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83 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
5
¿Quién soy yo?
Parábola sobre el egoísmo y su metáfora perfecta y monstruosa, la destrucción del planeta.
Historia de un pobre hombre, de un buen hombre en busca de sentido. Que justamente por eso, por su benevolencia innata, es invisible, no se le tiene en cuenta, todo le sale mal, es utilizado, manipulado, despreciado, orillado.
Hombre sin atributos que necesita ayuda, cariño, mano dura. Voluntad e inteligencia que dirijan su generosidad como natural tendencia. La película cuenta ese viaje.
Algunos, tras las líneas anteriores, temerán lo peor, un sermón de la montaña, un cuento bobo, un pestiño con pretensiones, una nadería inflada.
Y... más o menos... O no. No temáis. Tiene de todo, aventuras, humor, amor, reducción, perifollo por eneldo, Cantinflas, enanos, fiestas estupefacientes, disidencia, maravilla, sectas, visionarios, ciencia, fantasía, noruegos, últimos días, caridad, reflexión... Un almanaque y un cajón de sastre.
Y para que todo no sea demasiado de color de rosa, empalagoso e insufriblemente honrado y hermoso, también nos regalan un diablillo de entretiempo, delicioso, serbio, pequeñuelo, como si fuera cojuelo. Para que haya un poco de contraste (maldad, negocio) y no nos durmamos mientras aprendemos.
¿Qué decir? Es interesante, moderadamente entretenida y enjundiosa, rica en sugerencias y temas, extraña, amable, curiosa, tiene de todo un poco y nada molesta.
Pero también hay bastante flojera, un tono entre liviano, frívolo y poco riguroso, como de ciencia ficción reflexiva que casi entronca con el new age y toda esa moda. Aunque se salve de caer al pozo, no del todo.
Narrativamente también padece, se podría decir que son varios cuentos o tramas pegadas entre sí de manera forzada, sin casi relación o sentido, lo mismo que las transiciones que enlazan los diferentes argumentos son abruptas, artificiales, toscas.
En definitiva, es tan rara como convencional, tan arriesgada como timorata, tan inane como divertida, tan valiente como chata, podría ser cine independiente y tiene toda la pinta de superproducción sobre el medio ambiente.
Lo toca todo de manera superficial y nunca se atreve a llegar al fondo.
Podría seguir, pero ya me borro.
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111 de 135 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Cariño me he encogido a mí mismo.
Desde que leí las primeras noticias y vi los primeros trailers de esta película me vino irremediablemente a la cabeza aquella película del 1989 “Cariño he encogido a los niños” en la que un padre científico reduce a sus hijos por error convirtiéndoles en personas diminutas que tienen que intentar sobrevivir en un mundo igual de gigantesco como peligroso para ellos. Es cierto que esta “Una vida a lo grande” solo comparte la parte de la reducción de un ser humano y que todo lo demás es bastante diferente pero esto me hizo pensar en cómo una idea a priori tan interesante como esta no se había tocado en casi treinta años. Aunque repasando la filmografía pueda haber algunas que podrían aproximarse como “Los viajes de Gulliver” o alguna de animación como “Epic” ninguna había tocado el tema de una manera más “realista” o “científica” (dentro de lo que cabe claro….) por eso la propuesta de esta película me atraía bastante y pensaba que podría tener bastante potencial.

Una vez vista la película se ve claramente que está dividida en dos partes muy diferenciadas, una primera en la que se aborda la idea desde un punto de vista muy centrado en una pareja y las consecuencias que esto les podría reportar tanto a nivel económico, familiar, personal y social con un trasfondo ecológico que ira tomando más fuerza en la segunda mitad. A mí me gusta bastante más este punto de vista más personal, ya que te hace pensar en alguna ocasión, que harías si estuvieras tú en su lugar? y si esto fuera posible… sería la solución a muchos de los problemas del planeta actuales? polución, calentamiento global, alimentos , sobrepoblación, y no olvidemos el económico ya que al reducirse tu economía aumenta exponencialmente. Esta primera parte engancha y es bastante original aunque en algún momento se echa en falta un poco más de emoción o de música de fondo.

