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403 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
1
Fassbender, tú a Boston y yo a California
Parece como si alguien que odiara la saga de Alien, hubiera tomado el control y desde Prometheus estuviera riéndose, a costa de los fans de Alien, y destrozando el legado.

Si Prometheus fue una chufla de dimensiones épicas. Entonces descubrimos que nuestros creadores eran rapados "maquinetos", de la discoteca Scorpia o Chasis, de 3 metros y medio, con muy mal despertar, sobretodo cuando Fassbender les tocaba la flauta. En esta nueva entrega vamos a descubrir nuevos e "ininteresantes" despropósitos. Sí amigos, si os gustó Dos tontos muy tontos, con Alien Covenant vais a pasarlo 7 veces y media mejor, porque son 15 tontos muy tontos.

Vamos al spoiler que es lo que mola:

PELIGRO SPOILER - SPOILER - SPOILER
Comienzo aquí el spoiler que no me cabe en la zona spoiler:

Pronto descubrimos que el más inteligente es James Franco, porque se muere sin decir nada, así que es de lejos el personaje más listo e interesante desde Alien Resurrección. Para qué hablar, ¿para cagarla? ¡No! Mejor rustidme y ponedme una brida en las manos, no vaya a ser que me rasque las heridas y me haga pupa. Podemos observar que James Franco no está al punto, sino un poco pasadito, y la presentación del plato es un poco sosa: eliminados de Master Chef. Como en la sala la gente preguntaba; ¿es James Franco o una almendra garrapiñada? Para que no haya dudas de que era el famoso actor, con el "socarrimat" era complicado darse cuenta, nos ponen un vídeo de la película 127 horas, de él escalando con una mano. En el bluray veremos que puede escalar sin manos, sólo con su piolet.

Lo bueno es que ya tenemos a todos los "jambos" despiertos y pronto descubrimos que el capitán es el más borde del equipo, sin ningún tipo de dote para ejercer de ello. Pero es lógico, nadie esperaba que James Franco muriera el primero, así que de segundo ponemos a cualquiera.

Recibimos una transmisión como cuando veíamos las porno codificadas del Canal Plus. Y como pasaba antaño, eso despierta la curiosidad de querer saber de qué va el vídeo, ¿se casarán al final? La prota femenina protesta para que veamos quien es la sustituta de Ripley en esta entrega, para nada más.

Total que bajan para el planeta molón, con atmósfera respirable chachi piruleta. Total, en realidad la peli se ha filmado en la Tierra. Y allí, mientras una científica toma pruebas del ecosistema del lugar, un "payo" decide fumar y mear al lado para contaminar un poco el escenario. Y hace bien, en realidad ella no es científica, es una actriz con el QuimiCefa desplegado. El chavalote decide jugar con una planta que es mitad Kiwi, mitad testículo sin rasurar. Así que pasa lo que tenía que pasar: lo infectan unas esporas negras y lo dejan preñado.
Pronto descubrimos la nave Donuts, por lo que si por desgracia hemos visto Prometheus, sabemos que estamos en el planeta de los Scorpia. A todo esto, ya nos hemos dado cuenta de que entre todos suman un coeficiente intelectual de dos dígitos que sumados a su vez no pasa del 8. El preñado da a luz un alien, mientras una tipa deja encerrada a otra por temor a contagiarse, cuando le han rociado la cara con sangre infectada, "blood infected Bukake". Y en lugar de abrirle, va a por un fusil. ¿Por qué? porque así se acaban con los virus, a disparos. Los antibióticos son para "losers".

Para que nos quede claro que son todos imbéciles, en el grupo mayoritario otro infectado da a luz, rodeado por unos 6 tíos armados. Pero ninguno dispara al bicho, ¿por qué? porque en el guión no lo pone. Así que se hace de noche y los aliens les atacan. Aparece un misterioso salvador que no es otro que... Fassbender con mechas californianas.

Resulta que en el planeta Scorpia se llevan las mechas y se las ha hecho mirando un tutorial del YouTube, porque lleva diez años allí y eso da para aburrirse. Entonces coge unas tijeras enormes y oxidadas y, reencarnándose en Llongueras, se hace un peinado clavadito al que lleva el actor Michael Fassbender, ¿por qué? porque en realidad es Michael Fassbender. Para que distingamos entre los dos androides, a uno le quitan la mano. Queda lejos lo de la flor en la solapa, y más lejos aún lo de que uno lleve el pene por fuera, porque la historia está plagada de capullos y llevaría a confusión. Total, el Fassbender malote le enseña a tocar la flauta al Fassbender bonachón. En una alegoría de lo que podría llegar a instruirle, si se une a él, en el manejo de la flauta de Bartolo: la de un único agujero.

Aquí los hechos estúpidos se multiplican velozmente. Una se va a lavar y un alien le arranca la cabeza. ¿Por qué? porque la confunde con una gamba. A esto que el Capitán de los tontos, el más tonto obviamente, descubre que David es un Fassbender malote. Y sabiendo que es malvado y que tiene la fuerza, precisión y velocidad de un androide, decide dejar de apuntarlo y que le cuente la historia. ¿Por qué? Porque igual alguien no está entendiendo el guión.

Seguimos en spoiler:
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867 de 1099 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Alien Tostonant o Bodrio
'Promethía' pero se quedó en eso... Un inicio correcto, pero en nada empiezan a forzar el argumento para que parezca lógico...Previsible, algún que otro fallo garrafal para colar la trama, anacronismos (cápsula médica en Prometheus y en Covenant se curan con Betadine!?)...sólo se salvan el impecable Fassbender, los efectos especiales y los 30 segundos de flashback.

Ridley, cariño...defendí Prometheus por todo el planteamiemto y dar respuestas al origen de la saga, pero esto no hay quien lo salve, aunque la prensa hará todo lo posible para que ocurra lo contrario.
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271 de 364 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Ridley se ha vuelto a reír en mi cara y ya van…
Seis tips antes de ver Alien: Covenant:

1. ¡Esto no es Alien, no se confunda! Si usted creía por los tráilers que esto iba a ir de Alien, usted está muy equivocado. Nada más lejos de la realidad: esto es Prometheus 2 y todas las escenas que vio del alien en el tráiler serán todas las que se encontrará aquí. SIGO EN SPOILER 1.

