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47 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
Terror sádico y pervertido, daba para más pero Craven le quitó realismo y la exageró en sus vicisitudes
Una cinta interesante que combina buenas dosis de terror psicológico con algo de slasher y gore.
Un filme de atmósfera perturbada debido a la locura y la malevolencia de los personajes, se erige como un exponente del cine macabro sobre delitos sexuales y sobre truculentos asesinatos, sobre perfiles psiquiátricos tremendamente desequilibrados donde hay bastante exhibicionismo desde lo atroz y en menor medida de las agresiones carnales.

La cinta es efectiva en causar impacto por el grado de alevosía en que se cometen los crímenes, pero es una pena que por allí Wes Craven haya dotado a ciertos personajes de un aire cómico que no beneficia en nada al carácter sórdido y sanguinario de la película.

Las actuaciones son bastante regulares, pero para el tipo de filme alcanzan al menos a contribuir en el ambiente de tensión psicológica y de amenaza física que se respira.

Es una cinta a la que se le creería que estuviera ligeramente basada en hechos reales, donde quedan evidenciados el grado de locura que puede alcanzar el ser humano, así como también denota un leve crítica hacia la falta de efectividad de la policía en sus quehaceres.

Paranoia y asesinos trastornados, jóvenes víctimas que quieren disfrutar de la vida sin saber en los peligros en que pueden inmiscuirse y una venganza más cruel aún para dejar bien en claro que la ley del talión es lo más efectivo y contundente ante tanto ataque y agresiones recibidos.

Es a grandes rasgos interesante, podría estar mejor llevado el realismo que bien encajaría en esta cinta donde las variantes pueden pasar, pero no en la medida exagerada donde lleva el filme Craven. Director que quiere subrayar especialmente la depravación y lo bestial del ser humano cuando entra en situaciones límites.

Una película ideal para los amantes de lo truculento, para aquellos incondicionales de la época de los setenta donde la música hippie y las drogas inundaban las calles, para aquellos que degustan de la extremada perversión en que puede incurrir el género humano.
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34 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
A veces el plato no se sirve tan frío...
Interesante debut del que luego sería uno de los maestros del terror adolescente y que cuyas premisas empezaban a dislumbrarse en esta película en el que el tema de la venganza fluye en el aire sobre todo en los últimos 30 minutos. El argumento puede recordar a "Perros de paja" (Sam Peckinpah, 1970) y puede que no sea muy ingenioso pero todos nos metemos en la piel de los padres al ver las humillaciones y vejaciones a las que son sometidas las dos chicas. Y sin duda, brutal la venganza de los padres al descubrir algo que ya se olían y no sabemos si el director quiso dejar la pregunta en el aire de que si se puede justificar esa venganza de los padres por los actos hechos por los delincuentes. Lo peor, la musica esa que tanto repelus da y en algunos casos excesivamente utilizada como si de un viaje al país del LSD se tratara. Excepto estas salvedades, es una película entretenida aunque a veces demasiado cruda en la violencia de las imágenes.
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40 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Una burla para el espectador
Por lo que veo en las votaciones, esta es una película de las que tienen tantos amantes como detractores. He visto muchas así, pero esta es la primera vez que me topo con una en la que, francamente, me pregunto qué puede tener para ser admirada o aclamada aunque sea por una minoría.

Esta película es desagradable. Eso en sí no tiene nada de malo, filmes como "Irreversible" también lo son, y precisamente así demuestran su realismo. Sin embargo, aquí la sangre y las vejaciones parece que están ahí puestas simplemente por el morbo y la provocación.

Algunas escenas son tan absurdas que resultan ridículas y dan vergüenza ajena. Hay momentos en los que me pregunto si de verdad estoy viendo una película clasificada como "thriller" y "terror" en vez de una comedia surrealista. Tiene toda la pinta de ser una parodia... pero una parodia del asesinato brutal de dos chicas, sinceramente, me parece una falta de respeto.
Durante estos 91 minutos he tenido la constante sensación de que me estaban tomando el pelo.

