Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de santiago aragón
1 2 3 4 5 10 14 >>
Críticas 68
Críticas ordenadas por utilidad
10
23 de octubre de 2009
24 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando yo era pequeño quería que llegara 2001 para tener la sensación de vivir en la novedad. No hay nada de eso: los coches siguen echando humo, los kioskos venden chucherías, la gente se toma una cañita con unas gambas, se pide la vez en la pescadería lo mismito que cuando yo tenía seis años. Yo no vi la película de Kubrick con seis años, entre otras cosas porque en mi pequeña ciudad provinciana no se reestrenó en olor de multitudes sino muchos años después, cuando yo era adolescente. Entonces la vi por vez primera y no me enteré de nada, pero la disfruté de principio a fin como quien se come un helado gigante un día de mucho calor. Demonios, al fin y al cabo el cine son imágenes, me decía yo, y éstas son de primera clase. Luego leí la novela de Clarke (menos interesante que la película, todo hay que decirlo, pero bastante ilustrativa en cuanto a las intenciones de Kubrick, que corrigen y mejoran el original) y volví a ver la película, en el cine más incómodo de la ciudad donde fui a la universidad.

Y luego la volví a ver, una y otra vez, la última con mi hijo de diez años, al que, supongo, le pasaría como a mí la primera vez. Kubrick es el mayor suministrador de imágenes para el recuerdo (verdaderas epifanías, más bien) de la historia del cine, y este film se lleva la palma. Entiendo que en su día mucha gente no se enterara de nada, porque Kubrick estaba cambiando el lenguaje cinematográfico (algo que han hecho pocos), pero... ¡que sigan sin enterarse casi cuarenta años después!

Me resulta extraordinariamente difícil opinar sobre esta película con argumentos, con valoraciones del argumento, de la fotografía, de la labor de dirección, de la música. Tengo un curioso pudor, porque se me escapan los superlativos. Me limito, pues, a extrañarme de ciertas opiniones ajenas, y a anotar un diez en la cuenta de Kubrick.
santiago aragón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
23 de febrero de 2009
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mi modo de ver ésta es una película sobre Billy Kwan, un pobre hombre atrapado en un cuerpo deforme animado por las mejores intenciones, que quiere jugar a bondadoso demiurgo y que se estrella contra la poderosa maldad del mundo. Weir cuenta una muy peculiar historia de amor (no necesariamente sexual aunque marcada por la ambigüedad) en un marco muy físico (el hambre, el calor, la pobreza, la desigualdad social) y que vulnera el típico mecanismo del "chico encuentra chica".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
santiago aragón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
27 de septiembre de 2012
16 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca me ha gustado mucho Attenborough como director (en cambio no me disgustaba como actor): salvando Tierras de penumbra, Magic y, en parte, Un puente lejano, el resto de sus películas no me merece ningún interés. Esta no es una excepción: y no se trata de que no me interese el personaje, ni que la época me quede muy lejana (al revés, ambas cosas me entusiasman) sino que es, más que british, muy aburrida: cuenta todo igual, de la matanza de Amritshar a los lances matrimoniales de Gandhi; es plana, sin aristas. Ben Kingsley está inmenso, pero su misma presencia hace dudar de lo idóneo de un producto cultural hecho por occidentales para occidentales. Poco estimulante.
santiago aragón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
5 de octubre de 2012
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una historia narrada por un necio, llena de ruido y furia, que nada significa. Eso es la vida, según el viejo Will escribía en Macbeth. No se me incomoden los adoradores de Matrix, que no voy por ahí. Lo que quiero decir es que este film está lleno de ruido y furia. Sobre todo de ruido. El dolor de cabeza que me procuró fue de órdago. Todo eran explosiones, golpes, sonidos amplificados... Las modernas películas de sf son decepcionantes porque son como mecanismos programados en una única dirección: hacia adelante, a toda máquina, sin mirar a los lados, como nos decían de pequeño al subir a una bicicleta: tú sigue hacia adelante, que si te paras te caes. Se pierde mucho por el camino. Los remansos de paz son a veces más clarificadores que las escenas cumbre (de acción, claro) y las miradas de reojo, a un lado y otro del camino, dicen más a menudo que el destino último de los personajes, casi siempre fútil y a la postre decepcionante. Matrix me parece una de las películas más sobrevaloradas del cambio de siglo, porque te somete a un frenesí artificial al que es muy difícil sustraerse (y ese es un punto para los Wachoski, que saben enganchar a base de bien) y porque promete más de lo que da, lo que, no nos engañemos, parece la norma y no la excepción, sobre todo en el cine de cf. Prefiere uno películas más modestas, menos apocalípticas (ese afán por salvar el mundo, tan poco típico de la cf adulta y sí de la más superficial y adolescente, a lo Star Wars) como Dark City, de Alex Proyas, que a la postre ofrecen más de lo que prometen. Y no te ponen la cabeza como un bombo.
santiago aragón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
26 de octubre de 2009
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de mis intuiciones más antiguas de la grandeza del cine era la escena de apertura con Marthin Sheen (¿qué fue de este muchacho, camino de la gloria tras Badlands?) rompiendo cristales a puñetazos en un hotel vietnamita, bajo las palas de unos ventiladores que recuerdan ominosos la violencia posterior, a los acordes de una canción de The Doors. Seguirian muchas más escenas y planos de las que puedo mencionar aquí, confirmándome que Coppola es uno de los mejores directores estadounidenses, que el film es la mejor adaptación posible de El corazón de las tinieblas (en lo de la película definitiva sobre Vietnam no entro, entre otras cosas porque hay demasiadas, y me interesa más la literatura que la guerra) y que es una buena cosa mezclar la genialidad con una disciplina cartesiana, controlar los extremos de una historia a ratos delirante, con claras incursiones en lo visionario y, a la vez, un fresco realista sobre las pobres vidas de un puñado de muchachos alistados a viva fuerza. Que los actores están geniales (como conteniendo la respiración en una película que saben que les catapultará a la fama) no tiene discusión. Una obra maestra.
santiago aragón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 10 14 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow