arrow

14 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
DE COMO UN HOMBRE DEJÓ QUE ENTRARA LA LUZ EN EL SUBCONSCIENTE
La película recoge de forma excelente lo que fue el inicio, gran amistad, mutua colaboración y alejamiento entre Sigmund Freud y Josef Breuer (también médico y psicólogo austriaco, creador del método catártico para el tratamiento de la histeria, precursor del método psicoanalítico freudiano y el verdadero padrino que avaló y ayudó a Freud en sus investigaciones, además de pasarle sus propios pacientes).

Fue por 1891 cuando la relación entre Breuer y Freud comenzó a decaer debido a varios desacuerdos en el campo de lo científico. Esta película nos muestra con fidelidad todo ese proceso de amistad y divergencias. Breuer no defendía como Freud la creación de un sistema teórico nuevo para la psicología que la convirtiese en una ciencia independiente de cualquier otra rama médica. Pero parece ser que fue la teoría de Freud sobre los recuerdos infantiles y la seducción, la que hendió más que nada su amistad de años. Freud consideraba que sus pacientes neuróticos habían sido seducidos en la infancia, en cambio Breuer creía que tales seducciones nunca habían existido sino que eran recuerdos de fantasías infantiles. Sobre esto último en concreto Freud daría posteriormente la razón a Breuer.

Es decir, lo que John Huston aborda en este filme es la etapa primera de Freud, cuando era aún un desconocido más allá del círculo médico vienés, en sus inicios como investigador que va recogiendo datos y conjuntado su teoría del psicoanálisis y el subconsciente. La película nos describe con pulcritud los atrevimientos revolucionarios de Freud, cómo escandalizó al gremio médico de su ciudad. No en vano Freud fue el primero en enseñar que las emociones enterradas en el subconsciente de una mente humana suben a la superficie consciente durante los sueños, de forma que recordar fragmentos de dichos sueños pueden ayudar a destapar las emociones y los recuerdos escondidos. Al principio esta hipótesis y otras fueran rechazadas por la clase médica (tal como aparece en el filme), pero poco a poco, más allá de lo que esta película narra debido a su limitación de tiempo, lo cierto es que tales teorías se abrirían paso al respeto y la fama mundial.

Desde mi punto de vista este es un filme de atractivo filosófico, científico, psicológico, o sea un tostón para el común de los que gustan ir al cine a distraerse. Son muchos los conocimientos que caben destacarse en esta película, pero los voy a resumir en tres simples pero magníficas máximas extraídas del contenido:

* La represión trabaja en el subconsciente.

* De error en error se descubre la verdad.

