler de "Gritos en el Pasillo", una película que tenía como mayor atractivo estar protagonizada por cacahuetes. Personalmente, lo consideré una chorrada y una frikada y, para que negarlo, dudé que fuese cierto, pensando más que sería una tontería de las miles que se cuelgan en el Youtube de turno. Ha sido por tanto una sorpresa el que en estas dos últimas semanas haya vuelto a escuchar hablar del proyecto que, para colmo, llegaría a los cines el día 25 de mayo. ¡Junto a Piratas del Caribe 3!; Tras volver a ver el tráiler, no pude resistirme. Por dos euros me descargué la película y después de verla no puedo sino alegrarme de haberme atrevido a dar el paso.

Se nota el mimo y el cariño que Juanjo Ramírez y todo su equipo han puesto en "Gritos en el Pasillo", una película protagonizada por unos cacahuetes capaces de transmitir más que muchos actores actuales (Orlando Bloom, ejem), que resulta ser divertidísima, ágil, carismática y un auténtico prodigio. Sí, para qué negarlo: GeeP no es ninguna Obra Maestra, ni es una joya al nivel de las cintas en stop-motion de Tim Burton, pero tampoco lo pretende. Su intención, la de ser una cinta de intriga, suspense, humor negro y, ante todo, homenajear a la serie B, la cumple de maravilla. Con un presupuesto de 6.000 míseros euros se ha conseguido crear un micro-universo protagonizado por cacahuetes, nueces y pipas, un universo con carisma y en todo momento interesante.

La historia es mejor no comentarla -con lo que pone en Filmaffinity sobra-, pero decir que el guión es bastante potable pese a recurrir a todos los topicazos/clichés posibles, con final sorpresa incluso. Los personajes, bastante bien presentados, tampoco están nada mal. Cierto es que "Gritos en el Pasillo" tiene fallos a nivel técnico, como momentos en los que se ven los "railes" en los que se mueven los cacahuetes y especialmente una escena en la que puede verse perfectamente a una persona al fondo, hacia los 45 minutos de película, pero se perdonan. Eso sí, la BSO es de primera, realmente cojonuda.

Personalmente, recomiendo "Gritos en el Pasillo". Puede que sea una chorrada, pero es una chorrada honesta, no te venden el sol y te dan la luna. Te venden una película de intriga, suspense y humor protagonizada por cacahuetes, y eso es exactamente lo que uno se encuentra. Además, a un precio ridículo.

Esperemos que Juanjo y cía puedan continuar haciendo este tipo de cosillas que, al menos, dan un poco de variedad al panorama cinematográfico español actual, incapaz de realizar una buena película de animación con millones de euros de presupuesto -Gisaku-, mientras que con apenas un millón de las antiguas pesetas y un poco de ilusión estas personas son capaces no sólo de animar a un cacahuete sino, encima, engancharte durante 70 min sin trampas ni dobles sentidos narrándote una historia atractiva. Ya espero con ansias "Zombie Western".

Los cines VERDI de Madrid y Barcelona han hecho una apuesta por "Gritos en el pasillo". El primer largometraje de animación con cacahuetes del mundo.

Os recomiendo verla en pantalla grande si vivís en alguna de estas ciudades. Mas que comprar su DVD en la web (Que aparte, tiene una pinta con esos extras...).
Sino ya sabeis el DVD está ahí...

Basicamente sales con la sonrisa tras la proyección pues sientes que algo puede estar cambiando. Las ganas de hacer un "Nuevo cine" en nuestro país. Por renovar lo existente. El cine social, la comedia trillada, los líos de faldas... y todo aquello a lo que "cine español" suele estar asociado.

Personas como Juanjo Ramírez y todo su equipo, consiguen volver a hacer creer en el cine Español. Desde los dobladores (Excelente trabajo) hasta el músico (Muérete de envidia Roque Baños) hacen sentirnos inmersos en un mundo poblado por la ilusión. La ilusión de hacer cine.


RAZONES POR LAS QUE VERLA:

- Cacahuetes como actores. ¿Hace falta decir más?

- Gente joven con ganas. La que en definitiva lucha por una segunda película dejando todo en el intento.

- Animación para adultos y niños. Más para adultos diría yo. Gran apuesta.

- Un humor irreverente y a la vez oscuro y terrorífico.

- Una escenografía digna del Tim Burton de Bitelchús.

