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55 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
5
Y el tema daba para más
Me encantó la sinopsis y pensé que sería una película muy entretenida, más conociendo a Poelvoorde y las interpretaciones que nos brinda casi siempre. Y digo casi siempre porque aunque aquí sigue estando genial, la película no llega a engancharte. Y no lo hace porque es un tostón en muchas escenas. Sólo deseas que pasen para que vuelva a ser esa comedia que creías que ibas a ver.
Que lástima que con lo bien que pintaba el planteamiento acabe estrellándose y haciéndose interminable por momentos en los que el aburrimiento hace mella.
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51 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Dios existe y se apellida Van Dormael
¿Recordáis a Jaco Van Dormael? Exacto, ese genio que nos deslumbró a todos con Las vidas posibles de Mr. Nobody y que se dio a conocer con esa maravilla creativa que es Toto, el héroe. Uno de los pocos realizadores que quedan en activo que cada vez que se pone tras una cámara es para crear cine, único y mágico, sin limitarse a hacer pastiches que por muy bien dirigidos que estén no dejan de ser productos vistos una y mil veces.

En esta ocasión, el director belga nos cuenta la historia de la hija de Dios, una niña que vive en Bruselas con un padre opresor y una madre sumisa que solo limpia la casa y colecciona cromos de beisbol. Su hermano dejó el nido tiempo atrás. Dios no le envió a salvar a la humanidad, simplemente se fue de casa porque su padre era un cabrón.

Con solo dar un vistazo al punto de partida, ya salta a la vista que nos encontramos ante un producto fuera de lo común, pero es que no es solo eso; está contado en una clave de realismo mágico que te sumerge en la historia de principio a fin. Bien es verdad que este recurso que ya explotasen películas como Amélie o Delicatessen puede parecer que usado hasta el tedio, pero aquí sigue conservando el don de la novedad. Seamos claros, esto no es un caso aislado en la filmografía de van Dormael. Este hombre es, simple y llanamente, uno de los padres de el realismo mágico dentro del séptimo arte.

También es verdad que no todo es un jardín de rosas, como es normal en una película con un contenido tan excelso y complejo como el de esta, es sumamente complejo mantener un nivel constante. Si bien el film comienza en un tono de humor negro a costa de la iglesia tremendamente efectivo, acaba derivando en un drama entrañable que, a pesar de intentar mantener esa comedia que tan bien funcionaba al comienzo, puede acabar por sacar de la partida a alguno de sus espectadores. Es como si se tratase de dos películas distintas, lo cual no tiene porque ser algo malo, no obstante, es una narrativa a la que el público no está acostumbrado y puede llegar a desconcertar.

En resumidas cuentas, El nuevo nuevo testamento es una de esas pocas maravillas con la virtud de aportar algo nuevo. El año pasado tuvimos alguna que otra (Magical Girl, Coherence o Enemy, por citar alguna). Este año parece que llegan algo más tarde, pero mientras comiencen a llegar... bienvenidas sean. Necesitamos más soplos de aire fresco como el film de Jaco van Dormael en este mundo de pastiches y sucedáneos de sucedáneos.

www.cenitalynadir.es
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44 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Dios vive en Bruselas
Original, fresca, divertida y en ocasiones emotiva. Así es el quinto trabajo del realizador belga Jaco Van Dormael, autor que se prodiga poco en el cine pero que cuando lo hace, consigue aunar resultados satisfactorios entre crítica y público. Con escenas bastante cómicas, especialmente a cargo de su protagonista masculino, con una estética que por momentos recuerda a los filmes de Jean-Pierre Jeunet -El extraño viaje de T.S. Pivet, Delicatessen- los mejores momentos de la película son aquellos que se producen tras la huida de Ea y su búsqueda particular de los discípulos que la deben acompañar. Las historias personales de cada uno de estos singulares apóstoles son fábulas dentro la obra que enriquecen la misma y le dan ese tono de cuento que tanto favorecen el desarrollo de la trama.

Asimismo, las interpretaciones de los dos protagonistas son uno de los puntos fuertes de la cinta ya que, tanto Poelvoorde como la joven Groyne están perfectos en su rol de Padre e Hija. El primero, uno de los mejores cómicos del panorama europeo, brinda a su amigo y director de la película una de sus interpretaciones más completas, mientras que la segunda sorprende por su juventud y poca experiencia frente a las cámaras, ofreciendo un contrapunto tan redondo a su partenaire.

Un filme muy recomendable, que a pesar de sus casi dos horas de duración no se hace pesado gracias al ritmo del mismo, con una galería bastante rica de personajes secundarios bien escritos y un final muy original que pone la guinda perfecta y deja al espectador con una amplia sonrisa.

