72 Críticas de los usuarios

Un año esperando esta película, tenía muchas expectativas, aunque ya el trailer no anticipaba nada bueno. Que me gusten las películas de zombies, de hecho soy fanático, no significa que deba ponerme una venda en los ojos porque aparece un nombre como el de Romero en los créditos. No entiendo por qué la gente tiende a encontrarle todo bueno a ciertos personajes, un par de ejemplos aparte del que nos ocupa hoy: John Carpenter y Woody Allen. Me imagino que es simple esnobismo.
La historia de este filme es bastante simple, vale decir, el guión no es nada espectacular (ni nada novedoso), por lo menos mantiene cierto interés, pero se cae en todos los tópicos de las películas de Romero. La gente encerrada, los militares malos, la banda de inadaptados (por cierto, el jefe de la pandilla tenía más corazón que mi abuelita), el virus desconocido, los cazadores de zombies sin compasión, se vuelve al mismo tema de que los malos son los hombres y no los zombies, la verdad que explotar la misma fórmula después de 40 años me parece por lo menos reprochable. Pero la gran falencia de este filme no es el guión, sino los personajes y actores. Los personajes son irrisorios y los actores patéticos, ojo con la chica protagonista y el viejo del whisky, una sobresale por lo mal actriz que es (hay que escucharle los discursos en inglés, por cierto, no estoy de acuerdo de que opinen sobre actuaciones quienes ven las películas dobladas) y el otro porque realmente da risa, muy malo también (ni hablar del tipo disfrazado de momia y su persecución de la rubia, digno de sketch de Chaplin). Hay ciertos diálogos que pretenden ser profundos y críticos, pero se quedan en versos baratos en boca de estudiantes huecos por donde se los mire. El trabajo de cámara no es para nada realista, nunca te da la sensación de que es una película casual lo que estás viendo, en ese aspecto REC, Redapted y Cloverfield son muy superiores, y qué diablos, en todo aspecto son inmensamente superiores. Romero debió jubilarse después de la mediocre Land of the Dead, porque este Diario de los Muertos no da miedo, da risa.

Recapitulemos: George A. Romero, un tipo muy listo que esconde bajo sus cintas de zombies un mensaje político bastante claro, que critica a todo cristo camuflándolo en tramas a priori utópicas pero con un alto contenido que busca remover mierda. "Diary of the Dead", quinta película de su saga de zombies, vuelve a intentar repetir esta tendencia. Pero la caga. Y lo hace por que parece una cinta rodada por un tipo amateur y no por él, por que tiene fallos de novatillo y se equivoca en lo que nunca le había pasado.

Montones de incoherencias, como que los zombies pasen al lado del cámara y no le ataquen nunca -en cambio a las personas que están a su lado, si-, que toda la película sea cámara en mano y la grabación sea profesional en lugar de improvisada, como ocurría con la magnífica [REC] e incluso la apestosa "El proyecto de la Bruja de Blair". O que la historia tenga agujeros. Esto en realidad es lo de menos. Lo peor es que la cinta no causa tensión ni causa apenas sustos.

Y yo, ciertamente, lo echo de menos. Me acojoné con "La noche de los muertos vivientes", una cinta tremendamente opresiva, al igual que la fallida "Zombi", que al menos contaba con una grandiosa ambientación. "El día de los muertos" tiene un tramo final que probablemente sea de lo más terrorífico filmado en el género, y "La tierra de los muertos" era un bodrio. Ok: "Diary of the Dead" no tiene nada. Y no me sirve el pretexto de que Romero quería crear una parodia. Eso lo hace 2-3 veces de forma decente, pero nada más.

La película es totalmente reiterativa, continuamente nos cuentan como el grupo va a una localización, son atacados por algún zombie, muere alguno de los chavales y vuelven a moverse. El ciclo se reinicia y así hasta el final. Parecen Willy Fog y sus amigos. Así, en total, la cinta me produce total indiferencia: no provoca nauseas, pero tampoco ninguna otra sensación. Una de esas que se olvidan en dos días, pese a contar con un secundario grandioso: Samuel, el mudito. Mi nuevo héroe. Si queréis una buena peli de zombies, buscad en otro sitio. En España mismamente: [REC] es la solución.