2. Usted no se crea a esa gente que va pregonando que esto se parece a las dos primeras de la saga. Digamos que Alien: Covenant es en un 70% Prometheus, un 30% de Alien , el octavo pasajero pero sin la tensión, atmósfera, ritmo y todas las cosas positivas y bien cuidadas de esa película, y un 0% de Aliens. SIGO EN SPOILER 2.

3. ¿Recuerda que en Prometheus los personajes no estaban nada desarrollados? ¿Que morían pero que a usted le importaba un pepino porque apenas pronunciaban dos frases seguidas que se ponían a bromear o a hablar de Dios de una forma preocupantemente alarmante? Pues bien, en Alien: Covenant lo han subsanado parcialmente. Lástima que solo desarrollen a un par de personajes y encima los más cansinos. Usted pensaría que con el despido de Damon Lindelof esto se subsanaría: pues usted está muy, pero que muy, equivocado.

4. Como ya he dicho en el punto 1, esto no va de Alien. El alien es un bicho algo circunstancial. Lo que importa aquí es seguir con la gilipollez esa de Prometheus de los Ingenieros y esa sustancia (que en la primera era líquida y aquí parece polvo, no me pregunten) que hace que te crezca un bicho dentro. No se preocupe si no entiende qué conexión hay entre la primera y Alien: Covenant a lo que esto respecta. No se ponga usted quisquilloso.

5. ¿Recuerda que en Prometheus todo sucedía un poco a boleo? ¿Que uno tenía la impresión que el guion se había escrito sobre la marcha, como a lo loco, y que había innumerables situaciones estúpidas e inexplicables? Aquí también las hay, no se preocupe (SIGO EN SPOILER 3). No está Lindelof, pero me parece que este no era el problema de fondo de la saga. ¡El problema es usted, Ridley!

6. ¿Usted pasó miedo en Alien, el octavo pasajero y Aliens? Yo también. Aquí no lo pasará. Ni las escenas dan miedo, ni se consigue generar atmósfera suficiente como para estar aterrorizado durante todo el metraje. La escalada de tensión se esfuma en cierto momento y luego la cosa pasa a ser una de aventuras espaciales con monstruos estúpidos. Es curioso: los aliens de las viejas, pese a que se nota que no son de verdad, son muchísimo más terroríficos que este alien digital. Una palabra: atmósfera. Es mejor sugerir y currarse eso, que no liarse a efectos especiales asépticos.

Dicho esto, poco más a añadir. Alien: Covenant es mucho mejor que Prometheus, pero eso no la convierte en una buena película. Ni mucho menos.

@Cinergicos
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200 de 231 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
La nave de los necios
Es lamentable lo poco que le importa últimamente al señor Scott el asunto del guión con personajes mínimamente sensatos. Prometheus ya nos adelantaba su afán por las gentes de sesera limitada, parientes del mismísimo Goofy. Covenant da un paso más en su particular cruzada por narrar el futuro con ese amplio desajuste entre máquinas que rozan lo sublime junto a humanos que se orinan los pies cada vez que mingitan.
Los efectos especiales, lo único salvable de una película pésima, previsible y demasiado extensa.
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140 de 164 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Prometheus 2
Alien: Covenant se aleja de Prometheus, la cual pareciera avergonzarse de ser una precuela de Alien, salvo por el hecho de que vivía de ello, ahora la peli es puro Alien, le tiene tanto amor a los Aliens que parece que hubiesen saqueado el museo Giger y expuesto sus bocetos.

La secuela de Prometheus tiene varias cosas muy interesantes e incluso buenas, en las que sin duda mejora a aquella, para empezar la fotografía, magnífica, acercándose a lo que fue Alien, aunque más oscura, posee también unos buenos intérpretes que realizan buenas interpretaciones, la protagonista es creíble... Todo esto hace que uno no se de cuenta de otra gran virtud de Covenant y es demostrar que Lindelof no es un caso único de mal guionista. Pues en esta película el guión vuelve a hacer que el espectador se lleve las manos a la cabeza unas cuantas veces, ya sea por incoherencias en el relato como por sucesos estúpidos.

Los personajes no van más allá del estereotipo y no, no son mucho más espabilados que los científicos de Prometheus. Tenemos 15 y después de estar un buen rato con ellos apenas conocemos a dos y ni esos nos importan lo más mínimo. El único importante es Fassbender pues con él pasamos mucho tiempo, con sus plomizos diálogos pseudometafíscos y sus citas literarias, al menos el guión consigue burlarse de ello, uno de los pocos momentos en los que no se toma demasiado en serio. Lo que hubiese dado por ver ese personaje interpretado por Klaus Kinski, le hubiese quedado genial (y la película mejoraría con Herzog al frente, sin duda)

El Alien original ofrecía una sencilla monster movie con un excelente guión y realización, lleno de ideas y de imaginación, dejando muchas preguntas abiertas al espectador. Covenant pretende ser una gran película, la película definitiva, el resultado es por momentos una comedia involuntaria, como fuera Prometheus, pero de mejor factura, más seria, menos divertida, con algún buen momento y el resultado es una película totalmente olvidable, que perdurará en el recuerdo, unicamente, por pertenecer a la saga Alien.