Más sobre esta y otras películas en el blog: argoderse.blogspot.com.es
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34 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
A su imagen y semejanza...
Dios existe, es un borracho, egoísta, aburrido, malvado… a su imagen y semejanza hizo al hombre, y él, no es mejor que el promedio. Peor, si acaso. Y vive en Bruselas. La película de Van Dormael mantiene un pulso con sus propias pretensiones, rellenando la historia de continuos golpes de gracia, ingenio, encanto... Pide que se la lea como un mosaico de mensajes cínicos o geniales, y la mayor parte del tiempo cuela. Pero también juega con temeridad a exigir la metáfora y la lectura profunda, poco, afortunadamente, y sus aciertos son tantos y tan continuos, que nunca deja de ser encantadora. Llevada con genio, siempre sorprende con una idea más, con otro guiño y mucho buen rollo. La permea una extraña tristeza y una comedia muy inteligente. Encaja como el buen puzzle, cerrando sobre si misma con absoluta lógica surrealista. Y es meritorio en una ocurrencia que podría haberse desinflado con facilidad, y sin embargo, se mantiene a flote a base de fuerza bruta creativa, siempre acertando en su cinismo, con afilada mala uva. Es su inteligencia, la que evita el exceso de pretensiones y la aleja de la obviedad.
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30 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Como la vida misma
La película hace una afilada crítica de las creencias y nos muestra el desamparo de nuestras vidas. Eso puede parecer mucho, pero lo consigue con una historia surrealista y liviana. Es interesante, absurda, cruda, tierna, malvada, triste y salpicada de momentos del mejor humor, como la vida misma. Los actores son excelentes y muy bien escogidos, con unos niños que lo hacen sorprendentemente bien, en especial la niña protagonista. La cámara nos muestra la historia con originalidad, resaltando con eficacia la personalidad de todos los protagonistas, ofreciéndonos un magnífico espectáculo visual. La música, muy agradable, es también parte de la historia.
En fin, una película muy recomendable, no apta, quizás, para fanáticos de la religión con poco sentido del humor.
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21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Entre interesante y curiosa
Pues sí, resulta que Dios existe y vive entre nosotros, para ser exactos en Bruselas. En una especie de apartamento con lugar a nada y con un mujer y una hija a las que maltrata y no solo de palabra. También, tiene un hijo que, como todos sabemos, ha tenido vida propia. Dios, este dios, tiene una habitación con un ordenador y un montón de archivos que suben por las cuatros paredes de manera infinita. Nos tiene a todos y desde allí nos controla y juega con todos, produciendo desastres sinfín que parecen divertirle mucho. No es el Dios bondadoso que todos tenemos en mente.

A Dios le sale respondona su hija, que harta del trato recibido, decide escaparse por la lavadora hacia el mundo real y se lleva consigo la clave de la habitación donde el mal Dios controla todo, enviando antes un mensaje a todo el mundo sobre la fecha de su muerte. ¿Su misión? Encontrar unos nuevos apóstoles, con los que escribir un novísimo testamento y así crear un nuevo mundo. Buscará para ello entre los más desheredados o aquellos situados lo más al borde posible de la humanidad. Como muestra un botón significativo: Catherine Deneuve y su historia con el gorila enjaulado.

Estas son las premisas con las que parte este film belga, convertido en comedia negra en muchas ocasiones, con un punto naíf dominante y que resulta, en general, bastante divertido y absurdo, como la escena de un cielo de flores de colores. En definitiva, una película aceptable que vi, e intenté entender, en Montpellier en su idioma original, como colofón de mi estancia allí.
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15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Estos dioses tan cabrones tocan mucho los cojones
Jaco Van Dormael dirige y escribe esta divertidísima producción belga que se sitúa a medio camino entre la parodia, el surrealismo, el universo flowerpower de Ameliè y la irreverencia de los Monty Phyton. La peli no tiene desperdicio de principio a fin.

Ese Dios cervecero, hijodeputa, maltratador, pendenciero, cabronazo y para más inri belga (fantástico Benoît Poelvoorde), que se divierte planificando catástrofes naturales, guerras terribles, líos entre los humanos, tragedias de toda clase y putadas de todos los colores.

Esos monólogos impagables de su hija Ea contando al espectador lo pedazo de cabrón que es su padre. Geniales las charlas de Ea con su hermano J. C., que años atrás huyó de casa y se juntó con doce apóstoles para intentar paliar en lo posible el mal hecho por su padre.

Esa madre medio lela aficionada a coleccionar cromos de béisbol.

Ese momento de rebeldía en el que Ea revela a todo el mundo vía móvil la fecha de su muerte para joder a su padre y para que la gente haga con su vida lo que quiera, ya sabiendo cuándo va a morir.

Ese vagabundo semianalfabeto que será el encargado de escribir el nuevo Nuevo Testamento.