* El enemigo más viejo del hombre: su vanidad.
[Leer más +]
33 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
LA CATARSIS DE MONTY
El trágico actor Montgomery Clift siempre fue un artista que hacía catarsis en todas sus interpretaciones.
Purgaba y eliminaba todas sus emociones a través de los personajes que le vimos interpretar en la pantalla.
Para él, la única manera de eliminar sus afecciones patógenas era la actuación.
Solo alguien como Freud y un fanático del actor lo entendería de esa forma.
Doblemente emocional, doblemente dependiente, doblemente histérico; "Monty" es un actor inmortal... un neuro-actor.
Aquí en "Freud, pasión secreta", nos regala una actuación en la que imploraba la ayuda de algo superior a él, algo que le hiciera sentir que había un lugar en el sol... pero esa; es otra historia.
[Leer más +]
35 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
¡Ayúdame Freud!
Viena 1855, un hombre hace historia. El padre del psicoanálisis. El que exploro lo mas recóndito de la mente humana. Gran actuación de Montgomery Clift (Sigmund Freud), con sus ojos muy abiertos, aprendiendo, acudiendo a conferencias… pero no fue fácil. Tuvo que luchar contra sus propios miedos.
Regresión a la infancia.
Deseos sexuales reprimidos.
[Leer más +]
27 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El gozo y la sombra del ¡Eureka!
Narrar el proceso de un descubrimiento científico suele dar buenos réditos: Ramón y Cajal. Madame Curie, Alexander Fleming, son ejemplos pillados a vuelapluma que dan fe de ello. Sin embargo, el que hizo Freud no concita unanimidad y nunca ha conseguido librarse del todo de la acusación inicial de brujería. Aún hoy hay quien lo considera una patraña o un disparate.
De modo que Huston demuestra osadía adentrándose en esa fronda. En su trabajo consigue mostrar múltiples elementos que enriquecen la historia: así, sin decirlo, nos muestra un Freud joven y apasionado (suelen ser jóvenes los que proponen nuevas teorías, Einstein también lo era). Precisamente los jóvenes, por su escaso compromiso con el paradigma vigente y por no hallarse implicados en la comunidad científica, son los más adecuados para formular teorías que rompen con lo establecido. Su descubrimiento suele tener más de intuición o de pálpito que de deducción derivada de la observación repetida (recordemos que Mendel falseó sus experimentos sólo para dar mayor crédito a su propuesta).
El film nos cuenta cómo se produjeron los hechos en los albores del psicoanálisis. Vemos a un Freud recién doctorado, apasionado y lleno de intuiciones que acaba abriendo un camino maravilloso para la exploración de la psiqué humana. En la película se apuntan cuestiones que después se profundizarán y algunas todavía hoy son motivo de investigación: la interpretación, el valor de los sueños, la asociación libre, los lapsus, el diván...
Un Momtgomery Clift sencillamente glorioso interpreta al joven científico y expresa sus vacilaciones, su tesón, su esfuerzo, con tal verosimilitud que conmueve al más duro de los espectadores.
Freud, el descubridor del inconsciente, el inventor del psicoanálisis - el fonendoscopio para auscultar el alma -, y el normalizador de la sexualidad es captado con precisión y ternura en este film maravilloso de John Huston.
[Leer más +]
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sólida biografía de corte clásico.
Estrella fugaz en el firmamento de Hollywood, Montgomery Clift marcó su época entre 1948 y 1962, nominado a los Oscar en cuatro ocasiones, brillante, introvertido, frágil, de intensa mirada, Clift fue Cowboy en “Río Rojo” de Howard Hawks, junto a John Wayne, sacerdote en “Yo confieso” de Alfred Hitchcock, militar en “De aquí a la eternidad” de Fred Zinnemann, o Cowboy y joven desorientado en “Vidas rebeldes”, dirigida por el mismo John Huston que pensó de nuevo en él para interpretar al atormentado psicoanalista austriaco Sigmund Freud.

Cuando Huston se interesó en llevar al cine la biografía del célebre psicoanalista, le pidió al filósofo francés Jean-Paul Sartre que escribiera el guión a partir de las técnicas de psicoanálisis utilizadas por Freud en sus investigaciones, Sartre envió un guión muy documentado que costaba de cuatrocientas páginas, lo que representaba dieciséis horas de película y puso como única condición que si se realizaba el proyecto no debería haber ningún corte respecto al guión original. El cineasta americano renunció entonces a esta idea original y pidió a Charles Kaufman y a Wolfgang Reinhardt que escribieran el guión pero conservando una de las ideas del guion de Sartre, el personaje de la neurótica Cecily, que se refiere a uno de los tratados de Freud dedicados al caso de “Anna O”.

