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96 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
El mundo de los menores infractores
Segundo largometraje individual de Alberto Rodríguez ("El traje", 2002), escrito por él en colaboración con Rafael Cobos López. Se rueda en los barrios de Pino Montado y Polígono San Pablo, de Sevilla, y en el Centro para Jóvenes "Los Alcores", en mayo y junio de 2004. Gana un Goya (mejor actor revelación, Jesús Carroza) y una Concha de plata (mejor actor, J.J. Ballesta). Producido por José Antonio Félez para Tesela P.C., se estrena el 14-X-2005.

La acción tiene lugar en una ciudad del Sur de España (Sevilla) a lo largo de 48 horas, en el verano de 2004. Tano (J.J. Ballesta), de 16 años, que lleva 9 meses interno en un reformatorio, dispone de un permiso de 48 horas para asistir a la boda de su hermano Santacana (Vicente Romero). Ambos vivieron con la madre en Madrid hasta que los abandonó hace 4 años. El hermano trabaja en Sevilla como repartidor. Tano se sumerge en el mundo acelerado y vertiginoso que vivió antes de su condena. Lo hace en compañía de Richi (Jesús Carroza), su mejor amigo. Advierte con sorpresa que en 9 meses muchas cosas han cambiado.

La película construye un retrato social realista y sincero de una problemática que afecta a muchos menores. Muestra la realidad con afanes de objetividad y veracidad. No busca culpables, sino causas e interrelaciones. Es interesante la descripción del proceso de cambio de las personas y del entorno que se muestra. El realizador sabe decir cosas sin emplear palabras: los ancianos, la madre que no mira al hijo, la tristeza de Santacana el día de la boda. La obra dedica guiños de simpatía a Peter Pan, símbolo de la resistencia a abandonar la infancia, como las alas de la camiseta de Tano, sus prendas de vestir verdes, el nombre de Wendy (Iride Barroso) de una chica de la discoteca. Son referentes del film "Los cuatrocientos golpes" (1959), de Truffaut, y "Malas calles" (1973), de Scorsese. Son antecedentes "Barrio" (1998), "Deprisa, deprisa" (1980), "Perros callejeros" (1977) y otras. La natrualeza del probema que se analiza, su extensión e intensificación, la complejidad de la matriz causal y la dificultad de las soluciones, son cuestiones que Alberto Rodríguez aborda con serenidad, sin sensacionalismos y con una información puesta al día. "7 vírgenes" es un juego de videncia que simboliza el final de la adolescencia. El plano congelado final es evocador.

La música, del cantautor andaluz Julio de la Rosa, es vibrante, rítmica e intensa, como gusta a los adolescentes. Añade canciones tan gratas como "Felicidad" y "El bola". La fotografía se ajusta a una estética realista, de tono documentalista y de planos cortos e intimistas. En favor de la naturalidad hace uso de improvisaciones de los actores, de una sobria sencillez narrativa y de la ausencia de artificios. Las escenas se incian cuando la acción ha comenzado y se cierran antes de que concluya, al objeto de que el espectador se sienta invitado a implicarse en el relato. Buenas interpretaciones (Ballesta, Carroza y Alba, etc.)
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53 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
7 copias
"7 vírgenes" cumple: drama juvenil realista con diálogos vivos y creíbles, tiene una buena estructura de guión, Alberto Rodríguez demuestra tener un domino absoluto del ritmo cinematográfico y nos confirma una sobrevalorada interpretación de Juan José Ballesta y descubre otra infravalorada de Jesús Carroza, a seguir muy de cerca en un futuro.

El resto huele a visto con parecidos o referencias obvias desde la clásica "Los cuatrocientos golpes" hasta la más recientes "La última noche" o "Barrio". Nada nuevo. No aporta absolutamente nada cinematográficamente hablado.

Tampoco simpatizo con los personajes y sus trapicheos. No me conmueven unos niñatos que tildan de "pringaos" a todo el mundo que se gana la vida honradamente y que no quieren forman parte de una sociedad que no es que no les acepte. Ellos mismos se han excluido y han ido por el camino equivocado. Precisamente creo que Alberto Rodríguez es lo que pretende conseguir: aportar algo de realidad sin moralina y extensión a un tema que no pasa de las dos frases en un informativo de televisión.

