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214 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
El mundo de hoy: Entre la vida trumanesca y El Creador audiovisual.
Pues sí, como dice Carlos Boyero de vez en cuando salen cosas en esto del cine diferentes y nos reconcilian con el séptimo arte cuando parece que la mediocridad lo invade todo y esta es sin lugar a dudas una de esas cintas que hay que marcar con boli rojo en los últimos diez años. Lo tiene casi todo para ser perfecta y eso hace que quizá no lo sea, al sentir cuando uno la degusta que todo, absolutamente todo funciona a la perfección.

En cuanto tuve ocasión me compré el guión de “El show de Truman”, sin lugar a dudas uno de los más originales de la década de los noventa y que es algo más que negro sobre blanco, es a mi juicio una obra maestra que todo aspirante a guionista debería leer y estudiar. Es obra de Andrew Niccol, que es lo mejor que ha hecho en su vida y dudo que lo mejore, que aún no siendo un fan suyo reconozco que en todas sus historias hay grandes dosis de originalidad aunque no siempre bien resuelta, menos aquí que le sale redondo.

Por supuesto la dirección de un inspiradísimo Peter Weir, que hace su mejor película junto con “Gallipoli” y “El club de los poetas muertos”, está a la altura de las circunstancias y demuestra que ser saber rodar cine es tan sencillo como ver jugar a la Yugoslavia de baloncesto de los ochenta. Hacer las cosas fáciles cuando se tiene calidad es lo más recomendable y Weir lo hace a la perfección.

En “El show de Truman” además tenemos al mejor Jim Carrey, un actorazo que cuando se confía en él nunca falla y un Ed Harris simplemente genial que demuestra que es eso de tener tablas y saber contener a un personaje que muy fácilmente se le hubiera ido de las manos a cualquiera.

Esta es una película tan diferente que nos vuelve a congraciar con las tragicomedias griegas, consiguiendo lo que ya no existe en la actualidad y es que comedia y drama vayan de la mano y la una no se imponga a la otra en ningún momento. Pero es que también esto es cine de ciencia-ficción y también cine fantástico; me recuerda en ese sentido al mejor Spielberg, que me imagino que le hubiese encantado poder filmar esta obra maestra.

Si tuviera que decir un par de cosas más de “El show de Truman” señalaría la capacidad que tiene la película para crecer con sucesivos visionados, algo muy difícil, y sobre todo la gran cantidad de reflexiones, debates y pensamientos que puede generar. Sería una espléndida película para programas como “La clave” de Balbín.

En definitiva estamos ante un soplo de aire fresco que se ofreció en su día al tristón cine norteamericano y que tal y como pensábamos mucha gente sólo fue el canto del cisne porque la recuperación no sólo no se ha producido sino que la situación es aún peor que diez años atrás.

