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Críticas ordenadas por:
Lady Bird
Lady Bird (2017)
  • 6,6
    27.392
  • Estados Unidos Greta Gerwig
  • Saoirse Ronan, Laurie Metcalf, Lucas Hedges ...
5
No es para tanto.
En su segundo largometraje como directora y guionista, Greta Gerwig nos ofreció un "dramedy" sobre la vida adolescente en Sacramento de Christine MacPherson "Lady Bird" (Saoirse Ronan). Una criaja que está pasando por la típica y irremediable época adolescente ("el pavo", para que nos entendamos) donde siempre se la toma con los padres, se tiene un concepto de la vida egocéntrico y se pasa por una montaña rusa de emociones y cambios de humor. Una transición de la inmadurez a la madurez que es tan obligada como (afortunadamente) breve.

Todos hemos pasado por esa catarata hormonal, y nos hemos dado cuenta después de las (in)ofensivas tonterías que hicimos o dijimos. "Lady Bird" hace un retrato fidedigno de esa época... para bien y para mal. Pues la parte buena que se puede decir de su guion es que nos identifica con esa etapa de la vida, y la parte mala es que ese punto de vista adolescente se mantiene en esa forma superficial y ensimismada en todo momento. No tenemos en "Lady Bird" pues reflexiones adultas o personajes hondos, pues los avatares de esta acomodada (sí, acomodada aunque ella no lo crea así) niña se limitan a los cabreos con la madre, los romances someros y frívolos, y los arrejuntamientos con amigas (¿qué adolescente femenina no ha vivido los cambios de grupitos de amigas y las rencillas que se producen con esos cambios entre los grupos?). Unos temas que pueden interesar al público púber, pero que al público adulto nos llega a aburrir y nos hace desconectar por momentos. Pues en "Lady Bird" no estamos ante un humor en sus situaciones de una ironía desatada (ni siquiera cuando más lo intenta el metraje) ni ante unos dramas multiversados y trabajados. No, "Lady Bird" es un relato desarrollado con bastante rutina a pesar de su complicidad para con el espectador.

El guion tiene las patas cortas (en su tratamiento sobre la juventud le gana la partida "Boyhood" (2014) y eso que tampoco me resulta una obra maestra), por lo que la cinta va ganando enteros gracias a sus interpretaciones. Ronan está magnífica con su caprichosa, curiosa e intensa protagonista, saca oro de su personaje con un carisma cercano y una naturalidad maravillosa. Lo mismo se puede decir de Laurie Metcalf, Lucas Hedges o Timothée Chalamet en roles más secundarios y esbozados. La realización por su parte es atinada, pero en ningún caso destacada. Gerwig hace buen uso del plano/contraplano y los planos recurso, pero ahí acaba su labor. Es más preponderante el lucido vestuario y maquillaje, así como la singular banda sonora de Jon Brion (que hace un divertido uso de los instrumentos de viento. En especial en los créditos iniciales, pero esas melodías no dejan de hacer acto de presencia durante el largo).

Virtudes que realzan y elevan la experiencia cinematográfica. Aun así, no evitan que el espectador medio maduro desconecte de tanto en cuanto dada la mundaneidad del desarrollo argumental. Solo recomendable a los cinéfilos más aficionados a los "dramedys", a los fans de alguien de su reparto (aunque tienen mejores películas en su haber) o al público adolescente. "Lady Bird" no llega nunca al nivel de "dramedys" como "El lado bueno de las cosas" (2012), "Los descendientes" (2011) o "No te preocupes, no llegará lejos a pie" (2018), pero se se queda en un "A propósito de Schmidt" (2002), "Todo lo demás" (2003) o "Si de verdad quieres" (2012).

Lo mejor: Me quedo con la actuación de Ronan y la banda sonora de Brion.
Lo peor: Su guion.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El resplandor
El resplandor (1980)
  • 8,2
    149.415
  • Reino Unido Stanley Kubrick
  • Jack Nicholson, Shelley Duvall, Danny Lloyd ...
6
"Cuando sean las 5, puede asegurar que aquí no quedará ni un alma".
Film de intriga y terror que nos brindó Stanley Kubrick en 1980, un largo que se torna en clásico emblemático gracias a su singular y atinada puesta en escena... así como por un guion que deja lugar a las cavilaciones e interpretaciones del espectador con gran gusto.

Admito que el thriller no es uno de mis géneros predilectos, y tal vez por ello esta película no me resulto tan maravillosa y sobresaliente como a los más entendidos del suspense y horror. "El resplandor" se me queda en una película tan digna como entretenida... y ya.

La premisa es un libro de Stephen King (que reniega de esta adaptación fílmica al variar ciertos detalles que el escritor considera cruciales. Sin embargo debo opinar que en la adaptación al lenguaje cinematográfico funcionan mejor estas variantes... y a los resultados del telefilm que fue más fidedigno con la novela original me remito) sobre una familia de tres que acepta el trabajo de guardeses de un hotel durante la temporada baja de cierre, pero este hotel esconde muchas turbadoras y espeluznantes sorpresas.

"El resplandor" es la mejor película sobre casas encantadas (hoteles en este caso), una cinta que sabe progresar su argumento con gran mesura y equilibrio, y que guarda instantes de curiosas averiguaciones y sustos perturbadores... hasta llegar a la conquista final de ese hotel con vida propia y abierto a mil teorías sobre su maldición (la mía es...
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Guns Akimbo
Guns Akimbo (2019)
  • 5,6
    8.621
  • Nueva Zelanda Jason Lei Howden
  • Daniel Radcliffe, Samara Weaving, Mark Rowley ...
4
De sarcástica premisa y de puesta en escena insigne... pero de trama redundante.
El artista de efectos especiales Jason Lei Howden debutó en la dirección y el guion con este largo para Amazon Prime Video, una comedia negra que nos relata como Miles Lee Harris (Daniel Radcliffe) debe sobrevivir con un arma clavada en cada mano por culpa de un malvado (Ned Dennehy) que dirige un juego macabro retransmitido online, una suerte de "juegos del hambre" donde los jugadores matan a otros en la vida real y todo se ve online a base de drones y demás. Miles se mete a la fuerza en el juego tras comentarlo y meterse con él por internet.

La premisa es curiosa, nos propone una visión tan pesimista como descarnada de la sociedad "atontada" con el mundo virtual. Por desgracia la cinta nunca llega a desarrollar esos puntos fuertes de su temática, ya que "Guns Akimbo" acaba derivando en un comedia de acción repetitiva que tan solo consiste en ver al personaje "manospistolas" huyendo de los malvados de turno... hasta llegar al "malo muy malo". Los personajes no tienen dimensiones, carecen del más mínimo interés (todos son tópicos andantes, desde el malvado de turno que es malo y punto, pasando por el amigo incondicional o el poli corrupto) y la trama troncal de huidas, persecuciones y final contra el malvado tiene más agujeros que un queso gruyere... y tales incoherencias hacia su propio universo que hacen que arqueemos la ceja si nos preguntamos una explicación.

Desde luego el guion es bastante holgazán e indolente respecto a su trama de acción de enfrentamientos (tampoco es que esperara unas intrigas propias de las cintas con más acción de Christopher Nolan o David Fincher, pero una comedia de acción que fuera capaz de llevarnos con nervio y virajes a lo "La jungla de cristal" (1988), "Deadpool" (2016), "Superdetective en Hollywood" (1983), "Arma Letal" (1987) o "El otro guardaespaldas" (2017) sí que se pudo lograr con algo más de genio en la composición de sus misterios y sus personajes). El humor por su parte es ajustado, tiene algunas situaciones y diálogos de un sarcasmo deleitable... y otras con un humor gore que solo contentará a los muy aficionados a este género. Aun así el sentido del humor tan espabilado de tanto en cuanto es lo mejor a nivel de libreto.

Por otro lado la puesta en escena es primorosa, los gráficos insertados en el primer tercio son una maravilla embobante, el diseño audiovisual tanto de personajes (inolvidable el look de su protagonista en el primer tercio del metraje) como de escenarios son todo un dechado de estilizadas virtudes. Una puesta en escena muy cuidada que no solo triunfa en su diseño de producción, también en una realización briosa que emplea una profusión de planos (aunque en opinión de quien esto escribe se pasa algo de frenada con los giros de la cámara) de lo más orgánica y resolutiva en líneas generales. La banda sonora es aceptable (con temas muy pertinentes para dinamizar el relato... y con otros bastante machacones). Las actuaciones además refulgen, Daniel Radcliffe está comodísimo en el papel y se nota al aportar un inusitada e instantánea complicidad con el espectador, mientras el resto del elenco otorga dignidad a unos roles que son meras comparsas.

Así pues tenemos un entretenimiento que acaba siendo una tontada... para lo bueno y para lo malo. Una mera excusa para ofrecer tiros por doquier y caras de asombro en sus personajes. El desarrollo pedía más y por culpa de la escasez de elaboración argumental la cinta se hace un tanto tediosa para los que no somos incondicionales de la comedia gore o de acción (eso sí, para estos aficionados "Guns Akimbo" se convertirá en un largo indispensable en su haber). Solo recomendable a los seguidores de la comedia adulta en general, y a los fans de Radcliffe en particular. El resto no se pierde nada que no haya visto en los memes que se han hecho de la película con Radcliffe en Hogwarts vs. en "Guns Akimbo". Pues la cinta se acerca en calidad más a telefilms como "La vieja guardia" (2020) que a comedias de acción como "Guardianes de la galaxia" (2014).

Lo mejor: Me quedo con el C.G.I. de los primeros minutos (no por nada Howden es más experto en esto que como guionista).
Lo peor: Diría que el guion en los dos tercios últimos del film.
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Bob Esponja: La película
Bob Esponja: La película (2004)
  • 6,2
    7.210
  • Estados Unidos Stephen Hillenburg, Mark Osborne
  • Animación, David Hasselhoff (Voz: Tom Kenny) ...
5
Para niños... sin perder de vista a los adultos.
Tras el merecido éxito de la serie animada para niños (y no tan niños) de Nickleodeon "Bob Esponja" (1999-) era de obligación que nos topáramos con su primera incursión en el largometraje para salas de cine (luego han seguido un par de largos en cine y televisión). Y "Bob Esponja: La película" sufre de lo mismo que "Los Simpson: La película" (2007), y esto es que no le sienta tan bien el formato de más de una hora. A ambas comedias animadas les sienta mejor el formato de 20 minutos, pues con esa duración son capaces de concentrar las gracias más inspiradas y hacer fluir unos enredos bastante básicos de por sí. En "Bob Esponja: La película" nos encontramos con un protagonista que deberá embarcarse en una aventura marina junto a su inseparable amigo Patricio Estrella para recuperar la corona de Neptuno, y así salvar a su jefe de los malvados planes del antagonista de la serie: Placton. Todo ello envuelto en la misma irreverencia, guasa y sorna de la serie original.

Sin embargo, si bien tenemos en los minutos de "Bob Esponja: La película" varias gotas de humor absurdo ocurrente y de sarcasmo cómplice tanto para niños como para adultos, hay en este metraje mucha paja, con varias escenas estiradas sin necesidad y ciertos gags pueriles demasiado holgazanes como para que despierten ni tan siquiera la mueca en el espectador adulto que acompañe a los críos en el visionado.

