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30 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
10
Consecuencias
Parece que muchas de las críticas se han centrado meramente en el espionaje gubernamental, en los efectos especiales (muy buenos, por cierto y muy cuidados), en la historia «superficial» por así llamarla, lo que está muy bien. Este capítulo tiene buenas dosis de tensión, está mucho mejor que películas de ese estilo, buen trabajo de los actores. Nos desgrana un verdadero y fantástico mundo de nuevas tecnologías, un análisis de los efectos en el medio ambiente también y del poder del gobierno para espiar y controlar todo lo que sea posible, sin importar la vida de gente inocente. Me ha recordado mucho al libro de Presa de Michael Crickton, con la nanotecnología y la inteligencia artificial. Pero realmente, lo más impactante de esta historia, para mi al menos, es la moraleja, el fin con el que se hace todo....Consecuencias, todo lo que hacemos, hasta lo que pensamos que es la mayor tontería del mundo: una broma, un comentario, todo tiene una respuesta. Creo que aquí está el alma del capítulo. De acuerdo, la serie va sobre las nuevas tecnologías y lo que te puede pasar con ellas, esto es una consecuencia a gran escala, pero lo que más me hizo reflexionar fue todas las bobadas que hacemos y decimos en las redes y el daño que hacemos a los demás, merecida o inmerecidamente, y que, lo que pensamos es un juego, puede tener gravísimos resultados, porque no conocemos quién está detrás de todo esto, ni contra quién lo usará. Un capítulo sin duda brillante; ya lo hemos visto y leído, pero nunca se había ejecutado tan magistralmente. Vista ya la temporada entera, he de decir que no ha bajado el listón de la serie, y si bien es cierto que habría que darle un respiro para nuevas ideas y no empalagar a la gente con más de lo mismo, he disfrutado el tiempo delante del televisor.
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98 de 112 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Justicia para la Red 2.0
Lo más curioso de este capítulo viene de la manera en la que no se aparta, aunque sea un segundo, de la típica estructura "procedimental" que plaga el entretenimiento televisivo moderno.
Dos compañeras detectives, la primera más madura y cínica, la segunda más joven e idealista, enfrentadas a un caso que las obliga a estar mucho tiempo entre ordenadores, o confrontando sus opuestos puntos de vista en el interior de un coche camino a la siguiente pista.
Es una estructura tan sencilla, y a la vez tan familiar, que permite involucrarse fácilmente en la historia, sin aparatos extraños o distopías que distraigan.

Porque este capítulo (inusualmente largo) no quiere hablarnos del futuro, ni del mañana, quiere hablarnos del hoy: concretamente, de la clase de impunidad que nos está haciendo gozar la web actual.
Uno publica un post, y se llena de likes que saben a gloria. Pero, de igual manera, uno puede publicar otro post, y los comentarios pueden rebosar auténtico odio, crueldad o simple diversión destructiva. No deja de ser curioso que aún no se haya habilitado el tan solicitado "dislike", quizá porque sus arquitectos saben lo bien que se lo suelen pasar los de siempre despreciando material ajeno, aunque sea bueno.
No hay nadie que juzgue ese sistema: todos somos libres vender, tirar, mercadear, cosificar, derrochar, derramar nuestra opinión. En los dos sentidos funciona, y el mundo sigue girando.

Pero todos sabemos lo genial que es, desde la tranquilidad de nuestros teclados, confesarle todo nuestro odio al imbécil internetero de turno. Y sabemos, muy bien, lo animado que se siente uno entre una masa que comparte nuestro mismo odio, sin medias tintas ni razonamientos (ah, lo bien que sienta entregarse a una furia colectiva, aunque sea digital). Si ni siquiera el imbécil en cuestión puede responderte o mandarte personalmente a la mierda, ¿qué problema hay?
Ninguno en absoluto. Los mismos que tienes tú o cualquiera para apretar el botón y decirle a ese o esa que su película te parece una mierda, su artículo te parece una mierda, o su opinión la vas a usar de papel higiénico.