Entretiene y hace pensar aunque te la sepas entera. Anexo de no obligada visión.
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90 de 145 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
60,59,58...
7 virgenes narra la historia de un joven conflictivo, al cual le conceden un permiso de fin de semana en el reformatorio en el que se encuentra para asistir a la boda de su hermano. Nos contará unos días muy intenso entre todo su reparto.

La idea de la película está bien planteada y considero que transmite mensajes emotivos e importantes como puede ser el valor de la amistad, la relación entre unos hermanos que solo se tienen el uno al otro (lo tratan de manera superficial), la soledad etc.

Las interpretaciones de los dos protagonistas son excelentes, aunque critico el rol de Juan José Ballesta en el siguiente párrafo.

El motivo de mi puntuación, se centra básicamente, en que película que veo de Juan José Ballesta, película que hace de un niño marginado, o con problemas, ya sea como en EL BOLA, o en PLANTA 4ª (ambas para mi gusto mejores) y seguro que hay algún que otro ejemplo más. Todavía no le he visto en otro tipo de registro que no haga de macarrilla y es una pena. Si conoceis alguna, admito recomendaciones.

Como bien dice la puntuación 6, se trata de una película interesante pero llegando ha haccerse en alguno de sus tramos lenta.

Por último el título que no os lleve a engaños, ya que 7 vírgenes (en estampitas) son las que hacen falta para que junto con dos velas y enfrente de un espejo contando 60 segundos, aparezaca tu futuro.
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32 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Siempre lo mismo.
Corta película en la que suceden muy pocas cosas; un chico bastante macarra tiene permiso del reformatorio y se va al barrio a realizar sus actividades cotidianas, sin que haya ninguna trama específica. Mezclando con una dosis de "Barrio", mucha copia de "los 400 golpes" y con esto de "volver al barrio a ver si puedo hacerlo bien esta vez", como en "Carlito´s Way" (Atrapado por su pasado) pero a una escala ínfima. La actuación de los protagonistas no está mal y el guión, bastante poco imaginativo, es el de siempre en las películas "sociales"; uno con el cual la crítica y la industria cinematográfica españolas, ancladas en la autocomplacencia, parecen estar cómodas y por tanto sigue siendo el mismo: lo dejo para el spoiler.
Alberto Rodirguez es el co-director de "El Factor Pilgrim", una muy interesante película realizada en Londres con dos duros en el año 2000, original, entretenida y en general muchísimo mejor.
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41 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Una representación dura y creíble de la cruda realidad
En los últimos años, el cine español ha apostado mucho por los dramas de adolescentes basados en las mismas historias de siempre que ya estamos hartos de ver y de escuchar sin que ni la más mínima novedad o proyecto interesante ayudasen a despertar una especie de subgénero tan común en nuestro cine patrio como poco desarrollado, desaprovechado y fallido. '7 vírgenes' supone una magnífica renovación del mismo que no cae en el efectismo, que no se basa en tramas absurdas o recursos comerciales. Simplemente asistimos a un drama duro, dirigido con mano férrea por parte de Alberto Rodríguez, y terriblemente creíble hasta límites insospechados y que finalmente deja un mensaje de pesimismo sobre la realidad que envuelve a los jóvenes de hoy en día. Si bien el argumento peca de simplista al no ofrecer demasiadas variantes en su trama, el estupendo ritmo asegura el entretenimiento durante todo el metraje sin aburrir, debido además a su corto metraje que hace que se vea sin problemas y con agrado e interés. Por otra parte, dentro de la trama se encuentran pequeñas sorpresas de excelente gusto que cabe decir que al espectador que haya prestado atención a esos diminutos detalles el desenlace le fascinará y le dejará marcado a través de un final impactante y contundente.

En lo referente a las interpretaciones, desde nuestra pantalla podemos contemplar las intensas actuaciones de los dos protagonistas, que simplemente no actúan. Juan José Ballesta se encuentra magnífico en la piel de Tano, un personaje perfecto que explota su vena interpretativa y lo confirma como promesa del futuro. Un infravalorado Jesús Carroza (esperamos poder volver a verle algún día de nuevo en cine) llega a sobrepasar por momentos a Ballesta con una interpretación tan intensa como creíble.

En resumen, un notable drama que demuestra que en España aún queda alguna neurona suelta para este género tan poco innovador en nuestro país. También se demuestra que con argumentos tan interesantes como creíbles y cercanos al público (y perfectamente solventado por un magnífico reparto) se puede conseguir un más que merecido éxito.

