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Voto de Bloomsday:
7
6,7
19.972
Fantástico. Drama
Henry Spencer, un joven depresivo y asustadizo, sufre desde pequeño unas extrañas pesadillas de las que intenta liberarse a través de su imaginación. Un día, su amiga Mary lo invita a cenar a casa; se entera entonces de que ha sido padre de un bebé prematuro y no humano. Mary y el extraño bebé se instalan en casa de Henry, donde un escenario iluminado tras el radiador muestra la presencia de una mujer. (FILMAFFINITY)
30 de junio de 2014
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El deseo de David Lynch es hablar directamente a través de las películas". 'David Lynch por David Lynch'. Chris Rodley
1) INTRO
Con este film primerizo, Lynch se alejó posmodernamente del relato (desmaterializando y descorporeizando sujeto y razón ficcionales) convirtiendo la película en una emulsión alucinada y glandular a través del absurdo, la atonalidad narrativa y el humor negro.
Empezamos bien.
Propone un mundo de criadillas que no apela a la lógica, y que no debe ser analizado desde la lógica sino desde su capacidad de conmoción subjetivo-seudosurrealista. En ese sentido, él ha sido hermético en cuanto a las interpretaciones, pista de que la respuesta a 'Erasehead' debe ser emocional. Como dice el realizador: "Hay cosas que me parecen muy hermosas y no sé por qué. Algunas cosas tienen sentido y me cuesta explicarlas. Yo sentí Cabeza borradora, no la pensé".
Nosotros, si fuera posible, habríamos de hacer igual.
2) PRÓLOGO. EL HOMBRE DE LA PALANCA
En el inicio, un planeta (así lo describe Lynch) sobreimpresionado en un cráneo nos invita al viaje subjetivo. Un mundo propio y particular desciende hasta el parietal. Ése es el escenario, un semisótano de cráteres y aliens flotantes con forma de espermatozoide.
Luego aparece el hombre de la palanca, del que Lynch decía que si estaba al principio del metraje era por algo (¿). Trasunto, quizás, de demiurgo o hacedor de miedos y cicatrices que acciona el mecanismo de lo psicótico soltando esa larva representativa de lo enquistado y lo grotesco a la charca primigenia del film. Ya tenemos la historia, el núcleo; la concepción. La obsesión de Henry en forma de esperma se materializa en película.
El hombre de la palanca volverá al final soltando chispas cuando Henry se libere a tijeretazo limpio. Lo dice Michael Chion: "El planeta, que es la sede de la historia, se rompe como un huevo. El hombre sentado en la palanca intenta en vano impedirlo y el sonido, estridente, se eleva a un paroxismo místico". El mundo oscuro, ese mundo de miedos encerrados en un huevo con forma de planeta, se abre y deja paso a un momento de felicidad. La mujer del radiador aparece entre una bruma lechosa. Se abrazan. Ella ríe. Una pureza arrebatada y deforme cierra la película.
Vaya usted a saber.
3) THE PHILADELPHIA STORY
Henry pasea por un paraje postindustrial de charcos y tuberías, con bulbos desérticos como circunvoluciones de cerebro llenas de mugre de extrarradio.
Lynch vivió en una zona industrial de Filadelfia cerca del depósito de cadáveres, dice Michael Chion. Un laberinto de violencia que pasaría a ocupar una región de su imaginación y su memoria. Cabeza borradora se configura como expresión del recuerdo de aquella ciudad: "es la más violenta, la más degradada, la más enferma, la más decadente (…) Entrar en esta ciudad es entrar en un océano de miedo". Ese recuerdo habría de alimentar la atmósfera malsana de 'Erasehead'. Incluso se llegó a rodar una pelea callejera finalmente no incluida en el montaje final.
4) PUESTA EN ESCENA
* Michael Chion relaciona la sintaxis visual de Lynch con el cine mudo y son frecuentes las referencias a Buster Keaton y a Jacques Tati (cineasta del gusto del propio Lynch). Es cierto que hay algo de ese esquematismo, del uso básico y concreto de la imagen y el montaje. "Cineasta-literal" dice Chion, de "planos-pensamiento". Una utilización básica del montaje que lo alejan de concepciones estéticas más autorales o intelectualizadas.
* Cuestión distinta es la escenografía, el tratamiento de la fotografía (un B/N con el que arrimarse a la atmósfera de, lo asegura el propio director, 'El crepúsculo de los dioses') o el trabajo artesanal de efectos visuales basados en la inventiva y no el dinero: stop-motion, la creación del baby, el uso de una sábana negra con efectos de luz detrás de Henry para el tramo ultimo donde su mundo "explota", etc.
* Y, por supuesto, el sonido. 'Erasehead' es un tratado experimental sobre el clima sonoro. Músicas y ruidos, ambiente de calderas, un órgano desubicado… Como lo llama Quim Casas, una "sinfonía mecánica" o, en palabras de Paul A. Woods, efectos de sonido "líquidos". Una masa de ruido zumba electrificada en la banda sonora. El director lo explica así: "Me fascinan las presencias. Lo que se llama sonido de ambiente (...) Es una cosa peligrosa, porque en este aparente silencio se pueden aportar sentimientos y se pueden hacer ciertas imágenes de un mundo superior".