Y luego esos seis apóstoles que faltan para formar los 18 del equipo de béisbol:

1. Esa chica guapa sin brazo. Fantástico el baile de la mano de silicona.

2. Ese ejecutivo que sigue a una bandada de pájaros.

3. Ese obseso sexual que se encuentra en el doblaje de una peli porno a la chica de la que se enamoró de pequeño en la playa.

4. Ese asesino enamorado que ya no quiere matar.

5. Esa señora rica que se prenda de un gorila.

6. Willy, el niño que quiere pasar los últimos días de su vida siendo niña.

Lo mejor:

- Las historias de amor: El asesino y la bella, Ea y Willy, el obseso y la actriz de doblaje, la señora y el gorila, el ejecutivo arrepentido y los pájaros…

- Bueno, y el personaje de Kevin, el chaval al que le quedan 64 años de vida y al saberlo se dedica a tirarse de rascacielos y de aviones porque sabe que no va a morir. Buenísimo.

En mi opinión lo único que le sobra es algo de flowerpowerismo; se pasa un poco, pero incluso ese exceso no consigue deslucir un guión tan completo y tan lleno de matices. Por cierto, cuando la madre de Ea pinta el cielo de flores parece talmente un anuncio de compresas.

En resumidas cuentas, una película muy divertida pero que también da que pensar. No estoy yo demasiado segura de que el Dios supuestamente auténtico del que nos han hablado toda la vida no sea igual o aún más hijodeputa que este Dios belga. Se admiten apuestas.
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14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Muy divertida, merece la pena verla
La historia es surrealista y divertida, parece que el guionista se ha divertido mucho inventando esta historia.
Golpes muy buenos sobre una base imaginaria en la que no hace falta la lógica.
Lírica y de gran belleza en algunos momentos.

Se trata de un Dios cruel que vive sobre la tierra.

Mantiene un rítmo excelente.
Bien interpretada por sus actores.
Buena fotografía, en algunas escenas asombrosa.
¡Merece la pena verla!
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11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
De lágrimas y de santos
Imaginación desbordante, humor constante, Dios, la muerte, una orgía musical, preciosa fotografía, inteligencia, libertad, juego, buena literatura, amor, dolor... ¿Se puede pedir más? No.
Un deleite y un frenesí. Un disfrute morrocotudo y feliz. Como una fiesta de cumpleaños o una tarta rosa.
Somos música. Probablemente. Handel, Purcell, Schubert, Trenet... Y circo. Y animales. Gorilas en la niebla. Y asesinos. Y obsesos. Y niño. Y niña. Cuando nos deja jugar el cabrón de Dios (sádico, borrachuzo y torpe, vaya sorpresa, qué gran descubrimiento, me sacas de un entuerto y de una duda).
La historia más grande jamás contada. Mejor que nunca.
Hubo momentos tan inspirados y certeros, tan luminosos y dichosos que yo mismo me creí Dios por un peuqeño momento, agradecido a los humanos por inventar el cine.
Pero todo cuento tiene un final. Y, las más de las veces, suele ser amargo.
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10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Muy divertida, no os la perdáis.
Dios existe, vive en Bruselas y es mala gente. Le gusta fastidiar a la humanidad como entretenimiento. Su hija se rebela y decide cambiar las cosas bajando a la tierra.
Irreverente sin llegar a ser irrespetuosa, llena de situaciones graciosas y personajes geniales.
Me quedo con el génesis como aparece aquí contado, y con las normas que va ideando Dios para cachondearse del mundo.
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14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Vaya con Dios
Si el título de esta película hubiera sido lo que, más o menos, reza la frase promocional en su cartel francés: “Dios existe y vive en Bélgica”, hubiera dado una idea más clara de lo que va la película y hubiese sido más acertado que el que lleva, “El nuevo nuevo testamento”, el cual da la impresión que haya sido sacado de filmografías de Manuel Summers o Mel Brooks en sus horas más bajas, pudiendo sugerir al espectador que se trata de un producto carente de imaginación, cuando imaginación y sobre todo despliegue visual desde luego no le falta. Aunque el tema no sea nada nuevo ni original, se ha utilizado una concepción de guión e ideas, como la de la lavadora, propias de Spike Jonze, bien conjuntada con una imaginaría visual que oscila entre Jean- Pierre Jeunet, sobre todo en su colorido, y Terry Gilliam, en el diseño de algunos de los decorados, como la habitación llena de ficheros, sacada de “Brazil”.
Quizás lo más descuidado en su guión sean algunos de sus personajes, como el de la mujer de Dios, una desaprovechada y muy encasillada en este tipo de papeles Yolande Moreau, o sobre todo el mismo Dios, Benoît Poelvoorde, muy pasado de rosca desde un principio y con poca progresión dramática, junto a algunos chistes de segunda que puedan resultar ofensivos o reiterativos, incluso algunos de sus “gags” están torpemente subrayados por una musiquita payasesca que sobra. También, lo que suele ocurrir en estas narraciones de historias cruzadas, hay subtramas que están más desdibujadas unas que otras, como la de Catherine Deneuve frente a la de François Damiens y Laura Verliden, por ejemplo, una de las más conseguidas por cierto. Y destacar, cómo no, la labor de Pili Groyne en el papel de Ea, hilo conductor de la historia y que sabe, a pesar de su juventud, soportar bien su responsabilidad.
Antes aludíamos a la torpe utilización de la música en contadas ocasiones porque rechina con el resto del destacable trabajo, pero quiero decir que posee una banda sonora variopinta, con más sentido del que en principio pudiera parecer, muy conseguida y plagada de autores reconocidos, sean contemporáneos o clásicos. Sus ambientes, sus efectos especiales… todo está cuidado, como debiera exigirse en toda producción de presupuesto holgado.
Jaco Van Dormael logra un film interesante, con cuestiones universales muy profundas, aunque estén tocadas no con mucha profundidad, y en una clave cómica a veces algo facilona, fórmula que el cine lleva haciendo hace más tiempo del que en principio pudiera parecer. Pero sigo preguntándome si a Van Dormael le volverá su inspiración inicial, con esa con la que nos sorprendió con su notable “Totó, el héroe” y que parece que con el transcurso del tiempo se ha ido disipando, quizás porque anda más ocupado en los aspectos técnicos y vistosos resultados más que en transmitir desde lo que es el mero hecho de contar, sin tantos alardes técnicos, y poniendo más romanticismo, o corazón, que dicho sea de paso, se supone es la base en la que sustenta su cine. Por último señalar que al final de los créditos hay un "gag" que posiblemente,en futuras emisiones televisivas, se perderán los espectadores. Ningún canal en abierto respeta los créditos, pero ya incluso los créditos iniciales, que el otro día emitieron "Cortina rasgada" omitiendo su presentación, chapuza que no había visto nunca, pero bueno, ese ya es otro tema.
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9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Los Perfectos Renglones de Dios
La religión siempre ha formado parte inherente de nuestras vidas.
Una serie de normas y dogmas bajo los que supuestamente orientar nuestra existencia, ser más nobles y aprender siempre a poner la otra mejilla. Incluso una manera de negarnos a nosotros mismos, para servir a una colectividad divina que nunca alcanzamos a ver en esta vida.
Algo tan arraigado en nuestro crecimiento como especie, la creencia en un ser superior, que la aceptamos sin pega, en parte porque necesitamos creer en algo, en parte por miedo a una institución que tiene un dedo puesto en cualquier lado.