Para colmo, es lenta y aburrida.
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35 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Pero, ¿esto qué coño es?
Mala, malísima, horripilantemente mala. Podría ser una de las peores películas de la historia. Decir que es una película amateur es quedarse cortísimo. Te lees la sinopsis y la verdad es que la historia promete, pero esto es una aberración. Las películas que veíamos de críos en el Super Cine Exin están mucho más curradas que esto. Vaya, que si coges a cuatro colegas (borrachos, por supuesto) y te pones a hacer el chorra por ahí seguro que tiene más calidad. Veamos, los actores no son ni siquiera amateur. La imagen es mala y da continuos saltos. En la copia que yo vi, por debajo del audio de la peli hay otro que se escucha perfectamente como si hubieran reciclado la película. La música, madre mía, no vale ni para ponerla de fondo en el entierro de tu peor enemigo. Suena continuamente (incluso en medio de una violación) aunque no venga a cuento y se corta de repente porque sí. Los diálogos no es que sean surrealistas o absurdos, es que bordean el delirio absoluto. La estética es como de película porno setentera muy hortera. Yo, como le tengo muy poco aprecio a mi vida, la he visto enterita pero me juego lo que queráis a que no hay nadie que sea capaz de ver media hora sin darle al rebobinado. Me jode decirlo pero si en vez de Wes Craven pusiera que lo ha dirigido mi madre, me lo creería. Así de gigantesca es esta bazofia (perdóname mamá, ya sé que tú no te mereces esto).
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66 de 115 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Bergman psicotrópico
A fuerza de hacer películas de visceras, sangre y terror gore el Sr. Wes Craven se ha ganado una cierta fama como especialista en el género pese a que la mayor parte de sus películas son un bodrio absoluto, aunque al menos no son técnicamente tan malas ni estéticamente tan cutres
En concreto esta que parece una recreación lisérgica de El manatial de la doncella del gran Igmar Bergman, y pone los pilares a una filmografia plagada de sangre, excesos y un mal gusto que es sin duda alguna lo más terrorífico de toda la función.
En su momento quizás llamó algo la atención, pero vista hoy en día todo en esta obra está superado y el espectador aparte de aburrirse soberanamente poco puede identificarse con estos protagonistas tan salvajes como ignorantes. A huir de ella como de cualquiera de sus espantosos protagonistas...
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48 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Cine freak
Esta claro que se trata de un film sin ritmo, de argumento inverosímil y con unas interpretaciones nivel aficionado, los detalles de humor de la pareja de policias son patéticos, y deja la sensación de que podría haber llegado a más, pero también veo en ella detalles que me gustaron, como el hecho de ser tan explícita para la época o ese regustillo a película independiente setentera que tanto me gusta, que seguro marco a muchos directores, fijaros por ejemplo en la escena en la que el padre elige un arma con que atacar muy parecida a la de Bruce Willis en la tienda de los sodomitas en Pulp Fiction.
Película freaky para ver con los colegas y pasar un rato entretenido.
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15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El Primer Kruger de Wes Craven
La última casa a la izquierda supone un paso de no retorno en el mundo del cine. Prohibida y censurada en países como Australia, la opera prima de Wes Craven era un auténtico puñetazo a la moral estadounidense. Sean S. Cunnigham, el productor del film (y también director de viernes 13) se quedó absolutamente boquiabierto cuando Craven le enseño la película, y es que una cosa era hacer una película de terror que al fin y al cabo resultaría rentable económicamente, y otra muy distinta hacer una película que parecía real, demasiado real…¿Quién iba a pagar por ver una película que tenía toques Snuff?

La película llegó a ser tan criticada y vapuleada (y atacada por la censura) que por poco no acaba la carrera de Wes Craven nada más empezar. De hecho el director realizó un guión después de acabar la última casa a la izquierda, en el que se proponía una película cómica, y es que hasta los padres del director se habían enfadado con él. Afortunadamente esa película no vio la luz y Craven siguió dirigiendo películas de terror, ¿Se imaginan a Wes Craven realizando películas románticas? Eso sí que habría sido terrorífico.

Recogiendo paródicamente el argumento de la mítica película de Ingmar Bergman, El manantial de la doncella, La última casa a la izquierda propone un argumento (unas muchachas van a un concierto pero desgraciadamente serán secuestradas por unos asesinos) y una violencia explícita que iban a revolucionar el género de terror para siempre. Pensemos el año de realización de la película, 1972. Faltaban aún seis años para que John Carpenter rodará la primera película considerada como un Slasher, La noche de Halloween, y sin embargo, la película de Craven ya anticipaba muchas cosas de las que veríamos años más tarde. Nuestros asesinos no dejan de ser psicópatas tan violentos como los que iban a formar parte del colectivo imaginario del asesino en serie, que sería explotado de manea reiterativa en los años ochenta.