Nota: 9,4
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174 de 190 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una crítica perversa para un " gran hermano" distinto
Peter Weir es un grandísimo director ( véase "Master and Commander" o " El club de los poetas muertos), que cuando estaba terminando esta última recibió un guión un tanto peculiar. Trataba de la vida de Truman Burbank, un individuo que tras ser adoptado por un prodcutora de televisión, protagoniza un programa, un tanto especial, donde él vive una vida, su vida, dentro de un plató gigante, en el que todos son actores y actrices, y el lugar donde vive, al estar rodeado de agua, le hacen creer que es una isla, es decir, Truman es una estrella de un programa de Tv, pero sin saberlo.
La película en sí, es un crítica contra los programas de reality show, que por aquella época, estaban arrasando la parrilla de televisión.
Así nació, un guión buenísimo y original, que fue encargado a uno de los grandes maestros del séptimo arte y dónde Jim Carrey hace una estupenda interpretación, la mejor de su carrera, sin duda.
También destacar las grandes interpretaciones tanto de Laura Linney, cuyos papeles siempre le van como anillo al dedo, y la de Ed Harris, que resulta creíble y fantástico, como el maligno presentador del programa.
En definitiva, una gran película, que recibió un gran apoyo tanto de crítica como de público, altamente recomendable y, que de seguro, gustará a todos por igual. Esta es seguro, la película que estaban esperando.
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145 de 180 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La película que me hizo volver a soñar
La verdad es que vivimos en una época en que las películas se dividen en tres tipos principales: Acción, violéncia y sexo. Es algo normal ver estos tres géneros tipos juntos en una super producción de Hollywood que tanto ha alimentado a directores como Michael Bay y parecidos. Pero entonces surgen joyas como estas, increíbles y originalísimas películas hechas por el placer de dirigir y no del dinero que van a ganar. Y es que el show de Truman es:
- Una película inocente en la que se narra la vida de un hombre sencillo que vive una vida falsa retransmitida las 24 horas en un canal con máxima audiéncia. Es sencillo el Truman Burbank que vemos y cuya vida seguimos. El director juega con nosotros transformándonos en espectadores del programa, ese programa que retransmite la vida de Truman. Un inocente hombre de calle.
- Una película atrevida ya que critica duramente a los programas estilo Gran Hermano, que a mi ni me van ni me vienen por el hecho de que todos los que salen ahí lo han elegido los participantes para obtener un cachito de fama. Fama que les perdurará toda la vida o sólo unos días, pero aun así fama. Lo que pretende Weir es mostrarles como personas inocentes sufren sin que nadie haga nada, sino al contrario aplaudan cada putada de los productores. Aunque pase de estos programas no significa que no me de asco que la gente vaya creando este tipo de telebasura que sólo sirve para justificar que no tienen vida propia y se han de meter en la de los demás.
- Una película original con una historia atrevida e inocente, como mencioné antes. Es un guión que no permite la violéncia, es un guión pacífico que sólo hace que entretener al espectador como un espectaculo de magia sin necesidad de usar la violéncia, el sexo, los tiroteos interminables o las desangraciones en directo. Porque a veces la palabra es más fuerte y causa más impacto que la violéncia. Hace años ponías una sombra y la gente de la sala se cagaba patitas abajo, ahora cortas un brazo en primer plano y la gente te pide que además le hagas caer el ojo en una explosión de sangre. Pero a veces salen guiones que dejan al público boquiabierto.
- Una película con una banda sonora genial, con genial me quedo corto, excelente, grandiosa, el alma de la película. Una banda sonora que convierte los últimos diez minutos en una obra de arte con mayúsculas. La vi por primera vez en la tele y me encantó, por segunda vez en el cole, y por tercera vez en casa.
- Una película PERFECTA.
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88 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Buenos días, buenas tardes y buenas noches...
Para mi, sin duda, es el mejor papel de Jim Carrey. Una interpretación soberbia. El guión genial de principio a fin. Por si alguien no lo sabe, el planteamiento de esta película es el mito de la caverna de Platón llevado a la pantalla. El mito es el siguiente: varios prisioneros viven en una caverna desde que nacieron y nunca nadie había salido de ella por lo que todos creían que esa era la verdadera realidad. Desde que nacieron no vieron nunca otra cosa que que no fuera la caverna, sus pareces y sus sombras. Así, si alguien les hablara de un mundo exterior que está fuera de la caverna y que es verdaderamente real, no lo creería ninguno. Uno de los prisioneros consigue escapar y ve el mundo real, pero cuando vuelve a la caverna a decírselo al resto de prisioneros nadie lo cree. Lo toman por loco. Así, el ser humano cree lo que tiene delante de sus ojos y ello no tiene necesariamente que ser real.

¿Qué pasaría si alguien nos dijera que nuestra vida es una farsa, que no es real, que la realidad es otra? Pues diríamos que esa persona está loca. En esta película Jim Carrey descubre por él solo que está dentro de la caverna... y luchará por salir.

