23 Críticas de los usuarios

Es esta una película de las que ya casi no se ven. Aglutina un gran reparto femenino y una historia tierna y conmovedora. Los diálogos son incesantes y el retrato de los personajes está muy bien trazado. La historia es profundamente yankee pero sabe convertirse en formato universal. Para alguien que no sea americano puede resultar algo almibarada, o incluso irreal, pero el costumbrismo que filma Herbert Ross es de una fidelidad dificilmente rebatible.
La película te toca la fibra sin remedio, lloras, ries, te solidarizas con la desgracia, alientas esperanzas y finalmente encuentras la paz. Será muy complicado volver a contemplar en pantalla un desenlace tan inspirado.
Me temo que por esta película nunca pasarán los años, envejecerá reposadamente, quedando como una de las grandes tragicomedias de los 80, como la película que supo diseccionar el universo femenino y nos hizo comprender mejor nuestra condición humana. Si algún lector aún no ha tenido la oportunidad de disfrutarla le ruego que lo haga, es imposible salir defraudado.

Apreciable interpretación de este conjunto de vecinas cuyo lugar de preferencia es una peluquería. El centro de todas las charlas, donde despojan todos aquellos asuntos que no pueden mantenerse en silencio entre mujeres. No existe tabú ninguno a la hora de afrontar temas considerablemente delicados. Tales como el sexo, la enfermedad o la muerte.
Gran sentido del humor y optimismo frente a las adversidades de la vida. Ante todo una película digna de ser vista.

En esta maravillosa película, el título de esta crítica cobra un sentido totalmente tangible: La ficción no pretende copiar a la realidad, si no crear la suya propia. Y el resultado es el que se ve: una asombrosa obra de arte.

Un pequeño pueblo de un estado sureño de América. Una comunidad de costumbres, tradicional. Un grupo de mujeres. Como punto de partida, una de ellas, la joven, va a casarse.
Quién diría que de ahí puede salir una intensa historia de relaciones humanas, una historia conmovedora, plagada de tristeza y alegría, como la vida misma.

Guiones y actuaciones como se dan en esta película borran de la mente los innumerables sinsentidos que se producen en serie en los estudios de medio mundo, y le devuleven a uno la fé en el cine.

Podría hablar de decenas de ejemplos concretos que rezuman veracidad, esos pequeños en atención o peso, pero que van sustentando la obra, para que cuando pase una señora arrastrada por su perro y gritando como una loca, lo veamos más real que el televisor en el que se está proyectando. Pero no lo voy a hacer; voy a recomendar, recomendar ver esta película, y dejarse llevar por ella. Espero que disfruten como yo la he disfrutado.

Nota: Para los aficionados a la lectura de relatos y cuentos, en esta película aparece Sam Shepard, que es el marido de la peluquera. Como en uno de sus microrelatos, en apenas dos pinceladas, ya sea con palabras ya sea con gestos, es capaz de dar la vida. No hablaba en vano cuando mencioné la fé...

La película, lo aviso ya es algo lenta , pero no se te hace pesada para nada,. La historia que cuenta es muy emotiva y te engancha, te hace reir , llorar, los personajes encantadores, y hay unas muy buenas interpretaciones de todo el plantel, que dicho sea de paso es de lujo.

Shirley MacLaine, Sally Field, Julia Roberts, Dolly Parton, Daryl Hannah y Olympia Dukakis componen el impresionante reparto femenino de este melodrama dirigido por Herbert Ross, basado en una popular obra teatral y que narra las vivencias de un grupo de mujeres que se enfrentan a todo tipo de problemas afectivos y familiares. Field, por ejemplo, da vida a una sobreprotectora madre cuya hija (Julia Roberts) padece diabetes, mientras que Parton interpreta a la dueña de una peluquería que suele servir como lugar de reunión para nuestras protagonistas.

Magnolias de acero pertenece a ese mal llamado grupo de películas para mujeres, películas con protagonistas femeninas y que tienden a conjugan (a veces de manera demasiado almibarada) drama, comedia y romance. Sí, la cinta de Ross juguetea con todos esos géneros, aunque destaca por beneficiarse del talento de unas actrices en estado de gracia (Roberts fue nominada al Oscar a mejor actriz de reparto). Habrá quien todavía muestre ciertos prejuicios a la hora de acercarse a un título de estas características, pero de veras que vale la pena hacerlo.