Craven rodó una película bestial, donde la violación y el asesinato estaban al orden del día. El director incluso realiza toques cómicos e irónicos (la utilización de la música Country mientras los asesinos violan a las muchachas o el contraste de planos entre los asesinos y la familia de las víctimas) que aumentaban el tono de frialdad de la película. Ciertamente la Última casa a la izquierda es una película que aún verla hoy en día resulta indigesta, pero realmente anticipa lo que sería el género en los años ochenta e incluso el morbo por la visceralidad que tanto impera hoy en día. Incluso anticipa lo que sería el propio cine de Craven, no es para menos que uno de los maníacos de la película se llame ni más ni menos que Kruger. La última casa a la izquierda no es una película que haga concesiones. No las hace ni a los espectadores ni tampoco a sus propios personajes, y es que la modernidad de la película se demuestra cuando el argumento nos deja huérfanos de lo que parecía que iban a ser los personajes principales de la película. Hasta eso importa poco para Craven.

Es cierto que los aspectos técnicos del film dejan mucho que desear. Que la película está rodada con un presupuesto muy limitado se nota en su factura técnica e incluso en la composición de planos de la película. De hecho, los actores principales de la película no llegaron a cobrar más de mil dólares por la película. Si nos ponemos a contar los errores de Raccord de la película podríamos estar largo rato enumerándolos. No es formalmente donde la película transgrede, sino que lo hace en su iconografía. Obviamente nadie iba a arriesgarse produciendo una película que parecía que iba a estrellarse económicamente y eso en parte explica la falta de medios que demuestra la película.

Demasiado verista, demasiado cercana. Los personajes de la película podríamos ser nosotros mismos. Los cárteles publicitarios de la película aconsejaba al espectador que para que no entrará en pánico se dijera a sí mismo que sólo estaba viendo una película…¿Seguro? Porque la obra tiene una vena snuff que queda latente en muchas de las secuencias más agresivas de la película. Una venganza que obvia el refrán de que normalmente esta se toma fría para realizar una tropelía bárbara.

Craven subvierte el ambiente pacifista del mundo Hippie (el emblema de la paz que los padres dan a su hija o los comentarios acerca de la música del concierto al que va asistir) para aterrar al espectador. Dos años antes de que se realizara la matanza de Texas, La última casa a la izquierda ya juega con el morbo de una motosierra atravesando carne humana. Una salvajada de cuidado.

http://neokunst.wordpress.com/2014/01/03/la-ultima-casa-a-la-izquierda-1972/
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11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
La primera mierda de Wes Craven
Es increíble que la primera película de Wes Craven, sea considerada desde hace algún tiempo como un clásico del género de terror, cuando seguramente el ¿realizador? simplemente experimentaba y calentaba motores para introducirse en el cine.
Me cuesta mucho trabajo creer que Craven quisiera hacer una película de terror, aquí no hay, ni terror, ni entretenimiento, ni nada de nada, todo ello es un relato aburrido y enfermizo ideado en la mente de un sobrevalorado director, que ha sido considerado por muchos como un maestro del terror, pero que ha dado muy pocas alegrías a lo largo de toda su mediocre carrera.

"La última casa a la izquierda" es una mierda como una catedral, lo fue en el momento de su estreno y lo sigue siendo ahora; es una de tantas lindezas que nos ha ofrecido el bueno de Wes.
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25 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Y así empezó todo
Opera prima del maestro del terror Wes Craven, reconocida hoy como obra del culto del genero sexplotaition. En el film se representa una sociedad americana mojigata en plena guerra de Vietnam, finalizando la época hippie donde los jóvenes son vistos como quinquis fuma porros.

La verdad es que la película técnicamente deja mucho que desear, recordemos que era la primera película de Craven, pero esto en vez de ir en su contra hace que las imágenes más crudas del film tengan un realismo acojonante.

Para recordar: las escenas de violación a las chicas, la venganza de la madre en el lago, el padre cuando esta eligiendo el arma a utilizar para vengarse, la escena de la moto-sierra, para mi lo único que sobra en la película es la parodia a la policía que no viene a cuento.

