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106 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Políticamente incorrectos
Macarras, gamberros, irreverentes, divertidos, desenfrenados, alborotadores, desvergonzados y, sobretodo, entrañables.
Pero además de resultar unos monstruitillos con tanto encanto como gracia, los Gremlins marcaron una época, que vendría precedida por Critters, Ghoulies, Hobgoblins y otro puñado de terroríficos bicharracos despilfarrados entre las más míticas sagas de serie B (e incluso Z) con un simple cometido: Divertir.

Y vaya si lo consiguieron, no sólo gracias a la inteligencia de Spielberg en dar, como no, el enfoque idóneo en el momento más adecuado como ha hecho a lo largo de su prolífica carrera como productor, sino también a la pericia de Joe Dante, otro de esos tipos que, como las mismísimas criaturas que engendró, ha sabido cuando debía tomarse a si mismo en cachondeo, y ha ofrecido así grandiosos momentos del celuloide más socarrón y descacharrante.

En "Gremlins", lo que empieza siendo el descubrimiento de uno de los bicharracos más encomiables que ha dado este tipo de cine, Gizmo, termina desembocando en una desenfadada espiral de incidentes, gracietas y porretazos que le da, nada más y nada menos, la forma adecuada a una de esas películas que tantos buenos recuerdos traen.

Porque a día de hoy, podrán invadirnos extraterrestres o mutantes, darnos por saco cocodrilos de dentaduras inmensas, joder la marrana serpientes kilométricas o machacarnos con psychokillers de medio pelo, que jamás conseguirán lo que se logró con "Gremlins": Atemorizar y divertir premeditadamente a una generación, y es que, ¿puede haber algo más terrorífico que un bicho que, al sentirse húmedo, se transforme? Yo soy de la opinión que no.
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103 de 118 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Aquellos maravillosos sábados.
Los niños que crecimos en los 80 conocimos algo que los niños de hoy han abandonado al sucumbir a la adicción de las consolas, artefactos tan letales como egoístas. Los niños de los 80 conocimos el valor de la amistad. Todas las tardes al salir del cole, llenábamos las calles y los parques y hacíamos de nuestro pueblo, de nuestro barrio, de nuestra ciudad un efímero y maravilloso País de Nunca Jamás donde reinaban cosas tan sencillas como las canicas, la peonza, o las piernas de alguna niña en minifalda que saltaba a la comba. Pero además de todo esto fue una parte muy importante de nuestro crecimiento una serie de películas inolvidables que nos acompañaron durante esos años. Aquellos sábados por la tarde cuando nuestro habitual campo de juegos se quedaba vacío porque todos estábamos en el cine. Todas las pandillas (enormes pandillas de 15, 20, 30 amigos...), la chica que te gustaba, el hermano mayor que ya había besado y se sentaba en la última fila con su primer amor. Cuando se apagaban las luces no había nada mejor que dejarse llevar y soñar con Gizmo, la mascota que siempre quisimos tener, con Indiana y su látigo infalible, con pandillas, tan iguales a la nuestra, que vivían la más extraordinaria de las aventuras entre bandidos, tesoros escondidos y piratas, con seres del espacio que nos harían reír y llorar, con un joven Sherlock Holmes que era en realidad un espejo de todos nosotros, con ...

Y es que estas líneas al fin y al cabo podrían servir tanto para hablar de los Gremlins como de Indiana. O de E.T y de Los Goonies. O del Secreto de La Pirámide. O de Regreso al Futuro. O de Golpe en la Pequeña China. O de Cortocircuito. O de ... ....

Dicen que bajo la nostalgia se esconde la tristeza. Tal vez, pero esto no es nostalgia, solo son recuerdos. Recuerdos de una época maravillosa, gracias a aquellas piernas que se enredaban en la comba pero también gracias al cine.

https://corazonesenelprecipicio.blogspot.com
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98 de 130 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Monstruos inadaptados
Abundan las críticas que señalan su importancia como película ochentosa. Abundan los comentarios sobre el papel legendario de Gizmo y la labor de Spielberg como titiritero de esta obra única. Asi que intentaré analizar Gremlins desde otra perspectiva, esto es, la bajada de linea política detrás de una historia de engendros adorables.

