Ya que malgasté hora y media de mi vida en ver semejante mojón en lugar de hacer cosas más útiles y placenteras como masticar cristales o darme cabezazos contra un muro hasta derribarlo, vamos a comentar este bodrio perpetrado por James Wong...

Como diría un amigo mio, hay dos formas de ver una película basada en una saga: la óptica del seguidor de esa saga que busca principalmente fidelidad al original, y la del que va simplemente a ver una película más y busca sobretodo calidad y entretenimiento. Intentaré dar una visión desde las dos perspectivas...

· Como el que fue seguidor de la saga (no en vano es una de las series de mi infancia junto a Oliver y Benji y Los caballeros del Zodiaco): Si lo que quereis es ver la saga de Bola de Dragón hecha película, alquilad La jungla de Cristal o Rambo: se parecen más.
Aqui nos encontramos con que Goku es un adolescente que vive con su abuelo (que aún sigue vivo) y en lugar de estar en el bosque estudia secundaria en High School Musical, donde es un pardillo al que vacila todo el mundo. Aquí aún podría darse el beneficio de la duda pensado que bueno, estaban recreando lo que le pasa a su hijo en Bola de Dragón Z porque es más facil introducir así al personaje...Pero luego vemos a Goku con telequinesia abriendo taquillas con la mente. Y resulta que lo que le va realmente es que su abuelo, una mala copia del señor Miyagui, le enseñe a ligar porque quiere ser normal (¿no suena a Spiderman?). Así que la inocencia del Goku original se va a tomar por saco, ya que lo que quiere es ir a fiestas y ser aceptado por los guays del insti. Hay queda eso.
Sigamos... Mutenroi (fullet tortuga) es un cuarentón extraño al que espero que la versión original no haga parecer subnormal cada vez que abre la boquita, como pasa con el doblaje en español (puede que algún día lo vea en versión original para comprobarlo. O que me fiche el Madrid de delantero centro y luego me nombren Papa de Roma. Como poder...)
Yamcha es un chorizo ligón (¿?) que a la primera de cambios intenta comerle la boca a Bulma (¿?¿?), el personaje más logrado (lo que tampoco es decir demasiado) a pesar de no tener el pelo azul (100 millones € se ve que no daban para tinte).
Krilin, personaje básico de la saga, desapareció en combate, tal vez porque el brillo de la calva no quedaba chuli en pantalla.
Y el malo, Satanás Cor Petit (Piccolo para los que lo vieron en castellano) además de -nadie sabe porqué- tener secretaria, recuerda más bien al Duende Verde después de pasar una mala noche y con una chapa de metacrilato en las abdominales.
El dragón Sheu-ron parece sacado de un videojuego de la Super Nintendo... Ah! y el Kame-Hame se usa para encender velas y resucitar a la gente indistintamente (yo pensaba que lo iban a incinerar, pero se ve que no, que es multifunción y lo mismo vale para matar a un malo que para resucitar o abrir una cerveza)

(sigue en el spoiler por falta de espacio, sin desvelar detalles)

¿Qué ocurriría si un día despertases sin recordar ni tan siquiera tu nombre? ¿Podríamos evitar el sufrimiento si en lugar de envejecer, rejuveneciéramos constantemente? ¿Te imaginas una vida al revés? Y en ese caso… ¿podría ser sinónimo de felicidad?
Estas cuestiones fueron plasmadas en 2004 por el entonces director novel de 23 años Alex Pástor, (Infectados y con The last days a estrenar en 2012) en “La ruta natural”, el cortometraje –proyecto de fin de carrera- que le dio a conocer nacional e internacionalmente.

Con guión de Martí Roca y Álex Pastor, música de Joan Villaroya y actores como Pere Ventura, Silvia Serván y Víctor López se desarrolla esta gran historia en corto, nominada al Goya al mejor cortometraje en 2004 y ganador entre otros del Premio Nova Autoría del Festival Internacional de Sitges 2004 y del Mejor Cortometraje Internacional en el prestigioso Festival de Sundance en 2006.

En él se nos presenta a Divad, quien tras despertar de un accidente es incapaz de recordar nada. Cualquier detalle de su vida anterior, su casa, Arual –la que dicen que es su mujer-, su propio nombre... todo es nuevo y desconocido para él. Aunque no puede concretar el qué, no puede dejar de sentir la impresión de que algo inquietante y fuera de lo normal ocurre en el mundo que le rodea. Y tal vez su pasado le dé las respuestas que necesita.

Un guión original a pesar de contar con reminiscencias de obras literarias como "Backward, O Time" (Damon Knight, 1956) o “Time's arrow", (Martin Amis, 1991) llamando profundamente la atención el uso constante tanto del fast rewind como de la voz en off del protagonista, único diálogo que nos lleva a través de una historia encuadrada entre colores fríos y atmósferas de casi continua melancolía que sólo se atenúan durante algunos momentos de felicidad.
Porque ¿quién no ha deseado volver atrás en el tiempo hasta momentos mejores? Pero de conseguirlo, ¿podríamos esquivar el sufrimiento y el dolor de la vida, o estaríamos condenados a perder nuevamente todo aquello que hemos querido? Y es que al fin y al cabo quizás la vida no sea sino un breve palíndromo…como LaRutaNatuRaL.

...y llegué a mi casa y puse la tele. Resulta que me encuentro con esto en tele 5 y me digo ¿Una serie nueva, y en T5? Mal íbamos, pero como no escarmiento nunca, pues me quedo viéndolo. Llamadlo valor, temeridad o pura y llana estupidez. Y a los dos minutos estoy ya con la boca abierta.
Porque aún no sabía de que iba la cosa, pero estaba verdaderamente impactado ante una serie de ¿actores? que creo competían para ver quien era más malo de todos. ¿Alguien de verdad se los cree? Hay que reconocer, eso sí, que han conseguido una perfecta armonía entre las sobreactuaciones de unos y la incapacidad absoluta de transmitir la más mínima emoción de otros -ese director de casting ganándose el jornal- lo que no deja de tener su mérito.

Y bueno, además de eso pues nos encontramos con lo que últimamente se ha convertido en típico en las televisiones, el hacer una miniserie de un hecho real, que con eso al menos te ahorras el trabajo de pensarte un argumento. Y como los asesinatos escabrosos de momento se han acabado ya (Fago, caso Mariluz, Wanninkoff y demás etcéteras) pues podemos coger lo de las 7 yankis que se preñaron a la vez, pero españolizarlo un poco con esas cositas tan nuestras que siempre venden, léase niños malcriados hablando a sus padres como si estos fuesen mierda -¿en serio se piensan que la juventud es así? A mi se me caería la cara de verguenza sólo de pensar hablar o tratar así a los míos- y que por eso son como super guays y modernos, algún buenorro/a que enseñe carne (si no para que contratarlos, actuar no saben, al menos que alegren la vista) y algún par de obviedades, y así pues seguimos demostrando el óptimo momento -salvo honrosísimas excepciones- de la creación cinematográfica española.

Al final supongo que la culpa será de la sociedad, que traumatizó a los angelitos, pero dudo mucho que vea el desenlace, prefiero contar el número de baldosas que hay en mi cuarto, es una forma mucho más divertida de perder el tiempo.

"Altered Carbon" llegaba como una gran y llamativa apuesta: un futuro distópico donde el ser humano tiene la capacidad de no morir al transferir su mente a otros cuerpos... con el alud de interrogantes morales que causa: ¿cómo afecta a las personas esa "inmortalidad"? ¿que sociedad crea? ¿qué problemas morales causa? ¿en qué convierte a los poderosos el devenir seres verdaderamente superiores con todo a su alcance, durante toda la eternidad? Además ir conociendo el pasado donde Kovacs, el protagonista, formaba parte de la resistencia a lo que esa realidad de inmortales, presagiaba una doble linea temporal muy interesante. Y sin embargo.

