73 Críticas de los usuarios

El blues es pasión.
El blues es locura.
El blues es libertad.
Y los Blues Brothers son el paradigma de estas tres cosas.

Jake y Elwood no se detienen ante nada ni ante nadie, ni siquiera ante las inamovibles leyes de la física. Si se derrumba un edificio encima suyo, salen ilesos entre los escombros quitándose el polvo de sus trajes. Si la policía les hace una encerrona en una persecución en la carretera, saltan por encima de los coches patrullas, con pirueta incluida para deleite del personal. Y ninguno de los dos hará ni un mero comentario sobre estos hechos extraordinarios. Viven el blues como un estilo de vida, de forma pasional y onírica, al igual que gente como James Brown, Aretha Franklin Cab Calloway, Ray Charles o John Lee Hooker, los impresionantes cameos de “Granujas a todo ritmo”.

La combinación del humor más surrealista con algunas de las mejores canciones de la historia de la música moderna es sencillamente explosiva. La posibilidad de que te mate un nazi por haber arruinado su desfile militar y la de hacer que cinco mil personas se muevan al ritmo del “Everybody needs somebody” es más o menos del cincuenta por ciento. También puede pasar que la policía te persiga por tierra, mar y aire y a tí se te ocurra pararlos simplemente atrancando una puerta. O puede que la princesa Leia te persiga para matarte a cañonazos.... Hay veces que uno cree que Bugs Bunny va a hacer su aparición en la siguiente escena, acompañado de Silvestre y el Correcaminos.

Imprevisible, irreverente y genial. En definitiva, blusera.

Se abre el telón y se proyecta en pantalla una peli ochentera como pocas. Una comedia irreverente, gamberra, desenfrenada y delirante. A ratos, incluso surrealista. Para muchos mítica, icónica, de culto y hasta religiosa. Con las mejores persecuciones automovilísticas desde “Bullitt”. Pero, sobre todo, con ritmo. Mucho ritmo. Gospel, blues, soul, rock… Y algo de country también; aunque sólo sea por exigencias del guión. Básicamente porque lo que se impone en esta peli, como no, es la música negra. Y por eso mismo hacen su aparición, de forma estelar, monstruos de la talla de James Brown, Ray Charles, Aretha Franklin, John Lee Hooker o Cab Calloway. Cantando, por supuesto. Aunque los temas más emblemáticos (“Everybody needs somebody”, “Sweet home Chicago”) no los cantan ninguno de ellos.

¿Adivinan de qué peli se trata? ¿No?

Una última pista: la peli la protagonizan dos granujas de medio pelo —hermanos para más señas— ataviados con traje negro, camisa blanca, corbata, sombrero y gafas de sol. Uno es alto y flaco. El otro, bajito y regordete. Y los dos cantan blues. De puta madre, además.

Ahora sí ¿verdad?

Pues por todo eso —y más— ocho estrellas. Y quien quiera chicha, al McDonalds.

Peli de culto. Te gusta porque te dice algo, sin ser ninguna obra maestra conecta contigo. Me gusta el blues y las pelis de tipos duros con buen fondo, la comedia. Eso es lo que propone Landis, el director: pasen, vean, escuchen, vean a grandes estrellas de la música,
ríanse un rato, pásenlo bien.
Ha quedado como icono cultural-estético (perdón, me estoy poniendo pedante) por el look de los protagonistas, con su chulería, su impasibilidad, su machismo, su sentido de la amistad. Traje negro, coche cutre que tira que se las pela. Un disparate cachondo a más no poder con las persecuciones en coche, una policía inepta, neonazis a los que lanzan al rio. Una reivindicación del rythm&blues y sus estrellas, homenaje al jazz y al Cotton Club (el número de Minie el bigotes), a los clásicos de las primeras series de TV (la utilización de la sintonía de Peter Gun, de Henri Mancini).

Para ver con los amigos en una fiesta en casa.

La siguiente canción está dedicada a aquellas personas que disfrutan con ésta película, y que la defienden sin ningún tapujo, a pesar de que la comedia nunca fue bien vista a no ser que sea en blanco y negro. ¡Un fuerte aplauso para Pas, Pabloski, Txarly, Ranapa, Favio Rossini y para todos aquellos que disfruten de la buena música y del humor, único, irrepetible, y absurdo de los Blues Brothers!