Tomada como película independientemente de la saga resulta una película mediocre, pero entretenida, con una resolución al misterio tan simpática como pobre respecto a Alien destrozando su atmósfera y misterio. Como secuela no es fiel (salvo en la calidad), como precuela tampoco salvo robando algunas escenas (lo mejor de la película, lo que se puede ver en los trailers, pues estos se parecen a Alien, luego la película es distinta).
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132 de 156 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Ridley, déjalo ya.
Si en Prometheus se lanzaban preguntas para nunca dar la respuesta y se planteaban misterios que no se resuelven, Covenant no hace preguntas, no plantea misterios, directamente no hace nada. Aunque puede ser que sí se nos plantee una pregunta: ¿Ridley Scott lee acaso los guiones de las películas que dirige? o lee el titulo, Covenant, y piensa: buen nombre, a dirigir, sin leer, sin razonar, sin corregir, a dirigir, me da igual que la mayoría de las situaciones no tengan sentido, que los personajes sean idiotas y a los espectadores los tomo por tontos y de paso me cargo la mitología de una saga que yo mismo inicié, así piensa Scott.
Esta película es un cúmulo de chorradas una detrás de otra, muy en la línea de Prometheus, situaciones en las que piensas: esto no esta sucediendo, nadie en su sano juicio obraría de esa forma, en el universo de Scott sí.
Como siempre el aspecto técnico es increíble y Michael Fassbender vuelve a estar electrizante dando un simposio de como se interpreta.
La dirección en esta secuela no es como en la anterior, si en Prometheus se notaba la maestría en la dirección a pesar del mal guion, Covenant podría estar dirigiéndola un niño de cinco años.
Cuando fui a verla al cine no me esperaba una obra maestra pero sí que superara a Prometheus y se alejara de ella, pero no, sigue en la misma línea. Ridley, déjalo ya.
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95 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Sí y no Ridley. Si y no
Despues del destrozo que hizo Lindelof con el guión de Prometheus, Ridley ha querido resarcirse con la ¿última? película de la saga Alien. Ha querido hacer una mezcla de su Alien, su Prometheus y Aliens de Cameron. Y mayormente le ha salido bastante bien, con algunos peros, de los que luego hablaré en Spoiler, algunos fallos de guión estúpidos como los que tenía Prometheus.
Sin embargo, cuando la peli empieza a rodar, es muy muy entretenida, y la R de la calificación le viene de perlas para algunas escenas. Esto ya es parte de la saga Alien, no 4 segundos finales como Prometheus, y aquí Ridley nos trae ya la verdadera secuela que debió hacer en primer lugar. Más sucia, entretenida, y si aires de trascendencia que tenía Prometheus, y contándonos el verdadero origen de los aliens.
Además no deja de ser en ocasiones un homenaje a la película de Alien original. Aquí los xenoformos (y los neoformos) dan juego y se nos plantean más sangrientos que nunca. Y luego está Michael Fassbender, quien se sale en su actuación, por partida doble, como Walter, androide de Covenant, y como David, el androide original de Prometheus. Y aunque Katherine Waterston no sea Ripley, cumple. Algunas escenas son casi clavadas al Alien original, y es inevitable que se nos escape una sonrisa.
Esa fotografía, esa banda sonora que mezcla temas nuevos con los de Alien y Prometheus, los efectos especiales, y Aliens que se sienten más reales, no tan CGI como los de Alien 3 y Alien: Resurreción.
Y más que nada, Alien Covenant, es mucho más entretenida y desenfadada que Prometheus, y corrige algunos errores. Pero no es la película definitiva de Alien. Está bien, pero tampoco hay nada especialente novedoso u original. No sales del cine con la sensación de "peliculón". Y es que Ridley ha querido volver hacer suya la saga y casi se marca el "Mad Max; Fury Road" del años.
Casi Ridley.
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110 de 148 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
La tripulación más inepta de la galaxia se hace con la Covenant.
Yo no sé si alguien que desconozca el universo Alien pueda sentir cierta emoción con esta Covenant, pero desde luego, versados y menos versados sobre el tema no van a ver nada original, nada nuevo y nada desconocido, todo se queda anticuado. Y lo peor es que según transcurre la acción, vas viendo que lo que sucede suena a chufla porque llevamos ya muchas horas de vuelo viajando en naves espaciales y sabemos de qué va el rollo, por lo que no he tardado mucho en darme cuenta que la tripulación de la Covenant era, sin lugar a dudas, un grupo formado por la gente más inepta que se pueda reunir.

Cualquiera que se fije un poco se dará cuenta que es alucinante las decisiones más extravagantes y tontas que se toman sin respeto alguno al sentido común más común de un espectador cualquiera. Ineptos es poco, me creo que pudieran haber robado la nave, casi casi, es que además el barbas se calza un sombrero vaquero al estilo Slim Pickens en Teléfono rojo volamos hacia Moscú, que ya por eso lo he visto fuera de onda y que no me pegaba nada por el espacio sideral. Luego Katherine Waterson fatal, que se haya puesto en camiseta peor todavía para ella porque queda a años luz, no a años luz, a eones de distancia de Sigourney en braguitas. Por favor, y encima todo el rato llorando de pena, muy mal. Y el resto de la tripulación pues fatal, los sintéticos, perdón, el sintético, pues como siempre en estos casos, normal, pero lo han hecho tan pedante que cansa y ya te pierdes con tanta lección de Lord Byron y música clásica.

Esta precuela sucede antes que Prometeus y prometeus podía prometer algo para un futuro no muy lejano, pero de aquí ya no sé qué puede salir, por tanto debemos pedir a Ridley que ya vale, que pare, que basta ya. Entiendo que el hombre quiera alargar su éxito y le guste recordar viejas glorias ganadas en el campo de batalla pero macho, si no tienes más ideas que seguir con lo mismo, a la baja, corta tío.
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105 de 138 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
El horror
Ridley Scott sin frenos y cuesta abajo, "Alien Covenant" viene a arreglar el desaguisado brutal que protagonizó el propio Scott en 2012 con "Prometheus", probablemente la peor película de aquel año. Pensé que lo mismo la vieja inspiración que había iluminado a Scott en "Alien" y "Blade Runner" había vuelto a su anciana mente, pero nada más lejos de la realidad, Ridley me volvió a clavar un truño como un vil Xenomorfo clava su larga y aguijoneada cola en la espalda de sus víctimas, menudo desastre.
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93 de 114 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Arena en un reloj
Ridley Scott, director de cine, nació en 1977 (Los duelistas). En 1979 firmó ‘Alien, el octavo pasajero’, película de culto con sabor a serie B y grandes dosis de talento cinematográfico –en el diseño, en la pausa, en el manejo del tempo y las tensiones, en el ciclo vital de la criatura, en el carisma del personaje principal, en la mesura de la acción desagradable, en fin, en sugerir más que abusar de casquería–. En 1982, tras rodar su obra maestra (Blade Runner), dejó de dirigir. Se zambulló de lleno en la bazofia comercial. Su cuenta bancaria tiende, desde entonces, a infinito.

