16 Críticas de los usuarios

Road Movie dirigido por Jerry Schatzberg. Se rodó en Detroit, Hamtramk y Reno (EEUU). Ganó la Palma de oro de Cannes y otros 3 premios. Producida por Robert M. Sherman ("La guerra de los mundos", 2005), se estrenó el 31-VIII-1973.

La acción tiene lugar en EEUU en 1972/73, a lo largo de unos 2 meses. Narra la historia de Max Millan (Gene Hackman), vagabundo, camorrista, bravucón, exageradamente friolero, de uno 45 años, recién salido de prisión tras una reclusión de 6 años por agresión con violenica. Va camino de Pittsburgh para montar allí un túnel de lavado automático de coches. En la carretera encuentra a Francis Lionel "Lion" Delbuchi (Al Pacino), de unos 25/26 años, ingenuo y de escasa inteligencia, que viaja hacia Detroit, donde vive su antigua novia, Annie, con el deseo de conocer a su hijo o hija.

La película narra el desarrollo de una relación entre dos personas, que va desde la hostilidad inicial a la tolerancia, el compañerismo, la mistad y la dependencia mútua. La convivencia entre 2 personas, pese a diferencias de edad y temperamento, tiende a generar compañerismo y éste tiende a dar paso a una amistad sincera y profunda. En ocasiones esta amistad crea dependencia emocional mútua. Ambos se necesitan de tal modo que la separación deja un gran vacío y una inmensa añoranza, motor de la búsqueda del reencuentro y la continuidad de la amistad más allá de la conveniencia y del provecho. La escena del hospital no es sólo conmovedora, sino también ilustrativa y significativa. El viaje que hacen en compañía los dos protagonistas está lleno de incidentes: contratiempos, decepciones, engaños, violencia física, enfermedad, ilusiones y esperanzas. Son destacadas la escena en la que Lion es inducido a la embriaguez por un compañero que, en este estado, le hace víctima de una violenta agresión sexual y física, llena de verismo y dramatismo, la del streptease de Max en un bar de carretera y la de Lion jugando con unos niños en la fuente de la ciudad.

La música consta de dos composiciones: la de apertura y continuidad y la de cierre. La primera es disonante, en coherencia con el tipo de vida de los protagonistas. La segunda es armónica y rítmica. Ambas, a cargo de una orquesta de metal, teclados, percusión y batería, respiran aires de los 70. La fotografía, de Vilmos Zsigmond ("Melinda y Melinda", 2004), se complace en mostrar los paisajes rurales, urbanos y suburbanos con realismo y cromatismo natural. Presta especial atención a los lances cómicos visuales (Lion imitando a un simio). El guión dessarrolla una historia en la que se dan cita desventuras de todo tipo. La historia, rebosante de humanismo y ternura, es deliciosamente cómica. La interpretación de Hackman es magnífica. Le da réplica Al Pacino ("El padrino", 1972). La dirección da coherencia a la obra, dinamismo y un ritmo intenso y sostenido.

La película narra las desventuras de 2 vagabundos americanos, que andan a la búsqueda de sueños particulares nada gloriosos

Quiero explicitar solo 3 puntos:
1) no me gusta la música, demasiado gringa. La historia también.
2) no me gusta que sea tan explicita, la escena donde alojan por primera noche cuando Lion le explica a Max su visión de los espantapájaros, deja demasiado en evidencia la trama. Es tan explicito que pone a la película al borde del precipicio. La posterior transferencia del espantapájaros de Lion a Max se hace con poca sutileza.
3) pese a lo anterior, véanla, no es fenomenal, pero se justifica

Magnífico drama, a veces con sexo barato, protagonizado por dos astros de la interpretación: nada más y nada menos que por Jimmy `Popeye´ Doyle y Michael Corleone, o lo que es lo mismo, Gene Hackman y Al Pacino. Ambos actores están bestiales en sus respectivas interpretaciones. Esta gran película nos muestra hasta qué punto puede llegar el valor de la amistad, y a su vez las consecuencias de hacer amigos equivocados.

Gene Hackman (con inseparable gabardina, gafas, boina y un habano) es Max, un ex-convicto de San Quintin de 42 años que quiere formar un negocio de coches en Pittsburgh con la ayuda de su inseparable amigo "Lion", interpretado por Al Pacino, un ex-marinero, medio pobre, cuya máxima preocupación es volver a ver a su hijo.

Los dos tipos emprenden un viaje por todo el pais viviendo toda clase de odiseas, incluso pasan por prisión, donde Pacino sufre una cuasi violación y una brutal paliza. Finalmente, el sueño de ambos se desvanece, y el que peor parado sale es el personaje de Pacino.