Los "linchamientos digitales" los hemos visto todos, puede que hasta hayamos participado en ellos. Y no importa ni siquiera eso, porque mañana podrás acariciarle la cabeza a un niño con la misma mano con la que has tecleado "que te jodan, gilipollas, ojalá te mueras" pensando que ambas acciones no tienen ninguna maldad.
Ese es el monstruo que habita en la red, dócilmente mantenido por nuestro odio o aburrimiento, y el que es representado por este capítulo en toda su fealdad, cuando deja sentir sus consecuencias reales lejos de la pantalla.

Porque pensamos, tranquilamente, que el imbécil internetero merece una justicia que debemos administrar sin vacilar; es nuestro deber como buenas personas.
Pero no pensamos que esa misma justicia nos tenga que llegar a nosotros, por el tremendo daño que puede llegar a causar un linchamiento masivo, repetido hasta el infinito en un timeline al que no dejan de sumarse perfiles anónimos.
El monstruo está ahí, lo dejamos crecer y convivimos con él. Tan efectivo es el hechizo tecnológico que nos lo oculta, y nos deja con la conciencia tranquila cada vez que lo alimentamos.
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65 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Me esperaba más para el último
Pensé que cerrarían la temporada echando toda la carne en el asador. Sobre todo cuando leí que el último tenía la duración de una película. El largo metraje no está justificado en este capítulo, no veo que cuente más que otros ni mejor, sintetizar también es importante.
Comento todo bajo spoiler para no destripar nada.
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52 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La marabunta 2.0
Thriller. Otro género más que aterriza junto a este amalgama en la tercera temporada de Black Mirror. Tampoco decepciona. Cumple y con muy buena nota. A no ser que ya esté yo muy sesgado por el sello Black Mirror al inicio y en los créditos de cada capítulo, la verdad que ningún episodio de los nuevos se queda a mal nivel. Como de los antiguos (incluido "El momento Waldo", sí, debo ser un fan muy sesgado ya...).

Investigación policial y Twitter ardiendo son los dos temas en torno a los cuales gira este episodio casi el doble de largo que el resto: un auténtico largometraje de 90 minutos que bien podría considerarse una película en sí misma. Y proyectarse en cines. Por qué no.
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26 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Haters de la red.
211/06(11/11/16) Buen broche final a la tercera temporada de la brillante “Black Mirror”, su sexto capítulo nos adentra en el perverso submundo de los “haters” de la red. Antológica serie creada por el británico Charlie Brooker, ha cambiado de cadena, de la británica Channel 4 a la estadounidense Netflix, pero su mordacidad, ironía, acidez y visión inquieta sobre el impacto de las nuevas tecnologías en nuestra sociedad sigue intacto. Para el que no la conozca, es una serie de antología, capítulos independientes autoconclusivos, con diferentes tramas, diferentes géneros, diferentes actores y personajes, diferente ambientación, e incluso abordando diferente franjas temporales, pero todas con el nexo de unión de cómo la nueva era tecnológica puede ser pervertida haciéndonos menos humanos. En esta nueva temporada ha decidido diversificar los géneros, el primero fue una comedia, el segundo el terror, el tercero un thriller, el cuarto uno romántico, el quinto uno bélico, y este del final un policiaco procedimental, dirigido por james Hawes (“Penny Dreadful”), con guión del propio creador Brooker, el más largo de la temporada, metraje delargo con hora y media, y este puede ser dentro de lo sugestivo de su propuesta su hándicap, y es que parece alargado para intentar dar más fondo y trascendencia y esto en realidad entorpece, pues su primer tercio adolece de ritmo, se alarga, se nota el relleno forzado, lo bueno es que cuando coge brío e intensidad te atrapa en sus insidiosas redes de juegos de espejos, donde cada acción tiene su consecuencia.

