184 Críticas de los usuarios

La principal baza que utiliza el populacho para ponerle un "pero" a esta película es que no da miedo... ¿Qué entendemos por miedo? Si cualquiera de nosotros se pusiera en el pellejo de esta simpática familia seguro estoy de que la palabra acojone se queda corta. Pero lo que creo entender es que los amantes al género buscan una cinta definitiva que consiga asustar de verdad; y había quien acudió a "Las colinas tienen ojos" pensando en que aquí se hallaba la respuesta... ¿De verdad aún buscáis películas que os quite el sueño? Pues siento desilucionaros ya que nunca la encontraréis. Ni penséis que las antiguas sí asustaban, o dicho de otra manera más popular, no usad la manida frase de "¡¡las películas de antes sí que daban miedo!!". Nunca existió la receta para hacer pasar miedo, solo que nosotros la veíamos con ojos de niño y a esa edad es fácil impresionarse.

Otro achaque que he podido leer es que se trata de un remake... ¿Y? ¿Donde está el problema? ¿Que sea un remake es un problema?... Hombre, si no gusta, pues nada, !que se la va a hacer!; pero eso de "es mala porque es un remake" no me convence.

Y el último "pero" destacable fue aquel de "historia con pobre argumento". Bien, si la historia se sitúa en medio de un solitario desierto... lo que está claro es que no nos vamos a encontrar con un lote de 30 actores provocando enredos y piruetas de guión; Están los que tienen que estar. Y lo hacen muy bien.



Altamente recomendable (a quién guste el género, claro).

No entiendo tanta crítica a este film. Como cinta gore no tiene desperdicio. ¿Sabíamos que íbamos a ver, no? Y más siendo un remake. ¿Miedo? Claro que no, tal vez un poco de suspense, algún salto y mucha sangre.

Alexandre Aja imprime a esta película un buen ritmo con la cámara, y lo más importante tiene la virtud, o el privilegio de haber contado con un director de fotografía excelente. Sí, el film es excesivo, y eso es lo que esperaba. La familia de mutantes está bien tratada, el maquillaje me pareció muy bueno, y en general todo está en su sitio, incluso los lugares comunes del género. Es evidente que los protagonistas actúan irracionalmente,... como en todas las películas de este tipo.

En definitiva, es bastante entretenida. No me ha parecido una maravilla pero, ante tanto comentario desagradable ante este producto, lo único que puedo hacer es defenderlo.
Venga, disfruten con su desayuno.

Más que una crítica, es sobre los puntos que comenta Motoko:

En 1977, cinco años después de su áspera y brutal opera prima, La Última Casa a la Izquierda, el irregular Wes Craven volvía a adentrarse en el género que tato merodearía con posterioridad. Lejanamente basada en los morbosos y grotescos crímenes del escocés Sawney Beane, Las Colinas Tienen Ojos, hoy recordada por algunos como gran hito del cine de terror, no pasa de ser una mediocre película. Torpe, poco creíble y, en definitiva, mal pergeñada, solo cuenta con aciertos casuales, aislados y esporádicos que animan escasa y puntualmente la proyección. Años después, se anuncia nueva versión. El elegido, un francés escasamente conocido del que solo había podido ver su contundente Alta Tensión. Alexandre Aja había sabido condensar en imágenes la tensión afilada y el desasosiego más malsano. Si bien Alta Tensión tenía un final tramposo y artificial que, en mi opinión, deslucía su inquietante desarrollo, me pareció una tremenda y visceral pieza de terror. Las Colinas tienen ojos es una muy superior revisión del clásico de los setenta. Exagerada, cumple con creces su objetivo: remover emocional y físicamente al espectador. Si bien muchas películas de terror consiguen lo segundo sobradamente, dejando un emético poso y mal cuerpo en el espectador, fracasan estrepitosamente en lo primero. La ausencia de identificación con unos desdibujados personajes, agentes de reacciones y personalidades poco verosímiles, impide el vínculo público-histrión que se demanda en la creación de una reacción emocional. Aja no cae en este error y desarrolla un guión que no solo se basa en la agitación física del espectador a partir de la violencia explícita y la sangre de determinadas secuencias. Junto al impacto visual del dolor, Aja introduce una asfixia psicológica que atrapa y sofoca el ánimo, convirtiendo la película en una pesadilla claustrofóbica y épica. La movilidad salvaje de la cámara, brutales primeros planos conjugados con amplias tomas del crepuscular desierto, inmóvil y desolado paisaje que crispa los nervios, crean un bizarro espectáculo, pesadilla visual que cautiva y repele a partes iguales. La familia va siendo atrozmente masacrada tal y como mandan los más vetustos cánones del terror. Los enemigos, unos desagradables mutantes que habitan el paisaje lunar del sur de Estados Unidos, representan la antítesis de la sociedad que los protagonistas encarnan (aunque curiosamente sean fruto de su lado más oscuro). El enfrentamiento hace derivar la obra hacia el (sub)género de supervivencia antes que encasillarse en el terror. Los civilizados urbanitas deben recurrir a sus más primitivos y atávicos instintos para escapar con vida del inmenso cementerio que es el desierto sureño. Deberán convertirse en lo que enfrentan para salir con vida del deletéreo escenario que se extiende ante ellos: miles de kilómetros deshabitados a excepción de unos teratológicos y muy violentos humanos mutados que se alimentan de todo aquel que pasa por allí. La lucha solo acaba de comenzar.