Cuentan que el verdadero Ridley falleció en 1982, asesinado por un alter ego sintético construido por las ‘majors’. Desde ese momento, ese alter ego perpetra sus películas.

James Cameron (Aliens, 1986) desnaturalizó la obra original. La convirtió en batalla de bichos y marines. Vislumbró –su olfato para el dólar es incuestionable– pingües videojuegos. No le culpo. Su reino no es el Arte.

El arte, si la mayúscula incomoda. Sin arte qué sería de nosotros. El arte no ha de ser abstruso necesariamente, ni arduo ni difícil. Tampoco ha de ser siempre inalcanzable. Escribía Ortega que “el buen lector es el que tiene casi constantemente la impresión de que no se ha enterado bien” y ni siquiera sé si estoy de acuerdo, si soy ese lector. Lo que sí tengo claro es que, impermeable o asequible, el arte ha de ser arte.

¿Quién viendo ‘Alien: Covenant’ no siente que esa forma de hacer cine nos degrada? Un cine que se niega a dialogar con el espectador, como el discurso del político de turno. Un cine para masas, no personas. Un cine obsceno de box office.

Los chicos altos suelen jugar al baloncesto, pero hay quien considera que por jugar al baloncesto los chicos se hacen altos. Craso error. Es posible que el arte alcance grandes cifras de venta pero las cifras de taquilla en modo alguno auguran calidad.

Gustave Flaubert escribe en una de sus cartas (26 de junio de 1852):

“Puede suceder que haya ocasiones propicias a nivel comercial, un filón de ventas para tal o cuál mercadería, un gusto pasajero de la clientela que empuje al alza el caucho o encarezca la indiana. Comprendo que se den prisa en establecer sus fábricas los que deseen convertirse en fabricantes de tales cosas. Pero si tu obra de arte es buena, si es ‘verdadera’, tendrá su eco, su lugar, en seis meses o en seis años –o después de ti. ¡Qué importa!”

“Tengo en mente una manera de escribir y una fineza de lenguaje que me gustaría alcanzar. Cuando crea haber recogido el fruto, no renuncio a venderlo, ni a recibir aplausos si es que es bueno. Pero hasta que llegue ese momento, no quiero engañar al público. Eso es todo.”

Cómo no estar de acuerdo con Flaubert.

Diversión, pasar el rato, echar la tarde: “That’s entertainment!”, que dice el marketing U.S.

Yo me pregunto qué pensaría Miguel Ángel, combado y dolorido, subido en el andamio para brindarnos la Sixtina. O Goya persiguiendo a sus fantasmas, aislado y sordo. O Arthur Rimbaud después de su estación en el infierno. O Mozart, tejiendo vida y Requiem.

El arte nos sitúa más allá; nos hace progresar de un modo inexplicable. Es uña y carne con nosotros. No soy el mismo tras conocer la Rondanini. O el Cristo de Velázquez. No me digáis que es sólo diversión –como el parchís, las chapas, o el juego de la Oca, que tantas horas me han llevado–. Es de lo humano, probablemente lo mejor –hay arte en la bondad, en el amor y en el espíritu científico–. El arte, cuando es arte, no es banal.

Escribe Telmo Graña en su novela ‘Los vidrios’: “El tiempo de un artista no es arena en un reloj: es lluvia en un caldero.”

Tras ver ‘Alien: Covenant’ no queda nada en la memoria, más allá de un amasijo de sangre y chipirones. Pirotecnia vacía, borbotones de epilepsia y marisco en salsa digital. Con esos ingredientes, el guiso es olvidable.

Ni una sola gota de lluvia en su caldero.
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81 de 102 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
LA JUGARRETA MÁS TRAICIONERA DE RIDLEY SCOTT
Olvídense de aquel director que con un par de películas le dio una vuelta de tuerca al cine de ciencia ficción.

El cineasta británico ha sucumbido al germen comercial del cine del siglo XXI y ha pergeñado otro engendro afectado, más cerca de lo que vimos hace un par de años que a 1979. Algo natural supongo, pero las distancias no marcan la calidad.

Hay tantas cosas que decir: BSO poco inspirada que retoma temas de anteriores filmes, un reparto desacertado (salvo por Michael Fassbender que es de una solvencia a prueba de bombas) holomierdas por todos lados, bichejos digitales que dan la impresión de estar poco trabajados y que desconectan a uno del film en cuanto los ve, diálogos inanes que giran alrededor de dudas metafísicas pobremente fundamentadas, personajes que se comportan como los de una película de Paul W.S. Anderson, un guión endeble y esquemático del intermitente John Logan, repleto de incoherencias: ¿que pasó con los protocolos de sanidad y seguridad de “Alien”? ¿con las medidas de precaución al aterrizar en una atmósfera inexplorada que se vieron en “Prometeo”? Todo eso queda olvidado en pro de hacer avanzar la trama dando bandazos y que le pone la guinda al pastel con un giro narrativo totalmente sin sentido y rídiculo a más no poder por lo obvio pero tramposo que es.

Que bajo has caído Ridley. Hacerle eso al público y hacértelo a ti mismo.

Es desalentador amigos. Más de 30 años sin hacer cine fantástico para que vengan y nos entreguen esa parida por el ano que fue “Prometeo” y ahora nos da otra patada en las pelotas con esta cosa.

Sin guión, sin inspiración y sin rumbo esto es todo lo que queda.