Que esta película te guste o no, no va a depender de su calidad técnica o sus virtudes estéticas. Ni siquiera de la coherencia o verisimilitud de su guión. En gran medida, el resultado que esta pieza de gore te cause estará condicionado por el aguante que consideres tener ante una nueva repetición del mismo tema, con todos sus tópicos y típicos.

Papá Romero, tras producir y guionizar la nueva y brillante versión de su Dawn of the Dead, y ulteriormente volver a la carga con La Tierra de los Muertos, arremete con una nueva producción de zombies hambrientos de carne humana. Un punto de arranque conocido hasta la saciedad por todo cinéfago y que supone a la vez el punto fuerte y débil de esta obra. Me explico: si te va el rollo zombie y eres de aquellos nictófilos que se tragan a las tantas de la madrugada cualquier proyección casposa de muertos vivientes sin protestar, esta película te gustará como para aprobarla. Buenos fx sangrientos, zombies torpones, caos postapocalíptico, pesimismo made in Romero, algo de moraleja política y un extenso etcétera de consabidos tópicos. Solo una cámara documental que suple al objetivo fijo intenta modernizar la cosa, en mi opinión, sin mucho éxito.

Pero todas estas características que al fiel seguidor complacerán hasta cierta medida son también el arma sin herrumbre del film. Y es que otro gran sector de los espectadores se sentirá estafado ante otra obra más de muertos caníbales, por mucho que sea George A. Romero quien se pone tras el objetivo y firma el guion. El pretexto de cámara documental, sin acabado profesional, no bastará para que esta obra se salve y, con seguridad, levantará irritabilidad entre muchos que la llegarán a tildar, seguramente, de fraude, imitación barata u oportunismo.

Mucho se ha rodado sobre difuntos que regresan a la vida para cometer tropelías antropófagas. Desde que en el año 68 La Noche de los Muertos Vivientes (de cuyos negativos se guarda copia en el Museo de Arte Moderno de New York) abriera el camino, cientos de cintas lo han seguido con mejores o peores resultados. Esta no va a ser la última, sin duda, ni tampoco la mejor. Pero habiendo visto decenas de ellas, en la soledad selénica o en la compañía de colegas descerebrados, hay que reconocer que esta no está tan mal. Solo hay que ver alguna de Fulci o Schnass para comprobarlo (me perdonen ambos autores, por favor, y quede claro que Fulci me encanta).
En fin, que nuevamente nos vemos en el brete de la subjetividad de cada cual como criterio y la imposibilidad de emitir juicios categóricos sobre una peli que te agradará solo si eres un irreductible del terror, el gore y, principalmente, los zombies. Obviamente, yo lo soy y de ahí mi seis para una película que no será del gusto de todos. ¡Advertidos estáis amigos!

Una vez más tenemos que realizar una crítica en contra de la mayoría de las que aparecen en las posiciones de cabecera. Y una vez más que no entiendo que le puede ver la gente a esta cinta, porque graciosa no es, y miedo tampoco da, entonces, ¿qué es?
La historia, un grupo de universitarios descerebrados (ríanse ustedes de los “Scream”, “Se lo que hicisteis…” y demás) se ponen a rodar una cutre cinta de terror, mal comienza la cosa. En esto que en lugar de tomarse unas birras en el catering, se ponen a escuchar la radio (y luego descubrimos que tienen TV, pero mejor la radio que es más "gráfica").
Y en la radio dicen que el mundo se ha vuelto loco, los muertos se levantan, y bla, bla, bla, lo que ya conocen de sobra cualquier persona que haya visto cualquier cinta "zombi". Y como se aburren, pues nada vámonos de juerga con la camioneta, porque de algo hay que llenar la hora y pico de sufrimiento (del espectador se entiende)
Además la cinta esta rodaba en plan cámara en mano, pero de una manera que uno piensa, ¿el director esta ebrio? Nadie en su sano juicio puede rodar un despropósito de tales proporciones, no hay hilo conductor, ni guión, ni los planos están planificados, ni parece existir un “storyboard” donde a cada uno se le explica lo que debe hacer, ni actores (bueno, los hay, pero hubiera sido mejor coger a unos universitarios).
Mala, mala, mala.