La intención de Huston era reconstruir lo más fielmente posible alguno de los episodios que marcaron el comienzo de la carrera de Freud, poco antes del estreno los distribuidores decidieron cortar numerosas secuencias que según el propio Huston constituyen media hora de película y rompen la continuidad narrativa del film, aunque Huston asumía siempre la paternidad de esta obra, resaltaba que él no era el responsable final del montaje del film. El resultado final de esta arriesgada apuesta es una biografía de corte clásico, sólida, rigurosa en sus interpretaciones, apoyadas fundamentalmente en Montgomery Clift y Susannay Cork. Una interesante película.
[Leer más +]
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Arqueología del psicoanálisis
El psicoanálisis de Freud es una de las teorías de mayor éxito en la historia de occidente. Hasta tal punto, que se ha llegado a convertir en una filosofía.
Huston nos cuenta los orígenes de la teoría, lo cierto es que la película gira más en torno al psicoanálisis que a la figura de su creador. La arqueología psicoanalítica es la que domina todo el largo. En el prefacio de la película se explica el porqué, como ya es un lugar común, las obras de Copérnico, Darwin y Freud (cabría añadir a Marx y a Nietzsche en el mismo grupo) han supuesto la ruptura de la secular dependencia del saber humano de la religión y el oscurantismo. Por eso el psicoanálisis merece un lugar especial en el reino de la psicología al haber sido el primer sistema que plantea que la parte no consciente de nuestra mente no está dominada por ningun ser trascendente al hombre. La explicación de esa parte que no controlamos de forma consciente se agota en nosotros mismos.
Por tanto, la figura del largo no es el propio Freud, no es una película biográfica (aunque, evidentemente, la vida del escritor está presente) sino de una película que rinde homenaje a los orígenes de la teoría presentando el cómo y el cuándo de su gestación.
El viaje de Freud para estudiar con el profesor Charcot y la relación Breuer/Freud marcan el comienzo de la narración. La primera media hora de cinta es, de largo, la mejor parte porque narra con exactitud e interés los inicios de la teoría; entrados en materia, surge uno de los grandes inconvenientes de haber dirigido los focos para la teoría en vez de para Freud. Los distintos aspectos que van completando la construcción del edificio psicoanalítico, tales como el fenómeno de la transferencia, las etapas de maduración sexual de los niños, los lapsus del lenguaje o el complejo de Edipo, son contados de forma apresurada y sin rigor histórico. Este grave error de guión condiciona en exceso un filme cuyo arranque resultaba más que prometedor.
El título, por tanto, puede inducir a error porque se ajustaría más a la verdad si nos hiciese comprender que es el psicoanálisis el tema central de la obra. De hecho puede ser usada como una introducción para el iniciado en los estudios psicoanalíticos.
Montgomery Clift realiza un excelente trabajo, aunque, en ocasiones, aparezca un tanto perturbado para la personalidad y la fama que Freud se forjó.
Buena dirección de Huston que logró con ella la nominación al Oso de Oro de Berlín.
Lo mejor: Servir de introducción clara y comprensible a la teoría psicoanalítica, la interpretación de Montgomery Clift
Lo peor: El atasco de teorías en la segunda mitad del film
Recomendable.
[Leer más +]
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El difícil camino del psicoanálisis
Solo el hecho de pensar en hacer una película acerca de Sigmund Freud supondría un dolor de cabeza, atreverse a involucrarse en un proyecto tratando de descifrar algo de la enredada personalidad del genio del psicoanálisis parecería una empresa bastante difícil, John Houston con la ayuda de los escritores Wolfgang Reinhardt y Charles A. Kaufman y con un aporte de Jean-Paul Sartre trataron al menos de mostrar cinco años de su trabajo, apenas como un atisbo de su inmenso aporte a la humanidad, la película no es ni por asomo una biografía definitiva acerca del médico, pero al menos se atreve a exponer una de sus teorías más atrevidas “la sexualidad infantil” que escandalizaron a una gran parte de la sociedad de finales del siglo diecinueve y principios del veinte, y tal vez, por que no de 1962, el año en que se estreno el filme, el actor Montgomery Clift que aportó muchos problemas en la filmación de la película por sus súbitos cambios de ánimo, al final saca un trabajo aceptable, que dejó al espectador con una sensación de una obra inconclusa, que probablemente necesitaba una segunda parte.
[Leer más +]
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
“En la ciencia lo sagrado es la verdad”
Como Ibn Sina, como Hipócrates, Wilhelm Wundt, Jean-Martin Charcot, Isaac Jennings y muchos otros nombres de invaluable importancia en la historia de la medicina, el nombre de Sigmund Freud también hace parte de ese inmortal grupo de vidas consagradas al conocimiento de la esencia humana, con el cual hemos avanzado muy significativamente en el entendimiento del ser y en el tratamiento de la enfermedad.