Tras una extraña muerte de una periodista machacada en la red por un artículo controvertido, dos agentes especialistas en delitos cibernéticos, Karin Parker (Kelly Macdonald) y Blue Corson (Faye Marsay), investigaran quien puede estar detrás de la muerte. También tendrá importancia en el relato el agente de la Agencia Nacional de Delitos Shaun Li (Benedict Wong) Rasmus Sjolberg (Jonas Karlson) y Vanessa Dahl (Esther Hall), dos encargados de una empresa de abejas biotecnológicas.

Episodio centrado en los populares últimamente y arbitrarios “linchamientos digitales” el bullying de la red, es un deporte de moda entre los que gustan de navegar por las redes sociales (entre los que por suerte no me cuento, no tengo siquiera twitter), estos medios se han convertido en los nuevos estadios de futbol en que se van a insultar al árbitro o a los jugadores rivales, modo de descargar nuestra rabia diaria en aquellos que ni siquiera conocemos, y desde la barrera y cobarde avatar y pseudónimo se puede arremeter hoy contra un torero, mañana contra un fumador fallecido, se insulta y humilla a los demás con indiferencia, creyéndonos en la atalaya de una superficial e hipócrita superioridad moral, llegando en el colmo a desear la muerte por escrito de alguien, luego se dice que es solo alegórica y tan panchos, hay quien no ve maldad en ello, es un simple juego ahora popular, modo de huir de nuestra ordinariez, problemas diarios o tedio, pues a ver contra quien despotrico hoy, mañana será otro.

Cuando el núcleo se destapa hay una encarnizada crítica a estas redes salvajes donde cualquiera despotrica contra el que se le antoja, de como la red se ha convertido en un océano infinito por el que navegan millones de incautos que se sienten libres de atacar desde el “supuesto” anonimato-escudo de la intimidad de su hogar, el capítulo quiere incidir en que esto te puede rebotar y entonces... Una mordaz reflexión sobre el veneno que inunda nuestro nuevo mundo atomizado en la red. Además nos habla de la seguridad de un país (espionaje gubernamental) contraponiéndola a nuestra libertad personal, sobre el cambio climático (la desaparición de las abejas), sobre los dilemas morales (algo común en la serie), sobre nuestro afán de justicieros sociales. La narración sigue un increscendo de tensión (ayudado por una vibrante y por momentos estremecedora música) que se agudiza hacia su segunda mitad, siendo la primera regularmente llevada, pero siendo gratificados en la mencionada parte por un vuelco y giro de situaciones, con unos efectos especiales muy buenos, recordando grácilmente a los hitchcockianos de “Los pájaros” en los momentos en que las abejas se mueven en mas y se posan.

Las taras están en varios elementos: Su susodicha primera mitad, moviéndose lentamente; Una construcción de protagonistas planos, algo que Brooker siempre había cuidado, aquí se queda en la superficie, una pareja protagónica que no te mueve a sentimiento alguno, son el hilo de la trama, pero son meros moldes sin alma; Asimismo en su crítica a los peligros de las redes se queda sin rascar demasiado, todo muy esquematizado, un esbozo que impide dar profundidad a la historia; Me extiendo más en spoiler.

