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129 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
The fault in our stars
Asumiendo con resignación los treses y cuatros del crítico de turno que en realidad fue al cine pensando ver la última de Los Mercenarios y sin querer acabó viendo esa de "las estrellitas y los mensajitos de texto" me dispongo a escribir esta crítica, aunque no pierdo la esperanza de que algún día valoremos las cosas en su contexto y las puntuemos como lo que son respecto a lo que podrían haber sido y no con escala 0 a infinito.

Bajo la misma estrella, The fault in our stars mejor dicho ya que la ví en versión original (lo que deberíais hacer todos, al menos en el trailer el doblaje me parecía bastante malo y algunas frases se perdían totalmente) es una de esas películas sin grandes pretensiones que te conquistan el corazón.
He de decir que primero como lectora del libro estoy totalmente satisfecha. La adaptación es tan buena que, aunque se salta ciertos detalles, otros de vital importancia para el lector pero que cualquier director habría ignorado totalmente aparecen perfectamente reflejados. Además, independientemente de lo fiel que hayan sido, para mí importa lo siguiente: el sentimiento que el libro había creado en mi corazón no ha hecho sino crecer tras ver la película, y ese es el único baremo que necesito.

Pero es que no solo como fan del libro estoy satisfecha, también lo estoy como cinéfila. Vaya que lo estoy, la película se sostiene por sí sola, es muy buena, y que no me venga el crítico de turno a decir lo contrario, que si no es más que una película para adolescentes y blabla... No señor, si esta película es para adolescentes, El Principito es un libro para niños.

Es muy buena para empezar por la interpretación de Shailene Woodley. Me he quedado bastante alucinada con esta chica a la que hasta ahora solo había visto haciendo de Tris Prior en Divergente. Me ha convencido totalmente como Hazel, de hecho le ha dado aún más vida al personaje de la que tenía en el libro. Hacía mucho que no veía a una actriz llorar de manera tan creíble sin hacer estúpidos pucheros. Llorar sonriendo, con la cara colorada del calor y la emoción. Hay muchas oscarizadas a las que todavía no he visto haciéndolo sin que me den más risa que lástima. Toda una revelación, y mira que amo a Jennifer Lawrence, pero si ahora mismo tuviera que apostar por una sola futura gran actriz votaría por Shailene. De hecho Ansel Elgort queda un poco deslucido a su lado. Le da a Augustus sus toques de inocencia, inteligencia y sarcasmo pero en ciertos momentos se quedaba muy corto frente a su compañera. Aun así, la química entre ambos era más que notable.

Es muy buena para seguir por la sencillez con la que está hecha, igual que el libro, que si enamoró tanto, creo yo, fue por la manera tan natural con la que retrató la historia de una chica con cáncer que se enamora. Esas escenas sin pretensiones, esos diálogos pausados, donde no se dice nada de falsa trascendencia, sino que simplemente suceden... Un chico y una chica hablando. Punto. Quedándose colgados del móvil hasta la madrugada, mostrándonos el más puro reflejo del amor adolescente. Pues para mí, eso es cine. Bueno, vale, hacia el final quizá se usen un par de artificios para hacer llorar, pero me da igual, se lo perdono. Ya iba a llorar de todas formas, y por otro lado tampoco creo que se pueda retratar una historia como esta de una manera más frívola ni más "natural". ¿Qué es natural? No sé, si hay quien piensa que una situación como la de la película no tiene por qué ser tan lacrimógena, igual es que no ha pasado por muchas parecidas.

Y para terminar, es muy buena por los secundarios, en especial Laura Dern y Willem Dafoe. Es muy buena por el guión y algunas de sus genialidades. Es muy buena por las estrellitas del final, por ese paseo por Ámsterdam, por los discursos pre-funerales, porque me recordó mi primera cena en pareja en un restaurante de calidad siendo todavía casi una niña, donde me llenaban la copa antes de que se terminara y ya no sabía si tenía que dar las gracias o no. Es muy buena porque el evento más importante de toda la película no sucede ante nosotros, simplemente lo dicen sin pena por desaprovechar la oportunidad de sacarse otra escenita de la manga, y ahí sí que se podían haber metido artificios lacrimógenos fáciles. Es muy buena porque es una putada contada desde el extremo más dulce del realismo sin caer en las grandes dosis de azúcar. Es muy buena porque no aparecen transformers, ni vampiros, ni superhéroes, ni institutos, ni zombies, ni demás ingredientes supuestamente necesarios para dar el pelotazo.

Es solo la historia de un amor entre una chica que sabe que cualquier día se muere y un chico con miedo al olvido. Y es maravillosa.

Y quien siga creyendo que por ser una película SOBRE adolescentes es PARA adolescentes tiene un serio problema en lo que respecta al disfrute de una buena historia. O igual solo tiene que estudiarse de nuevo las preposiciones.

elrincondepsawyer.blogspot.com
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122 de 137 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Yo conduzco igual por la carretera !!!
Claro, yo escribo aquí mayormente para poner comentarios por si puedo ayudar a algún indeciso en la gran cuestión de si ver o no una película. La verdad es que a mí muchas veces hay comentarios de usuarios que me ayudan a tomar la decisión.

¿Qué tiene que ver todo esto con el filme? Pues claro, uno tiene una reputación de ver películas de terror, gore y esas cosas, y yo no puedo ponerle buena nota a esta película porque sería un "ñoño".