Película imprescindible, señores. Nota: 10.
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73 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
GENIAL
Grandísima y originalísima película, el guión es de vicio, la idea es genial, muy pocas veces en el cine se ha visto una historia tan original y que emocionó a medio mundo. El denostado Jim Carrey nos brinda una magnífica interpretación, siendo injustamente olvidado por los Oscars, como toda la película. En fin, disfruten con esas interpretaciones (Ed Harris fantástico) y ese guión que nos deja boquiabiertos en una película emocionante, fantástica de principio a fin y que nos recuerda que de vez en cuando surge algún film que "no hemos visto antes"...
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74 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Que te jodan Gran Hermano
Gran Hermano, las revistas y programas del corazón donde gente vende su vida por capítulos, cámara por todos lados, publicidad inundando todo el espacio publico (y privado incluso, puto spam) y hasta los programas y series de la TV, las ciudades parecen cada vez mas el mismo escenario estés en la que estés (las mismas tiendas, las mismas cadenas de comida).
Pero como en la película que nos ocupa, no cuentan con que los humanos somos imprevisibles y cualquier día quemaremos las revistas del corazón, apagaremos la tele, romperemos las cámaras de seguridad, dejaremos de ir a esas cadenas de restaurantes y cambiaremos la publicidad que inunda las ciudades por enormes carteles donde ponga: Que te jodan Gran hermano (y no me refiero al de la Milá).

PD: Oscar para Jim Carrey de una puta vez.
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79 de 97 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
MARAVILLOSA CINTA SOBRE LA VIDA DENTRO DE LA VIDA
Esta cinta de Peter Weir me impactó del mismo modo que la obra póstuma de Kubrick, Eyes Wide Shuts, por su temática.

Son de esas películas que hacen que el espectador saque sus propias lecturas.

Narrada y filmada de manera absolutamente impecable, Weir supo imprimir su particular y personalísimo sello cinematográfico, secundado también por unas maravillosas interpretaciones de todo su reparto coral.

La forma de actuar de Carrey en esta cinta me recordó particularmente al personaje de Lemmon en Irma La Dulce (Wilder). Ed Harris es un valor seguro, aportando siempre un carisma arrollador en cada una de sus interpretaciones.

Pero es que todo, absolutamente todo en esta película rezuma ARTE y entretenimiento.

Como dijo el simpático agente de seguros de vida, y protagonista de la cinta, Truman Burbanks: "...se trata sólo de la vida... de mi vida...".

Visionándola, se me vino a la cabeza un conglomerado de ideas tan dispares como, la ductilidad del ser humano en general, tal y como demostró anteriormente Orwell en su obra "1984" aunque el contexto fuera muy diferente, la fragilidad y la obstinación del ser humano, y sobre todo la continua lucha en el proceso de evolución humana.

Llena de inolvidables y bellísimos planos, además de una meritoria banda sonora, esta cinta será con toda seguridad un clásico del séptimo arte, por frescura, poderío narrativo y técnico, capacidad sugestiva y sugerente y sobre todo porque al visionarla es seguro que no te dejará indiferente.

Una de las mejores películas de la última década SIN DUDA ALGUNA.

A DISFRUTARLA.
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45 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La vida tras el cristal
Despertarse. Mirar de reojo el puto despertador. Apagarlo. Cerrar los ojos. Caer en la cuenta: llego tarde. Levantarse entre quejidos. Un pie, otro. Locomoción para principiantes. Enfundarse el disfraz que toque esa mañana. Desayunar o no desayunar, eterno dilema. "Ya tomaré lo que sea de camino". Lavarse los dientes y dedicarle una sonrisa a ese yo irreconocible en el espejo. Saludar al vecino con un gesto. Despedirse del portero. Pisar la calle. Enfilar el mismo sendero de siempre con las mismas prisas de siempre. Ponerle nombre a los desconocidos. Sortear un bache. Notar el peso de los claxons y el molesto olor del tubo de escape. Impacientarse. Alcanzar entre empujones tu destino, sudoroso. Dedicarle tantas horas a un trabajo o a encontrarlo (puto paro) para, acto seguido, abandonar esa silla con tu nombre y retomar el camino de siempre con las prisas de siempre rumbo a un hogar quién sabe si cálido o frío. Perder el hilo y preguntarse la hora, el día, el año y las arrugas. Llegar, al fin ponerse cómodo -o intentarlo-, enchufarse un cigarrito ("lo estoy dejando"), comer algo consistente y encender la tele. Apagarla ("nunca ponen más que mierda"), abrir un libro, quedarse dormido y, de madrugada, gatear como un zombie hasta la cama... para reiniciar, de nuevo, con la impotencia matemática de los desheredados, el ciclo voraz en que tu existencia pasó a ser un naufragio. Y ahogarse. Ahogarte en interrogantes...