Buena puesta en escena, con diseño de producción de Joel Collins (“Guia del autoestopista galáctico”), rodándose gran parte en Londres y alrededores, y su epílogo en Tejada (Gran Canaria-España), con un correcto trabajo de fotografía de Lukas Strebel (“Wallander”), sabiendo recoger muy bien las escenas de tensión con el movimiento de las abejas, estos insectos magníficamente creados por los encargados de efectos visuales. A todo esto se suma una trémula música de Martin Phipps (“Harry Brown” o “Peaky Blinders”), hipersensitiva y melancólica en el clímax de la cinta, sobrecogiéndote son su incisiva melodía.
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20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El más bajito de la temporada
Veo que hay buenas críticas a este capítulo, asi que supongo que quizás no muchos coincidirán conmigo. Es cierto que las actuaciones son buenas y que la atmósfera está muy conseguida, sobre todo gracias a la música. Sin embargo me ha parecido un episodio altamente previsible. Sabía lo que iba a ocurrir en todo momento y no ha habido ningún giro que me sorprendiera. Para mi la sorpresa, la tecnología y el trasfondo social son la esencia de esta serie y en este capítulo me ha faltado lo primero.
Por otra parte hay capítulos que me dejan horas pensando y con mal cuerpo, este no me ha producido esas sensaciones, probablemente por que todo me parecía previsible. Me fastidia que este haya sido el último capítulo de la temporada.
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37 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Odio Nacional, adoración por Black Mirror mundial
Capítulo que despide esta gran tercera temporada en la que se han abordado diferentes géneros en cada uno de ellos. Para un servidor, estamos ante el mejor de la temporada (con permiso de San Junipero) y, también, de uno de los mejores de toda la serie. Después de habernos introducido esta temporada por el terror puro, el género bélico, el drama con aire ochentero; Charlie Brooker nos adentra en un thriller de mucho nivel. Ya lo había tocado en el tercer capítulo, pero éste sobresale por muchos motivos. Se encuentra muy bien construido de principio a fin con muchos personajes y situaciones que se van abriendo para que todo vaya encajando a la perfección y con una ambientación muy conseguida que te atrapa en la historia. Se nota en esta temporada que con la producción de Netflix cuentan con mayor presupuesto y que Brooker está aprovechando al máximo.

Pues bien, si por algo me parece el mejor además de por la realización sublime, es en gran parte por la cantidad de temas que toca y que están muy de actualidad, aunque la trama se desarrolle en un Londres futurista. El principal es el del odio en la red al que hace referencia el título del capítulo. Todo comienza con una extraña muerte de una periodista que había realizado un artículo bastante desafortunado sobre un discapacitado y en el que a partir de éste se desataba una ola de críticas y amenazas a través de las redes sociales. Concretamente se centra en Twitter donde es totalmente habitual este tipo de comportamientos. Me ha recordado bastante al caso de Guillermo Zapata (concejal del ayuntamiento de Madrid), que fue linchado tras unos chistes de muy mal gusto en esta red social y que aún hoy sigue pagando las consecuencias. Y es que esto es el día a día en las redes sociales, que aunque tengan sus cosas buenas también tienen el lado negativo que esta gran serie se encarga de profundizar.

La tecnología está tratada de una forma muy realista como podemos observar con todo el tema de la ciberdelincuencia, también en la investigación realizada por la policía en la que se sirven para la investigación de análisis de perfiles de twitter, spam, metadatos, etc. Esto es un detalle de agradecer que logra aportar realismo y que hace de Black Mirror una serie que refleja de forma extraordinaria los tiempos actuales que nos tocan vivir como pocas otras.

Toca también temas ecológicos como el problema de la desaparición de las abejas, problema que se viene avisando en los últimos años y que aquí introduce de forma magistral. Como decía anteriormente, se nota el mayor presupuesto de esta temporada y que podemos apreciarlo en esas bajeza-drones y las secuencias realizadas de forma genial. Pues bien, en un principio son creadas para resolver el problema de la despolitización que traería graves consecuencias al planeta pero que vemos como finalmente se le darán otros usos bastante más oscuros. De nuevo, la serie introduce numerosos elementos que un principio podrían ser bastante positivos y útiles para la sociedad pero en los que como es marca de la casa, Black Mirror se encarga de mostrarnos el lado más negro y negativo que tienen o pudieran tener en un futuro.

Esto de las abejas nos lleva a tratar uno de los grandes temas del capítulo como es el dilema de la seguridad/libertad. Esto esta absolutamente de actualidad y en los últimos años se está llevando hasta el extremo con todo lo relacionado a las redes sociales y la gran cantidad de información depositada en ellas por parte de los ciudadanos. Podemos verlo en el caso de Edward Snowden que denuncia la pérdida de privacidad en la red y el control absoluto por parte de los gobiernos en el gran documental “Citizenfour” (2014). Aquí, la policía se vale de cualquier método para dar caza al delincuente, dando prioridad a la seguridad frente a la libertad de los ciudadanos. Como digo, tema controvertido y que nos lleva a un gran debate. Esta es la riqueza de la serie.