Son chiquitos, peludos y simpáticos, que digo, ni siquiera son. Es uno solo. Representa el equilibrio, la infancia soñada, el peluche deseado por todos. Pero este peluchito no puede mojarse, porque se reproduce y sus hermanos ya no son dulces cositas, son verdaderos adolescentes: rebeldes sin causa que deben ser aleccionados por la sociedad, demasiado distraída en cantar villancicos y armar el arbolito de navidad. Rayita, lleva una cresta: ¡es un monstruo inadaptado! Representa esa vertiente punk aún vigente a principios de los ochenta.
Ni hablar si estos perversitos peludos comen después de medianoche, cuando ya la sociedad duerme para levantarse al día siguiente en busca del capital: el desequilibrio está garantizado, sobre todo si estas cosas verdes se reproducen, multiplicando las malas costumbres... eso que la sociedad se encarga de reprimir.

Lo sagrado salió de una vieja tienda de antiguedades, vino de quien sabe donde, ya estaba, solo necesitaba ser descubierto. Y dió vueltas las cosas, y se llenó de verdades escatológicas. Solo deben ver la luz del sol, o una luz fuerte: quedarán tan en evidencia que ninguno de ellos podrá soportarlo.
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65 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Adorables en cualquiera de sus formas (6.65)
No hace mucho me enteré de que las criaturas creadas por Columbus y Dante están inspiradas, aunque sólo sea ligeramente, en las que protagonizaban el primer libro de Roald Dahl ("Los Gremlins", 1943), que iba a servir de base para un proyecto cinematográfico de Walt Disney que finalmente fue abortado. Roald había prestado servicio en la Royal Air Force durante la Segunda Guerra Mundial, donde los pilotos eran unos cachondos que atribuían algunas de las averías que sufrían sus aviones a unas pequeñas criaturas inventadas de espíritu vándalo y travieso. Los gremlins de Dahl tenían sexo: los machos eran conocidos como "widgets" y las hembras, como "fifinellas". En sus primeras ilustraciones, Disney les otorgó un aspecto humano, aunque caricaturesco.

Los gremlins de esta película son bien diferentes. En su estado normal son unas adorables criaturas peluditas, una mezcla entre gatito, bebé humano (por su inteligencia) y osito de peluche. Pero existen tres elementos que pueden desencadenar en ellos extrañas reacciones: la luz solar les mata, el contacto con el agua hace que se reproduzcan y si comen pasada la media noche, se transforman en unos seres con aspecto de reptil y unas ganas tremendas de armar jaleo.
En cualquiera de sus formas, un gremlin será "adorable", al menos para el espectador dispuesto a reír con un espectáculo irreverente como hay pocos.
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43 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
1984: el año de los pequeños dragones
Cuando se pronuncia la cifra 1984, muchos pensarán en la oscura y sórdida novela homónima de George Orwell, pero Hollywood lo recordará como uno de los años más rentables y exitosos de su historia: Indiana Jones y el templo maldito, Superdetective en Hollywood, La mujer de rojo, Pesadilla en Elm Street, Termination, Amadeus, Loca academia de policía, Karate Kid, Los Cazafantasmas...
El cine comercial de entonces, fresco y juvenil, se abrazaba tanto con el público como con la crítica. En la década de los 80 Spielberg financió joyas como Poltergeist, Los Goonies, El secreto de la Pirámide, la trilogía de Regreso al futuro y por supuesto Gremlins, un clásico irrevocable del cine fantástico.
El trabajo de Dante y Columbus es genial porque esta película funciona como un artesanal cuento de Navidad, travieso y desvergonzado: duendes escamosos de estética punk, villancicos grotescos que causan ataques cardíacos, padres disfrazados de Santa Claus que se rompen el cuello al bajar por la chimenea en Nochebuena, o como decía el señor Futterman: "¡malditos extranjeros! Siempre logran meter en nuestra maquinaria sus malditos Gremlins..."
Al final, su fiel pala quitanieves se volvió contra él - en mi opinión, una de las mejores secuencias del film -
Dirigida a un público juvenil y con clara vocación comercial, Gremlins está repleta de guiños y homenajes al cine de ciencia-ficción y contiene saludables dosis de humor negro.
La peli de Joe Dante envejece bien porque es única e irrepetible, un clásico que ha marcado a más de una generación.
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22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Sábado a la tarde en el cuarto de estar, lo pasaba pipa con mi pollo Flash. (III)
A Flash le caló hondo.
Gremlins era espejo de sus dos reversos: el tierno y el capullo. Porque, aunque yo le quería mucho, todo hay que decirlo, a veces se comportaba como un verdadero cabrón. Le encantaba gastar bromitas desagradables.