·LO MEJOR: la cercanía con la que presenta la terrible realidad que muestra. Las magníficas interpretaciones. Algunos pequeños detalles ocultos en la trama (spoiler).

·LO PEOR: la última escena no cierra con dignidad la historia.
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16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El emperador del Políngano
Para quien no lo sepa, esta película está rodada en el sevillanísimo barrio del Polígono San Pablo, que a su vez se divide en barrio a, barrio b, barrio c y barrio d. Entre esta selva asfáltica de edificios de obreros, especialmente de TUSSAM, se ha podido ver el rodaje de cintas como esta, campeonatos europeos de natación o el nacimiento del más grande deportista andaluz y por ende del mundo: Antoñito, el emperador del Políngano.

El filme de 7 vírgenes nos lleva pues a este barrio, donde vemos canis de hoy que se transformarán en parados del mañana, o en trabajadores en negro, a elegir. Dura película de lo que es la vida, en este sentido semejane a la serie 'menudo es mi padre'. Así pues, si bien está rodado en el Políngano (como llaman los habitantes del Polígono San Pablo a su barrio), podría ser en cualquier lugar o en otro tiempo.

Notable actuación de Jesús Carroza y genial hilo que nos vuelve a enseñar lo débiles que son las raíces de los humanos, más dado a cambiar de vida que los árboles que se aferran fuertemente a su tierra.
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15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Spain... Two points
Lamento la crítica que voy a hacer JuanCádiz ;-)

Un barrio de la capital hispalense es el punto de referencia del que se sirve Alberto Rodríguez- que en su día rodara "El traje", su primer largometraje- para enmarcar su segundo trabajo como director. Por sus calles, nos cuenta la historia de Tano (Juan José Ballesta) y Richi (Jesús Carroza), dos jóvenes con poco futuro y gris presente.

Cual si fuéramos lectores de las andanzas y desandanzas del mítico Lazarillo de Tormes, Alberto Rodríguez nos narra – o al menos, quizá lo intenta – cómo es la vida del protagonista tras su salida del reformatorio para acudir a la boda de su hermano mayor Santacana (Vicente Romero). Una existencia algo efímera en un mundo normal, con gente normal, historias normales y lenguaje vulgar; elementos de los que últimamente gustan las películas españolas.

Un barrio marginal en el que los adolescentes pasan su vida sin pena ni gloria, sobreviviendo mediante los trapicheos de objetos robados y la mala relación con el mundo y todo lo que le rodea; un barrio en el que los viejos no son nada más que eso: viejos; y en el que la esperanza, la alegría, "aquellas pequeñas cosas" de las que nos hablaba Serrat en su extraordinaria canción, que son lo que en teoría hacen que todo merezca la pena; no alientan ni al más pintado.

El paso del mero documental de Rodríguez a lo que podemos considerar una película reside en el título: 7 vírgenes; sin el cual el metraje no sería más que una compilación de acciones sin un hilo conductor claro y definido.

El guiño del título consiste en un pequeño juego de videncia mediante el cual y contando hasta 60 en un espejo rodeado de estampas de vírgenes, se puede ver tu futuro ante ti.
Acertado título, sin duda, ya que sin él el director se hubiera visto en el peliagudo trance de tener que elegir un nexo común a todas las imágenes de la película - que no tiene más argumento que el juego de marras - .

En España estamos faltos de buenas ideas, simples ideas, que no requieren mucho más argumento que las propias miradas, no hace falta irnos al barrio marginal de turno, ni ver a los protagonistas de siempre recreando la nada de siempre. Películas como "Los niños del coro", "El hijo de la novia", "Solas"; hacen de lo cotidiano algo especial que conmueve el alma y aprieta el estómago de quien lo ve.

Sin efectos especiales, sin largos travelings de cámara; sólo hace falta una idea, una idea nada más que nos sumerja en una historia que merezca la pena.
Se trata de buscar ese punto entre la originalidad y la emoción; que está muy lejana a ésta película aderezada con flamenco "maquinero". Originalidad señores, originalidad y buen hacer.
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17 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Entre dos puntos
Peli de transición entre dos puntos: el que se pretende, o no, dejar atrás y el nuevo: extraño, irreconocible. 7 vírgenes transita por esa etapa de la adolescencia en donde la pérdida dentro de los ambientes marginales es más una cuestión de espera que una cuestión de imprevisibilidad "dado el caso". Uno puede ver venirse los momentos, los degusta, los palpa, los siente como ellos, siempre al borde de algo y ese algo no es tanto la tragedia como una partida sin destino fijado, pero partida al fin.