Por otra parte, como thriller está bastante conseguido y resulta apasionante esa búsqueda por parte de la policía al asesino. Me recuerda bastante a esa gran película que es “Seven” (David Fincher 1995), por esa especie de juego a través de las redes sociales del que se vale para ir eligiendo quien será la futura victima que pagará las consecuencias por sus actos moralmente reprobables, mientras que en aquella otra era el juego de los siete pecados capitales. Me parece sobresaliente como te engancha a la historia y va avanzando consiguiendo no despegarte ni un momento de ella hasta llegar a un giro bastante bien realizado. Aunque a decir verdad, hay un hecho que no me ha gustado mucho y que a afeado en cierto modo el final y que comentaré posteriormente en la parte de spoiler.

No podemos pasar por alto a la pareja de detectives que se trata de otro de los puntos fuertes del capítulo (otro más). Tanto por las buenas actuaciones de Kelly Macdonald (Boardwalk Empire) y de Faye Marsay (Juego de Tronos) como también por lo bien desarrollados que están sus personajes y la confrontación de sus diferentes personalidades y métodos de investigación. Por una parte, tenemos a la detective Karin Parke cuyos métodos métodos son los tradicionales y es bastante escéptica con respecto a los delitos cibernéticos y todo lo que tiene que ver con Internet. Creo que en muchas ocasiones se utiliza como el punto de vista del espectador, mostrando la incredulidad con respecto a las posibilidades de la cara oscura de la tecnología. Por otro lado está Blue, su compañera experta en tecnología y que conoce perfectamente las posibilidades para el mal con las que pueden utilizarse Internet y a tecnología en general. Esa relación entre tan diferentes métodos y personajes le dan un plus a la historia y que bajo mi punto de vista es todo un acierto.

Por todo esto, me parece un capitulo cargado de diversas temáticas y problemáticas que son insertadas en una historia realizada de forma magistral. Gran despedida.
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14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Historias cercanas y proféticas VI
“Hated in the Nation” (Odio nacional), una historia que recuerda al impactante primer capítulo piloto de toda la serie, “El himno nacional”. En este último, que a la vez es el más largo de todos, una hora y media, como un largometraje tradicional. Es un capítulo ambicioso, que contiene muchos temas e ideas, desde temas de seguridad nacional, la vigilancia a las personas, el poder de las redes sociales, dilemas morales, justicia social, y nos lleva a la reflexión temerosa a la que la serie apunta muchas veces, a indicarnos que no deberíamos estar tan tranquilos con todas estas posibilidades tan cercanas, y advertirnos un poco sobre estos escenarios. Pero a lo que quería llegar, independientemente de que me gustaron los planteamientos y las ideas base de ambas historias, la ejecución no es tan limpia, ni las historias tienen elementos que refuercen esas ideas base: en algunos fallan las actuaciones, en otros pequeños vacíos en los guiones, etc. Pero sin dudas, son dignos episodios y muy valiosos para analizar de manera independiente por lo que ofrecen en sus planteamientos. Dos capítulos que cierran una muy buena temporada, que demuestra que la serie sigue manteniendo su calidad, que la asociación con Netflix mantuvo su espíritu, y que nos dejó algunos de los momentos más memorables en pantalla del 2016.

