Siempre que se quiere adaptar un libro o en este caso una saga de libros es difícil quitarse el estigma de no poder contar todo lo que sucede en ellos o representarlo de una forma diferente. Y no ya de omitir eventos e Incluso de inventarse otros sucesos. Pero ante todo, antes de analizar y criticar una serie de TV de estas características habría que separarla del libro. Al menos si queremos valorarla como serie en sí y no como una mera adaptación.

Realizando esa simple separación y dejando a un lado los estupendos y absorbentes libros de George R. R. Martin, nos encontramos con una excepcional puesta en escena. Parece más una versión cinematográfica por su cuidada fotografía. Los actores no eran en su mayoría muy conocidos, pero se han convertido en famosos gracias no ya a la popularidad de su historia sino a sus grandes interpretaciones. Destaco especialmente a Peter Dinklage y a Emilia Clarke, que a su vez son los que más han conquistado a los fans. También existen "villanos" carismáticos como Jack Gleeson (Joffrey Baratheon).

La mayoría de las escenas, salvo las consideradas muy importantes, son protagonizadas por exactamente dos personajes. En ellas se aporta mucha información tanto de la personalidad de los mismos como su parecer ante los conflictos de tipo político y personal que se les plantean. En algunos capítulos no aparecen algunos personajes ni una sola vez, pero se entiende perfectamente porque la maraña es grande y es preciso saber dosificar sus intervenciones. En ese sentido la organización es adecuada y coherente en su desarrollo.

La ambientación es extraordinaria. Sean jardines, desiertos, parajes nevados o simplemente el interior de un castillo está todo cuidado al milímetro. Verdaderamente nos da la sensación de viajar a un mundo medieval. Y la banda sonora es también otro punto importante a su favor, con una melodía heroica muy característica.

El único pero que le pongo a esta impresionante serie es que sus temporadas deberían de incluir algún capítulo más que los 10 de siempre, puesto que a pesar de su elevadísimo presupuesto es indudable que su éxito de recepción lo ha cubierto con creces. Por otra parte, tampoco me ha gustado que cambien un actor de una temporada para otra. Pero no dejan de ser quejas menores.

Valga ante todo que admiro a Quentin Tarantino y he visto la mayoría de sus películas, con la única excepción de Death Proof. No por nada, sino que siempre por algún motivo queda alguna pendiente. Con Los odiosos ocho he visto una película por un lado diferente a las demás pero por otro bastante parecida a alguna. Pero en modo alguno he visto una obra maestra como puedan ser las joyas más recientes de Malditos bastardos o Django desencadenado, esta última ambientada igualmente en el lejano oeste.

La duración de la película es excesiva. Cuando es entretenida, hay buenos diálogos y pasan muchas cosas no importa. Pero en este caso me da la impresión de que Tarantino lía mucho el guión. Y él sabe hacer historias muy buenas, pero aquí se le ha visto falto de inspiración en buena parte del metraje. Hasta el punto de aburrirme. Lo que nunca había logrado en las anteriores obras. Hay muy poquita acción durante bastante más de la mitad de la película, de igual modo que pocos tintes de humor irónico. Afortunadamente llega un momento en que la cosa cambia y este producto evita ser el truño que amenazaba ser.

Los protagonistas son una serie de individuos con personalidades bastante diferenciadas. El duro, el sibarita, el loco, el violento, el veterano... Pero algunos de ellos no se aprovechan demasiado e incluso sobran. Que por cierto, al principio de la película se cataloga a esta de la octava película del director. Desconozco si cada personaje representa a una de ellas, pero en todo caso NO es la octava sino la novena. A no ser que Kill Bill la consideremos como una sola. En todo caso, llega un momento en que nos viene a la mente un deja vu de Reservoir dogs: es una nueva versión, más claustrofóbica y mucho más oscuro. De hecho, los colores predominante son el color negro y el blanco y el sonido del viento colabora también a crear un ambiente inquietante.

Lo bueno de Tarantino es que siempre nos sorprende. Nada es previsible en sus películas y es lo que más nos gusta de él. Aquí por supuesto lo consigue y como más o menos ya le conocemos algunos sabemos que cualquier cosa puede ocurrir en las situaciones más tensas y que los giros del guión pueden aparecer al instante. Al menos ahí sí está bien acertado y resulta fiel a sí mismo. Pero ni mucho menos dejará un recuerdo tan eterno como otras de sus obras.

