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179 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
LA EXTRAÑA SIMIENTE. Pesadilla en gris
1. “Eraserhead” tiene narración, pero cualquier esquema argumental abarcaría sólo un mínimo de lo puesto por Lynch en la película.

2. Al llegar Henry a su apartamento, la vecina le transmite un recado: la familia de Mary, su prometida, le espera a cenar. Durante la cena recibe la noticia de su paternidad y consiguiente boda rápida. Conmocionado, sangra por la nariz. La cámara se desliza desde su rostro hacia el negro de la ventana.

3. Tras el radical fundido, se despliega en delirante pesadilla la vida de la nueva familia: los recién casados y el bebé prematuro que, aquejado por deformidades, llora sin interrupción, desesperando a la joven madre. En una de las pesadillas dentro de la pesadilla, Henry pierde la cabeza. El niño que la encuentra la vende a una fábrica de gomas de borrar, idea germinal utilizada por Lynch, y de ahí el enigmático título.

(Antes del día de la cena hay un preludio: Henry es un ente que flota de lado en el espacio, junto a un planeta de compacto carbón rugoso. De la boca le sale la simiente podre de que es portador, una especie de gusano espermatozoide. Un hombre de cara quemada, demiurgo de ese universo carbonoso, acciona palancas: caída a un charco cósmico, salida a la luz lechosa.)

4. Rodaje (siempre de noche) y montaje llevaron cinco años, durante los cuales Lynch no pensaba en el material entre manos: lo sentía. En clave privada, veía la película como un autorretrato del artista en Filadelfia.

5. El espejo deformante lynchiano llena el film de potentes invenciones visuales para atrapar al espectador y suscitarle inquietud, fascinación, repugnancia también, todo ello en intenso grado. Muestrario:

-Henry luce exagerado tupé vertical, traje varias tallas inferior, hilera de bolis en el bolsillo del pañuelo y andares de comediante patético.
-En el mundo gris, las calles entre bloques de hormigón son montículos de escoria y charcos de petróleo. Cables y tuberías al aire parecen venas y nervios.
-El ruido de maquinaria y motores, combinado con zumbidos eléctricos, no cesa.
-La cena consiste en un pollo diminuto; al trincharlo sangra a borbotones y brinca.
-Al dar la noticia a Henry, la futura suegra intenta morrearle.
-La vecina transpira furor sensual por su escote entreabierto.
-Tras el radiador, luces de un miniescenario donde canta una rubia con mofletes de ardilla: ‘En el cielo todo es maravilloso’.
-Lluvia de macroespermatozoides, pisoteados.
-La cama se vuelve cráter de leche para sumergirse amantes.
-El bebé es inhumano: cuando no berrea, ríe como un viejo.
(…)

6. “Eraserhead” incluye influencias de Cocteau y constantes atmosféricas del cine de Lynch: los seres monstruosos, ciertas habitaciones con suelo de ajedrez, la evitación de soluciones, la permeabilidad entre la realidad y el sueño o pesadilla…

En particular, este film plasma horror ante la paternidad indeseada y una fuerte aversión, por no decir asco, hacia funciones corporales como la reproducción y la nutrición.
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224 de 256 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Hablemos de Lynch
Lynch retrata nuestros miedos más hondos con medios exclusivamente cinematográficos. Bucea entre los pliegues de la mente –lo hace a pulmón, sin ataduras ni paracaídas. Si alguna vez tropieza, se levanta. Y sigue haciendo cine. Su propuesta es genuina, emocional. Entrevé pálidas luces en lo oscuro.

Franz Kafka, de quien se dice que es el escritor que mejor ha sabido destilar las esencias del siglo de las dos guerras mundiales, en sus cartas y diarios, muestra preocupaciones obsesivas por el compromiso de pareja. Observa con asombro (e ironía) el hecho de que el hombre pueda zambullirse en la paternidad de forma fácil y espontánea. En los textos de Kafka se enfatiza la incomodidad del acto sexual: debajo de una mesa (El proceso), en la taberna (El castillo), en el suelo sucio cerca de un balcón (América)… Nos hace percibir lo físico del sufrimiento, la imposibilidad de eliminar del propio cuerpo los focos de dolor (esa manzana que se incrusta en el escarabajo en La metamorfosis).

En Lynch, la corporeidad alcanza lo salvaje. Su espeleología de la mente es vertical –con vueltas y revueltas, pero siempre caminando hacia un estrato más profundo. En Kafka, la ficción desasosiega. En Lynch es pavorosa. En ambos, atisbamos esa angustia de que el cosmos pueda ser una encerrona de cartón. Como en los lienzos últimos de Turner, sospechamos que del otro lado de la tela está el vacío.

===

Eraserhead es el primer largometraje del maestro norteamericano. En él retrata el pánico del hombre (del varón) ante la vida conyugal y, sobre todo, ante el hecho (irreversible) de ser padre. La claustrofobia surge de lo cotidiano. Lo corporal deviene pura nausea. El semen es escoria.