Me ha gustado por qué...

- Aja tiene talento, sabe como manejar la fotografía de modo excelente e imprimir potencia visual en las imágenes que conforman el film. Además, su manejo de la cámara es muy bueno también, usando los planos como deben ser usados y componiendo buenas secuencias.
- Le otorga más interés al personaje de la gasolinera que en la original resultaba desaprovechado, y que aquí tiene más carácter y muestra sus verdaderas motivaciones. También, en menos planos, da a Ruby una mejor caracterización.
- El realizador galo sigue sin cortarse un pelo con las secuencias más violentas e impactantes.
- Tiene momentos verdaderamente portentosos, como la primera aparición de Lagarto o la segunda visita a la gasolinera por parte de Bob.
- La BSO va 'in crescendo', ofreciendo interesantes minutos de tensión y desasosiego.
- No es un calco plano a plano de la original, además de que se han introducido nuevas y sugestivas ideas en ella y supera a la de Craven por diversos motivos.

No me ha gustado por qué...

- Ni este film se salva de los típicos subidones de volumen, aunque estos empiecen a desaparecer a partir de la media hora..
- Los protagonistas, como siempre, actuan irracionalmente en ciertos puntos de la cinta.
- En el doblaje se han cargado la entrañabilidad de los nombres de los caninos: Beauty & beast (que en la original no eran traducidos).
- El inicio de algunos personajes como Bobby es desastroso, aunque a medida que avance la cinta vayan mejorando.
- Tampoco se libra de 2 o 3 gracietas que vienen siendo típicas en las cintas de terror de los últimos tiempos (aunque algunas sean atinadas: "¿Sabes como respondería Freud ante tu obsesión por las serpientes de cascabel?")
- Lo de la banderita americana es una tontería como pocas.
- Aun dejen entrar al cine a las putas niñatas que creen ir a ver alguna chorrada tipo Bay y al primer chorretón de sangre suelten un "agh, que asco", más adelante ya ni te cuento...


Y me alegro del buen debut de un notable director como Aja, por qué ya ha conseguido algo que muchos otros ni se han acercado: Tener un aceptable debut en USA, y sino que se lo pregunten a Boyle, Kassovitz, Jeunet o incluso a Besson...

Escalofriante film ultra violento. Alexander Aja, firmante de la angustiosa Alta Tensión, saltó el charco para superar a Wes Craven en este remake alucinante. Pocas son las ocasiones en que el gore y la elegancia en la puesta en escena, inusual para el género, se dan la mano de manera tan factible. Las perversidades canibalescas de los mutantes mineros se desarrollan en un páramo desértico y rocoso de traza excepcional. Nada de penumbras que oculten o sugieran lo que ocurre, sino horror en estado puro a plena y sofocante luz del día, decisión bastante inusual en el cine de terror. El uso del panorámico en las yermas extensiones y la excepcional fotografía otorgan una textura malsana, enfermiza y extraordinariamente nítida del desierto como infernal coto de caza. En cuanto a la trama, el film se estructura en una convencional exposición de personajes, ataque del clan de las deformidades congénitas e intento de rescate y venganza por parte de los supervivientes que, escapando a los estándares del miedo, se defienden con uñas y dientes, no ofreciéndose como corderos al matadero, sino respondiendo con una fiereza inusitada.