http://asbvirtualinfo.blogspot.com.co/2016/10/critica-serie-black-mirror-season-3-temporada.html
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Los Haters, esa gente.
No esta mal, es interesante pero me han gustado mas otros capítulos. En Odio nacional tiene un mensaje en forma de critica social, en casi todos los capítulos de Black Mirror se cuestiona el uso de las nuevas tecnologías.
Se parece un poco a un capitulo de CSI, una resolución de un crimen, de un misterio, tocando el dilema moral del control por parte de los gobiernos a los ciudadanos.
Lo que me parece mas inquietante es la posibilidad de que alguien inteligente utilice su ingenio para matar, con un fin justificado y con motivo altruista. Cuanto mas avanza la tecnología mas fácil es que ocurran cosas terribles y supongo que habrá habido muchos actos terroristas que han fracasado por casualidad o por que les han pillado a tiempo.
La realidad supera siempre a la ficción, esta semana ha habido un crimen horrible en Madrid y define lo horrible que puede llegar a pasar por la mente de un ser humano.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La deshumanización de la red.
Cuando llegamos al punto de pensar que nada de lo que decimos en la red, es absorbido por la parte afectada, empezamos a circular por un camino por el cual nos ha llevado la deshumanización de la red.

A veces no somos conscientes de nuestras críticas y nos las tomamos como un juego, y ese es el punto de partida de este capítulo, el cual mezcla muy bien esa crítica a la sociedad, crítica al estado con su "ultra 1984" que ni el mismo Orwell hubiera imaginado nunca y más cosas... que tendréis que descubrir ;)

La duración más alargada de la habitual, no es negativa, ya que está aparte de muy bien llevada, con un ritmo que no para, no tiene diálogos vacíos, y que entretiene como todos los demás.
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10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El peligro de ser diana. El peligro de ser dardo.
El capítulo es sencillamente genial, cocinado a fuego lento, con un ritmo in crescendo —la música acompaña armónicamente a la tensión— y la asombrosa mordacidad de la crítica de la serie: desde los ávidos avances en ingeniería y biotecnología, hasta el silencio y la discreción de la vigilancia gubernamental, centrándose en el uso masivo en las redes sociales de la libertad de expresión con fines tan lúdicos como perversos y de la repercusión que el odio del maremágnum puede desencadenar en los sujetos zaheridos: lo mismo la indiferencia, lo mismo la ansiedad, lo mismo instintos suicidas.
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
#CausasyConsecuencias
Es tan bueno que casi parece profético. Lástima de un final que sin ser malo no me terminó de redondear lo que estaba viendo y en mi humilde opinión pondré en Spoiler 2 alternativas.

En este capítulo plantean varias cosas. Las redes sociales o la libertad de expresión son grandes ejes donde nos exponen lo positivo y negativo. Sinceramente, yo no le veo cosas negativas, otra cosa es que las personas les den un uso lamentable (ya sabemos lo fácil que es ser valiente tras una pantalla).
La justicia social o la vigilancia del gobierno son otros dos temas que saben tratar a pesar de algunos momentos que parecen solucionados de forma rápida y sin detalle.

Algo que no se puede dejar a comentar es la música. Excelente acompaña en escenas cumbre. Y el final... es un final, simplemente.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El odio nacional
Black Mirror: El odio de la nación es el cierre de la tercera temporada de la serie y el primero en la plataforma Netflix a la que dio su salto la creación de Charlie Brooker en 2016. A modo de película de noventa minutos (es el episodio más largo de la serie), Brooker reflexiona sobre el viejo tema de: “que tire la primera piedra el que esté libre de pecado” (o el “tira la piedra y esconde la mano”).

El odio de la nación trata de la investigación de dos policías (estupendas Kelly McDonald y Faye Marsay) sobre una serie de asesinatos de odio que ha habido en Reino Unido. Primero, una periodista que se dedicaba a difamar a la gente en silla de ruedas. Después, un rapero que se burló de un niño. Y la lista sigue. Los candidatos a las muertes han sido todos marcados por una especie de Twitter con el hastagh #Deathto. La investigación nos lleva a una odisea retorcida por varias subtramas que, en realidad, son más simples de lo que parecen.