Desde el principio, las cartas quedan boca arriba: un planeta anida en la cabeza del durmiente. Es una luna enferma, ¿inhabitada? El demiurgo acciona el mecanismo. Y a soñar. El escenario es gris y tiene trazas de polígono desangelado (hay algo de Antonioni en ese yermo de cemento). Los personajes –todos– son aterradores o inquietantes. El bebé deforme desplaza la cabeza del protagonista. La cabeza rueda por un escenario en miniatura. Cede el suelo. Un niño toma la cabeza entre sus brazos. La lleva hasta una fábrica de gomas –como si pudieran suprimirse los impulsos y pulsiones que hay en ella.

El mundo que retrata Eraserhead es personal. Lynch declara haber vivido en él durante varios años. Yo creo en su palabra. Un mundo así no puede ser un artefacto.

Freud quiso cartografiar el orbe de lo onírico. Su guía es excelente. Era un hombre de ciencia. Lynch, sin embargo, elude lo lineal; Eraserhead se vive desde el interior.

Con Freud y Jung aprendes de los sueños. Con Lynch aprendes a soñar.

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La brújula de Freud ayuda a atravesar el laberinto de la psique; es el hilo de Ariadna. Cabeza borradora es el temible Minotauro. La goma de borrar no es otra cosa que la espada de Teseo.
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146 de 168 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Sobre lo bueno y feo
Seriamente, me es imposible hacer una opinión de esta película. Obviando el detalle de que no he visto demasiado cine, creo que con “Eraserhead” he llegado a la película que descoyunta el sistema de votaciones (... buena, interesante, regular...) de FilmAffinity. Sencillamente no me parece puntuable. Y se que el director lo sabe, que es lo que buscaba y que lo ha conseguido.

Vale. Creo que nadie, se atreve a cuestionar la genialidad de lynch como director. Pero algo dentro de esta película es totalmente indigestible. Yo personalmente he quedado horrorizado de esta historia retroalimentada por los planos cortos, la iluminación escasa, el desnutrido blanco y negro… todo me parece enfermizo y claustrofóbico, desagradable hasta el extremo, como un anuncio de ONG contra la lepra, a la hora de comer, o una pesadilla a 40 grados de fiebre registrada y proyectada. Una idea muy original impecablemente realizada, como asombrosa es la hazaña de conseguir tragarse al espectador y hacerle participe del espectáculo sensorial. No obstante no me ha gustado nada y no le veo la gracia.
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182 de 261 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Pesadilla
Si "Un perro andaluz" es un sueño corto, "Cabeza borradora" es una pesadilla larga.
No es recomendable si el espectador no piensa poner algo de su parte.
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97 de 125 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
"Thriller familiar"
Aquellos que no le encuentran sentido a esta obra, comprendo que les desagrade y que consideren que es una tomadura de pelo. A mí personalmente me encanta, y es simplemente porque la entiendo muy bien. Todo tiene sentido de manera simbólica, lo que la aleja del surrealismo en la que se le encuadra. Todas las imágenes que nos parecen grotescas, tienen en realidad un mensaje subyacente. Básicamente, la película critica nuestra sociedad desde sus cimientos: la familia. El interés del hombre (como hombre de género masculino) por lograr el éxito y cumplir sus sueños, y como estos se ven destruidos cuando llega el momento de asentar la cabeza. Eraserhead convierte en una auténtica pesadilla el constituir una familia, el terror de convertirse en padre: el terror de que los horrores de su hijo sean una parte de uno mismo, de que el hijo termine por sustituirle, la desconfianza que produce el hecho de no poder estar seguro de que tu hijo sea tu hijo; el terror de que el matrimonio acabe con las esperanzas y los sueños de uno (representados en la chica del radiador), y porsupuesto el sempiterno mito de Salomé: el terror de que la esposa devore la cabeza del marido.
Lynch narra todas esas fobias a la perfección, utilizando además una estética opresiva, oscura e inquietante, con una banda sonora que le acompaña a la perfección, y unos actores excelentes.

Cabeza Borradora puede estar en principio emparentada con "Un perro andaluz", pero sería simplemente en su aspecto, a partir de ahí, hay poco más, básicamente porque mientras la obra de Buñuel no es narrativa, esta es perfectamente narrativa, si bien utiliza recursos "oníricos", simbólicos, para desarrollar la trama (estos simbolismos entroncan con teorías psicoanalíticas, lo cual también entronca con el surrealismo más tardío).

Me gusta Eraserhead porque me alucina deducir todos esos símbolos, y porque cuando no los deduces, son capaces de llegarte directamente al subconsciente y causarte una reacción emocional, puede ser risa, puede ser asco, puede ser miedo, pero el caso es que tiene una fuerza expresiva imparable, que va directamente al inconsciente. Tu cerebro, sus pensamientos más ocultos, llegará a entender esta película mejor que tú mismo.
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77 de 88 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
In Heaven, everything is Fine...
En una ciudad industrializada, Henry se dirige al hogar de su novia, quien lo espera para cenar junto a sus padres. En dicho momento, Henry será advertido de que su novia ha dado a luz a un niño, el problema surge cuando Henry se da cuenta que el bebé no es, en ningún sentido, normal.

Críptica, terrorífica e hipnótica opera prima del excéntrico realizador norteamericano y su característico gusto por situaciones burdas e irreverentes, carentes de un sentido lógico, pero admirables en su crudeza e imaginería, pocas veces encontrada en el panorama cinematográfico.