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LO MEJOR: Los pasillos que evoca el título. Un cacahuete caminando entre la oscuridad.
Que pagando por ella podemos hacer posible, no lucrarse a unos pocos como siempre, sino un segundo, tercero, cuarto largometraje...

LO PEOR: Dura poco como cualquier largo de animación. Queremos más.

Sí, usando sus mismos términos... mi impresión es que quieren convertir un fruto seco en una deliciosa fruta exótica. Los cacahuetes están buenos, me gustan... pero no que me los cuelen como lo que no son.
Empezando porque por muy logrado que estén los escenarios, ambientación y demás... un cacahuete no posee dinamismo y la caracterización suficiente como para transmitir emociones, y si su doblaje además es "marca Paquito y CIA" pues queda algo muy casero, en plan colegueo. Lo considero una buena prueba de lo que se puede conseguir con esfuezo y dedicación, un producto entretenido pero para nada comercializable ni digno de una sala de cine (también es cierto que hay muchas mierdas más caras en las pantallas... pero eso es otro tema).
El guión es interesante, hasta que empieza un poco el despropósito, se flipan y la cagan, aparte de que los diálogos son de coña, con un mayor trabajo y en plan más serio, con más medios, Juanjo Ramírez seguramente hará grandes cosas, pero esto se queda como un ensayo para posteriores cosas.

Consigue entretener, pero no maravillar, que es de lo que farda (¡¡la 1º película con cacahuetes!!). Recomendable sólo para curiosos.

Más detalles de la peli en el spoiler.

Curioso experimento de animación protagonizado por un casting de cacahuetes parlantes envueltos en una trama diez por ciento Tim Burton y noventa por ciento Philip K.Dick. Mola por momentos, tanto como llega a aburrir en algunas partes, pero rara vez llega al punto de entusiasmar o seducir de pleno.

Aunque demuestra alguna torpeza de principiante y el guión (particularmente los diálogos) se me antojan desconcertantemente estúpidos a ratos, "Gritos en el pasillo" es una recomendable incursión en un terreno poco transitado y desde luego, una curiosidad muy cuidada, muy trabajada y con varios aspectos merecedores de atención, como una banda sonora en el más puro estilo Danny Elfman o una estética lúgubre de lo más encantadora.

Sin embargo, está muy lejos de ser redonda y por desgracia, un cacahuete, por mucho meneo que le den los animadores, no deja de ser un soso e inexpresivo cacahuete y eso al final acaba pasando factura, limitando al máximo la posible empatía del espectador e induciéndole a cierto soporcillo por momentos.

Esto no quita que la cosa resulte simpática para echarle un vistazo aunque a Ramírez todavía le falten unos hervores para ponerse a la altura de la gran animación europea. Cuestión de tiempo...quizás.

La virtud se posee, no se pregona.
La calidad se tiene, no se reclama a golpe de contra-crítica.
Los medios se consiguen, no se usan a posteriori para lograr que respeten tu trabajo.

Muchos tipos han tenido que realizar grandes sacrificios en esto del cine para llegar a estar donde están, hasta gente como Guillermo del Toro -el primero que ha pasado por mi cabeza- tuvo que hacer muchos esfuerzos para sacar adelante su ópera prima "Cronos", y no por ello luego se dedicó a pedir comprensión y respeto por una obra que podía gustar o no, pero que ahí estaba, para quien quisiera apreciar sus valores.

Porque tú podrás realizar tu trabajo mejor o peor, pero ahí quedará, para aquellos que quieran sacar sus conclusiones, para los que lo consideren brillante, para los que lo consideren nefasto, para los que quieran seguir la trayectoria de quienes lo sacaron a flote, para quienes quieran olvidar lo que han visto y dejarlo atrás, o para aquellos que, simplemente, queden satisfechos y pasen un rato agradable.

La obra de uno, pues, ha de salir a flote y saber encajar todo lo bueno y lo malo, saber arreciar el temporal y quedarse con lo positivo, pero nunca sacar a la palestra lo personal, algo que sí, debería enorgullecer a sus autores, haber soportado el peso que hayan debido aguantar, pero jamás debería ser empleado para dar a la propuesta un valor fuera de lo correspondiente, un valor que le deberían dar sus imágenes, su frescura, su fuerza, su empeño, todo ese dechado de posibilidades que contuviese cara al espectador, pero que nunca le darán unos sucesos que pese a poder ofrecer un punto de satisfacción a sus autores, jamás obrarán más allá.