Cuando a raíz de su anterior trabajo (“La tierra de los muertos vivientes”, 2005) tuve los arrestos de afirmar que Romero se estaba quedando sin ideas… la cagué. Lo reconozco. En aquellos momentos pensé, con toda franqueza, que el género zombie estaba dando sus últimos coletazos. Que estaba definitivamente agotado. Que una nueva vuelta de tuerca a esas alturas iba a resultar poco menos que imposible.

“El diario de los muertos”, sin embargo, me ha constatado que a Romero aún le queda cuerda para rato. Fundamentalmente porque, desde su ya mítica “La noche de los muertos vivientes”, el rey de los zombies siempre ha sido capaz de reinventar y actualizar su discurso para adaptarlo a los nuevos tiempos. En este caso, no sólo haciendo especial hincapié en el trascendental papel de internet como fuente de comunicación inmediata sino agregándole a su peli, además, un trasfondo filosófico-existencial (“los muertos no son ellos, somos nosotros”) absolutamente acojonante. Y nunca mejor dicho.

Seis trabajadas estrellitas, pues, para una peli que constata que el subgénero zombie goza aún de un envidiable estado de salud y que —al margen de la proporción de látex, sangre y casquería empleadas— sigue teniendo mucho, pero que mucho, que decir.

George está quemado de este género, así lo ha reconocido el mismo, está aburrido, quiere hacer otro tipo de cine, crítico y social, pero no le dan opciones de hacer ese otro tipo de películas, el mismo lo dijo, intenta dar un mensaje dentro de sus trabajos de zombies. El problema, es que con esta ha excedido demasiado ese mensaje, al final lo que le ha salido es algo extraño, ya por la mitad de película comencé a plantearme si esto de verdad era una de zombies o era una película puramente crítica.

Otro punto que le resta credibilidad es la banda sonora (es una película que se supone ha sido grabada con una cámara normal y corriente, no debería por lo tanto tener dicho sonido de fondo), que tenga narrador y otros aspectos que deja a este tipo de películas sin el realismo que se busca con las imágenes. Si George no sabe hacer cine de este tipo, necesitando el narrador entre escena y escena para que la historia fluya, o un hilo musical de fondo para crear en el espectador sensaciones, creo que hubiera sido mejor grabarla como siempre lo ha hecho y cámara en mano.

Me ha decepcionado, venía buscando otra cosa, me gusta las críticas de Romero en sus films, pero esta vez ha dejado en un segundo plano a los zombies, esto no es una película de ellos, de no muertos, es una película de otra cosa.

Las notas en filmaffinity de “Diary of the Dead” y “Resident Evil 3: Extinción” hablan en pocos bocados. Incluso en el festival de cine de terror de San Sebastián tuvo mejor nota el filme de Paul W.S. Anderson con las votaciones del público. ¿Qué ha hecho Romero para producir tanta repulsión? ¿Son tiempos tan difíciles dominados por los mass media que cualquier acercamiento audiovisual como exponente es aterrador? ¿Tenemos suficiente con la cultura youtube o el streaming en nuestra propia realidad?

Con la cámara por testigo; la cámara puede ver y lo que la cámara ve es lo que la audiencia verá, sus ojos en promedio hertziano. El ejército, la religión, el black power, los medios de comunicación, el cine… y la realidad… Desde “La bruja de Blair” hasta “La cámara secreta” todo es vinculado y vinculatorio. La película de terror de serie Z se convierte en vídeo-realidad. Romero lapida al Zynder con ‘si estás muerto y corres te romperás los tobillos’ pero el público a su vez no le perdona a Romero sus visitas a lugares comunes y recursos de guión explotados por el género y perdonados en innumerables ocasiones por sus seguidores. Los viajes, muertos o vivos, viajes al fin y al cabo son.

Si algo ha cambiado desde que Romero sentase cátedra con “La noche de los muertos vivientes” es la sociedad que retrato indirectamente; el director de “Martin” no era consciente que está reflejando el trazo Vietnam hasta al KKK con cambios sociales que salpicaban una época de asentamiento. Era una visión de una realidad adaptada al formato cinematográfico en un género hostil a tal fin. Ahora la sociedad ha cambiado por los medios: cientos de millones de móviles con cámaras, de ventas en espacios en la red, de usuarios en redes sociales que acaparan el control sobre la información. Es el trazo de la sociedad actual donde la sobredosis de fuentes es arrebatada por la verdad; prácticamente no nos creemos nada de lo que nos muestra internet y al mismo tiempo los informativos lo utilizan como nueva fuente de realidad e información.

«¿Merece la pena hacer una película si nadie en el mundo quedará vivo para verla? ¿Si la vemos estaremos vivos o muertos?»
«Filme su película mientas su corazón lata»
«La cámara lo es todo, sin ella no habría esa visión de la historia»

Romero justifica el contraplano con otra cámara. Todo es posible dentro del caos, incluso encontrar una cámara en un hospital, en un mundo en el que la realidad ha quedado relegada a mosaicos individualistas conectados a una misma red. Vivimos en universos cada vez más paralelos y menos equidistantes. La cercanía virtual volatiza el contacto disperso. Tal vez Romero hable de todo ello en su obra. Desde el blog a youtube, una verdad que choca entre diferentes puntos de vista. La pregunta no es qué ocurriría si la Apocalipsis Zombie sucediera en nuestros días sino cuál es el plano del trazo desde “La noche de los muertos vivientes” hasta “Diary of the Dead”.

Estrenada en el reciente festival de cine fantástico de Sitges, Diary of the dead es una feroz crítica a los medios de comunicación, y una reflexión sobre el supuesto límite en que estos medios deben tener a la hora de mostrar ciertas informaciones e imágenes.
En palabras del propio Romero, la película explora el lado más voyeur del ser humano, y pretende hacernos reflexionar sobre la contínua explosión de imágenes que nos bombardean cada día por televisión, mostradas de forma diferente y manipuladas según los intereses de cada uno.
La originalidad de la cinta reside en cómo está filmada, a través de las cámaras que llevan los estudiantes, y lógicamente no falta ningún ingrediente típico de Romero: muchos zombies, buenas dosis de humor y espacios cerrados y claustrofóbicos.
Destacar especialmente los efectos especiales y de maquillaje, llevados a cabo por el maestro Greg Nicotero, habitual de Tarantino y que ya había trabajado con Romero en su anterior Land of the dead.
En definitiva, una muy buena película que recomiendo a todo el mundo.

George A. Romero es un caballero al que se le ha otorgado por la misma cara el título de maestro del horror. Sí es cierto que de alguna manera él fue quien impulsó al zombi hacia el estrellato. Creo personalmente que con un caluroso aplauso hubiese sido suficiente recompensa por los servicios prestados; a lo más una placa conmemorativa en plata con bordes biselados... Pero el título de maestro se antoja pelín excesivo.

Tanta alabanza nunca viene bien. El elogiado se engorda y acaba por venderte productos mediocres respaldados por su buena firma. Nosotros naturalmente apostamos con confianza ciega, con la terrible consecuencia final de que no te queda más remedio que acordarte de todos sus muertos no ficticio. Porque menuda película que se ha marcado el George, amigos.

Los efectos especiales son buenísimos, las cosas como son. En ese aspecto se nota ese salto de calidad con respecto a los de regional preferente. Pero quitando este detalle, el resto de composición es un cutrerío digno del cine terrorífico canadiense de los que salen a granel. Tanto por su guión, ritmo, actores...

Para quien no lo sepa, "El diario de los muertos" es a cámara en mano. Avisado estáis, malditos.

George Romero no tiene ni un pelo de tonto. Su filmografía "zombi" parte de diferentes análisis del comportamiento humano ante una tragedia global y la insistencia en sobrevivir a unos patrones establecidos. El esquema es siempre el mismo. "La Noche de los Muertos Vivientes" saltaba a la vista a través de los cambios que se sucedían (Guerra Fría; Derechos Civiles, etc... Teniendo en cuenta que el protagonista era Duane Jones, de raza negra) y la disputa en cómo atrincherarse en una granja. Lo mismo sucedía con "Zombie; Dawn of the Dead" en donde el reducto de supervivencia era un inmenso centro comercial. Se apreciaban dos frentes opuestos; los vivos alimentándose de conservas y demás productos de supermercado y los zombis, en su estado de trance intentando entrar atraídos por el recuerdo de cuando estaban vivos. En "El Día de los Muertos", en un escenario desolador y rodada en la era Reagan, los supervivientes vivían en una Base Militar bajo tierra enfrentados con un ejército más acosador que las decenas de miles de no muertos que les esperaban en la superfície. Moraleja; los hombres enfrentándose a los hombres. En la menor y excesiva "Land of the Dead" ocurría algo similar pero con la lucha de clases de fondo. En estas dos últimas el abuelo de Pittsburg (lugar en donde escenifica su tan apoteósicas hordas de no-muertos) y gurú del sub-género que revolucionó dejando a un lado los origenes antillanos de tan horrendas criaturas y que hasta ese momento eran fruto de la imaginería de la Magia Negra, las humanifica como tal. Se le puede reprochar en tomar el mismo molde de guión pero como sociólogo, el sabio Romero es un genio.

En "El Diario de los Muertos" carga contra los medios de comunicación. Utiliza el punto de vista subjetivo como en su día lo hicieron Daniel Myrick y Eduardo Sánchez en "El Proyecto de la Bruja de Blair" o nuestros más cercanos Plaza y Balagueró en "REC" (presentada el mismo año en Sitges con "El Diario de los Muertos"). Es decir: exponer lo que se muestra con un sentido del morbo que la cámara pasa a ser el ojo humano por no decir la propia alma de quién lo filma. Una razón evidente de que el film puede perder interés. Ese grupo de estudiantes que rueda una peliculíta de horror dejan la ficción recreada para enfrentarse a la más cruel realidad; el desmembramiento del mundo. Por primera vez George A. Romero expone los primeros indicios de plaga (el reportaje televisivo del principio con los cadáveres de una família camino de la ambulancia) como modo indirecto de también lanzarnos al aire problemas que nos pueden afectar de lleno como seres humanos como, por ejemplo, la violencia de género. "El Diario de los Muertos" puede rebajarse como un trabajo presuntuoso pero Romero, como dios creador de un mundo anárquicamente invertido al nuestro y maestro intelectual de estos derechos, nos ha ofrecido su lado más personal.

Lo Mejor: su crítica del comportamiento social
Lo Peor: que puede decepcionar a algunos fans

El paso de los años ha sido un factor positivo para Romero, o eso es lo que parece tras asistir a su nueva creación cinematográfica en forma de más vísceras y casquería que nunca, pues en ella auna sus mayores virtudes y las eleva a una altura difícil de alcanzar, haciendo de nuevo mella con una autocrítica que resulta directa y nada complaciente (¿que vemos? ¿que observamos? ¿que es aquello que nos rodea? ¿por qué atendemos al espectáculo morboso? ¿cuales son nuestros límites?), condimentándolo con buenas dosis de mordiscos, disparos y muertes y complementándolo, finalmente, con un sentido del humor bastante grueso y una autoparodia tan desternillante como efectiva.

La idea de rodar sólo con un determinado número de cámaras, que son usadas por los distintos protagonistas, ya da mucho de si, puesto que nos permite, en primera instancia, analizar los intereses del ser humano ante una situación tan crítica, y en segundo lugar, obtener un juego mucho mayor en cuanto a situaciones se refiere, puesto que el hecho de que los protagonistas tomen la cámara como un elemento más, propicia una enorme cantidad de hechos y diálogos que son una herramienta más de trabajo para Romero, que la utiliza con sabiduría, sabohacer y gran inteligencia.

Durante el transcurso de "Diary of the dead", podemos observar también un recorrido por algunos de los momentos más emblemáticos de su saga sobre zombies caníbales (la visita a la casa del amish, la incursión de los militares, el refugio en los distintos sitios por los que van pasando, etc...), dando así un plus de sugestividad al espectador para que tenga la sensación de que también los homenajes han llegado a este subgénero que tanto nos ha hecho disfrutar.
Pero no sólo eso, sino que además de homenajear, utiliza ese sentido del humor ya mentado, administrándolo en dosis sensatamente distribuidas y combinándolo en un cóctel explosivo con algún que otro momento de tensión y, sobretodo, apariciones de zombies por doquier, como debe ser.

Por último, no hay que olvidar una galería de emblemáticos personajes que, aunque en ocasiones resultan carne de parodia, también están mejor madurados, por no reaccionar de un modo tan típico, y por poseer unas motivaciones o sensaciones más allá de la simplicidad que suelen adiquirir los protagonistas de esta serie de cintas.
Así pues, con este "Diary of the dead", Romero firma en su particular diario un magnífico (y momentaneo) final para esta saga que, pese a haber tenido sus bajones, siempre ha sabido sobreponerse y ofrecer algo más y mejor.

Magnífica, solo se le puede decir eso.

Es comprensible que haya muchos detractores, la cámara en mano solo les gusta a unos pocos, pero si supierais el curro que lleva hacerlas así...

Genial romero, puntitos gores aislados sin que se pueda considerar una peli gore, con sus críticas comunes hacia la sociedad, solo que en esta ya va a saco enteramente. Y no nos olvidemos de pequeñas puyitas que les tira a las pelis modernas de zombis.

¿Que no se ve nada? Pues es la gracia de la peli, ver a unos individuos sobreviviendo a una situación desconocida, ver como se equivocan, ver como la cagan, ver como mueren por los errores que comenten...

Que sí, hay cosas demasiado poco reales, como lo de la persecución con la momia, que es bastante de coña. O el investigar una casa y que el cámara les haga repetir las entradas porque no han quedado bien en el plano. Eso es el gran fallo que tiene.

Increíble el mensaje de esta peli, los reporteros y los cámaras dejándose los cuernos por contar una historia cuando la sociedad se está hundiendo, un trabajo que nadie valorará, pero ahí están, contando una historia de la que se preocupan más que de su propia vida.

No esperen grandes carnicerías ni escenas gores salvajes, son individuos luchando por sobrevivir, unas veces lucharan contra zombis y otras contra simples humanos por el mero hecho de sobrevivir.

Técnicamente hablando es un 10, le quito un puntito por las situaciones forzadas de la cámara que he explicado antes.

Maravillosa

Romero es el director de los zombies por excelencia, porque lleva toda la vida haciendo películas en las que critica la sociedad actual con el recurso de los muertos vivientes. Esta peli es una especie de refrito, ya que mezcla la fórmula de los zombies con la fórmula, tan de moda últimamente, de que algún personaje está grabando los sucesos cámara en mano y nosotros lo vemos todo a través de esa cámara, como si fuera un documental. Este estilo se inauguró con [REC], un peliculón escalofriante. El diario de los muertos también se apunta al carro del terror juvenil y al de la road movie: los protagonistas son universitarios que de pronto se encuentran con que el mundo ha entrado en una especie de apocalipsis de muertos vivientes y comienzan una huida por todo USA grabando lo que sucede para que el mundo pueda conocer la verdad (en spoiler). Todo esto no es nada original y ya lo hemos visto muchas veces, por eso a la mayoría de la gente le ha decepcionado esta película, pero a mí, sin embargo, me ha parecido bastante interesante e inquietante, y debajo de todo el gore le he encontrado bastante terror psicológico, al igual que en la anterior obra de Romero, La tierra de los muertos vivientes, que tampoco le gustó a nadie y a mí sí, claro. Al principio la estética de falso documental me mantenía un poco apartada de la acción y no me impresionaba mucho, pero después me fue envolviendo la historia y hubo escenas que me impactaron bastante, no porque fueran muy crudas, sino por la sensación que producen (en spoiler). Por eso opino que es terror inteligente, aunque no sea original, además los diálogos están llenos de frases que hacen pensar, por lo menos a mí me activaron mis pocas neuronas.

Sin duda esta no es la típica película de terror zombie, asique quién vaya a verla con esta idea saldrá seguramente decepcionado.
Yo iba preparada más o menos y he de decir que me gustó, aunque no me sorprendió tanto como podría haberlo hecho si no hubiera visto antes REC.
No quiero entrar en comparaciones, eso no es apropiado, pero si bien REC planteaba el tema del pseudo-documental y la crítica a los medios periódisticos, el señor Romero lo hace desde un punto de vista más "humano" y desgarrador. Siempre, eso si, con zombies y sangre de por medio porque si no, no sería Romero. Y asi se nos presenta esta nueva tira que nos hace replantearnos el morbo que tenemos dentro por naturaleza, "cuando hay un accidente no paramos para ayudar, paramos para ver" esa creo que es la frase más importante de toda la película.

Otro tema esque G.Romero ha cagado el estreno de la versión REC estadounidense que se estrenará dentro de poco, desde luego la gente (siempre hablando de EEUU) pensará que REC es una copia más de El diario de los muertos, una pena.