Digna de alabanza la creación de una suburbana, atmosférica y bizarra puesta en escena, con una fotografía en blanco y negro de Frederick Elmes, que toca ciertas similitudes con el expresionismo alemán.

En esta cinta se hacen palpables las temáticas que David Lynch abordara en sus obras futuras, un inefable gusto por las deformidades físicas y las conductas extrañas; pero también un deleitable uso del onirismo, la poesía oscura y la pesadilla.

Es también digna de mención la perseverancia de Lynch por llevar su visión al celuloide, con un extenso rodaje de cinco años, en los que curiosamente Jack Nance tuvo que lucir su infame peinado.

Eraserhead es una vorágine de situaciones escabrosas, en especial por su personaje más incisivo, el hijo de la pareja protagonista, un recién nacido de aspecto grotesco que desencadenara un sinfín de irremediables problemas, inclusive a los espectadores, que como un servidor, aún no han logrado “borrar” de su sistema el espantoso, desasosegante y repulsivo pero por mucho brillante epílogo de la cinta.

Pierluigi Puccini
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107 de 152 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
***********.
Existen cosas que sólo pueden ser expresadas con la imagen.

Cuando la de tu subconsciente es innombrable...
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105 de 160 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Los delirios de Henry
Ópera prima del realizador David Lynch (Montana, 20-I-1946), que dirige, escribe, produce, monta, crea los decorados y los efectos especiales y compone la banda sonora. Trabaja minuciosamente a lo largo de 5 años. Se rueda, entre 1971 y 1977 de modo intermitente, con un presupuesto estimado de 20.000 USD, en escenarios naturales de Beverly Hills, L.A., Pensilvania, Center for Advanced Films Studios (L.A.) y en Greystone Park and Mansion (Beverly Hills), entonces cuartel general de American Film Institut. Producido por David Lynch para American Film Institut y Libra Films, se estrena el 19-III-1977 (Filmex Festival, EEUU).

La acción dramática tiene lugar a mediados de los años 70 en una ciudad norteamericana, muy industrializada y con elevados niveles de contaminación y polución (posiblemente Pittsburg, Pensilvania). Henry Spencer (Nance) es un joven deprimido, asustado, nervioso y asediado por múltiples pesadillas, de las que trata de librarse haciendo uso de la imaginación y su capacidad de concentración. Trabaja como impresor, es enigmático y vive en un apartamento de una sola habitación en un barrio pobre lleno de ruidos, vibraciones y resonancias sonoras, que se prolongan durante el día y la noche. Hace tiempo que no ha visto a Mary (Stewart) con la que mantuvo relaciones sentimentales, es vecino de una muchacha guapa y atractiva (Roberts) y sueña con la chica del radiador (Near). El hombre del planeta (o del espacio) (Fisk) vigila el cielo y la tierra, la vida y la muerte.

El film suma fantasía, horror, drama y Sci-Fi. Combina realidad, visiones oníricas y sueños, que focalizan la atención en cosas tenebrosas, deformes y turbadoras. Uno de los motivos principales de consideración es el bebé nacido prematuramente y de formas no humanas, hijo de Mary. Parece un híbrido de cordero y conejo despellejado, cuya presencia conmueve y estremece. La acción, basada en un guión de 21 páginas, desarrolla escaso diálogo y avanza de manera fantasmagórica, hilvanando lances con la lógica propia de los sueños y la fantasía.

El protagonista parece movido por obsesiones neuróticas que tienden a deformar la realidad: la figura del bebé, el rostro de la chica de la calefacción. Añade reacciones aterradoras como la del pollo servido a la mesa. Incorpora elementos vivos surrealistas: gusanos de formas alargadas parecidas al intestino delgado. Muchos elementos tienen doble sentido, como el peinado de “los pelos de punta” de Henry: evoca un lápiz con una goma de borrar insertada en el extremo superior (como se muestra visualmente). A éste se le añade otro sentido sorprendente algo más adelante. Algunos personajes se presentan rodeados de interrogantes sin respuesta o con respuestas contradictorias, como es el caso del hombre del planeta. Cuando acciona una palanca, aparece Henry inmerso en su mundo oscuro y hermético. ¿Es Henry un sueño del hombre del planeta o éste es un sueño de Henry?

(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
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47 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Onanismo mental: 1ª Parte
Estructura de Eraserhead:


- Títulos de crédito

- Presentación de Henry, el protagonista

- Dadaísmo

- Dadaísmo

...


- Créditos finales


Cito:

"El dadaísmo fue un movimiento antiarte, suele ser una sucesión de palabras y sonidos, lo que hace difícil encontrarle lógica. Se distingue por: la inclinación hacia lo dudoso, terrorismo, muerte y nihilismo, lo fantasioso, busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables y tiene una tónica general de rebeldía o destrucción."