Me pinchaba los balones nivea, se comía las chuches, y cuando de noche comía alpiste, salpicaba todo lo posible para que cayese en mi cama...

Sí, Flash comía pasada la media noche. Era mejor así, creánme, porque sino se dedicaba a picotear la pared y se pillaba unos empachos de cal de cuidado.

Y le daba la luz cada día en el parque. De hecho caminaba mirando al sol, en una pose chulesca a la par que se tostaba un poquito. Pío pítis (para las titis), que decía él.

¿Que si se mojaba? Pues no se ha rebozado el amigo ni nada, en el barro, peleando con alguna otra mascota del parque bajo lluvias torrenciales... aunque a diferencia de los Mogwais, y gracias a Dios, no se llenaba el barrio de flashecines.

Así que, aunque le intimidaba Gremlins por ser reflejo de su interior, también la disfrutaba a tope, en el cuarto de la plancha... porque siempre nos gustaron las pelis que transcurren en pueblecitos americanos iluminados con luces de navidad, y nos entusiasmaban todas las pelis de bichejos, y en general casi todo el cine de los ochenta.

Si además estaba bien hecho técnicamente, era rápido, directo y contenía dosis de humor, a parte de no pisar ninguno de los dos extremos (es decir: ni se basaba en pajas mentales, ni caía en la estupidez), pues para que queremos más...
De las pocas películas en las que Flash no pasaba ni una escena en foward de un picotazo.
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41 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Para siempre en la retina
El paso del tiempo no le ha sentado nada bien, pero todos los que hace ya unos cuantos años vimos esta película de Joe Dante, guardaremos un rincón en nuestra memoria para ese bicho pequeño y dulce llamado Gizmo.
La historia, los efectos especiales y el humor son los puntos fuertes de los Gremlins. Por otro lado, las actuaciones dejan bastante que desear y se convierten en el punto negro de la película.
En definitiva un clásico de los 80, pero un clásico menor. Eso sí, nunca olvidaremos que no se deben mojar, que no les gusta la luz y que no deben comer pasada la media noche o nuestro pequeño pueblo puede ser víctima de un gamberrismo total, por parte de unos pequeños bichos que para siempre permanecerán en nuestra retina.
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25 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Díptico de culto sobre Gizmo y compañía
Hay clásicos como 'El padrino' y clásicos como 'Los Goonies'. Tal afirmación, no demasiado ortodoxa, quizá provoque rechazo entre los más puristas, pero probablemente se entienda lo que un humilde servidor quiere decir. 'Gremlins', la pequeña saga que pergeñó un Joe Dante en plena forma en 1984 y 1990 respectivamente, se encuadra en ese segundo grupo. Pero es bueno recalcar que no es sólo la nostalgia y el cariño lo que convierte este tipo de títulos en films inolvidables, sino el hecho de que (además) son buen cine, inteligente, cuidado y divertido. Viajemos al pasado para recordar a estas adorables, peligrosas y desquiciadas criaturas.

'Gremlins' es la historia de Billy, un joven de una pequeña localidad al que le regalan un mogwai, un insólito animal de nombre Gizmo y cuyos cuidados fundamentales pasan por cumplir unas reglas muy sencillas: no mojarse, no comer después de medianoche y, por supuesto, no exponerse a la luz del sol, que es mortal para él. De todos es sabido que dos de estas reglas no se respetarán, desencadenando una catástrofe memorable.

'Gremlins' aterrizó en un año inolvidable para el segundo grupo de clásicos antes mencionado, y fue bien acogida tanto por la crítica como por el público. Existe una queja más o menos extendida, y ya sabemos cómo pueden ser los americanos al respecto, pues la cinta de Dante gustó pero no pocos la acusaron de ser demasiado violenta y oscura, basándose sobre todo en que su mercado potencial era el adolescente. Esa postura conservadora impedía ver lo que quizá era uno de los mayores aciertos de la película: subvertir el cine navideño y convertirlo en un cuento de humor negro protagonizado por monstruos perversos. Una escena en particular, modélicamente construida, venía a desmontar el tópico de la felicidad a machamartillo en esas fechas tan señaladas, aquella donde Kate le cuenta a Billy la trágica historia por la que la Navidad sólo entraña dolor para ella. 'Gremlins', que antes de nada es un gran entretenimiento, se descubría como algo más. Y aunque sea lo gamberro y lo dionisíaco lo que más se recuerda (con razón), hay gravedad en la película, también por cómo maneja la historia de amistad entre Gizmo y Billy, desembocando en un final que a más de uno le pondrá la piel de gallina.