Fin del reporte.
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72 de 89 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Ridley Scott chochea (Sin Spoilers)
Tras cinco años de aquel producto apócrifo perpetrado por Damon Lindelof, (el guionista de Lost que se dedicó a destrozar el guión final elaborado por Jon Spaihts) en un viaje a ninguna parte con obsesión por lo críptico que rozaba lo pretencioso e hilarante en grado superlativo. La película naufragaba por senderos y lares que no terminaban de cuajar, sin mencionar las hilarantes situaciones que hundieron la cinta como el Titanic.

Ridley dolido, en todo su yo, su ego, pues -ya se sabe- : El ego al igual que el colesterol, aumentan con la edad; y el bueno de Ridley fue adorado y aupado - con esos trailers apoteósicos, con ese brillante monólogo sobre Prometeo elaborado por Guy Pierce, (émulo del mejor Gordon Gekko), o el entrañable y frío David encarnado por Michael Fassbender...- Ridley fue quemado y despedazado sin contemplaciones en su propia hoguera vanidosa...

Su cabreo fue tal, que hasta finiquitó el proyecto de Alien 5 de Neill Blomkamp junto a Sigourney Weaver...

Entonces... Si tan gordo fue el fracaso (de crítica que no de box-office) ¿por qué volver a cagarla? Eh ahí la palabra: redención.

Ridley, aunque chochee no es tonto: sabe que Alien (1979) siempre es y será comparada con Aliens El Regreso (1986, James Cameron), de ahí su obsesión por acotar su coto de caza: James Cameron le arrebató una pizca de su gloria: un novato le robó parte de su éxito.

Por eso esa obsesión de Scott por hacer su definitiva Alien: lo que el espectador va a ver en Alien Covenant es una mezcla entre Alien: El Octavo Pasajero y Aliens: El Regreso. Una cinta donde la acción prima sobre la intriga y el misterio. James Cameron logró lo imposible con una cinta bélica espectacular de tan sólo 18 millones de dólares, pero sin esa dirección artística magistral que el gran Moebius, Ron Cobb, H.R. Giger impregnaron en Alien (1979) y que hoy por hoy es lo que ha hecho de ésta película un clásico imperecedero.

Alien Covenant ofrece lo prometido: corrige todos los errores de su predecesora, (aquí no hay ningún pasaje críptico) enriquecida por un reparto donde ya no son sólo figurantes, aquí Billy Crudup, James Franco, Fassbender y la incombustible pero a la vez frágil: Katherine Waterson. Que recoge el testigo de una incomprendida Noomi Rapace.

La dirección soberbia, el montaje mucho mejor equilibrado (y eso que Prometheus y Covenant duran exactamente lo mismo: 123 min) la música mucho más acertada: una mezcla entre Jerry Goldsmith y James Horner, (hay fragmentos completos de sus composiciones entremezcladas con otras de nueva cuña del propio Jed Kurzel)

Los puntos negativos son del propio Ridley Scott: sabemos de antemano que está intentando en todo momento contar algo nuevo, pero a la vez tienes un sintomático déjà vu... Ese mesianismo ultra que impregna a sus últimas cintas... Ese intento etnocentrista de dotar de humanidad a una naturaleza, (el xenomorfo) que no pegan ni con cola. La cinta a veces nos muestra como si Ridley quisiera hacer un remake extendido de Alien original. Pero con una fotografía pulcra, tanto, que los decorados parecen sacados de algún Toys"R"us: parecen de plástico al faltarle ese lustre de óxido metálico que la maestría con el aerógrafo otorgaba la mano de Giger.

En resumen: Alien Covenant es una gran película que redime en parte a su antecesora y a la vez nos devuelve a un Scott mucho más desatado. Como diciendo: -Vais a comer Alien hasta que os revienten las entrañas como a Kaine-

Puede que Scott chochee pero al menos tiene la osadía y mala leche de intentar convencernos de que la saga es suya y solamente suya.

Memorable pero no inolvidable.
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119 de 189 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Alien Covenant es una película mala
No hagáis caso de las buenas críticas. Alien Covenant es una película mala.
Es lenta, totalmente insulsa, nada ingeniosa, los personajes no dicen nada y los diálogos aún menos siendo en general previsible. Hace un batiburrillo de las demás películas e intenta conectarte con el octavo pasajero utilizando en momentos puntuales la misma banda sonora... no cuela.

Me ha dado vergüenza ajena.

La explicación al origen del xenomorfo deja tantísimo que desear... Ridley tenías potencial para habértelo currado más porque aunque te crees que le das un sentido, no estás explicando nada!!, es decepcionante.

Lo único bueno y respetable de ambas precuelas es el personaje de Elisabeth Shaw, es con lo único que me quedo.

Ridley Scott, deberías respetarte y dejar de destrozar aquel universo increíblemente bueno que creaste con El Octavo Pasajero cuando eras un director brillante, nunca volverás a estar a la altura. YA BASTA.
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60 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Universo Pop
Produce cierta perplejidad y sopor constatar, una vez más, la falta de ideas del cine comercial actual, su maniática obsesión por las supuestas “sagas” – que no son sino la repetición o expoliación de personajes, situaciones o tramas que han encontrado la bendición del público – y cuya fórmula repiten con mayor o menor fortuna durante años o décadas hasta que matan a la gallina de los huevos de oro por fatiga o inanición. Pero ya lo ha dejado dicho el propio Ridley Scott: él es un empresario y lo que de verdad le importa es el éxito de sus obras, no el reconocimiento crítico ni los premios. Y creo que este inminente octogenario infatigable ha sido honesto, es decir, lo que le gusta es hacer caja e incrementar su cuenta de resultados, supongo que para ser el más rico del cementerio o para erigirse un mausoleo tan fastuoso y estomagante como las cintas que produjo y dirigió a lo largo de su tan larga como irregular carrera.

