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Voto de TOM REGAN:
4
7,2
35.648
Comedia. Musical
Tras pasar años en la cárcel por robo a mano armada, Jake Blues es puesto en libertad por buen comportamiento. Sale de prisión vestido de la misma forma en la que entró: traje y sombrero negro y gafas oscuras. Vestido de idéntica manera, lo espera en la puerta de la prisión su hermano Elwood, que lo informa de que el orfanato de Santa Elena, el único hogar que conocieron, corre el peligro de desaparecer por razones económicas. Sin ... [+]
17 de junio de 2020
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
173/22(17/06/20) Muy sobrevalorada comedia musical, solo recomendable por algunos números musicales, resto es un aparatoso metraje que tras su escaparate de cameos sin fin, y secuencias de persecuciones caricaturescas solo hay el mayor de lo vacíos, en una historia simplona y ridícula. Dirigida por John Landis, con guión de Dan Aykroyd arreglado por Landis, derivando en un spin off de los personajes creados por Aykroyd y John Belushi, "Joliet" Jake y Elwood Blues, personajes desarrollados a partir del boceto musical recurrente de "The Blues Brothers" en el famoso programa de humor de la NBC Saturday Night Live (cantera de grandes cómicos), vestían idénticamente trajes negros y corbatas, con sombreros de cerdo, medias blancas y gafas de sol. Belushi se había convertido en una estrella en 1978 como resultado del éxito musical de los Blues Brothers y su papel en National Lampoon's Animal House (“Desmadre a la americana”). Cuando Aykroyd y Belushi decidieron que podían hacer una película de Blues Brothers, la guerra de ofertas fue intensa. Universal Studios superó por poco a Paramount Pictures para el proyecto. John Landis, que había dirigido a Belushi en Animal House, estaba a bordo como director. La película tuvo el récord de “Most Cars Destroyed” (Más Coches Destruidos) en el transcurso de la producción durante 18 años en 103, uno menos que el que se destruyó en The Blues Brothers 2000 (1998). Ambos fueron superados por GI Joe: The Rise of Cobra en 2009 con 112 autos destruidos, 40 conductores de acrobacias y 70 autos (la mayoría destruidos) fueron utilizados en la película de Blues Brothers. Pronto la Universal se encontró incapaz de controlar los costos de producción. El inicio de la filmación se retrasó cuando Aykroyd, nuevo en escritura de guiones cinematográficos, tardó seis meses en entregar un guión largo y poco convencional que Landis tuvo que reescribir antes de la producción, que comenzó sin un presupuesto final. En Chicago, la fiesta y el uso de drogas de Belushi causaron demoras largas y costosas que, junto con las persecuciones destructivas de automóviles representadas en pantalla, hicieron de la película final una de las comedias más caras jamás producidas. La preocupación por el fracaso de la película limitó sus reservas iniciales a menos de la mitad de las que normalmente recibe una película de su magnitud. Lanzado en los Estados Unidos el 20 de junio de 1980, recibió críticas en su mayoría positivas. Ganó poco menos de $ 5 millones en su primer fin de semana y recaudó más de $ 115 millones en salas de cine de todo el mundo antes de su lanzamiento en video casero. Se ha convertido en una película de culto, generando la secuela, Blues Brothers 2000, 18 años después, que fue un fracaso crítico y comercial.
El resultado artístico es un caos sin sentido en muchos aspectos, pues es una comedia en la que no llego a esbozar una sola mueca de sonrisa, no hay un momento de inspiración en este sentido, todo resulta tan infantil que parece escrito por un joven con acné, mucho de ello tendrá que ver con que el guionista Aykroyd se encontraba entonces sumido en su adicción a la cocaína a la que se sumaba su amigo Belushi ( a este dos años después, en 1982 lo llevó a morir víctima de una sobredosis de speedball, una inyección de cocaína y heroína). No hay un solo asidero al que agarrarse en un relato tan burdo, donde no hay personajes con alma, son meros clichés vacíos. Se siente como un homenaje al (R&B), soul y blues, donde se han convocado un montón de gente de este sector, así como amigos de la pareja para hacer cameos, pero no hay una base para dar entidad de película a esta anarquía, esta ausencia de ideas orgánicas. Esto nos lleva a un conjunto de viñetas que alternan números musicales y persecuciones, donde confunde destrucción sin fin, con divertimento, cuando este akelarre destroyer llega a aburrir con él y más, cuando nos importa un bledo (o menos) lo que está pasando en pantalla, pues no hay una mínima conexión con los protagonistas. En el apartado musical si puede ser atractivo para los fans del estilo, pues aparecen de Cab Calloway, Ray Charles, James Brown, Aretha Franklin y John Lee Hooker. Además de Blues Brothers con una banda de primera con los músicos Steve Cropper, Donald 'Duck' Dunn, Murphy Dunne, Willie Hall, Tom Malone, Lou Marini, Matt Murphy, Alan Rubin y Paul Reubens. Y la banda sonora, con canciones de Elmore James, Louis Jordan, Kitty Wells y Sam & Dave. Siendo destacables los números “Rawhide” y “Stand By Your Man” (ambas tienen su punto con la actuación tras una red metálica para impedir les lleguen los botellines que les lanzan en el club country), el "Everybody Needs Somebody to Love" y el clásico de 1931 "Minnie the Moocher" de Calloway.