Precisamente no es esa seriedad y negrura lo que aporta la segunda parte, que desterraba cualquier viso de ello para apostar por la locura más desatada y cachonda y el gamberrismo más sano. La secuela hacía honor a las segundas partes y ofrecía más cantidad (y variedad) de monstruos, olvidando las presentaciones para ir con premura hacia el meollo de la cuestión. Aunque no logró repetir el éxito y la acogida de la primera, 'La nueva generación' (que así es cómo se llamó) alcanza cotas de diversión e ingenio mayores a las de su predecesora, empezando por la más inventiva y llamativa galería de criaturas (que incluían gremlins voladores, arácnidos e incluso la primera fémina -sexualmente desatada- de la saga) y por un sentido del homenaje y la referencia cinéfila explotado con mayor cariño y autoconsciencia (del terror de la Universal hasta la delicia artesanal del mítico Ray Harryhausen). El cóctel de ingredientes, que a algunos llegó a indigestársele, resultó ser tan excesivo y aparatoso como definitivamente gozoso, una auténtica fiesta del cine fantástico que se servía de un único escenario (un rascacielos peculiar) para disponer el jolgorio con gran libertad. Ya no protestaron por la violencia de la película, aunque pocos supieron (y saben) apreciar las virtudes de esta secuela, quizá inferior a la original, pero que es sin duda una pieza de género inteligente y digna de celebración (y revisión). Existe una estupenda y no consentida tercera parte, pero eso ya es cosa de 'La hora chanante'.

¿Por qué es una de las películas más famosas de todos los tiempos? O, mejor dicho, ¿dónde radica su éxito? Motivos sobran. Por un lado, una partitura inolvidable del gran Jerry Goldsmith que es carne de tarareo. Por otro, la participación de la fructífera Amblin y la siempre segura mano de Spielberg en la producción. Pero aún más importantes son las criaturas que dan nombre a la saga, cuyo diseño es un auténtico triunfo, logrando una interminable lista de marionetas originales, únicas y que son una maravilla de contemplar (gracias eternas, Chris Wallas), consiguiendo de propina un éxito de merchandinsing descomunal. Todo esto unido al inteligente guión de Chris Columbus en la primera, que estaba en estado de gracia entre 1984 y 1985, y al de Charlie Haas en la segunda, y a la sabia mano de Joe Dante, conforman los elementos que hicieron de 'Gremlins' un hito de culto, convirtiendo el argumento de una cinta de terror en dos películas de virtuosa artesanía y brillante comicidad, puntuadas por momentos que son puro e impagable delirio, como la inefable secuencia en el cine donde se proyecta 'Blancanieves y los 7 enanitos'. En suma, un placer a varios niveles, y que posee un corazón tierno y hermoso, al menos en la primera entrega.

(Final de la crítica sin spoilers más abajo)
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15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
SPIELBERG Y SUS MASCOTAS.
"Gremlins", de Joe Dante, nace en esa época en la que el Spielberg-productor pasaba por una auténtica edad de oro, y es que menuda cosecha con títulos como "Poltergeist", "Regreso al Futuro" o "Los Goonies", de Tobe Hooper, Robert Zemeckis y Richard Donner, respectivamente.

Me considero muy afortunado por haber vivido estas películas en su momento, en pantalla grande (aún recuerdo la sonora carcajada colectiva, y la indignación de mi madre, cuando la ancianita salía despedida por la ventana). Qué recuerdos!

