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41 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
La miserable vida del chico seta y del grillado que le contrata en su parque acuático.
Reconozco que a los pocos minutos de la película, empecé a pensar que iba a ser otro de esos dramas indies americanos que se hacen largos, pesados, lentos y aburridos, y... bueno, aunque lo diez primeros minutos sí que son así, luego se convierte en una pequeña comedia-con toques de drama (o al revés) que se pasa volando gracias al buen hacer de su reparto y de ciertas situaciones. O precisando un poco más, se pasa volando gracias al personaje de Sam Rockwell y su parque acuático.

La trama trata sobre Duncan, un chico de 14 años que tiene que pasar un verano en la casa de la playa del nuevo novio (un Steve Carell bastante alejado de sus papeles de comedia), de su madre (Toni Collette). Ante las perspectivas de que lo ignoran y lo dejan de lado y que su "padrastro" le trata como si fuera estúpido (y que no es demasiado buen tipo) decide irse por su cuenta a recorrer el pueblo, acabando por conocer a Sam Rockwell, un tipo bastante de vuelta de todo, que regenta un parque acuático, y que hará que un nuevo mundo de posibilidades se abra para Duncan. También aprovecha para intentar ligarse a la hija de su vecina, una Annasophia Robb convincente y encantadora.

Como digo, el personaje de Sam Rockwell eclipsa a todos los demás, ya sea por sus diálogos (atención a las bromas que le suelta a Duncan cuando le hace el recorrido por el parque o a la escena con el micrófono que aclaro en spoiler), como a sus actos (el problema del tubo deslizador y su solución, un claro guiño a "Los Simpson" que aclaro en spoiler) pero sobre todo por ser el que mejor desarrollado está, junto al de Duncan, pues ambos representan dos caras de una misma moneda.

Duncan es un chico seta, tímido, presionado por su padrastro, agobiado, despreciado, ignorado, sin carácter, sin personalidad, y Sam Rockwell representa la libertad, la madurez inmadura, la chispa de la vida, la diversión en estado puro (con cierto toque de seriedad en algunos momentos) y la experiencia vital (muy buenas las dos escenas más serias con Duncan), que tratará por todos los medios de que el chico se espabile.

Es cierto que la película pierde un poco cuando se trata del drama familiar (un poco bastante manido) y del retrato de los adultos y de su hermanastra (bastante típicos o poco desarrollados), pero gana cuando se centra en dotar de cierta personalidad y carisma al resto de actores jóvenes, Annasophia Robb, que representa ese primer amor de verano que se va construyendo poco a poco, y a su hermano, un pequeñajo friki de Star Wars con un ojo a la virulé que tiene que llevar un parche pirata. El personaje de Steve Carell resulta de lo más odioso y destructivo.

A través de todos estos personajes, girando en torno al verano de Duncan, se va estructurando una historia sobre la adolescencia mal llevada, sobre la búsqueda que todos hacemos para encontrar nuestro sitio en el mundo, sobre la amistad, sobre los peterpanes modernos que se niegan a crecer, pero tienen mucha experiencia de la vida y sobre lo ruines que pueden resultar los adultos cuando se trata de relaciones.

Puede que me haya pasado con el 7, pero por sus momentos de comedia, que me parece que funcionan a la perfección, y la buena mezcla con esos otros momentos más bajunos y dramáticos, se lo doy.

Espero que no me caigan muchos negativos y gracias si me lee alguien y me valora positivamente.
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42 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Encontrar nuestro sitio.
Mientras veía esta película no podía evitar acordarme de esa maravilla llamada 'Las ventajas de ser un marginado (The perks of being a wallflower)'. Ambas propuestas tienen mucho en común, aunque 'El camino de vuelta' termine resultando más familiar y menos trascendente. Y esto no quiere decir que sea olvidable, de hecho me ha parecido una película notable, y ha conseguido cautivarme más que otras propuestas mucho más promocionadas y premiadas.

El guion puede parecer en principio previsible y tópico, pero Nat Faxon y Jim Rash consiguen su propósito a la perfección: que el espectador sienta una absoluta empatía por Duncan (muy bien interpretado por la joven promesa Liam James) y deteste todo lo que él odia. Por ello nos lo pasaremos en grande en ese parque acuático, en compañía de los simpáticos trabajadores.