(Nadie sale al escenario. El presentador mira hacía los lados. Carraspea)

Tampoco queremos olvidarnos de cierta taquillera de un cine de Sevilla que nos tiene en vilo desde hace días.

Sin más rodeos, con todos ustedes, por fin, después de una gira que les ha llevado desde Santurce a Bilbao, pasando por Triana y todos los hospitales de los Balcanes....(El presentador mira a la derecha, luego detrás suya. Suda) entre lo que destaca el de Zanzibar, lugar donde se celebra el festival de cine más importante de la zona....

(El presentador calla. Silencio absoluto, solo interrumpido por el sonido del viento)

Antes de empezar, voy a adelantarles lo que van a presenciar. Verán algunas de las mejores y más divertidas persecuciones de coches de todos los tiempos. Verán retratos a dos personajes con un espíritu y ánimo que se creía muerto y enterrado, amantes de la libertad, la carretera, las gafas de sol y la mejor música ¡Y qué música amigos! Podría citar los nombres de los artistas que van a salir a escena y se quedarían helados, pero no quiero entretenerles. Y todo esto con un humor hilarante, absurdo, genial. ¡Los hijos bastardos de los hermanos Marx pero mejorando los números musicales!

(Silencio. El presentador se había desatado en su apasionante discurso. Ahora está con una enorme sonrisa, pero sigue sin producirse ninguna respuesta. Sus ojos miran en varias direcciones. Parece enfadarse)

¡¡Pero es que no sabéis lo maravillosamente bien que os lo vais a pasar!! ¡Vais a contemplar unos de los mejores finales de la comedia americana! Vais a tener el privilegio de compartir asiento con Jack y Elwood Blues en el mejor coche posible!! Por el amor de Dios, son los Blues Brothers y su canto a la libertad en todas sus facetas.


Unos enfermeros atrapan al enfermo y se lo llevan cogiéndolo cada uno por un brazo. El loco no para de cantar mientras se lo llevan. No hay nadie más en la sala. Uno de los enfermeros regresa, y pone la radio, que suena en toda la habitación. Suena James Brown. El enfermero regresa con un gesto molesto en la cara. Cambia la emisora. Suena Britney Spears. El enfermero se marcha satisfecho.

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Cada vez quedamos menos pero da igual. Larga vida a los Blues Brothers.

Impresionante película musical, donde el ritmo, el humor, las actuaciones, el desarrollo, está muy currado, pero sobretodo la música. No solo es buena por la película es sí, sinó también por el ritmo que impone en cada momento, por la gran banda sonora.
Es una película para ver unas quantas veces y para disfrutar riendo y escunchando sus "everybody needs somebody" y otros temas. Las actuaciones de Dan Aykroyd y John Belushi son buenisimas, interpretan muy bien el papel absurdo que les toca y las acutuaciones en el escenario estan muy bien.
Unos de los musicales más buenos, y no solo eso también más divertidos. Si algo tiene en contra es unicamente que en algunos trozos de la película, el humor se hace un poco absurdo, pero no cambia nada en el filme.
Muy entretenida y recomendable.

Últimamente me doy asco a mí misma; el porcentaje de pelis que me encantan es exageradamente alto. Este inesperado momento flowerpower, sinceramente, me tiene un poco preocupada. Esto no puede ser, va en contra de mis principios. Mi negatividad vital necesita un cauce para manifestarse. Pero lo que es, es y tengo que ser justa y confesar que esta película también me ha encantado.

Aunque sólo fuera por Aretha Franklin, Ray Charles o James Brown ya sería un flipe y no me la perdería por nada del mundo. Si luego ya le unes la banda sonora... wawwww, everybody need somebody, Jailhouse rock, rythm & blues a tope ... una pasada. La cosa podría quedarse ahí tranquilamente y ya le pondría un notable como mínimo. Pero es que si le añades a los dos pedazo de colgaos que la protagonizan, sus diálogos imposibles y la historia completamente surrealista que nos cuentan, ya es que se sale del parchís.

Divertida, trepidante, loca, apta sólo para pirados. La gente seria que se abstenga, pero si te gusta el cachondeo lo tienes garantizado. Y la música es la puta hostia.