De origen vienés, a Sigmund Freud (1856-1939) con sus estudios sobre la sexualidad, le correspondió enfrentarse, como pocos, al rompimiento de paradigmas en una sociedad donde, hasta los llamados progresistas y bienpensantes, se sintieron escandalizados con sus explosivas y osadas teorías. Pero, como alguien ilustrara con una paradoja: “Freud tenía un gran porvenir detrás de él” y sus reiteradas, profundas y brillantes investigaciones, cambiarían sustancialmente la interpretación de la enfermedad, probando definitivamente su marcada relación con el inconsciente.

El director John Huston, sentía por Freud una gran admiración, y si se mira bien, sus teorías se manifiestan de alguna manera en varias de sus películas. Incluso, en su documental “Let there be light” (1945) se había ocupado de las neurosis de los soldados y los respectivos tratamientos con psicoterapia que les practicaron al final de la guerra. Hacer, pues, un biopic sobre el médico vienés era para Huston un verdadero placer… y cuando el proyecto se dio, pensó primero en su amigo Jean-Paul Sartre para que escribiera un primer tratamiento, pero el filósofo francés se entusiasmó demasiado y el mamotreto que presentó daba para unas 15 horas de película, por lo que fue descartado de inmediato.

Huston se vio entonces abocado a asesorarse de un reconocido psiquiatra y el guión fue emprendido de nuevo por Charles Kaufman y Wolfgang Reinhardt, partiendo de una historia que había elaborado el primero. Pero con todo, debido a la intensa vida de Sigmund Freud y a los muchos aportes que hiciera a la ciencia médica, la idea fue hacer dos películas que se exhibieran por separado… pero este plan chocó con los productores quienes, al ver que el tratamiento del tema solo interesaría a los iniciados y devotos del padre del psicoanálisis, cogieron la película por su cuenta, le editaron casi una hora y la dejaron con los muchos vacíos que, cualquiera que haya ido en busca de un biopic, notará enseguida. Incluso, el cierre del filme queda en un punto donde pareciera haber fracaso, cuando, finalmente, el éxito y la gloria fueron el resultado de una vida compleja, plena de escollos y adversidades, pero cuyos inmensos logros son todo un legado para la humanidad.

Lo que veremos en “FREUD, PASIÓN SECRETA”, sin mayores elementos biográficos, es una serie de ilustraciones escénicas y muy académicas, que ejemplifican los aportes que hiciera Freud a Los estudios sobre la Histeria, Las causas de la Neurosis, La interpretación de los Sueños, La Transferencia, El Psicoanálisis y La Sexualidad Infantil. Todo, presentado en un modelo poco apto para el común de los espectadores, y muy ajeno al estilo asequible y anti-retórico que, hasta entonces, caracterizaba la obra del director de “The treasure of Sierra Madre”, “The asphalt jungle” o “The african queen”, entre otras joyas.

Para resaltar, esa conmovedora presencia del grandioso actor que fuera Montgomery Clift, quien durante el rodaje ya estaba quedándose ciego, sentía que su fuego interior comenzaba a apagarse y solo unos pocos años más de vida le quedaban en este mundo. También muy plausible que, Huston rescatara del olvido al actor Larry Parks -otra de las talentosas víctimas del abominable HUAC- quien, como Josef Breuer, nos ofrece un rol marcadamente sensible.