En fin, una buena pelicula, para pasar un rato entretenido entre zombies, criticas mediáticas y palomitas.

George A. Romero vuelve a la carga con una nueva ración de cine de zombies y casquería variada...
En esta ocasión, la acción viene conducida por un grupo de jóvenes, que a modo de proyecto universitario, están realizando una película de terror en el bosque. Casualmente, esto coincide con la epidemia que comienza a expandirse en la que los muertos vuelven a la vida sedientos de carne humana. Cámara en mano, el grupo filmará su aventura escapando de los muertos vivientes y todo el material filmado acaba componiendo lo que esta película nos ofrece.
Esta especie de "Proyecto de la Bruja de Blair" de zombies constituye, y es lo más interesante de la misma, una crítica a los medios de comunicación, y a la manipulación informativa en primera instancia. Además de ello, Romero nos regala inolvidables escenas de muertes espectaculares. Personalmente me quedo con el cacho en el que el grupo, en su escapada topa con un Amish sordo, no tiene precio desde el primer al último minuto que pasan con él.
En su contra, y según mi opinión, diré que su principal baza, el hecho de ser un "falso documental" rodado por los protagonistas, roza en demasiadas ocasiones lo ridículo (en las más cruentas situaciones cámara al hombro todo el tiempo???) y si bien en "El proyecto de la bruja de Blair" la credibilidad que otorgaba la escasa calidad de imagen era tremenda, aquí el extremo contrario hace que el público nunca se aleje de la idea de que está viendo una película con su presupuesto detrás, que nadie crea realmente en su subconsciente que esas imágenes están tomadas por las cámaras que los protagonistas continuamente portan.
De todas maneras, en su conjunto la película cumple su propósito de entretenimiento y denuncia, si bien no resulta finalmente de igual calidad que otros trabajos anteriores del afamado director.
Enoch

A nosotros, los aficionados a ese género donde las escenas sangrientas son un placer visual y sensorial que satisface nuestra hambre por lo sangriento, lo terrorífico y lo desconocido. Siempre podremos contar con un gran número de cineastas especializados en la materia. A mi juicio George A. Romero creador de películas memorables y significativas dentro del género “terror-gore” es uno de los más importantes. El hombre que todavía explota la plaga que creo hace ya unos 30 años atrás.

Con La noche de los muertos vivientes, El amanecer de los muertos y El día de los muertos, Romero logra crear un original universo tétrico, atmósferas claustrofóbicas y apocalípticas que tienen como personajes a los famosos muertos vivientes y a sus victimas que terminan siendo muchas veces devoradas por su propia estupidez. Esta vez Romero regresa con una cinta más fresca (muy fresca para mi gusto), más accesible al gran público pero manteniendo “todavía” ese gran misterio que me mantiene encadenado y apasionado a este tipo de películas, ¿Por qué los muertos resucitan? A pesar que a través de su filmografía (de zombies) se dan muchas hipótesis, pero ninguna con exactitud.

Diary of the dead (El diario de los muertos) es una crónica desde el punto de vista de una cámara al mando de un universitario que graba todos lo sucesos de este caos desatado por lo zombies.

Reconozco que soy un fan de las películas de zombis, y por eso esperaba la nueva película de George A. Romero sobre el tema, y la verdad que me ha decepcionado. En esta ocasión el veterano director nos traslada de nuevo al origen, a la noche en la que los muertos vuelven a la vida. La película está filmada desde la perspectiva de los personajes, que graban los acontecimientos que van sucediendo a su alrededor. Esto aprovecha Romero para criticar esta era de la información en la que vivimos, en la que se nos muestra todo ya sea en internet o en televisión, sin importan el carácter violento que puedan tener las imágenes, lo que hace que acentúa nuestra insensibilidad.
El problema de la película, es que también los espectadores somos insensibles a ella. Su ritmo es demasiado lento. Sus personajes vacíos, con lo que poco nos importa quien sobreviva. En cuanto a lo original que podría ser su puesta en escena, recientes films como "Monstruoso" o "[Rec]", ya han utilizado el mismo sistema con resultados superiores, que nos hacían involucrarnos más en la historia. Si tengo que destacar algo, sin duda serían los efectos especiales.
Si le he puesto un 5, es porque la dirigió el maestro, si no posiblemente tendría un 4. Prefiero cualquiera de las anteriores sobre muertos vivientes dirigidas por él, hasta la infravalorada "La tierra de los muertos vivientes", que conseguía que no te aburrieses, cosa que esta lo consigue a ratos. Esperemos que "Survival of the Dead" le salga mejor.