Eso es Eraserhead, el dadaísmo en el cine, producto del ya clásico acto masturbatorio mental del señor David Lynch, algunos por ello le consideran un genio, pero yo las tres películas que he visto hasta la fecha de él no me han parecido en absoluto la obra de un genio, sino de un tipo que no había Dios que quisiera financiarle sus experimentos con cámara (y no les culpo), y que, probablemente, hubiera destacado en el movimiento de la pintura surrealista, porque al menos eso se le da bien. Sin embargo, las películas y el cine te deben transportar a otros sitios, a otros lugares, y con ello disfrutar de lo que te están mostrando y contando, que es lo que se siente con las buenas películas, que te "transportan", pero con las del señor Lynch no te transportas lejos, sino que te vas a tomar por saco. Lo que se siente no es una fascinación, sino una situación de que no sabes qué demonios está pasando ni por qué, y que lo que más sensación te produce, es de levantar una ceja y preguntarte a ti mismo que qué demonios ocurre, eso es Eraserhead, un conjunto de cosas/actos surrealistas e inexplicables, que a pesar de que a alguien puedan causarle fascinación (razón por la que se ha convertido en una película de culto), no me parece que formen una gran película ni nada por el estilo.

A partir de hoy me he propuesto ver todas y cada una de las películas del señor Lynch, a ver si alguna me gusta, dicen por ahí que para los que no "comprenden"(fíjese usted que chorrada) el "arte" de David Lynch, las mejores son El Hombre Elefante y sobretodo Una historia verdadera. Veremos si es verdad.

Nota para mi mismo: Apuntar ideas lo más extrañas posibles en papelitos, meterlos en un sombrero, e ir cogiendo al azar mientras filmo lo que ponga en el papel, al final, juntarlo todo y formar mi propia película de culto, seré un genio.


Adelante, Lynchmaniáticos, ¡ya podéis dar al NO!. ¿Quién seré yo, oh mortal, para no comprender a este portento? Pobre de mí.
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99 de 161 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Viéndo la película desde el sofá pero entendiéndolo desde fuera
Una película externa es definida como aquella en la que no hay nada ni estético ni narrativo que te motive, con la que no conectas, pero de la cual no se puede decir que esté vacía o que no tenga nada destacable.

Alma cándida, reinita umahattori, es cierto que la película la vimos desde el sofá. Mmmmm, ese cuatrisillo rumboso más parecido a una cama, de pelo negro mullido y resistente, que más que un asiento donde descansar te proporciona unas cotas elevadas de descanso placentero, casi comparable al clímax de plenitud arropante que proporciona "nubecita". Nota mental: nubecita, más conocida como el edredón de arrusina.

Perdón por este paréntesis tan delicioso... mmmm.... Al lío, que comprendo que al ver una película vayas al tema directo "Pues es una mierda", "Pues está bien" o "es una maravilla", y que si algo no te gusta, pues te parece absurdo, gafapasteril, tonto y sucesivos adjetivos, el buscar explicaciones que lo justifiquen.

Por otro lado insisto en que no le pongo un uno, sino un cuatro, porque le veo mayor profundidad de la que me pueda proporcionar cualquier bodriete al que califico con un uno. Ahora quita esa mirada altiva de "¿¿Perdona??" y esa sonrisilla maligna y sigue leyendo.

Veo y puntúo Eraserhead "desde fuera" porque aunque es algo que no creo que vuelva a ver nunca, que me parezca desagradable, fea y antienganche, creo que su historia, o mejor dicho, los tejemanejes mentales trastocados que refleja, me llaman la atención.

La sordidez, el hundimiento mental y la podredumbre al que se ve sometido es patente y son temas que me atraen. Es como el agujero de la playa que nunca se puede rellenar con todo el agua del mar. Me resulta sorprendente ver lo que es capaz de tragar y asimilar una persona y como esto se refleja. ¿No te da pavor el imaginar o incluso sentir que puedas albergar todo eso? Lynch, en esa época, debía de estar fatal, para que lo encerraran en un torreón, pero la misma expresión de su diarrea cerebril le servirá de catarsis resultando algo liberador.

La bola de caca gigante planea sobre su cabeza hasta que le estalla. A pesar de que él ¿Henry? tiene comportamientos "correctos" va generando un amasijo de casquería que le rebota en su vida provocando mayor malestar y esto se retroalimenta hasta que prefieres borrarte del mapa. Incluso si me apuras, creo que esta película pudo ser la clave en el nacimiento de la "idea" que sería años después "Olvídate de mí".

Todo aquello que está relacionado con el remordimiento, el malestar, el guardarse las emociones y que luego afloren, son temas que me llaman mucho la atención, y básicamente por esto mismo no puedo ponerle menos de cuatro, por mucho que no me haya gustado.

Do you understand to me? ;)
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49 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Rara, extraña, siniestra, oscura. Letal. Perjudica seriamente la salud.
Es un film sólo apto para intelectualoides perturbados. Puedo decir que es la peor película que he visto jamás. Y mira que he visto unas cuantas. El de la portada de la peli es el protagonista o sea que ya es un mal augurio de lo que te espera. Miradle bien, qué pinta de espabilao tiene. Preparaos porque ese careto lo veréis todo el rato, la misma expresión enfermiza y alucinada.

No hay guión. Se suceden escenas de planos largos, larguísimos donde deambulan personajes haciendo cosas extrañas. Un pollo muerto que se mueve. Un bebé prematuro deforme y repulsivo, que parece un alien. Una cabeza cortada. Una casa donde suceden cosas rarísimas que no sabes a cuento de qué ni por qué ni cómo. De fondo se oyen aullidos, tintineos, musiquilla chirriante. Filmada en blanco y negro, rollo expresionismo alemán jugando con luces, sombras y niebla, para darles más gustirrinín a los gafapastas intelectualoides. Porque una tomadura de pelo cuando se rueda en blanco y negro, se transforma en arte y ensayo.

Después de verla tuve una sensación de vacío, irritación y pesadilla.

Perjudicial para la salud. En serio, no la veáis. Podéis necesitar sesiones de hipnosis para superar el visionado de este engendro. Puede convertirse en un viaje sin retorno para vuestras impresionables mentes.
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103 de 174 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El gris desánimo
'Eraserhead' es abstracción; del ánimo personal de un individuo afligido, extrae unas claves atmosféricas. Cuenta una realidad cotidiana, reconocible y mundana, pero despojada de sus capas de literalidad; descarnada y visceral, revelada en ella lo intangible. Emoción inefable convertida en imagen.

La película tiene lugar dentro de una mente humana; la realidad no 'es' en ella, sino canalizada a través sus pavorosos filtros.

...

El escalofrío que provoca la historia narrada en 'Eraserhead' (historia no convencional; narrada en forma onírica o surrealista, pero historia), es equiparable al impacto emocional del relato escrito por David Foster Wallace en 'Entrevistas breves con hombres repulsivos', donde un padre describe cómo odió a su hijo desde el día de su nacimiento, por arrebatarle todo lo que era y todo lo que podía ser su vida.

...

I. Hombre en la Luna. O el hombre que es Luna.

Una luna gris y rocosa orbita en torno al rostro, sobreimpreso, de Henry. Su conciencia es un pequeño satélite, entre tantos astros y cuerpos celestes en la inmensidad del universo oscuro. Una abertura en la superficie: entramos; a través de ella veremos el mundo no como es, si no tal y como lo siente Henry.

II. Acto sexual

El decrépito demiurgo, algo así como un adalid de la mala fortuna, el hacedor de la desventura, observa impertérrito por una ventana rota. De un grito, Henry concibe. El decrépito demiurgo acciona el mecanismo de la adversidad. El monstruoso esperma se desploma en un charco terroso.

III. Exteriores e interiores

El universo de 'Eraserhead' es un laberinto de estructuras pobres y esqueléticas; tuberías, cemento desnudo, paredes desconchadas y polígonos industriales. Pareciera un mundo a medio construir, un boceto. No es casual; nos estamos moviendo por los vericuetos de la conciencia de un hombre que todo lo ve desangelado e ignoto. Dentro de los hogares la cosa no mejora; la iluminación es tenue, los radiadores dejan percibir una temperatura asfixiante, se escuchan sonidos residuales e indefinibles en segundo y tercer plano, el escalofrío aguarda en los recovecos a los que la luz no llega.

IV. Patetismo

Henry ve a los humanos como seres patéticos. La cómica cena; donde la madre de Mary echa a llorar de forma bochornosa; la silenciosa y pasiva abuela, apenas parte del mobiliario; el padre, de estúpida y vacua charlatanería... El mismo Henry, con hechuras de comediante de Cine mudo, cabellera extravagante y apariencia chaplinesca (pese a su gesto taciturno, triste y renuente), es apenas una burla de sí mismo; una mofa hecha hombre.

V. Paternidad

Un signo de violencia: verificamos que Henry va a ser padre poco antes de ver una camada de cachorros, chirriantes como el berrido de una rata, mamar violentamente, en tropel, de las tetas de una lastimosa perra.

VI. Bebé

El recién nacido es un ser deforme y marciano; de repulsivo organicismo (sudoroso, lleno de pústulas y secreciones lacrimales y salivales); pero, a la vez, es frágil como un neonato cualquiera: llora como lloran los niños. Henry se preocupa de él; intenta ejercer de buen padre, tomándole la temperatura y dándole de comer, cuando Mary desiste de sus funciones maternas y desaparece.

VII. Vida conyugal

La imagen de Henry y Mary pernoctando en su enfermiza habitación, los ojos como platos mientras él intenta un acercamiento físico que provoca una reacción de nerviosismo y rechazo inmediato en ella, es un reflejo cruel y desasosegante de la relación marital obligada; maquillada y fingida, no real.

VIII. La "otra"

La vecina amante no ve en Henry más que a un adulto del cual un bebé se ha apoderado. Henry, solo y abandonado por Mary, no es capaz de rehacer su vida con nadie: la obligación de la paternidad subyuga todo su mundo. La vecina le sustituye por un nuevo amante; de desagradable rostro y expresión repulsiva. Incluso el bebé parece reírse de Henry.

IX. Promesas tras el radiador

El radiador, donde Henry posa su mirada muerta cuando fantasea, revela un escenario teatral ocupado por una mujer de pómulos deformes que pisotea el esperma con el que él no debía haber concebido jamás. Le canta una canción: "In heaven, everything is fine"; quizás una invitación a dejar el infierno. Él se acerca a ella, a esa estrella lejana, y cuando la tiene al alcance de la mano, se transforma instantáneamente en el maldito demiurgo del inicio, y rápidamente desaparece. El ideal inalcanzable por Henry; en perfecta simetría con la crueldad de su sino, al que no puede esquivar.