Jaco Van Dormael, aceptando esto, retrata a un Dios desastrado y cruel, que se divierte estipulando reglas absurdas bajo las cuales sufrimos cada día. Catástrofes naturales y accidentes son los principales entretenimientos de este Dios ficticio, que sin embargo no podemos evitar asociar a una realidad que se revela injusta la mayoría de las veces.
Lo que se está mostrando podría ser ficción, podría ser verdad: nadie sabe si Dios vive en Bruselas, en un apartamento al cual se accede por el túnel de una lavadora, pero sí sabemos que en muchas, determinadas situaciones, elevamos una plegaria a un Dios que nos dijeron estaría ahí... y nunca lo está.
El Génesis es contado como la clase de experimento que uno realizaría una tarde de domingo aburrida, y no como la experiencia que hará posible los diversos milagros que forman la Tierra: somos un accidente que fue creado sin un propósito determinado.

Es quizá por eso por lo que sufrimos el abandono, el rechazo y la pena, porque nadie dijo que íbamos a existir para cumplir esas funciones. No solo eso, sino que encima ni siquiera sabemos en qué momento dejaremos de existir, por lo que mejor "existir bien".
Es decir, cumplir lo que se supone que te dicen que debes hacer, ser noble, poner la otra mejilla, no alzar tu voz por encima de otras. Cumplir esa homogeneidad repartida bajo la cual te aseguran un reino de Dios en tu fallecimiento, eso es lo que se debe hacer.
Pero es entonces cuando Jaco Van Dormael traza la línea, y dice: hasta aquí.