“Las colinas tienen ojos" es un survival-horror en toda regla que desafía el aguante de los estómagos más curtidos, una espiral de sangre, persecución y tripas al aire muy bien ejecutada, en la que además cabe cierto tono crítico. Esas casas con dummies protofamiliares devastados, como el sueño americano reducido a restos postnucleares, esas banderas hondeando al viento entre arena y sangre, las decadentes emisiones de programas de televisión pro-yankis, etc. "Vosotros nos convertisteis en esto..." es la acusación a una civilización que ha creado sus propios monstruos para abandonarlos a su suerte. Quizás parezca un análisis demasiado profundo, pero todos esos detalles aderezan la simpleza de la historia y la distancian del mero "corre que te pillo".

Una película recomendable para fans del gore y el terror extremo, a la que no deberían recurrir aquellos que adolecen de exceso de empatía.

En su aniversario de boda "Big Bob" Carter embarca a toda la familia en una vieja caravana para que crucen California juntos; un viaje que no hace feliz a ninguno de los disímiles integrantes.

Al respostar en una gasolinera, un viejo les indica un atajo alejado de la carretera principal - supuestamente, les ahorrará más de dos horas de camino.
En el trayecto tienen un accidente quedándose solos en medio del gran desierto de California. Pero no están solos.

Veintinueve años después y con más de trece millones de presupuesto que entonces, Alexandre Aja nos presenta su remake de la película homónima de West Craven, coincidiendo con gran parte del equipo que trabajó a sus órdenes en "Alta Tensión" (2004).

El paralelismo entre ambas es más que innegable: en los dos casos han tenido problemas con la censura - la de Craven se censuró en Argentina, Australia, Finlandia, Inglaterra (clasificada como X) y Estados unidos; y en la de Aja se vieron obligados a cortar dos minutos del montaje original para burlar la clasificación "R" en Estados Unidos-, ambos directores tienen una respetada reputación en esto de las películas de terror, en las dos cintas el reparto no es de figuras principales y , por último, las dos películas están basadas en la familia Sawney Bean -que actuaban como caníbales en la Escocia del S. XVII.

La principal diferencia radica en el motivo subyacente de todo el argumento: Craven - dejando más a la imaginación del espectador- no nos indica quienes son esos seres que atacan a la familia de viajeros, qué hacen en el desierto, y porqué matan; la versión "mejorada" explica estas incógnitas con la justificación de las mutaciones genéticas debidas a las pruebas nucleares realizadas por el gobierno estadounidense en los años 50 y que nunca fueron públicamente reconocidas.

Una película cuyo comienzo nos recuerda irremediablemente a "La matanza de Texas" y con los típicos tópicos de las películas de terror: rubia atractiva que cual Teniente O´Neill resurge de su ñoñería conviertiéndose en una auténtica guerrera en lucha contra las criaturas mutantes; desvíos en carreteras secundarias que deparan el encuentro con seres deformes, patriotismo latente - con bandera de Estados Unidos incluída-, dominio absoluto de las armas - aún por el "demócrata" del grupo, en contra de las proezas armamentísticas- etc. Una película con sus incongruencias - ¿ cómo es posible que la familia de deformes, que lleva más de 50 años alejada de la civilización, tenga ese perfecto dominio del lenguaje, por mucha televisión en blanco y negro que tengan en su casa?-, sus exageraciones - matan a todos los transeuntes que, despistados, se atreven a pasar por sus dominios como venganza por los experimentos del gobierno, achacándoles toda la responsabilidad por lo que antaño les ocurriera- y sus fáciles golpes efectistas.

Sigue en spoiler sin revelar nada...

Alexander Aja ha conseguido algo que no había conseguido nadie aún, convertir el género slasher en uno de mis favoritos.

Después de ver "Alta Tensión" (otra genial peli del maestro Aja), pensé que era imposible mejorar el nivel y vaya si lo ha mejorado...

Esta película es una pasada, si te gusta la violencia, Aja es tu director. Nadie como él rueda los cortes, hachazos, tiros, golpes y todo lo que sea gore que sale en esta película. Cuando ves una clavada de hacha en la cabeza de alguien hasta te duele a ti mismo. El efectismo está puesto donde tiene que estar, los litros de sangre atravesando gargantas también. Y lo mejor es que te pone en tension todo el puto rato... Nunca sabes lo que va a pasar, es cruda, dura, real y super angustiosa.