//Punto y aparte para hablar con uno mismo//
¿Tan seguro estás de la ausencia de sorpresas? ¿O acaso te has rendido? ¿No te das cuenta de que un pequeño cambio en la cadena de acontecimientos debiera bastar para apreciar lo genuino, su arte? ¿Qué vas a elegir?, porque la elección existe. ¿Ser una sombra de ti mismo o, al contrario, como Truman, arrojarte al mar en un pequeño bote y desafiar a la tormenta? ¿Mirar la vida siempre tras ese cristal en que te encierras o encañonarla de cara y marcar tú mismo el compás de los minutos? ¿Alimentarte de los restos que queden de historias pasadas o ajenas a ti o hacer del presente la mayor aventura imaginable y trascender el desencanto?

En fin, amigos, que la película me parece extraordinaria. Nunca mejor dicho.
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35 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
¿Somos el protagonista?. (Pequeña reflexión sobre el solipsismo).
El Solipsismo o "ego solus ipsus" traducido de forma aproximada a "solamente existo yo". Y básicamente sin meternos en berenjenales, es tener consciencia de que lo único que podemos asegurar es la existencia de nuestra propia mente y que todo lo que nos rodea puede ser producto de nuestra mente. Puede ser falso, una ensoñación, puede no significar nada o todo. Ser solipsista es muy cansado si te lo tomas en serio.
El Show de Truman al igual que hace Matrix, da vueltas sobre el mismo eje; la existencia y la realidad del ser humano.
¿Es necesario ver esta película?. La respuesta es si. Porque vas a preguntarte cosas que antes te planteabas de pasada.
Pobre Truman y gran Jim Carrey, una de sus mejores películas.
Es cómico e interesante ir descubriendo al mismo tiempo que Truman Burbank, como va notando los detalles que delatan una falsa vida, un montaje televisivo.
Ver los anuncios que van metiendo los personajes en las conversaciones, publicidad subliminal dirían algunos. Especialmente con su mujer, una Laura Linney totalmente desquiciada en su papel.
Las conversaciones con el amigo del alma bajo las estrellas. Noah Emmerich con Marlon, consigue dejarnos bueno el ánimo con cada una de sus apariciones, a los espectadores de este singular show.
El reencuentro con su padre. ¡Que grande es la televisión!.
El collage que hace de la chica a base de recortes de trozos de revistas. Recordaba guapa y elegante a Natascha McElhone en Ronin, pero aquí tampoco esta nada mal, aun saliendo poco en pantalla.
Y todo siendo observado atentamente por el creador y a su manera, padre de ese hombre feliz llamado Truman; Cristof.
Ed Harris le da esa seriedad a todo lo que hace, desde el personaje mas importante, hasta el que apenas sale unos minutos, y aquí no iba a ser menos. Sus frases hacen reflexionar, como toda la película. Representa un Dios y cumple su cometido, sin duda.

El show de Truman es tan grandiosa porque bien podríamos ser protagonistas de algún show parecido, bueno en algúnos casos, malo en otros, pero por creer se puede creer en todo o en nada en esta vida.
Sino pionera, de las que no se olvidan con el paso del tiempo y eso ya es decir mucho.
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29 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
De la Gemeinschat a la Gesellschaft
Excelente metáfora sobre el paso de un individuo "común" de la Gemeinschat "comunitaria" de Tönnies, aparente paraíso ídilico que en realidad es una burbuja artifical y opresiva, a la Gesellschaft que le dará riesgo y libertad (o al menos eso imaginamos, pues el director no lo muestra -¿no será la Gesellschaft "de afuera" también una fantasía?-).

Bellísimo canto por la libertad y la rebeldía, y fuerte crítica a las vidas prefabricadas y planificadas al milímetro que, nos guste o no, todos llevamos, puede que sin saberlo (pese a que incluso el rebelde -decía Pavese- no deja de ser clásico, pues toda vida vivida según un molde coherente, compresivo y vital lo es).