Dios también tuvo una hija, eso no lo sabe mucha gente. De hecho, su hijo bajó a la Tierra a por nosotros queriendo escapar del legado del padre, haciendo milagros para que viéramos que no todo tiene que ser malo, o tiene que ser sufrido.
Ea, su hija, continúa ese legado familiar, y tras darnos la llave de nuestra libertad extraída de las más oscuras carpetas digitales de su padre, se mezcla con los mortales para tratar de comprendernos. Para registrar cada sentimiento, cada emoción o simple testimonio, que formarán parte de un Nuevo Testamento, esta vez uno de nuestro siglo.
La hija de Dios, acompañada por su escriba que no sabe escribir, busca a seis apóstoles, para que con los doce originales puedan formar un equipo de rugby. La clase de detalle, alegremente profano, inocentemente expuesto, tras el cual empezamos a adivinar que esta no es una historia sobre Dios, es una historia sobre las personas.

Personas que, se nos revelan bajo la mirada atenta de Ea, dolidas, rotas y anhelantes de deseo. Gente que escapa a la normalidad, y aún así se fuerza a encajar en la normalidad a martillazos.
Cada testimonio suyo es un escalofrío en nuestra espalda, porque no se puede negar la verdad magnífica, imperfecta, que rezuma de cada uno de ellos: la bella manca nos habla del deseo que suscita a su paso, donde todos la ven como un trozo de carne, pero a ella solo le gustaría tener, por ridículo que suene, un último baile con su mano amputada. El ridículo se transforma en belleza, de la manera más insospechada, y nos damos cuenta de que muchas veces solo aspiramos a eso, a convertir nuestros defectos en gloriosas muestras de nuestra imaginación.
Así sucede con el oficinista que por una vez se para en el banco a escuchar el mundo, con el obseso sexual que solo celebra la perfección del cuerpo femenino, con la rica adinerada que nunca ha sentido el verdadero contacto del amado, con el asesino sumergido en una vida mediocre, con el niño que quería experimentar cómo es ser una niña, desafiando cualquier canon establecido.

Todos tuvieron que esperar a que les dieran fecha de caducidad para atreverse a ser como siempre quisieron ser. Todos se dieron cuenta de que no merecía la pena no ser quiénes siempre quisieron ser.
Y, en un último giro final, nosotros nos damos cuenta de que podemos ser quiénes queramos, sin tener que esperar a que ningún Dios, ausente o cruel, nos dé permiso para serlo.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Deliciosa e interesante comedia
The Brand New Testament (El nuevo nuevo testamento) de Jaco Van Dormael: Aunque fui a verla con cierto interés y porque me gustó la sinopsis, además que era una de las preseleccionadas para competir por el Oscar a Película Extranjera, no me imaginaba que me iba a gustar tanto. Ha sido una grata sorpresa. Primera película que veo del director, y me ha encantado. Es una comedia muy ingeniosa, creativa, satírica y con un fascinante humor negro, que te lleva desde la carcajada por situaciones surrealistas y cómicas, hasta enfrentarte a la siguiente escena a un tema serio y triste. Su guión me parece brillante, en síntesis es una visión particular de un Dios que vive en Bruselas, Bélgica, y no es nada a lo que imaginamos. Su hija toma venganza para reunir discípulos propios y escribir un nuevo nuevo testamento, jeje. Nos enfrenta a temas muy serios, filosóficos y reflexivos, cómo ¿Qué haríamos al tener consciencia de la fecha exacta de nuestra propia muerte? Es una de las premisas que mueve los hilos de la historia. El resultado es fascinante. Estupenda, emotiva, divertida, buena dirección, fotografía. .. y tienen varias escenas memorables con alta carga poética.

http://frasesdecineparaelrecuerdo.blogspot.com.co/2016/08/frases-pelicula-the-brand-new-testament-jaco-van-dormael.html
http://asbvirtualinfo.blogspot.com.co/
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Santificado sea Van Dormael
No somos pocos los amantes del cine que quedamos maravillados con Las vidas posibles de Mr. Nobody, una cinta belga (rodada en inglés, con reparto internacional y 37 millones de presupuesto, todo sea dicho) que manejaba a la perfección un cóctel de drama y ciencia ficción cuya impecable puesta en escena propiciaba una catarata de mensajes sobre la vida y la muerte realmente conmovedores. Jaco Van Dormael fue el responsable de aquel trabajo, un tipo al que ya se le conocía previamente en el circuito internacional gracias a cintas como Toto, el héroe o El octavo día, pero que con la obra protagonizada por Jared Leto dio un salto de fama y calidad

Partiendo de ciertas bases ya vistas en Las vidas posibles de Mr. Nobody pero siguiendo caminos similares, Van Dormael dirige y escribe El nuevo nuevo testamento (Le tout nouveau testament), una película que imagina un Dios terrenal, con barriga cervecera, muy malas pulgas y residente en Bruselas. Gracias a un ordenador, es capaz de controlar a su gusto todo lo que sucede en el mundo, desde las catástrofes a las alegrías pasando por esas pequeñas cosas que siempre se han llamado Ley de Murphy (“la tostada siempre caerá por el lado de la mermelada” y sucedáneos). Pero lo que no puede controlar Dios es a su propia familia. La esposa hace lo que puede por soportarle, pero su espabilada hija Ea se harta del todopoderoso y decide enviar a cada ser humano su fecha de defunción, algo que colapsará la rutina de todo el planeta y la del propio Dios, partiendo la pequeña a continuación en busca de varios apóstoles que le ayudan a reformular otro nuevo testamento.