Correr y mirar lo que ha acontecido, todo, absolutamente todo lo que se deja atrás. Eso que ya no vuelve. Estamos dentro de un eterno presente, que puede volverse lento por momentos, una calma chicha de las de antes, cuando teníamos el mundo en un puño hasta que alguien nos lo arrebata solo con un abrazo, o con una mirada cómplice. Les demandó poco tiempo darse cuenta hasta donde se tenza la cuerda, hasta donde se rompen las amarras y agarrate porque sigue todo en presente, sin pararte a pensar, mucho menos a reflexionar.

7 vírgenes es una peli de vida específica, pura y dura, quizás de los mayores sopapos en plena cara que te puede dar el cine español. Rodriguez sabe de ambientes, de frustraciones, y de superficies. Podemos enfatizar la falta de condena frente a las acciones de los personajes, pero tampoco observo que se los vanaglorie por hacer lo que hacen. Como no es condenatoria decimos que es asquerosa, pero si se hubiera puesto del lado del buen ciudadano la hubiésemos tildado de moralista. Así de simple.
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13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
7 vírgenes
El tándem Rodríguez-Amodeo es una de las mejores cosas que le ha pasado al cine español en los últimos años. Ellos, que se dieron a conocer con esa simpática comedia sin pretensiones que fue El factor Pilgrim, han conseguido aportar una necesaria dosis de aire fresco y personalidad al estancado panorama patrio con sus respectivas películas en solitario: Amodeo con Astronautas y Rodríguez con estas 7 vírgenes (tras la irregular –casi fallida- El traje) que, siguiendo la estela del cine social adolescente (re)iniciada por Barrio, se reinventa a sí misma, se olvida de monsergas y pamplinas y se lo juega todo a una doble carta: la de Ballesta y Carroza, auténticas almas y motores de la función. La historia no va de quinquis sevillanos en acción al modo de Perros callejeros, ni de denunciar una realidad social marcada por la desidia y la falta de expectativas (aunque un poco también), sino de retratar, cual Antonio López de extrarradio, el discurrir vital de un chaval atrapado en una doble jaula: una de la que quiere escapar y otra a la que no querrá regresar.

Es mérito de Rodríguez el captar ese proceso (acaecido en unas escasas 48 horas) como el que sabe que en cada acto cotidiano se esconde una verdad trascendental, a lo que ayuda muchísimo ese efecto de extrañamiento sobre la realidad, de condensación temporal y reconcentración/dispersión de la luz, según se tercie, que el director filma con inusitada sensibilidad. Rodríguez rueda escenas de intimidad a lo Larry Clark (pero con amor), describe los deprimentes ambientes por los que se mueven los protagonistas con sutileza y se esmera en sacar poesía (más visual que verbal) de situaciones proclives al exceso dramático o al sentimentalismo más abyecto y lamentable. Poco importa si después todo suena a déjà vu o si la historia se desarrolla de forma más o menos previsible, porque el efecto deseado ya se ha producido: nos hemos fascinado y emocionado con unos personajes que tardarán mucho tiempo en irse de nuestra memoria.

Lo mejor: Ballesta observando el enfrentamiento callejero a través de los cristales tintados del coche.
Lo peor: un final demasiado previsible.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
RECUPERANDO EL CINE QUINQUI.
Me gusta mucho el cine quinqui, la mayoría de esas películas me agradan. Existe en sus personajes marginales mucha verdad, pese a la vida que arrastran y los arrastra. Casi todas tienen sus códigos de honor, que no son los nuestros, pero parece que a ellos casi les sirven más que al resto.

Llevo unos días un poco maltrecho con mi lumbago, y como me cuesta hacer cosas, he aprovechado para ver películas nuevas y revisar antiguas. No recordaba muy bien 7 Vírgenes... Si, ya la había visto, y no la valoré. Ahora que dispongo de más tiempo, con mi ordenador entre las piernas y barriga, me dispongo a darle una nota buena.