Pero una vez pasado el ecuador de la historia cambia radicalmente y se trasforma en otro tipo de película olvidándose casi por completo de la idea inicial y centrándose más en el mensaje ecológico y en otras circunstancias que en comparación con la idea principal de la historia se quedan en bastante poca cosa. No me malinterpretéis no quiero decir que lo que se cuente no tenga importancia pero veo que este no es el marco más adecuado para hacerlo si tenemos en cuenta el carácter fantástico/ciencia-ficción de la historia. Es aquí en esta segunda mitad cuando la película se vuelve lenta y se desconecta demasiado de la idea inicial.

Es una pena ya que pienso que es una idea interesante y que podía dar más de sí, posiblemente en manos de otro director y con una perspectiva diferente podríamos ver algo más atractivo e interesante. Espero no tener que esperar otros 30 años para verlo.


Lo mejor: La primera mitad, el concepto de la idea y verlo desde todas las perspectivas posibles tanto buenas como malas, te hará pensar.

Lo peor: La segunda mitad, en algunos momentos le falta emoción y algo de música de fondo. Se hace larga.
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46 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Cuestión de perspectiva
Hacía cuatro años que no sabíamos nada de Payne y en cierto modo se le echaba de menos. Su capacidad para tomar una idea interesante y desarrollarla con bastante pulso le ha llevado a lograr nominaciones y premios. Ahora intenta repetir el mismo esquema con “Una vida a lo grande” pero dando la sensación de no haber sido tan preciso.

Porque la película parte de una interesante idea, esa de empequeñecer a la población con el pretexto de ser útiles para el planeta que habitan. Ahí va uno de los varios temas que Payne aborda para encontrar soluciones. El medio ambiente y su descuido por parte del ser humano es un claro ejemplo de lo reivindicativa que pretende ser, pero no es el único caso. Salvar el planeta de todos sus males actuales es la excusa para crear una sociedad minúscula. El director utiliza la ciencia ficción de su propuesta para formular ideas e ir soltándolas según avanza, consiguiendo que su original inicio se convierta en un batiburrillo que no termina de centrarse.

Su primera hora de metraje es refrescante, ácida y original. La película presenta la idea como necesaria pero también como opcional, creando disyuntivas entre grandes y pequeños y dejando la puerta entreabierta a la posible diferencia de derechos entre unos y otros. El creativo modo de empequeñecer es gracioso y lleva al espectador hasta la mitad con una sonrisa. Sin embargo su segunda mitad se vuelve irregular en cuanto el guion se vuelve previsible y la acidez mostrada hasta entonces se torna en rutinaria. Su crítica continúa haciendo efecto, pero algunas decisiones como esa historia romántica de Damon y la estupenda Hong Chau que poco o nada aporta no hacen más que difuminar el discurso.

Al final “Una vida a lo grande” resulta interesante, por momentos inteligente y muy crítica con el ser humano como individuo y como una sociedad que huye hacia adelante buscando el beneficio propio inmediato hasta que encuentre una solución real a sus problemas globales.
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32 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Un poemita incomprendido sobre la deriva existencial.
Me gustan las películas que desafían las expectativas. Su trailer, con tal de no decir nada, casi que desorienta.
Este tipo de películas resultan espectaculares para quienes se detienen a verla casi accidentalmente, sin expectativas. Sin expectativas no hay decepciones, sino sólo descubrimiento.
Es una película que no encaja específicamente en ningún género; un cuento fantástico -muy bien representado, excelentes actuaciones- con varios niveles de realidad, metáfora y moraleja...
Mente abierta, gente, y no se van a descepcionar.
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31 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Una aventura en miniatura
Las personas que estén al tanto del director Alexander Payne y su filmografía no les debería desilusionar su nuevo largometraje. Payne (realizador de Nebraska, Los descendientes, entre otras) dirige este melodrama de ciencia ficción que ha co-escrito junto a Jim Taylor (Entre copas), en el que te pega varias sorpresas por el camino. Si uno ve el tráiler puede creer que ya lo habrá visto todo, pero solamente es, metafóricamente hablando, la puntita del iceberg. El reparto está encabezado por Matt Damon (Suburbicon, La gran muralla), Kristen Wiig (Cazafantasmas, Los amos de la noticia), Christoph Waltz (Django desencadenado), Udo Kier (Nymphomaniac. Volumen 2, Melancolía) y Hong Chau (vista en la serie Big Little Lies y en películas como Puro vicio de Paul Thomas Anderson). Bien es cierto que Wiig podrían haberlo ubicado entre los secundarios junto a caras conocidas como Jason Sudeikis (De-mentes criminales, Cómo acabar sin tu jefe 2) y Neil Patrick Harris (Perdida, Cómo conocí a vuestra madre), por mencionar a dos, cuando la veáis ya sabréis por qué lo digo.
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32 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Se veía venir, pero no tanto
Es cierto que la película no me llamaba la atención antes de ir a verla. Su ralo 6,0 (de aquel entonces) no me convencía, pero el tráiler me decantó para decidir ver la semi-comedia y pasar la tarde.