He de confesar que en mi adolescencia vi películas románticas regulares-malillas, que aun así hoy en día creo que tenían encanto: las defiendo a capa y espada. Me niego a que los adolescentes de hoy en día vean vampiros, lobos, lechuzas y hombres rana como sus películas románticas de referencia en un futuro. Ésta por lo menos visitan "La Casa de Ana Frank" y tienes las calles de Ámsterdam mientras suena una de "Vivaldi". Buena música, buena química entre actores, historia directa, sencilla.

Justificaciones aparte, la película me gustó, tiene mil cosas criticables, pero vamos, si no tienes los prejuicios de visionar una película romanticona para adolescentes y además te gusta el género, la puedes ver sin problemas. (yo con estas cosas lloro, pero no se lo digan a nadie). Bajo la misma estrella se ha ganado varias estrellas por mi parte.

Lo mejor: me encantan las escenas de mensajes con el móvil.
Lo peor: quizás sea llegando al final, creo que no hace falta apretar tanto la tuerca al espectador para provocar emociones (aunque posiblemente intente ser fiel al libro) . Saludos a todos y todas.
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38 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El amor nos mantendrá juntos.
‘Bajo la misma estrella’ está basada en una muy exitosa novela juvenil escrita por John Green, el guión fue adaptado por Scott Neustadter y Michael H. Weber, los mismos de (500) Days of Summer.

Cuenta la historia de Hazel (Shailene Woodley), una chica que padece cáncer de tiroides, que vive cargando con su tanque de oxigeno a donde sea que ande y es fanática de un libro llamado ‘El dolor imperial’; en una terapia grupal conoce a Augustus, (Ansel Elgort ), un chico que también padeció cáncer y que ha perdido una pierna.

A partir de ahí, florecerá una amistad entrañable entre ambos, que irá creciendo cuando intercambian sus libros favoritos. Augustus lee ‘El dolor imperial’ y buscará por todos los medios cumplirle el sueño a Hazel de conocer al autor del libro y así ella podría hacerle algunas preguntas respecto al final de la novela. El asunto es que no tiene tanto tiempo.

Las películas románticas con enfermos terminales suelen bordear el patetismo de manera vulgar, sin embargo, durante poco más de la primera hora del film, los simpáticos personajes sacan adelante con frescura la historia de amor de los dos protagonistas a la par de su sufrida existencia a causa de sus males.

Con el soporte de la magnífica Laura Dern, aquí como la madre de Hazel con un personaje muy acotado que no le permite explayarse, promediando el metraje aparece William Dafoe como el escritor holandés del libro favorito del personaje que interpreta la heroína de la fallida Divergente, Shailene Woodley.

La película trata de poner la historia de amor con tintes de comedia por encima del drama causado por los padecimientos de sus protagonistas, pero conforme avanza la historia, será inevitable que el filme se convierta en una historia lacrimógena en exceso, donde cada escena está perfectamente estructurada para conmover y llevar a la lágrima fácil al espectador, cosa que consigue, pero no con las mejores maneras.

La sensiblería se apodera de toda la parte final del relato donde todo lo logrado previamente con unos diálogos chispeantes y frescos dentro de una comedia romántica juvenil que funcionaba a la perfección, es dejado de lado con la única intención de forzar escenas interminables y cansinas que muevan al espectador a sentirse compungido por lo que ve en la pantalla.

Una película que sin duda será bien recibida por el público adolescente y seguidores del libro, con un inicio alentador pero que no se soporta en su totalidad. No olvidar una buena dotación de pañuelos desechables al ir a verla.
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30 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Encantadoramente fiel al libro
“Todo el mundo debería tener un amor verdadero y debería durar mínimo toda la vida”, escribió John Green en uno de sus best sellers y fenómeno del género joven adulto que no tardó en llegar al cine, esta vez de la mano de Josh Boone (Stuck in love). Y sobre eso es lo que se trata este libro y esta película, que ante todo peca de ser muy fiel a su material original, sobre el amor y sobre la vida.

En esta historia, Hazel Grace es una adolescente que vive su vida de manera diferente al de las adolescentes normales. Tiene un cáncer de pulmón que hace que no pueda estar nunca sin sus tubos de oxígenos a cuesta. Y como sólo sale de su casa para contentar a su madre yendo a un grupo de apoyo, conoce a August Waters, que también tiene cáncer, pero el suyo parecería por el momento estar bien tratado.

Sí, Bajo la misma estrella apunta a la reacción sensible, a las lágrimas. Lo hace desde el primer momento. Pero si algo tiene de único esta historia, y fue lo que probablemente convirtió a John Green en el éxito de ventas que es, es que sus protagonistas no andan por la vida dando pena y lamentándose de su destino trágico. Todo lo contrario. Con frescura intentan vivir este “pequeño infinito” con todas las ganas y la pasión que a veces uno no termina de volcar en las cosas.
Shailene Woodley es una Hazel preocupada más por sus padres que por sí misma (porque sabe que lo único más difícil en la vida que tener cáncer a los dieciséis años es tener un hijo con cáncer), y obsesionada con el final de los personajes de su libro favorito, el cual termina de manera abrupta, en el medio de una oración, “te mueres en medio de la vida, en mitad de una frase”.

Ansel Elgort, quien ya había trabajado con Shailene en Divergent donde interpretaba a su hermano, es el encargado de dar vida al encantador August Water, Gus. Quizás hasta el último tercio de la película, quien se destaca más en el film es ella, por su frescura, a diferencia suya que en general su expresión seductora no varía demasiado durante más de la mitad de la película. Pero lo cierto es que ambos terminan siendo una muy linda pareja para el cine, esa pareja que se da su primer beso pasada media película (“me enamoré del modo en que te duermes, de manera lenta y luego todo de repente”) y en el altillo de la casa de Anne Frank.