La necesidad de amar es inherente al ser humano. Eso dicen. Ahora, plantéate lo siguiente:
¿La persona a la que amas es, realmente, la más atractiva, sexy, inteligente, generosa, divertida, interesante, culta y afable sobre la faz de la Tierra? ¿Lo es? ¿O es que a ti te lo parece?

¿Es esta la mejor comedia musical de todos los tiempos? ¿Lo es? ¿O es que a mí me lo parece? Tal vez no sea la mejor, pero es la única en la que puedes encontrar un festival de:
-Leyendas del soul y el rhythm & blues.
-Persecuciones locas.
-Cacharros voladores.
-Humor blanco y absurdo.
-Diversión y ritmo.

Amo a los Blues Brothers. Me he despedido de ellos muchas noches a la puerta del Wild Thing. Forman parte de mi vida y les amo. ¿Es esa suficiente razón para ponerle un 10 a una peli tonta? ¿Lo es? ¿O es que a mí me lo parece?

¡A bailar!

No es difícil encontrar a alguien que odie los musicales. A mi por ejemplo, no me entusiasman, salvo contadas excepciones. Pero lo que si es un poco mas difícil de encontrar, es a alguien al que no le gusten los Blues Brothers. Estos dos personajes nacieron en el programa de television de la NBC, Saturday Night Live y consiguieron forjar la leyenda con esta película.
Hablar de musical en esta ocasión, es hablar de palabras mayores. Jazz, algo de blues, soul y mucho de rythm&blues. Y atención a los que se unen a la fiesta; Cab Calloway, Ray Charles, Aretha Franklin, John Lee Hooker, James Brown entre otros.
Detrás de este desenfreno con gran humor tenia que estar alguien como John Landis. Y delante de las cámaras están el recordado John Belushi, acompañado por Dan Aykroyd, los dos a todo ritmo.
Puede que la leyenda de Belushi avivara una película, que en teoría puede dejar un poco frió a las nuevas generaciones que se acerquen por primera vez a este particular mundo. Pero es un clásico, un antes y un después en el genero.
Aparte de que la persecución por en medio del centro comercial es mítica y el "Everybody needs somebody to love", es uno de los momentos mas grandes que se pueden ver.

Si alguna vez quieres conocer música negra, blues, soul, auténtico sonido americano, esta es la película. Una comedia donde además participan grandes músicos, muchos de ellos ya desaparecidos. Risas, y ritmo, movimiento de piernas para para una buena película que sirve para aprender a escuchar otras cosas.

A veces la crítica, el estatus quo, el pensamiento dominante, te incita a ver «cosas» en el cine. Así me ha ocurrido con «Granujas a todo ritmo». Un hito del humor y de la música como este, una película de culto (¡vaya con las peliculitas de culto!), había que verla, claro. Luego viene el bochorno.

Porque «Blues Brothers» produce un poco (bastante) bochorno, bochorno como sinónimo de vergüenza ajena. Espero que me perdonen los mitos musicales que aparecen en el reparto, Aretha Franklin, Ray Charles y Cab Calloway entre otros, pero es que ni ellos pueden levantar esta «cosa». De hecho, su aparición y su música no están bien pagados, eso lo puedo asegurar, porque con nada puede pagarse haber participado en esta pésima comedia de John Landis. Porque es una comedia, ¿no? Pero, córchiles, ahora resulta que la quintaesencia del humor es el típico y tópico slapstick de toda la vida, los golpes, caídas y explosiones más idiotas del mundo. En todo momento, además. La trama se resume a eso: a mucha destrucción y a correr de un lado para otro. Ya está. Eso a mí, puesto así de cualquier forma y sin más, no me hace gracia, fíjate por donde.

Respecto a la música, que es sin duda lo mejor, destaco «Rawhide» y la pedazo de Minnie The Moocher de Cab Calloway. Pero no compensa. No compensa para nada, de verdad que no.

Granujas a todo ritmo es una película irreverente, divertida, peculiar, envuelta en halo de autenticidad muy difícil de encontrar en estos días. Sin embargo, tanto bizarrismo y humor absurdo no ha sido perdonado por los años, y yo, que soy joven, veo esta película algo desfasada. A veces incluso no le veo la gracia. Los tiempos cambian, y quizá esta película ya no esté en la época que le corresponde.