No es pues una película animada familiar a la altura de obras maestras como "El Rey León" (1994), "Del revés" (2015), "La bella y la bestia" (1991), "Shrek" (2001) o "Blancanieves y los siete enanitos" (1937), ya que aquí no se cuenta con situaciones multiversadas, con una trama enérgica o con un humor de continuada perspicacia e inspiración. Esto es algo que, dada su concentración argumental, muchos de los episodios de esta serie icónica sí que logran. Pero aquí tenemos más bien una película de animación que no pasa de lo soportable para el público adulto más aficionado a estos personajes acuáticos, pero que hará eso sí las delicias de los niños más fans del universo Bob Esponja. La cinta se pone en la categoría de largos de corte similar como "Ratónpolis" (2006), "Piratas" (2012), "Madagascar 3" (2012), "Lorax" (2012), "Ice Age 4" (2012) o la saga de "Hotel Transilvania". Así que es un film solo recomendable para los más peques de la casa (que se reirán con boberías que a los adultos ya no funcionan) y los muy muy fanáticos de Bob Esponja (a lo Jack Nicholson). El resto se pierde entre poco y nada, aunque no moleste su contemplación en un primer visionado (pues la animación mantiene su sencillo pero singular nivel respecto a la serie televisiva).

Lo mejor: Me quedo con su primer tercio algo más fluído...
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El diablo a todas horas
El diablo a todas horas (2020)
  • 6,5
    14.228
  • Estados Unidos Antonio Campos
  • Tom Holland, Bill Skarsgård, Jason Clarke ...
6
De tiranteces pertrechadas con gusto.
El telefilm de Netflix que adapta la novela del mismo nombre de Donald Ray Pollock es un drama acicalado aunque no sobresaliente. Arvin Eugene Russell (interpretado por Michael Banks Repeta en la época infantil, y por Tom Holland en la época adolescente) es un joven del Ohio profundo tras la 2º Guerra Mundial. Como tal ha sido criado por un padre excéntrico y violento (tras regresar de la guerra con el síndrome de estrés post-traumático) lleno de penas y temores, sin embargo Arvin se topará con mayores amenazas una vez cumpla más años dentro de un pueblo lleno de personajes hipócritas y abusadores entre otros.

"El diablo a todas horas" es una película dramática recomendable, que presume de una factura audiovisual notable. Pues, si bien sus planos/contraplanos y sus planos recurso son de lo más rutinarios, tiene una cinematografía impoluta cargada de detalles, con unos escenarios de época minuciosos y absorbentes, con un diseño de vestuario imponente, pero sobre todo presume de unos escenarios exteriores de primorosa y embrujante ambientación. Unos parajes naturales que embeben al espectador con convicción y astucia. El sonido es impregnante de forma innata, mientras que la banda sonora atina en su elección musical a pesar de no ser original.

Una envoltura que atrae con delicia al espectador más exigente. Pero esto no sería nada si no fuera porque "El diablo a todas horas" arma con elegancia una serie de injusticias, y las tensiona hasta sus venganzas de manera habilidosa. Así pues observamos con cierta implicación todo lo que acontece entre estos personajes malvados, justicieros o claroscuros. El problema del telefilm es que se limita argumentalmente a estos golpes (valga la redundancia) de efecto, a estos crímenes y a su resolución condenatoria. Y es que a "El diablo a todas horas" le falta en sus más de dos horas más aristas en sus personajes (no resulta humano que carezcan de un solo atisbo de sentido en el humor... o de otros gustos vitales. Pues todo en ellos son traumas, imposturas, inseguridades, violencia y abusos) y más desarrollo a unas situaciones que se acotan a esos conflictos delictivos (usualmente encubiertos por el disfraz de la religión en la cinta que nos ocupa).

Lo que quiero decir con esto es que "El diablo a todas horas" pudo ser un "Gran Torino" (2008), un "Cadena perpetua" (1994), un "Mystic River" (2004) o un "Crash" (2004)... pero se conforma con ser un "Nunca más" (2002), un "Martha, Marcy, May, Marlene" (2011) o un "El clan" (2015) y le viene a pasar un poco lo mismo que a "Relatos Salvajes" (2014). Así pues hará las delicias de los que sean seguidores de los dramas tensionados, de las historias personales de ficción que se enfoquen en desatar los rencores y las sentencias. Porque "El diablo a todas horas" presenta y desarrolla estas situaciones con una gran puesta en escena, en esto incluyo a unos actores en estado de gracia a los que jamás había visto tan bien en ningún otro rol (y eso que muchos hemos disfrutado de Tom Holland en "Lo imposible" (2012) o de Robert Pattinson en "Cosmópolis" (2012). Pero ojo también a otro rescatado de la saga de "Harry Potter", Harry Melling, tremendamente unificado a su perturbador y verosímil rol. Con esto no desmerezco a Bill Skarsgård, Jason Clarke o Mia Wasikowska que están soberbios, pero es que lo que aquí realizaron Holland, Pattinson y Melling era oscarizable directamente) y eso no es solo mérito de su elenco sino también de la dirección de Antonio Campos.

La lástima es que su limitación en el desarrollo argumental hace que sus golpes de efecto de tirantez y nervio criminal y dramático diluyan su impacto e interés en un segundo visionado. Pero el primero es una gran experiencia audiovisual incluso para el cinéfilo cuya afición tire por otros géneros cinematográficos (admito que es mi caso). De cualquier modo es una cinta recomendable a todo público adulto que quiera pasar un rato de recreo digno. Absténgase el público infantil o el que no guste de los dramas criminales de ficción, pues como drama de ficción se sitúa al nivel de "La boda de Rachel" (2008), "Un día de furia" (1992), "Las vírgenes suicidas" (1999) o "Alacrán enamorado" (2013) y nunca al de "Leaving Las Vegas" (1995), "Atrapado por su pasado" (1993) o la trilogía de "El padrino" entre otras.

Lo mejor: Sus actuaciones en general y las de Pattinson, Melling y Holland en particular.
Lo peor: Cómo el guion se autolimita al drama criminal sin más facetas que ésta.
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Lo dejo cuando quiera
Lo dejo cuando quiera (2019)
  • 5,1
    10.716
  • España Carlos Therón
  • David Verdaguer, Ernesto Sevilla, Carlos Santos ...
7
Titulados universitarios buscan dar el pelotazo.
El especializado en comedias patrias actuales, Carlos Therón, dirige esta adaptación del film italiano "Smetto Quando Voglio" (2014). Una suerte de comedia ligera a rebufo de la fama de "Breaking Bad" (2008-13). Los tres protagonistas son unos nerds que se ven inmersos en la crisis económica, en la que su gran preparación profesional solo les sirve para mendigar trabajos "basura". La oportunidad de ganar mucho dinero fácil les viene cuando empiezan a traficar con unas pastillas de su propia invención.

La cinta se mueve por la comedia irreverente con habilidad en líneas generales. Configura a sus tres personajes principales como esos perdedores afables, tiernos y cómplices para con el espectador. Con una química de compadreo que sus actores comparten, y con unos diálogos de cercano sarcasmo. Aun así no estamos ante una cinta donde su sucesión de gracias irónicas, situaciones de enredo y humor absurdo atina siempre, el film sufre de situaciones planas, pueriles y rutinarias sin necesidad (y esto empieza a ser más habitual a partir del ecuador de la cinta).

Con lo que "Lo dejo cuando quiera" acaba ofreciendo un guion un tanto irregular, con salidas realmente inspiradas de carcajada (más en spoilers) y otras que no levantan ni la sonrisa. Por fortuna el saldo global es positivo y pesan más sus aciertos que sus errores en el desarrollo argumental por norma desenfadado, cercano y liviano.

La realización jamás se sale de la norma y no es capaz de aupar la experiencia cinematográfica (sus planos no molestan, pero dejan de lado cualquier atisbo de sello plástico), con una fotografía con algún que otro filtro ocre y un correcto uso de sus luces discotequeras pero poco más. Quienes verdaderamente alzan el producto son sus actores que están de lo más precisos e inspirados, en unos papeles en los que se acomodan con gran simpatía y participación para con el espectador.

Poco más tiene que ofrecer este film (pues su elección musical es de lo más rutinaria, su humor nunca llega a un riesgo glorioso y genial, y su ejecución en pantalla nunca aporta ingenio. ¡Vamos, que esto no es "Jackie Brown" (1997) o "Casino" (1995)!), pero da lo que promete con satisfacción. Una comedia española por encima de la media (lo que no la convierte en una obra maestra pero sí en un pasatiempo festivo muy decente). No es "Con faldas y a loco" (1959) pero se pone a la altura de "Amor y otras drogas" (2010), "Mentiroso compulsivo" (1997), "Florence Foster Jenkins" (2016) o "Cómo perder a un chico en 10 días" (2003), y supera con creces a comedietas como "Jack y su gemela" (2011), "17 otra vez" (2009), "Anacleto, agente secreto" (2015), "Otra terapia peligrosa" (2002), "Guerra de novias" (2009), "Ponte en mi lugar" (2003) y demás.

Lo mejor: Me quedo con las actuaciones y...
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La guerra del mañana
La guerra del mañana (2021)
  • 5,4
    13.381
  • Estados Unidos Chris McKay
  • Chris Pratt, Yvonne Strahovski, J.K. Simmons ...
4
La guerra del ayer.
El animador y director de "Batman: La legopelícula" (2017) nos presentó en 2021 un largometraje que se estrenó merecidamente via streaming directamente (pues no es un producto que merezca mayor recorrido cinematográfico), una película de acción futurista que es incapaz tan siquiera de lograr su limitado objetivo de entretener al espectador.

El ex-militar estadounidense Dan Forester (Chris Pratt) ve su vida trastocada cuando llegan unas fuerzas armadas del futuro para reclutarlo, junto a otros compatriotas, para que libren una guerra contra los extraterrestres en el Miami de 2051.

La premisa de batallas con tecnología de fantasía futurista y con viajes en el tiempo de por medio es una temática jugosa si se desarrolla en el guion con astucia (caso de largos como "Terminator" (1984), "Al filo del mañana" (2014), "Looper" (2012), "Terminator 2" (1991), "Tenet" (2020), "Código fuente" (2011), "Terminator Genesis" (2015), "X-Men: Días del futuro pasados" (2014) o "Minority Report" (2002)), por desgracia no es el caso. Pues tenemos en "La guerra del mañana" un guion endeble, con más agujeros que un queso gruyere dentro del propio universo que nos presentan (más en spoilers. De momento diré que es uno de esos films en los que todo acaba importando poco o nada, porque puede pasar cualquier cosa aunque no tenga ningún tipo de sentido... a lo "Blade II" (2002), "Elektra" (2004) o "Dragonball Evolution" (2009)) y con unos personajes que de tan tópicos se tornan inverosímiles y para nada humanos e implicantes.

Tiene el film, eso sí, una cinematografía decente. Pues nos topamos en "La guerra del mañana" con unos efectos audiovisuales de vistoso espectáculo (hay un uso muy blasonado en la iluminación de los viajes espacio/temporales, con una elección elegante de sus colores ocres y violetas por sus escenarios), con una definición de las escenas de categoría, con un sonido mesurado y con una realización natural y decidida en cada plano. Un abanico de elementos atinados que son suficientes para hacer fluir con gusto la narración... hasta cierto punto. Pues a priori el guion plantea ideas curiosas y atractivas... el problema es que poco a poco las va emborronando con desenlaces estúpidos o reacciones holgazanas. Y con eso difícilmente se puede luchar, no logra ganar esa batalla en el conjunto ni la puesta en escena ni su reparto (que está aceptable, pero en ningún caso memorable de forma que sea capaz de rescatar al film. ¡Vamos, que Chris Pratt en "La guerra del mañana" no es Bruce Willis en "La Jungla 4.0." (2007)!, ni Angelina Jolie en "Salt" (2010), ni Anthony Hopkins en "Hannibal" (2001)).