Sin embargo tras unos decorados futuristas que beben de Blade Runner y una estética steampunk atrayente, decide pasar de puntillas por todos los conflictos y temas que tan interesantes parecían. Ponen toda la estructura, temas, el contexto, el misterio... y supeditarlos al efecto especial resultón, a que se vean un par de culos cada 25 minutos (de ellos y ellas, para que todo espectador esté contento) y sobretodo a que el culmen de cada capitulo sea una escena de pelea/tiroteos de 3-4 minutos (en cada episodio tiene que haber una, como mínimo) acaba haciendo de esta serie un producto fallido que va de más a menos y que acabas viendo pues bueno, por verla acabar.
No aburre, claro, e incluso algunos momentos tienen su gracia, pero es lo mismo de siempre, ¿para qué preocuparnos por el argumento si hay coches que vuelan, efectos especiales chulos y montones de puñetazos y cuellos rotos?. Un plus para el mérito de conseguir hacer planos personajes con 300 años de evolución... aunque si te paras a pensar en el proceso de creación (rico mimado, rica manipuladora, abogada insoportable, arenas de combate, policía dura hispana con familia tradicional, policía corrupto...) tampoco es que se hayan quedado calvos pensando.

Es el problema de Altered Carbon, una serie que parecía distinta y te acaba dejando la sensación de que, como suelen, han cogido una buena idea, la han limado hasta dejarla lo más plana posible y la han envuelto en montones de pirotecnia y cintas de colores.

Y así no. Al menos a mi, así me aburre. Una pena. Otra más.

Confieso que vi esta película porque no tenía ganas de seguir analizando un texto de Thomas Mann sobre la corrupción en las democracias, y pille lo primero que vi. Una peli de no pensar, argumento sobado y encima remake…dudé con volver al texto, pero al final la vagancia pudo más.

Y bueno. Usando el baremo seguido con El Padrino o El séptimo sello, la puntuación es bajo cero. Pero sería la misma memez que comparar si es mejor futbolista un delantero centro o un lateral izquierdo. A cada película se le piden cosas diferentes, y una comedia no puede valorarse igual que un drama. Son cosas distintas y el rasero ha de ser diferente.

Y siguiendo el suyo, la peli no está mal. Principio mil veces visto: chica guapa y joven, sola en una cabaña alejada de la mano de los dioses. Enfrente catetos estereotipados: el duro, el gordo, el guaperas y el clásico retrasado mental que nunca falta en pelis americanas. De postre, el sheriff. Que este sí presenta una doble cara que le diferencia de lo plano de los otros personajes.

Y luego la venganza de la chica, que las gasta que ríete tú del Jigsaw de Saw. Carmelita descalza a su lado oigan. Y aunque el preámbulo al encuentro con el sheriff es rebuscado, en general no hay nada demasiado inverosímil. Escenas duras, banda sonora adecuada, fotografía bastante notable para este tipo de películas, y un remake que cumple de sobras: no sólo no aburre sino que mantiene en tensión, sobretodo la segunda mitad.

Esta peli, claro, no es recomendable para menores. Y menos a espíritus puros imbuidos de corrección política y buenrrollismo. Porque claro, la prota va y se venga de los malos malísimos cobrándose unos intereses que ríete de la hipoteca. Pero no nos engañemos, siempre gusta que al final gane el bueno y maten al malo. Lo que molesta (o hay que decir que molesta para no quedar mal, como les pasa a los críticos) es que hasta que muere el malo diga “ay” muchas veces. Queda como feo y además se quitan las ganas de comer el bocata de chóped que teníamos en la mesa.

Pero supongo que yo seré un cabrón asocial unido al lado oscuro, porque me alegra que le den las suyas y las de un bombero a esa manada de desgraciados, y también pienso que si le hacen algo parecido a un ser querido, busco a los responsables y, en agradecimiento, les corto los huevos y me hago un llavero. Aunque seguro que la culpa fue de la sociedad que los traumatizó de niños, y un día malo de esos en que violas e intentas asesinar a alguien lo tenga cualquiera. Porque criticar aquí la violencia contra los malos como algo desorbitado e inmoral, es como criticar “La delgada línea roja” por ensalzar la guerra en lugar del diálogo entre opuestos para evitar conflictos: una chorrada como un castillo.
El que quiera eso que lea Ética para Amador. O vea La casa de la pradera que, en su contexto, también tiene su puntito.

Así que resumiendo, peli entretenida y que hará las delicias de los seguidores de Saw y demás sagas similares.