La trama posee un evidente toque cachondo y, por fortuna, Van Dormael prefiere desarrollarla como tal durante los primeros minutos. Hasta que Ea se rebela contra su padre, el cineasta belga no duda en ofrecer, incluso desde un punto de vista forma, una concatenación de situaciones cómicas que gozan de una gracia particular. Este humor con apariencia absurda pero relleno de inteligencia le viene que ni pintado a Benoît Poelvoorde, actor ya veterano en la comedia francófona y que aquí demuestra estar a la altura en un papel que, por otra parte, tampoco requería un esfuerzo heroico.

Todo cambia con ese giro argumental con el que comienza la verdadera razón de ser de la película. El registro cómico no desaparece en su totalidad, pero sí deja paso evidente a algo más visceral. Van Dormael propone en El nuevo nuevo testamento una disección sobre cómo los seres humanos somos capaces de tirar nuestro tiempo por la borda, desperdiciando ocasiones para hacer lo que nos gusta y estar con la gente que queremos, mintiéndonos a nosotros mismos, como si pudiéramos gozar de una segunda vida para obrar de una manera distinta a la que no nos hemos atrevido en la primera. Una teoría que ya puso en práctica en Las vidas posibles de Mr. Nobody, si bien en esta ocasión el director opta por despersonalizarla de un solo individuo y rehúye de todo lo que hacía compleja a aquella; una opción que, en consecuencia, la desprende de la profundidad de su mensaje y cercena la inmensa emotividad que desprendía.

Van Dormael está a punto de perderse en el laberinto de personajes y situaciones que él mismo crea. Por fortuna, su facilidad para lograr que empaticemos con los entrañables personajes que desfilan por sus películas hace que El nuevo nuevo testamento resista el envite y, aunque no llegue a las cotas de calidad presentes en su obra magna, ofrezca una grata y atractiva disección sobre uno de los principales defectos inherentes a casi todo ser humano. Jamás el visionado de una película que combine unas intenciones tan excelentes con un producto que en su conjunto se hace ameno podrá calificarse de innecesario, una circunstancia que perfectamente se puede aplicar a esta cinta por más que existan diversos altibajos a lo largo de la misma.


Álvaro Casanova - @Alvcasanova
Crítica para www.cinemaldito.com (@CineMaldito)
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Un Dios urbano y metafórico.
Original metáfora que nos va a hacer cuestionarnos con una sonrisa en la cara y alguna que otra carcajada, la existencia de un Dios divino en detrimento de un Dios mas urbano y terrenal, pues ¿qué pasaría si todo lo que nos ocurre ha sido programado por Dios? y de repente, ¿se ve obligado a lidiar urbanamente con todo lo creado?, pues esto y mucho mas es lo que te puedes encontrar en esta película, a traves de unas bonitas y tiernas escenas que bailan al son de una clásica BSO y que pese a que a la película, le cueste mantener el ritmo alcanzado durante sus primeros 45 min; esta, resulta ser de lo mas curiosa y en dicha originalidad radica el que nos encontremos ante una película diferente.
Para finalizar les dejare una pregunta porque el Dios cristiano se escribe con mayúscula y el resto de dioses con minúscula? acaso el resto de dioses no tienen derecho a ser nombres propios o es que esta regla fue creada por el mismísimo "Dios".
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Aburrida, Aburridaaaaaaa y pesada como el plomo.
Película que refleja la supuesta existencia y vida cotidiana de Dios y familia en Bruselas. El film no es bueno ni malo, más bien malo, realmente no hay por donde cogerlo. Más bien parece un episodio de una serie de televisión, ha veces es aburrido con ganas, pero también y durante algunos minutos del metraje, resulta lucido y con un cierto sentido y toques de humor realmente geniales, pero tan y tan escasos que no merece perder el tiempo visionando esta película. Esta “cosa” tiene un guión mediocre y absolutamente gris, con unos diálogos irregulares, un montaje bastante correcto, una buena dirección y unos intérpretes que actúan de manera acertada, y que se esfuerzan por sacar el film adelante, pero con escaso éxito.
Conclusión: Escapa de mi comprensión el porque se ruedan este tipo de películas, que solo inducen al soberano bostezo, aunque no la desaconsejaría del todo por los escasos momentos que resulta interesante. Siendo benévolo solo le puedo dar un 2.
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7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Notable y original película
El director Van Dormael hace de esta película una divertida y sátira crítica directamente a Dios... Exista o no exista. Pero si existe vive en Bruselas y es un c.... O eso nos propone su director. Una película luminosa y divertidad que sobresale todo el reparto especialmente la niña Pili Groyne merecido premio en Sitges.No es un film cómodo para los ultracatólicos. Pero eso no quita para hacer una película con un buen guión bien llevado hasta su inevitable final.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Así en la tierra como en el mar
Dios es de carne y hueso, una persona como cualquiera de nosotros, pero más cabrón que todos nosotros juntos.
Sus super-poderes no están conectados a la divinidad sino a un super-ordenador que nadie tiene, con él ha creado miles de leyes universales con las que jodernos la existencia.
Su hijo Jesús se rebeló e intentó arreglar el mundo en manos de su tiranía, no lo logró. Ahora le toca a su hija, que creará EL NUEVO NUEVO TESTAMENTO.