Algunas veces hay cintas que conectan con el público de una época – como fue el caso del Alien (1979) primigenio – y su franquicia y su estética se convierte en una iconografía que se puede usurpar y pervertir cada vez que haga falta (o no). Ahora estamos ante la enésima secuela o precuela (qué más da), entretenida sí, bien realizada, con una producción vistosa e impoluta, con un monstruo – reproducido en serie y ad nauseam – pavoroso que genera tanto miedo como fascinación, con unos personajes tan insustanciales como accesorios (carne de cañón para ser masacrados sin remordimientos ni contemplaciones por los guionistas de turno), donde sólo tiene vida propia un maquiavélico androide con ínfulas de omnisciencia divina que a la postre es el mejor y más perdurable acierto de estas dos últimas entregas.

Todo reconocible, predecible y prefabricado, sin aspiraciones de originalidad ni perdurabilidad alguna, un producto de consumo bien hecho, tan prescindible como bien ejecutado, tan entretenido como insípido. No se trata de ningunear sus (innegables) logros, ni de erigirse en guardián de una supuesta pureza dogmática de cómo debería ser la industria del cine – que sobre todo es mero esparcimiento, que con suerte alberga algún sugerente sobresalto o al menos ofrece un vehículo para la ensoñación o la evasión – pero cuando más bien parece que se da por inercia a la máquina fotocopiadora con el único objetivo de pergeñar el calco corrompido de un duplicado borroso, la sensación en el espectador es que le están dando gato por liebre, que le están sacando fraudulentamente y con artimañas el dinero del bolsillo, ofreciendo dos horas de solvente nadería.

Amena aunque parca en novedades o hallazgos.
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44 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
¿Odiaste Prometheus?
¿Eres de los que odiaste el trasfondo filosófico de Prometheus? ¿Te chirrió el intento de conexión entre una criatura terrorífica e icónica, y un toque más trascendental de la misma?

Estás de enhorabuena pues Alien: Covenant borra de un plumazo todo eso y ofrece al fan (o no) lo que (supuestamente) venía demandando. El intento más puro de regresar al espíritu de 1979 está aquí.

Ahora bien... ¿Eres de los que esperaba esta película como una Prometheus 2? No hace falta ni que lo intentes. Los suspiros, la decepción y los "¿pero esto qué es?" reinaban ayer en la sala de cine ante mi sorpresa al creer que era de los pocos a los que les fascinó el giro de Prometheus. ¿El por qué? En Spoiler.
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45 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Franquicia para rato
Si confieso que me gustó Prometheus probablemente esté lanzando piedras sobre mi tejado. Si además sostengo que es más interesante que Alien Covenant estaré siendo injusto con la última entrega de la saga, ya que para muchos la primera precuela fue una auténtica decepción. Para ellos, para los fans incondicionales de la trilogía original, llega ahora este gran homenaje plagado de referencias al imaginario alienígena de Ridley Scott. Pero también cargado de autoplagios que lo convierten en un ejercicio menos sorprendente de lo esperado.

Si por algo recordaremos a Prometheus, para bien o para mal según quién mire, es por su atrevimiento en expandir el universo Alien, dotándolo de nuevos paisajes, nuevos rostros y una fotografía más compleja y siniestra. De todo el metraje, además, de bien seguro retuvimos una escena. La escena. Una angustiosa cesárea a Noomi Rapace tan simple como efectiva. Sin embargo, Scott ha prometido con Covenant mayores dosis de terror y para lograrlo ha echado mano de la regla más errónea de la industria de Hollywood, la del más es mejor. Sí, la nueva Alien cuenta con más secuencias de pánico pero no con el ingenio suficiente como para alcanzar grandes momentos de tensión.

El aterrizaje de la nueva nave colonial Covenant en un planeta supuestamente habitable es el instante en el que la película alcanza su máximo clímax. Dudosa virtud teniendo en cuenta que ocurre durante la primera mitad del metraje. En todo caso, los acontecimientos se suceden con absoluta precisión, envueltos en una apabullante fotografía, manteniendo al espectador pegado a la butaca. Las apariciones estelares de los alienígenas se suceden en orificios humanos, en una enfermería y, tal como anunciaba el tráiler, en una ducha. Sólo por esos tres instantes, el nuevo Alien ya supera holgadamente el aprobado.

El problema llega cuando la cinta se deja llevar por las escenas de acción más hiperexplotadas del género. Una de las luchas finales, que tiene lugar en lo alto de un transbordador y que sigue a rajatabla la pauta del más difícil todavía, recuerda demasiado a las franquicias de superhéroes, por no mencionar esa batalla protagonizada por Fassbender y su predecesor, que bien podría encarnar el mismísimo Iron Man. La técnica de exterminación del bicho está directamente calcada de El octavo pasajero. Así que todo el esfuerzo por innovar de Prometheus va quedando paulatinamente mermado a medida que su secuela retrocede a la saga original.

Sólo hay un elemento que marca la diferencia. Y es que mucho se ha hablado de Daniels y su supuesta vinculación con Ripley, mucho se habla de las formas de vida desconocidas, pero aquí el auténtico protagonista no es otro que Michael Fassbender. Él abre la cinta, con un diálogo brillante entre el androide y su creador, y él protagoniza las conversaciones más inquietantes y trascendentales de la película. No cuenta nada nuevo, nada que no explorara ya Stanley Kubrick en 2001, una odisea en el espacio y tantas obras posteriores, pero el debate interior del robot, la amenaza de la inteligencia artificial y los límites de la ambición humana siguen siendo argumentos de peso para la ciencia ficción. Alien Covenant no llega para revolucionar la historia del cine pero cumple a la perfección su función de puente entre la incomprendida Prometheus y las siguientes precuelas que están por venir.
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63 de 90 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Ejemplo del lamentable estado de la industria cinematográfica actual
Estamos viviendo una crisis de creatividad aberrante: remakes, secuelas, precuelas, spin offs, films de superhéroes Marvel, DC Comics y películas basadas en videojuegos que reproducen una y mil veces el mismo concepto (ej:Assasins Creed, Resident Evil..). En este film tenemos de nuevo una operación de marketing corporativo hollywoodiense, profundamente vacía y decepcionante.