Es por ello que "Gritos en el pasillo", una película interesante que si bien pecaba de poseer defectos, éstos no resultaban mayúsculos, trasciende a la más absoluta nada por tener unos autores que han querido ir más allá de su propio esfuerzo, de su propia cinta, y no la han sabido valorar como tal, dejándola en, como he dicho, nada debido a absurdas trifulcas y evitables hazañas que fueron más allá de lo que deberían haber ido.

Ante todo decir que...¡vaya frikada! Porque aunque seamos muchos los que jugueteemos con los frutitos secos, bolis y demás chorradas en momentos de desvaríos varios, para hacer una especie de película con lo anterior como argumento hay que echarle narices (y cara). Y no sólo jeta por la cutre realización, sino debido a que este cuento ya me lo habían contado...sí...esto...¿Madhouse se llamaba la peli? Pues eso.

Como curiosidad es innegable su atracción, pues no todos los días se ve en la gran pantalla un cacahuete con bigote. También son muy buenos algunos detalles como el haber cambiado la denominación de "enfermo mental" por "caducado mental", la mención de un pistacho como mascota y la inscripción en una lápida del nombre de un tal "Edgar Allan Méndez" o algo así. Los méritos hay que reconocérselos, faltaría más, como la banda sonora y el sustillo que puede llegar a dar si sufres de hipertensión o colesterol alto; nada tan temible como un cacahuete. Y por último los dibujos de las paredes, que son excepcionales.

Pero hasta aquí. Paren de contar. Lo original se queda simplemente en la peculiaridad del reparto; plastilinas, telas y otros materiales ya fueron utilizados en otras ocasiones con mucha más precisión y éxito en animaciones tan extraordinarias como puede ser Pingu, al que ni siquiera hacía falta entender. La tramposa realización inspira más pena que ternura, y no quiero ser cruel, pero hay una cosa que cualquiera de este mundillo debe tener clara: no basta con una idea, lo importante es como la desarrolles, y esta película está pidiendo a voces solidaridad al espectador, suplicando una oportunidad; lo siento, la navidad ya pasó.

Una vez olvidando los pros y los contras, Gritos en el pasillo está de puta madre para una tarde que tengas pocas cosas que hacer y entretenerte con cualquier cosilla, así de claro. No será la obra más maravillosa que veas, pero al menos distrae, y esa es una de las grandes misiones del cine.

Algún día reuniré la fuerza suficiente para dar el paso y realizar yo misma una animación pero con mis peluches, mis grandes amigos de olores extraños y gran desconcierto en la mirada. Espero que para entonces tengan la misma consideración conmigo que la que yo he tenido con el Juanjo éste :).

Conocí de la existencia de esta película a raíz de la polémica surgida entre los creadores de la misma y varios usuarios de Filmaffinity. Los dardos lanzados entre unos y otros no captaron mi interés pero sí lo hizo el que alguien hubiera tenido la alucinógena, descabellada y cuanto menos intrigante idea de crear un film protagonizado por cacahuetes. Ese punto de partida me pareció muy interesante y atrayente y ahora cuando por fin he podido ver Gritos, puedo decir que me ha cautivado.

Maravillosa experimentación en el mundo de la animación y de la cinematografía, valiente, honesta, sencilla, creativa y dinámica, Gritos En El Pasillo es un oasis de ingenio en el casi desolador panorama del cine hispano. No sé que esperaba encontrarme aparte de unos cuantos cacahuetes deambulando por un psiquiátrico de juguete pero he disfrutado con todo lo que he visto de principio a fin: los títulos de crédito, la música (maravillosa), los decorados, los personajes... todo está muy cuidado y apunta a algo que va mucho más allá de una simple broma entre amigos, porque Gritos destila talento y un amor hacia la criatura que es palpable en cada uno de sus fotogramas.