Con lo cual estamos ante un cine de palomitas que no es tal... a no ser que se sea tremendamente incondicional del cine de acción con criaturas CGI (que las hemos visto mejores, pero que en esta ocasión acaban siendo resultonas) y sesos disparados... o sea sea muy fan de Chris Pratt frente a la pantalla. Absténgase el resto, no se pierde nada. Si busca un pasatiempo futurista ameno, más recomendables son "Regreso al futuro" (1985) y su secuela, "Al filo del mañana", "Project Almanac" (2015), "Terminator" y su secuela, "In Time" (2011), "Origen" (2010), "Oblivion" (2013), "Guerra mundial Z" (2013), "Yo, Robot" (2004), "Tenet"... o incluso la saga de "Transformers". Pues "La guerra del mañana" se coloca más bien por la calidad de "After Earth" (2013), "La vieja guardia" (2020), "La quinta ola" (2006), "Ghost in the Shell" (2017), "Géminis" (2019) o "Alien: Covenant" (2017).

Lo mejor: Su C.G.I.
Lo peor: Su guion.
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Tarón y el caldero mágico
Tarón y el caldero mágico (1985)
  • 6,0
    5.053
  • Estados Unidos Ted Berman, Richard Rich
  • Animación, (Voz: Grant Bardsley, Susan Sheridan) ...
5
Animación adorable, guion tonto.
En los años 80 Disney nos ofreció un largometraje algo atípico en su temática (pues el relato se basa en un batiburrillo de leyendas del folklore galés, que incluyen gnomos, muertos vivientes, demonios y demás) pero que termina desembocando en un desarrollo de lo más infantil y dejado. El protagonista Taron, se lanza en la búsqueda del mágico caldero del título tras descubrir que un malvado rey con cuernos (no busquen más explicaciones a esta descripción, pues la trama no ofrece nada más) también quiere hacerse con él para desatar la maldición del caldero negro y someter a todo ser viviente.

Por un lado es de agradecer que Disney saliera de su zona de confort y nos ofreciera una galería de personajes más siniestra y pícara (y más picante en el caso de cierta bruja piruja de lo más secundaria) y no tan optimista y "buenrrollista"... el problema es que no pule estas premisas con algo de estrato o de matices. Los avatares de "Tarón y el caldero mágico" suceden sin ton ni son, hay personajes que aparecen y desaparecen de forma tan abrupta como incoherente (ejem, ejem, esa bolita mágica, esa princesa salida de la nada porque la cinta necesita que el prota tenga un interés romántico) y la catarata de situaciones jamás se nos presentan con fundamento o cohesión (esa espada mágica de la que no se explica absolutamente nada, solo que es mágica y ya. O esa caterva de malvados que son muy vistosos en lo visual, sí, pero ¿de dónde han salido?). Es tal la dejadez del guion que "Taron y el caldero mágico" hace que cintas tan anacrónicas como "La sirenita" (1989) o "La bella durmiente" (1959) parezcan obras maestras en comparación. Que conste que no estoy en contra de las cintas de animación que van presentando personajes estrambóticos en su simbolismo, pero esto se puede construir con cierta dignidad como en "Peter Pan" (1953) o "El libro de la selva" (1967)... o bien se puede abandonar de la forma más superficial e inconexa como en "The Room" (2002) o "Dragonball Evolution" (2009), y "Taron y el caldero mágico" corresponde al último grupo en cuestión de mimo argumental.

Pues tenemos en la cinta unas aventuras que, o bien tiran de tópico (el malo muy malo, el interés romántico, la mascota a la que se dedica demasiado tiempo a sus torpezas, etc.), o bien jamás aprovechan sus elementos metafóricos.

Y es una pena porque a nivel audiovisual "Taron y el caldero mágico" es un verdadero portento. Todo en ella es superlativo en su puesta en escena, hay un nivel de detalle sublime y enamorador en todos sus escenarios (ya sean en sus vetustos pero exóticos interiores como en sus frondosos y hechizantes exteriores (transmiten el mismo cariño por la naturaleza que notables productos como "David el Gnomo" (1987) o "Heidi" (1974), y eso es decir mucho)), hay una inspiración irrepetible en el uso de la luz hacia sus elementos (hay tonos que realmente parece que resplandecen)... en especial a los elementos que envuelven la magia o personajes mágicos, y tenemos una serie de diseños de personajes completamente atinados y seductores (ojo a ese gnomos, sin desmerecer a los personajes humanos) así como unos movimientos tan diligentes y espabilados como delicados y cautivadores. La banda sonora es además realmente pertinente (que no memorable) dado el tono algo tenebroso (pero nunca de forma extrema, esto es Disney).

Un dechado de virtudes que hacen que "Taron y el caldero mágico" entre por los ojos y llegue a compensar en cierta medida sus evidentes carencias argumentales (algo que hace que la cinta no se nos mantenga en la retina por mucho tiempo dada la nimiedad y bobería de su desarrollo argumental). Como distracción simpaticona llega a triunfar de forma momentánea en el público joven (pues los personajes más lóbregos pueden llegar a asustar o los muy muy peques de la casa), pero que nadie espere en "Taron y el caldero mágico" una aventura montaraz del nivel de "Peter Pan" (1953) o de la cinta animada de "El Señor de los Anillos" (1978). Pues "Tarón y el caldero mágico" se queda más bien a la altura somera de "Piratas" (2012), "Ice Age: El gran cataclismo" (2016), "Lorax: En busca de la trúfula perdida" (2012), "Buscando a Dory" (2016), "El viaje de Arlo" (2015) o "Madagascar 3" (2012). Solo indispensable a los más más fans de los largometrajes animados (adultos o infantiles), el resto puede tener un entretenimiento ajustado... que no aguanta más de un visionado.

Lo mejor: Su animación.
Lo peor: Su guion.
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Freeheld, un amor incondicional
Freeheld, un amor incondicional (2015)
  • 5,8
    1.840
  • Estados Unidos Peter Sollett
  • Julianne Moore, Elliot Page, Michael Shannon ...
7
Un amor natural y relevante... casi siempre.
Drama social y romance inherente se entremezclan en este largo de ficción basado en hechos reales (que toma como principal referencia el documental de este hecho acontecido, que ganó el Oscar en 2007) significativos en pos de la igualdad de derechos hacia el colectivo LGTBI en el mundo occidental.

Stacey Andree (Elliot Page) y Laurel Hester (Julianne Moore) son una pareja de hecho que vive felizmente su amor a pesar de ciertas trabas de su entorno (por desgracia es inevitable que se topen con homofobia, aunque sea más velada que en países subdesarrollados (como Mauritania o Sudán entre otros) donde directamente se ejecuta a las personas por no ser heterosexuales), pero la discriminación con la que conviven (y que hace que estén con un pie en el armario y con otro fuera de él) se torna en una bola de nieve cada vez más grande cuando Laurel es diagnosticada con una enfermedad terminal y desea que la pensión de viudedad recaiga en su pareja (hay que tener en cuenta que estamos hablando de unos años en los que en los Estados Unidos el matrimonio homosexual ni siquiera era legal. Y esto no es tan lejano en el tiempo: era 2006).

Y así, ambas emprenden (con ayuda de medios y organizaciones LGTBI) una batalla para que los cargos electos responsables de las pensiones de los funcionarios aprueben su petición.

Debo reconocer que "Freeheld" nos presenta unos mimbres importantes, con sentimientos humanos identificativos (el amor romántico, el sacrificio, el conflicto, todo se trata con tremenda cercanía, honestidad y envergadura) y una temática tan ilustrativa como jugosa (que no es otra que el avance en derechos humanos)... y que con todos estos ingredientes en el libreto logra tornarse en un conjunto encandilador e interesante en casi todo momento. Pero también debo decir que la cinta peca en bastantes ocasiones de no saber medir sus tiempos, de repetir circunstancias y situaciones sin ninguna necesidad... o de estirar con silencios incómodos y obviables un metraje que bien podía haber durado 20 minutos menos y resultar más pulido

Y es eso, su tempo un tanto errático por numerosas coyunturas, lo que lastra principalmente a un conjunto que, a excepción de esa falla, presume de grandes virtudes. Y éstas son el tacto de su libreto (tanto a la hora de mostrarnos la usual pero real (así se percibe) historia de amor como a la hora de otorgarnos circunstancias efectistas en la contienda jurídica (por el film desfilan personajes que apenas se salen del arquetipo de "homófobo maligno"... pero nunca se incide en la caricatura de forma exagerada en ellos, pues son personajes completamente anecdóticos y fugaces), una realización digna (que no sobresaliente, que Peter Sollet ("Nick & Norah" (2008)) no es ni Ang Lee ni Todd Haynes a la hora de imprimir un lirismo pictórico a sus planos) que aporta dinamismo de forma orgánica al devenir de la trama, un diseño de producción adecuado... y sobre todo unas actuaciones curtidas (Julianne Moore vuelve a demostrar que es una todoterreno y que puede capear a cualquier personaje (si bien es cierto que ha encajado mejor en otros roles como los de "Siempre Alice" (2014), "Lejos del cielo" (2002), "Las horas" (2002) o "¿Qué hacemos con Maise?" (2012), aquí solventa su papel con una emotividad cercana) pero es Elliot Page quien encaja de maravilla en un papel que se debe conocer al dedillo gracias a su viaje personal como persona LGTBI. ¡Vamos, que te crees su indignación en ciertos instantes porque la ha vivido en sus propias carnes! Aunque Steve Carell no le va a la zaga en un rol aguerrido y simpátrico en el que se lo pasa en grande. Michael Shannon por su parte también otorga cierta solidez en el personaje más secundario del conjunto principal). La banda sonora de Hans Zimmer Y Johnny Marr es olvidable a todas luces (no es el Zimmer de "El Rey León" (1994), "Batman Begins" (2005) o "Gladiator" (2000) precisamente).

Y así con todo tenemos un producto que a nivel global deja un saldo positivo (muy disfrutable a muchos ratos, y a otros (en menor medida) se denota algo más gris y plúmbeo) y se recuerda en especial si se es aficionado/a/e al cine social, a los dramas románticos o a los largos de temática LGTBI (admito que es mi caso como parte del colectivo). Ahora bien, no esperen una obra maestra de romance homosexual a lo "Brokeback Mountain" (2005) o "Carol" (2015), pues van a quedar sumamente decepcionados. Esperen más bien algo de la categoría de "La chica danesa" (2015), "La favorita" (2018), "Ammonite" (2020) o "Behind the Candelabra" (2013)... y mejor que otras cintas amenas y destacadas de su mismo género LGTBI como "Pride" (2014), "Albert Nobbs" (2011), "La vida de Adele" (2013) o "Rocketman" (2019) sí me ha parecido. Digamos que es una película recomendable a todo público adulto (menos a los homófobos) por bastantes razones, y solo indispensable para los muy aficionados al cine con contenido LGTBI o a los fans de sus intérpretes en particular (aunque en el caso de Moore y Carell hayan tenido trabajos superiores).