Es injustificable que un director como Ridley Scott, un maestro consagrado, creador de 2 obras maestras (Alien, Blade Runner), varias películas sobresalientes (Los duelistas, Thelma y Louise, Gladiator) y otras películas interesantes (American Gangster, Hannibal, Black Hawk derribado, Red de Mentiras y la más reciente The Martian) haya aceptado poner su firma en semejante desastre. La única explicación posible es un jugosísimo cheque y que su ego haya crecido a la altura de su nómina.

En cuanto a la película en cuestión, muy floja en absolutamente todos los aspectos.

- Un montaje torpe y brusco: son ostensibles los cortes en varios momentos del film lo que genera un desarrollo argumental a saltos y ritmo irregular y por ende una confusión enorme. Se percibe claramente que bastante metraje ha quedado en la "nevera", ya que probablemente aparecerá en la edición blu-ray o versión del director. Por otra parte, no se puede pretender que el espectador medio tenga que recurrir a visualizar los numerosos spots publicitarios para extraer cierto sentido de todo el aturdimiento proyectado en la película.

- Unos efectos visuales deficientes: Si algo suele ser inherente a un film de Ridley Scott es una estética brillante. En este caso el diseño es poco original, muy limpio y pulido pero en mi opinión demasiado estándar y plastificado, y por lo tanto totalmente olvidable, al contrario por ejemplo del maravilloso diseño de la nave Nostromo, que hacía que dicha nave tuviese prácticamente un protagonismo propio (la nave contribuía a generar sensación de claustrofobia goteando grasa, con esos tubos y concepto industrial).
El CGI, utilzado en demasiadas ocasiones y de calidad francamente deficiente en numerosas escenas (sobretodo en lo concerniente a las criaturas, lo que les resta absolutamente todo el impacto y terror que sí generaban en "Alien" y "Aliens,el regreso").
Una trabajo de iluminación poco acertado, en general una imagen demasiado grisácea con abuso de tonos azulados y en ocasiones utilización de ocres y anaranjados que no contribuyen a generar tensión y suspense.

- Un guión extremadamente vago y absurdo en demasiados momentos, realmente lo peor de la película (lo profundizo en la sección spoilers) que incluso provocó frecuentes risas en la sala a la que acudí a ver el estreno del film.

- Un tono fallido: La película pretende unir Prometheus y Alien haciendo también ciertos guiños a Alien 2 por lo que intenta conjugar momentos de reflexión filosófica (demasiado superficiales), momentos de acción (muy confusos,con utilización de movimientos agitados de cámara donde en ocasiones ni siquiera se distingue quién ni cómo está siendo atacado) y momentos de suspense (torpemente ejecutados y que no llega provocan tensión en ningún momento). En definitiva, quien mucho abarca poco aprieta y no se llega a hacer un conjunto equilibrado que enganche al espectador.

- Previsibilidad descarada: Todas y cada una de las escenas en las que fallece un personaje son insultantemente predecibles, no existe suspense ni tensión, ni factor sorpresa. El final es previsible desde prácticamente el comienzo de la película.


En conclusión: Un film malogrado, que deja un poso de amargura y decepción ante la falta de ideas, respeto y sentido común y sobretodo, la sensación de que se han reído de la inteligencia del espectador utilizando una campaña de marketing engañosa y banalizando un concepto (Alien 1979) que es probablemente el mejor proyecto de Ciencia ficción/terror jamás realizado.



La interminable lista de inconsistencias del guión (continúa en sección sp):

1) Diseño de la nave, vemos que se despliegan unas velas para recargar energía (totalmente ilógico debido a la fragilidad de las mismas durante cualquier impacto contra residuos espaciales..por supuesto, se rompen y se desencadena toda la trama). !!!???

2) Disposición de las cápsulas de hipersueño en vertical sin anclajes. Cualquier impacto hace que las mismas se caigan, se rompan y los colonos se golpeen en las mismas (de hecho nos confirman que varios mueren). !!!???

3) Incendio de la cápsula. Ningún mecanismo permite abrirla por causas de emergencia ni siquiera con autorización de varios tripulantes o por acción de Walter (tiene como misión ayudar a la tripulación y que los colonos estén a salvo) !!!???

4) El casco del traje espacial (mientras está fuera de la nave haciendo reparaciones) intercepta un mensaje que la nave no ha captado supuestamente por estar demasiado lejos de la señal. Un casco tiene mayor alcance que una nave. !!!???

5) Se decide de manera arbitraria que lo mejor es dirigirse al nuevo planeta en lugar de continuar el rumbo hacia el que estaba planeado y del que se ha comprobado que posee los recursos para ser colonizado, únicamente porque han recibido una señal con una canción country de John Denver y les da pereza meterse en la cápsula e hibernar de nuevo. !!!???
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44 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
ALIEN es la hermana fea de Anna Faris y esto es Scary Movie.
Como buena fan de ALIEN que soy, os digo humildemente que no veáis esta basura, por lo menos NO en el cine, pérdida absoluta de dinero.

La historia es manía, sin gracia, guión absurdo con agujeros por todas partes, diálogos pretenciosos. Personajes huecos. Da vergüenza ajena.

Es mala y punto.

Ridley Scott fue al baño una mañana y de ahí salió "Alien Covenant".