Los padres de la protagonista están interpretados por Laura Dern, siempre magnífica, y Sam Tramell (el Sam de True Blood). Y otro secundario muy interesante es el de Willem Dafoe, un personaje al que ambos admiran hasta que viajan hasta Amsterdam para conocerlo y descubrir que no es más que un escritor alcohólico encerrado en su propia cabeza y capaz de herir con sus palabras.

Bajo esa misma estrella está filmada de una manera casi indie, con algunos planos poco comunes, y música de artistas apenas conocidos. Y es cierto que por momentos no puede evitar sentirse demasiado edulcorada, pero tampoco puede desapegarse del material original. Todo tiene la excusa perfecta, está en el libro. Aunque ciertos momentos en la película no generen la intensidad que logra leerlos en las palabras de Hazel Grace en el libro, hay otras con las que sucede al revés, y se ven éstas intensificadas.

Quizás dos horas sea un poco largo para esta película que a la larga ya sabemos cómo va a terminar, o al menos en qué estado nos va a dejar sumergidos, pero no sobran escenas. Y es sobre todo una película que va a dejar muy contento a quien haya leído y disfrutado del libro. Quien no lo haya hecho también podrá hacerlo, siempre y cuando decida dejarse llevar por una historia que ya sabemos que nos va a hacer llorar, y aceptarlo.

visiondelcine.com.ar
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19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Sonrisas manchadas de lágrimas...!!
Debo decir que en un principio no me llamó especialmente la atención esta cinta, parecía la típica historia de amor empalagosa sin nada especial. Sin embargo, a medida que iban apareciendo tráilers y leía comentarios de la gente me empezó a picar la curiosidad, tanto que anoche fui a verla al cine, y tengo que decir que es una de las mejores películas románticas que he visto en mucho tiempo.


La historia se centra en Hazel Grace, una chica con una enfermedad en fase terminal que un día, por obligación de sus padres, asiste a un grupo de apoyo con chicos en su misma situación. Allí conoce a Gus, un chico con un cáncer en remisión que desde el primer momento capta la atención de nuestra protagonista y entre los cuales, día tras día, se va formando un amor puro y especial. Visto así, no parece nada del otro mundo, sin embargo, la cinta tiene un toque especial, no se si será por la condición de nuestra protagonista, o porque parece que, a pesar de tratarse de un drama, la cinta está repleta de muchos tiernos momentos que sacan sonrisas al espectador. Además, a pesar de tratarse de una película, tengo que decir que a mí me pareció un romance en muchos aspectos de lo más realista.

Sin duda lo más espectacular de la película es la actuación de nuestros protagonistas y la química que se crea entre ellos desde el primer momento. Le auguro un futuro brillantísimo a Shailene Woodley, y es que no es un papel fácil este que ha bordado desde el primer momento. Por otro lado, Ansel Elgort consigue encarnar a este joven carismático y alegre que se gana el corazón del espectador en todo momento.

He de decir que a medida que avanza la película se va sintiendo más esa situación límite, y poco a poco van brotando las lágrimas tanto dentro como fuera de la pantalla, hasta llegar a un final que, aunque predecible, es de lo más enternecedor y desolador que uno pueda vivir. La BSO es otro de los puntos fuertes del film, ayuda a meter al espectador en situación.

En conclusión, es una cinta preciosa, con momentos cómicos llenos de ternura, otros que no lo son tanto,m pero el caso es que se emociona al espectador en todo momento y consigue que una historia simple se convierta en algo maravilloso. Recomendable a más no poder, eso sí, con algunos pañuelitos a mano; a mí me hicieron falta :').
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21 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Creo que en este mundo tenemos la opción de contar una historia triste....
Buenas Tardes a tod@s.
Hace tiempo que quería escribir sobre esta película, cosa que no hice.. Hoy, tras haber visto la película y leído el libro, puedo decir que no hay película que me gusté más que está. Es un historia triste, conmovedora, intensa, apasionada... Ha sido considerada una de las mejores novelas realistas de los últimos años, en especial por la enseñanza y los valores que el libro le impregna al lector.

Desde que comienza la película sabemos que algo malo al final va a suceder, lo que no todos esperamos es... ese FINAL... "Te mueres en medio de la vida, en mitad de una frase"
A pesar de ser una película triste, se refleja, la amistad entre ellos, el cariño, el respeto, la soledad, la sabiduría.. y sobretodo "EL AMOR". El amor a primera vista, el famoso y romántico flechazo que todos esperamos tener una vez en nuestra vida, y que ese sea el verdadero, para siempre... "Todo el mundo debería tener un amor verdadero y como mínimo debería durar toda la vida", frase que me llegó desde el primer momento que la escuché...

Hazel Grace Lancaster, sólo quiere ser una chica normal siendo consciente de lo que tiene, y como dice ella a lo largo de toda la película "Soy una granada y cualquier día explotaré" se siente aferrada a "Un dolor imperial" libro que leía constantemente, era triste, y el final no llegó a ser final, ya que se tenía que suponer.. porque nadie sabe que pasó al final, Augustus Waters, chico que superó con dignidad su cáncer.
Se conocieron un día en el grupo de apoyo, desde ese día todo cambió.... "La vida no tiene que ser perfecta, para que el amor sea extraordinario"... Los dos eran conscientes de lo que tenían y por lo que estaban pasando, aún así deciden vivir su vida de la mejor manera que la pueda vivir cualquiera... Al lado de la persona que más quieres.