Con una película muy austera, presupuesto limitado y desconocidos actores, George Romero retorna con este filme a sus raíces de cineasta independiente, entre zombies, dosis de humor negro y espacios claustrofóbicos.
Pero no se trata de la típica propuesta de muertos vivientes, matizada con romances y chicas sexies aullando aterradas por el ataque de monstruos extraterrestres, sino de seres humanos transformados en caníbales de su mismo género.
Estrenada en el reciente festival de cine fantástico de Sitges, "Diary of the dead" es ante todo una feroz crítica a los modernos medios de comunicación.
La película explora el lado más voyeur del ser humano y reflexiona a su modo sobre la continua explosión de imágenes manipuladas según los intereses de donde provienen, que nos bombardean diariamente por televisión o aparecen en videos "colgados" en la computadora.

El filme deja planteada sus dudas sobre el peligro de que actualmente existan tantas opiniones mediatizadas:
"Cuando había 3 ó 4 canales había 3 ó 4 mentiras, ahora son 300.000 ó
400.000 mentiras", dice uno de los jóvenes protagonistas.

Las películas de George Romero se caracterizan por ser bastante más que filmes de terror, con un comentario social como subtexto. Así como en su momento el trasfondo fue la guerra de Vietnam, y luego las administraciones de Reagan y Bush, ahora se intenta un gran retrato de la cultura You Tube, que todo lo filma y lo documenta, como si la vida no fuera real si no se registra con una cámara.

¿Cuánto hay de espectáculo morboso y cuáles son los límites para quien filma en medio de esta jungla de mordiscos, disparos y muertes? La respuesta de Romero se esconde en el humor sarcástico de su propio filme autoparódico cargado de nihilismo.

No se puede decir que Romero sea un escritor de muchas ideas, ni si quiera de dos... este diario de los muertos es su tarta de 40 cumpleaños matando zombis.
No aporta nada nuevo, solo el formato de falso "amateur" rodante de La bruja o Rec, aquí mas falso que nunca.
Como una cámara en mano le parecía poca, mete varias, e incluso las cámaras fijas de casas, etc... Imaginar los recónditos argumentos que tiene que poner en boca de sus personajes para este disparate.
El genero matazombies tampoco da para tanto y Romero ha sobrevivido usando el género para contarnos, criticar básicamente, otras cosas de nuestra sociedad, y Diario desde luego tiene ese toque Romeristico: Las nuevas tecnologías, la información, la violencia humana... en fin respetables argumentos que dan el toque Romero a una nueva peli de Zombies totalmente prescindible y que no aporta absolutamente nada, porque ya estaba todo dicho en Zombie-Dawn of the dead.

Romero ha vuelto. ¡Y cómo ha vuelto!

Después de tantas pelis de zombies a lo largo de los últimos años (de las que solamente salvaría de la quema todas las de este señor y AMANECER DE LOS MUERTOS), tenía que llegar el maestro Romero para revivir un género tan denostado después de bodrios infumables como HOUSE OF THE DEAD y secuela o THE ZOMBIE DIARIES.

Y es que sólo él puede conseguir que los no muertos lentos y torpes nos den tan mal rollo.
¿Cómo lo consigue? Rodeándose de actores totalmente desconocidos (cuando los ves piensas que podrías ser tú) y que además saben actuar, llenando el metraje de situaciones que crean muy mal cuerpo, cámara en mano (como si estuviésemos viendo nuestra propia producción casera), con f/x escasos pero visualmente suficientes y añadiendo la dosis justa de música en momentos muy puntuales.

Espero que la secuela (ya en pre-producción), sea tan buena como ésta.

- Lo mejor: la voz en "off" de la protagonista a lo largo del metraje y su desangelado final (tenemos lo que nos merecemos, aunque no todos seamos iguales).

- Lo peor: lo ridícula que ha quedado la escena de la rubita corriendo por el bosque, mientras un zombie la persigue y su amigo el cámara lo va grabando todo (aquí sí que se le fue la pinza al maestro). Ha quedado ridícula.