Vista hoy, "Gremlins" puede parecer un tanto desfasada (y posiblemente lo esté) pero la nostalgia no sabe de razonamientos y, de igual forma que "Los Goonies" siempre serán "Los Goonies", también podemos decir que los "Gremlins" siempre serán los "Gremlins"... y, si no, que se lo pregunten a Gordi...
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17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
IRREPETIBLE
Gran película de Joe Dante que ha pasado a la historia como un clásico de la ciencia ficción, y no es para menos. Gremlins es una de esas pelis irrepetibles y nostálgicas, ya que ahora se emplean otros efectos especiales y sería absurdo versionar una nueva peli con monstruitos digitales, que va!!!, perdería todo el encanto.
Es una película dirigida a un público juvenil pero llena de humor negro y repleta de guiños y homenajes a otras obras de la ciencia ficción. El trabajo de Colombus es genial y el guión no tiene fisuras, la acción va incrementándose paulatinamente y el ritmo de la peli es cojonudo. John Williams crea una banda sonora memorable, como siempre: qué mítica es la música de los Gremlins...
Puede que ahora parezca desfasada pero no es así, tiene un gran guión, es divertida y por momentos inquietante. La única pega que veo yo es el nefasto trabajo de Zach Galligan, actor panflido y "abofeteable".
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12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La mascota perfecta para darse un buen chapuzón en un día soleado mientras se degustan unos torreznos.
¡Qué gracioso es nuestro amigo Gizmo! A todos nos gustaría tener una mascota así porque podrías hacer con ella infinidad de cosas: jugar y mucho más. El problema está en si estas criaturas del Señor caen en manos de gente maligna o no se le tienen los cuidados mínimos. Porque si a algún animalito de estos les cae agua, les da la luz del sol o se les alimenta pueden volverse más locos que el programa de Garci, Cowboys de Medianoche, cuando están hablando de algo que parece ser de cine y terminan analizando las actrices que están más o menos buenas. Más impulsivos que un aceitoso Oliver Stone cuando no pudo contenerse más y palpó las tetas de Salma Hayek en pleno photocall. Más peligrosos que los malos de Sólo en casa. Y con un gusto por la vestimenta más extraño que los de Nicolas Winding Refn y esos harapos que se pone que recuerdan a Timón bailando el Hula Hula.

Es una película familiar pero no tanto. Me explico. No encontrará el adulto ningún problema para verla pero, en el caso de los zagales, es recomendable que las partes de mayor terror no las visionen hasta que no hayan superado esa fase de realismo que se encuadra dentro de la teoría de los estadios de la que habla Jean Piaget. Por todo lo demás, visionado normal.

Unas muy buenas interpretaciones con Gizmo a la cabeza, con una gran post-producción y producción ejecutiva y una banda sonora escalofriante a cargo de Jerry Goldsmith (Rambo, Rambo II, Rambo III y otras).