Título para Latinoamérica: "FREUD, PASIONES SECRETAS"
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Interesante, dirigida con seriedad y honestidad...aunque también polémica
Interesante película de Huston, dirigida con seriedad y honestidad.
Es entretenida, aunque resulte algo larga. Se podría decir que se requería esa duración para explicar con claridad el comienzo de los los grandes descubrimientos de Freud, pero lo que de verdad hace largo el film es la larguísima duración del caso de la joven que no ve ni puede andar (bien encarnada por Susanah York).
La primera parte de la película es muy buena, con el viaje que hace Freud a París y la sociedad que establece con Breuer, comenzando a estudiar la hipnosis para la posible curación de las neurosis.
Sin embargo, como he dicho antes, cuando comienza el caso de la joven que tiene un mal no orgánico que le impide, primero ver, y luego no caminar, la cinta tiene un exceso no sé si llamarle didactismo, pero sí exceso de diálogo.
Claro que Huston lo hace para darnos a entender que el proceso de su descubrimiento, aquél que dice que el niño ya tiene sexualidad, que si es reprimida de algún modo, pudiera desembocar, en su edad adulta en una neurosis que podría derivar en males presumiblemente orgánicos, fue largo en el tiempo y de ahí la enorme importancia que tuvo, llegando a su famoso y muy discutido, más aún en nuestros días "Complejo de Edipo".
El final de la película, con la disertación de Freud sobre sus estudios en este sentido, a los grandes científicos y doctores de Viena, tiene una fuerza innegable, demostrando lo que significó, en la sociedad del momento, donde la sexualidad estaba reprimida y no se hablaba sobre ella en público."Freud" no está entre las mejores películas de Huston y cuando se habla de sus cintas, casi nunca se nombra, pero tiene interés, tanto científico como social.
La ambientación, fotografía, interpretaciones, así como la estupenda música de Jerry Goldsmith, son de recibo.
De todas formas, viendo este film el espectador/a llega a la dudosa conclusión de que todos padecemos del complejo de Edipo y que muchos de nuestros males provienen de ahí. ¡Bueno, bueno, eso es muy discutible, ¿n0?!!

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2006/09/freud-pasin-secreta-freud-secret.html
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Conocimiento del yo
Freud (Freud, pasión secreta) es una película dirigida por John Huston en 1962. Con la punzante música de Jerry Goldsmith el realizador hace un brillante acercamiento a Freud (Montgomery Clift) su pensamiento y posicionamiento sobre temas profundamente enraizados en la psicología como el inconsciente, la histeria, el acercamiento a la neurología, la teoría sexual de la seducción y su relación con la neurosis, el origen del nervio vago, el nervio acústico, el complejo de Edipo y como no podía ser de otra manera el psicoanálisis entre otros temas afines con la mirada puesta en (entre otras premisas) el conocimiento del yo.

El narrador (John Huston en la versión original, Arsenio Corsellas en el doblaje al castellano) nos pone en situación repasando la relación de la especie humana con el universo remitiéndonos con brevedad a Voperino, Darwin o Freud para quien uno de sus propósitos fue el inconsciente del hombre y de cómo logró que entrara la luz.

En su larga y en ocasiones difícil relación con los doctores Meynert (Eric Portman), Charcot (Fernand Ledoux) y Breuer (Larry Parks), Freud tiene la ocasión de evolucionar en sus diferentes campos de investigación como el de la histeria ocupando buena parte del film, frente a los posicionamientos de sus colegas, intransigentes en algún caso.

Huston, utilizando con profusión, entre otros, los medios, primeros planos o los acertados ángulos en el cuadro junto a la destacada fotografía de Douglas Siocombe y el absoluto dominio del claroscuro, añade fundado dramatismo a los personajes implicados, así las cosas, el guión de Wolfgang Reinhardt y Charles A. Kaufman, nos describe desde las convincentes interpretaciones el posicionamiento de los doctores Meynert, Charcot y Breuer frente a las teorías de Freud. Y el particular caso de la paciente Cecily Koertner (Susannah York) destacado hilo conductor en la película presentando síntomas y trastornos de la afectividad y crisis nerviosa aterrorizada por un sueño recurrente no resuelto o ignorado.