También destacar la buena interpretación del trió de malos, en definitiva una obra imprescindible.
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12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
¡Repugnante y cutre! Y en su día también lo fue.
“La última casa a la izquierda” es la ópera prima de Wes Craven, ¡Por favor, que cutrez!
George A. Romero sabía hacer serie B de calidad, ¡Menos mal que Craven encontró una magnífica inspiración en “Pesadilla en Elm Street” e hizo un peliculón que trascendería más allá de cualquier otra de sus producciones!
Porque hasta “Mal gusto” de Peter Jackson está mucho mejor dirigida y tiene mucho mejor aspecto.
La dirección de este film es horrible, el doblaje parece casi de documental de TVE2, la música parece lo suficientemente cutre como para pasar por la banda sonora del cine porno más cutre imaginable, y las actuaciones van de correctillas a mediocres, y los únicos personajes que podría destacar es el matrimonio principal.
Recomendable solo para fans de Wes Craven y del productor Sean S. Cunningham; director de “Viernes 13”.

Y ya que hablo de “Viernes 13”, me cuesta creer que la tercera parte de esta mítica saga de terror tenga peor puntuación que esta basura, cuando sin ser un peliculón, perfectamente podría quedar a la altura de las dos primeras entregas y superar por lo menos el 5.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Paz, amor y sangre en el salón.
Los inicios siempre son difíciles, aunque tienen la ventaja de que puedes dar rienda suelta a todo lo que se te ocurra. Vista en perspectiva The Last House on the Left sirvió para unir a dos mitos del cine de terror como son Wes Craven y Sean S. Cunningham. Pesadilla en Elm Street y Viernes 13, respectivamente, son sus credenciales. Eso ya nos da una idea por donde va la cosa. Sin casi línea argumental, tomada esta de la obra de Ingmar Bergman, El Manantial de la Doncella, este film fue rodado sin mucha preparación, siendo todo su metraje fruto de la improvisación, y su principal motivación fue filmar, sin ningún remordimiento, las mayores atrocidades que se les ocurrieron. Pero el dinero manda, y no pudieron incluir todas las que se rodaron, que según se cuenta, eran las más escabrosas.

Su falta de delicadeza la convirtió enseguida en una obra maldita a la vez que de culto. Estuvo prohibida en varios países. En el Reino Unido no fue hasta 2008 que se permitió la distribución sin cortes de la película, naturalmente para mayores de 18 años. Casualmente fue ese revuelo y las consiguientes prohibiciones lo que hizo que su éxito comercial fuera notable, sorprendiendo incluso a sus autores. Hoy en día esa crueldad o efecto malsano ha sido ampliamente superado por innumerables cintas, pero su amateurismo la hace sumamente atractiva e incluso, en mi opinión, impactante. Los años no pasan en balde, y el tiempo no ha sido precisamente su mayor aliado. De todas maneras incluye algún apunte interesante. Uno sería el dilema que nos plantea siempre la venganza al llevarla al límite, al final no sabemos quién es peor si las víctimas o los verdugos. Otro a destacar es el de la inclusión del tema hippy, ese término que cinematográficamente nos ha dado muchos ejemplos de que tras su lema de paz y amor, se esconde una violencia demencial.

Mari y Phylis son dos adolescentes que deciden celebrar el 17 cumpleaños de la primer asistiendo al concierto de su grupo favorito Bloodlust. Por las calles de Nueva York deciden preguntar a un joven donde podrían conseguir marihuana. Tras un pequeño titubeo Junior las invita subir a su apartamento, donde les espera una gran bienvenida por parte de sus amigos.

Escasa técnicamente en todos sus aspectos, con un guión, por llamarlo de alguna manera, deleznable y deslavazado, da en el clavo por su descaro y falta de escrúpulos a la hora de ser rodada. Eso ya es bastante meritorio, ya que la aureola de film prohibido hizo que en su época se convirtiera en un hito. Vista hoy en día se podría incluir en cualquier serie de cuento para niños, pero estamos hablando de 1972, los más de 40 años transcurridos se notan excesivamente. Hablar brevemente de las interpretaciones, son bastante mediocres en general, pero destacaría a dos en especial, naturalmente los más malos: Fred J. Lincoln y David Hess, crean unos personajes muy creíbles a la vez que perturbadores, yo al menos no me haría amigo de ellos, seguro que me pedirían dinero para irse de putas.