Lo mejor: Me quedo con la sutil pero sincera actuación de Elliot Page.
Lo peor: Cuando el metraje opta por alargar escenas sin ningún tipo de propósito más que el de prolongar el largo (empiezo a pensar que cuanto más dure una película más cara de debe de vender a las distribuidoras hoy en día. Espero que no sea ese el motivo de que hoy día casi todas las películas parece que no se puedan llevar a las salas si duran menos de dos horas minuto arriba minuto abajo).
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Top Gun (Ídolos del aire)
Top Gun (Ídolos del aire) (1986)
  • 5,8
    85.738
  • Estados Unidos Tony Scott
  • Tom Cruise, Kelly McGillis, Tom Skerritt ...
6
"Top Gun" o "¿Por qué mirar a chulazos de piscina cuando puede ver a los chulazos de aviones?".
En su segundo largometraje Tony Scott (el hermano de Ridley Scott, más orientado al cine de acción comercial que al artístico del bueno de Ridley) nos mostró un largo convertido en icono para los adolescentes de la época. Un incipiente Tom Cruise (que ya había dado muestras de su talento como protagonista en Risky Business (1983), pero cuya filmografía no abarcaba mucho más por entonces más que algunos secundarios y su participación en uno de los peores films de Ridley Scott: "Legend" (1986)) deambulaba por esta cinta entre chupas de cuero, abdominales aceitosos y gafas de sol.

La trama (unos jóvenes pilotos de élite del ejército realizando maniobras acrobáticas y rivalizando entre ellos) no dejaba de ser una mera excusa para que las caras bonitas de la época lucieran sonrisas y músculos dentro de un ritmo narrativo eficiente. Y el caso es que "Top Gun" acaba resultando, por H o por B, una película entretenida y eficaz. Su desarrollo argumental es realmente básico (el protagonista vive entre cabriola y cabriola aérea un romance tipicón y una tragedia personal bastante tópica y trillada), con una trama realmente sencilla (nadie se va a perder en ningún detalle) lo suficientemente habilidosa en su progreso narrativo como atraer a todo tipo de público en sus minutos. Pero desde luego que nadie espere en "Top Gun" un guion al nivel de "El padrino" (1972), incluso si hablamos de films estandartes de los años 80... "Top Gun" no entra dentro del grupo de las cerebrales y artísticas "Érase una vez en América" (1984), "Amadeus" (1984), "Los intocables de Elliot Ness" (1987) o hasta "Regreso al futuro" (1985), "Karate Kid" (1984) o "E.T." (1982). No, "Top Gun" está dentro del grupo de las "Dirty Dancing" (1987), "Superdetective en Hollywood" (1984),"Flashdance" (1983), "Oficial y caballero" (1982) y "Batman" (1989) de la vida, films amenos y realmente disfrutables dentro de su ligereza. Ya que el libreto de Jim Cash y Jack Epps Jr. (basado a su vez en la novela "Top Guns" de Ehud Yonay) si bien no aporta un solo gramo de fidedignidad respecto a los pormenores de las fuerzas armadas aéreas, se va sucediendo con medida, viveza y agilidad. Unos avatares que interesan más por la percha que por el contenido, con una banda sonora original memorable (imposible que no se quede en la cabeza "Take My Breath Away" de Berlin y se rememoren los tonos cálidos y ocres de sus escenas de romance, pero tampoco desmerecen los temas "Danger Zone" de Kenny Loggins y "Tom Gun Anthem" de Harold Faltermeyer y su situación en los fotogramas), una fotografía notable (el uso de los filtros es todo un portento), unos efectos especiales soberbios en todo lo concerniente a los vuelos de los cazas, un vestuario y maquillajes superlativos (no por nada lo que más se recuerda de la cinta son los looks (con o sin camisas ochenteras) que se nos marcan Tom Cruise, Val Kilmer, Meg Ryan, Kelly McGillis y compañía) y una cámara que transmite un regocijo de lo más complaciente tanto en las aventuras aéreas como en las pronosticables tramas personales. Los actores además dan una solidez a sus roles muy competente (otra cosa es que algunos demostraron ser más que unas caras bonitas (Anthony Edwards, Tom Cruise y Val Kilmer) y otros no (Kelly McGillis) y que algunos acertaron con sus retoques estéticos (Cruise) y otros no (Meg Ryan))... aunque tampoco es que se pida demasiado de ellos. Digamos que Cruise no está en "Jerry Maguire" (1996), "Nacido el 4 de Julio" (1989), "Minority Report" (2002), "Entrevista con el vampiro" (1994) o "Algunos hombres buenos" (1992) sino más bien en "Oblivion" (2013), "Misión: Imposible" (1996), "Al filo del mañana" (2014) o "El último Samurái" (2003). Y esto no es otra cosa más que una cinta de recreo tan inofensiva y pasajera como eficiente. Solo indispensable para el ochentero más acérrimo o para el fan de alguien de su reparto, recomendable como pasatiempo liviano para el público general (menos al que le haga ascos al cine de acción o al blockbuster comercial por muy vigoroso que sea en su desarrollo argumental). En mi opinión personal ésta es la mejor película de Tony Scott hasta la fecha (aunque eso no sea decir demasiado).

Lo mejor: Su música. Su vestuario y su maquillaje.
Lo peor: Su flojo guion (que no es un horror, pero desde luego es el punto más bajo del conjunto).
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Somos los mejores
Somos los mejores (1992)
  • 5,3
    5.328
  • Estados Unidos Stephen Herek
  • Emilio Estévez, Joss Ackland, Lane Smith ...
4
A ver, tanto como los mejores...
"The Mighty Ducks" (aka. "Los poderosos patos") es una franquicia Disney que inició su andadura con el largometraje que nos ocupa, y al que siguieron dos continuaciones, una serie de televisión, otra en imagen real y... el producto más importante: la fundación por parte de The Walt Disney Company de un equipo de hockey profesional en Anaheim (donde están también los parques temáticos de Disney en California (el Disneyland Resort que incluye el Disneyland Park entre otros)) que (a pesar de haber sido vendido por Disney en 2006) se mantiene en la mejor liga de Hockey sobre hielo del mundo (la NHL) habiendo ganado la afamada Stanley Cup de la temporada 2006/07.

Todo un canto a este animado deporte, una franquicia que despliega más talento fuera de la pantalla (con el equipo Anaheim Ducks de la NHL) que dentro de ella (con estos productos audiovisuales infantiles bastante limitados de contenido y de estilo). Y es que "Somos los mejores" es una película de lo más pueril, arquetípica y superficial. Un abogado otrora buen jugador de Hockey en la infancia (Emilio Estévez) se ve obligado a hacer servicios comunitarios y a entrenar a un equipo infantil de escaso talento y motivación. El desenlace y el como se llega a él nos lo podemos imaginar todos.

El mentor que llega para encauzar a sus alumnos y dejarles los valores del trabajo en equipo, la diversión deportiva (o estudiantil) y la colaboración entre compañeros es algo que el cine lleva tocando desde tiempos inmemoriales. Pero "Somos los mejores" no lo trata con ingenio, ni con intrigas mimadas, ni con humor despierto, ni con drama hondo. No, esto no es "El club de los poetas muertos" (1989), "Campeones" (2018), "Los chicos del coro" (2003), "Rebelión en las aulas" (1967) o "Karate Kid" (1984)... ni siquiera es "Hardball" (2001), "Déjate llevar" (2006), "Mentes peligrosas" (1995). Esto es algo mucho más monocorde, mundano y simplón, y si llegan a decir que fue un telefilm de Disney Channel me lo creería.

Pues, aunque el film tuvo su recorrido comercial por las salas, a nivel artístico deja mucho que desear. Su guión se nutre de tópicos por doquier ("el gordito patoso del grupo", el "armario callado de buen corazón", "el niño sensible", "el niño renacuajo", "el gélido y materialista mentor que abrirá su corazón", etc.) y jamás los conduce fuera de sus esquemas ya establecidos. Es una cinta no solo que no sorprende, sino que no interesa (al menos si se tienen más de 10 años) y tampoco hace reír con sus pretendidas gracietas (normalmente a cargo del personaje con sobrepeso de la cinta). La puesta en escena tiene además una cinematografía ordinaria, solo se salva la realización de Stephen Herek ("Critters" (1986), "Las alucinantes aventuras de Bill y Ted" (1989), "101 dálmatas: Más vivos que nunca" (1996)) tanto en las escenas de diálogos de planos/contraplanos como en las escenas de hockey que combinan perfectamente sus planos cerrados (ojo a ciertos encuadres con la cámara sobre la pista de hielo enfocando el juego de pies) y sus planos recurso más amplios (como algunos cenitales).

Eso, junto a una efusiva banda sonora por parte de David Newman, es lo mejor que se puede decir de "Somos los mejores". Pues ni los actores están en su mejor momento (los críos no comparten química y parecen que les han juntado a regañadientes. Joshua Jackson apenas comenzaba su andadura actoral y, como es lógico, está en su peor papel. Y Emilio Estévez no da a su papel un carisma claroscuro. ¡Vamos, que no da el pego como caradura desenfadado! Desde luego no es ni Antonio Gutiérrez en "Campeones" ni Jack Black en "Escuela de Rock" (2003)).

Estamos pues ante una película meramente infantil, que no amplía sus cotas argumentales y/o creativas para contentar a un público más adulto... ni siquiera al que como yo disfrute del patinaje (ya sea sobre hielo o en línea) como uno de sus deportes predilectos (pues aún sabiendo de la gozada que es deslizarse y jugar con la gravedad (jamás he sido de baloncesto, fútbol y demás, sino de patinaje, ciclismo y esquí cuando los ahorros lo permiten en el caso del último) esta cinta nunca llega a infundir de esa sensación en sus fotogramas). Un film solo recomendable a los muy fans de Disney, a los más pequeños de la casa que puede que se conformen con este entretenimiento, y a los incondicionales de Emilio Estévez (que supongo los habrá), el resto se pierde de poco a nada.

Lo peor: Su cinematografía telefilmera.
Lo mejor: Su realización eficiente.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Campamento alienígena
Campamento alienígena (2019)
  • 3,9
    1.394
  • Estados Unidos McG
  • Jack Gore, Miya Cech, Benjamin Flores Jr. ...
5
Buen revestimiento, común "mediocre" relato.
Frugal telefilm para Netflix el que realizó McG ("Los ángeles de Charlie" (2000), "Terminator Salvation" (2009), "¡Esto es la guerra!" (2012)) en 2019. Unos niños van parar a un campamento de verano, durante una excursión se pierden y es entonces cuando se produce una invasión alienígena. Deberán entonces buscar refugio y supervivientes mientras tratan de hacer llegar al ejército una clave con la que dan por accidente para acabar con estos aliens monstruosos.

El telefilm nos propone un relato de supervivencia y acción bastante trillado (dentro de ese subgénero de catástrofes futuristas que son las invasiones alienígenas, tenemos films de supervivencia y acción de corte similar a este "Campamente alienígena" como son "Soy leyenda" (2007), "La quinta ola" (2006), "Skyline" (2010), "Attack the Block" (2011), "Independence Day" (1996), "La huesped" (2013), "Cowboys Vs. Aliens" (2011), "Mars Attacks" (1996), "La guerra de los mundos" (2005) y demás) y es esa falta de frescura lo que más le pesa al largo.