historia de redención para el convicto en libertad condicional Jake y su hermano de sangre Elwood, quienes se embarcaron en "una misión de Dios" para salvar de la ejecución hipotecaria del orfanato católico en el que fueron criados. Para hacerlo, deben reunir a su banda de R&B y organizar una actuación para ganar $ 5,000 necesarios para pagar la factura del impuesto a la propiedad del orfanato. En el camino, son blanco de una "mujer misteriosa" homicida, neonazis y una banda country y occidental, todo mientras la policía los persigue implacablemente.
Resulta extraño, y tan fuera de lugar como todo este desbarajuste de película comience con una filmación aérea de un cielo industrial atestado de chimeneas enormes humeantes, provocando un cielo ennegrecido, para de ahí saltar a una prisión donde es soltado Joliet, el Blues Brother encarnado por John Belushi, donde se intenta dar humor (zafio) cuando le entregan sus pertenencias. Afuera le espera su hermano Elwood (Dan Aykroyd).
El resultado artístico es un caos sin sentido en muchos aspectos, pues es una comedia en la que no llego a esbozar una sola mueca de sonrisa, no hay un momento de inspiración en este sentido, todo resulta tan infantil que parece escrito por un joven con acné, mucho de ello tendrá que ver con que el guionista Aykroyd se encontraba entonces sumido en su adicción a la cocaína a la que se sumaba su amigo Belushi ( a este dos años después, en 1982 lo llevó a morir víctima de una sobredosis de speedball, una inyección de cocaína y heroína). No hay un solo asidero al que agarrarse en un relato tan burdo, donde no hay personajes con alma, son meros clichés vacíos. Se siente como un homenaje al (R&B), soul y blues, donde se han convocado un montón de gente de este sector, así como amigos de la pareja para hacer cameos, pero no hay una base para dar entidad de película a esta anarquía, esta ausencia de ideas orgánicas. Esto nos lleva a un conjunto de viñetas que alternan números musicales y persecuciones, donde confunde destrucción sin fin, con divertimento, cuando este akelarre destroyer llega a aburrir con él y más, cuando nos importa un bledo (o menos) lo que está pasando en pantalla, pues no hay una mínima conexión con los protagonistas. En el apartado musical si puede ser atractivo para los fans del estilo, pues aparecen de Cab Calloway, Ray Charles, James Brown, Aretha Franklin y John Lee Hooker. Además de Blues Brothers con una banda de primera con los músicos Steve Cropper, Donald 'Duck' Dunn, Murphy Dunne, Willie Hall, Tom Malone, Lou Marini, Matt Murphy, Alan Rubin y Paul Reubens. Y la banda sonora, con canciones de Elmore James, Louis Jordan, Kitty Wells y Sam & Dave. Siendo destacables los números “Rawhide” y “Stand By Your Man” (ambas tienen su punto con la actuación tras una red metálica para impedir les lleguen los botellines que les lanzan en el club country), el "Everybody Needs Somebody to Love" y el clásico de 1931 "Minnie the Moocher" de Calloway.
historia de redención para el convicto en libertad condicional Jake y su hermano de sangre Elwood, quienes se embarcaron en "una misión de Dios" para salvar de la ejecución hipotecaria del orfanato católico en el que fueron criados. Para hacerlo, deben reunir a su banda de R&B y organizar una actuación para ganar $ 5,000 necesarios para pagar la factura del impuesto a la propiedad del orfanato. En el camino, son blanco de una "mujer misteriosa" homicida, neonazis y una banda country y occidental, todo mientras la policía los persigue implacablemente.