El problema es que cada vez somos más circunstancia... y menos yo.
Circunstancia que se aleja más y más del Hombre.
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25 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Vivir se convierte en nuestro mas absurdo divertimento
Es curioso comprobar el engaño en que estamos sumidos. Los medios de comunicación poetizan el lenguaje, lo insuflan de eufemismos, y nos damos por satisfechos. Sin mas.
Las campañas de publicidad se ven infectadas gracias, en parte, a los encargados de marketing de las empresas.
Y el caso mas notorio que recuerdo es la última campaña de una conocida marca de bebida para deportistas, en la que nuestro pabellón auditivo se sume en un profundo bienestar al escuchar: "el ser humano es extraordinario".

En ésta genial película, el guionista Andrew Niccol (director de "Gattaca", "Simone" y "El señor de la guerra") deja palpable lo extraordinario que puede llegar a ser el ser humano en los terrenos de la envidia, el engaño y la destrucción.

En éste interesante guión comprobamos como el extraordinario ser humano es capaz de destrozar 36 años de la vida de un hombre inocente, con el fin de satisfacer su imperfecta vida a costa de un prototipo perfecto de vida pacífica y sin problemas.
También veremos como el extraordinario ser humano invierte una cifra astronómica de dinero, para conseguir que la prole aparque su tediosa vida (para hacerse una idea: con esa inversión desaparecería el hambre en el mundo de manera drástica), ya sea en actores, decorados, pavimentación........, etc, con tal de guardar el secretillo.

Y por otro lado, comprobaremos como a veces, solo a veces, el ser humano es extraordinario de verdad: como el señor Niccol ya nombrado, un hombre de casta y de firmes convicciones (lo viene demostrando desde hace tiempo); como el señor Weir que, a estas alturas, ha demostrado de sobra que es un genial director (y por si fuera poco, estrenaría mas tarde "Master and commander") y que practica un cine conceptual y nada trivial; y como el señor Carrey que, si bien le conocemos como un actor cómico, reafirma que sus películas mas laureadas han sido las que ha interpretado papeles dramáticos.

De gran factura técnica y visual, filme que se eleva por encima de lo que hayas visto anteriormente. Brillante y conmovedor.

PD: si por algo existimos, ello es para reconocer nuestra función en el mundo, para asumir nuestra responsabilidad y para afrontar nuestros errores.
Cumpliendo éstos principios, es entonces cuando nos hacemos inmortales.
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17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Todos somos Truman
De vez en cuando el cine te regala una pequeña joya inesperada.

Muchos ven en "El Show de Truman" una crítica explícita a los programas tipo "Gran Hermano", pero creo que la película va muchísimo más allá.

Truman es un hombre normal que lleva una vida aparentemente feliz. Está casado, tiene una bonita casa con jardín en una tranquila ciudad y tiene un buen trabajo. Sin embargo, Truman empieza a sentir la necesidad de explorar nuevos horizontes. Quiere viajar a Fiji, pero le resulta imposible. Desconoce que es el personaje principal de una revolucionaria producción televisiva.

La película está dirigida de una forma brillante. La banda sonora es inmejorable y las interpretaciones de Jim Carrey y Ed Harris son espectaculares. Jim Carrey le mete un golazo por la escuadra a toda su legión de críticos y lo de Harris merece especial atención. Otro hubiese creado un personaje sobreactuado y cercano a la parodia, pero Ed Harris logra transmitir una seriedad y credibilidad muy difíciles de conseguir.

La primera conclusión que saqué tras ver esta película, es que todos somos Truman. El ser humano es inconformista por naturaleza. Truman también lo es y por ello no se siente realizado a pesar de llevar un buen nivel de vida que muchos envidiarían. Siente la necesidad de dar un giro a su existencia. Quiere huir de la monotonía, escapar de la rutina... pero no puede. Se encuentra con cientos de obstáculos (incendios, atascos, fuisones nucleares, etc...). Incluso tiene la barrera de sus propios miedos (el mar). Muchos de nosotros hemos pensado alguna vez en huir igual que Truman. Huir del día a día, del trabajo, del bucle infinito en el que se ha convertido nuestras vidas. Pero nos encontramos con cientos de obstáculos, tanto externos (responsabilidades, obligaciones) como internos (miedo a lo desconocido).