Solo me queda agradecerle a Aja la resurreccion de un género que estaba más muerto que vivo, ya tocaba que alguien hiciera pelis gore sin poner delante un monton de adolescentes cachonos/as, que en vez de dar miedo solo enseñaran las tetas y sin crear ningun tipo de tensión.

Ahora a esperar a que salga "Mirrors" su próxima obra. Adiós.

Mucha gente sique estancada en las películas en blanco y negro, me parece muy bien, mejor para ellos. La gente que sepa de cine no es la que se estanca en un sólo género, es la que va al cine a pasar un buen rato, o malo como es el caso. Yo lo pasé mal viendola y saqué buenas conclusiones al salir del cine, creo que consiguió lo que quería. Hacer una peli en rojo y negro.

Esta versión del clásico de terror deja mucho que desear ya que a parte de no tener nada de terrorífica el director consigue que sea totalmente desagradable.
Lo único que cabe destacar de la película es la gran actuación del perro, el cual supera con creces la valentía y la inteligencia del resto de los personajes, quienes como mínimo, son absurdos.
Propongo que si hacen una segunda parte omitan a la familia americana y la sustituyan por la familia del perro, que seguro que aporta más inteligencia e intriga a la historia.

El remake de Alexandre Aja del filme de Wes Craven aporta únicamente los exteriores. Ese desierto amarillento e inhóspito perdido en medio de la nada con un pueblo fantasma incluido.
Las demás aportaciones entran dentro del catálogo de erratas habituales en el nuevo terror palomitero: todo un arsenal de sustos efectistas, mucha más acción, mucho más maquillaje y una lluvia gore no apta para todos los paladares.

Se pierden demasiadas cosas interesantes de la original como la mala leche que llevaban algunos de los diálogos de Craven y la estética realista con préstamos del documental.

Alexandre Aja prefiere lo grotesco y lo explícito, pero transforma a los verdugos en víctimas de la energía nuclear. De unos trogloditas caníbales a una familia que podría formar parte de los X-men con distintos hábitos alimenticios.
Todo está encaminado a mostrar un espectáculo gore, de acción y consumo con momentos lamentables (ver spoiler).

"Las colinas tienen ojos" entra dentro de ese nuevo cine de terror sin capacidad de perdurar. Un artefacto para mantener aterrorizado al espectador durante 90 minutos y que después olvide todo en 90 segundos. Eso sí, pasando antes por caja.

Este remake sigue la estela de las películas de género de terror de hoy en dia, en donde se busca más la masacre y la sangre por doquier que el propio sentimiento de miedo, suspense y terror psicológico.No obstante, dentro de este género y basándonos en los últimos años, es una de las pelis más interesantes.

Bueno, es una película buena, hay que admitirlo, que no tiene mucha coherencia? No. Que esta de tópicos hasta el moño? Sí. Que los personajes son muy superficiales? Por supuesto.

Pero es la ostia de acojonante, mi opinión personal es: no te involuuucrees, que seraa peoor. No te metas en la piel de los pobres desgraciados de la caravana, que te cogerá un trauma. En serio. Una cosa que me ha gustado es el principio, y la música.

Las actuaciones, o por lo menos los doblajes, estan bastante bien, sobretodo los de el niño y su madre, yo me lo creí.

Visceras y porquerías. Sí. Pero no son para tanto.

Que quede claro, NO ES UNA OBRA MAESTRA DEL CINE, pero es muy interesante, no pierde el ritmo y puede llegar a poner los pelos de punta.

En spoiler, algunos momentos:

No recuerdo haber visto la primera versión de 1.977 pero esta del 2.014 es una salvajada... sangre, horror, escalofríos, caras deformadas.

La tensión acecha, y eso que todos sabemos, leyendo el argumento, lo que va a suceder, lo único que nos mantiene pendientes es saber de que manera provocará nuestro horror...

Se suscribe dentro del más clásico de los terrores, el que todos buscan y disfrutan, pese al mal rato que se pasa.

No sabría si recomendarla o no... A mi pese a que no soy mucho de terrores, me entretuvo.