Se trata de una película coral con tintes tragicómicos que cuenta en clave costumbrista la vida de un grupo de amigas en un pueblecito de Louisiana. La historia transcurre en buena parte en la peluquería-salón de belleza de una de ellas, que actúa como escenario principal donde estas mujeres se reúnen, hablan de sus cosas, sacan a relucir sus ilusiones y temores y ven pasar la vida mientras se cortan el pelo o se hacen la manicura. En ese sentido es muy teatral y se deja adivinar bastante su procedencia dramática. Y no sólo por el escenario central sino también por los diálogos, bastante ricos, a través de los cuales se va entretejiendo la acción. Si a algunos les ha parecido lenta es por esto, porque casi toda la trama se desarrolla en torno al diálogo.

El reparto es magnífico, aunque no todas las actrices están ni mucho menos al mismo nivel. Para mí destacan la siempre correcta Sally Field, y por supuesto las geniales Dukakis y MacLaine, esta última en uno de esos papeles tan suyos de señora excéntrica en los que casi se ha especializado y que tan estupendamente borda. Sin embargo la película arrastra un exceso de edulcoramiento que la hace a ratos difícilmente tragable. Es una buena historia y cuenta con un elenco de actrices privilegiado, pero es tal la hiperglucemia que provoca y tan frecuente el recurso a la lágrima fácil que pierde un montón de puntos. Una pena, porque creo que se podía haber hecho algo muy bueno si no se hubiera abusado tanto del almíbar.

Bellísima película basada en la vida de unas amigas y vecinas de toda la vida que se unen en torno a su lugar favorito, la peluquería de la vecindad donde todo se sabe y se comenta. Actrices como catedrales interpretan esta obra trágica y cómica a la vez pero familiar y muy humana. La vida que no para...

Gran adaptación de Herbert Ross de una obra de teatro, avalado por un excelente reparto de actrices que pasan de la carcajada a la lágrima en meros segundos. .

La acción se desarrolla en una peluquería de señoras, donde se habla de todo, de lo bueno y de lo malo, de lo divino y de lo humano, donde las noticias se expanden con lo verdadero y lo inventado, donde se dan pábulo a los rumores y donde se disfrazan las verdades y las mentiras, haciendo entrañable esta comedia dramática impecablemente interpretada por toda y cada una de las actrices, varias de ellas con un Oscar, y otras nominadas en más de una ocasión.

Muy recomendable, pues la comedia y el drama se funden en una obra apreciable.

Notable 7.

Entretenido lienzo sociológico de la América más profunda y rancia que funciona como un auténtico y desfasado momumento a la laca, las hombreras y demás "tesoros" de los ochenta más pueblerinos posibles.
Basada en una prestigiosa obra teatral la cinta funciona como mero entretenimiento y nada más, ya que sus virtudes son lo mínimo para compensar el exceso de azúcar y sobredosis de histrionismo de la historia y su forma de contarla, por otro lado de lo más previsible, plana, tópica y entretenida. Si bien la labor de sus actrices (todas ellas con aspecto de barbies encauchutadas) es correcta en unos casos (Dukakis, Parton), deficiente en otros (Hannah, no se si por su papel o por su forma de interpretarlo, pero acaba resultando insoportable) y excelente en los demás (Field se convierte en la más natural de todo el reparto, Roberts destaca jóven por su ternura y MacLaine siempre se ha sabido que es un genio de la comedia), sus personajes, excesivamente unidimensionales en algunos casos y excesivos en otros juegan en su contra, por culpa de un guión sin ideas y de una puesta en escena que se limita a mostrar el profundo sur estadounidense de manera preciosista y siempre favorable, lo cual podría desde luego ser criticable, pero creo que en este caso ni merece la pena...

Hablar de Magnolias de acero es hablar de ese cine sin más pretensiones que mostrar la vida tal cual es, con sus comedias y sus dramas, tan mundana como extraña. Sólo por eso ya merece un puesto en mi corazón, por muy cursi que suene, pero debo reconocer que está algo desaprovechada. Podrían haber hecho algo más redondo.

El gran valuarte de esta cinta son sus personajes y los diálogos que mantienen entre sí, aunque a veces rocen la exageración. Quitando eso, son realmente magníficos. Para ello se nutre de un grupo de actrices envidiables en el que casi todas están bien, destacando una Sally Field abrumadora, una actriz que siempre sabe dotar a sus personajes de una verdad rotunda. Sólo por su escena (quiénes la hayan visto sabrán de qué hablo), mereció la nominación al Oscar. Consiguió ponerme los pelos de punta. Julia Roberts demuestra su talento con un personaje nada sencillo. Shirley MacLaine, algo sobreactuada, Dolly Parton, algo azucarada, y Olympia Dukakis, algo estirada, cierran este magnífico reparto. Dejo fuera a Daryl Hanna porque resulta irritante, tanto su interpretación como su personaje. Quizás sea el único error grave de la película.

Celebro, también, ese vaivén entre el drama y la comedia que envuelve a la película durante todo el metraje. Como he dicho antes, Magnolias de acero es como la vida misma. Y eso, si está bien hecho, siempre resulta satisfactorio.

Qué mal aprovechado reparto para una película que, sin dejar de tener su encanto, no ofrece nada del otro mundo. Interesante por el punto de vista femenino, por algunos buenos diálogos y la secuencia final. Aunque la escena que cierra la película es tan almibarada que podría darle un ataque epiléptico al personaje de Julia Roberts. Nunca antes había oído hablar de diabéticos de ese tipo. Con películas como esta, no me extraña que haya señoras que crean que la diabetes ha sido lo que le ha desviado el tabique a Belén Esteban.

Por otro lado, las proporciones de Dolly Parton nunca dejarán de asombrarme.

Lo único que tienen en común seis mujeres de un mismo pueblo de Lousiana, con unas vidas muy distintas, es su asistencia al salón de belleza. Las seis son amigas, y comparten sus problemas y sus inquietudes, aunque sus caracteres y sus edades son diferentes.

Allí se reúnen para comentar todo lo que sucede en sus vidas y lo que está pasando en el pueblo. En sus visitas a la peluquería se van conociendo sus temores, alegrías, tristezas y las adversidades que el futuro les depara.

La película generó por venta de taquillas la cantidad de $96 millones, más $40 millones por la venta de alquiler en los videoclubes, además recibió cinco nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine, incluyendo un Oscar por mejor actriz de reparto: Julia Roberts.

Sally Field ha ganado el Oscar en dos ocasiones: “Norma Rae” (1979) y “Places in the Heart” (1984), en ambas como mejor actriz principal. Dolly Parton ha recibido dos nominaciones al Oscar por sus canciones: “Transamerica” (2005) por la canción "Travelin' Thru" y “Nine to Five” (1980) por la canción del mismo nombre.

Shirley MacLaine, ha sido nominada al Oscar en seis ocasiones: “Some Came Running” (1958), “The Apartment” (1960), “Irma la Douce” (1963) y “The Turning Point” (1977) en todas como mejor actriz principal y ganándolo en “Terms of Endearment” (1983), además del documental “The Other Half of the Sky: A China Memoir “ (1975).

Olympia Dukakis gano el Oscar en “Moonstruck” (1987) por mejor actriz de reparto. Julia Roberts ha sido nominada tres veces al Oscar por “Steel Magnolias” (1989) como mejor actriz de reparto, “Pretty Woman” (1990) como mejor actriz principal y ganándolo en “Erin Brockovich” (2000) como mejor actriz principal.

Diálogos teatrales en lugar de acción directa delatan de inmediato el origen de una película cuya impresión es que quiere adscribirse al juego de lo iconoclasta pero en la que su tono, su dinámica y su argumento resultan tan convencionales que apenas se notan sus arañazos.
Nos obsequia con un punto de dramatismo, con algún chascarrillo divertido, con un voluntarioso ejercicio de ingenio y, entre ondulaciones diversas del celuloide, descubrimos que la trama ofrece como su mejor baza las destacadas interpretaciones por parte de un eficaz elenco femenino.
Ellas son quienes de verdad consiguen mejorar la historia y proporcionarle cierto empaque y dinamismo.
Hay que destacar la notable participación de J. Roberts y de S. MacLaine en sus respectivos papeles.

Jamás me había sabido tan buena la comedia como lo hizo “Magnolias de Acero. Una perfecta historia entrelazada por mujeres que se reúnen en un salón de belleza adaptado. Se encuentra dotada de rasgos especiales con cimientos fuertes en sus aspectos dramáticos. Resulta estupenda por un elenco fascinante garantizando momentos de placer.
Julia Roberts lo hace con una maestría asombrosa, no por nada fue su primer gran papel como actriz con “Magnolias” aunque no hay que omitir que inició su carrera en la comedia “Mystic Pizza”.
Nos da a saber varios mensajes en los que demuestran que la mujer también tiene voz, también una hermosura que las precisa como seres finos. No solamente eso, sino el valor de la vida, un gran regalo que mucha gente lamentablemente no ha sabido apreciar.

Seguramente, Magnolias de acero no hubiera llamado demasiado la atención si no fuera por su excepcional reparto. No todos los días un director tiene la suerte de tener frente a la pantalla a Sally Field, Dayl Hannah, Julia Roberts, Dolly Parton, Shirley MacLaine y Olympia Dukakis, que se dice pronto. Además, es la primera vez que el mundo prestó atención a Roberts, un año antes de que se convirtiera en "la novia de América" gracias a Pretty Woman.
Sin duda, son las actrices (y los actores, no conviene olvidarlos) las que elevan el nivel general de un drama correcto, entretenido, sensible y emotivo, pero también muy facilón y lleno de tópicos. Pasable, pero nada reseñable tampoco, ni nada fuera de lo corriente.

