arrow

12 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Meritorio Debut
El debut de Manuel Huerga en la dirección supuso un comienzo interesante cuando menos que fue una pena no tuviera una continuidad mayor como realizador, pues no pudimos ver su siguiente film hasta 11 años después con "Salvador". Si bien la película comete bastantes errores y peca de un exceso de pretensiones, demasiado estilizada y a veces distante y demasiado benevolente con sus personajes (el director toma descarado partido por sus antihéroes y también lo hace por su ausencia de moral en un mundo en el que hay que mojarse un poco más y hay que andarse con cuidado en lo que se idealiza). Le sobran, al menos tal y como están planteados, algunos personajes: surrealista el personaje de Walter Vidarte y cercano a la risa el sicario encarnado por el gran Angel de Andrés López. Y sobre todos el arquetípico rol de ganster psicótico aún más demencial gracias a la infame interpretación de un histriónico José Manuel Lorezo.
Sin embargo, es de agradecer el cultivo de un género sin tradición en la cultura española. Por que Antártida es una Road Movie con todas las de la ley, con el tradicional viaje interno y externo de personajes perdidos por caminos y actitudes, con su meta utópica, su destino improbable que por fin se demuestra únicamente personal.
La película tiene momentos divertidos y momentos tiernos (muy divertido el personaje del relaciones públicas de discoteca, muerto al dormirse en el coche que los protagonistas empujan por la carretera). Y cuenta fundamentalmente con la versátil Ariadna Gil y un chaval con presencia como Carlos Fuentes que ha merecido una carrera más estable.
Si las películas se miden por las sensaciones que nos dejan después de verla, ésta es una película digna que hace pasar algunos buenos ratos.
[Leer más +]
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Jóvenes y perdedores heroinómanos.
Inspirada por una canción de John Cale (quién se autointerpreta en la película) supone la ópera prima de Huerga, un film arriesgado, ecléctico y desigual, pero de indiscutible interés. Genéricamente combina road-movie con thriller para acabar todo en un drama poético e intimista centrado en dos heroinómanos (Gil/Fuentes) que tras robar nueve kilos de droga huyen de los narcotraficantes. Influenciada por la literatura "beat" y el cine de Lynch, Huerga en su intento de demostrar una personalidad creativa acaba por crear una película indefinida estilística y narrativamente, lo cual acaba perjudicando su resultado final.
El resto es más que aceptable y válido, especialmente en lo referente a los dos jóvenes heroinómanos: entregados en su sus papeles, Gil (siempre espléndida) y el debutante Fuentes (buen y estimulante brío en su trabajo) componen dos personajes queribles, desesperanzados, perdedores, marginados, con los que el espectador puede identificarse y seguir la historia con interés (spoiler). Brilla en el papel secundario Juana Ginzo. Huerga no continuó casi su carrera para alinearse con los Barroso, Medem o Aménabar.
[Leer más +]
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La búsqueda de un refugio seguro, no siempre aparece
Antártica trata sobre los traficantes de drogas, se destaca en la misma el fuerte contenido visual, al grado que ganó el Premio Goya como mejor fotografía. Además de las nominaciones para mejor actor revelación (Carlos Fuentes), mejor actriz principal (Ariadna Gil) y mejor director novel (Manuel Huerga).

Maria (Ariadna Gil), una frustrada cantante de rock, es una chica desesperada, sin ninguna ilusión, incapaz de superar su adicción a las drogas, sólo con ganas de acabar de una vez por todas con su existencia. Su última hazaña ha sido robar una gran cantidad de coca (nueve kilos) y huir junto a un inmaduro e inexperto muchacho, Rafa (Carlos Fuentes).

Serán objeto de una cruel persecución por parte de los narcotraficantes dueños de la droga y policías corruptos que quieren recuperar su mercancía. María y Rafa emprenden un camino de huida y un viaje interior que les lleva a aceptarse a sí mismos. Un viaje hacia un lugar idílico donde es posible el amor, la amistad y sobre todo, la vida.

El título y la historia de la película nacen de la búsqueda de un refugio seguro, para María y Rafa, el cual debería ser un lugar desconocido y con la frialdad de la heroína a la que es adicta la protagonista.
[Leer más +]
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Yo siempre he sido yonki
Ya cuando era pequeñito abría las bolsas de pipas y me las comía con cáscara y todo, a puñados, con ansiedad porque pensaba que se me iban a acabar...

