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44 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
10
Una de las mejores películas del mundo
Leni hizo una de las mejores películas del mundo. Es sobrecogedora. Tengo un documental en que explica su vida; al llegar a este film, encargo no del NSDAP sino del mismo Hitler, explica que 'sólo había dos protagonistas posibles: Hitler y la masa. Por eso no hay voz en off de un narrador'. Con ese film y 'Olímpica', se hizo rica de por vida. Y antes había hecho otros muchos títulos. Quienes la tildan de 'nazi' no deben olvidar que durante la guerra no pudo hacer ninguna película salvo las tomas sin montar de 'Tierra Baja, que sólo estuvo un día en Polonia y no hizo ningún trabajo como corresponsal de propaganda, que nunca se afilió al NSDAP, que los comités de desnazificación que investigaron a un millón de personas tras la guerra sólo la consideraron 'simpatizante'... Ninguna mujer de la época, ni durante décadas después, se la ha podido igualar en creratividad, energía, etc. ¿Qué hubiera pasado de ser no alemana sino inglesa, norteamericana o francesa, si hubiera estado entre los vencedores? Pues que habría monumentos suyos en la entrada de cada cine, sin considerar ya qué magníficas películas pudo haber hecho y no hizo. A quien no le guste el tufillo totalitario de la película, y a mí no me gusta, que considere el tufillo racista de 'El nacimiento de una nación' o antidemocrático de 'Octubre', un film casi todavía mejor que 'el triunfo de la voluntad'
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139 de 183 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Mejor lee las críticas de Xavier y de Sant. Llegaron antes, y lo hicieron mejor.
Alejandro Magno fué el primero en utilizar el poder de la imagen como propaganda política. Se le ocurrió la brillante idea de hacer que en todas las monedas estuviese su cara, y así ser reconocido hasta en el más lejano rincón de su extenso imperio.
Más tarde, Octavio Augusto aún refinó más la idea, repartiendo millares de bustos suyos por todas las provincias romanas, en los que se le veía como un tipo de cara amable, pero con una mirada y un gesto severo y recto.
Siglos después el tito Adolfo, que ya había copiado muchísimo de la simbología griega y romana, no iba a ser menos. Solo que él contaba con la prodigiosa visión de Leni Riefenstahl.

Se puede ser contrario a la ideología nazi (más bien se debe), se puede sentir asco por todo lo que aquello representó... pero no se puede ni se debe negar la maestría conque está rodado este documental, ni perder de vista en que año se realizó.
Magníficos encuadres para una narración visual poderosa, un montaje soberbio, y un empleo de la luz para las fechas prodigioso. Porque, seamos realistas... al margen de la ideología mostrada, hay que reconocer que la intención de mostrar al ejército nazi como temible y sobrecogedor, la cumple sobradísimamente. Para manchar los pantalones debía ser el ver en movimiento semejante tropa, con sus uniformes, su parafernalia, y marcando el paso. Lo que les pasó a tantísimos durante la segunda guerra, y aquí nos podemos hacer una idea bien clara.

Como documento histórico, no tiene precio. Pero como lección de cómo se debe manejar y colocar una cámara, apenas tiene comparación. Y dejémonos estar de ideologías y demás zarandajas, que aquí hemos venido a hablar de cine, y esta señora sabía de eso un rato largo.
Lástima que no tengamos mucha más herencia fílmica de doña Leni, porque quizás deberíamos reconocer que estaba a la misma altura que Lang o Eisenstein. Y aceptarlo, para algunos, tal vez fuese doloroso.
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96 de 117 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Vituperablemente impecable
No negaré que ver un congreso del partido nazi puede revolver el estómago y que a los que les guste el cine convencional y no les interesen los formalismos esta película les resultará terriblemente aburrida, sin embargo, su valor como documento histórico y como aportación a la historia del cine es enorme. Los hallazgos técnicos son muy importantes y veo difícil que el cine de propaganda futuro consiga superarlos. Hay planos de las banderas, de la gente, de los símbolos nazis captados con manos maestra, de los que permanecen en la retina de los cinéfilos.
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50 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El hombre que trajo la araña tambaleante
El listado de últimas críticas publicadas es una buena idea. Consultarlo me hizo descubrir este insólito documental y pieza única de historia del cual ni tenía conocimiento, que a ritmo de "Hörst Wessel" y gritos de "Sieg Hail" y "Deutschland Deutschland" nos muestra como bajo el influjo de la fascinación y la parafarnalia todo un país enloqueció a los pies de quien, pese a quien pese, fue uno de los mayores genios de la oratoria del siglo XX y maestro de la manipulación, Adolf Hitler.