Pues nos da una sucesión de huidas, ataques, rescates y demás más vistos que el tebeo y sin ninguna virtud extra que nos haga implicarnos mínimamente en el asunto. Es por culpa de esto un producto que se ve con facilidad pero siempre con cierta distancia o desconexión si se tiene más de 10 años. No es una mala película, pues presume de un montaje espabilado y vital (con algún que otro plano/secuencia trucado en la acción de la más vistoso), de una fotografía apreciable (todo lo que envuelve los paisajes montañosos resulta una delicia en su composición de elementos escénicos. Y el uso de los filtros ocres durante la invasión dan el tono de fábula que la cinta pretende) así como de una cinematografía de categoría (en la que se puede sentir la brisa de los pinares o el ahogo de las explosiones bélicas), de unas actuaciones competentes (y esto es decir bastante teniendo en cuenta que sus protagonistas son unos niños pre adolescentes), de un vestuario pertinente y de unos efectos especiales dignos (que no sobresalientes) tanto en el diseño de estos aliens monstrencos como en sus movimientos o sus ataques aéreos.

Todo un despliegue audiovisual que realza un relato bastante holgazán a la hora de pulirse en matices y ocurrencias. Pues, si bien es cierto que "Campamento alienígena" posee un tono de comedia desahogado en todo momento, se trata de un humor que nunca llega a despegar del todo y que se queda en la leve sonrisa de tanto en cuanto y jamás en la carcajada inevitable. Las bufonadas bastante perezosas de su libreto son aprovechadas por unos actores infantiles realmente desenvueltos en sus roles y con cierta química en su grupo.

Ingredientes suficientes como para que "Campamento alienígena" sea una distracción confortable para todo público... en un primer visionado. Pero desde luego la cinta no pertenece al grupo de "las buenas de Netflix" (esto no es "Los dos Papas" (2019), "Mank" (2020), "Roma" (2018), "Hillbilly" (2020) o "El diablo a todas horas" (2020) sino más bien un "A ciegas" (2018) o un "La mujer en la ventana" (2021)).

Lo mejor: Me quedo con su fotografía.
Lo peor: Lo convencional de su premisa, de la que es demasiado esclava.
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Cold Mountain
Cold Mountain (2003)
  • 6,6
    43.102
  • Estados Unidos Anthony Minghella
  • Jude Law, Nicole Kidman, Renée Zellweger ...
7
Tan básica y sencilla como honesta y hermosa.
Basada en la novela del mismo nombre de Charles Frazier, Anthony Minghella adapta en el guion y en la dirección este relato que nos narra los hechos ficticios de una pareja separada durante la guerra de secesión norteamericana. Por un lado tenemos las desventuras de acción y supervivencia por el que pasa el desertor confederado William Inman (Jude Law), y por otro el periplo de la "señoritinga" Ada Monroe que se ve con mucha educación de libro pero nula práctica a la hora de sobrevivir en una granja abandonada y ya sin familia. La ayuda de la lugareña Ruby Thewes (Renee Zellweger) será crucial en más de un sentido.

Lo cierto es que en "Cold Mountain" tenemos un relato clásico, con mucha evocación a largos como "Lo que el viento se llevó" (1939), "Leyendas de pasión" (1994), "Expiación" (2007), "Australia" (2008) o "Un horizonte muy lejano" (1992) protagonizadas también por Nicole Kidman. Es un drama de época que va caminando por situaciones bastante estandarizadas, con huidas del protagonista de los "malos", con un romance "de película" muy idealizado, y con unas penurias dignas de capítulos de "La casa de la pradera" (1974-83). Pero esto se ejecuta por parte de Minghella ("El paciente inglés" (1996), "El talento de Mr. Ripley" (1999)) con una franqueza muy humana, por ello los personajes se nos tornan reconocibles y cómplices. Pues "Cold Mountain" nos va mostrando un catálogo de amores (filiales, de romance, de amistad, de compañerismo, de erotismo) que no son vehementes o maduros, son amores básicos, simples y diría que hasta "tontorrones"... y aun así son amores reconocibles en su poder. Minghella trata pues esta sencillez en el desarrollo argumental con mucho tacto y cercanía, y por ello logra conectar con el espectador e irlo implicando (tampoco de forma irremediable, esto no es del nivel de "Gladiator" (2000) o "Salvar al soldado Ryan" (1998)).

Mimbres suficientes (que no sobresalientes, pero desde luego tampoco mediocres) como para que una superlativa puesta en escena ponga el resto. Y es que jamás he visto escenarios exteriores de tan marcada e inmersiva belleza natural, ni tampoco los he visto tan bien rodados, con esos encuadres que empequeñecen a los personajes entre tanta magnificencia y opulencia paisajística. Por supuesto que no desmerecen los hábitats boscosos que recorre el personaje de Law (ni el manejo de la cámara de Minghella en aquellos. Pues el director de Inglaterra nunca mueve la cámara de forma acelerada, pero sabe aportar unos dulces paneos y movimientos en los planos medios que priman en la acción de supervivencia), pero el culmen de la hermosura se lo lleva ese hogar de Cold Mountain del que casi se respira ese aire puro mientras se observa ese perfecto bucolismo. Y es que "Cold Mountain" entra principalmente por la vista y lo hace a lo grande (tampoco son deleznables los decorados interiores mimados al detalle y que nos sumergen en esa época de civilización rústica. Ojo al diseño artístico de la cabaña en la que reposa cierta noche el personaje de Law, o a como queda la granja del personaje de Kidman tras quedar abandonada), en toda su puesta en escena desde los planos/contraplanos tan habilidosos por parte del su director hasta los efectos especiales de lluvias torrenciales o explosiones bélicas. La parte de vestuario y maquillaje también cumple pero no destaca de forma tan dominante como sus escenarios, y lo mismo se puede decir de su banda sonora que solo aporta un tema principal original digno (y hasta pegadizo) que se acopla a la perfección al tono del film.

Las actuaciones por su parte resultan notables... aunque admito que su elenco ha dado mucho más en otros roles (y a "Los otros" (2001), "A.I: Inteligencia Artificial" (2001), "Chicago" (2002), "The Holiday" (2006), "Judy" (2019) o "Moulin Rouge" (2001) me remito). Nicole Kidman estaba en la cima profesional tras su Oscar por "Las horas" (2002), y lo mismo se puede decir de Zellweger que llegaba de un tour de force en "Chicago" y de Law con sus robaescenas en "AI: Inteligencia Artificial" y "Camino a la perdición" (2002)). Resultan naturales, aledaños y comprensibles en sus marcadas personalidades (lo cual no es moco de pavo), aunque su química es la justita. El Oscar a Zellweger me parece un poco exagerado, pues está decente pero no de una perfección incontestable (a veces (muy pocas, no es la norma por la que se desenvuelve) se le va la mano en la sobreactuación de "paleta").

Y así con todo tenemos una cinta que en sus más de dos horas siempre entretiene y además deja un regusto durante y tras su visionado muy satisfactorio debido al devenir natural del relato, a su franca confección y a su despliegue audiovisual tan primoroso. No es un drama de época con amores y guerras de por medio de la altura de "Gladiator", "Tigre y Dragón" (2000) o "Braveheart" (1995) pero se pone al señalado nivel de "Elizabeth" (1998), "Caballo de batalla" (2011), "El curioso caso de Benjamin Button" (2008), "Lincoln" (aunque aquella cinta de 2012 tenía un guion que sí tocaba sus palos con mayor madurez, complejidad y variedad), "12 años de esclavitud" (2013), "Hasta el último hombre" (2016) o la miniserie de "Guerra y paz" (2007), y supera a largos del mismo corte como "Robin Hood" (2010), "Expiación", "Corazones de acero" (2014), "Australia", "La última legión" (2007), "El último Samurai" (2003) o "El Rey Arturo" (2004). Es una película muy recomendable (que no indispensable, a no ser que se sea seguidor acérrimo de los dramas bélicos con romances o fan de su director o actores) a todo público y de casi todas las edades (los más peques de la casa quedan excluidos por las escenas gore y de matanzas, que aunque sea todo tomate en la cinta se transmite con eficacia).

Lo mejor:...
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El vuelo (Flight)
El vuelo (Flight) (2012)
  • 6,6
    36.121
  • Estados Unidos Robert Zemeckis
  • Denzel Washington, Kelly Reilly, Don Cheadle ...
6
Lo que pierde en realismo lo gana en esparcimiento.
El decimosexto largometraje de Robert Zemeckis es un thriller dramático basado muuuy vagamente en el accidente aéreo del McDonnell Douglas MD-83 del año 200 en Alaska (en aquel no se salvó nadie y cayó en aguas del océano Pacífico). "El vuelo" nos relata como un experimentado piloto (Denzel Washington) realiza una proeza de aterrizaje de un vuelo comercial, las consecuencias de este hecho harán que su vida sea vista con lupa dado su evidente problema de adicción a sustancias nocivas.

Admito que todo el mundo de la aviación (quitando al paterfamilias, que es ingeniero aeronáutico jubilado) me es bastante ajeno, poco sé (que los Airbus europeos tienen mayor calidad y fiabilidad que los Boing americanos, pero para de contar)... pero desde luego hay detalles de la cinta que resultan escasamente creíbles como poco (pues si ya hay inmensos controles a los pasajeros, cuesta creer que se permita el vuelo a un/a piloto de vuelo comercial (he volado con ambos, de maravilla) ponerse al mando en estado de embriaguez (y menos tras el caso de Andreas Lubitz). Y aun resulta más vergonzoso que la cinta trate de hacernos vender que el alcohol mejoró la pericia del piloto, pues incluso en este film de ficción se acaba evidenciando que es la experiencia del piloto lo que marca la diferencia, lo demás es una carga en lugar de una ayuda a la hora de la rapidez en las respuestas (me parece que en la cinta confunden el alcohol con la cafeína). Por si no queda claro, aviso a navegantes de que el alcohol en NINGÚN CASO potencia la concentración de nadie ni para pilotar ni para conducir... ni para nada en la vida, más bien al contrario).

En cuestión de vuelos, según la experiencia del familiar ingeniero aeronáutico "El vuelo" es poco realista, y más realista resulta la magnífica "Apolo 13" (1995) o la aceptable "Sully" (2016). "El vuelo" distancia pues de tanto en cuanto al espectador adulto que se haga ciertas preguntas evidentes, sin embargo todo lo que resta en credibilidad lo gana en su sentido del entretenimiento y el suspense. Y es que estamos ante una cinta con pocos (pocos pero los hay) puntos muertos, una trama evolutiva que conjuga la intriga judicial con cierto pulso y el drama personal que Washington solventa con total perfección (no es el personaje más rico de su filmografía, pero sí tiene suficientes mimbres claroscuros como para que el mejor actor de su generación junto a Tom Hanks lo envuelva como un regalo delicioso). El relato que se va configurando con eficacia y progresión.