Para empezar ha mandado por SMS la fecha de muerte de todos los habitantes del mundo, Dios ya no tiene atemorizada a la humanidad, el miedo desaparece y las personas quieren aprovechar el tiempo que les quede sin la presión de la incertidumbre ni la comodidad de dejar para otro año lo que ahora sí tiene fecha de caducidad.

Las guerras han desaparecido, no hay suficientes personas que se presten a ellas sabiendo cuándo marcharán para siempre.

El Nuevo Nuevo testamento constará de 18 apóstoles, la hija de dios va en busca de los 6 nuevos protagonistas. 18 es el número favorito de su madre, el mundo quedaría en manos de ella, la mujer de dios. El mundo cambiaría si la Diosa tomara el mando, hasta el cielo tendría maravillosas opciones de diseño inspirador.

A estos seis elegidos se les ha concedido algún sinsentido o sentido del amor; éste puede que no sea menos cabrón que el propio dios, puede que se trate de un ex-asesino o un orangután, pero amará de verdad.
Incondicionalmente.
Porque no existe ley que el de "allí arriba" pueda escribir al respecto.
Sobre todo si allí arriba no hubiera nadie y una dulce Diosa ocupara finalmente el ordenador que programa y diseña nuestras vidas;
sin posibilidad de una segunda vida celestial,
así en la tierra como en el mar.
Mucho más divino.


http://www.EnOcasionesVeoVivos.blogspot.com
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Dios y su Hija.
43/06(10/03/16) Sugestivo film belga, escrito, producido y realizado por Jaco Van Dormel (guioniza junto a Thomas Gunzig), una cinta punteada con picos de espléndido realismo mágico, con un encantador humor negro, una original y fresca propuesta, que consigue engancharte desde el inicio con su fantasiosa idea de reversionar la historia de Dios como un ser mezquino, juguetón y vengativo, todo contado desde el punto de vista de la rebelde hija de Dios, derivando en una divertida comedia, con buenos momentos, con situaciones bizarras atractivas, lástima que no mantenga el buen nivel durante todo el metraje, y denote cierto desequilibrio en su bloque central que hace no se eleve más, al entrar en las subtramas de los discípulos la irregularidad se adueña de la historia, hace el espectador se aleje algo de la acción, sumándose que el personaje más divertido, Dios, deje de estar presente durante muchos minutos. Destaca el actor que encarna a Dios, Benoît Poelvoorde, un cómico francés que demuestra una vis cómica oscura tremenda, así como sobresale la joven Pili Grayne como la hija de Dios, demuestra una dulzura y dulzura deliciosa. Posee una ambientación notable, que recuerda indefectiblemente por su colorido y el susodicho realismo mágico al estilo del Jean-Pierre Jeunet de “Amelie”.