Brillan también en el reparto Sam Rockwell y, sobretodo, Steve Carell en un sorprendente papel, demostrando una vez más lo versátil que puede llegar a ser como actor. Toni Collette tampoco se queda atrás. En cambio, se echa en falta algo más de protagonismo para el personaje de Amanda Peet, que al final termina ejerciendo de chica florero (totalmente desaprovechada).

En resumen, recomiendo encarecidamente 'El camino de vuelta' a todos aquellos que disfrutasen con películas como 'Adventuraland' o 'Las ventajas de ser un marginado'. Funciona tanto en su parte dramática como en su parte más divertida en ese genial parque acuático.
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23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Las cosas bien hechas siempre gustan
Temática conocida, pero hecha con buena factura, buenas actuaciones y roles estupendos. Es una comedia dramática sencilla y redonda sobre los ritos de madurez y la formación del carácter en la dura época de la adolescencia. Y si no que se lo digan al pobre chaval protagonista. Resulta imposible no simpatizar con él en cuanto transcurren cinco minutos de película

En definitiva, es de esas películas en las que sales del cine con una sonrisilla tonta dibujada en la cara y un poco más de fe en el género humano (abstenerse de leer periódicos y ver noticiarios si se desea que perdure el efecto).

Si te gusto The perks of being a wallflower, The way way back te gustará.
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17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Cuando todo está por andar y vivir... Simpática y poco más
Peliculilla interesante que se queda corta por confiar en exceso en unos actores competentes y un guión en apariencia profundo y melodramático pero que no deja de ser una acumulación de tópicos adolescentes (como la del inadaptado y taciturno vástago de un matrimonio roto que vive con la ilusión de que su padre - que claro está, pasa de él - lo rescate de las garras amorosas de una madre coraje de pacotilla) que se deja ver por el agradable y dulzón tono conseguido. El alabado guión es una obra meramente simpática - aunque muy irregular - que aborda demasiados temas sin profundizar ni resolver ninguno.

Los galardonados guionistas (Oscar por la tan pretenciosa como vacua y soporífera "Los descendientes") hacen aquí también de directores y la verdad es que apenas superan el listón de tele-filme de sobremesa, todo vistoso, enfático, con subrayados para espectadores obtusos, sin apenas margen para el riesgo o la originalidad. Lo peor es el personaje interpretado por el generalmente competente Sam Rockwell, un payaso tarado e inverosímil que pretende sustituir a la tan anhelada como ausenté figura paterna, entre gracejas trasnochadas y muecas de niño con síndrome de Peter Pan.

Mientras más lo pienso, más fallida me parece esta cinta, bosquejo de un torpe aprendizaje adolescente (con primer beso incluido) que apenas remonta el vuelo y que sólo se deja ver por los buenos actores que la arropan y cierto tono nostálgico bastante conseguido que impregna una trama exangüe y troquelada de torpes tópicos freudianos. No hay ninguna secuencia fundamental ni verdadero drama, sólo agradable devaneos superficiales entre aromas de verano pretérito y fugacidad prescindible.

Poca cosa, no ofende ni empacha, pero deja un regusto a superchería que atufa. Apenas vista, se procesa y olvida. Superflua de tan trillada.
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18 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
CÁLIDA Y MELANCÓLICA.
No apasiona, no tiene un gran guión, flojeando en el último tramo. Pero toda ella está dotada de esa melancolía de los perdedores, de aquellos que no tienen, a los que les falta calidez y tal vez calidad humana a su alrededor.

Bien interpretada, aunque el resultado sea una amalgama arquetípica de personajes que se diluyen en un proyecto con buenas intenciones pero desencaminado.

Entretiene y se disfruta, si aceptamos sus limitaciones.


Un 6
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Otra notable comedia romántica estrenada este año, con muchos personajes, destacando las apariciones de Sam Rockwell
Nat Faxon y Jim Rash, fueron los responsables junto a George Clooney del guión de " Los descendientes " . Aquel guión estaba muy bien, era lo mejor de la película, junto a las interpretaciones. En " El camino de vuelta " ambos son los guionistas y directores, así como actuar en dos pequeños personajes, " Roddy " y " Lewis " .
En esta película lo mejor también es el guión, en este caso tienen grandes momentos de humor, a diferencia de la película de Clooney, en donde era un drama. Esos grandes momentos cómicos no están cuando aparece Steve Carell, conocido actor en series y películas cómicas, sino por el gran Sam Rockwell y alguna intervención en la primera mitad de Allison Janney.
El protagonista es Liam James, ya que la película se enfoca desde su punto de vista. El joven actor canadiense, que se dio a conocer interpretando al hijo de Sarah Linden en la serie " The killing " .
La película mezcla muy bien los momentos cómicos con los románticos, y alguna situación dramática.
En las vacaciones surgen muchas veces los problemas, que durante el resto del año y por falta de tiempo no ocurren. Muchas veces son familias en descomposición, con separaciones y nuevas parejas. Ante todo esto los que los sufren son los más pequeños. Por eso Duncan intenta huir de ese ambiente de su casa, buscando nuevos amigos, encontrándolo en Owen.
La película funciona muy bien en su aspecto cómico, aunque menos en los otros aspectos, sobre todo el dramático. Ese es el principal problema de la película, sobre todo en la parte final. Esa es la diferencia de esta pelóicula con " Ruby Sparks " y " Las ventajas de ser un marginado " , en estas películas funciona mejor la mezcla de géneros, aunque sean menos entretenidas que " El camino de vuelta " .
Sin la presencia de Sam Rockwell la película sería una más del montón, y pese a eso no llega al nivel de " Un invierno en la playa " , la cual tenía al gran Kinnear para las escenas cómicas, pero funcionaba mejor en los momentos dramáticos.
Amanda Peet tiene un papel muy secundario, pero divertido.
Toni Collette aporta los momentos más dramáticos de la película.
La película comienza muy bien, con una gran fotografía a través del espejo del coche. Solo vemos a Trent, para posteriormente ir conociendo al resto de miembros de la familia.
La banda sonora está compuesta por canciones pop, de gran calidad.
La película nos hace reflexionar acerca de " la desintegración familiar " , " el primer amor " , " el primer trabajo " y " el concepto de amistad " .
Ojala todas las vacaciones de verano cuenten con personajes como el de Owen, un chorro de optimismo y buen humor.
En este caso Duncan pasa de " tener unas vacaciones insufribles con su padrastro, a no querer irse cuando estas acaban y tienen que regresar a la rutina " .
Muy recomendable para todo tipo de público, ya que mezcla la comedia, romanticismo y drama.
Entretiene y te permite pasar 100 minutos muy agradables.
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9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cómo se puede hacer tanto con tan poco
Es de esas cintas diferentes que tanto se echan de menos últimamente.
Una historia sencilla y amena, sabe aportar el dramatismo justo y lo acompaña de un humor fresco con numerosos momentos inolvidables.
Sam Rockwell, divertidísimo y encantador, sabe conquistar a base de carcajadas.
Buenos actores, mejor guión.
Muy recomendada.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Duncan, tenemos que aprender a tener conversaciones más rápidas.
Una nueva sorpresa en forma de película independiente con reparto coral. Cuenta las aventuras de verano de Duncan acompañado de su madre y el nuevo novio de esta. Lo que en un principio parece que a ser una comedia coral apoyada en elementos dramáticos pronto se revela como un interesante relato centrado en Duncan y todos cuantos gravitan a su alrededor. El reparto es impresionante e interactúan entre ellos de manera perfecta. Su protagonista Liam James y también Sam Rockwell destacan entre el resto (la química entre ambos basada en verborrea/silencio es sorprendente). Buen guión, realización que prefiere no destacar (con unos actores y un guión así, lo mejor que se puede hacer es plantar la cámara y limitarse a rodar). Y es que este “El camino de vuelta” no deja de ser una comedia de descubrimientos durante la adolescencia que tiene su mejor baza en unos actores excepcionales y un guión mejor de lo que uno espera de este tipo de películas a medio camino entre el cine independiente la comedia coral. Se le pueden poner muchas pegas a “El camino de vuelta” pero ojalá cualquier otra película de la cartelera tuviese la capacidad de entretener y emocionar desde la comercialidad. “El camino de vuelta” flojea en su tramo final y no aporta nada nuevo, va a lo seguro, y a pesar de ello tiene una calidad incuestionable, es imposible no sentir una profunda simpatía por la aventuras de verano de Duncan. Totalmente recomendable.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Excelente comedia dramática
Esta excelente película está dirigida y escrita por los debutantes Jim Rash (actor que interpreta al alocado y travesti Decano en “Community” y que aquí se reserva un pequeño papel) y Nat Faxon (actor visto en “Zooloco” y que también se reserva un pequeño papel como empleado del parque acuático).