Es una cinta, eso sí, limitada a sus aspectos de drama de adicción (que no llega nunca a un tratamiento argumental profundo a lo "Leaving Las Vegas" (1995)... se queda más en un "El regreso de Ben" (2018)) y de misterio criminal (la negligencia del vuelo y su resolución). Esto hace que no se eleve a cotas de impactante obra maestra sino que se conforme como un film ameno para todo público adulto que busque un rato de distracción decente. Pues Zemekis es un director ducho a la hora de otorgar nervio narrativo a películas que son prácticamente un soliloquio como ésta (y para muestra "Náufrago" (2000)), la realización del de Illinois siempre resulta natural y activa en cada plano subjetivo, semisubjetivo y medio. Los efectos especiales son espléndidos (tanto que esto hace que el primer tercio de la cinta resulte notable) y la ambientación (banda sonora incluida) de lo más adecuada (que no sobresaliente).

Así pues tenemos una película que se sostiene gracias al tempo imprimido por Zemekis, a un Denzel Washington a un nivel óptimo, y a un guion aceptable (lo necesario para servir de sostén al resto de elementos más brillantes del conjunto). Una cinta recomendable al público mayor de edad en general (excepto a los que tengan pánico a volar), y al seguidor/a de las intrigas dramáticas en particular. No es la mejor película aeronáutica (eso de lo dejamos a otras intrigas dramáticas como "Apolo 13" o a comedias disparatadas como "Aterriza como puedas" (1980)) pero sí de las más prominentes. Tampoco estamos ante una de las mejores películas de Zemeckis ("Regreso al futuro" (1989), "Regreso al futuro II" (1990), "Beowulf" (2007)) ni ante una de las peores ("Aliados" (2016), "Un cuento de navidad" (2009)), más bien ante una del nivel de "Contact" (1997), "Polar Express" (2004), "Tras el corazón verde" (1984) o "La joya del Nilo" (1985).

Lo mejor: Me quedo con la actuación de Washington.
Lo peor: Algunos detalles del guion de John Gatins ("Hardball" (2001), "Coach Carter" (2005), "Acero puro" (2011)) que podían haberse tratado con más cercanía y naturalidad.
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Asesinato en el Orient Express
Asesinato en el Orient Express (2017)
  • 5,8
    26.068
  • Estados Unidos Kenneth Branagh
  • Kenneth Branagh, Penélope Cruz, Willem Dafoe ...
5
Purista hasta el extremo.
De la mano de Kenneth Branagh (que se pone manos a la obra como director y protagonista del film) nos llegó esta nueva revisión del clásico literario de Agatha Christie. Y, tras la adaptación realizada para la gran pantalla por Sidney Lumet en 1974 tenemos otro film que corre la misma suerte. Tremendamente respetuoso con el material original de la novela... para lo bueno y para lo malo.

Este relato del subgénero "whodunit" (aka. "quién lo ha hecho") nos adentra en este lujoso tren, donde se comete un asesinato que el sagaz y extravagante Hercules Poirot (Branagh) se ve obligado a resolver. El film nos conduce por esta intriga criminal con gusto y elegancia, pero jamás con asombro o matices. No estamos pues ante una cinta profunda que enriquezca a sus personajes con multifacetas y empaque, en lugar de eso los minutos extra del metraje se dedican a innecesarias rutinas. Mientras que el sostén argumental del film siempre se desarrolla de forma tremendamente acotada hacia su misterio homicida y sus conspiraciones humanas.

Admito que en esta nueva versión podría haberse esperado algo más que infundiera a la trama de mayor iluminación, variedad y viveza al trasladarse al lenguaje cinematográfico. No pasa nada por alterar ciertos pormenores del material original si con eso se logra una película notable (y me remito a clásicos como "El resplandor" (1980) o "El padrino" (1972) que no escatimaron en transformar muchos de los instantes de las novelas en las que se basaban en pos de películas más inspiradas). Pero no, y por ello "Asesinato en el Orient Express" no es la delicia de "Prisioneros" (2013), "Sospechosos habituales" (1995), "Mystic River" (2003), "Fargo" (1996), "Adiós pequeña, adiós" (2007) o "Memento" (2000). Más bien estamos ante una cinta de misterio y suspense equiparable a "Non-Stop" (2014), "Traidor" (2008), "Michael Clayton" (2007), "Ni una palabra" (2001), "La duda" (2008), "Toda la verdad" (2016), "La dalia negra" (2006) o "Los jueces de la ley" (1983).

Una cinta purista, limitada a su propio género con cierta rutina y desdén a la hora de colmar con mayores aristas a su argumento. Por culpa de ello el film cae un tanto en la monotonía y guarda la distancia con el espectador que difícilmente se implicará con sentimiento en este embrollo. Se distraerá, eso sí, gracias a un progreso fluido del crimen, sus averiguaciones y sus conclusiones.

Pero "Asesinato en el Orient Express" atrae sobre todo por su puesta en escena. El plantel de actores es tan esplendoroso como en el film de los 70, tenemos en las filas a actores de la talla de Judi Dench, Jonhhy Depp, Olivia Colman, Michelle Pfeiffer, Willem Dafoe, Penélope Cruz y por supuesto a un Kenneth Branagh que se mimetiza con un Hércules Poirot de lo más singular y carismático (el mejor Poirot del cine, y eso es decir mucho). Lástima de la parquedad del guion que apenas esboza sus peculiaridades y dilemas. Todo el reparto de pasajeros cumple sin despeinarse con sus breves roles, pero Branagh es el que más se luce tanto en frente como tras las cámaras.

Pues "Asesinato en el Orient Express" cuenta con unos gustosos planos estáticos (ya sean unos mantenidos y cerrados planos/contraplanos, o unos planos medios recurso (cenitales incluidos) que nos envuelven en ese asombroso escenario exterior (estupendos efectos especiales, por cierto) o ese confortable interior de colores cálidos muy medidos) y con un diseño de escenarios realmente bello y atinado. Punto extra también a la labor de maquillaje y vestuario, mientras que la banda sonora es completamente olvidable.

Así pues tenemos una cinta aceptable en su conjunto que sirve como distracción momentánea... en un primer visionado. No es una película que se guarde mucho tiempo en la retina, y el espectador adulto más curtido puede incluso desconectar sin darse cuenta por culpa de la mundaneidad de su tratamiento argumental (visto y revisto en películas varias y series televisivas abundantes (como "Los misterios de Laura" (2009-14), "Mentes criminales" (2005-20), "El mentalista" (2008-15), "El cuerpo del delito" (2011-13), etc.), la disfrutarán más los muy incondicionales del cine de Kenneth Branagh (admito que no es mi caso, y que para mí siempre será el Profesor Lockhart) el resto puede pasar sin ella perfectamente.

Lo mejor: Su diseño de producción.
Lo peor: Su guion adaptado (que viene a confirmar que el lenguaje literario y el cinematográfico no van a la par por lo general).
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Nerve, un juego sin reglas
Nerve, un juego sin reglas (2016)
  • 5,4
    9.717
  • Estados Unidos Henry Joost, Ariel Schulman
  • Emma Roberts, Dave Franco, Juliette Lewis ...
4
De propuesta relevante... de desarrollo adolescente.
Henry Joost y Ariel Schulman (directores de cine de consumo rápido como la saga de" Paranormal Activity" o el telefilm de Netflix "Proyecto Power" (2020)) dirigen este thriller basado en la novela del mismo nombre. Una adolescente (Emma Roberts) quiere demostrar a su mejor amiga (Emily Meade) que no es una "cagueta" y una "mojigata", por lo que decide participar en el juego online "Nerve" (un juego en el que los visitantes piden retos a los participantes y que los graben para que los vean, a cambio los participantes reciben un buen dinero)... pero este juego será llevado por sus protagonistas hasta consecuencias muy peligrosas.

Que conste que la premisa de "Nerve" es potente, pues cuenta con una temática completamente reconocida por el espectador actual (el uso y abuso de las redes sociales, la dependencia de ciertas personas a la aprobación del resto a base de "likes", las locuras capaces de realizar por conseguir un mínimo de reconocimiento global (hemos visto demasiadas veces las noticias de personajes encaramados a rascacielos o conduciendo con temeridad tan solo para "hacerse famoso" por las redes sociales, y no pocos han muerto por culpa de la tontería)) con todos los dilemas sobre los límites que debe o no tener el asunto en cuestión.

El problema es que "Nerve" no lo desarrolla con un riesgo profundo o con una reflexión erudita (tampoco es que esperara en "Nerve" un estudio aristotélico del asunto. Pero otras cintas con premisas "virtuales" como "The Matrix" (1999) o "Desafío total" (1990) ahondan un poco más en los conflictos existenciales de sus protagonistas (que con un poco basta)... o incluso divertimentos como "Ready Player One" (2018) o "Guns Akimbo" (2019) logran adornar sus guiones con un sentido del humor arrojado y eficaz), sino que pasa por la superficie y se nos desarrolla como la típica aventura adolescente de "teen movie" (donde su protagonistas va pasando por todos los tópicos habidos y por haber (ella es un bellezón pero es la "pringada, tímida y cortada" por culpa del resto, sus acompañantes no pasan del arquetipo: el interés romántico, la amiga alocada cuyo destino nos imaginamos, la madre controladora, el amigo nerd intercambiable con los nerds de otras películas protagonizadas por chicas adolescentes como "Mortal Engines" (2018) o "Cazadores de sombras" (2013), etc.)) de forma completamente previsible desde la presentación hasta la moralina final de su protagonista en un discurso más pueril e ingenuo que los de Patricio Estrella en "Bob Esponja" (1999-).

Desde luego "Nerve" es una película que no va a sorprender ni a quedarse en la retina de la audiencia que haya pasado la veintena. Una audiencia que se sentirá atraída por momentos dada la estilizada y llamativa puesta en escena (hay en "Nerve" un diseño de producción muy digno, con ciertos elementos escénicos de lo más lucidos (como esa moto del protagonista que poco tiene que envidiar a los modelos de "A todo gas"), hay una fotografía que hace un buen uso de de los colores fluorescentes contrastados, y la realización de Joost y Schulman posee destreza (que no maestría) tanto en los planos/contraplanos subjetivos y semisubjetivos como en los planos recurso más amplios o cerrados)... pero desde luego por la trama no va a ser. Tiene mimbres suficientes como para ir fluyendo de forma ajustada para el público teen al que va dirigida, pero no es tan precisa para el resto de público.

Los actores por su parte cumplen su papel con naturalidad (que no es poco dados los clichés andantes a los que se enfrentan), pero con Emma Roberts y Dave Franco no estamos ante Meryl Streep y Al Pacino como para que con su carisma arrollador rescaten al producto. En fin, como thriller sobre juegos que traspasan los límites de la ética... "Nerve" se queda por debajo de "The Game" (1997), "Ready Player One" o de sagas como "Los juegos de hambre" o "Jumanji" (y eso que ninguna de las mentadas cintas son obras maestras precisamente)... digamos que "Nerve" es una cinta de "suspense" adolescente a la altura de "Sin salida" (2011), "21 Black Jack" (2008), "Los nuevos mutantes" (2020), "Spring Breakers" (2013), "El juego de Ender" (2013), "La saga Crepúsculo: Eclipse" (2010) o "La quinta ola" (2006). Solo recomendable para el público adolescente como pasatiempo decente (e indispensable a los muy muy seguidores de este subgénero de thriller con nuevas tecnologías o a los fans de la novela original o de alguien del reparto o de la dirección), el resto no se pierde nada y puede verse tentado a abandonar el visionado y no sin razón.