Para finalizar comentar que aunque sea una obra de culto y eso que se dice, el paso del tiempo ha sido su mayor enemigo. Su visionado, no obstante, os dejará mal cuerpo, más que otra cosa, por su violencia gratuita y que flota en el aire durante toda su duración. Imprescindible para entender todo lo que vino después.

http://www.terrorweekend.com/2013/11/the-last-house-on-left-review.html
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
nulo valor cinematográfico... pero importante en su época
Técnicamente el film no se aguanta por ningún lado, guión simple, interpretaciones penosas, situaciones ridiculas y un montaje lamentable.
Lo que salva esta película es el año en que se hizo, 1972. Mientras los últimos coletazos del movimento hippy agitan una sociedad estadounidense juntamente con el síndrome Vietnam, Craven gira la tortilla y nos da una de cal.

Es un título de culto por el shock que debió transmitir a la audencia americana, y que plantó las semillas del género. Pero su calidad técnica hace que hoy día, haga más risa que otra cosa.

Una curiosidad, hay que verla haciendo el esfuerzo de imaginarse que estás en el año del estreno.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Reverso sucio de "El manantial de la doncella"
Reverso sucio del clásico "El manantial de la doncella" de Bergman (con el que solo comparte el germen argumental y temas como el dolor y la venganza), lo que en el filme del sueco es poesía aquí es prosa salvaje y descarnada. Es esta una obra sin suavizantes, sin nada que amortigüe la recepción de su crueldad y su violencia por la violencia misma, en un intento de maximizar los miedos elementales más horrendos en un mundo sin dios ni redención, nihilista.

De ahí que la mejor razón por la que valorarla es mediante su capacidad para angustiar y provocar emociones extremas (al fin y al cabo el objetivo primigenio del cine de terror). Destartalada, ruda y torpe, constituye un título clave del género de terror, ya que abrió nuevos derroteros, contribuyó a la expansión de un cine realista, crudo y sangriento, y apartó al cine de terror del mercado de entretenimiento adolescente para llevarlo hacia el terror extremo para adultos.

Filmada con movimientos de cámara y encuadres funcionales, fotografiada como si se tratara de un documental para dar así mayor veracidad y con el respaldo sonoro de una música exasperante, la ópera prima de Craven convertía al espectador en el testigo indefenso de algunas de las violaciones, vejaciones y en definitiva torturas más espantosas y agónicas del cine de terror.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Irreversible
De manera inopinada, lo más interesante de 'The last house on the left' acaba siendo, una vez finalizados sus escasos 80 minutos de atroz indigencia cinematográfica, esclarecer el proceso mediante el cual ha logrado alcanzar cierta fama y estatus. Incluso la tan escurridiza etiqueta de "película de culto".

Ubico a Wes Craven junto a otros señeros apóstoles del Cine de terror americano de los 70, como Hooper, Carpenter o Romero —cuyas primeras obras, exceptuando las desconocidas 'Eggshells' y 'Estrella oscura', sí constituyeron indubitables hitos del género—, en esa hornada de jóvenes realizadores norteamericanos a caballo entre lo ideológicamente beligerante y el pacifismo sesentero, que usaban el Cine como pretexto para esbozar una crítica, más o menos relevante, más o menos pertinente, más o menos trabajada, sobre los problemas de los USA de su tiempo. Los USA de Vietnam, de las tensiones raciales, de la amenaza del consumismo irracional o la necesidad del movimiento hippie ante el aumento de la delincuencia. El ser humano, en esta película, bascula entre lo absolutamente corrupto —los agresores; adictos y violentos— y la pureza susceptible de corrupción: la de las inocentes chicas y la familia. No en vano, el estuario de la trama muestra cómo padres abnegados, confiados y razonablemente modélicos acaban ejerciendo de obligados ángeles exterminadores respondiendo al horror con más horror. En este sentido, podría admitirse que contiene resabios de Peckinpah. Era, sin duda, el ánimo del común ciudadano norteamericano joven en aquella época, que observaba los horrores de Indochina como una empresa gratuita a la que sustituir con "amor libre" y al capitalismo, el ejército y el conservadurismo como epítomes del horror, la amenaza nuclear y, posiblemente, de la extinción de la humanidad.