Todo lo que diga de este film, se va a quedar corto.... Es Increíble... A lo largo de toda la película se disfruta esos sentimientos que hay entre ellos dos... los buenos momentos juntos y los no tan buenos... pero la vida es así, "Es una montaña rusa que no para de subir" y más cuando encuentras a esa persona que hace que tu vida cambie....

Lo que más se deja entrañar este film, es saber con quien contar cuando necesitas contar con alguien, al final de la película es raro que no se salten las lágrimas... él hace cumplir sus sueños a ella y ella le da un sin fin en sus días contados... "No puedes decidir sin van hacerte daño en esta vida, pero sí eliges quien te lo hace"... Sólo querían lo mejor el uno para el otro, ser felices pero juntos... Así es el amor, ...el verdadero amor...

Otro aspecto a reflejar es que ya casi a mitad de la película es cuando deciden "formalizarse como pareja, ya que se dan sus primeros besos" y eso que ya han pasado por aspectos difíciles y ya se han demostrado su amor... Son detalles que marcan la diferencia... Destacando en la comprensión escrita, "mientras leía, sentí que me enamoraba de él como cuando sientes que te estas quedando dormida, primero lentamente y de repente de golpe" Es esto a lo que se llama amor, estar con una persona que lo sea todo para tí, contarle tus cosas, reírse, llorar, y sobretodo disfrutar de la vida pase lo que pase, lo importante en la vida es mantener las promesas pase lo que pase....

Destacar que a este film no le falta detalle, tanto la banda sonora, como el texto, como los protagonistas como las letras de las frases, son todo una maravilla, enamorada de este film.... Muchas gracias John Green y Josh Boone por esta novela.
Un Fuerte Abrazo!
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17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Desgarradora y preciosa
Tuve mis reticencias para ir a ver esta película al cine, porque pensé que iba a ser un dramote insoportable para adolescentes, y me sorprendí a mí misma llorando sin parar y con el corazón tocado de verdad.

Pienso que el éxito de esta película está en sus actores. Sin ellos nada sería igual, ya que tanto Woodley (atención a esta chica) como el hasta ahora desconocido para mí Ansel Elgort hacen la interpretación de su vida. No os sorprendáis si finalmente les nominan al Oscar o, por lo menos, al Globo de Oro.
Pero "Bajo la misma estrella" es mucho más que eso. Es una historia de amor, del primer amor, del que nunca se olvida, del que te llega hasta el alma y te desgarra hasta los huesos. El primer amor por definición es dolor. Pero éste es especialmente trágico.
Aunque, contra todo pronóstico, hay un humor irónico que baña la relación de los dos adolescentes, y que hace que la película sea refrescante y entretenida hasta el tramo final, en el que el drama se expande.

Creo que estamos ante la película del año. No se la pierdan por nada del mundo.

Mi nota: 10
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16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Americanada
Creo que la emotividad de esta película viene por el tema que trata, no porque esté bien hecha.
No cuenta en ningún momento el horror de la quimio.Cae en topicazos que a un enfermo de cáncer le darían igual. No es creíble.
Para mi está enfocada como cualquier película romántica americana, pero es que no es posible tratar desde la misma perspectiva el cáncer con una comedia cualquiera. Papeles exagerados, por ejemplo, el papel de la madre, mujer preocupada, excedía la preocupación, no se sostiene. La interpretación del protagonista, de héroe americano, creo que en los 80 me impactaban este tipo de actuaciones, pero a estas alturas no me dicen mucho. No es realista. Es muy americana.
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25 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La culpa en las estrellas
Este es el segundo largometraje del director Josh Boone tras la más que notable Un invierno en la playa. Bajo la misma estrella, cuyo título original es The fault in our stars, está basada en la novela homónima de John Green, y si no se nos hubiera mencionado eso, bien podría haber pasado por una historia real. En la vida hay sufrimiento, alegrías, dolor, desesperación, momentos alegres, momentos tristes... Todo ello cabe en este film. Por si acaso, os aviso que os llevéis unos cuantos pañuelos. Superando las dos horas de metraje, en las que durante los primeros minutos de metraje la vida sonríe (por así decirlo) a los protagonistas, pero que llegado a un punto el destino nos da un mazazo en la cabeza, o en nuestra partes privadas, táchese lo que se prefiera. La verdad es que cuando se ha terminado el film, me ha dejado una sensación de tristeza en mí. Gracias a Dios no ha sido tan dura en su totalidad como me esperaba, han habido momentos divertidos. Se podría igualar a otra cinta del año 2002 y que va del mismo palo, con enfermedad de por medio me refiero. Es un drama romántico que me encanta y su título es Un paseo para recordar. Curiosamente basada en otra novela, aunque el autor es otro, es de Nicholas Sparks. Grande.
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11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Aún estamos vivos
Es una historia durísima. Tanto que en manos de otros autores menos capaces habría traspasado alguna especie de línea prohibida.
No lo hace. Te están hablando en primera persona sobre la enfermedad incurable y la muerte en plena juventud, algo tan terrible que dudo que alguien lo pueda asimilar, y sin embargo no sientes apenas el triunfo de la muerte acechando codiciosamente a sus próximos candidatos.
Están tan vivos que es como si su muerte fuera a ser un simple hasta luego.
No te endulzan el sufrimiento y el dolor. Hazel no te dirá tonterías para hacerte creer que palmarla de cáncer antes de los veinte años es menos malo de lo que es. Te lo contará como es, sin paliativos. Gus bromeará y estará demasiado embobado mirando a Hazel para entristecerse demasiado o soltar algún rollo autocompasivo, lo cual no es su estilo.
Sí notas la injusticia de esa lotería que decide quiénes se marchan pronto. El alivio de no ser ellos (o de no saber que puedes irte al otro barrio al momento siguiente de estar aquí ahora haciendo lo que sea) y de seguir estando sano un día más. La suerte de haber llegado hasta hoy. El deseo de que continúe así y que todavía queden muchos días buenos por delante. Que éste no sea el último.
Y un poco de vergüenza de quejarse por naderías. Tal vez quien no conoce el verdadero dolor tampoco conoce la verdadera felicidad. No ha aprendido a valorarla porque la tiene mucho más a su alcance.
Y tenemos la prueba de que la vida es vida hasta el final, si hacemos que lo sea. Hay quienes se entierran voluntariamente mucho antes de haber traspasado el umbral. Y hay otros que eligen vivir de verdad hasta que el aliento se les agota.
Ellos ven a la muerte planeando sobre sus cabezas. La miran a los ojos y tienen miedo, claro que lo tienen, muchísimo. Pero por ello son también muy valientes, porque vencen a ese miedo (casi siempre) y no permiten que los paralice y les impida disfrutar de lo que les queda.
Los ciegos somos nosotros, los que no queremos ver a la parca ahí encima, que está contando los minutos que le faltan para llevarnos, y nos creemos que tardará mucho en llamarnos. Pensamos que, como los niños que agachan la cabeza y tratan de pasar desapercibidos para que el maestro no los haga salir a la pizarra, de ese modo no se fijará en nosotros, se olvidará por un tiempo de que estamos aquí.
Nadie la engaña.
Hay que ser valiente para levantar la cabeza y espetarle con descaro, como se le dice al dios Muerte en Juego de Tronos: “Hoy no.”
Hoy va a ser un gran día. Podrás llevarme después, pero no me quitarás estas horas a su lado. No me arrebatarás la eternidad que él o ella me va a regalar, el pequeño infinito que será sólo nuestro, dentro de otros infinitos más grandes y que no nos recordarán, pero eso no importa, porque es suficiente con que esa persona me recuerde cuando me haya ido.
Todos somos pequeños infinitos dentro del gran infinito del universo, como los que hay entre número y número. Y todos, sin excepción, nos marchamos.
Así que… ¿Para qué lamentarse tanto por un hecho inevitable? Hazel y Gus ya lo aprendieron de niños.
Y nadie será más feliz que ellos dos juntos, unidos por un sueño que será el último que tendrán.
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12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
This movie demands to be felt.
Película de amor entre dos jóvenes. Además, enfermos de cáncer. En principio, el miedo a que sólo veamos tópicos para adoslecentes está más que presente. Pero tiene dos características que me hicieron darla una oportunidad: el aclamado best seller de John Green en el que se basa esta película y el joven director, Josh Boone, que ya nos sorprendió con esa joyita que tiene de ópera prima llamada "Stuck in love". Y gracias a que le dí esa oportunidad, porque "Bajo la misma estrella" es una preciosa película.