Imprescindible verla en la gran pantalla en algún festival de cine fantástico o de películas de culto. O si no, en alguna reposición de clásicos de los 80 en cualquier cine de verano.
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Los Gremlins y las historias de Kate
Era 1984 y el señor Joe Dante cosecha su primer gran éxito como director con Gremlins, escrita por Chris Columbus (en aquella fecha era guionista en la productora de Spielberg y se hace famoso gracias a este guion). Dante ya había dirigido Piraña (1978) y de Howling (1981), pero es ahora cuando le llega el reconocimiento de crítica y público. El productor de Gremlins es el mismo Spielberg, y se nota bastante la mano de nuestro Peter Pan particular, porque como siempre, en todas sus producciones, quiso que todo fuera más amable de lo que imaginaba Dante en un principio.
Nuestros traviesos amigos están basados en el libro para niños The Gremlins, de Roald Dahl (en su novela, los Gremlins se dedican a sabotear los aviones británicos como venganza por destrozar los bosques donde vivían). Sin embargo, su historia es muy anterior. Los Mogway son seres de la mitología china. Son pequeños demonios que se reproducen con el agua de lluvia. Se les considera sinónimo de la abundancia porque atraen el agua para las cosechas. En principio nuestros Gremlins no tienen nada que ver con la cultura china en la película, pero está claro que el dueño de Gizmo lo considera un pequeño demonio o espíritu que puede ser maligno si no es bien cuidado.
Chris Wallas fue el creador de Gizmo. Estos bichitos peludos y tan monos se llevaron el premio Saturn (y sinceramente, espero que no los estropeen en un futuro cercano como hicieron con Chucky, que perdió totalmente su gracia en la última versión).
La cinta, de ambiente navideño, estaba pensada para estrenarse por esos días, pero decidieron que mejor competería con Indiana Jones y los Cazafantasmas ese verano (qué buenos días de cine tuvieron esas personas ese año, ahora no podríamos imaginar una temporada estival así).
Randall (Axton) es un inventor sin éxito que vive en Kingston Falls (pueblo que también parece el de Regreso al Futuro); está en el barrio de Chinatown para vender sus inventos y para comprar un regalo de navidad a Billy. Mientras busca, se topa con una tienda regentada por el señor Wing. Rebuscando escucha el canto de una criatura; en cuanto ve a Gizmo quiere llevárselo, pero Wing se niega; en secreto, el nieto se lo vende, pero le explica que tiene que cumplir tres normas fundamentales: no le puede dar la luz, pues esta le hace daño e incluso podría morir; no debe beber agua nunca y menos mojarlo; por último, nunca dar de comer al pequeño demonio después de media noche. De esta forma, Rand vuelve a casa, donde le esperan su hijo Billy (Galligan), su mujer y el perro de la familia. Billy al descubrir a Gizmo se emociona y pronto se harán amigos, ya que los dos son igual de dulces y buenos, aunque debemos decir que Gizmo es más responsable y cuidadoso que Billy. Como curiosidad, de los primeros en ver al Gremlin es Pete (Corey Feldman), que es raro que no aparezca en todas las producciones de la época de este estilo. Más tarde la excéntrica Kate (Cates) y novia de Billy, también tendrá el placer de relacionarse con Gizmo y sus hermanos.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Peliculón.
Película magnífica que en un principio parece una simple película infantil que habla de una mona criatura pero que en realidad conforme pasa el tiempo se vuelve en una película macarra y a la vez con bastante risa. También podemos ver como nuestra irresponsabilidad puede producir un curioso caos en toda la ciudad.
No puedo terminar mi crítica sin mencionar que los gremlins son los mejores personajes que ha podido producir una película de Steven Spielberg por encima de otros que puedan ser más peligrosos o más entrañables como E.T.
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
La nostalgia es mala consejera
De acuerdo que los 80 tienen cosas muy recomendables, pero, cuando empezamos a hablar del espíritu de la época, de cómo se recuerda uno a esa edad o de la sombra que proyecta un film y no de sus bondades intrínsecas, no nos engañemos: nos estamos dejando llevar por la nostalgia. Joe Dante es un autor menor (así lo confirmó su obra posterior) y hoy está perfectamente olvidado. Pruébese a proyectar Gremlins a un espectador pasablemente culto de la actualidad (a ser posible no muy talludo) y obsérvense sus reacciones: eliminada la complicidad, queda poco que rescatar en esta cinta, gamberra, sí, pero algo escasa de luces y con muchas servidumbres "de época". Lejos de convertirse en un clásico (los clásicos, no se olvide, interactúan con los espectadores de muchas generaciones posteriores) terminará por llenarse de polvo.
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10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
UNA DE LAS PELÍCULAS DE MI INFANCIA!!!
Hablar de "Gremlins" me evoca a mi infancia por eso para mí esta película es tan especial. Llena de la magia del cine de los ochenta, nos encontramos ante un clásico del cine fantástico combinado con buenísimos momentos de humor, excelentemente realizado. Muy bien dirigido por ese pedazo de director JOE DANTE ("Piraña" y "Aullidos"), interpretado correctamente y con unos efectos especiales geniales que consiguen ofrecernos momentos entrañables para el recuerdo. Y es que no puedo dejar de emocionarme al pensar los buenos momentos que estos bichos gamberretes me hicieron pasar y el cómo todos queríamos una mascota como Gizmo. ¡QUÉ GRAN PELÍCULA! Extenderme más sería inutil pues nunca podré explicar con palabras la grandeza de este film, grande por haberse hecho un hueco tan importante en los corazones de muchos que como yo la vimos en la infancia. Decir que también me encantan su "hermana" casi gemela "CRITTERS", aunque distintas y en distinta manera me encantan ambas películas.
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8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Los bichos verdes joden la Navidad
Un 10 y porque no se pueden poner más estrellitas. Y es que:
- Es de Joe Dante: montaje frenético, cinefilia/cinefagia compulsiva, humor negro y socarrón, personajes entrañables y/o cabrones. Su peli está plagada de referencias a otras obras maestras del cine etéreo y los capullines podemos entretenernos sonsacándolas: hasta el infinito. Conjuga con una suavidad de maestro multitud de registros, hay momentos en los que pasas miedo, hay espacio para el gore para-todos-los-públicos, podemos recrearnos en algunos de los chistes con más mala leche de la historia...
- Salen unos bichos verdes que joden la Navidad con sus mil travesuras. Para la gente que odia esas fechas tan entrañables, no hay mejor receta para curarse la depresión. ¡Gremlins en el discurso del Rey ya!
- Sale también un bichejo peludo adorable y de buen carácter, la mascota definitiva. Lástima que sobreviva.
- Destila amor por el cine y amor por lo fantástico: eso no se lleva ahora, no señor.
- ¿He dicho ya que salen unos bichos verdes que joden la Navidad?
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7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Las tres reglas de Gizmo
Original y posteriormente imitada pequeña joya del cine fantástico, realizada por un director versado en el género. Con un argumento muy entretenido, una banda sonora memorable y dinámica de Jerry Goldsmith y un reparto casi desconocido, "Gremlins" es una película que puede gustar tanto a padres como a hijos, ideal para verla en familia (aunque los malos puedan asustar un poco a los niños). Además, el diseño del mogwai - especialmente Gizmo - es una monada, muy simpáticos y entrañables, capaces de hacerse querer por el espectador como mascotas, pero tremendamente peligrosos si no se acatan las normas que ya advertía el anciano chino propietario de la tienda de antigüedades.
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7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
LAS REGLAS BÁSICAS DE UNA BUENA FANTASÍA
Tres son las reglas básicas que articulan los cuidados de estas simpáticas mascotas en la historia que narra la cinta. Y tres las que se han de cumplir para que un relato de entretenimiento trascienda al público al que va destinado (infantil en este caso) y se transforme en una obra de culto general:
*OPORTUNISMO:La historia ha de ser novedosa a la vez que divertida, que básicamente cumpla además con las demandas del público de la época que se trate. Obras como POLTERGEIST, INDIANA JONES o PARQUE JURÁSICO fueron inmensamente populares por traspasar los límites de su propio género y jugar con elementos puntualmente novedosos y atrayentes para el espectador.
*APARATOSIDAD/SENCILLEZ:Aparatosidad de la propuesta, con impactante puesta en escena, pero con sinopsis fácil de seguir y atrapar. Los efectos especiales servirán como vehiculo de fascinación, a la vez que el relato enganchará al público con su ameno desarrollo y la moraleja final.
*RITMO Y TÉCNICA:El ritmo de la narración debería ir, a ser posible, aumentando, in-crescendo, hasta llegar al clímax....así se asegura la atención. Por otro lado, el apartado técnico será totalmente eficiente, en consonancia con los intereses de la película, poniendo todos los avances al servicio del título y aderezando la historia con una filmación competente y profesional.
En resumen, la obra GREMLINS cumple de sobra con todos los requisitos mencionados...esos que la transformaron en el "hit" que todos recordamos: una obra de fantasía sin puntos muertos, que despliega unos envidiables efectos para la época y que contiene una historia divertida, intrigante, atrayente y poderosa.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
¡No los mojes! ¡No les des de comer después de media noche!
La Navidad es capaz de sacar lo mejor de nosotros mismos, con todos los propósitos de año nuevo y demás. De ahí que el espíritu navideño invada las películas destinadas a estrenarse en esa época del año. Pero, como en todo, hay un reverso muy tenebroso y oscuro que algunas películas se han empeñado en reflejar. Es ahí donde se enmarca y se recordará para siempre la mítica ‘Gremlins’.