Lynch siempre ha dado importancia a este apartado, hasta el punto de rodar juegos intrascendentes que tienen en lo sonoro su principal baza:
http://www.filmaffinity.com/es/film501550.html
(Sin spoilers. Supongo)
1) INTRO
Con este film primerizo, Lynch se alejó posmodernamente del relato (desmaterializando y descorporeizando sujeto y razón ficcionales) convirtiendo la película en una emulsión alucinada y glandular a través del absurdo, la atonalidad narrativa y el humor negro.
Empezamos bien.
Propone un mundo de criadillas que no apela a la lógica, y que no debe ser analizado desde la lógica sino desde su capacidad de conmoción subjetivo-seudosurrealista. En ese sentido, él ha sido hermético en cuanto a las interpretaciones, pista de que la respuesta a 'Erasehead' debe ser emocional. Como dice el realizador: "Hay cosas que me parecen muy hermosas y no sé por qué. Algunas cosas tienen sentido y me cuesta explicarlas. Yo sentí Cabeza borradora, no la pensé".
Nosotros, si fuera posible, habríamos de hacer igual.
2) PRÓLOGO. EL HOMBRE DE LA PALANCA
En el inicio, un planeta (así lo describe Lynch) sobreimpresionado en un cráneo nos invita al viaje subjetivo. Un mundo propio y particular desciende hasta el parietal. Ése es el escenario, un semisótano de cráteres y aliens flotantes con forma de espermatozoide.
Luego aparece el hombre de la palanca, del que Lynch decía que si estaba al principio del metraje era por algo (¿). Trasunto, quizás, de demiurgo o hacedor de miedos y cicatrices que acciona el mecanismo de lo psicótico soltando esa larva representativa de lo enquistado y lo grotesco a la charca primigenia del film. Ya tenemos la historia, el núcleo; la concepción. La obsesión de Henry en forma de esperma se materializa en película.
El hombre de la palanca volverá al final soltando chispas cuando Henry se libere a tijeretazo limpio. Lo dice Michael Chion: "El planeta, que es la sede de la historia, se rompe como un huevo. El hombre sentado en la palanca intenta en vano impedirlo y el sonido, estridente, se eleva a un paroxismo místico". El mundo oscuro, ese mundo de miedos encerrados en un huevo con forma de planeta, se abre y deja paso a un momento de felicidad. La mujer del radiador aparece entre una bruma lechosa. Se abrazan. Ella ríe. Una pureza arrebatada y deforme cierra la película.
Vaya usted a saber.
3) THE PHILADELPHIA STORY
Henry pasea por un paraje postindustrial de charcos y tuberías, con bulbos desérticos como circunvoluciones de cerebro llenas de mugre de extrarradio.
Lynch vivió en una zona industrial de Filadelfia cerca del depósito de cadáveres, dice Michael Chion. Un laberinto de violencia que pasaría a ocupar una región de su imaginación y su memoria. Cabeza borradora se configura como expresión del recuerdo de aquella ciudad: "es la más violenta, la más degradada, la más enferma, la más decadente (…) Entrar en esta ciudad es entrar en un océano de miedo". Ese recuerdo habría de alimentar la atmósfera malsana de 'Erasehead'. Incluso se llegó a rodar una pelea callejera finalmente no incluida en el montaje final.
4) PUESTA EN ESCENA
* Michael Chion relaciona la sintaxis visual de Lynch con el cine mudo y son frecuentes las referencias a Buster Keaton y a Jacques Tati (cineasta del gusto del propio Lynch). Es cierto que hay algo de ese esquematismo, del uso básico y concreto de la imagen y el montaje. "Cineasta-literal" dice Chion, de "planos-pensamiento". Una utilización básica del montaje que lo alejan de concepciones estéticas más autorales o intelectualizadas.
* Cuestión distinta es la escenografía, el tratamiento de la fotografía (un B/N con el que arrimarse a la atmósfera de, lo asegura el propio director, 'El crepúsculo de los dioses') o el trabajo artesanal de efectos visuales basados en la inventiva y no el dinero: stop-motion, la creación del baby, el uso de una sábana negra con efectos de luz detrás de Henry para el tramo ultimo donde su mundo "explota", etc.
* Y, por supuesto, el sonido. 'Erasehead' es un tratado experimental sobre el clima sonoro. Músicas y ruidos, ambiente de calderas, un órgano desubicado… Como lo llama Quim Casas, una "sinfonía mecánica" o, en palabras de Paul A. Woods, efectos de sonido "líquidos". Una masa de ruido zumba electrificada en la banda sonora. El director lo explica así: "Me fascinan las presencias. Lo que se llama sonido de ambiente (...) Es una cosa peligrosa, porque en este aparente silencio se pueden aportar sentimientos y se pueden hacer ciertas imágenes de un mundo superior".