Aun así, Dan Aykroyd y John Belushi están estupendos, la banda sonora es estupenda, y de vez en cuando mola ver una película que no tenga mucho sentido.

Si no importa el guión y en cambio se quiere pasar un buen rato con la música (actuaciones estupendas de James Brown, Aretha Franklin, Ray Charles) en concreto si se es amante de este tipo de música de la que la gente de color es un auténtico manantial, esta es la película.
Lo que no gusta: un guíón tan mal montado, con unos gag de principiante y unas persecuciones cansinas....muy cansinas.

173/22(17/06/20) Muy sobrevalorada comedia musical, solo recomendable por algunos números musicales, resto es un aparatoso metraje que tras su escaparate de cameos sin fin, y secuencias de persecuciones caricaturescas solo hay el mayor de lo vacíos, en una historia simplona y ridícula. Dirigida por John Landis, con guión de Dan Aykroyd arreglado por Landis, derivando en un spin off de los personajes creados por Aykroyd y John Belushi, "Joliet" Jake y Elwood Blues, personajes desarrollados a partir del boceto musical recurrente de "The Blues Brothers" en el famoso programa de humor de la NBC Saturday Night Live (cantera de grandes cómicos), vestían idénticamente trajes negros y corbatas, con sombreros de cerdo, medias blancas y gafas de sol. Belushi se había convertido en una estrella en 1978 como resultado del éxito musical de los Blues Brothers y su papel en National Lampoon's Animal House (“Desmadre a la americana”). Cuando Aykroyd y Belushi decidieron que podían hacer una película de Blues Brothers, la guerra de ofertas fue intensa. Universal Studios superó por poco a Paramount Pictures para el proyecto. John Landis, que había dirigido a Belushi en Animal House, estaba a bordo como director. La película tuvo el récord de “Most Cars Destroyed” (Más Coches Destruidos) en el transcurso de la producción durante 18 años en 103, uno menos que el que se destruyó en The Blues Brothers 2000 (1998). Ambos fueron superados por GI Joe: The Rise of Cobra en 2009 con 112 autos destruidos, 40 conductores de acrobacias y 70 autos (la mayoría destruidos) fueron utilizados en la película de Blues Brothers. Pronto la Universal se encontró incapaz de controlar los costos de producción. El inicio de la filmación se retrasó cuando Aykroyd, nuevo en escritura de guiones cinematográficos, tardó seis meses en entregar un guión largo y poco convencional que Landis tuvo que reescribir antes de la producción, que comenzó sin un presupuesto final. En Chicago, la fiesta y el uso de drogas de Belushi causaron demoras largas y costosas que, junto con las persecuciones destructivas de automóviles representadas en pantalla, hicieron de la película final una de las comedias más caras jamás producidas. La preocupación por el fracaso de la película limitó sus reservas iniciales a menos de la mitad de las que normalmente recibe una película de su magnitud. Lanzado en los Estados Unidos el 20 de junio de 1980, recibió críticas en su mayoría positivas. Ganó poco menos de $ 5 millones en su primer fin de semana y recaudó más de $ 115 millones en salas de cine de todo el mundo antes de su lanzamiento en video casero. Se ha convertido en una película de culto, generando la secuela, Blues Brothers 2000, 18 años después, que fue un fracaso crítico y comercial.