X. El lápiz

Toda realidad no es tinta sobre un papel; es golpe de cincel sobre la piedra. Hay elementos inmutables, irreversibles. ¡Quién pudiera manipular "a conciencia, la conciencia"; extraer y borrar lo que de ella sobra, escribir en ella como se escribe con un lápiz! ¡Quién pudiera ser cabeza borradora!

XI. Asesinato

Henry rasga las vendas blancas que, férreamente, envuelven al bebé como a algo inviolable. El bebé, posiblemente el elemento más sagrado de la pirámide de sensibilidad empática convenida por el hombre, ya despojado de su barrera, queda reducido a una serie de órganos: vísceras y tripas. "No somos más que un saco de tripas a medio pudrir", decía el misántropo escritor Louis Ferdinand Céline. Henry lo asesina y, tras esto, la pequeña Luna, el propio Henry, se rompe en pedazos.

XII. ¿?

Lynch es, a su peculiar y bizarro modo, un sensible humanista.

Henry, al final, puede abrazar esa dulce providencia a la que no pudo acercarse en vida.

Gracias.
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29 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Cabeza de chorlito
¿Alguien me presta su cabeza para borrar el atroz recuerdo que me va a dejar "Eraserhead"?
Comparto muchos de los adjetivos que otras cabezas fumadoras han hecho sobre la película: monstruosa, perturbadora, terrorífica, escabrosa. El que viene ahora es de crianza propia: peñazo insoportable.

Lynch es un genio, yo no lo dudo y no me importa ponerle un 3 a su ópera prima. Soy un espectador abierto a cualquier cosa, e igual que me apasiona "Mulholland Drive", me resulta de una indiferencia brutal "Cabeza borradora". Igual que la he visto, la borro. Aunque no descarto que el visionado me cause efectos secundarios.
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44 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La mala semilla
Esta es la historia del hombre, de la horrible semilla que guarda dentro, del miedo que tiene al propio fruto de sus entrañas, de las ataduras con la mujer que una vez contraídas no te dejarán escapar, de los bajos instintos que son precisamente los más auténticos, del miedo a traer al mundo un monstruo aun peor que tú que probablemente te destruirá.

En la sombra hay un dios cruel que te trajo al mundo cargado de tristeza, estupidez y un semen infecto, para que intentes interpretar la incoherente farsa de tu vida. Pero hagas lo que hagas te equivocarás, y la única salida es encogerte de hombros y decir "¿...Qué?".
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37 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
AVISO A NAVEGANTES
Me limitaré a exponer los hechos:

Hace treinta y tantos años (uno no es que peine canas, es que cuenta los pelos que aún guardan color), en el Cinestudio Griffith (cine progre, donde se proyectaban diariamente dos o tres pelis, que variaban cada dos días, siempre con niveles mínimos de atracción cinéfila) se va a proyectar el pase de las 16 h., "Eraserhead" de David Lyinch y la sala está repleta. Primeros diez minutos, una pareja sale de la Sala. Minuto 15, otra pareja hace lo mismo y aprovechando la ocasión les siguen otras 7 u 8 personas. A partir de este momento, el goteo de derrotistas no cesa; es mas, va haciéndose más nutrido. Mi propia acompañante me dice que no aguanta más, que me espera en la barra del bar.

Asqueado por el pollo contrayéndose y estirándose en el plato, al tiempo que caga una sustancia oscura y semilíquida; por el bebé que es exactamente un cordero despellejado ... no recuerdo nada en concreto de esa pesadilla desesperanzada en blanco y negro, pero me dije: "Esto lo aguantas hasta el final para cuando encuentres un memo que afirme que es una obra de arte y poder replicarle!" (¡Qué gracioso el compañero de crítica que le pone un 10 y jura no volver a verla más para preservar la sensación original!). Y así lo hice, aguanté hasta el final. Unos cinco minutos antes de que la pesadilla acabara (más o menos cuando una cantante de ópera deforme canta mientras le caen cagarrutas o mocos del techo) me giré y pude comprobar que en la sala sólo quedaban dos personas, aparentemente tan abatidas como yo mismo.

Lo más asombroso es que al salir fuera de la sala, el bar estaba atestado:cuantos habían abandonado durante la proyección hacían tiempo mientras esperaban que se iniciara la segunda peli, creo recordar que Poltergeist de Tob Hoper, que masivamente siguieron.

Esos son hechos. De 250 o 300 personas sólo 3 aguantamos hasta el final y mis otros dos sufridos colegas no tenían para nada pinta de ir a puntuarla con un 9 o un 10 que sin embargo proliferan entre estas críticas.

Y no cabe argüir que es un cine difícil, arduo de desentrañar ... Era un cine para cinéfilos. Y no me la comparen con obras maestras del surrealismo en las que las pulsiones oníricas de los autores alimentan toda una panoplia de sensaciones en el espectador. Pero Eraserhead, no ... es la pesadilla personal de Lynch, la mierda en que se cocía interiormente arrojada sobre el público sin la menor intención de que se le comprenda ... aquí no se comparte nada, se sufre pasivamente sin entender ni ganas de hacerlo. Yo todavía no espero encontrar la iluminación en una mierda ... Quiero experiencias cinematográficas, no coprófilas.