Lo primero que notamos al comenzar el visionado es un tono de humor, que le viene muy bien ya que es una historia sobre personas con cáncer. No he leído el libro, pero el guión está muy equilibrado entre los momentos más dramáticos y otros más cerca de comedias románticas. Uno de los reproches que se le han hecho es que manipula a los espectadores para hacerlos llorar. No creo que esta cinta lo haga, aunque el final esté tan sobrecargado de momentos dramáticos que sea imposible no derramar una lágrima. Es más, la parte final no es la que más destaca. Ya que el verdadero momento cumbre es un viaje a Amsterdam. Todo lo que transcurre allí son momentos de gran cine, destacando la cena y el pasaje en la casa de Ana Frank.

Más allá del acierto con el tono, que era el apartado clave para que esta película llegase a funcionar. Cabe destacar sobre todo la química de los actores. Shailene Woodley y Ansel Elgort hacen notables interpretaciones, sobre todo la primera. Shailene, que ya deslumbró en "Spectacular Now", logra su mejor trabajo; haciendo un trabajo de contención de emociones que nos maravilla, sobre todo en los primeros planos. Por otro lado, Ansel Elgort podía haber fallado al construir un personaje díficil, pero tiene el carisma y la credibilidad suficiente como para sacarlo adelante. Los demás componentes del reparto cumplen, sobre todo Laura Dern y Willen Dafoe, ya que no tienen suficiente peso en el guión.