El resultado artístico es un caos sin sentido en muchos aspectos, pues es una comedia en la que no llego a esbozar una sola mueca de sonrisa, no hay un momento de inspiración en este sentido, todo resulta tan infantil que parece escrito por un joven con acné, mucho de ello tendrá que ver con que el guionista Aykroyd se encontraba entonces sumido en su adicción a la cocaína a la que se sumaba su amigo Belushi ( a este dos años después, en 1982 lo llevó a morir víctima de una sobredosis de speedball, una inyección de cocaína y heroína). No hay un solo asidero al que agarrarse en un relato tan burdo, donde no hay personajes con alma, son meros clichés vacíos. Se siente como un homenaje al (R&B), soul y blues, donde se han convocado un montón de gente de este sector, así como amigos de la pareja para hacer cameos, pero no hay una base para dar entidad de película a esta anarquía, esta ausencia de ideas orgánicas. Esto nos lleva a un conjunto de viñetas que alternan números musicales y persecuciones, donde confunde destrucción sin fin, con divertimento, cuando este akelarre destroyer llega a aburrir con él y más, cuando nos importa un bledo (o menos) lo que está pasando en pantalla, pues no hay una mínima conexión con los protagonistas. En el apartado musical si puede ser atractivo para los fans del estilo, pues aparecen de Cab Calloway, Ray Charles, James Brown, Aretha Franklin y John Lee Hooker. Además de Blues Brothers con una banda de primera con los músicos Steve Cropper, Donald 'Duck' Dunn, Murphy Dunne, Willie Hall, Tom Malone, Lou Marini, Matt Murphy, Alan Rubin y Paul Reubens. Y la banda sonora, con canciones de Elmore James, Louis Jordan, Kitty Wells y Sam & Dave. Siendo destacables los números “Rawhide” y “Stand By Your Man” (ambas tienen su punto con la actuación tras una red metálica para impedir les lleguen los botellines que les lanzan en el club country), el "Everybody Needs Somebody to Love" y el clásico de 1931 "Minnie the Moocher" de Calloway.

historia de redención para el convicto en libertad condicional Jake y su hermano de sangre Elwood, quienes se embarcaron en "una misión de Dios" para salvar de la ejecución hipotecaria del orfanato católico en el que fueron criados. Para hacerlo, deben reunir a su banda de R&B y organizar una actuación para ganar $ 5,000 necesarios para pagar la factura del impuesto a la propiedad del orfanato. En el camino, son blanco de una "mujer misteriosa" homicida, neonazis y una banda country y occidental, todo mientras la policía los persigue implacablemente.

Resulta extraño, y tan fuera de lugar como todo este desbarajuste de película comience con una filmación aérea de un cielo industrial atestado de chimeneas enormes humeantes, provocando un cielo ennegrecido, para de ahí saltar a una prisión donde es soltado Joliet, el Blues Brother encarnado por John Belushi, donde se intenta dar humor (zafio) cuando le entregan sus pertenencias. Afuera le espera su hermano Elwood (Dan Aykroyd).

Ritmo, se tiene o no se tiene.
Si lo tienes estas ante una película que desde su primer visionado se convertirá en indispensable en tu videoteca, adquirirás en los sucesivos formatos que vayan saliendo al mercado cueste lo que cueste, ampliara tus conocimientos y horizontes musicales y vitales e independientemente de tus cambios en cuanto a gustos y peripecias vitales la disfrutaras cada vez que te la enchufes per secula seculorum.
Si no lo tienes, no te acompaño en el sentimiento.
P.D. Aunque dado lo escueto que me ha quedado la reseña pudiera parecer que la he dado forma en menos de un minuto, a quien me quiera creer le digo que es una de las que más me ha costado y tiempo me ha llevado de las que llevo pergeñadas.

Pues así es. La más espectacular persecución policíaca jamás filmada (y no porque lo diga yo), con más de veinte patrullas persiguiendo al "bluesmóvil" (que es otro coche de policía conseguido en una subasta), y veinte mil destrozos.
He leído la crítica de un compañero (adivinen ustedes, que no hay muchas) y no estoy de acuerdo en que sea aburrida la persecución. Es mas bien absurda. Igual que el humor del largometraje.
Recomendable a cualquiera (edad, especie...).
No veo necesario decir que la música es genial.
Invitados especiales como Carrie Fisher, James Brown y Aretha Franklin.

No conocía de nada esta película, cuando me la topé en FA y, ante la gran cantidad de alabanzas que vi que recibía, me dije que tenía que verla sin más demora. "De culto". "Comedia memorable". "Pareja inigualable". Esas eran algunas de las frases que loaban este filme. Y discrepo con todas ellas. No me ha hecho ni la más mínima gracia. Pero no sólo eso, sino que me parece absurda, aburrida, y hasta bobalicona por momentos. Yo creo que esto es debido a la "generation gap". Cuando se estrenó "The Blues Brothers" yo aún no había nacido. El humor de aquella época es muy diferente del humor de ahora. Dudo mucho que a los millennials y generaciones posteriores les vaya a gustar esta cinta. La música es buena sí, y tiene apariciones estelares de grandes intérpretes. Y hasta ahí su mérito. Si en su día fue un bombazo, el tiempo no es que le haya pasado por encima, es que la ha arrollado. Indudablemente, se ha ganado un lugar especial entre los espectadores de una determinada generación, pero se ve acotada de manera muy especial a esos límites temporales y culturales.