Después de un montón de años de especulaciones, idas y venidas, por fin llega la película de Superlópez. Un largo tiempo de espera que ha llegado a su fin.

Al igual que sucedió con Mortadelo y Filemón, en el guión se inventan más de la mitad. Jaime NO es el jefe en los tebeos (por ejemplo) y se echa mucho de menos a otros habituales personajes secundarios como el inspector Hólmez, Escariano Avieso, la banda de Al Trapone, Chico, Martha... Se nota que soy aficionado del cómic, ¿verdad?. Pues sí, sí lo soy y la fidelidad al mismo de esta película destaca por su ausencia.

Así que más bien se trata de una película basada en el personaje, aunque coja algunos guiños de su origen. En esa tesitura, funciona como comedia y además con unos personajes femeninos muy buenos encarnados por dos de las mejores actrices del momento: Alexandra Jiménez y Maribel Verdú. Ésta última podría haber tenido el pelo rojo y llamarse Lady Araña pero no, era mucho pedir esa referencia al cómic. De los chicos, Julián López responde bien en su hilarante interpretación y con Dani Rovira nos cuesta imaginarlo en el papel del personaje, pero poco a poco se hace con él.

En definitiva, como adaptación es una decepción. Sin embargo, como película es divertida y con algunas escenas graciosas. Entre esto y el buen trabajo de los actores, merece la pena verla. Existen dos escenas post-créditos, pero la única interesante es la primera, con un pequeño obsequio a los fans del cómic.

Era difícil, prácticamente imposible no ya superar sino igualar a la anterior película. Tras su visionado podemos afirmar que se trata de una buena conclusión, aunque no sea perfecta.

Más complicado aún es llegar virgen de spoilers, aunque asistas en el primer pase posible. Demasiada gente con no menos tiempo libre que se dedica a postear en grupos públicos de Facebook. Y es que después de haber disfrutado de más 20 películas, hay mucha gente que viene a vivir con emoción este desenlace.

La película resuelve de manera acertada la situación producida en la primera parte, al tiempo que regala momentos de enormes aplausos para el público. Ese público que ha disfrutado como un niño e incluso en algunos casos ha crecido con Marvel y sus películas. Estamos hablando de 15 años de películas, aunque la cosa fue en serio a partir de 2008 con Iron Man (en 2003 fue la del Hulk defenestrado).

Sin embargo, los aspectos que no me han gustado se derivan de la propia complejidad de manejar a tantos personajes y actores. Algunos de ellos tienen una participación meramente testimonial y especialmente uno de ellos que se esperaba mucho, mucho más. Vamos, que se le tenía poco menos que como la panacea. Y no diré ningún nombre pero es muy sencillo adivinar quién es.

Tampoco me gustó la forma en la que se le "despide" a alguien.

En zona spoiler destaco todas aquellas escenas inolvidables y lo anterior.

En definitiva, gracias Marvel. Y no se vayan porque todavía hay más historias que desarrollar como la de Spiderman y los Guardianes de la Galaxia.

Largometraje español (y nunca mejor dicho por lo de largo) que ha sido nominado para 5 Goyas. No cabe duda del trabajo que ha existido detrás de escenarios y ambientación. Sobre todo de su puesta en escena y una bella fotografía. Pero la historia de amor y el drama de contexto no sostienen el interés durante toda su proyección. La primera hora apenas nos han introducido a los personajes y su situación, pero cuando llegamos a su mitad nos preguntamos hacia dónde pretende llegar esta película. Para terminar, no obstante, en un tramo final y conclusión que resulta aceptable.

Mario Casas en un papel con el que lo mismo te sale un chico impulsivo que uno romántico o indignado con las injusticias. Está bien en su sitio, muy emocional y realmente es de los varones más creíbles del elenco. Adriana Ugarte hace por su parte un papel algo más regular, pero también es cierto que su historia es algo más floja y con menos argumento al tratarse de la época actual. Macarena y Berta, por el contrario sí que hacen un trabajo importante y que edulcoran una historia que se convierte en un pestiño por su duración y organización inadecuada.

En definitiva, la película tendría la calificación de 6 (interesante) de no haber sido tan sumamente larga, así le coloco la calificación de "pasable".