Se preguntan algunos que pensaría Tim Burton si pudiera tener acceso a esta película, pues bien yo creo que le encantaría. Hay algo especial, muy especial en la odisea del dibujante cacahuetero que no está muy lejos de la stop-motion de Vincent, ni de algunas ideas estéticas Burtonianas. Es más, creo que Juanjo Ramírez y sus colaboradores deberían intentar hacerle llegar una copia de Gritos al colega Tim, por mi parte, este humilde espectador les envía sus mejores deseos para el proyecto de Zombie-Western, mientras les brindo el aplauso con que hubiera sido recibida su película en una hipotética sala de cine repleta de cacahuetes.

https://corazonesenelprecipicio.blogspot.com

La cantidad de talento que derrocha este film sobrepasa el contenido de la cáscara de un simple cacahuete.
Desde la estética hasta el montaje. Desde la puesta en escena hasta los diálogos. Desde el equipo de doblaje (que acaba dándole cara casi física a los cacahuetas) hasta al cacahuete con menos presencia en el film. Todo es digno de ser alabado.
Si este film hubiera sido rodado en estados unidos, estaríamos ante un éxito remarcable. Es más, si llevara el nombre del talentosos director (aunque un tanto sobrevalorado) Tim Burton, esta sería considerada una obra maestra, una talentosa excentricidad y una arriesgada y magistral apuesta.
Bien, pues es todas esas cosas y lashan hecho unos desconocidos. Reconozcámoles el valor que tienen.
Reconozcamos uno de los mejores films del año.

Lo que yo vi en los cines Guridi de Vitoria no era una película. Era un DVD. Normal que la proyección fuera un poco chunga porque es difícil adaptar un formato 4:3 a las dimensiones de pantalla de cine, por no hablar de la insoportable estridencia del sonido. Esto sólo me había pasado antes con "Saraband" de Bergman y sencillamente, me parece un completo sacrilegio. Por problemas de distribución que pueda tener una peli no se puede recurrir a la chapuza de proyectar un DVD ¡en sala de cine!.
La peli en sí es de un admirable voluntarismo, pero la idea y el planteamiento no dan para más de un cortometraje. Pese a los pocos medios supuestamente disponibles se ha derrochado minutaje (aunque dure poco más de una hora) y esfuerzo humano. Nada que objetar en el aspecto técnico: hay hechuras de muy buen director en cuestiones como la iluminación, la planificación... se nota que "Gritos en el pasillo" lleva un story curradísimo. La dirección artística tiene unos cuantos detalles muy chuscos pero entronizarla a la altura de Tim Burton me parece demasiado.
Los personajes... pues son cacahuetes. La gracia dura lo que dura una bolsa de los susodichos. Hay un tratamiento "cacahuetil" del lenguaje y la historia que resulta divertido a medias, seguramente porque no puede dar mucho más de sí. Especialmente pobre resulta una faceta tan importante en las películas de animación como es el doblaje, donde queda muy a las claras el amateurismo de por lo menos la mitad del plantel.
La historia-parodia de las pelis de terror tiene un problema: una peli como ésta sólo puedes tomartela a risa de principio a fin. Lo que pasa es que el director parece no tomarsela verdaderamente a risa hasta los últimos veinte minutos y para entonces el espectador medio o permanece fascinado o completamente abrasado.
Considerar "Gritos en el pasillo" la gran esperanza de la animación española es todo un insulto para gente que está haciendo cosas muy interesantes, tanto en el campo de 2-D como del 3-D. Hay apuestas empresariales muy fuertes en este sentido y empresas de auténtico garaje que han sacado cosas muy dignas. Ya no vale aferrarse a la típica excusa de la escasez de medios. Basta un ordenador e imaginación para hacer auténticas maravillas.
No me cuesta nada subir al camarote, desenpolvar el Belén, cargar la batería de mi cámara digital y rodar una parodia bélica en la que pastorcillos y Reyes Magos impiden que un madelman de los cuerpos especiales asalte el Portal. Luego todo es promoción.

Le doy un 7 porque soy un fanático de la animación y el cine de fantasía y terror. Y también porque no puedo darle un 6.5, y me gusta apoyar los intentos originales. El guión también está bastante bien, aunque por supuesto un poco predecible.
Pero la verdad es que me ha decepcionado un poco. Con unos títulos de créditos tan geniales, una fotografía espectacular, efectos sonoros magníficos y una música perfecta, es una pena que las actuaciones sean tan patéticas. Prácticamente se cargan la película. La bajan al nivel de dibujos animados para niños, cuando la temática es un poco más adulta. Se nota que los dobladores son como los que doblan a los Teletubies.

Bueno, aún así, un aplauso por su originalidad y trabajo.