El fin de la Primera Guerra Mundial fue algo poco convencional. Un país rendido, que no vencido, fue a los ojos de su población humillado y obligado a cargar con las reparaciones de guerra y las limitaciones impuestas por el Tratado de Versalles, invento de los franceses y pena más dura de la que hubiesen sido los puntos del presidente Wilson. Hitler, un cabo bohemio herido durante los últimos días de la guerra, fue el catalizador que supo encauzar la rabia de ese pueblo y deslumbrarlo mediante artificios de poder y prosperidad económica, y convertirse en el salvador de Alemania.

De ello trata el encargo de Leni Riefenstahl, que si bien produce fascinación y náusea a partes iguales, también es verdad que cumple su objetivo. Es difícil valorar un testimonio real con una nota, así que el diez es más por el malvado poder de convocatoria, la alienación de las masas y el poder de la propaganda que por la realización en si.

Como documento histórico es una joya que hace difícil creer que semejante fascinación y movimiento enfermizo pudiera ser real no hace ni 70 años en uno de los paises más poderosos del mundo. Más detalles sobre el contenido y mis impresiones de aficionado a la historia en el spoiler.

Aproximadamente sesenta millones de personas, mayoritariamente rusos, murieron por el poder de fascinación que supo transmitir este pintor de brocha gorda a sus patrañas. Ver este documento es como contemplar las inquietantes ruinas de una civilización antigua, que esperemos, caiga en el olvido para siempre y solo la recordemos en los libros de historia para no repetirla.
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41 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
¿¿NS/NC, 10, 1,...??
Sobre este documental hay 3 opiniones:

- NS/NC: Mayoritaria. En España la cultura es susceptible de mejora.
- 10: Los pretendidos entendidos de cine dicen que técnicamente es muy bueno
- 1: Es de nazis.

Mi opinión:

La cultura y los criterios se obtienen leyendo, viajando, visualizando cine, documentales,…Leer un libro o ver un documental de una adscripción ideológica determinada no quiere decir que secundes esas ideas, es más, para tener una opinión con criterio sobre las cosas has de conocer los distintos puntos de vista. A uno le puede gustar ver el Triunfo de la Voluntad y también la Lista de Schlinder que es opuesta ideológicamente a la primera.

Técnicamente esta bien. Lo que más destacaría y eso es lo que me hace otorgarle una buena calificación es el hecho de que es un documento histórico y sobre todo el material con que contó: Son impresionantes las concentraciones humanas, miles de personas en formación, todos uniformados, gritos ensordecedores, aclamaciones,…
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34 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La belleza y la mentira
Largometraje de propaganda política realizado por la directora alemana Leni Riefenstahl (1902-2003) (“Olympia”, 1938) por encargo de Hitler. El guión, de L. Riefenstahl y Walter Ruthmann, resume los actos, desfiles, parlamentos y demostraciones que rodearon la celebración en Nuremberg (Bavaria, Alemania) del VI Congreso del Partido Nacionalsocialista en septiembre de 1935. Producido por Leni Riefensatahl para Leni Riefenstahl-Produktion, se estrena el 28-III-1935 (Alemania).

La acción tiene lugar en Nuremberg del 5 al 10 de septiembre de 1934. El protagonista principal es Adolf Hitler. Otros protagonistas son los altos jerarcas nazis: Martin Bormann, Josef Gobbels, Herman Goering, Rudolf Hess, Heinrich Himmler, etc. También son protagonistas los 52.000 militantes del partido nazi que participan en las manifestaciones con uniformes paramilitares y la población civil de Nuremberg, que asiste en las calles o desde las ventanas a los desfiles, paradas militares y demás actos públicos que tienen lugar en las calles de la ciudad.

El film constituye un discurso de exaltación de Hitler, la ideología nazi, el militarismo y los gobiernos totalitarios. Lo hace con la ayuda de los artificios de sonido, iluminación, composición, perspectiva, filmación y montaje que la realizadora tiene a su disposición. Cuenta con un equipo profesional de 120 técnicos, 30 cámaras, numerosas grúas, raíles y juegos de cables elevados que permiten tomas a 40 m de altura. Con estos medios y gracias a su trabajo, preparación y talento, la realizadora compone una narración visual que avanza a un ritmo intenso, similar al de los himnos patrióticos que se cantan, con una combinación muy imaginativa y fresca de travellings de avance, retroceso y laterales, lentos y rápidos, barridos, contraluces, planos generales, tomas cenitales, filmaciones circulares en torno al personaje central, fundidos, imágenes subjetivas, planos inferiores, superposición de imágenes, etc. No solo hay riqueza de medios y soluciones técnicas, la obra desborda imaginación, inventiva y talento. Sobre esta base la cinta constituye un recital variado y muy dinámico de imágenes seductoras que solo decae hacia el final a causa de la fatiga que producen las reiteraciones del desfile ante un Hitler que es canciller desde enero de 1933 y presidente de Alemania con el título de Führer desde el reciente fallecimiento (2-VIII-1934) del presidente alemán, Paul von Hindenburg (1847-1934).

Los desfiles y paradas de los miembros del partido nazi no son militares, sino paramilitares. Los que desfilan no llevan armas, sino solo mochilas, picos, palas, etc. La manera de sostener los picos y las palas recuerda, y a la vez evoca, los fusiles ausentes. No es casual la inclusión de un cañón de salvas. Las imágenes del águila corresponden al símbolo imperial de Alemania, no son un símbolo nazi. Los actuales euros alemanes reproducen en su anverso el águila imperial.
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25 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Es al cine lo que "El principe" de Maquiavelo es a la literatura
Hay películas que hay que verlas si uno quiere saber algo de cine de la misma forma que hay libros que hay que leer si uno quiere saber de literatura. Eso a pesar de que el tema del libro, o de la película, te aburra, te disguste o te provoque arcadas.

"El triunfo de la voluntad" pertenece a ese tipo de películas de visión obligada aunque luego debas de ir corriendo al servicio. Es la película de propaganda por antonomasia y la mejor vacuna contra mítines políticos que conozco. No importa el color del partido político, se nota que los que organizan los "saraos" esos han debido ver esta película lo menos 10 veces, (algunos como los de HB seguramente hasta 20).

La comparo con la obra de Maquiavelo en el sentido que nos muestra algo que "esta ahí" aunque ese "algo" no nos guste. Supongo que si Leni hubiera sido rusa y hubiera realizado la misma película para Stalin, entonces no sería una película maldita sino de obligado visionado en las escuelas. Pero la hizo para Adolfito. De todas formas, cunplió su cometido hasta 1941, cuando ya hasta el tío Jose tuvo que reconocer que el amigo Adolfo era tan malnacido como él. Pero hasta ese año que se le ocurrió meterse con Stalin, los partidos comunistas de la época lanzaban loas a favor de Adolfo.

Solo la he visto entera una vez y me maravillé de las veces que se apela a los sentimientos más profundos del espectador a pesar de que se supone que es un documental. La carga emocional que se destila en algunos momentos es tremenda. Pasamos de grandes escenas de masas a primeros planos del líder acercándose y tocando al pueblo llano. Mi hipótesis es que si esta película la hubiera hecho un hombre habría quedado mucho más fría y más "documental" y ahora no estaría escribiendo sobre ella pues sería una película de propaganda más. En mi opinión es el hecho de que la filmase una mujer lo que permitió que esta película se "acercase" al espectador y apelase a su corazón y no a su cerebro convirtiéndose en una obra maestra de la propaganda.
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29 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Bochornosa obra maestra
Cuando en la facultad me mandaron ver esta película, que alababa las doctrinas nazis, sencillamente me negué a verla. No fue hasta que mi profesor dijo que era obligatoria para aprobar, cuando me decidí a verla. Cuando terminé de verla tenía una sensación de lo más extraño. Había disfrutado viendo un auténtico monumento al nazismo y particularmente me sentía miserable.

Con el paso del tiempo, en un revisionado, lo entendí todo perfectamente: Leni Riefenstahl puede conseguir que me resulte atractivo algo tan aberrante e inhumano como es el nazismo. Al igual que Eisenstein, que consigue que uno se interese por el comunismo en su genial trilogía sobre la revolución soviética. Probablemente el mejor documental propagandístico jamás rodado.

Leni hace gala de un dominio del medio cinematográfico que para sí lo quisieran algunos de los considerados grandes maestros del cine. Unos travellings grandiosos, unos planos generales únicos, unas panorámicas geniales, un montaje soberbio... pocas pegas se le pueden poner cinematográficamente hablando, por que es una joya, pura historia del cine... pero eso sí, el cine puede servir para lo peor, como ensalzar al mayor criminal de la historia
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26 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Magnífica. Terrible pero magnífica.
Es sorprendente como un hombre consiguió hipnotizar de tal manera a una nación. Realmente Hitler era un genio. Supo aprovechar el contexto histórico y social del a época para convencer a Alemania de la certeza de sus ideales. Utilizó el antisemitismo para alcanzar el poder ya que conocía el pasado antisemita de Alemania. Consiguió hacer lo que quiso con un país que no parecía tener uso de razón, y se erigió como un salvador. El fanatismo que se observa en el documental no tiene límites, como la sobredosis de banderas, esvásticas y demás parafernalia. El manierismo militar, la pomposidad banderil, todo estaba encauzado a manipular y doblegar la razón alemana. Y lo consiguieron, por cierto que sí. En un país devastado por las bombas enemigas, las madres alemanas no dudaban en mandar a morir a sus hijos ni siquiera adolescentes actuando de manera absolutamente espontánea. Tan hondo caló toda esta propaganda. En cierto modo recuerda la sociedad alemana de ese tiempo a una naranja mecánica, tan manipulados estaban que no ofrecían capacidad de elección, no utilizaban las neuronas para decidir.
Brillante ejercicio de propaganda de gran valor histórico y brillantemente realizada (los planos y la iluminación especialmente), que ciertamente da que pensar.
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13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El Código de la Propaganda
Quizá lo más interesante de esta película es cómo Leni Riefenstahl sienta las bases de lo que será el comportamiento de los políticos ante las cámaras durante ya más de 70 años.

Hay que tener en cuenta que es uno de los primeros filmes que muestra a un político en acción ante el pueblo y por supuesto con fines propagandísticos. Ahora tengamos en cuenta que esta película establece el código de "Cómo filmar a un político para que quede bien". Y ahora tengamos en cuenta queeste código es el empleado desde entonces. Ese es, en mi opinión, el verdadero aporte de esta cinta.

Cada vez que veáis a un político coger un niño de entre la masa y darle un beso y a su madre mirándole con arrobo acordaos de Leni Riefenstal.
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11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
VULGAR DOCUMENTAL AL SERVICIO DEL PODER
Hay ocasiones en que uno lee todo lo que aquí se expone y en realidad sabe con certeza que no ha leído nada. Esta es una de esas escasas ocasiones en las que me ha sucedido con esta página. Lamentable!! Pero lamentable con mayúsculas. Os aconsejo que si quereis hablar de Historia, de Leni (para mí desde hoy Maleni), de los putos nazis o de las biografías de algunos de los gerifaltes que por esta cinta aparecen... lo hagais en un lugar más adecuado que el de una página sobre Cine. En este burdo y vulgar documental la magnificiencia, la inmortalidad, el escenario... LA PONEN LOS NAZIS, NO QUIÉN LOS RETRATÓ!!! cojones! Y basta ya!! de escribir como marionetas que un congreso nazi provoca náuseas. Si están todos magníficos!!! O es que no los veis? Magníficos!! Y eso no es por quién llevaba la batuta, sino por la concentración misma. Y son dos hechos que no tienen nada que ver.

Ahora me acabo de enterar que Leni Riefenstahl inventó los contraplanos, el travelling, la panorámica, el contrapicado y las tomas aéreas. Supongo que su colega Fritz Lang se partiría de risa desde el exilio leyendo semejantes majaderías. Ése sí que sabía rodar buen Cine, no la Maleni de los cojones, que únicamente ha provocado en quien esto escribe ganas imaginarias de asfixiarla entre mis manos por haber rodado con tan ingentes medios semejante chufa vacía de contenido y expresividad. El contenido y la expresividad ya estaban allí, por tanto su único deber como realizadora consistía en transmitirlo con la mayor emotividad posible y haciendo partícipe al espectador, lo que en ningún momento consigue. Las razones están en el montaje. Doy por hecho, asevero, afirmo y sentencio que fue Goebbels y no Maleni quien seleccionó las dos horas de película, es decir, el tres por ciento de su metraje. Y desde luego no se puede negar la infalibilidad del fulano en asuntos de propaganda.