Resulta extraño, y tan fuera de lugar como todo este desbarajuste de película comience con una filmación aérea de un cielo industrial atestado de chimeneas enormes humeantes, provocando un cielo ennegrecido, para de ahí saltar a una prisión donde es soltado Joliet, el Blues Brother encarnado por John Belushi, donde se intenta dar humor (zafio) cuando le entregan sus pertenencias. Afuera le espera su hermano Elwood (Dan Aykroyd).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo que sigue es una trama más simple y superficial que el mecanismo de un martillo. Ello teniendo el hilo conductor de que la pareja protagonista desean reunir su banda Blues Brothers para recaudar el dinero necesario para pagar las deudas a hacienda para que no cierre el orfanato en que se criaron. Un McGuffin buenista rancio hasta dar arcadas por el almíbar. Con esta excusa comienza la odisea de los hermanos par air fichando a sus antiguos socios, en cada visita habrá un cameo y número musical correspondiente, ello en un tono irregular de imaginación, como un restaurante regido por Aretha Franklyn (entonará “Think”), una tienda de música dirigida por Ray Charles (cantará “Shake a Tail Feather”, o una iglesia gospel dirigida por James Brown (con “The Old Landmark”). Tras reunir a la banda a trompicones, se suceden varios números de la banda Blues Brothers, punteado esto por creación de enemistades por el caminos, de una banda country (The Good Ole Boys), de unos neonazis (se les hace el nada original leit-motive del tema “Ride of the Valkyries” de Richard Wagner), de la policía y hasta el ejército, pero todo esto en un nivel primario de ideas.
Y en el plano de la acción, una vez se han creado los enemigos, están las persecuciones, sobre todo la final, una exposición de tebeo de como decenas de coches de policía persiguen (sin saberse bien porque) a los hermanos, donde los autos policiales se estrellan una y otra vez, se amontonan, se destrozan, se despeñan, ruedan, saltan puentes inverosímiles, con momentos tan bufos como el salto hacia atrás por los aires del coche de los hermanos ('Bluesmobile', Mount Prospect retirado de 1974, Illinois Dodge Monaco de patrulla), ello donde además, de propina se entra en un centro comercial, a modo de ataque al capitalismo se destrozan las instalaciones (Landis dijo sentirse orgulloso de ser el primero en el cine en hacer esto). Todo esto para acabar con el cameo de Steven Spielberg. Sumándose el epílogo con el tema (adecuado para el escenario) “Jailhouse Rock”.
Es una superproducción desproporcionada para lo que se cuenta, para el erial de ideas que hay, donde si te compras el disco de la banda sonora ya tienes lo único salvable, pues como película es penosa, hablar más de ella es darle la importancia que no tiene. Siendo uno de esos ejemplos de películas que puede en su momento gustara a ese público ochentero, pero 40 años después de su estreno me resulta una mediocridad. Fuerza y honor!!!
Y en el plano de la acción, una vez se han creado los enemigos, están las persecuciones, sobre todo la final, una exposición de tebeo de como decenas de coches de policía persiguen (sin saberse bien porque) a los hermanos, donde los autos policiales se estrellan una y otra vez, se amontonan, se destrozan, se despeñan, ruedan, saltan puentes inverosímiles, con momentos tan bufos como el salto hacia atrás por los aires del coche de los hermanos ('Bluesmobile', Mount Prospect retirado de 1974, Illinois Dodge Monaco de patrulla), ello donde además, de propina se entra en un centro comercial, a modo de ataque al capitalismo se destrozan las instalaciones (Landis dijo sentirse orgulloso de ser el primero en el cine en hacer esto). Todo esto para acabar con el cameo de Steven Spielberg. Sumándose el epílogo con el tema (adecuado para el escenario) “Jailhouse Rock”.
Es una superproducción desproporcionada para lo que se cuenta, para el erial de ideas que hay, donde si te compras el disco de la banda sonora ya tienes lo único salvable, pues como película es penosa, hablar más de ella es darle la importancia que no tiene. Siendo uno de esos ejemplos de películas que puede en su momento gustara a ese público ochentero, pero 40 años después de su estreno me resulta una mediocridad. Fuerza y honor!!!