En definitiva, una película que sabe sus virtudes y las explota al máximo. Dándonos una historia de amor preciosa sin caer en tópicos y manipulaciones. No es ni cine para adolescentes ni para chicas ni para ningún grupo determinado. Es cine que sólo por sentir la intensidad con la que se enamoran los personajes, ya vale la pena. Como dice una cita de la misma, "lo tienes que sentir". Y con "Bajo la mima estrella" sólo hay una cosa segura, vas a sentir.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Ojos llenos y corazones vacíos
Sin lugar a dudas resulta doloroso darse cuenta de lo frívolo que pueden ser algunos estudios al usar una serie de temáticas tan relevantes como lo son el miedo a la muerte, la maternidad, el primer amor y aceptar el papel de uno mismo en la vida, y relegarlos a una excusa para filmar una película simplona, que busca la lágrima fácil y huye de las cuestiones mas jugosas, dejando al espectador patidifuso ante tal descarada masturbación romeojulietista y tanta emoción barata. Pero no crean que únicamente es esta una historia mal enfocada; el culmen de la infamia y el malfacer llega en el momento en que dejamos de asistir a un largometraje para sumergirnos en un anuncio o, quizás, en algún vídeo de motivación personal, en el que el fondo sencillamente deja de existir, para transformarse en un mero escaparate donde exhibir de frases y narración en voz en off redundantes y prácticamente injustificados. Que una película sobre la muerte no transmita miedo a la muerte es una fallo imperdonable; dice la protagonista sobre su novela favorita (la obra ficticia Un Dolor Imperial) -Es mi novela favorita porque el autor entiende la angustia de estar muriendo-. Bien, esta película no consigue eso, siendo un artificio para hacer taquilla y salir del cine con los ojos llenos de lágrimas y el corazón vacío de emociones.
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9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Fórmula clásica para provocar lágrimas.
Fórmula clásica para provocar lágrimas.
La novela es muchos puntos mejor que la película. De hecho, lo mejor de esta cinta es las veces en su desarrollo que se parece más al trabajo literario de Green.
Pero el primer gran obstáculo de dificultad es: ¿cómo presentar en pantalla esta historia que contiene el drama de cáncer pero no es de cáncer, que es romántica pero cruel, dura y rebelde?
Ahí es donde la adaptación y puesta en escena, trató de trabajar un equilibrio, funcional al principio, pero que se va desmoronando en el transcurso de la historia cinematográfica hasta caer, inevitablemente, en el recurso de explotar impunemente el llanto.
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11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Estrella estrellada
En Estados Unidos, ni la ausente seguridad social ni la mayoría de los seguros privados cubren los costes de una enfermedad tan terrible como el cáncer. Sin embargo, poco importa esto si eres un personaje de John Green, un adolescente engreído y presuntuoso, que luce cigarro apagado en boca como aparente metáfora de vaya-usted-a-saber-qué, con la inmensa fortuna de tener una familia pudiente además de inexplicables contactos con una asociación benéfica que le paga a él y a su aún más enferma enamorada un viaje a Amsterdam para… conocer al autor de un libro de autoayuda! Algo que llama poderosamente la atención teniendo en cuenta que la historia se empeña en retratarlos como dos inteligencias privilegiadas de extrema sensibilidad, con la mejor ocurrencia siempre en la punta de la lengua y una actitud que quiere aparentar ser rebelde, pero resulta simplemente caprichosa y a menudo déspota con sus sufridos padres.

Solo una esforzada Laura Dern saca cierto partido al único personaje con el que uno puede sentir afinidad en este melodrama romantico protagonizado por dos autistas emocionales y pseudointelectuales que prefieren vivir en su poética nube de algodón a afrontar una realidad que no solo les destroza a ellos sino a su entorno, y que reciben su merecido en una potente escena en la que un Willem Dafoe convertido en sosías de Sallinger les canta las cuarenta y elimina cualquier atisbo de paternalismo disparando hacia la boba necesidad de condescendencia de sus seguidores, que no han de distar demasiado de los miles de fans de la novela de Green, adaptada aquí con presumible pleitesía por Josh Boone (135 minutos para un librito que no llega a las 300 páginas…)

Por desgracia -y tras pasajes tan surrealistas como la visita de la pareja al museo de Anna Frank como excusa para sacar de la chistera una risible analogía entre el Holocausto y el sufrimiento de la enfermedad- el tal Van Houten encarnado por Dafoe se redime retractandose de su verdad en pro del ternurismo de un desenlace que hace gala de un idealismo de lo mortífero que ríete tú de Tim Burton. Eso sí, sin una pizca de ironía y con mucha afectación y empalagoso lirismo que poco o nada tiene que ver con la enfermedad de la que habla este insulto a la inteligencia que tiene tanto de emotivo como uno de esos videos de bebés y perros que circulan en masa por youtube con los que ‘Bajo la misma estrella’ comparte sin duda público objetivo.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cuando llorar está justificado.
Película protagonizada por adolescentes, que no es un producto para adolescentes.

Es tierna, es dulce, es graciosa y es dura.

No es un superficial romance adolescente, es amor con todas las palabras. Un enamoramiento de dos personas que se están muriendo.

Shailene Woodley está estupendísima. Ansel Elgort no alcanza el mismo nivel, pero en conjunto desarrollan muy buena química. Los personajes son carismáticos, inteligentes, irónicos y con un gran sentido del humor. Una especie de Juno, quizás. Es imposible no quererlos.

A algunos les lagrimean los ojos, y otros lloran a moco tendido. Pero no porque sea un melodrama cursi. Se llora porque emociona. Porque es injusto. Porque queremos que Hazel y Gus envejezcan juntos, y mueran juntos, a su hora. No cae en la manipulación sentimental, hasta, creo yo, el final de la película. Pero se le puede perdonar, buscando el clímax.

Resúmen: No es un peliculón, pero es una película bonita. Esas que, aunque te dejan echo polvo, te hacen sentir. Hace que te olvides de todo, que sólo estén Hazel y Gus. Te hace reír, y te hace llorar.

Te hace sentir persona.



Las únicas pegas que le encuentro:

- El personaje del escritor no termino de creérmelo.
- La banda sonora, en ocasiones demasiado alta, me sacaba de la película.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
De héroes anónimos y batallas imposibles.
En primer lugar, me gustaría dejar claro que "Bajo la misma estrella", es una de esas películas que juegan en una división muy particular del séptimo arte. Una cinta, ubicada en ese espacio reservado para una corta nómina de títulos que comparten una característica que las hace especiales: se trata de historias con la capacidad de emocionar en virtud a la experiencia vital de cada uno. En mi caso particular, una extraña conjugación de factores, otorgan a este título una relevancia particular. Fui lector de la novela de John Green en la que se basa la película, bajo preescripción facultativa de una amiga que tan sólo pretendía ofrecerme otro punto de vista de una realidad que me es demasiado cercana.