Por otro lado, de la película se pueden extraer profundas reflexiones acerca del destino y la existencia de dios. En el "Show de Truman" existe un dios llamado Cristoff (por si había alguna duda) que es el director del programa y quien decide el destino de Truman. Éste se rebela contra su "creador" y decide luchar contra él. La respuesta de Cristoff es intentar acabar con su vida mediante una terrible tormenta. Digamos que dios no sale muy bien parado en la peícula... ¿Conclusión?. Olvidemos las religiones. Dios eres tú y tú debes dirigir tu destino.

Otro punto destacado de la película es esa visión amable de los telespectadores y de nosotros mismos hacia Truman. Le vemos como un ser inocente y frágil dentro de un mundo muy reducido del que no puede salir. Es como un ser diminuto encerrado en una caja de cristal. Pero... ¿realmente nuestro mundo es mucho más amplio que el de Truman?

A primera vista, una película original y entretenida. Si buceamos un poco, una obra maestra.
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16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Una vida en directo
En 1998, la idea de exhibir la vida diaria de una persona en televisión como si fuese un zoo podía resultar algo extravagante, pero por desgracia apenas una década después todo puede ser en la cada vez más degenerada caja tonta (creo que en Alemania se pensó en un reallity en el que unas personas tendrían que vivir en un pueblo ficticio, casándose y teniendo hijos y todo si se terciaba, pero al final no cuajó por razones obvias). Es por ello que esta película se constituye en una dura crítica, atenuada por la risa, a los especuladores del morbo televisado.
La idea es tremendamente sugerente, con un pobre diablo viviendo una vida ficticia, en un pueblo ficticio y rodeado de gente ficticia a la cual él les importa un bledo. Todo ello sazonado por un tamiz de parodia al mundo de las series y shows de TV (las tontas coletillas, la descarada actitud a la hora de meter cuñas publicitarias en cualquier conversación...) y las muecas de Jim Carrey, que pueden gustarte o no gustarte, pero que aquí están justificadas en el sentido de que forma parte del espectáculo (lo han educado para ser así, pues si fuese un tío soso nadie lo vería).
La película mantiene un buen ritmo, mientras vemos cómo el protagonista empieza a olerse la tostada y a intentar descubrir la verdad, llegando a un climax final tremendamente bueno y una gran metáfora.

Más críticas en:
https://unblogacincoalturas.wordpress.com/
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14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cuidado, te observan...
Tomando el fenómeno televisivo mundial de los reality shows, El show de Truman nos muestra lo que puede llegar a convertirse una fórmula que hasta ahora ha dado muy buenos resultados en términos de rating. La idea, si bien nunca llegará a concretarse, es una crítica a la televisión y como ésta hace que las personas pierdan la esencia del ser humano, su libertad y los sentimientos. Llevando a un segundo plano las emociones y atrapando a la persona en un show que entretiene a la masa estúpida de gente espectadora, viendo lo que hace un individuo durante su vida, las 24 horas del dia y jugando con el ser humano, El show de Truman nos muestra a un Jim Carrey en su primer papel dramático y a mi parecer con buenos resultados.
Después de El mundo de Andy, ésta es la segunda mejor actuación de Carrey, sin sobreactuar y entregándonos un personaje memorable y querido por la gente.
Notables detalles como el horizonte y la luna en el mundo diseñado y creado por un Ed Harris notable como director del programa de televisión.
Además después de verla quedas con la sensacion de ¿que pasaría si tu vida fuera observada en estos momentos por millones de personas?...
mira bien a tu alrededor....
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13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Casi perfecta
Me cuesta horrores dar sobresalientes, y no hablemos ya de la matrícula de honor, pero la película de Peter Weir sin duda ha sido un referente para mí desde la primera vez que la vi. Ayer noche la volví a ver, hacía mucho que no la veía y temía que mi recuerdo maravilloso sobre Truman fuera fruto de mi niñez, pero no, cuando la veía sentía lo mismo que las otras veces que la he visto. Me la sé casi de memoria, y sigo disfrutándola tanto o más que la primera vez.

Jim Carrey está descomunal, en el mejor papel de su vida. Tan sólo Ed Harris consigue hacerle sombra con su interpretación con aires divinos de su personaje. Únicamente Natascha McElhone me disgustó en el reparto, y por desgracia tiene un papel demasiado importante como para saltarse ese punto negativo.