TRAS LOS TOMATES ASESINOS, LOS CACAHUETES TOCAHUEVOS. (Título de la 1ª crítica, pergeñada minutos después de sufrírla)


Ante todo, decír a críticos de los que suelo fiarme que ya os vale, y que ya os pasaré la factura del Primperan y el colírio en cuanto deje de vomitar, y no me ardan más los ojos por la combustión espontánea que sufrí.

Cacahuetes pintarrajeados como en una clase de pretecnología: eso es lo que hay. Y que los mueven como guiñoles, pero con tan poca gracia que si los veo de niño me echo a llorar. Si señor: si Tim Burton la ha visto (cosa dudosísima) ha de estar temblando, aunque supongo que de la verguenza ajena o del miedo a irse patas abajo.

No dudaré del cariño con que esté realizada esta magna obra: de hecho, muchas veces yo he preparado el potaje de garbanzos con mucho amor. Pero eso no ha impedido que produzca menos gases que de costumbre... y aqui sucede exacta, exacta, exactamente lo mismo.

Diálogos de barra de la tasca del señor Manolo, que parecen pronunciados por los clientes habituales (esos que a la hora del cierre aún continuan tragando chatos de vino, mientras se barre el suelo ostiando con la escoba las patas de los taburetes), adornan adecuadamente unos textos a la escasa (infima) altura de un guión que jamás se escribió.

Demencial. Monstruosa. Si le pongo un tres, y no el dos (o el uno) que se merece, es porque por primera vez una aberración filmica me deja casi sin palabras.

Como gracieta para filmar en video doméstico y echarse unas risas con los colegas entre cubata y porro o ambos a la vez, aún tiene razón de ser. Pero decír que semejante porquería sea no ya cine, sino tan solo una peli, le viene grande, grande, muy grande.

Y aquí me planto, dando gracias a Dios porque para respirar no haga falta pensar: si así fuese, dadas las lesiones cerebrales que esta caca me ha producido, a buen seguro que ya estaria en el valle de Josafat, criando unas malvas tan enormes como el morro que le ha echado el doctor Frankenstein primerizo que ha creado semejante engendro.


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JUEGOS DIGITALES Y VIDEOJUEGOS. (Título de la 2ª crítica, al día siguiente y con los fragmentos de encéfalo aún uniéndose... pero en el spoiler por falta de espacio, eso sí)

La animación española se está ganando un hueco muy importante en el panorama cinematográfico español, a la par que nuevos talentos cinematográficos se van conformando poco a poco, como el caso de Juanjo Ramírez.
Y esta película es un buen ejemplo para demostrarlo: con un presupuesto restrictivo y utilizando un elemento como son los cacahuetes o las nueces, Juanjo es capaz de llevarnos a través una trama de terror dentro de un manicomio (para "caducados mentales") y dejarnos maravillados ante su imaginación y talento.
Quizás, no estemos acostumbrados a adentrarnos ante un género como es el terror (que en este film cobra muchas veces un aspecto cómico y delirante) a través de seres de cacahuete pintados, pero, sin duda alguna, no nos deja indiferentes y nos ata a la pantalla hasta su final.

Y esto solo el comienzo. Ya vereis como da mucho que hablar tanto la película como su director.

No hago muchas críticas, pero a veces uno se ve obligado a dar su opinión.
Todos los que conozco personalmente que están en este club de cinéfilos, se suelen guiar por la crítica de andar por casa que entre todos publicamos, y por eso me veo en la obligación de escribir.
Me costó conseguir la película y tenía ganas, por la crítica, de ver eso tan original y bueno que se llamaba "gritos en el pasillo", que al final es lo único que tiene bién: el título.
En mi opinión, el tembleque de la cámara le resta mucha calidad, los cacahuetes no están conseguidos y lo que es peor, el personaje principal es odioso, sin carisma y quejumbroso.

Además, el guión no es muy original y como he leído en alguna crítica, tachar de genialidad esta película, hace que la animación española pierda credibilidad. Yo antes os recomendaría "Nocturna", por poner un ejemplo.

Aún así, la intención es buena y el trabajo que tiene es grande. Así queé, como no hay crítica mala hecha con cariño, ánimo para los autores

Últimamente, observo consternado que Filmaffinity se utiliza como el escaparate perfecto para que los pijos que han tenido la fortuna de contar con un presupuesto restrictivo, hagan críticas de sus películas en esta página. Bueno, aquí sobráis. Os lo digo de verdad. Ya nos jodéis la cabeza y la vista con vuestras nimias realizaciones como para además tener que soportaros garabatear subordinadas como auténticos iletrados. Un gremio de pisaverdes, diletantes, bohemios e infatuados que tiene la cara dura de ilustrarnos in situ con sus pijadas. Un amigo mío de esta página los puso a caldo y ahí sigue la crítica, aunque en su pijo blog los adláteres del simio y sus vergonzantes bufones no encajaran una opinión tan libre como acertada.