Lo mejor: La iluminación.
Lo peor: El guión.
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Cyrano
Cyrano (2021)
  • 5,7
    1.176
  • Reino Unido Joe Wright
  • Peter Dinklage, Haley Bennett, Kelvin Harrison Jr. ...
6
Dinklage se come la pantalla y balancea un relato descafeinado y con inserciones musicales innecesarias.
Tras las notables (y altamente recomendables) traslaciones a la gran pantalla de la obra teatral del siglo 19 de Edmond Rostand (basada vagamente en la vida del verdadero Cyrano de Bergerac) ejecutadas en 1950 y en 1990 (y otras tantas sin tanto lustre y destreza en su ejecución), nos llegó en 2021 una nueva versión del atrayente relato del duelista epistolar (Peter Dinklage) que esconde su amor por Roxanne (Haley Bennet) a través de magníficos versos prestados al botarate de turno (Kelvin Harrison Jr.).

En esta ocasión el largo se basa en la obra de teatro musical escrita por la misma Erica Schmidt (donde el obstáculo físico con el que se topa el protagonista no es su exagerada nariz sino su pequeña estatura), e interpretada por los mismos actores que ahora se pasan de las tablas a la pantalla para volver a encarnar unos roles que no les son desconocidos.

"Cyrano" cuenta con grandes atractivos que van captando la atención del espectador, y van maquillando las faltas del conjunto. Tenemos en primer lugar a un Dinklage en estado de gracia, que no solo es que se conozca el papel, es que lo vive plenamente. Dinklage dota de una poderosa sinceridad a su rol, una sinceridad que traspasa al espectador con gran potencia en cada sutil pero hondo sentimiento. Da a su Cyrano además un carisma cautivador en cualquier instante de su desenvoltura, y el actor de Nueva Jersey aprovecha las perspicaces dialécticas de su personaje al recitarlas con gran vivacidad y agudeza. Otra virtud del film es su puesta en escena tan soberbia, con una cinematografía de calidad, con dirección artística superlativa en todos sus elementos y composiciones, con una fotografía hermosa en sus tonalidades, con un trabajo de vestuario y maquillaje de lo más gustoso, y con una realización por parte de Joe Wright siempre idónea y confortable en cada plano académico (acción de espadachines o entre bambalinas incluida).

Hasta aquí todo lo bueno que se puede decir de "Cyrano", pues el resto de aspectos del conjunto resultan o bien reguleros (Bennet, Harrison Jr. y demás elenco están aceptables pero en ningún caso destacables. La banda sonora no tiene una sola nota molesta... ni una sola nota memorable e inspirada) o bien errados (el empeño de tornar el producto en una cinta musical es un palpable error. Pues solo entorpece el devenir de una trama que, de no ser por esas canciones olvidables, posee un progreso dinámico y evolutivo. Y las variantes que se toma el film respecto a las coyunturas de los personaje de Bennet y Harrison Jr. resultan molestan. Si estuviéramos hablando de un film contemporáneo o de un largo de fantasía y no de un melodrama clásico de época... pues daría lo mismo el tema de romances interraciales como si no resultara un insalvable obstáculo, o el hecho de que esta Roxanne tenga una mentalidad inusitada para la época en la que se sitúa el film).

No digo con esto que la parte musical de la cinta sea terrible, pues los actores (incluido Dinklage, que no es precisamente un actor de Ópera) solventan todas las canciones de forma admisible, pero es en esos instantes en los que "Cyrano" baja una marcha sin necesidad y mengua el acierto de una ejecución singular y resultona (pues las escenas de este Cyrano cuando no está cantando siempre son vehementes y/o profundas, escenas que se envuelven además en unos escenarios y un vestuario admirables). Así pues tenemos en el resultado final una película digna y capacitada dentro de su género de melodrama de época. "Cyrano" nunca llega a aburrir, e incluso atrapa gracias al oficio de Dinklage (aunque ha tenido papeles mejores a los que infundir vida. Obviamente su rol en "Juego de tronos" (2011-19) sigue siendo el primero de la lista, pero muchos cinéfilos le descubrimos mucho antes en su maravillosa actuación en "The Station Agent" (2003)). Tampoco va a pasar a la historia como la versión de "Cyrano de Bergerac" más redonda y acompasada (en mi caso me quedo con la película de 1950 protagonizada por José Ferrer), pero sí como una decente propuesta recomendable (que no indispensable) a todo fan del melodrama de época (pues como musical deja bastante que desear... y lo digo siendo gran fan del cine musical, habiendo visto decenas de veces cada una de las grandes del género ("Chicago" (2002), "West Side Story" (1961), "Grease" (1978), "Sonrisas y lágrimas" (1965), "El Rey León" (1994) y "Mary Poppins" (1964) demás). Como musical es superado por entretenimientos placenteros como "Straight Outta Compton" (2015), "Bohemian Rhapsody" (2018), "El gran showman" (2017), "Moulin Rouge" (2001), "Mamma Mia" (2008) o "Rent" (2005)).

En cuanto al cine de Joe Wright se refiere... digamos que "Cyrano" aventaja con facilidad a "Hanna" (2011), "Anna Karenina" (2012), "La mujer en la ventana" (2021), "El solista" (2009) o "Pan" (2015), pero que no llega a la altura de "Orgullo y prejuicio" (2005) o "Expiación" (2007). Se queda al nivel de "El instante más oscuro" (2017).

Lo mejor: La actuación de Peter Dinklage (extraña su no nominación a los Oscar por este papel. Pues él solo levanta la película de la misma forma que otros actores lo lograron en cintas mediocres de no ser por la actuación principal que marca la diferencia (hablo claro está de Renee Zellweger en "Judy" (2019), Gary Oldman en "El instante más oscuro", Kate Winslet en "El lector" (2008), Meryl Streep en "La dama de hierro" (2011), Sean Penn en "Mi nombre es Harvey Milk" (2008), Rami Malek en "Bohemian Rhapsody" (2018), Philip Seymour Hoffman en "Truman Capote" (2005) y demás oscarizados por ello en su momento)).

Lo peor: La música (que no es mala pero sí mundana).
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Almas de metal
Almas de metal (1973)
  • 6,2
    7.455
  • Estados Unidos Michael Crichton
  • Yul Brynner, Richard Benjamin, James Brolin ...
7
La montaña rusa de aniquilaciones.
El gran novelista ("Parque jurásico" (1990), "Esfera" (1987), "El mundo perdido" (1995), "La amenaza de Andrómeda" (1969)) y showruner (¡cómo olvidar su estupenda "Urgencias" (1994-2009)!) Michael Crichton debutó en la dirección cinematográfica con este largometraje en el que también es el responsable de su estupendo guion. Luego llegaron otros largos la mar de curiosos también de su autoría (como "Coma" (1978) u "Ojos asesinos" (1981)), pero en opinión de quien esto escribe no resultan tan completos y atrapantes como la cinta que nos ocupa (que luego se utilizó como punto de partida para la serie del mismo nombre de HBO, que denoto más melodramática y pretenciosa).

Ambientada en un futuro no muy lejano, los ricos entre los ricos suelen irse de vacaciones a un parque de atracciones donde se recrean tres lugares; está el mundo del antiguo Oeste de pistoleros, el mundo del imperio romano y el mundo medieval. Allí todo se cuida al detalle, y deambulan unos robot indistinguibles a los humanos que provocan pelas y conflictos para que los clientes vivan sus fantasías de época. Por poder pueden hasta matar a los robots (en este parque de atracciones las armas no se accionan si el blanco tiene temperatura corporal)... o acostarse con ellos.

Unos robots casi humanos juntados con un puñado de humanos caprichosos todos con armas por doquier, ¿qué puede salir mal? xD. La premisa de ciencia-ficción maridada con aventuras es jugosa, pero su desarrollo no se queda corto. Con un tempo perfecto en la evolución del relato, con unos situaciones singulares que despiertan el interés del espectador (el film pasa desde los dilemas morales del protagonista (Richard Benjamin) a la hora de hacer según que cosas con esas imitaciones tan perfectas de los humanos, hasta llegar al suspense más atrapante de huidas y persecuciones... no sin dejar de lado la intriga en la tecnología sci-fi que no parecen entender ni sus científicos hacedores). Lo cierto es que "Westworld" cuenta con un notable guion, de astuta premisa y de inspirado y enervado desarrollo. En su menos de hora y media (la película dura prácticamente (más en spoilers) lo que tiene que durar) el film nos da instantes de humor alocado (ojo a cierta pelea masiva) o de negra ironía (atención al comportamiento de los robots en el último tercio de la cinta) sin dejar de lado un misterio medido a la perfección, unos lances de acción escalonados o varios sustos impactantes. "Westworld" divierte, vigoriza, sorprende, tensiona, emociona y hasta asusta. Y esto se debe en gran medida a la pluma de Crichton que se encuentra en estado de gracia, tanto que da lo mismo si se sabe por donde va a ir la trama o no (aunque es mejor que reserve los detalles de todo porque se disfruta más así el film). Todo fan del género de ciencia-ficción tiene obligado ponerse esta película para gozarla.

Además "Westworld" presume de una decente (que no sobresaliente, en eso sí le gana la partida la serie de 2016-22 que cuenta con los medios actuales) puesta en escena. Con escenarios adecuados (aunque tampoco se parece realizar un esfuerzo exagerado en los decorados del Oeste, del medievo o de la antigua Roma, lo que nos ofrece es suficientemente atractivo y aseado) que se lucen más en las pocas escenas exteriores (cierta persecución a caballo se me quedará a fuego en la memoria por su ritmo, pero su sonido y plasticidad nunca desentonan), con un atrezzo distinguido para recrear la parte de tecnología robótica, con unos efectos especiales competentes (solo chirría cierto croma en una escena) y con unos actores pertinentes (aunque sus roles son limitados, pues no es una cinta que se trabaje a sus personajes. El guion se pone más bien a trabajar en las eventualidades tan extrañas y llamativas que viven) en especial un Yul Brynner que haría temblar de terror al mismísimo Terminator de Arnold Schwarzenegger y el mencionado Richard Benjamin que aprovecha con sutileza las reacciones más hondas y humanas de su personaje (para que vivamos en su piel lo acontecido en el film). La banda sonora por su parte resulta olvidable, pero no fastidia.

En, en definitiva, una película de ciencia-ficción entretenida siempre e inmersiva en su mayor parte. Una película de género por encima de la media. Que no llega a las cotas de obra maestra por culpa de una puesta en escena un tanto limitada... y por un guion que, si bien es muy loable, no resulta del todo completo en la elaboración de personajes o en cierto desenlace (cosa que otros largos del mismo corte sí consiguen como "The Matrix" (1999), "El planeta de los simios" (1968), "Abre los ojos" (1997), "A.I.: Inteligencia Artificial" (2001), "Robocop" (1987) o "Minority Report" (2002)). Aun así, "Westworld" se me equipara a nivel global a largos como "Interstellar" (2014), "Gattaca" (1997), "La isla" (2005), "Alien, el 8º pasajero" (1979), "Soy leyenda" (2007), "Robocop 2" (1990) o "Siete hermanas" (2017) en cuestión de relatos sci-fi (y desde luego se me antoja superior a otras cintas sobrevaloradas ("Blade Runner 2049" (2017), "Terminator Salvation" (2009), "El libro de Eli" (2010), "Mad Max: Fury Road" (2015)) y no tan sobrevaloradas ("After Earth" (2013), "Aeon Flux" (2005), "Mortal Engines" (2018), "City of Ember" (2008), Robocop 3" (1993), "El juego de Ender" (2013), etc)).