No la recomiendo, pues a no ser que la vieras en su día y te gustase, para la época actual se ha quedado muy desfasada en cuanto a la comicidad y toque gamberro que en su momento la hizo especial.

Película rara donde las haya, a medio camino entre la ficción, el documental, el homenaje y el recopilatorio.
Su interés radica en una banda sonora inolvidable y en unos cuantos puntos realmente graciosos (la actuación en el bar de camioneros, los geos-autómatas, los parroquianos de James Brown, etc.), pero también es cierto que hay momentos sin gracia (sobre todo las flipadas persecuciones, alargadas y enredadas hasta aburrir) y que su interés cinematográfico es escaso.

Lo cierto es que me animó a descubrir, hace ya unos años, el mundo del rhythm and blues, del soul, del funk y demás música que sólo los negros saben hacer bien, así que tengo mucho que agradecerle en este aspecto.

Nada más acabar la película he acudido a FilmAffinity para comprobar la cantidad de críticas negativas que acumuaría este despropósito. Para mi sorpresa no he encontrado apenas ninguna, por lo que me he decidido a escribir mi primera crítica.
La cosa empieza mal, con un chiste sobre las pertenencias de John Belushi que no tiene gracia y lo que parece una escena cortada a medias, indicativa de la falta de ritmo de todo lo que se avecina. La siguiente escena destacable incluye una pirueta y una falta de respeto absoluta por las leyes de la física y del raccord. Uno no entiende las intenciones del filme, porque ni hace gracia, ni sorprende, ni mueve en ningún sentido. Es como ir a ver a un orador sin tener claro si está haciendo comedia, terapia o un mitin. Los actores son tan poco creíbles (Belushi hace una de las peores "actuaciones" que he visto en mi vida) que los cameos de las leyendas de la música no sólo no decepcionan, si no que parecen actores profesionales en comparación con Belushi. Las escenas de humor surrealsita (o de humor en general) llegan trabadas y faltas de intención, como petardos húmedos; sólo al final de la película consiguen despegar y hacernos entender que tenían intención humorística, pero es ya muy tarde para arreglar más de dos horas de comedia a medias. También nos encontramos con los clásicos ejercicios holywoodienses de falta de respeto a la inteligencia, como hacernos creer que la audiencia de un concierto puede pasar del desencanto a la euforia en 10 segundos, que los coches de policía persiguen a los delicuentes en comitivas de 20 o más vehículos con altísima tendencia a estrellarse entre ellos o que dos tipos faltos de carisma, habilidad, recursos económicos o casi cualquier virtud como los hermanos Blues pueden ir por la vida haciendo lo que les dé la gana saliendo siempre triunfantes.
Normalmente utilizo mis resacas para ver películas facilonas y pasar un buen rato, pero esos 132 minutos hubiesen estado mucho mejor empleados escuchando los propios discos de Ray Charles, Aretha Franklin o John Lee Hooker. O mirando a una pared en blanco. Si tienes algún interés por el cine, no la veas. Si tienes algún interés por la música, no la veas. Si te comerías una reposición de "Solo en casa" en pleno verano, siéntate y desperdicia 132 minutos de tu vida a gusto.

Reunió a los mejores músicos de la historia de soul y del blues. Una de las mejores bandas sonoras que se pueden encontrar en una película. La película podía estar mejor, es bastante floja, pero se aguanta grácias a su banda sonora y las apariciónes de grandes músicos imposibles de volver a reunir en un film.

Antes de nada esta película es un musical. Vamos, así lo veo yo, actúan cantando las míticas canciones de la banda junto a las de otros artistas como "Ray Charles, Arethra Franklin, James Brown"... escenas de humor durante toda la película y si, unas persecuciones un tanto aburridas pero no por ello malas.