P.D: No se puede hacer una crítica seria con este material.
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39 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Paradise Lost
Antes de comenzar el comentario sobre Alien: Covenant, un apunte sobre las curiosísimas reacciones que está generando en comparación con Prometheus.
Siempre dio la impresión de que, más allá de las críticas lógicas y con más razón que un santo que se le hicieron a Prometheus en 2012 (escasa caracterización de los personajes secundarios, necesaria re-escritura de algunos diálogos y frases sonrojantes, casi siempre pronunciadas por esos mismos personajes poco elaborados) y de otras que no tenían ni pies ni cabeza (sí, de acuerdo, los científicos se comportaban de forma estúpida y poco científica en muchas ocasiones, pero es que si no no habría película, amigos. ¿O acaso hubiera funcionado alguna vez La matanza de Texas si los desdichados protagonistas no hubieran entrado en la casa de Leatherface, pese a que cualquiera con dos dedos de frente veía que era un sitio siniestro al que le faltaba un neón luminoso para ser más obvio en su maldad asesina? Por poner sólo un ejemplo), lo que de verdad molestó a muchos es que era algo distinto a lo esperado. No era Alien. No había xenomorfos saltando por los pasillos y atravesando al personal con la doble mandíbula. Y resulta que, ahora que Ridley Scott ha pasado por el aro y ha dado a los fans lo que querían, tampoco gusta porque "es más de lo mismo". A ver, ¿en qué quedamos?
Lo cierto es que es precisamente en esas escenas protagonizadas por los xenomorfos (y sus parientes... y hasta ahí podemos leer) donde curiosamente más patina Alien: Covenant. Y no porque estén mal rodadas o no sean espectaculares, sino porque, precisamente, vemos demasiados. El terror se pierde mucho cuando tienes incluso escenas que comienzan desde el punto de vista de la criatura. Si El octavo pasajero era tan aterradora era porque nunca sabías dónde estaba el alien. Aparecía de repente, como un fantasma, sin avisar, superando en inteligencia a todos los humanos. Aquí estamos viendo el peligro constantemente, y la amenaza es menos aterradora. Con todo y con eso, esperen a ver la escena en las dependencias médicas del vehículo de aterrizaje de la Covenant. Terror puro. Sin duda el momento de tensión más logrado de la película.
Otro de los problemas de Prometheus sigue presente aquí, y es la pobre caracterización de los personajes secundarios. Solo Daniels, Tennesee y Oram sobresalen como personajes un poco más interesantes entre los ciento y la madre que son en la Covenant, y que sólo están ahí porque... bueno, pues porque los aliens necesitan víctimas, para ser sinceros. Katherine Waterston, al principio, parece ser una Lambert cualquiera, siempre llorosa y con cara de pena, aunque al final se pone el traje de Ripley y salva la papeleta, aunque no es Ripley en absoluto, ni tampoco Elizabeth Shaw, la superviviente de Prometheus, que aquí tiene un papel... bueno, mejor que lo descubran ustedes. Billy Crudup nunca ha sido una maravilla de actor, pero aquí se defiendem y Danny McBride demuestra que, aparte de cómico, puede ser también actor dramático.
Ha quedado claro que Covenant no es una cinta perfecta, ¿verdad? Ni siquiera sobresaliente. Pues ahora vamos a lo bueno, que es mucho. Muchísimo. Tanto que sorprende ver tantas críticas que no son capaces de verlo. Lo primero es la realización de Scott. Le pese a quien le pese (¿qué ha hecho el hombre para ganarse tanto odio estos últimos años?), el director de Gladiator sigue siendo un maestro de la cámara y uno de los realizadores que mejor trabajan con la ciencia-ficción. Cada plano tiene una belleza de museo, un encuadre perfecto... y así podríamos seguir.
La siguiente razón por la que Covenant es una gran película es su propia esencia. Narrativamente, es secuela directa de Prometheus y da respuesta a muchas de las incógnitas de aquella, pero olvídense de la copia. No es Prometheus. No es Alien (aunque tenga cosas en común, como esa larga secuencia inicial en la Covenant antes de que empiece el horror). Es una película independiente, y es una nueva vuelta de tuerca al estilo de la saga que le da Scott al conjunto, siempre interesado en no repetirse. No entiendo por qué se está diciendo que se ha intentado copiar a El octavo pasajero, si no se parecen en casi nada.
La tercera razón es el superlativo trabajo de Michael Fassbender, gran protagonista de la función, en el doble papel de Walter y David, siniestro y dulce según toca, pero sobre todo lleno de misterio y de la misma oscuridad que impregna toda la película. Porque eso es lo mejor de Covenant. Es de largo la película más negra de la saga, la menos esperanzadora, la más desoladora en su fondo. Esperen a ver el final. Piensen después en lo que dice acerca de la vida, la muerte y la creación. Descubran lo que pasó con los supervivientes de la Prometheus. Una oscuridad reflejada en su estética (apenas hay luz en las dos horas de película) que impregna toda la cinta de un aire de desasosiego muy claro que le viene perfectamente a una historia así. Prometheus, sin ser la alegría de la huerta, era una película bastante más luminosa que esta.
Que la primera Alien o Aliens. El regreso son únicas, inimitables e inalcanzables está claro, pero no por ello hay que machacar por sistema a todo lo que siga su estela, y menos cuando se trata de propuestas tan serias, oscuras, desoladoras y adrenalíticas como Alien: Covenant. Bienvenidos al Paraíso Perdido.

Lo mejor: Su oscuridad, estética y temática. Es más aterrador lo que implica que lo que se ve. Y por supuesto, un soberbio Michael Fassbender.
Lo peor: Los personajes están muy poco desarrollados y no nos importa demasiado lo que les pueda pasar.
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81 de 135 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
¿POR QUÉ NOS GUSTÓ ALIEN?
Nos gustó porque era sincera, fuerte, intensa, pero sobre todo... SENCILLA. La magia del cine comúnmente se encuentra en los productos más elaborados donde la magia se ofrece envasada en frascos discretos.

Cuando algo funciona, pueden pasar varias cosas:
1- Se repite el esquema hasta que aburre.
2- Surge un filón, explotado hasta el hartazgo.
3- Segundas partes nunca fueron buenas...
4- Avanza por décadas intentando actualizarse, renovando, pero manteniendo su coherencia.

Alien: Covenant, no pasará a la historia, porque a medida que avanza, su fragilidad se vuelve más evidente. Me recuerda a esas modelos de aspecto impresionante, que arrastran masas, hasta que un día abren la boca, y la decepción es tan grande como cuando surgió el cine sonoro, y muchas de las starlets del cine mudo, debido a su voz, desaparecieron en defensa propia.

Pobrecito ALIEN... ha entretenido tanto, que sería buen momento para dejarlo reposar... en paz.
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34 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
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