La realidad es que no engancha. Es una película larga que pierde constantemente el foco y que no sigue estructura alguna. Con un input tan interesante (la reducción humana), me esperaba algo que fuera más allá: los problemas de ser diminuto, las situaciones adversas, las grandes ventajas, explorar un mundo desconocido o imposibilitado a los humanos... Algo distinto a lo que acostumbramos a ver.

Si no la has visto, desde la mitad de la película aproximadamente, no se aborda nada el hecho de que midan 12 cm. Y esto confunde. ¿Es una comedia o es un drama?. En cualquiera de los casos, no me convence. Ni a mí, ni a las personas que abandonaron la sala del cine a falta de 20 minutos del final.

Por fortuna, la puntuación de la película está cayendo. Sinceramente, no sé qué habrán visto los críticos de prensa en esta película, cuando más de la mitad dan una opinión positiva. Quizás el raro soy yo.
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75 de 136 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El Corriente Hombre Decreciente
Cumple tus expectativas académicas.
Cuida de tus padres, visitales dos veces a la semana.
Encuentra una buena pareja, cásate, compartid una hipoteca.
Construye tu carrera, asiste a las reuniones sociales, no pierdas de vista todo lo que te espera una vez hayas pringado lo suficiente.
Al inicio, se dice "todo el mundo sufre en alguna parte": empezarás a creer que es cierto, si te paras a pensar lo suficiente.

'Una Vida a lo Grande' se presenta como una comedia amable sobre lo que pasaría si se pudiera reducir personas en el mundo real, algo tantas veces retratado en la ficción que nunca nos hemos parado a reflexionar sus verdaderas implicaciones.
Estas asoman en forma de ilimitadas ventajas: mayor espacio para los que decidan ser diminutos, solución sostenible a la sobrepoblación, recursos virtualmente inagotables y residuos mínimos, o liberación de la maltratada economía individual al estar manteniendo a gente mucho menos grande.
Y sin embargo, todo eso no parece ser suficiente. Otra vez, como tantas otras veces en la Historia, le ponemos unas condiciones a nuestro bienestar, y nos creemos libres dentro de las rejas que nosotros mismos hemos aceptado.

Paul Safranek, en ese sentido, es sólo otro currito más.
Alguien que no está llamado al cambio, alguien que no sueña con una vida grandiosa: ver cómo se miniaturiza toda una habitación de personas basta para meterte en la cabeza esa idea de que todos estamos supeditados a un mismo sistema, por muy fantástico que se haya vuelto.
Si quieres ver la historia de una revolución social este no es el lugar adecuado, aquí sólo hay conformismo disfrazado de oportunidad, o callejones sin salida vendidos con charlas amables y conferencias "para ayudarte a vivir mejor".
Aquí el trabajador común quiere dejar claro que es dueño de su propio destino, pero se apresura a coger el tren del progreso, no vaya a ser que el resto de afortunados le manden postales diciendo lo mucho que se ha equivocado.