Peter Weir no necesita más de cien minutos para darnos una obra maestra del séptimo arte. Apta para todos los públicos, tan familiar como profunda. Se consiguió crear una película que pinta igual de bien para una sobremesa que en una noche de cine palomitero. El Show de Truman está descontextualizado totalmente, da igual cuando se vea, seguirá siendo igual de buena.

Por supuesto, Peter Weir juega con ese sentimiento que hemos tenido todos de sentirnos lo más importante del mundo, que todo está pensado para tu persona y que hay una entidad superiora que vigila todos nuestros movimientos. Un Gran Hermano que juzga y mueve los hilos para llevar nuestras vidas a donde realmente no queremos, o que al menos lo intenta. Es por ello que es fácil identificarse con Truman, y la mayoría de espectadores ya habían sentido que su vida parecía más un programa de televisión que otra cosa.

Una de las mejores películas que he tenido el placer de ver. Siempre igual de emotiva y siempre con algún detalle que se te ha escapado en los primeros visionados. Parece mentira que una película tan corta pueda dar tanto al espectador. Es casi perfecta, y no alcanza la máxima nota simplemente porque todavía podía haber sido más apoteósica, y hay cosas que están muy bien, pero no son excelentes. Recomendable hoy, mañana y dentrode treinta años.
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12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Original y compleja propuesta
Truman es una estrella de tv desde el día que nació, su vida íntegra fue filmada, su rutina diaria también es filmada y mostrada al mundo entero mediante un reality show, de audiencia masiva. Solo hay un problema: el nunca se enteró.
Con este original y sorprendente argumento arranca esta peli, que es una crónica despiadad al capitalismo, al rol de los medios, a las grandes coorporaciones y ante todo a esas personas que se aprovechan de otras para su beneficio.
El pueblo ficticio donde viven Truman y que es habitado por actores es otro dardo de crítica al sueño americano tan ansiado: Truman vive en un precioso lugar, con preciosa gente que es feliz e imana alegría, su vida no podría ser más perfecta. Pero Truman no la siente perfecta, al contrario intenta escaparse de ella ( sin éxito por supuesto), y comenzar una vida nueva en otro lugar.
Aterradora en muchos pasajes en los que se evidencia el maquiavélico control hacia Truman por parte de la cadena televisiva y las manipulaciones emocionales de los actores que simulan ser parte de la vida de el. Te pone los pelos de punta y te desepera el hecho de que algo tan aberrante pueda hacerle a un ser humano.
Con la magistral dirección del maestro Peter Weir, con un guión impacable y con excelentes rubros técnicos, el film nos entrega a un Jim Carrey, que hace el rol de su vida, jamás se lo ha visto tan extraordinario como aqui y nos deja en claro lo serio que puede ser como actor cuando se lo propone. A su lado están la fabulosa Laura Linney y el gran Ed Harris, en otra gran actuación como el creador del show.
Excelente, original, impiadosa y más que recomendable film que iunteresa y nos hace reflexionar al mismo tiempo.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
buenas dias, buenas tardes y buenas noches
Recuerdo que cuando era niña decidí eliminar de mi memoria esta película, porque en vez de entretenimiento y diversión me causaba verdadero horror y agonía.
No era tanto la película en si, como el tiempo de después en el que te imaginabas encerrada en ese cielo amurallado en el que vivía Truman.
Ayer por la noche cuando acabo la película volvieron los fantasmas.

Las redes sociales y los móviles nos permiten actualizar nuestro perfil a cada instante, enseñando que hacemos y con quien, y esperando después una aprobación de nuestro público,constituido por esos 500 amigos.
¿Qué no sabemos de los demás? ¿Que no saben de ti? Se sabe que has visitado la semana pasada, con quien, si lo has pasado bien o no, por los comentarios en tus fotos pueden saber hasta de lo que habéis hablado y de las bromas que habéis gastado, si tienes novio o estas soltero, donde vives y donde has vivido, que estudias…
Enseñamos el dia de nuestra boda, nuestra graduacion,¡¡nuestro embarazo!!...
Solo necesito mi móvil para fotografiar mi rostro dormido, al igual que el de Truman, y enseñárosla al instante.