Qué triste es ser un adicto, llevar dentro ese gen loco que te hace ser un yonki ya de pequeñito y estar condenado en vida. El cine español ha retratado de muchas maneras la vida de los adictos a las drogas, que llegan por diferentes motivos pero no saben salir de ahí. Los caminos se cruzan en las vidas de dos actores excepcionales (al menos aquí) para iniciar una especial road movie durante la cual tendremos tiempo de conocer sus historias. En boca de Fuentes explica que un amigo era ya yonki desde que comía pipas siendo un crío, y tras su verborrea incesante vamos conociéndolo mejor. Lo de ella es distinto, pero al fin y al cabo es la misma tragedia.

Tras ellos, una sucosa lista de personajes raros, mafiosos, policías corruptos y mucha mala leche. En mi opinión se trata de una muestra de cine español por encima de la media acostumbrada, con una historia no muy original pero con muchos aciertos puntuales. Los dos actores clavan sus personajes y los que les siguen también están a la altura. Para que un tipo de película así sea completa de verdad ha de haber acción, sangre, muertes y mala leche. Los contrapuntos entre esa violencia y las historias personales de los protagonistas me han parecido muy adecuados. Hay un equilibrio que no es fácil conseguir.
[Leer más +]
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Antes de requiem por un sueño estuvo Antártida
Película de antihéroes, de perdedores en una suerte de road movie de huída, en el que la química entre una Ariadna un poco sobreactuada y un parlanchín Carlos Fuentes que roza el caer pesado en alguna escena y que, poco a poco, tras un par de películas meritorias, empezó a diluirse hasta desaparecer casi por completo denla escena cinematográfica nacional. Lo peor lo poco creíbles hermanos Lorenzo en el papel de policías malotes
[Leer más +]
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Amantes yonquis a la fuga
Antártida es una suerte de notable epílogo del cine quinqui, y con bastante más calidad que la inmensa mayoría de aquellas películas.
Manuel Huerga, un director de lo más interesante (no se pierdan Salvador), rueda una emotiva crónica del viaje físico, romántico y emocional de María y Rafa, dos jóvenes enganchados a la droga y a una relación que funciona en la huida. Uno de los grandes tópicos del cine criminal: dos jóvenes amantes a la fuga, perseguidos por la ley. En este caso, la ley son los hermanos Lorenzo, José Manuel (en una de sus escasísimas apariciones como actor, ya que es mucho más conocido como productor) y Francis, en dos personajes estupendos y contrapuestos que tienen un enorme peso en la trama. Aunque por supuesto, el gran atractivo de la cinta es la química entre una jovencísima y fantástica Ariadna Gil y un excelente Carlos Fuentes en su debut en la pantalla. Un personaje, Rafa, adorable y cercano que le valió a Fuentes una candidatura al Goya.
Una película más que notable, entretenida, emotiva y llena de momentos y detalles para recordar (atención a su clímax final).
[Leer más +]
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Impostada
Poco creíble y rodada con escasos medios. Cuando un tipo se despeña con el coche ni siquiera se ve cómo queda, no ya la caída. El momento de ella como cantante lo resuelve sin voz y con otra música.
La historia está muy trillada y los personajes muy impostados. Ariadna Gil no está metida en el papel, porque se ve que lo intenta y no le sale. “Sí, tía” por arriba, “sí, tía” por abajo. Fuentes, al que premiaron, no para de hablar en unos parlamentos tópicos y sin sentido.
No es buen actor, como el tiempo acabó de demostrar. Hace lo que puede pero se ve también que está pensando en actuar que es lo que les ocurre a los actores mediocres. Eso, sí, queda muy fotogénico el muchacho, que entonces tenía 18 o 19 años.
[Leer más +]
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Una pérdida de tiempo
Antártida es una especie de Amor a quemarropa a la española en la que una pareja de yonkis roba nueve kilos de heroína a un traficante, más de lo que esperaban, y son perseguidos sin tregua por un grupo de traficantes y policías corruptos.

En plena proyección de su carrera, la prometedora Ariadna Gil rodó este fallido thriller tipo road movie con apuntes de comedia y algunas dosis de acción, que naufraga por la poca verosimilitud y carisma de los personajes. La misma Ariadna se pasa media película colocada, a Carlos Fuentes únicamente le entiendo un 40% de lo que habla, Walter Vidarte no se sabe qué pinta en la trama, el personaje de la abuela de Fuentes no hay por donde cogerlo, y en cuanto a los perseguidores, a José Manuel Lorenzo lo encuentro sobreactuado, Ángel de Andrés López desaprovechado y el único que se salva es Francis Lorenzo correcto sin más.

En definitiva, una decepción.
[Leer más +]
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La caníbal y el buscador de hielo
Recorren el camino. Derrota, trauma, sangre, desprecio, dinero y mucho azúcar marrón.
"Pueblos, ciudades, nueve kilos de heroína y un plasta, [...] arrastrando aquel cargamento, aquella especie de imán de las desgracias...".