Quizás sea que a penas si soportamos convivir con nuestros propios infiernos personales ... y peor llevamos tener que echarnos a cuestas los ajenos (y menos si vienen sin manual de instrucciones). Y si caemos en la tentación de enmerdar al prójimo (o de dejarnos enmerdar), de verdad, no es precisa la duración de un largometraje.
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32 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una curiosidad
Simplemente soy un iniciado en David Lynch y esta votación ha sido muy difícil de decidir. La nota, más que una nota cuantitativa, la he elegido por el término interesante. Ésta, es una película en la que las notas de filmaffinity no encajan. En Cabeza borradora hay que interpretar todos los componentes de la película de manera independiente.
En mi opinión la historia no me ha emocionado, lo que se dice, demasiado. Pero creo que cada película hay que analizarla como lo que es y ésta es una película surrealista. Como tal la historia encaja muy bien. Presenta una serie de sueños o alucinaciones desde macabros con un pequeño pollo que, pese a estar cocinado, sangra y se mueve hasta un teatro detrás del radiador de la pequeña habitación donde habita Henry, el protagonista.
Para presentar esta situación caótica, Lynch usa una fotografía bastante cuidada muy acorde con la historia. En este film, Lynch usa el blanco y negro pero con tomas muy oscuras en la que sólo los detalles necesarios para la historia se muestran claramente. La composición de las imágenes es muy adecuada y a esto se le añaden ciertos montajes muy trabajados. Las velocidades de las escenas son muy variables, siendo muy lentas, e incluso demasiado, al principio de la película y más rápidas y caóticas en cuanto se llega al clímax del film.
La banda sonora mete más al espectador en una dinámica caótica de pesadilla con un continuo siseo y unos ruidos agudos como industriales que sacan de quicio. Esta dinámica se contrarresta con una alegre música sesentera cuando Henry observa el teatro del radiador.
En resumen, una película curiosa a mi forma de ver donde se ve la trayectoria que Lynch va a llevar el resto de su carrera. En ésta se demuestra que este director es insistente en sus proyectos ya que este film le costó cinco años rodarlo y tuvo que buscar dinero de múltiples fuentes y amigos. Además tuvo el valor de debutar en el largometraje con una película de esta índole.
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30 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Opera prima. La llegada de un genio
Muchos directores ya hubieran querido para sí, debutar con una pelicula como Eraserhead.

Es una pelicula dificil de ver, que impacta desde el primer instante. La primera escena la recuerdo memorable, una verdadera lección de como introducir en estado de shock al espectador mediante un plano fijo y un sonido punzante. A partir de ahí, es como un descenso a los infiernos, una aventura por un mundo autómata, gris, triste, agobiante... y todo ello a través de la mirada de Henry, un hombre timido y abrumado por la vida.

Ha sido interpretada de infinitas maneras, ya sea en clave de sueño, en clave de realidad o incluso como una mezcla de ambas. El caso es que el surrealismo y el mundo onírico-simbólico tiene una importancia vital, sin duda Lynch ya dejaría ver aquí muchos de sus elementos característicos.

Perturbadora, terrorífica, monstruosa, hipnótica, fascinante.. todo eso es Cabeza borradora.

Además el uso de las luces y el prodigioso uso de la cámara la convierte en una auténtica joya que ha sido objeto de estudio .

Para los seguidores de Lynch es imprescindible. De lo que estoy seguro es que Eraserhead no dejará indiferente a nadie
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32 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Filifor forrado de padre
"El deseo de David Lynch es hablar directamente a través de las películas". 'David Lynch por David Lynch'. Chris Rodley

1) INTRO

Con este film primerizo, Lynch se alejó posmodernamente del relato (desmaterializando y descorporeizando sujeto y razón ficcionales) convirtiendo la película en una emulsión alucinada y glandular a través del absurdo, la atonalidad narrativa y el humor negro.

Empezamos bien.

Propone un mundo de criadillas que no apela a la lógica, y que no debe ser analizado desde la lógica sino desde su capacidad de conmoción subjetivo-seudosurrealista. En ese sentido, él ha sido hermético en cuanto a las interpretaciones, pista de que la respuesta a 'Erasehead' debe ser emocional. Como dice el realizador: "Hay cosas que me parecen muy hermosas y no sé por qué. Algunas cosas tienen sentido y me cuesta explicarlas. Yo sentí Cabeza borradora, no la pensé".

Nosotros, si fuera posible, habríamos de hacer igual.

2) PRÓLOGO. EL HOMBRE DE LA PALANCA

En el inicio, un planeta (así lo describe Lynch) sobreimpresionado en un cráneo nos invita al viaje subjetivo. Un mundo propio y particular desciende hasta el parietal. Ése es el escenario, un semisótano de cráteres y aliens flotantes con forma de espermatozoide.

Luego aparece el hombre de la palanca, del que Lynch decía que si estaba al principio del metraje era por algo (¿). Trasunto, quizás, de demiurgo o hacedor de miedos y cicatrices que acciona el mecanismo de lo psicótico soltando esa larva representativa de lo enquistado y lo grotesco a la charca primigenia del film. Ya tenemos la historia, el núcleo; la concepción. La obsesión de Henry en forma de esperma se materializa en película.