Estamos retransmitiendo nuestro propio show las 24 horas.

Es más de lo mismo que oímos todos los días, pero viendo la película….veo que es algo voluntario, no somos víctimas como Truman, solo hay que apagar el reproductor y terminar la película.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Detrás de cámaras
Una vida en directo, paranoia, dolor y ansias de libertad. Truman se armó desde un mundo falso, cierto; lo increíble es que esta peli apuntaba a los realitys shows y terminó disparando hacia metafísicas direcciones. El espectáculo se armó, tanto para el espectador idiota como para el público "más sagaz".

Se ha rebatido mucho sobre la mirada sobradora de la peli, que insultaba al espectador, etc. Lo cierto es que si todos nos podemos pasar viendo a una persona durmiendo durante horas dentro de un reality, no podemos quejarnos si después alguien toma la idea y la lleva de forma irónica a la pantalla. Así como Carrey se siente perseguido, el público puede entrar también en este espiral persecutorio, puesto que si hay algo en lo que la obra no vacila es en apuntar con el dedo. La rutina, el poder más perverso, el marketing, el mercado, el capitalismo salvaje, el melodrama para que nada se sepa, un hombre ensimismado en la tv y chapoteando en la bañadera, todos son enjuiciados con distancia, si bien no con la dureza que algunos le adjudican.
La única dureza es la que sufre Truman, puesto que sirviendo al espectáculo, él no es él, es lo que quieren que sea y piensa lo que quieren que piense. Su decisión quedará como una de las despedidas más conmovedoras del cine.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Las islas Fiyi
Basta con un minuto, sólo un minuto de metraje, para saber que «El show de Truman» es una buena película. Jim Carrey fantaseando frente al espejo, la música de Dallwitz y los falsos créditos nos zarandean y nos agarran bien fuerte para ya no soltarnos en los cien minutos que quedan por descubrir. Y ahora que vengan a explicarnos los críticos más entendidos el porqué de ese genio.

Jim Carrey se quitó la máscara de histrionismo y muecas imposibles y se puso la piel de Truman Burbank, protagonista absoluto de este show inmoral. Su personaje es confiado, bondadoso y entrañable, de ahí los índices de audiencia, claro; con una imaginación portentosa que desborda cuando cree que nadie le ve, aventurero de espíritu, soñador de islas paradisíacas y prisionero desde el vientre materno de un plató de televisión. Lo maravilloso de esta historia es que Truman es libre. Aunque le hayan manipulado, dominado, lavado el cerebro, condicionado, mandado, encauzado, falseado la realidad y escrito cada línea de su rutina, Truman sigue siendo libre. Porque hay una libertad que no la otorgan los políticos, las Constituciones, las ideologías, las Declaraciones de Derechos, los Estados ni las Leyes. Truman es libre porque es Hombre. Y porque es Hombre ama, y será el amor la fuerza más potente que determinará su vida. Eso no lo había previsto el enigmático Christof en su guión.

Peter Weir, grandísimo, aporta sabiduría, sensibilidad, elegancia y alma a una trama que podría haberse desmoronado en cualquier momento, porque es difícil hacer verosímil y consistente semejante despropósito televisivo, que sin embargo se hace creíble desde el primer minuto. Brutal la denuncia a nuestra sociedad consumista y frívola que tampoco parece tener conciencia de sí misma; atención al casi epílogo de los dos policías espectadores. Empecemos, pues, a mirarnos unos a otros y a nosotros mismos más que a la pantalla del televisor. Además, coincido con quienes piensan que el desenlace es, sencillamente, épico, cargado de lirismo, con el esfuerzo titánico de un Truman que llega nada más y nada menos que al fin del mundo.

Soy yo, Carrey, Weir, Niccol, Harris, quien os hace la reverencia.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Cine para reflexionar
Lo que más queda de esta película es lo que no se ve, es decir, lo que te hace pensar sobre la vida, el sentido de la misma, la cantidad de cosas que podemos controlar y las que no. Excelentes interpretaciones de Carrey y Harris para una historia que me impactó cuando la vi en su estreno en cine y que ahora que la he vuelto a ver me ha seguido pareciendo fascinante.
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