Madre mía, no recuerdo un elenco de actrices juntas con este protagonismo en ninguna otra película. Me imagino que Herbert Ross lo tuvo complicado al principio para reunirlas a todas, pero a medida que las primeras aceptaban, las otras se sumaban con facilidad.

Lo único que me extraña es que sólo Julia Roberts estuviera con posibilidades de ganar algún premio por su actuación.

La historia se desarrolla en un pueblo cualquiera de Estados Unidos, donde un grupo de mujeres de diferentes edades y una gran relación entre ellas, pues pasan de puntillas y otras pisan con fuerza en su día a día. Con un personaje no más importante, pero si con más minutos alrededor suyo y sobre el cual gira la película, el personaje de Julia Roberts quien está a punto de casarse y quien tiene entre cejas ser madre aunque esto vaya en contra de los consejos de sus médicos.

Es una maravilla cada aparición en pantalla de las protagonistas, porque son distintas formas de actuar y cada una de ellas tiene su estilo, su forma de interpretar y eso se nota a la legua. Una trama muy natural que nos podríamos encontrar en un pueblo cualquiera, se hablan de cosas cotidianas de la forma más natural, lo que causará las delicias del espectador en todos los sentidos.

Nos veremos reflejados en muchas situaciones, lo que lo hará todo mucho más cercano. Y hay escenas para revisionarlas una y otra vez, en especial cuando el personaje de Olympia Dukakis, le dice al de Sally Field que golpee al personaje de Shirley MacLaine.

Muy recomendable.

Es una pelicula totalmente de mujeres y para mujeres. A los hombres se la puedo recomendar, pero seria muy raro que la viesen, de todas formas es una pelicula que te hace ver cuanto puede la amistad. Me encanta el final.

No puede tener mas clichés y encima ha envejecido relativamente mal por la estética.
Pero... las actuaciones son muy buenas y las gags son divertidos. A parte de la supermadre Sally Field y la encantadora Shirley McLaine destacar la gran actuación de Dolly Parton.
A lo mejor se limita a ser ella misma, no lo sé, pero es tan vitalista, alegre, fuerte y encantadora que tanto da si actua o simplemente se limita a salir.
Tiene algunas escenas un tanto histriónicas como las del marido de Sally Field y su ridículo sombrero de pesca pero en general las escenas dramáticas y/o cómicas están muy logradas y son muy divertidas.
Es una película preciosa aunque se haya hecho para un público objetivo del que no puedo estar mas alejado.

Había oido hablar de esta película desde hacia muchos años; la calificaban de "woman´s picture", es decir una película de mujeres, un género casi en desuso hoy en día y que suena hasta ñoño, y por eso nunca había tenido interés en verla e incluso la despreciaba estúpidamente sin haberla visto. Pero ayer mismo la echaron por la tele y me quedé enganchado. Primero por ese ambientillo colorista de la América icónica y suburbana que tan bien retrató Norman Rockwell. Pero sobre todo por Julia Roberts en su primer papel destacable, un papel en que luce realmente encantadora, guapísima y jovencísima en una interpretación emotiva y llena de frescura. Las demás actrices también están soberbias, destacando especialmente Sally Field haciendo de madre de Julia; su interpretación en la tragicómica y sorprendente escena del final merece un sobresaliente, lo mismo que la labor del guionista. Me ha parecido, en definitiva, una película distinta e inolvidable, una película que me ha hecho reír y me ha hecho llorar... una verdadera joya que destaca entre tantas películas clónicas protagonizadas por machotes y que se olvidan a los dos días.

Adaptación cinematográfica de un éxito en Broadway que se queda a mitad de camino entre el drama y la comedia, en torno a un grupo de amigas de un tranquilo barrio residencial.
Lo mejor del film es sin duda el papel de las malhumorada MacLaine, que viene a paliar el exceso de almíbar en las interpretaciones de sus congéneres, sobre todo en el caso de Julia Roberts, empeñada en ser la jovencita encantadora "made in USA" o la inocente y virginal Daryl Hannah, escondida tras una exacerbada devoción y unas gafas de pasta de allá cuando Elvis aun era una realidad.
Floja película, por tanto, en cuanto a su argumento e interpretaciones, lo que es más grave en una comedia coral como esta. Símplemente para pasar entretenido, sin más pretensiones, una ociosa y aburrida tarde de lluvia.