En el fondo, no se diferencia demasiado de comprar sólo Apple, hacerse vegano o invertir en bitcoin: miniaturizarse es sólo otra de esas modas que parece guardar más ventajas de lo normal, y sirve convenientemente para separar una sociedad que, otra vez, ni con eso consigue el utópico mundo bien repartido con el que siempre está soñando.
Paul se da cuenta pronto al ver que más allá de su mansión de juguete, absurdamente vacía y artificial, siguen existiendo los guetos, los trabajos mal pagados y las vidas sufridas, directamente exportadas de la existencia tamaño grande que tenía antes.
Y toca preguntarse: ¿hemos cambiado el guión si cambiamos el escenario?
O, como dicen sus nuevos y hedonistas amigos Dusan Mirkovic y Konrad: si aunque tus ahorros se han multiplicado pierdes el privilegio de prescindir del trabajo, ¿qué te queda aparte de ser diminuto e insignificante?

De algún modo, está fábula contemporánea no ha podido encontrar mejor protagonista que Matt Damon, con su evidente falta de conexión con lo que se está contando, casi parece un error de casting, y sin embargo su apariencia de boy scout all-star yanqui, prototipo del ciudadano modelo, resulta crucial para la fina, finísima, casi imperceptible si no se busca, crítica social sobre las expectativas personales que chocan con un mundo globalizado en cambio constante.
Él, de matrimonio esforzado y vida pudiente, nunca se imaginó limpiando casas como un inmigrante cualquiera.
Él, habiendo experimentado aceptable vida social, contando con amigos de recursos, ni siquiera se planteó compartir dilemas con esa gente que aparece en el noticiario viajando en cajas de televisión para sobrevivir, porque siempre eran ruido de fondo.
Y a Paul, por supuesto, le sorprende que deslomarse cada día no tenga repercusión en su propio bienestar, porque quizá pensó que ser pequeño te metía en una fantasía donde ya no dependes de todo eso.

La reflexión sobre la vida que lleva el que paga todas sus facturas a tiempo se va haciendo más presente, hasta que al final se reduce a una sola pregunta: ¿te diriges a donde quieres quedarte, o te toman las decisiones otros, por la inercia de una realidad inestable?
Quizá es difícil pensar en los propios deseos cuando el futuro está ahí, y te prometen que vas a ser parte de él.
Pero me gustaría pensar que lo que uno quiera, por muy jorobado que vaya a ser, sigue teniendo peso en el propio mundo, por mucho que sea grande o diminuto.
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16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Pequeña gran película
Una verdadera sorpresa. Ni el trailer, ni el afiche, ni el título me invitaban a ver esta película de Alexander Payne. Y me hubiese perdido una pequeña obra de arte. Una matrioska cinematográfica que encierra una profunda reflexión sobre la vida y el sentido de la misma con unos personajes de fábula que te llevan a plantearte temas muy serios desde la perspectiva actual pero con vigencia universal y atemporal.
El personaje de Damon es una especie de mesias conformista que se realza en el amor y la solidaridad. Hong Chau con ese toque de dependienta arisca del chino de la esquina derrocha, sin embargo, una ternura que en cada gesto emociona. Los vivales Waltz y Kier como contrapunto cínico y oportunista aportan esa gratificante vena cómica que da un vuelo elegante gañan a la trama.
No es una película de grandes efectos especiales, más bien todo lo contrario, y sin embargo su historia bien construida te sorprende en cada nuevo plano de la resignación de un hombre pequeño y abandonado que se hace grande en la desgracia.
Llena de matices nos plantea diferentes tramas y géneros en una sola película muy recomendable para todos los públicos. Un guión tiern9 y eficaz que gustará a todo tipo de público.
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18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Increíbles hombres menguantes
Una idea brillante y extraordinaria de Alexandre Payne que empezó a fraguar en 2009, pero que dejó de lado para rodar antes “Los Descendientes” y “Nebraska”. Un director muy notable con títulos interesantes en su filmografía como “Election”,”Entre copas”o “A Propósito de Smith”.

La premisa no puede ser más sugestiva, un matrimonio que quiere comprar una casa mejor, pero el banco le deniega la hipoteca, con unos activos totales de alrededor de 50.000 dólares y empequeñeciendo podrían vivir como si fueran 12 millones de dólares, ya que el costo de una casa diminuta, alimentación, ropa etc seria ridiculo y la solucion clave para todos sus problemas. Mucha gente se está decidiendo a hacerlo, vivir como ricos por poco dinero y para toda la vida.

Matt Damon, Kristen Wiig, Christoph Waltz, Jason Sudeikis y Hong Chau componen el reparto, aunque todo el protagonista se lo lleva Damon. Aparece también el noruego Rolf Lassgard (Un hombre llamado Ove) y el gran Udo Kier.

Toda una fábula elegante en su planteamiento pero un poco fallida al final. No obstante aunque el metraje sea un poco excesivo resulta una comedia un poco negra muy desenfadada y agradable de ver que ademas te hara que pensar.
Destino Arrakis.com
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16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Crítica de "Una vida a lo grande"
-Payne tiene un sinfín de buenos ingredientes y grandes ideas, pero no parece capaz de unirlos en la historia ni en el discurso.
-Hay un número sorprendente de virtudes insólitas aquí. Y por cada una, un par de problemas.

Era difícil no estar ansioso ante la nueva propuesta de Alexander Payne, un cineasta que lleva encadenando grandes películas desde hace más de una década y que incluso superó las expectativas con la hermosa y magnífica “Nebraska”. Otro motivo de peso para tener la fecha apuntada en rojo en nuestro calendario es la fantástica premisa que nos presenta el filme; cuyo título original es “Downsizing”. Unos científicos noruegos han encontrado la solución a la sobrepoblación, el exceso de residuos, la contaminación y básicamente a nuestro estilo de vida moderno, que está acabando con la vida del planeta. La idea es convertirnos en seres de 12 centímetros. Y aunque pueda sonar un poco peligroso y nada apetecible, económicamente resulta de lo más fructífero, permitiéndonos vivir en increíbles mansiones y tener los mejores cuidados a precios de juguetería. El problema de esa revolucionaria idea es que los errores de nuestra sociedad grande se van a repetir en esa falsamente utópica sociedad pequeña. Payne nos cuenta ésto y muchas otras cosas en este revoltijo semi-satírico que resulta ser su peor película, si se puede decir así.
El guion de Payne y su colaborador habitual Jim Taylor (“Entre copas”) no solo parte de una idea repleta de posibilidades, sino que explota algunas de ellas de forma más que correcta en el primer tercio de la película. En esos minutos la sátira y la ironía de Payne son precisas, y radiografían con el suficiente ingenio nuestra sociedad actual. Pero tras el punto de giro y con la aparición del vecino histriónico interpretado por Christoph Waltz; todo se convierte en un caos. El filme vira hacia un segundo tercio que da la impresión de ser eterno, como surcar entero el Amazonas en un barco del tamaño de una pepita de maíz. Es un tramo aburrido y pesado, en el que los constantes cambios de ritmo, la carencia de equilibrio en la mezcla de sus tonos contradictorios y el excesivo metraje logran que parezca que no ocurre absolutamente nada en la película. En realidad están transcurriendo unas diez películas. Desde una de mensaje ecologista hasta una comedia romántica pasando por limitadas críticas al capitalismo, a los Estados Unidos o al individualismo egoísta y concluyendo con un artificial filme humanitario.
En cuanto la sátira distópica se convierte en algo anecdótico en el segundo acto, la película intenta ser un montón de cosas distintas sin darle a ninguna de ellas la profundidad o el carisma necesarios para que interesen por si mismas, y mucho menos para que cumplan una función dentro de la globalidad. La narración, tan farragosa, impide que el espectador sea capaz de empatizar con algo de lo que ocurre y mientras tanto el escabroso ritmo le agota hasta la somnolencia. En el fondo Payne ha entregado una historia de caída y aprendizaje a modo de enfática metáfora social que ya hemos visto en más de una ocasión, aunque no a través de una premisa tan interesante. Una pena, la ambiciosa metáfora se pierde en la propia confusión que genera.
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19 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Hace tiempo que no he visto algo tan malo
No soy fan de criticar una película porque siempre hay algo, pero esta película no tiene sentido por ningún lado.