La película nos ofrece además la representación de varios los pacientes sintomáticos que llevan hasta la histeria las emociones junto las diferentes patologías asociadas para lo que el realizador recurre a los diferentes flashback ilustrando así los casos mostrados. Estamos pues ante una película profundamente dramática y muy cercana a la realidad por medio de la excelente narrativa que John Huston aplica a lo largo de este sobrio y enriquecedor metraje.
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Excelente
Grandísima película de John Huston. Un poco melodramática, pero analiza bien el personaje. Me encantó la interpretación contenida de Montgomery, y creo que está bien tratada la relación con sus pacientes, y con su compañero... Evita, no obstante, alguna que otra cuestión comprometida, sobre todo sus relativas falsedades con respecto al tratamiento científico de algunas preposiciones y metodología de sus estudios, no del todo científicos.
En todo caso es un gran hombre, de cultura extensa y que desde cierto punto de vista fue un visionario.
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Incosciente
Sigmund Freud fue la primera persona que pretende llegar al incosciente. Este es un lugar inexcrutable de la mente humana al que Freud intenta llegar mediante la hipnosis y más tarde adentrándose en los recuerdos, con pacientes con enfermedades mentales( esquizofrenia, histeria, etc...) Se centra en una paciente enamorada desde la infancia de su padre con la que se identifica debido a que sufre el Complejo de Edipo. Tras constatar su trauma con él de la paciente, logra hacer su tesis y exponerla delante de un consejo de médicos que la rechazan. No soportan ver la realidad debido a que S.Freud profunda un tema tabú para él ser humano: " La sexualidad infantil".
[Leer más +]
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Misteriosa e intangible
Habitualmente las biografías que Hollywood produce sobre intelectuales y científicos son escasas en cuanto al legado de sus protagonistas y prefieren centrarse en el perfil humano de las figuras en cuestión. Naturalmente es el elemento más accesible en detrimento de argumentos no demasiado populares que requieran cierta familiaridad con el campo de estudio, riesgo de resultar complejas, o en el mejor de los casos aburridas para el público más ancho. Y a Hollywood no le gusta el riesgo ni tentar la taquilla. Pero de vez en cuando salen guiones maestros que resultan seductores sin renunciar a la didáctica y, de paso, respetando la obra del personaje que encabeza el cartel. Sin duda es el caso de la sociedad entre el guionista Charles Kaufmann y el pensador Jean-Paul Sartre que consigue un equilibrio perfecto y accesible entre drama y la obra del enmarañado padre del psicoanálisis Sigmund Freud. No es seguramente de las películas más citadas de John Houston pero en mi opinión es de una total maestría. Houston en 1962 opta por retomar el blanco y negro, recuperar el viejo expresionismo y rodar con apariencias del cine negro o, en ocasiones, incluso sin hacer ascos al terror de Serie B de los cuarenta. Un entramado técnico al servicio de los misterios del subconsciente y como aflora entre sombras recortadas o en brumosas pesadillas. Es más que probable que el apocado y melancólico Freud que crea Montgomery Clift poco tenga que ver con el doctor austriaco aunque la película se centre en su juventud, a saber más insegura. También es posible que esta línea no fuera tan intencional en la creación del personaje como fruto de la situación del propio Monty, en pleno proceso autodestructivo por el consumo de alcohol y drogas que incluso desató la desesperación de unos estudios que acabaron llevándole a los tribunales. Con todo la película funciona asombrosamente, la apuesta de Houston sale redonda, elegante y acompaña con una banda sonora sobresaliente.
[Leer más +]
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Obra y milagros de Freud
Yo no sé si John Huston o alguno de los guionistas eran admiradores de Freud o algo así, pero no me extrañaría. Estudio psicología, y vista desde el conocimiento un poco más profundo que puedo tener de la vida de Freud, la película resulta un poco una especie de panfletillo propagandistico que presenta una visión totalmente parcialista de su vida, dibujándolo como un genio heroico, desinteresado e incomprendido, obviando los fragmentos más oscuros de su vida. Aunque lo cierto es que tampoco es una película propiamente de su vida, si no más bien del surgimiento del psicoanálisis. Algunas de las actuaciones resultan patéticamente forzadas (bajo mi punto de vista), pero aun así, y teniendo presente lo que comentaba unas líneas más arriba, resulta entretenida (bueno, realmente es que leer cosas sobre el psicoanálisis también resulta entretenido), y tiene golpes bastantes interesantes, pero sin mayores pretensiones...
[Leer más +]
11 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver críticas con texto completo
Más información sobre
Fichas más visitadas