Una película injustamente infravalorada, y una de las mejores actuaciones de Hackman.

Para seguidores devotos del actor (tanto de Hackman como de Pacino).

En la calle hay frío, hambre, soledad, escupitajos traicioneros que se pegan al saco de dormir...cuando la calle es la casa con mayor número de metros cuadrados habitables. La calle es muy jodida y modela otros ciudadanos de otras clases, que no son alta ni media ni obrera pero que viven como todos ellos en el primer mundo.

Los sintecho.

Algunos huelen a culo, unos con el pelo fijado con chicles y la boca llena de vino; los hay incluso que leen y se lavan los dientes para así atacar al sistema envueltos en un embriagador aliento a menta. Los sintecho son unos seres extraordinarios con una libertad extraordinaria y que suelen presentar una cara inflada a ostias, efecto de no callar sus pensamientos en público (o de dormir en un cajero del barrio rico con niños ricos y traviesillos).

Los sintecho son Pacino y Hackman. Y huelen a culo. Yo me tapé las napias con una pinza y disfruté de una película cálida, copiosa en diversión, limpia y correcta, amueblada y perfumada con pinos. Esta película es un tour de force entre dos actores muy distintos en su concepción de actuar, sí, y nosotros que lo degustemos.

Mírenla, pasen una horas en la calle (y no para ver tiendas, hombre).

Porque esta película se empezó por el techo. Y bien hecho.

Algo tiene esta película americana que a pesar de su palma de oro en Cannes, ya casi nadie la recuerda. Ya hace 20 años la descubrí en la programación de madrugada de A3. Desde entonces su popularidad no ha hecho más que decrecer. Nació entre muchas obras maestras y no se la ha incluido ni a ella ni a Jerry Schatzberg entre la generación de moteros y toros salvajes, aunque por fecha, realización y contenido, ésta podría figurar perfectamente.
Al Pacino está magnifico, sobretodo en sus últimas escenas, Gene Hackman muy solvente y la fotografía de mi preferido Vilmos Zsigmond extraordinaria, pero entonces qué sucede para que la película le cueste tanto avanzar, pues basicamente que sus escenas están alargadas en esceso y algunas subtramas, como la ex de Al Pacino, se hacen pesadas. Es una pena que la película no alcance más el vuelo, porque tenía los ingredienes de clásico.

Road movie muy irregular, con momentos de altísimo vuelo, y otros bastante grises, de igual manera la presencia de Al Pacino y de Gene Hackman justifican mirarla totalmente, ambos dando una lección de actuación. Al respecto Hackman señalo que ha sido (para él) su mejor actuación, sin embargo también dijo que el fracaso en taquilla lo afecto mucho, y solo se dedicaría a realizar films taquilleros en adelante.

Pequeña road movie con dos grandes interpretaciones, la historia narra el encuentro de dos personajes perdidos en la nada, que unen sus caminos y pese o gracias a las experiencias de su viaje, acaban forjando una auténtica amistad.

Esperaba bastante más de este abandonado drama protagonizado por dos de las estrellas del momento. Cuenta la historia de dos vagabundos muy diferentes entre si pero que juntos se complementarán en busca de un sueño común. El primero encarnado por Gene Hackman es un tipo arisco y temperamental que acaba de salir de prisión y que pretende montar un negocio de lavado de coches para lo cual ahorra todo lo que puede viviendo casi en la indigencia.

El segundo interpretado por Al Pacino es un buen hombre ingenuo y con sentido del humor que desea conocer a su hijo del que no sabe si quiera si es niño o niña porque cuando dejó embarazada a su novia huyó de casa. Sin embargo ha estado enviando todo lo que ganaba para compensar su cobarde actitud. El primero le propone al segundo que sea su socio en el negocio del lavado de coches. Ambos vivirán un sinfín de situaciones en las que irán aprendiendo el uno del otro la manera más correcta de enfrentarse a los problemas. Sin embargo, no todo saldrá todo lo bien que esperan.

Las interpretaciones son buenas debido a la calidad de los actores pero la historia, aunque interesante, no acaba de conmoverme. La encuentro superficial a ratos parece que coge fuerza para luego perderla. Por otro lado, Pacino hace unas payasadas que no tienen gracia y su carácter inocente y santurrón acaba pasándole factura. Toda la historia que tiene con su ex-novia a cuenta de su hijo no me dice nada. No sabemos porque él se marchó de casa, se intuye pero poco más.

En definitiva un drama muy triste de esos que deberían hacer llorar y sin embargo producen bastante indiferencia. Lo de la palma de oro en Cannes me parece un exceso, aunque teniendo en cuenta lo desprestigiado que está dicho festival no me extraña que se la concedieran.