Brooker apunta hacia la fama, la búsqueda de esta, aunque sea comportándonos como seres crueles, pero también reflexiona sobre la gente que es capaz de odiar a través de redes sociales, aunque sea utilizando excusas como “son redes sociales, nada es real, todo es una broma”. No, no lo es y, donde se habla de libertad expresión, se habla también de una búsqueda del odio, de los malos sentimientos y de una rabia terrible que convierte a los troles y similares de las redes en monstruos. ¿Usted iría por la calle y le diría a un desconocido “muérase”? Puede que no. En cambio, en las redes sociales, puede que sí. Que mundo más hermoso, ¿eh?

Además, Brooker aprovecha para reflexionar sobre el deterioro del medioambiente a través de unas abejas que parecen salidas de la misma creación que los pájaros de Alfred Hitchcock. También hay una potente crítica a cómo las redes sociales y los artilugios del mañana (y de hoy) sirven para que todo el mundo sea vigilado por el Gran Hermano de turno. ¿Cuánto tiempo puede pasar para que esta tecnología caiga en manos de gente que desee utilizarlas para mal o para un plan mesiánico de salvación?

Pese a todo, aunque es entretenido y las ideas críticas de Brooker siguen brillando, la trama es sencilla y la respuesta es bastante clara, pese a que se enrevese en varios puntos buscando una complejidad o un impacto que nunca llega a tener del todo. Me aterroriza más pensar en las redes sociales y quienes las manejan que unas abejas. Es decir, el mensaje real, el extrapolable, es potente y Brooker plasma así lo que ha sentido en diversas ocasiones que ha escrito sátiras sobre diversos políticos en el poder. No obstante, la alerta sobre nuestro futuro (y nuestro presente) está ahí y conecta con todo el mundo de la serie (hay guiños a Playtest y White Bear, capítulo de la tercera y segunda temporada respectivamente).

Para cerrar, como curiosidad, las últimas escenas, pese a los ponchos y los sombreros, fueron rodadas en Canarias.

En definitiva, El odio de la nación no es uno de los mejores capítulos de Black Mirror, pero es lo suficientemente interesante como para que el espectador aguante sus noventa minutos y lo más importante: piense (¡PIENSE!) sobre su papel en las redes sociales y la realidad.

Publicada originalmente aquí http://elantrodelosvampirosyotrosmonstruos.blogspot.com.es/2017/08/black-mirror-3x06-hated-in-nation-el.html
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Bzzzz
Teniendo en cuenta que los primeros insectos robóticos se hicieron para espiar sin llamar la atención, este episodio no da ninguna sorpresa a ese respecto. También llama la atención que en las redes sociales se pueda pedir la muerte de una persona alegremente. En España ha habido juicios con penas de cárcel por tweets por hacer chistes sobre franquistas muertos hace 40 años. Les llevamos años de ventaja.

Es entretenido, aunque no está al nivel de otros episodios de la serie. Ése es el problema de esta serie, que no hay una calidad homogénea entre capítulos y tramas.

Por cierto, ¿abejas robóticas construyendo impresoras 3D para autoreproducirse? Deberían revisar los cajones de los guionistas, porque me parece que cuando se reúnen no sólo lo hacen para las "tormentas de ideas".
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
LOS FLECOS
Atractivo guión que ofrece a C. Brooker la oportunidad para que pueda plantear otra de sus inquietantes tesis.
La historia ofrece puntos de vista valiosos pero su desarrollo resulta algo confuso, su verosimilitud es menos convincente de lo deseado y padece el lastre de algunos flecos poco explicados.
No obstante, el episodio está construido con solidez, se nota la calidad del guionista, el nervio narrativo del director, posee aire de intriga, complejidad formal y un grado de tensión estimable.
Interesante y correcta entrega.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Odio nacional
Cerramos la excelente tercera temporada de ‘Black Mirror’ con una propuesta especial de una hora y media de duración (como pasase en la anterior) en la que nuevamente nos adentramos a la mente de Charlie Brooker y sus preocupaciones sobre la tecnología y su impacto en el mundo actual.