De hecho, hay momentos en que aparecen temas que parece que se van a abordar y al final se quedan ahí, y así 20 veces. Al final te encuentras un batiburrillo de temas y cosas sin sentido, empezando porque el tráiler no tiene nada que ver con lo que luego ves, incluso una escena ni sale en la película.

En el momento en que la película se llama una vida a lo grande y el protagonista se hace pequeño piensas que el tema de ser diminuto al final también será algo que se explotará, pero para nada, de hecho llega un momento que si la película la hubieran hecho como si fueran normales hubiese sido el mismo bodrio y seguiría sin tener sentido, pues es algo irrelevante.

Los actores poco pueden hacer ante un guión pésimo por muy Matt Damon que sea o Christoph Waltz... ahora bien, les deben haber pagado bien pero seguro que no estaran contentos con semejante película... Es que se ha ido el 90% de la sala, y con eso lo digo todo... En fin me ahorro los spoilers porque tampoco serían importantes.

En fin no la recomendaría ni a mi peor enemigo...
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43 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Más miga de la que parece
No estamos ante una gran película, como tampoco estamos ante un gran director; pero sí ante un film y un director más que estimables. El film peca un poco de largo y de tener unos objetivos un poco dispersos pero, por varias razones, es una obra que merece la pena su visionado. Me ha gustado mucho parte primera del film; la minuciosidad con la que se describe el proceso mental por el que una persona decide hacerse pequeña y, sobre todo, el proceso físico que tiene que sufrir. Esta todo tan bien descrito, es todo tan real, que es como si lo estuvieses viviendo. Engaña un poco el trailer que publicita este film ya que parece que por la actitud de la mujer todo va a tener un carácter más bien anecdótico, más bien superficial, pero no es así.

Es todo lo contrario. El largometraje se desarrolla en un términos de conciencia ecológica y de conciencia individual. El protagonista, un gran Matt Damon, es una buena persona, de las pocas que hay, sea grande o pequeño. El director no engaña: muchos se empequeñecen por puro egoísmo, para tener, siendo pequeños, a lo grande lo que ya tienen los grandes ricos. Quizás los personajes secundarios fallen un poco, a excepción de la chica vietnamita, que para mí es un hallazgo. En definitiva, esta película es una buena opción para esta época navideña tan llena de tiempo extra y de buenas intenciones.
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16 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Vivir a lo grande.
El realizador Alexander Payne se acerca a la ciencia ficción para al fin poder dar forma a un viejo y ambicioso proyecto, con un presupuesto obviamente mayor, coescrito junto a su habitual colaborador Jim Taylor, pero que le permite retomar temas ya vistos en su filmografía, ahora en un tono y mirada diferente.

Unos científicos noruegos han descubierto la forma para reducir los cuerpos humanos a un tamaño mínimo, lo que generaría una menor explotación de los recursos naturales necesarios para vivir, y, por lo tanto, aumentaría la riqueza de quienes se decidan a reducirse, ya que ahora necesitarían muchos menos recursos para sobrevivir.

Ante tal situación, y siguiendo el ejemplo de una pareja de amigos, el matrimonio Safranek, conformado por Paul (Matt Damon) y Audrey (Kirsten Wiig), deciden reducirse para así poder llevar una mejor vida, a la que no pueden aspirar en el mundo de tamaño normal, pero un cambio de decisión de última hora dejará solo a Paul en un mundo al que le costará mucho trabajo adaptarse.

Con su habitual mirada irónica pero humanista, Payne da forma a un relato que parte de una ingeniosa premisa y que presenta una primera parte muy diferente a lo que ha mostrado en su cine anterior, todo en un tono de comedia y narrado de una manera astuta y original.