Bella película protagonizada por Al Pacino y Gene Hackman, regalándonos excelsas actuaciones; al interpretar dos vagabundos que al encontrarse de manera casual, descubren el significado de la palabra amistad. Pacino personifica un marino muy simpático y alivianado, que después de cinco años regresa en busca de su pareja y su hijo/hija que no conoce; Hackman por su parte, encarna a un tipo bastante rudo y brabucón, que recién salido de la cárcel tiene el sueño de abrir un lavado de autos; juntos, pasaran vivencias que los harán crecer como personas, dejando huella en sus corazones.
Gran trabajo del director Jerry Schatzberg; música envolvente y asertiva; fotografía de calidad; guión reflexivo y profundo en diversos aspectos de la vida; en fin, una película recomendable en verdad, sorprende la mancuerna de estos grandes actores, bien merecida la obtención de la Palma de Oro en Cannes.

Hay películas que responden a la conciencia de la época pero que si se quedan en eso, envejecen rápidamente.

Esta película de colegas en la miseria, trata sobre la amistad y un pasado tortuoso esta llena de humanidad, ingenuidad, simpatía y humanidad pero ha envejecido mal por estética y por planteamiento aunque volverá a coger el vuelo en cuanto sus inquietudes vuelvan a generar interés.

La historia de amistad entre dos vagabundos sintecho con un pasado lleno de remordimientos que en su momento fue premiado en Cannes y que hoy sabe a poco pero merece la pena ver como curiosidad de unas interpretaciones brillantes con distinto método, sobre todo para mí la de Al Pacino.
La verdad es que yo mismo me sorprendía al ver lo poco que me interesaba la película que da demasiadas pistas de por donde va a ir, aunque esta bien narrada.

Película recomendable de ver solo por curiosidad a este tipo de temas y del cine de esta época.

Drama itinerante que hoy en día ha pasado de largo si se le recuerda en las filmografías de los dos principales actores protagonistas: todoterrenos Gene Hackman y Al Pacino, en el momento más glorioso de sus carreras. Uno por hacer de agente de policía antidroga en “Contra el Imperio de la Droga” (The French Connection, 1972) y el otro por ser el más celebrado mafioso en “El Padrino” (1972) y el “Padrino II” (1974).

En ésta realista, sincera y a la vez triste historia sobre la búsqueda del Sueño Americano interpretan a dos vagabundos que una vez se cruzan en una carretera nada les volverá a separar si algo les impide cumplir sus cometidos. A ambos les queda mucho camino por recorrer según sus propósitos los cuales pueden llegar a ser sueños imposibles aunque tengan que morir en el intento paras cruzar una lenta meta que les llevará a lugares pasados. El título no puede ser más explícito: el espantapájaros solo es el nombre pero no la intencionalidad: las aves se ríen en su presencia. Esa burla exteriorizada en dos pobres vagabundas se extrapola en su largo recorrido a la gloria perdida.

Imprescindible película merecedora de un visionado y sin olvidar las interpretaciones de los perdedores Max y Lion. Todo bajo la firme dirección de Jerry Schatzberg, que ya había trabajado con Al Pacino en la también sobresaliente y realista “Panico en Needle Park” (1971).

Me costó horrores encontrar ésta película muy poco conocida o recordada a día de hoy. Y con tan poca divulgación por parte del profundo mar de la piratería... sólo puedes toparte con ella si revisando la filmografía del dúo protagonista, ves éste título y caes en la cuenta de que no la has visto. Y eso que se trata de una cinta que fue galardonada en el Festival de Cannes.

Jerry Schatzberg abordó muy pero muy bien el tema de los outsiders de la sociedad americana en una pequeña maravilla que para mi es "The panic in Needle Park" (1971), la cual supuso el debut en cine con un papel protagonista, del gran Al Pacino. Y aunque la calificación promedio que obtienen ambos productos en ésta web puede significar lo contrario, para mi, "Pánico en Needle Park" es muy superior a "Scarecrow".

Se trata de un drama con toques cómicos en formato road movie, donde dos vagabundos se encuentran y no se separan a lo largo del metraje. Cada uno carga con un pasado y con unas metas a futuro, pero ambos coinciden en que llevarán adelante un negocio que parece inalcanzable... yo supongo, que finalmente lo es. La cosa es ver lo que van viviendo en el camino.
La peli me gustó menos de lo que me esperaba, pero me parece que es buena. Sin dudas, a partir de cierto hecho que ocurre cerca de la mitad, es cuando realmente comenzó a interesarme y a entretenerme. Tanto Gene Hackman como Al Pacino están impresionantes, lo que me lleva a pensar que sin ellos dos, el filme no se sostiene. No me gustaron los personajes femeninos.