En esta ocasión el tono difiere un poco debido al ambiente de thriller que rodea la propuesta: un asesinato por resolver para una de las personas más odiadas por la nación. Lo que parece un caso casi resuelto de inicio se irá complicando por momentos hasta sus últimas consecuencias y buscar verdaderos culpables de todo lo sucedido. Nuevamente nos trasladamos a un futuro cercano en la que se nos plantean una serie de preguntas: ¿Son las personas culpables/inocentes por publicar un tweet o dar un me gusta? ¿Y si en ese tweet han deseado la muerte de alguien?

Al ser un futuro netamente cercano, se trata de forma muy cotidiana el hecho de la nueva tecnología implantada y, también, de manera realista todo lo que involucra el tema de las redes sociales y del uso de las mismas.

Si que es cierto que, a pesar de ser un capítulo bastante correcto, sorprende encontrarle una deficiencia fuerte respecto a anteriores, como es el hecho de lo planos que resultan sus personajes principales, las dos investigadores, sacadas de manual, sin nada especialmente llamativo que contar.

Por lo demás, este ‘Odio Nacional’ es un buen final de temporada. Ahora puedo poner a saco con la recientemente estrenada cuarta entrega y recomendaros, una vez más, que veáis esta serie.

Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Moraleja
Lo que un medio como la red nos ofrece y como hacemos uso de ello, como nos expresamos, como un comentario por muy inocente que sea puede influir negativamente en gente.
Como una opinión sumada a muchas opiniones, simplemente de algo que no nos ha gustado, algo que da igual que sea verdad o mentira, simplemente unirnos a unos pensamientos que creemos justos pero pueden dañar a otras personas.
Un insulto, un provocación, el sentirse perjudicado, el atacar desde un ordenador sin ser visto, el desear hasta la muerte por unos hechos realizados y que eso se magnifique puede llegar a deprimir, a atacar a otra persona.
Y si algo que no nos agrada y pudiéramos votar para deshacernos de ello. Me hizo pensar y eso me encanta. Un placer.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El "Seven" de "Black Mirror"
Gran entrega. Tira por una trama detectivesca en la cual la amenaza está varios pasos por delante con mucho suspense y mucho acierto. Es la entrega más larga de la serie, pero se mueve a ritmo febril. Explora los límites del "odio" popular al que sometemos o estamos sometidos en las redes sociales, así como qué pasaría si muchos de los pensamientos o amenazas se tornasen reales.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
The Departed
Odio nacional no es tan bueno como se ha dicho. No es una conclusión a la altura de una serie como Black Mirror en su tercera temporada.
Es demasiado largo (nunca debería haber durado 90 minutazos; no da para tanto), demasiado enrevesado en ocasiones, tiene demasiado personajes, demasiadas situaciones. No termina de funcionar la tensión y el misterio como deberían.
Sin embargo, todo se le perdona con ese final tan potente, con el impacto que crea en el espectador, y con la bestial química detectivesca entre Kelly McDonald y Faye Marsay. El episodio empieza muy bien, con la introducción de la trama criminal y el primer asesinato, y tiene grandes secuencias (el ataque en el baño), y aunque no es perfecto y tiene los defectos antes descritos, sigue siendo mil veces mejor que la inmensa mayoría de televisión que se consume.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
En un país multicolor...
Un puro thriller policíaco futurista (aunque no lo ubico más allá del 2040-2045). La trama principal es el odio generado en redes sociales (en este caso Twitter o similar) hacia algunas personas públicas que han tenido algún comportamiento desafortunado. Esas personas empiezan a sufrir las consecuencias de forma excesiva.

Es un capítulo muy largo (hora y media). Con dos protagonistas femeninas: Kelly Macdonald, que interpreta a la detective que lleva el caso; y Faye Marsay, su ayudante experta en tecnología. Una historia que contiene muertes, crítica al uso de las redes e incluso abejas mecánicas (ante la extinción de las abejas reales).
Y con un final que realmente me hace plantearme...
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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