Vivo desde hace seis años con el cáncer mirándome desde los ojos de mi madre. He visto su sufrimiento, su desgaste físico y emocional, y sobre todo su lucha. He aprendido a valorar la importancia del humor. El sabio arte de restarle importancia a la gravedad que nos atrae hacia el fatalismo. He visto como la condescendencia, la falsedad y el mal gusto, son el pan nuestro de cada día de muchas personas cuyo único deseo es un día más entre ese grupo particular de personas que se hacen llamar "normales". Y soy testigo forzado de una realidad desagradable en la que la incertidumbre, el miedo y el dolor son capaces de las más desgarradoras desgracias; pero también de los milagros más impresionantes. Como ejemplo, muestra de orgullo personal, y para que esta crítica no se convierta en una retahíla de penalidades, mi madre arrastra un cáncer terminal que debió acabar con ella a los tres meses del diagnóstico...seis años después su lucha continúa. Algo que debe servir como esperanza.

Eso es lo que encontré en la novela de John Green, un relato en el que una persona que había convivido desde su trabajo social con la diabólica mirada de esta maldita enfermedad, ofrecía su particular luz al final del túnel, a través de una historia sincera en la que mostraba los pensamientos más profundos de un enfermo, a la vez que se atrevía a trazar una historia de amor donde la fuerza del cariño y la energía regeneradora de la comprensión eran capaces de resucitar los sentimientos más vitalistas de personas cuya sombra viste los ropajes de la parca.

Y de la mano de Josh Boone, toda esa encantadora narración cobra vida en la gran pantalla con un gran respeto por el libreto que dio a conocer la historia de Hazel y Augustus, dos héroes vencidos desde su concepción y resucitados desde su amor. Un par de amantes cuya historia, sirve como alegato para defender el nombre de millones de olvidados que día a día luchan simplemente por tener un lugar en el mundo. Con un arranque brutal, que sirve para asentar las bases de una historia romántica donde la superación se erige como fuerza motriz, "Bajo la misma estrella" aprovecha el potencial de la novela de la que parte, y con la ayuda de unos impresionantes Ansel Elgort y Shailene Woodley, consigue ese arrebato empático tan complicado de lograr en el cine. Sus caracterizaciones son tan desnudas de excesos y tan sinceras, que desbordan realidad y ayudan a acompañar una historia que desde sus primeros minutos, transmite ese aroma a tragedia contemporánea. Una tragedia que, por otra parte, peca de excesiva en el último tramo de la película. Un desenlace donde Josh Boone y los guionistas olvidan el tono predominante durante todo el metraje, desplegando una pseudo pornografía emocional que abusa del gigante melodramático levantado durante sus dos horas de duración.

Sin embargo, y obviando ese final destructor para la fortaleza personal del público, y evitando centrar las miradas en algunos momentos que pecan de pretenciosos, o de ridículos, los cuales ya eran un lastre en la novela de John Green, y aquí se mantienen, como respeto a los muchos fans de ese relato (he de suponer, pues evitar escenas como la que acontece en la casa de Ana Frank, habrían redondeado la historia); "Bajo la misma estrella" es un drama con un corazón y un alma sinceros y puros. Una película que pudiendo abusar de la desagradable rutina de su núcleo, prefiere ofrecer una ventana a la esperanza. Un canto a la vida desde las oscuras aguas de la muerte, donde sólo quedan héroes que batallan constantemente contra la certeza de su final. Porque hay historias que no queremos oir, pero que necesitan ser escuchadas, y esta, es una de ellas.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Un condenado a muerte no se ha escapado
"Bajo la misma estrella" parte con la misma premisa que la célebre obra de Bresson: mostrar la realidad tal cual era sin añadidos ni edulcorantes de ningún tipo. Desde ese momento uno ya sabe que lo que menos se va a encontrar es objetivismo e imparcialidad, debido a la imposibilidad que ello plantea a la hora de realizar cualquier obra artística.
Si en la película francesa se acompañaba la huida final con una gloriosa neblina y música de Mozart a todo volumen, en la segunda película de esa joven promesa que es Josh Boone nos encontramos con un extraño optimismo en el devenir de los tiempos acompañado de música ligera y fotografía colorida a lo Gossip Girl.
Algo ciertamente contradictorio si tenemos en cuenta la crudeza con la que empiezan ambos films. El comienzo es más intenso en la obra que aquí nos ocupa, la protagonista ( una Woodley que alterna primorosamente su lado emocional y racional) nos advierte que no van a mostrar una imagen cándida del tema central lo cual a uno ya le genera cierta incomodidad (que mal nos tiene acostumbrados Hollywood), incomodidad que en mi caso se convirtió en tener los pelos de punta la primera vez que se reúnen en el grupo de apoyo. Para este momento yo ya estaba decidiendo mentalmente que forma de suicidarme elegiría si me diagnosticaran un cáncer testicular como al moderador de dicha reunión.
Siendo consciente desde ese momento de que aquello no iba a acabar como la típica peli americana con todos comiendo al final pavo en un acogedor salón con el árbol de Navidad al fondo estando completamente curados, uno empieza a relativizar y dejarse llevar por todos los lamentos, amagos de muertes y recuerdos traumáticos con más o menos buen cuerpo mientras rezaba a Dios porque los momentos de lontananza se prolongaran indefinidamente primero de manera lenta y luego rápidamente para que la agonía se pasara cuanto antes.
A pesar de todo como digo, pesan más los momentos románticos y dulces que los momentos tristes (si obviamos el trasfondo oscuro). Uno se acaba acostumbrando como buenamente puede e incluso en momentos puntuales se olvida de lo que va a ocurrir al final, destellos de esperanza asoman en el optimista (¿o ingenuo?) corazón de uno, y llega uno momento en el que se cree que puede ocurrir el milagro. Pero, como ocurre en la Magnum Opus de Bresson, desde antes de empezar la proyección el destino de los personajes están marcados, unos por el título del film, otros por sus circunstancias particulares.
La conclusión es clara en ambos casos: Lo importante no es el final, es el proceso.
Si lo fascinante de "Un condenado a muerte se ha escapado" era ver como el icónico teniente Fontaine iba preparando un plan de huida tan aparentemente suicida como efectivo, en "Bajo la misma estrella" (potente título inspirado en una obra de Shakespeare) el amor condenado de ambos protagonistas y su desarrollo y evidentes problemas constituye un modelo inspirador de aplomo y fortaleza mental para todo aquel que la contemple.
Una imprescindible de este año.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Vivir cada día de tu vida
Recomendable película en la que se trata el difícil tema del cáncer en personas jóvenes y el enfoque de la vida tanto en caso de sufrirlo como no. Es interesante y conmovedor no sólo asistir a la evolución del romance entre los protagonistas, sino también cómo tratan de encajar sus graves problemas de salud. Esta obra nos enseña a valorar más la vida, a apreciar lo que tenemos pero al mismo tiempo a vivir cada momento del escaso tiempo que permanecemos aquí lo mejor y más felices que podamos. A veces hay cosas que por cortas que sean se convierten en lo más grande de nuestra vida. Del mismo modo que se pierde mucho tiempo en cosas que no merecen la pena y no se cuidan otras que requieren más atención.