Excelente Ballesta, aunque creo que, sin desmerecer su magnífica interpretación, debemos reconocer, que se limita al mismo papel. Evidentemente, el que le dan, aunque creo que no hace un gran esfuerzo, o derroche de talento interpretativo... Pero, insisto que me gusta el chaval.

Muy entretenida, si te apetece acercarte a un cine quinqui más actual, con los argumentos de siempre y diferente envase.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
¡Bravo!
Muy buena película española por varias razones: los actores están mágnificos (gran descubrimiento de Jesús Carroza), el guión impresionante (los diálogos que utilizan en cada momento los protagonistas pueden pasar desapercibidos pero a la larga te vas dando cuenta de que todos absolutamente todos los diálogos están bien pensados y que según va avanzando la película se van enlazando unos con otros), buena descripción del mundo "adolescente-callejero" (no creo que exagere en ningún momento)... hasta el título de la película me parece el correcto (el juego de las 7 vírgenes, desvelando al final el futuro de Richi, que se cumple a la perfección)
Una película muy recomendable.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La vida misma.
Magnífica película de estos jovenes actores, cómo son Juan José Ballesta del cual podríamos decir que ya es un áctor consagrado y de Jesús Carroza que si todo le va bien también se convertirá en otra joven promesa.
La película es cómo la vida misma, un reflejo a gran parte de las situaciones que ocurren en la juventud actual, ni mucho menos va más allá como han dicho en alguna crítica, refleja las inquietudes y deseos de dos jovenes adolescentes inmersos en un mundo lleno de los peligros de la actualidad (drogas, alcohol, peleas, desengaños amorosos....). Se critica la relación de Tano con la chica, pero es que esta es la realidad de la juventud, las relaciones no son duraderas y pocas llegan a buen puerto y menos a esa edad.
Puede ser que existan mejores películas que esta, seguramente, pero "7 Vírgenes" está entre las mejores.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
¿Has jugado alguna vez al juego de las 7 vírgenes?
No sé que tendrán las historias que retratan la vida de las clases más humildes y desfavorecidas, que me atraen sobremanera y hacen que me emocionen enormemente.
No entiendo además como una película que narra de manera tan brillante una historia tan dura y complicada, no tiene más nota. Pero bueno, hay gustos para todos y creo que "7 vírgenes" es una de las mejores películas españolas que se han hecho en los últimos años.
Es fantástico como se retrata el problema de la juventud en las clases más humildes de nuestro país, cuando lo único que le pueden ofrecer sus padres es un bofetón. Lo único que le pueden ofrecer sus amigos es una raya de coca. Y lo único que le puede ofrecer la sociedad es un reformatorio.
Juan José Ballesta realiza nuevamente una gran interpretación, llevando a cabo la vida de un joven que por diversas circunstancias se ve obligado a pasar un tiempo en un reformatorio. Cuando recibe un pase de fin de semana para ir a la boda de su hermano, será consciente de que el encarcelamiento lo sufre tanto fuera como dentro del reformatorio. Se verá inmiscuido dentro de un círculo de peleas, drogas, mentiras... En ese fin de semana se planteará cual es el verdadero sentido que le quiere dar a su vida.
La película cuenta con la actuación de jóvenes actores, los cuales realizan unas interpretaciones frescas, lo cual resulta muy cercano y uno siente que lo que está viendo es más real de lo que parece.
En fin, una gran película que plantea un juego peligroso con siete vírgenes, las cuales colocadas delante de un espejo y con únicamente la luz de las velas te predicen el futuro. Solamente queda una cuestión: ¿tienes el valor de saber como va a ser tu muerte?
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
La cuestión es el qué y el como
Cuando un cineasta decide afrontar una obra, sean cuales sean sus características, entre las innumerables dudas que deben proliferar por su cabeza, dos de las más primordiales deben ser el qué y el como hacer frente a los diversos temas que en ella se tratarán.
Qué o cuales serán los aspectos de mayor importancia, que ofrecerán vigor a la trama y un vehículo de atención y reflexión al espectador para que, este, termine recapacitando sobre lo que acaba de ver en pantalla.
Como plasmar esos sentires o sensaciones del modo más adecuado para que uno pueda llegar a verse involucrado en la propuesta que le están sirviendo, logrando que llegue a conectar con los diversos personajes que confluyen en el film.
Pero cuando esos dos parámetros muestran un trabajo tan escaso, lineal y pobre, finalmente y con total seguridad lo más lógico es terminar preguntándose cual es el objetivo de todo aquello que se está viendo reflejado en el celuloide.