En décadas anteriores, la ignorancia acerca de los efectos secundarios de la radiación dieron origen a productos actualmente ridículos como la del hombre menguante, todas las de godzilla, e incluso la película que han calcado en este bodrío, ya en su momento de una memez aberrante. Pero que en el siglo XXI, y sabiendo que la radiación o mata o provoca tumores a granel, resulta patético a nivel catedralício que se insista en el disparate.
La peli es mala de narices, con unos protagonistas de bajísimo nivel (si son malos, que la mejor actuación la hace un perro), y una ausencia de guión que queda más que patente en escenas como la del homenaje a Mc Gyver, o en las bochornosas escenas finales.
Parece una broma que tenga tan buenas críticas y puntuaciones, aunque si se revisa qué películas han comentado quienes tienen tanta generosidad en el voto, se comprende. Sobre todo, en el caso de quien dice que un nueve suyo es algo difícil, y puntúa igual de espléndidamente peliculones de la talla de "Scary movie 4" o "Hostel".
Un poco de seriedad, por favor, que hay quien se basa en las opiniones aquí vertidas para elegír posíble película a ver (y, desde luego, que el cine no es nada barato).
Sólo recomendable para omnívoros del pseudoterror, fans de Uwe Boll, y narcolépticos en estado crítico.

No he terminado de verla. Es más, ni siquiera he visto la escena de la caravana. En cuanto me he empezado a oler el percal, la he apagado.

Me gusta terminar de ver las películas. No me importa que sean muy malas. Lo que no me gusta ni un pelo es que la película tenga malicia. No me gusta ni un pelo que el objetivo de la película no sea entretener, sino hacer daño.

El amigo Aja parece que no tiene muchos escrúpulos, y le importa un pimiento. Esta película, desde el comienzo va buscando la perversidad de herir con todos los recursos y todas las ganas que su director puede poner. Y hasta donde yo he visto, lo consigue.

Esta película nunca se debía haber hecho. No me puedo imaginar los trastornos que puede haber provocado el visionado de esta bazofia en niños, que por estar en lugar equivocado, la han llegado a ver.

No comprendo como puede haber una sola persona que haya disfrutado viendo esta animalada. Me acongoja comprobar que haya tantos que permitan que otra persona les haga ver con su beneplácito, los excesos más brutales que se le pueda ocurrir. Todo tiene un límite, y hay que saber rechazar la podredumbre antes de consumirla.

Aja no entiende que no todo lo que puede desear el hombre es bueno. Es más, creo que no quiere entender que la diferencia entre lo bueno y lo malo. El va a lo suyo. Sabe que puede destacar con menos esfuerzo haciendo cosas llamativamente obscenas, que algo de calidad. Tiene menos competencia, y además no está a su alcance hacer otra cosa.

Acaba de salir su último vómito, Piraña 3D. No creo que sea peor que esta, ni mucho menos, pero confirma su línea de trabajo. Santiago Segura a su lado, es un Pocoyó con mucha clase.

"Las colinas tienen ojos" y yo hubiera deseado no tenerlos para ahorrarme este bodrio absurdo en el que más que intrigar o asustar lo que hace es repugnar.
También me hubiera gustado no tener oídos para evitar esa terrible música digna más bien de un film de ciencia ficción, excesiva hasta decir basta.
Empieza más o menos bien, con una historia interesante que incluso hasta las primeras muertes resulta de lo más convincente.
Luego decae en un festín de sangrías y sin sentidos debido en su mayor parte a la exageración visual y gratuita a la que nos exponen.
Agradecemos al director esos estupendos primeros planos a las cabezas aniquiladas de los personajes, a las vísceras en todo su esplendor, a ese despliegue de ketchup que acabó con todas las existencias del tomate Orlando.

No se lleven a engaños, detrás de esa lograda foto del cartel promocional no hay más que un pastiche de tomo y lomo dispuesto a revolver los estómagos de todos los espectadores.
Más bien deberían pagarnos por aguantar semejante matadero visual.