Hablar de ‘Gremlins’ es hablar de Joe Dante, un director que siempre se ha movido a medio camino entre la comedia y la ciencia ficción y que últimamente anda bastante escondido. Su labor tras las cámaras, representando la película como lo que es (un sano divertimento totalmente delirante) y habilidad para sacar el mayor partido posible a unos efectos especiales que hoy en día harían sonrojar a más de uno. Pero ojo, no es de las películas que peor ha envejecido con los años.

El guión de Chris Columbus (y la mano de Steven Spielberg en la producción) nos narra la simple historia de un adolescente al que regalan por Navidad una extraña mascota llamada Gizmo. ¿Y quién de esa generación de los 80-90 no se sabe las dichosas normas para el cuidado de Gizmo? Nunca los mojes. Mantenlo alejado de la luz del sol. Nunca les des de comer después de la medianoche. Si violabas alguna, el simpático Gizmo pasaría a ser un monstruo endemoniado.

‘Gremlins’ ha pasado a la historia por ser una película repleta de sentido del humor, muy ingeniosa y divertida. Una película repleta de encanto y fantasía con secuencias geniales, como el momento en que la Señora Peltzer debe enfrentarse a todos los gremlins que pueblan su casa, o cuando estos están viendo en un cine ‘Blancanieves y los siete enanitos’ o el mismo clímax final en el centro comercial.

Sin duda, el éxito del film reside en crear unos inolvidables personajes macarras e irreverentes, una joya de aquella época dorada del cine que fueron los años 80 y una gran banda sonora de Jerry Goldsmith.

Como curiosidad hay que decir que Steven Spielberg hace un cameo en la película como señor mayor que va en silla de ruedas en la convención de inventores.

Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sweet Gizmo
En estas fechas tan marcadas, donde la familia se reune para celebrar la festividad de la pascua, entre atracón y atracón siempre suele caer una película para reunir a pequeños y mayores frente a la televisión bajo el cobijo de una fuente de calor, vamos a recomendar un clásico del cine adolescente de los años 80.

Reza la leyenda: "Los extranjeros los quieren meter en todos lados, en la televisión, en los coches, debajo de su cama, en el mueble de su casa... ¡Los Gremlins están en todas partes!". Si señores, todo el mundo conoce este popular film, lo hayas visto o no, seguro que 'Gremlins' viene a tu cabeza rápidamente en forma de bichejo marrón adorable y/o bichejo verde repulsivo. Las dos formas de Gremlin que Joe Dante (El chip prodigioso, Exploradores, Aullidos...) trajo al mundo, irrumpiendo como una apisonadora en el cine e inexorablemente, en la totalidad de la cultura social.

Además del acento comercial que contiene la propia película, se explotó al máximo el aspecto comercial de mercado en la época. Cientos de artículos basados en estos bichos orientales fueron sacados al mercado como una marabunta, los Gremlins adornaban las estanterías de cientos de hogares de todo el globo, un pelotazo en toda regla. A pesar de ser una comedia atemporal, suele emitirse en los canales de televisión pública en fechas navideñas gracias a que su marco narrativo gira en torno a esta época del año.

Rand es un inventor de estupideces de muy cuestionable éxito, que deambulando por un oscuro callejón de Chinatown buscando el regalo perfecto para su hijo, topa con una extraña tienda donde consigue adquirir una rareza de animal llamada mogwai. El misterioso vendedor le menciona tres pequeños aspectos a tener en cuento para su singular cuidado: No le debe dar una luz cegadora ni luz solar, no debe tocar el agua y la más importante, nunca darle de comer pasada la medianoche. Como bien podemos adivinar cuando este insólito espécimen embarca en la casa familiar, todas y cada una de las reglas se incumplirán, descubriendo una entretenidísima aventura donde prima la diversión, las sucesivas dosis de humor y las muchas referencias al mundo del celuloide que esconde esta cinta.

A lo largo del film, vamos conociendo las diferentes evoluciones de los Gremlins al tocar el agua o al comer después de la medianoche, una transformación cada vez más oscura y macabra que a su vez hará más entretenida esta historia de cara al espectador. Una sucesión de escenas altamente divertidas y bien realizadas, pues lo importante es agradar al público que se encuentra frente a la pantalla y Dante consigue sacarte una sonrisa permanente.

Desde el principio se van conociendo los personajes, esas figuras tan reconocibles en las comedia americanas de los 80 como el modesto inventor infructuoso, el co-protagonista enamorado de la guapa de turno, la diligente madre, el patriota borrachuzo, la vieja amargada y unos protagonistas de categoría: Los Gremlins.

Amos y señores de la cinta, estos personajillos se quedarán en tu mente por derecho propio. Simpáticos, adorables, enérgicos, maquiavélicos... sinónimo de pura diversión. Peores que un tornado en plena ciudad, los diabólicos mogwai arrasarán con todo lo que encuentren a su paso sembrando el pánico dentro de la televisión y las carcajadas en el espectador (la muerte se presupone sin mostrarla explícitamente, recordemos su carácter familiar). Les gusta el cine clásico, pioneros en el cine en 3 dimensiones y en sus respectivas gafas 3D doble lenticular.

¿Pensabas que 'Avatar' era revolucionario? Estos monstruitos peludos ya vieron 'Blancanieves y los siete enanitos' en este formato casi treinta años antes. Unos efectos especiales más que aceptables contando el paso del tiempo, un guión plagado de escenas cachondas, buena música ochentera y un desarrollo llevadero, no encontrarás aburrimiento en ningún momento dentro del desternillante surrealismo que contiene.

El tiempo le sigue sentando de maravilla a la popular cinta de Joe Dante, no ha perdido ni un ápice de diversión enfermiza después de cumplir la treintena desde su creación. Puro entretenimiento, adornado de un marco navideño narrativo, plagado de buena música ochentera y escenas francamente graciosas donde prima el espectáculo sobre la calidad. Todo capitaneado por estas flamantes estrellas peludas, los Gremlins se han hecho un hueco más que merecido en la cultura popular y en el corazoncito de todo espectador que tenga la suerte de encontrarse con ellos. Ya sabes, los Gremlins están en todos lados... mira debajo de tu cama, lo mismo te llevas una sorpresa.
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