En fin, hay que verla y sacar conclusiones. Se disfruta como todo el cine de los años '70.

Las desventuras de dos vagabundos de personalidades opuestas (Al Pacino y Gene Hackman), persiguiendo imposibles a lo largo de un viaje por carretera. Uno de ellos verá al otro acabar convertido en el espantapájaros que siempre había regido su filosofía vital.

Cinta representativa de aquel pesimismo que caracterizó a la sociedad estadounidense de los años setenta, como una especie de "Cowboy de medianoche" en formato road-movie, que muestra la cara B del sueño americano a través de unos personajes que se aferran a la amistad para sobrevivir al sistema. Fue inmediatamente sepultada en el olvido pese a recibir la Palma de Oro en el Festival de Cannes.



"Los pájaros se ríen."

Película que explica la amistad entre dos seres humanos, una amistad que parte de una relación interesada pero que acaba convirtiéndose en una unión sincera, de apoyo mutuo, de fraternidad sólida, entre aquellos. Lejos, por cierto, de relaciones homosexuales, que es lo que te contarían hoy en una historia así.

Bracean los espantapájaros
al albur de las ventoleras,
no te cierres en banda
hay gaviotas torticeras.

Veo dos desarrapados, mas no veo dos vagabundos. Son dos desaliñados, mas no son auténticos trotamundos.

Sus objetivos los alejan del perfil de los sintecho. Su aspecto, su manera de expresarse, sus modales... lo intenta la película pero no consigue el dibujo del mendigo. Son dos buscavidas en la América rica de los años 70, no dos tirados que eligen esa manera de ir por la vida.

Hackman, con demasiado carácter. Pacino, demasiado mosquita muerta. No quita que las actuaciones son fantásticas, sobre todo con el evolucionar de la cinta.

Compartir el trago vino
a la luz de las estrellas
echas polvos, dejas huellas,
vuela alto, hay tocino.

El ritmo no acaba de funcionar. El guion no acaba de estar bien hilvanado. Hay escenas estiradas.

La amistad, el compañerismo, está en desuso hoy día. Quizás por eso esta película se pierde en el tiempo. Y en la mente de los distribuidores. Una pena, aporta en esa cuestión.

Comer como un cerdo no es suficiente para dar un perfil. Sin embargo, Hackman crea un buen personaje.

El giro que dan los personajes en el último cuarto de película no me acaba de convencer, no lo siento muy orgánico. Muy bien como idea central, solo incido en que no me acaba de encajar la forma de resolver ese desarrollo.

A ratos me pareció demasiado oscura (en cuanto iluminación). Sin embargo los personajes que transitan sí me resultan luminosos.

Un garaje para coches
bien lavados, bien forrados,
yo te busco por las noches
en un mundo de tarados.

"El espantapájaros" me resultó agradable, liviana, positiva. Me ocurrió que, a pesar de la realidad de los personajes, lo que hay alrededor de ellos no me resultó tan real, hay algo en el óleo que me resulta impostado. Un 6,4.

P.D. Otro mensaje importante es el que alude al hecho de que hacer reír, amansar, hacer agradable la vida de los demás tiene un poder transformador, y puede ser vital para hallar una convivencia satisfactoria.

Buena y bonita historia de amistad entre dos vagabundos, uno recién salido de la cárcel (Gene Hackman) y el otro (Al Pacino) que dejó a una mujer embarazada y salió huyendo, abrumado por la responsabilidad. Se conocen y deciden ser socios del negocio que piensa montar el primero. Muy diferentes entre si, por edad y mentalidad.

Lo mejor son las interpretaciones, Hackman está inmenso en su papel de tipo violento, aunque noble y Pacino con su candidez. La relación entre los dos evoluciona desde: la hostilidad inicial, a la tolerancia, el compañerismo y hasta la dependencia mutua. La actuación del primero me parece, por momentos, mejor que la de su compañero.

El pasado de los dos para comprender como han llegado a lo que han llegado también es muy interesante. Los secundarios están casi tan bien como los dos protagonistas.

Creo que el único pero es que hay escenas demasiado alargadas y alguna subtrama se hace algo pesada, pero recomendable siempre. Inferior al "Cowboy de Medianoche", con el que tiene algunas similitudes.

Esta película a mi juicio no pasaría de una puntuación de 6, pero con estos dos soberbios actores no puedo darle menos de un 7. En pocas películas se va a ver dos estrellas de tal magnitud juntas, en mi opinión de los 3 mejores actores vivos actualmente, dos de ellos están aquí, (el tercero es para mi de Niro). El duelo interpretativo entre ambos actores se saldó en tablas. Recomendable para quienes gusten de grandes interpretaciones, (por partida doble)