Por consiguiente nos queda una obra montada por Goebbels que alterna desfiles con discursos vacíos con desfiles con discursos vacíos y con unos garrulos en ropa interior haciendo el gilipollas en el inmenso campamento montado por las juventudes de las SA en Nüremberg. La incapacidad de Maleni queda expuesta para la posteridad. También me hace gracia leer que las secuencias que se exponen son sobrecogedoras. Lo sobrecogedor es ver las imágenes de los judíos hacinados en fosas comunes y cubiertos de cal viva que nos mostraron años después. Un desfile nazi como este no es sobrecogedor, es magnífico. Y lo es tanto por su abrumador número como por su impecabilidad estética. Pero lo es por ellos mismos, no por quien llevaba la cámara. Hasta los cincuenta mil agricultores alemanes armados con su pala y formando delante del Fürher están espléndidos con sus cancioncillas y uniformes. Sobrecogen otras cosas, no mostrar la grandeza de un partido o de un ejército, cualidad innata de sendas agrupaciones sean del país que sean y consuman la ideología que consuman.
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79 de 153 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
De una calidad artística indudable
En estos tiempos en los que los medios de comunicación de masas, son los principales difusores de cultura y el conocimiento, la televisión, internet y las redes sociales, hubo un tiempo en que sólo existía la radio y la prensa, pero el cine era indudablemente el medio más atractivo para transmitir mensajes, ideas, propaganda política y adoctrinamiento. De eso era consciente Hitler que no dudó en crear tras su victoria en las elecciones de 1933, el poderoso ministerio de propaganda nazi, que dirigía Joseph Goebbels, pero sería el propio Hitler tras ver la película de Leni Riefenstahl, “La luz azul” de 1931, contra la voluntad de su ministro, le encarga rodar “El triunfo de la fe”, un documental sobre el V congreso en la historia NSDAP que Leni rueda apresuradamente sin apenas preparación que sirve de aperitivo para su gran obra “El triunfo de la voluntad” sobre el congreso de Nuremberg de 1934.

Es un documental de un gran valor artístico pese a su lamentable objetivo, ensalzar los valores de la Alemania nazi mediante los vibrantes discursos a las masas de su líder único, excitando sobremanera los sentimientos nacionalistas de la grandeza de la raza aria. A través del virtuosismo técnico y del montaje y gracias a unos medios de producción generosos otorgados por el régimen, Lenni filma un documental patriótico de una soberbia calidad artística, es eso lo que debemos valorar, el medio, que no el execrable fondo moral totalitario y fanático. Lenni coloca la cámara en los lugares idóneos para definir lo mejor posible la personalidad del tirano, así como su mensaje, grandes planos generales que incluye el pueblo enfervorizado saludando en las calles el desfile de sus dirigentes nazis. Su categoría estética y formal permanecen como un testimonio histórico y divulgativo como obra de arte cinematográfica.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
No seamos tan escrupulosos
A ver. Al margen de la indudable maestría de esta película que he visto varias veces y no deja de fascinarme, tenemos que abandonar los escrúpulos ideológicos, porque seguro que nadie se rasga las vestiduras por haber visto y alabado cientos de veces "El Acorazado Potemkin" u "Octubre" de Eisenstein (al que adoro por cierto).
Y curiosamente, el comunismo es con diferencia la ideología mas sanguinaria de la historia con diferencia a cualquier otra. Tan totalitaria como el fascismo y tan antidemocrática como la que más. Estas cosas se han podido decir en los últimos años sin tener que ser tildado de nada extraño, sino de observador objetivo del acontecer humano. Lo siento. Se que es un mal despetar para algunos, pero a los números me remito. Al primero que le costó fue a mí.
Así que sin tapujos, reconozcamos que Leni es quiza la mejor directora de todos los tiempos, que por desgracia, trabajó al servicio de una ideología espantosa. Qué le vamos a hacer.
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18 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Una película impresionante...
…para quien se deje impresionar por las demostraciones visuales del totalitarismo.
Un documental imprescindible…
…para quien confunda documental con documento histórico.
Una cineasta colosal…
…para quien valore no tanto la ejecución de la cámara y la postproducción como las representaciones que se le permitieron grabar a Riefenstahl.*
Un aporte capital…
…para quien tenga el documental propagandístico por una expresión elevada de la cultura contemporánea.
Una obra meritoria…
…para quien aprecie el derroche de recursos materiales.
Un deleite para los sentidos…
…del militarista y fascistófilo.