Historia de perdedores de toda la vida. Todavía se evocaban en el cine de nuestro país, y llegados los '90 muchas miradas se dirigían al pasado de la década anterior y al "quinqui", ya en los últimos estertores; de hecho el padrino De la Loma había estrenado su canto del cisne del género ("Tres Días de Libertad"), mientras Montxo Armendáriz daba una visión más moderna, realista y juvenil en "Historias del Kronen". A estos coletazos se adhirió Manuel Huerga, un infatigable dedicado a la televisión desde hacía más de diez años, en el seno de TV3, hasta llegar a ocuparse de emitir los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1.992.
Llegan el legendario productor y distribuidor Andrés Vicente Gómez y su amigo, el también productor Pepo Sol, y deciden darle carta blanca para su primer largometraje; según diría, "Una oportunidad que le pilló desprevenido y enfrentó sin un rumbo determinado". El deseo de adaptar la novela "El Triunfo" forma parte de ese proceso, sin embargo los derechos son muy caros y en su lugar encarga a Francisco Casavella un guión original, que compartiría puntos en común con su libro (situar el lugar de acción y la trama en los '80, y en el mismo entorno marginal que la peripecia literaria del cuarteto de rumberos "Nen", "Topo", "Tostao" y "Palito", sólo que despojada de connotaciones sociopolíticas).

De hecho, el que "Antártida" posea esta ambientación es lo que la acerca realmente a la legitimidad del cine "quinqui", si bien su inspiración espiritual esté en cierta tradición del cine norteamericano. Huerga nos desplaza a la Barcelona de mitad de los '80, en su momento de esplendor heroinómano, extendido como las pandemias actuales; no obstante Casavella no se detiene demasiado en relatos dramáticos ni condenatorios acerca de la adicción, sino que lo usa de telón de fondo para una fábula de ribetes gangsteriles, una pura y dura novela negra de bolsillo en su versión castellana cinematográfica.
Puede ser éste un hándicap o un placer. Visual al menos, al ponerse uno frente a la intensa y terrosa fotografía de Javier Aguirresarobe, que sumerge a los personajes en rincones tan sucios, sofocantes, apestosos y húmedos como los de los géneros de los cuales el director bebe. Pero las vagas ideas de éste, el gusto cinéfilo del guionista y la técnica artificiosa y estilizada de ambos, se mezclan y dejan a la película en una tierra de nadie de márgenes eclécticos y sombríos, empezando porque su argumento está desarrollado entre dos puntos clave: un inicio ininteligible y un final rematadamente absurdo.

En mitad de ello queda la hazaña a la que se embarcan dos yonquis de cuidado: un niño de la calle con alma cándida y una lengua larguísima y una otrora popular cantante que yace derrotada en lugares de mala muerte (la química entre los entonces jóvenes Carlos Fuentes y Ariadna Gil es extraña: insoportable y adorable, inexistente y profunda, sin términos medios). Seres de los barrios bajos que se conocen y entran a formar parte por casualidad de un negocio importante de heroína que llevan los seguramente más despiadados gángsters de la zona.
Pero nunca queda claro qué conecta a la recién unida pareja y sus enemigos, y es que, como dijo Huerga, "Hay partes no muy brillantes fruto de la mala preparación y la falta de costumbre" (y no la falta del presupuesto, que conste). Queda un universo aparte que conocemos con ellos, en una carrera por la vida narrada por Gil con voz sensual y susurrante evocando "La Huida", "Malas Tierras" o "Amor a Quemarropa" (de la que toma bastante) y un estilo cerca de Medem, Barroso, quizás Suárez o Saura, y desde luego De la Loma; universo sin claroscuros, todo sombras, seres miserables, indignos, bajeza moral repugnante y violencia que se extiende como el jaco por las discos de moda.

Pero lejos de la pareja protagonista, retratada con demasiada afección por Huerga (aunque no consigue en absoluto hacer brotar este sentimiento en el espectador) y de la panda que los cazan (quienes son los tipejos sin escrúpulos de siempre, comandados por un oficial corrupto y un chiflado psicótico que se cree que está en el salvaje Oeste (el duro Francis Lorenzo y su hermano José Manuel, haciéndonos sufrir con una de las interpretaciones más sobreactuadas de la Historia del cine español) ), la ristra de secundarios son de esos que aparecen y desaparecen, van y vienen, participando en la historia pero tampoco tanto, porque enseguida se les olvida.
Y el director abre una ventana para dejar que estos personajes salten a una realidad inverosímil, a menudo delirante, a ratos lúgubre, quebrada por los cortos "flashbacks" del pasado de María, enterrado en bares, sexo y drogas, y por ciertas notas de humor negro extraño; el tono marca la inventiva formal y a la vez la irregularidad de la trama, que bien se estanca de cuando en cuando en las paradas que hace o se dispara por la presencia de los mafiosos, quienes por cierto nunca se explica bien cómo demonios han llegado al siguiente escenario. De fondo el paisaje rural español abriendo un mundo de esperanza y John Cale de los Velvet Underground deleitándonos con sus canciones sobre perdedores sin remedio...