La película, aunque parezca que tiene un previsible argumento, sabe distinguirse del resto, centrándose en cómo un adolescente llamado Duncan (Liam James) deberá ir con su madre (Toni Collette) y con el nuevo novio de ella y la hija de éste (Steve Carell y Zoe Levin) de vacaciones a una casa a pie de playa. Pero ante el poco caso que le hacen todos, se dedica a dar vueltas por la zona, conociendo al regente de un parque acuático (Sam Rockwell) que le dará trabajo y se convertirá en su mejor amigo.

“El camino de vuelta” contiene todos los ingredientes necesarios para gustar a todo el mundo, sabiendo dosificar de forma perfecta las dosis de drama familiar y dudas existenciales, los momentos cómicos (enfocados prácticamente todos en el personaje interpretado por Rockwell); así como ese primer amor de juventud entre el protagonista y la hija de la vecina (Annasophia Robb).

La cinta sabe plasmar ese espíritu indie y rompedor que tanto gustó en la película de culto “Pequeña Miss Sunshine” (teniendo en su reparto a dos de sus protagonistas, Collette y Carell), continuando ese equilibrio perfecto entre comedia y drama que tan bien funcionó en la reciente “Ventajas de ser un marginado”, así como una historia veraniega (incluso con parque acuático incluido) que se asemeja mucho al capítulo de “Los Simpson” que cerraba la séptima temporada de la serie, titulado “Verano de metro y medio”.

En cuanto al reparto de “El camino de vuelta”, sobresalen varios nombres, el que más es un Sam Rockwell en estado de gracia, con una verborrea cómica infinita que descarga de tanto ambiente dramático la historia, y que regala los mejores momentos de la cinta. También destacan el chico protagonista, que parece en algunos momentos la “opción barata” de Logan Lerman (“Percy Jackson”), que soporta a la perfección la carga de protagonista de la cinta, consiguiendo que el espectador se identifique con él. El único personaje desdibujado es el del padrastro Carell, totalmente alejado de su actuación habitual, no consigue encajar en la historia, resultando poco convincente su intento de personaje dramático y arrogante.

En definitiva, es una lástima que esta película vaya a pasar desapercibida en la taquilla española, porque es de esas cintas diferentes que tanto se echan de menos últimamente, que sabe aportar el dramatismo justo y lo acompaña de un humor fresco con numerosos momentos inolvidables. Totalmente recomendable.

Lo mejor: Un inspirado Sam Rockwell, divertidísimo y encantador, que sabe conquistar al público a base de carcajadas.

Lo peor: Que el poco atractivo título le hará perder espectadores.

Síguenos en Twitter: @cineralia y @EduQuintana16
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
El verano del pasmarote
Crónica del adolescente pasmado.
Importante zangolotino se enfrenta al mundo en su crudeza.
Película de contrastes. Carell como padrastro cínico, hipócrita y traicionero representa el orden represor y corrupto, mientras que Rockwell sería su reverso: el ángel de la guarda del chico; el guía espiritual que le ayuda a madurar, que le abre las puertas del paraíso (parque acuático cutre y entrañable que sirve de refugio y aprendizaje) y que supone un soplo de libertad, humor y amor; los dos disputándose el alma del chico. La hermanastra como arpía prematura y su opuesto: la vecina madura y comprensiva que se convierte en amiga-novia. Collette haciendo por enésima vez el papel de mujer sufriente y frágil (de tan buena y sensible resulta cargante) versus la vecina alcohólica y desinhibida, que tortura cariñosamente a su hijo, como contrapeso cómico.
Relato tierno y simpático fracasado por el afán de limar, explicar y simplificarlo todo; tanto infantilismo y subrayado deja un producto tan masticado (tan triturado) que al espectador no le queda nada. Matan cualquier atisbo de sensibilidad, sugerencia o lirismo.
Entretenida y querible pero demasiado obvia. Se puede ver la parte del humor a pesar de ser tan ñoña; el aspecto dramático, en cambio, es pesado, tópico y entontecedor.
Holden Caulfield para niños muy niños.
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El camino de vuelta
Gusta, agrada y contenta pero no tanto como esperabas; tus expectativas, ilusiones son mucho mayores a lo que la propia película te ofrece. Es una historia de emociones, exaltación y turbación desesperada del alma humana, apasionada e intensa pero de grado medio, no logra provocar el gran efecto deseado -puede que ahí tenga mucho que ver, en sentido peyorativo, la gran campaña publicitaria realizada- pero gusta, complace especialmente por la impresionante labor de sus protagonistas, de todos ellos, a cual mejor, que mantienen el nivel y la altura de toda la historia -con ayuda de un excelente guión-, y que dan vida a personajes muy bien definidos y delimitados, cada uno con sus propias turbulencias y desengaños y con un camino -de vuelta- propio que recorrer. Miedos ocultos, frustraciones adultas, el despertar adolescente, refugios donde esconderse para ocultar lo que acaba explotando, con gran sobresalto y conmoción, en nuestra propia cara; magníficos diálogos, maravillosamente interpretados, amén de buena música y una localización fotográfica ideal, es la joya, clave de este relato que pretende ofrecer más emociones de las que logra transmitir. Afinidad completa para una historia sencilla y amena, agradable de visionar y de evolución previsible que, aunque no ofrece sorpresas y no es el gran peliculón que te habían prometido, da resultados muy positivos.