Y es que esta película parece carecer, así a grandes rasgos, de un objetivo mínimamente interesante a través del cual el público desenvuelva sus sentidos y muestre la percepción suficiente hacía la cinta.
Porque, cuando el realizador se empeña en repetir un discursito tan maníqueo y pueril constantemente, termina confundiendo al respetable, que finalmente no sabe cual es el límite entre la empatía que debe sentir por los protagonistas (pues, sus comportamientos se me antojan injustificados y estúpidos, habiendo incluso conocido gente similar) o entre los momentos de mayor pretendida sensibilidad.
Lejos de lo que podría haber llegado a ofrecer, un retrato cauto y bien entrelazado sobre determinado sector, se opta por hacer gala de la vulgaridad y el poco compromiso, llegando a parecer más un relato abultado y extremista que otra cosa.

Ni siquiera ayuda demasiado uno de los, supuestamente, principales pilares de la cinta, pues Juan José Ballesta muestra sus carencias como actor en esta propuesta donde, si bien otorga cierta compostura en los momentos donde salir airoso no se me estima excesivamente difícil, cuando la carga más dramática cae sobre su personaje, la interpretación del mismo también se ve arrastrada por una expresividad muy limitada y deficientemente trabajada.
No es así, en cambio, lo que sucede con el papel de Jesús Carroza, que cualquiera diría que ni es actor y, sencillamente, interpreta el papel de su vida, logrando un grato resultado.
El cameo de Antonio Dechent y el triste testimonio de una Alba Rodríguez que apenas aporta nada, redondean un trabajo mediocre y muy mal enfocado.
Posiblemente, en España el cine social sea, con diferencia, uno de los más laureados y practicados, pero cuando se quiere lograr un ejercicio de este estilo, debe hacerse con perspicacia. Más así no, por favor.
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14 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Por el lado salvaje
De Un tiempo a esta parte, una pléyade de jóvenes cineastas sevillanos han demostrado que se pueden tejer buenas películas con los mimbres de la sencillez, sin abundar en alharacas ni en historias enrevesadas, dibujando personajes reconocibles y cercanos que no chirríen en exceso.
El fuego lo abrió Benito Zambrano con “Solas”, y por esa estela siguieron otros realizadores hispalenses como Chiqui Caravante (“Carlos contra el mundo”, Jesús Ponce (“15 días contigo”) o el que ahora nos ocupa, Alberto Rod´ríguez.
“7 vírgenes” parte de una historia acotada en el tiempo, las 48 horas de libertad de que dispone un adolescente internado en un reformatorio para acudir a la boda de su hermano y reencontrarse, de paso, con su insegura novia y su amigo de toda la vida, una situación, la temporal, digo, que ofrece posibilidades cuando está bien narrada y aquí lo está, sin duda, pues en ningún momento se tiene la sensación de que el reloj falle. La trama, por otro lado, mantiene interesado al espectador a lo largo de la hora y media que dura la película, quizá debido al buen trazo con que están dibujados los personajes y al ritmo certero que emplea Rodríguez, poco dado a disipar la narración en vericuetos ajenos a la idea central.
Si exceptuamos algún punto que queda sin definir del todo y cierto recurso del guión que es más un esbozo que otra cosa, así como la brusquedad de una situación dramática que no desvelaré para mantener la incertidumbre de quien no la haya visto, puede decirse que la película de Rodríguez es correcta, tanto como la de otros paisanos suyos, pero carece de más mérito que ése. Ni siquiera la interpretación de Juan José Ballesta, reconocida en un festival reciente con un premio y de la que yo destacaría únicamente su naturalidad, me parece tan sorprendente como para recibir un galardón, aunque quizá sus competidores no lo merecieran tanto como él.
En fin, que no está el cine actual como para echar las campanas al vuelo y se agradece la sencillez y honestidad de realizadores como Alberto Rodríguez, pero a uno le gustaría ver algo más que corrección en la gran pantalla, quizá historias que traspasen el límite de lo digno y dejen algo superior a un buen sabor de boca.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Cuanta tontería.