El hombre de la palanca volverá al final soltando chispas cuando Henry se libere a tijeretazo limpio. Lo dice Michael Chion: "El planeta, que es la sede de la historia, se rompe como un huevo. El hombre sentado en la palanca intenta en vano impedirlo y el sonido, estridente, se eleva a un paroxismo místico". El mundo oscuro, ese mundo de miedos encerrados en un huevo con forma de planeta, se abre y deja paso a un momento de felicidad. La mujer del radiador aparece entre una bruma lechosa. Se abrazan. Ella ríe. Una pureza arrebatada y deforme cierra la película.

Vaya usted a saber.

3) THE PHILADELPHIA STORY

Henry pasea por un paraje postindustrial de charcos y tuberías, con bulbos desérticos como circunvoluciones de cerebro llenas de mugre de extrarradio.

Lynch vivió en una zona industrial de Filadelfia cerca del depósito de cadáveres, dice Michael Chion. Un laberinto de violencia que pasaría a ocupar una región de su imaginación y su memoria. Cabeza borradora se configura como expresión del recuerdo de aquella ciudad: "es la más violenta, la más degradada, la más enferma, la más decadente (…) Entrar en esta ciudad es entrar en un océano de miedo". Ese recuerdo habría de alimentar la atmósfera malsana de 'Erasehead'. Incluso se llegó a rodar una pelea callejera finalmente no incluida en el montaje final.

4) PUESTA EN ESCENA

* Michael Chion relaciona la sintaxis visual de Lynch con el cine mudo y son frecuentes las referencias a Buster Keaton y a Jacques Tati (cineasta del gusto del propio Lynch). Es cierto que hay algo de ese esquematismo, del uso básico y concreto de la imagen y el montaje. "Cineasta-literal" dice Chion, de "planos-pensamiento". Una utilización básica del montaje que lo alejan de concepciones estéticas más autorales o intelectualizadas.

* Cuestión distinta es la escenografía, el tratamiento de la fotografía (un B/N con el que arrimarse a la atmósfera de, lo asegura el propio director, 'El crepúsculo de los dioses') o el trabajo artesanal de efectos visuales basados en la inventiva y no el dinero: stop-motion, la creación del baby, el uso de una sábana negra con efectos de luz detrás de Henry para el tramo ultimo donde su mundo "explota", etc.

* Y, por supuesto, el sonido. 'Erasehead' es un tratado experimental sobre el clima sonoro. Músicas y ruidos, ambiente de calderas, un órgano desubicado… Como lo llama Quim Casas, una "sinfonía mecánica" o, en palabras de Paul A. Woods, efectos de sonido "líquidos". Una masa de ruido zumba electrificada en la banda sonora. El director lo explica así: "Me fascinan las presencias. Lo que se llama sonido de ambiente (...) Es una cosa peligrosa, porque en este aparente silencio se pueden aportar sentimientos y se pueden hacer ciertas imágenes de un mundo superior".

Lynch siempre ha dado importancia a este apartado, hasta el punto de rodar juegos intrascendentes que tienen en lo sonoro su principal baza:
http://www.filmaffinity.com/es/film501550.html

(Sin spoilers. Supongo)
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18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Menuda tomadura de pelo
Que sí, que sí, que seguro que todos los cinéfilos/intelectuales/enteradillos/gafapastas lo habreis flipado y os habréis hecho 30 pajas viendo esta cosa, pero la película es una CHUSTA. Ni onirismo, ni surrealismo, ni tonterías, el director nos toma el pelo a todos, haciendo que perdamos una hora y media tratando de comprender este esperpento surgido, probablemente, después de una desfasada ingesta de psicotrópicos.

Con un inicio "trepidante" (nótese la ironía), nos encontramos que la primera palabra es a los ¡20 minutos! ¿Qué pasa?, ¿Que porque sea en blanco y negro, carezca de sentido y los diálogos brillen por su ausencia es una obra maestra?

Que no hombre, que no, que yo no me lo trago.
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41 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Lynch asiste a su propio parto
Así nació el engendro fílmico llamado David Lynch. El artista que nos pide que desacostumbremos nuestra mirada sumisa y permitamos que sus obras ejerzan un impacto en nuestros sentidos, en el subconsciente, en todo aquello que es irracional y afecta a los mecanismos subrepticios.
Su creación ahoga cualquier estructura argumental, pero quien no sea capaz de desprenderse de ella encontrará restos para malvivir y romperse los sesos. Siempre hay una base que se desarrolla en las pautas de la verosimilitud para que el espectador acceda por la puerta principal caiga en la trampa y finalmente sea desquiciado.
Como muchas otras, Eraserhead es un acto de onanismo, de onirismo, de sonidos remotos, de luz y de sombras y de las formas deformadas; pero como primeriza se presenta quizá más desnuda, más cruda, más desprovista de camuflaje convencional y por ello también más tosca y menos sofisticada que las siguientes.
Las creaciones de Lynch cumplen sobradamente con la máxima que entiende el celuloide como evasión. Son una ofrenda para liberar la mente y dejar que la retina capte libre de prejuicios estos fotogramas de la ensoñación y disfrutarlos o sufrirlos con la condición de que el cerebro no procese nada. ¿Es eso cine? Sin duda. Pero no del que se comprende, sino del que se digiere.
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21 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
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