http://lulupalomitasrojas.blogspot.com.es/
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Quitarse la venda de los ojos
Nat Faxon, Jim Rash tras el éxito de los descendientes vuelven a sorprender con este drama, puro reflejo de la vida cotidiana de una familia americana des-estructurada. Es un claro ejemplo de como los adolescentes son capaces de actuar ante los divorcios y separaciones de sus mayores. Al tiempo, de como estos últimos envueltos en el temor de la soledad son capaces de conformarse con cualquier compañero de viaje. Gran drama cargado en ciertos momentos de humor.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Las ventajas de ser un marginado en el parque acuático
Nat Faxon y Jim Rash, quienes ya habían sido galardonados por la fabulosa comedia dramática Los descendientes, vuelven dos años después con un nuevo proyecto entre las manos, el cual deciden dirigirlo ellos mismos y conseguir un resultado fabuloso. El camino de vuelta es una película dulce y enternecedora. Pura dinamita sentimental.

Posee una pequeña parte del reparto de Pequeña Miss Sunshine. Tony Colette vuelve a ser la madre de una familia un tanto descontrolada a quien siempre acabas cogiendo cariño. Quien cambia repentinamente su papel es Steve Carell, que se vuelve de ser un hombre sensible y apacible (En Miss Sunshine) a un desagradable y patético padrastro con el que habrá que aguantarse toda la película. Liam James hace muy bien su papel como Duncan, un simpático chico que tratará de encontrarse a sí mismo y evitar que su familia se desmorone por completo, y cuando digo por completo, excluyo al padrastro y a la hermana, no se merecen estar dentro. Sam Rockwell se luce al interpretar a un carismático y más que divertido Owen, que junto con Duncan, forman un dúo de lo más simpático y de lo más reluciente.

Duncan empieza siendo un tres. Pero a medida que va avanzando la película, su relación con los demás va mejorando. Su amistad con Susanna, su vecina, se solidifica por momentos, aunque desde un principio se sabe a dónde termina la cosa. Hay tensión en los momentos en los que Duncan se topa –no porque él lo quiera– con Trent, el (¿novio?) de su madre –a quien odia, por cierto–, quien lo trata con tanto desprecio que parece que te están faltando a ti al respeto. Y no quisiera hacer spoiler de la película, pero llega una escena en la que Trent dice: “Buenos días. ¿Qué pasa, Duncan, no me dices buenos días?”. Y llega un Duncan 3.0 y le contesta: “Bienvenido”. Sí señor, así se contesta a un grosero como Trent, chaval. No es digno siquiera de ser insultado.

El camino de vuelta representa de una forma muy profunda y sincera la dura etapa de un catorce añero. Una película con la que muchos de los adolescentes nos sentimos identificados. Un drama con comedia y un poco de romance que hace que al menos no se te enrojezcan las mejillas. Con diferencia, de las mejores películas del año, seguro que es nominada a algo. Y si no, ya me encargaré yo de que lo sea.

En conclusión, ha sido brillante. Un sueño hecho realidad. Un toque de barita por Faxon y Rash, que no han podido hacer que me sienta mejor durante unos cien minutos de mi vida. Gracias, de verdad.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Divertida, dramática y encantadora
'El camino de vuelta' es una de esas películas de verano que poco prometen pero que según van pasando los minutos te enganchan por lo fácil y sentido de un guión que embelesa.