La cinta te engancha con su prólogo, rebosante de humor, con su particular Génesis, con la creación del mundo (Bruselas), con la creación de los humanos, con el caustico y juguetón Dios creando las leyes (de Murphy) para entretenerse y reírse de los humanos, esto relatado con gran ritmo, con un trepidante encadenado de gags divertidísimos, con diálogos en el deprimente apartamento de Dios vibrantes de energía, con situaciones de estupendo humor negro, pero en su giro argumental gana en reflexión existencial sobre cómo nos tomaríamos los humanos si nos dijeran la fecha exacta de nuestra muerte, gran elemento para radiografiar la compleja Naturaleza de las personas, pero a la que nos e le saca el jugo que desprende la situación, y en cuanto Dios y su hija pisan Bruselas, la cinta gana en desequilibrio, las historias de estos apóstoles no dan tanto de sí como el director cree, se pierde en pensamientos pretenciosos en los que roza en algún momento la caricatura bufa, quedando un gran hueco con la falta del personaje Dios, un tipo divertidísimo, pero en su tramo final se vuelve a elevar y sube enteros con un clímax sugestivo y atractivo. Está bien la reflexión sobre como los humanos desperdiciamos el tiempo y no disfrutamos del instante que estamos en el mundo, cuando nuestro objetivo debería ser intentar ser felices y hacer lo que nos guste, no ser prisioneros de los convencionalismos de nuestra sociedad, pues bien, esto que sobre el pale resulta de hondura es tratado de modo cercano a lo bufo, y lo peor es que el realizador se nota quiere pontificar, debería haberse dedicado más al humor y no querer ser tan serio, le iba mejor el tono de bizarrada políticamente incorrecta, haciendo chanzas de la religión, de sus arcaicos dogmas. Cuando el tono es de sátira la historia se eleva y divierte. La historia destaca por su fantasía visual cercana al susodicho estilo de Jeunet aderezado con algo de Terry Gilliam, imposible no ver en el despacho de Dios, con esas paredes con infinitos ficheros reminiscencias de imágenes de “Brazil” (1985), con dosis de magia evocadora, que intenta transformar la realidad en un cuento, donde nuestra ordinaria realidad es mostrada como algo frustrante, esto gracias en parte a un Dios maligno, travieso, patético, egocéntrico, en contraposición al marcado estilo femenino de la Hija, que anhela cambiar el mundo con su tierna inteligencia. Relato desarrollado con gran imaginación visual, con momentos de buen humor, entremezclado con un retrato de personas defectuosas y bajas en autoestima, que cuando conocen el día de su fallecimiento cambian, su cerebro hace clic y deciden hacer lo que realmente siempre han querido.

Agradece el director y guionista no dé sermones sobre como la religión, en este caso el cristianismo, que nos coarta, toca la beatería, pero de un modo un tanto liviano, a modo de sketch superficial, donde su análisis sobre el sentido de la vida se queda en un esbozo, se habla del amor, del odio, de las ilusiones, de la muerte, sobre la opresión patriarcal, contra el machismo, y sobre todo habla de la vida, pero todo sin armas para tener calado suficiente para perdurar, nos viene a decir Van Dormel que solo un Dios cruel y que no le importemos podría jugar con nosotros y dejarnos sufrir tanto. Esto podría entenderse como una herejía o blasfemia, pero su poder de profundizar es tenue como para molestar, aunque siempre habrá gente con la piel tan fina que les ofenderá.

Existe cierto irregularidad en el coctel de géneros, pretende más de lo que puede Van Dormel, y eso que parte de una idea con bastante potencial, en cuanto tienen que exprimir la inanidad del ser humano se atrancan en momentos visualmente ingeniosos y hermosos por momentos, pero quedan plúmbeos, lo de la búsqueda de los discípulos queda en un bosquejo que no se sabe hacia dónde va, el Renuevo Testamento es una excusa un tanto vaga, liviana para dar sentido de hondura a la historia, llega a desorientarse entre tanto personaje exagerado y esperpéntico, a pasarse de rosca, se desaprovechan personajes de gran valía como el de la mujer de Dios, o por supuesto el susodicho Dios, intenta dar profundidad, pero su tratamiento se queda por momentos en pretencioso.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Dios existe y vive en Bruselas
Y es un redomado hijo de puta (como muchos ya sospechábamos), que disfruta torturando a sus criaturas, y maltrata de palabra y obra a su mujer y a su hija de diez años, que harta de él le hackea el ordenador y envía por whatsup a todos los homínidos la fecha exacta de su muerte, con el fin de que puedan vivir el resto de su existencia a su aire y sin tapujos. Naturalmente, Dios la sigue hasta el mundo de los humanos y recibe más hostias de las que habría podido imaginar... Mientras, su hija Ea (excelente Pili Groyne) forma su propio grupo de apóstoles. Ha de reunir seis más para reescribir el Nuevo Testamento... Entre ellos aparece una Catherine Deneuve entregada a la causa, en el papel de una aburrida burguesa que goza de todas las comodidades, hasta que expulsa a su marido de casa y se empareja con un simpático... gorila, un guiño a Max, mon amour, la famosa película de Nagisa Oshima. Deliciosa parábola de Jaco Van Dormael sobre el triste destino de los humanos, aderezada con estupendos gags, humor socarrón no exento de mala leche, y buenas interpretaciones en general. Los meapilas la odiarán, pero los demás se lo pasarán muy bien. Un guión inteligente, que nunca fuerza las costuras, una idea original, una realización ágil y enérgica (las dos horas no se notan), tal vez una de las comedias más originales de los últimos años. Debo advertir que no os retiréis durante los títulos de crédito: hay una secuencia final cuando terminan. A disfrutar.
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