Y efectivamente caballero, desde hace más de tres años, yo escribo aquí lo que me sale de los cojones, un ejercicio mucho más liberador que el que usted intenta y no consigue con su cámara. Espero no volverle a ver por aquí. Un tierno saludo.

Tras visionar GRITOS EN EL PASILLO, entro aquí para hacer mi crítica, procedo a leer las críticas de los demás usuarios y me encuentro un movidón que me lleva a visitar el blog del Sr. Ramírez y comprobar con mis propios ojillos que este señor se dedica a poner a parir a los usuarios que libremente dan su opinión sobre su película. Sé que esta polémica es antigua, pero qué quereis, yo me he enterado ahora… El desdén hacia el usuario Kingo (muy buena crítica, compañero) y el comentario sobre cada párrafo de Una_de_ellos (muy buena crítica también, de hecho, con esta estoy de acuerdo punto por punto) me llevan a pensar que el Sr. Ramírez las va a pasar putas cuando sus películas lleguen a circuitos de distribución más amplios y todo el mundo opine sobre ellas (si es que esto llega a ocurrir algún día). Él sabrá.

Pero una cosa es la película y otra cosa las movidas que genere este señor. Quiero decir, a mí la peli, en su justa medida, me parece bien. Original y arriesgada. Y la banda sonora es realmente buena. Esto es todo lo que voy a decir a favor.
En contra diré que son mejores actores los cacahuetes que los que los doblan. Que las escenas de acción resultan un pelín confusas, derivado esto de la falta de movilidad general de un cacahuete y subrayada por el hecho de que, como todo el mundo sabe, los frutos secos no tienen manitas, y eso a la hora de conseguir que se den de puñetazos…pues no termina de funcionar. Y que si bien el argumento es original, no lo es tanto si se recuerda aquel relato del gran Edgar Allan Poe “El sistema del Doctor Brea y el Profesor Pluma” De hecho, si alguien que lo haya leído procede a ver la película tendrá claro el final “sorpresa” desde el principio. ¿Casualidad?... ¿Qué sé yo? Que nos lo cuente el Sr. Ramírez.

El punto fuerte de esta película española es la originalidad de usar cacahuetes como protagonistas, pero no es lo único de lo que puede presumir.

Además del novedoso punto de partida, lo mejor que nos muestra es la ambientación tétrica y los distintos juegos de iluminación y tonalidad, que en alguna ocasión se da un aire a "Pesadilla antes de Navidad" y otras películas de Tim Burton.

La historia que se trata está bien, con bastante intriga y con algo de humor e incluso terror. De todas formas creo que, si hubiese sido una película "normal", su argumento habría pasado más desapercibido.

Los personajes, además de dibujados correctamente (con varias caras, según sus emociones), tienen una personalidad bien definida, sobre todo el tétrico y misterioso enfermero jefe y el tímido y asustadizo protagonista. Las voces, bien elegidas, también ayudan a que se disfrute más esta original y corta película.

A priori la idea de ver un film realizado con frutos secos resulta cuanto menos extraño, cuanto más original. Pero segun van transcurriendo los minutos de metraje vas descubriendo que el universo de calificativos se amplia notablemente.
Gritos en el pasillo es una pelicula realizada con mucha cabeza y buen gusto, que desmuestra una vez más que para hacer que el espectador no se duerma en la butaca no hacen falta ni grandes presupuestos ni inverosimiles efectos especiales: sólo hace falta empatía.
Narrativamente es una historia sencilla, un guión equilibrado en el que la tensión dramática va incrementandose según avanza la película pero sin olvidar un excelente contrapunto cómico, una línea argumental del más puro terror: un manicomio perdido, un extraño que llega de fuera a trabajar durante unos días...; los personajes tienen los matices justos para situarse perfectamente en su género, pero sin grandes pretensiones de ser lo que no son (no se nos olvide, son cacahutes) y la puesta en escena, al más puro estilo Burton, no pretende esconder la belleza del artificio. Y gracias a toda esta sencillez y limpieza de trazas, la película consigue contagiar una humanidad y una verosimilitud dignas del más puro cine clásico.
Aunque parezca increible, los cacahuetes dejan de ser frutos secos, para convertirse frutos vivos, expresivos, sentimentales... adquieriendo así todas aquellas propiedades de las que carecen los humanos a los que hacen referencia. Una película que habla de un mundo que les niega el color a aquellos que andan al margen de la sociedad y que cree que con eso basta...