El reparto, muy bien logrado, sobre todo Duncan, el joven protagonista.

Totalmente recomendable para aquellos que no buscan obras de arte sino películas realistas y con ese punto irónico que hacen que destaquen por encima de las demás.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
SUMMER DEL 42,...,62,...,82,...2012
Dice el saber popular que desde los Griegos, ya está todo inventado. En el cine los argumentos y las situaciones, como en la literatura y otros géneros la cosa no hace más que repetir unos patrones comunes con mayor o menor acierto y actualidad.
Asombra por lo tanto como Faxon y Rash consiguen darle otra vuelta de tuerca a ese "último verano", en el que se pierde la inocencia y el "wonderful world", se vuelve menos wonderful y muchos más world. En fin que la cosa se lleva con soltura con un reparto muy aplicado, cada uno en lo suyo, fantásticas las composiciones de Rocwell y Allison Janney, todos al servicio de un jovencito Liam James al que todavia le falta un herbor.
Buenos momentos de comedia, una pizquita de drama y un tono indi al que ya nos vamos acostumbrando como alternativa a las producciones clonadas de los grande estudios.
En general hay un buen puñado de fisuras por donde se le escapa la fuerza a la gran película que pudiera haber sido. Disfrutable.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una pequeña joya
Una maravilla de película , excelente guion y banda sonora, estoy totalmente de acuerdo con la crítica de Peters Travers de Rolling Stones es una película de 10/10, yo también he disfrutado de cada minuto de ella.
Humor del inteligente y sensibilidad unidos , tiene algo de pequeña miss sunshine.
Creo que totalmente infravalorada.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Americanada.
De esta cinta lo único que me ha gustado, es el papel del chico pasado de vueltas que trabaja en el parque acuático, ese golfillo macarra que a primera vista parece un tipo duro y malo, que al final resulta poseer gran corazón, gracias a él la película consigue a veces hacernos reír y el chico aprender cosas de la vida que le hacen ser un máquina y un sex symbol.
Como he leído ya en otras críticas de esta película, está llena de tópicos, incluido el del personaje que he relatado anteriormente, otro, sería el del protagonista, el chico emo adolescente de una familia desquebrajada que quiere a su padre y que obviamente, no quiere al chico, una madre un poco torpe, un padrastro que le trata mal, una hermanastra que también pasa de él, y el primer amor de verano con beso final, todo con final feliz ¿cómo no iba a ser así?, por lo menos en esta película el chico ya no es un tipo solitario cachas que se nota que solo podría estar así de solo en una película, este es un niño bastante feo.
La felicidad se halla en el parque acuático y la tristeza en la casa de verano, aquí yo veo por lo menos una reflexión, que en el mundo de la casa de verano, representado por gente bien, es decir, con dinero, es donde encontramos la parte turbia y que en el parque acuático que es donde nos hacen ver que sus trabajadores no tienen el mismo poder adquisitivo, la cinta nos muestra la parte trabajadora y alegre, véase, otro tópico, lo que no nos dicen es que cuando salgamos del cine nosotros la gran parte seguiremos siendo esa parte pobre, que al contrario que en el film no disponemos de guionistas para nuestras conversaciones y que tenemos otros problemas que no salen reflejados.
En fin yo sinceramente no me gastaría el dinero en verla.
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7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Un gran Sam Rockwell saca a la cinta de la mediocridad
Simpático cartel repleto de sonrisas, lo que a priori puede hacer pensar en alegría, felicidad, complicidad e incluso comedia. No obstante, el comienzo de la cinta es pausado y lento, lo que no hace presagiar unos minutos entretenidos de cine, pese a los intentos de la vecina “loca”, que parece empeñada en sacarnos una sonrisa, aunque sea soltando barbaridades por su boca.