El relato presenta varios giros de tuerca en su avance, con el personaje de Damon intentando adaptarse a su nuevo estilo de vida, y presentando a dos nuevos personajes que permitirán que el relato no se estanque y abra nuevas líneas narrativas mucho más profundas. Uno interpretado por Christoph Waltz, un contrabandista centroeuropeo que vive a todo lujo y uno más a cargo de Hong Chau, una activista vietnamita reducida por la fuerza por el gobierno de su país y enviada en una caja de un televisor a los Estados Unidos, donde se dedica a limpiar las casas de los millonarios y que vive en una impensada periferia junto a una comunidad de inmigrantes.

Un nuevo giro de tuerca en el último acto del relato engrosa la historia y añade nuevos tópicos, los cuales son abordados de manera cuidados e inteligente por Payne, donde vuelven a aparecer los científicos noruegos para dar cierre a una película ambiciosa en su contenido y en su forma, crítica y propositiva, imperfecta e ingeniosa.

http://tantocine.com/pequena-gran-vida-de-alexander-payne/
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12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cariño, me he encogido a mí mismo
Alexander Payne y su coguionista, Jim Taylor, se apartan por un momento de sus comedias dramáticas familiares para proponernos en esta ocasión una muy curiosa distopía en la que un gran avance tecnológico, por parte de un laboratorio noruego, permite al ser humano reducir considerablemente su tamaño, formándose enseguida colonias de "pequeños" con vidas completamente al margen de la sociedad general.

Tan atractiva premisa argumental es desarrollada por Payne con un tono amable y cómico -en esto no se aparta de su cine- añadiendo un mensaje ecologista muy en la onda de los tiempos actuales.

Pero lo que más destaca en esta bonita y entretenida película es su despliegue de producción (insólito en el cine de Payne hasta el momento), pues la recreación de las colonias que van formando aquellas personas que dan el paso para diminutizarse requiere un gran esfuerzo en este campo, de manera que el diseño de producción y los efectos visuales son dos puntos muy destacados en esta propuesta cinematográfica, y un aliciente extra para disfrutar de una amable y bonita fábula distópica.
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11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
PEQUEÑITA.
Hong Chau, fue nominada mejor actriz por esta película, en varios certámenes, y lo único sobresaliente que pudiera diferenciarla del resto de actores fue "cojear" evidenciando cómo se encuentra el nivel del cine en estos momentos.

La nota global de los usuarios alcanza un discreto 5,2 en el momento de redactar esta crítica, lo cual demuestra que no es un trabajo tan brillante ni entretenido. Matt Damon, se entrega incondicional, descubriéndonos que el talento, jamás es gratuito, aunque sus facultades deberían emplearse para cuestiones más importantes y ambiciosas.
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11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
No ha sido como pensaba, ha sido peor
Al principio pensé que la película iba a tener un tono humorístico, pero las pinceladas de humor pronto dejan paso a tecnicismos propios de un documental y a una historia vista mil veces en mil películas distintas.
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17 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Más seria de lo que parece de primeras
De primeras puede pensarse que va a ser una película que no va mucho más allá de Cariño he encogido a los niños, pero tiene un enfoque más serio a pesar de que de primeras no lo parece. De primeras plantea la posibilidad de encogerse para preservar el planeta para futuras generaciones, estos temas ecologistas no suelen ser vistos en películas y es de agradecer que se trate de concienciar sobre ello. El personaje de Matt Damon, carismático a más no poder logra ganarse el cariño del espectador. Tiene momentos de humor pero termina siendo una película seria que trata temas más profundos, como el ya mencionado y la búsqueda del sentido de la vida. Es una buena película que deja buen sabor de boca y recomendable para ver en familia.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Si aún no la has visto no lo hagas
Es, sin duda, la peor película que he visto en la última década. No entiendo como Matt Damon y Christoph Waltz se han ofrecido a semejante bodrio. La cinta no tiene coherencia, ni argumento, ni guión... de hecho, lo de la "reducción", que en el trailer se presenta como lo característico y central de la película, no es el centro ni el hilo conductor.La mayor parte de la película ni recuerdas que son de tamaño reducido.

La película empieza con lo que te "venden" en el trailer, pero a partir de ahí decae de forma estrepitosa.