Por ello, Wes Craven, imagino, decidió mostrar uno de los horrores más indignos que puede proporcionar un ser humano a otro: la violación. Y cómo, ante el horror, la única respuesta que opera es más horror. A día de hoy, incluso se habla de un subgénero propio dentro del terror: el cine de violaciones. El granítico poso de esta película, vuelvo a imaginar, procede de dicho honor pionero y, una vez vista con desagrado, de ninguno más.

Gracias.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
"Para evitar desmayos no deje de repetirse, esto es sólo una película… sólo una película… sólo una película"
Cuenta la leyenda que un día nació Wes Craven, uno de los máximos exponentes del género Terror. Su opera prima fue The Last House on the Left, película que fue criticada duramente en su época y luego después de verla, puedo confesar hasta ahora puede escandalizar hasta al más open mind. Y es que la película no trata de asustarte con fantasmas, demonios o monstruos si no el éxito es asquearte por el enfermizo comportamiento de algunos seres humanos. Las escenas de violación fueron repugnantemente bien hechas, aunque no fueron tan explicitas, logró su cometido. El mérito del director fue que supo darle un perfecto contraste: antes o después de aquellas escenas irreproducibles, la banda sonora y la excelente fotografía tomaron protagonismo.

El elenco estuvo de lujo, con puras bellezas, las victimas Sandra Peabody (Mari Collingwood), Lucy Grantham (Phyllis Stone) y Jeramie Rain (Sadie), la villana más atractiva del siglo XX. Creo que también es necesario mencionar a David Hess (Krug Stillo), Fred J. Lincoln (Fred 'Weasel' Podowski), Marc Sheffler (Junior Stillo), Richard Towers (Dr. John Collingwood) y Cynthia Carr (Estelle Collingwood)
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Trampa a los psicópatas.
Unos psicópatas se escapan de la cárcel y dan con un par de chicas entran engañada a donde viven, creyendo que allí compraran marihuana, esas chicas luego son torturadas, violadas y finalmente asesinadas, sus asesinos, terminan refugiándose en la casa de una de ella.
Historia de bajo presupuesto, con varios fallos, pero 1 acierto, tiene mucha fuerza narrativa, es muy entretenida, aunque con interpretaciones mediocres, y un humor que más que negro es chocante, además toda la subtrama de los policías sobra, es pura paja.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Bodrio de culto
Primeramente, éste “clásico” es una sobrevaloradísima chorrada que no tiene ni el interés, ni las innovaciones de otras célebres óperas primas que también se caracterizan por su explícita violencia y su reducido presupuesto (cito por ejemplo a los debuts de George Romero o Tobe Hooper). En realidad si le quitamos lo escabroso a la película no queda absolutamente nada digno del recuerdo.

Si se ha hecho famosa es por escandalizar a la mojigatería de la época, pero aparte de eso estamos ante una película absurda, penosamente interpretada y mal rodada; no hablemos de los innecesarios gags de los policías que no vienen a cuento y que interrumpen el ritmo de la historia. Y sí, la “explícita violencia” no aguanta un asalto ante cualquier bodrio de videoclub de los que ahora salen cada mes.

Sin embargo tiene un mérito, como objeto de estudio para analizar a Wes Craven, uno de los referentes del género independientemente de la irregular calidad de su filmografía es bastante recomendable de ver. Como curiosidad cinematográfica es imprescindible y bastante interesante si tomamos en cuenta el contexto de la época y nos centramos en las exageradas reacciones que provoco; pero si uno quiere verla con un mínimo de expectativas le aviso que pierde el tiempo.
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9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Obviamente floja
No digo que la idea sea mala: que un par de adolescentes sufran todo tipo de vejaciones antes de ser asesinadas y que el azar ponga bajo el mismo techo a esos criminales y a los padres de una de las chicas, es una idea a priori atractiva. Guste o no el terror, el gore, el 'slasher' y todo lo que se deriva de las mentes psicópatas, una idea buena es una idea buena. Yo me he metido en esta última casa (a la izquierda como dice el título, aunque he aquí la primera majadería, no se dice nada en ningún momento de la película nada sobre ninguna casa a la izquierda o a la derecha) por homenajear al papá de Freddy Krueger, el recientemente fallecido Wes Craven, que en su ópera prima nos grabó lo que sería poco más que una cinta casera hecha con muy pocos fondos y sobre todo, lo que a mí me preocupa, con muy mala mano.