Las interpretaciones rinden a buen nivel, especialmente la de la protagonista cuya expresividad y sentimientos conectan desde el primer momento con el espectador, arrancando muchas emociones. También el chico que expresa una química muy convincente en su relación, pero no de forma tan brillante como su compañera. El único que no me ha terminado de convencer es el personaje del escritor, que queda muy raro y algo vacío.

En cuanto a la construcción de las escenas está bien realizada de forma que la película tiene mucho que contar y experimenta giros importantes en el argumento. Me gustó ese curioso recurso al introducir la mensajería instantánea del teléfono móvil. Este instrumento lleva relativamente poco tiempo y no se ha visto demasiado en el cine. Habrá que esperar a ver si esta forma de presentar los mensajes tendrá continuidad en alguna otra obra. Por lo pronto, esta es la pionera.

No tiene la previsibilidad que esperaba y es que no se trata en absoluto de un típico producto de telefilme de fin de semana. Es una obra muy bonita y necesaria de ver, siendo un drama filosófico con tintes románticos que nos aporta bastante.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El fugaz gran amor de una fugaz vida
Tras las repetidas peticiones de mi hermana de ver ésta película, la cual ella tenía unas expectativas altísimas, decidí que hoy era el día de hacerle caso. Ya vi una muy similar en todos los aspectos a ésta, protagonizada aquella por Dakota Fanning, pero he de decir que ésta es muchísimo mejor, no por las interpretaciones, que en ambas son geniales, sino por la historia y sobretodo por la protagonista, ya que el carácter de la otra me daba repulsión.

Creo que la frase que dice el chico co-protagonista "Sería un privilegio que me rompieras el corazón", define en gran medida lo que ésta cinta quiere dar a entender. Que dadas las circunstancias de ambos chicos, tan jóvenes, qué mas dá cómo acabe el romance, lo importante es, teniendo muy probablemente tan poco tiempo de vida, aprovecharla. Si luego no funciona, que nos quiten lo bailao, pero al menos has sabido amar y has sido amado.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Riendo llorando; llorando riendo.
Una película en la que ríes y lloras a partes iguales. Es emotiva, inspiradora y te llena de fuerza; al menos miras con otros ojos al futuro, o eso me pasó a mí. Desde Titanic creo que ninguna película me había hecho llorar tanto. Es una historia que no deja indiferente a nadie.

Bajo la Misma Estrella es una película más profunda y, tratándose de dos adolescentes con cáncer, te hace ser consciente de lo que supone vivir con una enfermedad que limita tu vida (como todas las enfermedades) y aún más cuando tienes toda la vida por delante.
Antes de verla me leí el libro y, aunque me gustó mucho, la película es bastante fiel a la historia, usando diálogos casi idénticos, recogiendo las escenas más importantes y dibujando perfectamente el perfil de los personajes. Además, la película tiene una fotografía preciosa y la banda sonora es un acierto.
Hablando de aciertos, no puedo olvidarme del reparto. Me encantan Ansel Elgort y Shailene desde que los ví en Divergente. Y la gran sorpresa, para mí, fue ver a Willem Dafoe interpretando al señor Van Houten. Nadie podría haberlo hecho mejor.

Lo que más me gusta de la película es que le quitan importancia a la enfermedad (todo lo que se le pueda quitar a un tema tan serio) y no hacen un drama de ello. En lugar de eso, ponen énfasis en lo que hay aparte del cáncer, eso que continúa: la vida. Ambos saben que la muerte estará más presente en sus vidas que en la de los demás, por eso no se dan por vencidos y continúan luchando, viviendo al máximo aunque la batalla aparentemente esté perdida. Y siempre con la compañía del otro.

Y para terminar, recomendaría esta película a aquellas personas que sienten que lo tienen todo y que creen no tener suficiente. Y, por supuesto, la recomiendo a aquellos que simplemente quieren desahogarse y llorar (y también reír).
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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