‘El triunfo de la voluntad’ no transmite mucho más que el espanto de una ficción racial-nacional que se apoderó de millones de personas, desazón sin el menor valor estético.

* El interés de ‘Octubre’, en cambio, se debe al trabajo descomunal y delirantemente minucioso de Eisenstein, no al el hecho de que la URSS montara un hipotético teatro de masas y le dejase a Serguéi meter el hocico y grabar cuatro planos. (Para todo lo demás, leer la crítica de Txarly)
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14 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Impresionante
Hay que quitarse el sombrero. Aunque de yuyu por todo lo que sabemos que hay detrás de este documental y lo que el nazismo supuso, no hay más remedio que hacerlo ya que estamos ante el perfecto documental propagandístico, que es lo que se pretendía hacer al realizar "El triunfo de la voluntad". De manera que hay que dejar aparte el tema de la ideología, locura genocida, atrocidades y horror con las que Adolf Hitler y los suyos sumieron al mundo, marcando con ella la historia de la humanidad, para ceñirse en el documental en sí.

Porque el documental, es una joya. Nos presenta dos figuras claves: el pueblo alemán, que como sustento del poder es importante sólo en su concepto de masa que ama al líder, y como tal es reflejada: miriadas de personas, prácticamente hormigas contemplando y escuchando extasiada a su líder o en efímeros primeros planos que muestran su amor y entrega al mismo. El segundo, obviamente, es Hitler: líder insdiscutible e indiscutido, al que se presenta amado por el pueblo y apoyado por su partido. Se nos muestra como un ser superior: primeros planos tomados abajo hacia arriba (hay que levantar la cabeza para verle, abrumados por su superioridad), o planos a la altura de Hitler, pero viéndose siempre a los restantes miembros por debajo de él. Obviamente en las alocuciones de los distintos personajes -sobretodo en las de Hitler- se ve el claro tufo fascista (imperio, superioridad, obediencia ciega, conmigo o contra mi) que luego teñiría Europa de sangre, lo que lo convierte también en un documento histórico importante y tremendamente interesante.