En serio, si aún no la has visto y estabas dudando de verla, NO LO HAGAS, estás a tiempo de salvarte. Con 100 votos en esta página tenía un 6, pero estoy convencido que en cuanto llegue a los 1.000 estará por debajo del 5 o del 4.

P.D.: En serio, no la veas, dedica tu tiempo y dinero a otro film
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34 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Desaprovecha ideas fascinantes
La película muestra ideas fascinantes y tiene temas muy buenos que tratar.
Incluso habría sido super interesante ver como la raza humana logra salir adelante en un medio natural que les queda mucho más grande y se sobreponen a pesar de sus nuevas desventajas en tamaño y fuerza frente a toda clase de amenazas para la raza humana que antes de encogerse para reducir el impacto medio ambiental no eran amenazas.

Pero tras un primer tercio que plantea muchas ideas interesantes de forma bastante sólida, se llega a un segundo tercio en que deciden ignorar tanto la condición de ser ahora humanos diminutos, que ni siquiera hay planos de ellos en los entornos por los que pasan en que se vean cosas habituales como mucho más grandes y amenazantes.

Hay una parte de la película en que realizan un viaje en un barco de personas diminutas y esperaba que se toparan con barcos de gente de tamaño normal y barcas de gente de tamaño normal, o hasta animales de la fauna que ahora fueran un problema en su viaje... Incluso podría costarles mucho más en sus barcos diminutos viajar contra las mareas y tener que superar grandes desafíos en esta nueva condición de la humanidad.

Pero nada de eso ocurre, simplemente deambulan entre gente rica y pobre, entre ideas sobre el cambio climático y relaciones amorosas, entre traiciones amorosas y tráfico de drogas para personas diminutas... Consiguiendo que algo que tiene tantas ideas fascinantes y tanto potencial quede desaprovechado en un mero remix de cosas bastante tontas, genéricas y que nada cambiaría realmente si se contara la historia con personas a tamaño normal en lugar de al tamaño reducido característico de esta propuesta.
Propuesta que se niega a aceptar su personalidad propia y tira a un estilo lo bastante neutro como para renunciar a destacar.
Aún así, la idea de la reducción de tamaño logra que nos quedemos hasta el final del metraje, pero la película como conjunto global no es lo bastante consistente como para ser considerada buena de verdad.
En el momento de escritura de la crítica, le tengo puesto un 6 porque hay mucho interesante en ella, pero la estoy puntuando muy por lo alto pues se deja ver pero todo en ella está tan desaprovechado que es una pena. Faltaba poco para hacer algo destacable, pero decidieron que no querían destacar.
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una vida a lo grande- Búsqueda de trascendencia
Gracias a los comunicados del equipo de Comunicación de Paramount España, pude asistir a un pase de prensa temprano de una de las producciones norteamericanas más llamativas del otoño: el dramedia de ciencia ficción Una vida a lo grande, séptima película del venerado Alexander Payne que fue elegida como película de apertura del último Festival de Cine de Venecia. Si bien no soy experto en la obra del nebraskeño, ni un aficionado incondicional de lo visionado de la misma, sí que quede fascinado con su obra previa, la excelente Nebraska. Por estos motivos, su reparto y su suculenta premisa hacían anticipar cuanto menos una película interesante y bien acabada, pese a las críticas tibias que la precedían. No en vano, abrir uno de los mayores festivales de cine como primera toma de contacto con la crítica no es el lugar más adecuado para ser bien recibida. Además si esta te espera con la expectativa que el contexto y la obra de su autor generan. Por lo que sospechaba que nos ocupaba un filme mejor de lo que allí se afirmó, como corroboraban críticas más recientes. Y pese a ser una obra imperfecta, este medio se suma a esta corriente. El filme que nos ocupa naufraga por momentos de puro ambicioso, con una premisa que se construye con pinzas y que desemboca en una historia cuasi rutinaria, pero el trabajo puesto en su puesta en escena y en el diseño de su mundo es tan minucioso y encomiable que aseguran por sí solos un grato momento en la sala de cine.
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12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
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