Lo mejor: Su guion (que nos es perfecto pero sí consistente).
Lo peor: ...
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mamma Mia: Una y otra vez
Mamma Mia: Una y otra vez (2018)
  • 5,6
    7.876
  • Reino Unido Ol Parker
  • Amanda Seyfried, Lily James, Christine Baranski ...
5
No Meryl Streep, no party.
Tras el exitazo comercial que supuso la traslación cinematográfica del musical teatral con las canciones ABBA (a día de hoy "Mamma Mia! (2008) sigue siendo, con el permiso de los musicales Disney, el musical más taquillero de la gran pantalla) la continuación era prácticamente obligada (pues aún quedaban bastantes temas notables de ABBA por explotar en esta saga). La cinta predecesora era además un producto afable y digno (que no sobresaliente a nivel artístico. Sé que muchos (sobre todo muchas) lo tiene como película musical predilecta, pero los cinéfilos más aficionados a este género tenemos exponentes más memorables como "West Side Story" (1961), "Chicago" (2002), Sonrisas y lágrimas" (1965), "Grease" (1978), "Hairspray" (2007) o "Cabaret" (1972)), esto ha hecho que todo su elenco se sienta con muchas ganas de repetir... y aquí se transmite con unos actores que se nota que se lo pasan pipa entre tanta fiesta colorida y frugal.

El problema es que falta la principal atracción de la función del "Mamma Mia!" de 2008: Meryl Streep. Ella era la cabeza de cartel de aquel largometraje, y con su talento artístico arrollador y su honestidad innata para con el espectador enriquecía a una película de rápida consumición, adecuada pero sin dejar de ser blandita siempre y cursi de tanto en cuanto.

Streep maquillaba con robustez interpretativa y con química hacia sus compañeros de reparto estas evidentes carencias del conjunto, pero aquí con su anecdótica participación (bastante engañifa eso de ponerla en el cartel de la película) esas fallas quedan bastante evidenciadas. Unos boquetes que hacen alejarse y desconectar al espectador mínimamente exigente con bastante asiduidad.

Y es que la trama (la hija de Donna (Streep) Sophie (Amanda Seyfried) va a organizar la reapertura del hotel de su madre. Mientras, con una serie de flashbacks, se nos cuenta como fue la juventud de Donna (Lily James) durante el periodo previo a dar a luz a su hija) no se desarrolla con ingenio sino con pasmosa rutina y superficialidad. Los personajes van pasando por la vida de esta joven Donna de forma tan forzada (¡qué casualidad como se va topando con intereses románticos de revista de moda apenas sin un punto de respiro!) y previsible como ingenua y naif. En eso recuerda bastante (y no en el buen sentido) a las carambolas tópicas con las que se topaba la protagonista de "Rock of Ages" (2012). Una subtrama de juventud que carece de alma y acaba siendo más nihilista y pragmática de lo que pretende. La otra faceta de la narración tiene algo más de sentimiento (y sensiblería también) pero jamás desarrolla a sus personajes fuera del arquetipo. Los enredos son inexistentes (he visto films de sobremesa con mayor trabajo en el desarrollo argumental) en una obra que lega todo al talento actoral (que lo hay a pesar de no contar con una Meryl Streep que realce todo de forma inigualable) y a las vitales canciones de ABBA.

Es por ello que el film va atrayendo y acaba siendo un pasatiempo frugal. Todos los temas de la banda sueca más destacados que quedaban por versionar en esta serie fílmica son cubiertos ("Thank You For The Music", "Fernando", "Knowing Me, Knowing You", etc.) mientras que se repiten otros cuya fórmula ya se comprobó eficaz en el film predecesor ("Waterloo", "Dancing Queen", "I Have a Dream", "Super, Trouper"). Unos números musicales que son rodados por Ol Parker con decoro y competencia (pero nunca con un despunte singular. Aquí no tenemos ninguna secuencia memorable para los anales de la historia del cine musical), con un despliegue primorosos en su diseño artístico (que aprovecha con gusto el vestuario psicodélico de ABBA, y que mima la iluminación colorista tanto en interiores como en exteriores).

Una realización de lo más orgánica y confortable por parte del responsable de la "yayo-saga" "El exótico Hotel Marigold". La cinta cuenta con el aliciente de unas actuaciones aceptables en líneas generales (pues hay intérpretes más oportunos y encantadores (básicamente los más experimentados que disfrutan del paseo de sus virtudes actores en este producto tan fácil de interpretar (musicalmente o no) para ellos: Christine Baranski, Julie Walters, Andy García, Cher, Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgard) que otros (los menos experimentados del reparto, desde Amanda Seyfried y Lily James (que queda evidente que no es buena sustituta de Meryl Streep... en realidad nadie lo sería por muchos galones que tuviera, pero en el caso de James (que aun no ha demostrado un mínimo carisma actoral) resulta más evidente) que llevan al peso principal del relato (¡ay, si la película hubiera sido protagonizada por Baranski y Walters en lugar de por Seyfried y James!, otro gallo nos cantaría nunca mejor dicho) hasta las más testimoniales Dominic Cooper, Jeremy Irvine, Hugh Skinner, Josh Dylan, Alexa Davies y demás... que solventan sus números musicales con competencia... pero que comparten una química nula con Lily James, y para que en un musical cándido uno/a/e se crea o se implique en un romance hace falta que sus intérpretes compartan química frente a la pantalla, y aquí parecen alienígenas de galaxias muy alejadas).

Y así con todo tenemos un conjunto de entretenimiento bastante llevadero pero poco absorbente. Bastante olvidable a excepción de los más más seguidores de la música de ABBA que tendrán aquí si oasis particular revisable. Para el resto de público es recomendable si no se tienen altas las expectativas, pues éste no es un musical a la altura ni de su cinta predecesora ni de otros musicales destacados como "Mary Poppins" (1964), "Cantando bajo la lluvia" (1952), "West Side Story", "Chicago" y demás. Más bien estamos ante un "High School Musical 3" (2008), un "Dreamgirls" (2008), un "Hannah Montana" (2009), un "Beyond the Sea" (2004) o un "Rocketman" (2019). Solo indispensable a los muy incondicionales de "Mamma Mia!", todo lo relacionado con ABBA o con alguien de su reparto.

Lo mejor:...
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Ghost in the Shell: El alma de la máquina
Ghost in the Shell: El alma de la máquina (2017)
  • 5,7
    21.899
  • Estados Unidos Rupert Sanders
  • Scarlett Johansson, Takeshi Kitano, Michael Pitt ...
4
Robótica.
Rupert Sanders ("Blancanieves y la leyenda del cazador" (2012)) adaptó en su segundo y último largometraje hasta la fecha el manga de 1989 de Masamune Shirow. Desconozco de primera mano si el material original en el que se basa la cinta es tan básico y trillado (aunque por lo leído por aquí es bastante más espabilado y nutrido), porque desde luego lo que nos ofrecen aquí es una trama que no va más allá de su premisa. Y ésta es la de un futuro en el que los humanos reciben implantes y recambios de alta tecnología en su cuerpo, su protagonista la Mayor Mira Killian (Scarlett Johanson) es un cyborg con cerebro humano pero cuerpo sintético, trabaja para la empresa Hanka Robotics... cuando descubre que los métodos utilizados por la empresa esconden grandes fechorías.

Esta temática es de lo más resobada en el género de la ciencia-ficción (¿Por qué será que estas empresas de tecnología futurista siempre esconden una conspiración malvada que afecta a los protagonistas empleados en ella? "La isla" (2005), "Minority Report" (2002), la saga de "Blade Runner", "Yo, Robot" (2004), la saga "Divergente", "Gattaca" (1997), la saga de "Robocop", "Alita: Ángel de combate" (2019), etc.). Así pues la sorpresa es mínima para todo aficionado a este género futurista, y los misterios son tan superficiales como del todo previsibles.

Porque "Ghost in the Shell", a pesar de contar con una premisa realmente tocada en este tipo de largometrajes, podía haber desarrollado este argumento con tacto (por ejemplo el tema de la vida pasada de la protagonista pudo darnos instantes más penetrantes y singulares) y astucia (se echa de menos una construcción de su intriga con erudición y complejidad a lo "Minority Report", con simbólico sentimiento a lo "Blade Runner" (1982) o "Inteligencia Artificial" (2001) o con enfrentamientos viscerales a lo "Robocop" (1987)) y no lo hace. El libreto de Jamie Moss, William Wheeler y Ehren Kruger no es horrible (esto no es el desastre de "Aeon Flux" (2005), "Terminator Salvation" (2009) o "Robocop 3" (1993)) pero sí usual y abandonado a lo tópico y convencional. Así que... que nadie espere en "Ghost in the Shell" una intriga sci fi a la altura de largos notables como "The Matrix" (1999), "Minority Report" o Abre los ojos" (1997)... ni tan siquiera esperen en entretenimiento palomitero primoroso al nivel de "Al filo del mañana" (2014), "Yo, Robot", "Tenet" (2020) o "Chappie" (2015). Más bien tengan la expectativa acorde a films como "Géminis" (2019), "El destino de Júpiter" (2015), "After Earth" (2013), "La quinta ola" (2006) o "Alien: Covenant" (2017) si de pasatiempos de ciencia ficción se refiere.

Y es que lo parco y ordinario del desarrollo argumental le pesa bastante a una narración que, por otra parte, presume de un nivel fotográfico maravilloso (con una composición de elementos y de colores de lo más estilosa), con una cinematografía superlativa que aprovecha al máximo esa paleta de colores fluorescentes y esa ambientación neo-noir (que tampoco es novedosa, pero sí igualmente atractiva). Pero esto no es un cuadro sino un relato de ficción, y en ese crucial aspecto cojea... haciendo que el metraje distraiga por momentos y en otros sea un tanto flemático. Es un conjunto con el que siempre se guardan las distancias a pesar de estar rodado con pericia por parte del británico Sanders (que no es que sea un director con un sello destacado) y de estar interpretado de forma admisible (Johansson resulta natural, pero en esta ocasión se limita a lucir palmito y no muestra la desenvoltura carismática de otros papales suyos como toda la saga de la Viuda Negra de MARVEL, como "Match Point" (2005) o "Marriage Story" (2019). Y los secundarios cumplen su cometido sin despeinarse (tampoco es que sus roles exijan demasiado) incluida la colaboración del mítico actor/director nipón Takeshi Kitano). La banda sonora por su parte es obviable.

Así pues tenemos una película de hermosa carcasa... y de fondo exiguo (y con bastantes agujeros de guion). Supone un rato ameno para los muy aficionados al neo-noir o a alguien de su reparto, pero el resto (incluso los aficionados a los productos de ciencia-ficción) apenas pasaremos el tiempo sin desconectar y pensar en otra cosa. Si se trata de productos audiovisuales futuristas con humanos que solo conserven el cerebro orgánico en un cuerpo robótico... es mucho más recomendable "Robocop", todo lo que envuelve al personaje de Cyborg en "La liga de la Justicia de Zack Snyder" (2021) o lo que envuelve a Robot Man en la serie "DC's Doom Patrol" (2019-).

Lo mejor: Su fotografía (en especial las combinaciones de los colores eléctricos en sus escenarios).
Lo peor: Su común desarrollo argumental.
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