Así pues, el mensaje que nos deja la cinta no puede ser más claro en todo momento: líder amado, respetado, poderoso, superior. La solución que necesita el pueblo alemán para volver a la senda de la grandeza perdida.
De manera que lo dicho, como muestra de propagandismo no tiene precio y deja clara la calidad de una Riefensthal que quien sabe las muestras de gran cine nos habría dejado si el estigma que le dejó su vinculo con el nazismo no le hubiera cerrado las puertas del séptimo arte.
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7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
-
Técnica audiovisual
Si evitamos jactarnos del tema tratado en esta obra, conseguiremos observar con nuestros objetivos ojos una glorificación al sistema llamado cine.
Este magnifico y vanguardista documental consigue hipnotizarnos con la técnica audiovisual como única arma. Imágenes aéreas, de multitudes, unipersonales, todo lo que capta la cámara se hace de forma que embelesa la vista.
Recomendada para todo amante de documentales y la historia. Desaconsejado para sensibles de la política y demás.
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El amanecer de la pesadilla
Del mismo modo que no hay que ser necesariamente marxista para degustar El acorazado Potemkin, junto con la que nos ocupa el mejor film de propaganda de la historia del Cine, no es preciso abrazar los delirios nacionalsocialistas para quedarse embelesado, hipnotizado, estupefacto y babeante ante una obra de incomparable ingenio y valor artísticos. Mucho había oído hablar de este documental señero, pero su reciente aparición en BluRay me animó a incorporarlo a mi filmoteca. No salía de mi asombro. A parte de ver inmortalizados a los monstruos que todavía desfilan en nuestras pesadillas (Hitler, Goebbels, Göring), cada fotograma habla por sí solo de lo que significó el nazismo para la derrotada y humillada Alemania. En ocasiones, el espectador parece estar asistiendo a una película de ciencia-ficción, un producto de la imaginación, una ucronía ideada por un visionario demente que transcurre en otra dimensión o en otro planeta. Pero la triste verdad es que todo cuanto vemos fue real, desgraciadamente real. Sin embargo, nada ni nadie puede negar el inmenso talento de Leni Riefenstahl, los increíbles encuadres, la agilidad de la cámara, el preciso bisturí que disecciona la materia de la que está hecha el nazismo, incluida una poco encubierta homosexualidad en ese intenso roce corporal de los presuntos machos. Se me puso la carne de gallina al pensar que ese documental debió ser visto por la mayoría de líderes europeos de la época, que no supieron, o no quisieron ver, lo que se avecinaba. Cuesta declararles inocentes de lo que sucedió cuatro años más tarde del estreno de la película. Malditos sean por haber desviado la vista hacia otro lado y no haber erigido diques de contención a tiempo. El mundo se habría ahorrado entre 50 y 100 millones de muertos, según las fuentes. Pero así se escribe la Historia, con la sangre y el dolor de los inocentes. Disfrutad esta obra maestra y estremeceos.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Aflojando los tornillos
Uf, se hace indigestilla tanta fanfarria, tanto desfile y tanto discurso hueco. Es como los espacios de propaganda electoral pero de casi dos horas. Lo más salvable son las fanfarrias, el resto es flojillo. Incluso como documento histórico no tiene demasiada chicha. Para ver esto prefiero tragarme tres veces seguidas la serie de El Mundo en Guerra. Pero bueno, es lo que es, un panfleto muy valorado por mucha gente, que si los planos, que si Cantinflas... Al tercer desfile ya estás aburrido, pero son nazis. Si fuesen coreanos del Norte la mitad de los que alaban estos minutos de autobombo estarían diciendo que es nauseabundo e indignante. Bah, le falta chispa, menudo "blufff".
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14 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
¡¡¡¡¡¡..........!!!!!!!!!
A día de hoy la califico de muy buena. Si la llego a ver en el 35 no tengo ni idea, aunque me temo lo peor, es decir, también me habría parecido muy buena.

Me he sentido viendo este documental o lo que sea, como un privilegiado. Todos sabemos cosas del esplendor nazi y su poder de convicción, pero verlo así ha sido un fogonazo. Se une en este trabajo la maestría de la realizadora y un presupuesto ilimitado. Claro, con esos mimbres lo normal es que salga esto. El ejercicio de propaganda es perfecto. Lo bueno es que hoy, lo que era propaganda se convierte en un documento histórico de lujo.

Si algo he sentido es la potencialidad incontenible de esa idea política ya asimilada por la masa. Demasiado poderoso para quedarse en paz y en un sitio concreto. Eso tenía que estallar a la fuerza. Como el big-bang, demasiada densidad en poco espacio. Y con eso me quedo, con lo bien que se manifiesta eso. Con el documento histórico impecable.

Y como reflexión una cita de Friedrich Hayek- "Pensar que la mente humana debe dominar conscientemente su propio desenvolvimiento es confundir la razón individual, la única que puede dominar conscientemente algo, con el proceso interpersonal al que debe su desarrollo. Cuando intentamos controlar este proceso no hacemos sino poner barreras a su desarrollo y, más temprano o más tarde, provocar una parálisis del pensamiento y una decadencia de la razón.
La tragedia del pensamiento colectivista es que, aun partiendo de considerar suprema la razón, acaba destruyéndola por desconocer el proceso del que depende su desarrollo."
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Gran documental. No ver si no se es un interesado en el tema.
Gran película de propaganda que está considerada la más importante a nivel propagandístico y la mejor película de la Alemania nacionalsocialista (algo no muy difícil por otra parte por la baja calidad de este en general).
Destacable la cosmovisión de Alemania en 1934 con un Hitler ya asentado en el poder y el uso de las mejores técnicas cinematográficas en post de izar la bandera del ideario nazi.
Es interesante también la bipolarización de las imágenes, por un lado la distinción entre el poder, Hitler que baja de los cielos para rescatar a Alemania y las masas, gentes que siguen y están dispuestos a seguir a su führer hasta la muerte (cosa que harán mas adelante)
Por otro lado es interesante la visión de ese líder interesado porque no existieran diferencias sociales, defensor de la paz… que al final demostró tan poco interés por su propio pueblo.
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4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
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