La presencia de los grandes Walter Vidarte y Ángel de Andrés es innecesaria y el último tramo, con sus maniobras increíbles (en el sentido más estricto del término) y su ambiente enrarecido, termina por llevar esta aventura al puro surrealismo rural, casi de José Luis Cuerda.
"Rara avis" patria, visceral "road movie", estresante, ridícula, viscosa, emocional. Huerga no quedó contento ni pudo deshacer sus errores de principiante; por eso, aun con su buena acogida en los Goya (Vicente Gómez, que estaba detrás, se ocupó de ello...), tardó mucho en volver a acercarse al cine.
[Leer más +]
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Muy interesante peli underground... Notable radiografía del submundo yonqui finales años 80-principios 90.
Pues ello, peli cañí y con un acertado toque underground sobre el submundo yonqui y cómo arrastra a los que están metidos. Ariadna Gil es toda la película, excelente interpretación, parece que va hasta metida, ¡qué gran actriz! Y su escudero del vicio también tiene su gracia el chaval. La peli empieza con mucha fuerza, se suceden historias variopintas, cierto que al final la cosa ya decae bastante y se enreda; pero en todo caso, peli cañí y castiza, muy buenas interpretaciones de los actores principales. Típica peli que apetece ver en algunos momentos alternativos al mainstream.
[Leer más +]
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Horripilante y risible thriller hispano
¿Por dónde empiezo? Porque no hay nada salvable. O quizá sí, y no es una broma: Francis Lorenzo hace el papel más contenido de su vida y hasta parece un buen actor. Y todo gracias a su hermano José Manuel, que se marca una de las mayores sobreactuaciones jamás vistas en una pantalla de cine en la piel de un gangster totalmente salido de madre y que roza la parodia más letal que firmaría todo un Jose Mota.

"Antártida" es una road movie de todo a cien, con un guión simple y mil veces visto de unos balas perdidas (Ariadna Gil y Carlos Fuentes) dando el palo a la gente equivocada, lo que convierte su existencia en una huida de unos tenaces mafiosos con apoyo policial. Que la historia no sea original no la hace mala, pero sí la cantidad de detalles mal contados que le restan credibilidad e interés. Los guionistas pusieron más empeño en escribir unos diálogos insoportablemente ridículos, impostados y muy poco naturales. Y decidieron que el pobre Carlos Fuentes (muy guapete el chaval, pero algún malnacido le convenció de que valía para actuar) se tirase toda la película sin cerrar el pico, soltando una parida tras otra. Ariadna Gil, o más bien su personaje, no es la única que sufre la insustancial verborrea de su compañero. El personaje de Fuentes se hace odioso desde el primer hasta el último minuto. Del elenco actoral sólo salvo al citado más arriba Francis Lorenzo y en ciertos momentos a Gil, cuya interpretación de una yonki hundida en la apatía llega a ser también exasperante. Eso sí, como toda actriz nacional que se precie enseña peras y parrús, con lo que al menos sus fans tendrán algo para sacar en positivo del film.

Sigo en spoiler.
[Leer más +]
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Tiene momentos por los que se deja ver.
Cuando me disponía a revisar esta película, me sonaba haberla visto ya antes pero me sorprendió ver la moderada puntuación que la había puesto pues el argumento me parecía prometedor. En cambio no se puede decir que sea gran cosa, la fotografía ocre (supuestamente intencionada) quita sabor a la filmación de unos sucesos que tampoco cumplen con las expectativas de la premisa. El personaje que acompaña a la joven cantante lo encuentro insoportable. Al de Ariadna Gil aparte de no resultar atractivo, le falta un hervor pues no es una mujer ni racional ni demasiado avispada. En general no se trata de un personaje femenino seductor. Su apatía contrasta con la vehemencia de su insufrible e inmaduro acompañante en un viaje que se antoja más bien como un disparate que como una huida de la muerte o peregrinación hacia un nuevo destino. ¿Que así se comportan y son los drogadictos? No lo voy a negar, pero si hay rasgos que no me atraen, me disgustan o no me parecen componentes de una filmación notable pues no hay nada que hacer. Aunque sea minimamente entretenida, de hecho luego mejora, al final adquiere más ritmo y contiene alguna secuencia de acción, el balance no permite más de un aprobado.
[Leer más +]
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver críticas con texto completo
Más información sobre
Fichas más visitadas