Todo nos va conduciendo hacia el más profundo aburrimiento. Pero entonces, aparece el personaje de Sam Rockwell llenando la pantalla y acertando en todos sus diálogos y en todos sus gestos; magnífico. Él sólo es capaz de levantar la película y enganchar al público, que hasta ese momento todavía se encuentra preguntando el porqué de la elección cinematográfica. Esta aparición consigue desviarte de la problemática familiar y del tono bajo de la cinta, para involucrarte y centrarte únicamente en sus apariciones, revelándose como el completo protagonista (en alma) de la película. Ese cuarentón excéntrico y alocado que dirige un parque acuático desde la no dirección y se convierte en amigo a la vez que en educador. Una figura paterna que el joven necesita y busca, pero que por desgracia no tiene, ni en su padre ni en su padrastro. Éste último más que ayudarle, por momentos le hunde. Curioso es que la figura de Owen se convierta en educador “responsable” desde la más completa irresponsabilidad; aunque suene paradójico, con su inmadurez aporta las dosis de vitalidad y madurez que el adolescente necesitaba.
En cuanto a Sam Rockwell, sin duda lo único notable de la cinta, sólo podemos decir que si otras veces ha sido criticado desde este espacio, en esta ocasión da forma a una completa interpretación llena de gestos, diálogo, risas, gestos, ironías, etc. Simplemente sobresaliente, Sam. Si tantas veces te hemos "apaleado", hoy sólo podemos quitarnos el sombrero ante ti; nos alegraste la tarde, nos alegraste la semana, nos alegraste el mes, sacándonos ese millar de inocentes sonrisas. Gracias.
No obstante, no perdamos el norte ni nos dejemos nublar por el único mérito del film, al que le acabamos de dedicar un ya excesivo número de palabras. Sin ese papel y sin esa interpretación, la cinta sería vulgar, tediosa y monótona, cual serial dramático de la más aburrida de las sobremesas; sin frescura alguna y excesivamente familiar. Aburrida, típica y "plana". Encasillada y tan encerrada en los tópicos, salvo el final, que llega a asfixiar en su decadencia.
Sin abrumarles con más vocablos y vacías oraciones subordinadas, nos despedimos diciéndoles que en el cine la pueden evitar, y como siempre decimos, déjenla para el salón de casa, que un hueco siempre lo puede rellenar. La nota se la lleva única y exclusivamente por un genial Sam Rockwell, al que desde aquí le volvemos a dar las gracias. El resto de la cinta es pobre.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Entretenida, divertida, con un buen drama
El camino de vuelta sin duda es una buena película, con una trama que no aburre, con un buen guión, unas buenas interpretaciones y un drama más que decente.
Desde principio hasta final El camino de vuelta entretendrá a todo tipo de espectador, a los que busquen una historia adolescente, a los que busquen comedia, o a los que simplemente busquen entretenimiento para echarse una buena tarde de cine.
Sin duda es un punto fuerte de la película, algunos más conocidos que otros.
Liam James hace una buena interpretación, Steve Carell como el papel de padrastro ''malo'', no lo hace mal, algo diferente a lo que suele hacer normalmente.
La atractiva Annasophia Robb perfecta como de costumbre, Sam Rockwell un grande, sin duda te ríes mucho con el, y el resto del reparto bastante bueno.
Un buen guión, una buena banda sonora, y muy divertida.
La película es bastante buena, no aburre, engancha, divierte, con una buena dosis de drama, y una historia que no cansa al espectador.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
¡PACMAN!
“El camino de vuelta” es muy, muy indie.

Esta tragicomedia cuenta el verano en la playa de un adolescente que se siente como un pez fuera del agua: a su falta de carácter se suma un padrastro autoritario, una madre alienada, una hermanastra digna hija de su padre y unos vecinos inoportunos y cargantes. A Duncan ni siquiera le gusta la playa, así que decide escapar de la casa del terror y dando un paseo en bicicleta se topa con Owen, un alma libre que le despabilará y le ayudará a sentirse útil y a forjar su personalidad.

Es por tanto una historia familiar y modesta, que suma puntos gracias a su tono light, su ambientación casi onírica, y dos acertadas interpretaciones de dos grandes actores: Steve Carell, en la piel de padrastro en el sentido peyorativo de la palabra, consigue hacerse verdaderamente antipático, y sobre todo (lo reconozco, tengo predilección por él) Sam Rockwell, que interpreta al excéntrico encargado de un parque acuático, el contrapunto del amuermado Owen, con unos diálogos surrealistas, gamberros, que sacuden al espectador con estupefacción y carcajadas consiguiendo que sintamos la misma revolución que el chico al despertar de su letargo y recuperar la energía de vivir.

Gran apuesta para ver una tarde, sin ambiciones, pero muy agradable, y sobre todo eso, muy, muy indie.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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