La peli es un desastre se mire por donde se mire. ¿Hay quien la defiende e incluso la eleva a categoría de cine notable y más allá, ejemplo de obra maestra dentro del género? Mi enhorabuena a ellos. Yo por citar un par de ejemplos objetaré que una película con dos polis en plan Benny Hill nunca puede ser buena, que la música es un absoluto bofetón (¿una canción country mientras asesinan y/o violan a una adolescente?) y sobre todo, ese padre lamentable que monta una gincana para ajusticiar a los asesinos. Lo siento Wes, mala, mala, mala...
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
¿Qué casa y qué izquierda?
Tenía ganas de descubrirla tras haber leído por ahí miles de veces que si es una peli de culto, que si el Wes Craven de esta peli se ha perdido y demás patatín, patatán...

Pues bien, la película en sí no está nada mal. Rodada con tan bajo presupuesto que, no sé si queriendo (cosas del uso de la cámara en mano), le da un toque como de falso documental muy del estilo de Holocausto caníbal, que recuerde ahora.

La trama es de lo más simple: dos amigas quedan una noche para ir juntas a un concierto de música rock. Con la excusa de pillar algo de hierba para fumar, son secuestradas por unos sangrientos asesinos que se han escapado de la cárcel. A raíz de ahí todo son atrocidades físicas y psíquicas, tema principal de la peli.

Pero lo que diferencia esta película de otras, es que nos muestra el uso-abuso de la violencia desde ambas perspectivas, pues la película en sí se puede decir que son dos películas en una. Por un lado nos muestra la violencia gratuita por puro divertimento y por otro lado esa misma violencia bajo el prisma de la pura venganza. Ambas posturas son relatadas igual de atroces. Y entre medias, y sin saber por qué, dos policías, más sacados de la Keystone de Chaplin que de Harry el sucio.

Estamos en 1972, un año después del jucio a Charles Manson. Estoy seguro que algo de esto le tuvo que inspirar a Craven.

Y por último, destacar las canciones que suenan en la película poniendo música a violaciones, huidas, carreras, locuras y tensiones; muy de esa época, mezcla entre Joan Baez y Bob Dylan. Curioso, esa es la verdad. Por lo demás, reconozco que está bien rodada con escenas muy crudas para la época (e incluso para hoy en día, esa es la verdad). Y me quedo con la "primera parte" (por así decirlo) pues llega a llega a angustiar por momentos; la segunda parte, no mucho, pues ya es un recital de pura venganza y quizá no quiera que los veamos como victimas sino que las victimas son los verdugos... O algo así.

Ah, y como nota curiosa, no nombran para nada en la película a ninguna casa a la izquierda.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El manantial de la doncella gore e independiente.
Un buen debut el del Señor Craven, es sin duda un buen logro, es el ejemplo de como con pocos medios y grandes ideas se pueden hacer buenas películas.
No es que sea una gran película, para nada, tiene momentos muy malos y otros muy buenos, sin ninguna duda, el realismo de las escenas de violaciones y asesinatos te dejan de piedra, sin duda, son momentos muy duros pero buenos.
Es cierto que todo está mucho mejor encajado y llevado en el remake hecho muchos años más tarde, un remake donde se adapta el guión y se utilizan todos los avances en el cine de terror actual y se quita la comedia negra y absurda que tiene esta historia.

La verdad que tiene demasiados momentos muy malos y son sobre todo de comedia, escenas en donde se busca la poesía de la niñas tontas, música que no pega para nada con la escena, muchas escenas de desnudos fáciles y muchas más escenas tontas.

Lo que me gusta y me recuerda al cine de Bergman es la venganza de los padres, El manantial de la doncella al estilo gore.

Sin duda me ha gustado mucho más el remake moderno y no es por su estética, sino por la lógica del guión y las escenas de sangre son mucho más divertidas y más gore.

Sin duda, lo mejor de la película es la escena del bosque con las dos chicas, es una escena escalofriante, es un buen estudio de la mente enfermiza de psicópata.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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