Lynch siempre ha dado importancia a este apartado, hasta el punto de rodar juegos intrascendentes que tienen en lo sonoro su principal baza:
http://www.filmaffinity.com/es/film501550.html
(Sin spoilers. Supongo)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
5) TRES MUJERES
* «Mary X». Mujer que impone la paternidad, las noches sin dormir, casarse de penalti y la familia política. El sinsentido matrimonial y paterno-filial. La deconstrucción grotesca de lo familiar como unidad básica que dota de sentido nuestros mundos. Todo, en el fondo, muy cercano. Con un poco de instinto crítico y absurdo de esta vida cotidiana nuestra se pueden ver las costuras si las miras fijamente.
Uno de los más insistentes rumores sobre Lynch y este film es que el director no era un padre muy implicado. Por no mencionar que su hija, además de mala directora, tuvo un problemilla en los pies: "Yo nací con un caso de pies equinovaros, así que cuando nací me pusieron una escayola. Nunca gateé debido a las varas que tenía en las piernas". Quizás por ahí pudiera haber germinado alguna idea o visión a la hora de pergeñar la historia.
* «La vecina sexy o el revolcón de leche tibia». Henry es padre. O sea, padre. Está atado a otro ser por el acto santificado de la procreación. Pero la paternidad es una carga que no te deja retozar a gusto con otras hembras. No te deja ser promiscuo. Te ata, te limita, te roba años. Así cualquier mujer, a Henry-padre, lo mira con desprecio. Porque en él ven la cabeza jibarizada de su hijo sobre el cuerpo de un adulto. Su flirteo está herido de muerte por su estigma de progenitor.
Es evidente la herencia kafkiana a la hora de retratar de esta forma las relaciones humanas y, en general, en la perplejidad metamorfoseada con la que Henry mira lo que le rodea con gesto de cine mudo. Lynch lo reconoce: "es el único artista que siento que podría ser mi hermano".
* «Lady in the radiator». Personaje que habita una región fantástica del inconsciente en una esquina de habitación. No hay lugar más confortable ni mejor madriguera que la esquina enmoquetada de una estufa. Un sito para estar solos, detrás del radiador, entre nosotros mismos. La ingenuidad y el pelo blanco conejil. La claridad entre tanta oscuridad. Alguien que pisotea los cigotos y no impone obligaciones a la existencia. Alguien que canta y vive en un escenario. "In heaven everything is fine".
6) FIN
Película de culto en su más pura expresión. Independiente y experimental, rodada por cuatro amigos y con problemas económicos.
El tiempo y el boca a boca la puso, supongo, en su sitio a través de las más insospechadas recomendaciones ("¿Queréis venir a casa y ver mi película favorita, chicos?". Stanley Kubrick).
Luego vendría lo que vino. Un viaje alucinado cada vez más al fondo de la mente.
* «Mary X». Mujer que impone la paternidad, las noches sin dormir, casarse de penalti y la familia política. El sinsentido matrimonial y paterno-filial. La deconstrucción grotesca de lo familiar como unidad básica que dota de sentido nuestros mundos. Todo, en el fondo, muy cercano. Con un poco de instinto crítico y absurdo de esta vida cotidiana nuestra se pueden ver las costuras si las miras fijamente.
Uno de los más insistentes rumores sobre Lynch y este film es que el director no era un padre muy implicado. Por no mencionar que su hija, además de mala directora, tuvo un problemilla en los pies: "Yo nací con un caso de pies equinovaros, así que cuando nací me pusieron una escayola. Nunca gateé debido a las varas que tenía en las piernas". Quizás por ahí pudiera haber germinado alguna idea o visión a la hora de pergeñar la historia.
* «La vecina sexy o el revolcón de leche tibia». Henry es padre. O sea, padre. Está atado a otro ser por el acto santificado de la procreación. Pero la paternidad es una carga que no te deja retozar a gusto con otras hembras. No te deja ser promiscuo. Te ata, te limita, te roba años. Así cualquier mujer, a Henry-padre, lo mira con desprecio. Porque en él ven la cabeza jibarizada de su hijo sobre el cuerpo de un adulto. Su flirteo está herido de muerte por su estigma de progenitor.
Es evidente la herencia kafkiana a la hora de retratar de esta forma las relaciones humanas y, en general, en la perplejidad metamorfoseada con la que Henry mira lo que le rodea con gesto de cine mudo. Lynch lo reconoce: "es el único artista que siento que podría ser mi hermano".
* «Lady in the radiator». Personaje que habita una región fantástica del inconsciente en una esquina de habitación. No hay lugar más confortable ni mejor madriguera que la esquina enmoquetada de una estufa. Un sito para estar solos, detrás del radiador, entre nosotros mismos. La ingenuidad y el pelo blanco conejil. La claridad entre tanta oscuridad. Alguien que pisotea los cigotos y no impone obligaciones a la existencia. Alguien que canta y vive en un escenario. "In heaven everything is fine".
6) FIN
Película de culto en su más pura expresión. Independiente y experimental, rodada por cuatro amigos y con problemas económicos.
El tiempo y el boca a boca la puso, supongo, en su sitio a través de las más insospechadas recomendaciones ("¿Queréis venir a casa y ver mi película favorita, chicos?". Stanley Kubrick).
Luego vendría lo que vino. Un viaje alucinado cada vez más al fondo de la mente.