Como yo no he tenido el gustazo (o la desgracia, vete tú a saber) de haber visto la película original de Wes Craven en la que se basa este remake, voy a pasar de hacer comparaciones entre ambas. Pero eso no significa que no pueda hablar de otras películas a la vez que comento ésta porque, a grandes (y pequeños) rasgos, la mayoría de los filmes del (por lo común denostado) género slasher se parecen tanto como dos gotas de agua. Por supuesto la película de Ajá no es una excepción.
LAS COLINAS TIENEN OJOS pasa prácticamente por todos los tópicos del género. Haciendo memoria creo que no se deja ni uno sólo en el tintero. Los que hayan visto películas como LA MATANZA DE TEXAS, KM 666 (primer remake inconfeso de la película de Craven) o LA CASA DE CERA, sabrán más o menos por dónde pueden ir los tiros: tenemos una familia republicana cruzando el desierto de Nuevo México en una flamante caravana hasta que ¡oh, sorpresa! se ven obligados a detenerse tras un inoportuno pinchazo. A partir de ahí quedarán a merced de otra familia (o lo que quiera que sea eso) de caníbales deformes con una asombrosa resistencia a los hachazos, golpes, apuñalamientos, disparos y explosiones que, paulatinamente, irán dando cuenta de ellos. Como suele ser habitual resulta bastante fácil adivinar quién va a sobrevivir y quién no. Además la “importancia” de los personajes varía de un momento a otro, de modo que casi todos, viendo que la acción recae básicamente sobre dos de ellos, están poco menos que troquelados. Los roles también navegan por el cauce de lo tópico y facilón. El padre machote, la madre piadosa, la hija responsable, la sexualmente agresiva, el hijo pequeño pero espabilado y el cuñado simplón que no encaja en la familia.

He leído algunas de las críticas anteriores de este film y la verdad, no se bien que decir...

Alexandre Aja impactó a medio mundo, (para bien o para mal), con la tremenda "ALTA TENSIÓN", y esta película, en lo que se refiere al tema "gore" o "casquería", como dicen algunos, es también tremenda a su manera.

No recuerdo muy bien la 1ª versión de Craven, pero las interpretaciones de este remake son de risa, y la música "heavy" no ayuda mucho, pero hay que reconocer que es brutalmente impactante, y creo que supone uno de los films de terror más apreciables en lo que llevamos de 2006, por lo cual se puede recomendar más o menos.

Eso sí, los que tengan el estómago sensible ese día, mejor pasen de ella.

Se ha alabado a Alejandro Ajá, apodado la Bestia Francesa, por su debut con Alta Tensión. Aquí sigue marcando su buen hacer.

En las películas de terror, los protagonistas suelen ser libidinosos jóvenes, cargados de arquetipos, que dicen más estupideces que palabras sensatas. Los diseñan así para que nos diviertan ver como los matan luego. Pero aquí, cuando la victima es una familia, la cosa cambia, te preocupa y deseas que no le pase nada, el director lo sabe y por eso nos muestra la primera mitad una road-movie familiar.
El ritmo de la película es de un correcto crecento, primero costumbrista, para conocer a la familia, después las sospechas, la intriga y el primer sentimiento de miedo que tiene el hijo joven, El punto álgido, la de mayor violencia y angustia, que separa la parte amable del film para introducirnos en la parte final, supervivencia y odisea, que alterna el sigilo con la acción brutal.
Se sabe que los malos de la película son una familia de mutantes, productos de las pruebas militares sobre el desierto y la mina. Son dos generaciones de mutantes, cuyos padres se negaron a abandonar la zona y se escondieron en las minas, donde criaron a los niños. Algunos se asemejan a las bestias: retraso mental, salvajismo; otros, los astutos, organizan a los demás: vigilar forasteros, ordenes, control con waltie-talkie.
Sin embargo, también están los niños, que son inocentes y sin maldad. No parecen tener ese rencor intrínseco a los Normales, quizás al no haber sido educados como sus padres o el cambio generacional tenga algo que ver.
Lo más significativo de la familia mutante es el amor-odio QUE SIENTEN hacia su país. Por culpa de su gobierno militar que los obligó a nacer así deformados y a sus padres a refugiarse en un túnel subterráneo, por culpa de los normales que los desprecian y rehuyen, pero aman a su país después de todo y a sus gentes les tiene envidia: no quitaron los maniquís de prueba que pueblan su pueblo ni sus casas (construidas para valorar como podía afectar una bomba nuclear a la población civil, resultando ser un buen refugio, aunque parezcan deshabitadas como un misterioso pueblo fantasma) adornadas en los años 50, incluso la televisión está estancada en esa época. Añoran lo que no pueden tener (ejemplo es el mutante gordo y calvo peinando entretenido una peluca mientras ve la tele). El jefe de ellos, un macro encéfalo, incapaz de moverse, canta emocionado el himno nacional. Demostrando mejor que nadie lo que es patriota, adorar a un país imperfecto que los condenó al dolor, pero nunca sin dejar de odiarlo en el fondo.