Se supone que es una película de miedo. Y lo es. Incluso tiene dos o tres escenas que pueden provocar un sobresalto en el espectador. La trama es original, por no hablar de los 'actores'. Llega un momento en la película en la que no eres consciente de que estás viendo cacahuetes moviéndose. La ambientación es sublime, sacada de una pesadilla y está todo realmente cuidado. Me extraña que una película así haya quedado tan silenciada.
Tanto si te gustan las películas de terror, como si no, es altamente recomendable.

*Artesania y esfuerzo

El germen de Gritos en el pasillo hay que buscarlo en el aula de una Universidad. El director Sevillano Juanjo Ramírez le propuso a su amigo y compañero Alby Ojeda hacer su trabajo audiovisual de fin de carrera usando cacahuetes. El proyecto tendría que esperar aún unos años más, ya lejos de la universidad, para empezar a coger forma. Finalmente, los frutos secos cobraron vida dentro de una sala sin ventanas del Centro de Arte Juan Ismael en Fuerteventura. Comenzaba un arduo camino, lleno de altibajos, que culminaba con su estreno en el año 2007.

El equipo de Gritos en el pasillo es capaz de crear un universo completo desde cero. Un trabajo manual de años entre escenarios y personajes del que pueden sentirse muy orgullosos. Como ejemplo, las más de trescientas versiones que realizaron del cacahuete protagonista, al que pone voz un magistral Gonzalo Navas (La mujer que hablaba con los muertos). Y así, gracias al material reciclado que iban consiguiendo y a mucho, mucho esfuerzo, este MANÍcomio fue poco a poco haciéndose realidad.

Un manicomio que bebe en parte del mundo de Lovecraft y Poe (de los que el director se declara admirador) y que nos transporta al mejor Tim Burton y al Terry Gilliam de 12 monos. Unas influencias que también se perciben en la fotografía de Alby Ojeda, en la que los juegos de luces y sombras nos recuerdan al expresionismo alemán de Nosferatu. Palabras mayores para una cinta pequeñita, en todas las acepciones de la palabra.

*Un thriller con aroma a clásico

La historia de Gritos en el pasillo no busca ser original. En palabras de Juanjo Ramírez: “bastante estábamos arriesgando ya en el apartado técnico para enredarnos también en un guion demasiado complejo”. Y eso no es en absoluto algo negativo. La historia funciona hasta tal punto que llega un momento en el que olvidas que estás viendo a cacahuetes con peluca y cara pintada y te dejas arrastrar por la intensidad de lo que sucede ante tus ojos.

El personaje protagonista es un ilustrador contratado para decorar las paredes de una institución mental en decadencia. Sus paseos por los estrechos y oscuros pasillos son un reflejo de un viaje interior que le va alejando poco a poco de la cordura. El espectador, como el dibujante, se encuentra inmerso en una trama de atmósfera claustrofóbica en la que nada es lo que parece y que culmina con un giro inesperado de lo más efectivo.

*Conclusión

Gritos en el pasillo de Juanjo Ramírez es una joya de la animación española que ha pasado injustamente desapercibida para una gran parte del público. Una historia de ritmo frenético con una original puesta en escena y un sentido del humor cargado de mala leche.

Escrito por Iván Sabau

Parte de una idea brillante este film de animación: sus personajes son cacahuetes pintados de distinta forma según el estado de ánimo de cada uno de ellos, para desarrollar un trabajo arrimado al thriller psicológico y del cine de terror, asumiendo influencias de Burton, Elfman o Munch, para suplir la falta de medios con talento, imaginería e ingenio. El resultado es muy irregular y pese a la corta duración cae en lo reiterativo y falto de autenticidad (mediocre guión) en no pocos tramos. No obstante, este lóbrego cuento de frutos secos, mentes caducadas y garrapiñados cacahuetes, es un film más que respetable, autónomo y valorable en el panorama del cine de animación español, hecho para minorías, pero destinado a ser parte modesta de una antología del género.