Que maravilloso tiene que ser esto de que te paguen por trabajar en una película haciendo de tí mismo. No conozco a Juan José Ballesta personalmente (ni ganas), pero por sus declaraciones en televisión, sus anteriores papeles y el tipo de películas en las que participa, me da en la nariz que el chico debe distanciarse poco del camorrista de barrio marginal que interpreta en este mediocre telefilm, nadería absurda y redundante, sin nada que contar porque todo esto ya se ha contado antes de mejor manera y con resultados bastante más interesantes (ahí está "Barrio"). Su compañero de fatigas parece ser otro que tal baila, con el handicap añadido de que todavía tiene que aprender a quitarse el chicle o el zapato o lo que sea que tiene en la boca cuando habla, porque aquí un servidor no le entendía absolutamente nada. Y encima van y le dan un Goya. Hay que ver señores académicos lo bajo que hemos caído este año...
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23 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Fallida y, por supuesto, premiada.
Hace demasiado tiempo que reniego de la bendita crítica de este país. Me da la impresión que hay un sospechoso mamoneo hacia cierta gente a la cual hay que bendecir por inercia y, sin embargo, hay otra gente que se encuentra absolutamente marginada y/o olvidada.
"7 vírgenes" obtuvo premios y la alabanza generalizada de la crítica. Pues hete aquí que se trata de un film muy mediocre, falto de credibilidad cuando trata un drama social e hiperrealista, regado de impostura y personajes falsos, con vagas y nada originales referencias/guiños a títulos como "La ley de la calle" o "Los cuatrocientos golpes", hasta hacer de ella un film tópico, muy flojo y absolutamente fallido. "7 vírgenes" es, al lado de otras películas españolas olvidadas de su tiempo (paso de dar títulos, resulta inútil) una auténtica broma. En fin, ahí lo dejaremos.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
"¿Tío, tu no estabas en prisión? Y lo estoy, ésto sólo es una ilusión"
Decepcionante película que me ha llegado a aburrir en muchos momentos. Esperaba mucho más, Juan José Ballesta me gusta, me parece un actor con un gran potencial, pero aquí está totalmente desganado, no me ha convencido. De Jesús Carroza, que se llevaría el Goya a mejor actor revelación, sólo puedo decir que no me ha gustado, que no creo que se mereciera dicho premio, y que no le auguro ningún futuro en el cine, lo siento. Tampoco me ha gustado la jovencísima Alba Rodriguez, sosa, insulsa, muy dulce y muy mona, pero sín alma. Yo no me la he creído en ningún momento. Estoy totalmente de acuerdo con los que opinan que es realmente difícil entender a los actores cuando hablan, la dicción es horrorosa, yo soy andaluza y no me enteré de la mitad de lo que hablaban los "amigos" de Tano, el personaje de Ballesta. Los únicos que me han llamado algo la atención han sido Vicente Romero, a quién ya había visto trabajar en la serie de la televisión andaluza, "Arrayán", y Julián Villagrán, quién, al igual que en "Bajo las estrellas" (otra película decepcionante), hace un papel de tío rarito. Espero que no nos lo encasillen.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cuando la casa de los tuyos ya no es tu casa
El viaje iniciático de Tano, que abarcará las 48 horas de permiso que le son concedidas para asistir a la boda de su hermano, finalizará con una de las huidas más extrañas, físicas, angustiosas, y quien sabe si esperanzadoras, de la historia del cine en este país.
Alberto Rodríguez desmonta, utilizando un corrosivo patetismo, el hábitat de un joven sureño que se emborracha de viejas experiencias que en un tiempo significaron algo grande y ahora son vivencias de garrafón.

Los actores, sobresalientes, se empapan de la grisura y espesa intrascendencia de sus personajes, que giran en la engañosa noria que, aunque de aspecto festivo y dinámico, no les lleva a ninguna parte. Pocos casamientos tan tristes; pocas cárceles tan abiertas y opresivas como la barriada en la que crecieron y en la que la mayoría están condenados a finiquitar.
Aunque el alejamiento de nuestro muchacho haya llegado tan solo a las almenas del reformatorio, el hecho le ha permitido vislumbrar, aunque entre la niebla, un mundo que está más lejos y ya no le satisfacen los barrotes de oro de la jaula de su, hasta ahora, pequeño mundo.

El realizador sevillano repite (ya lo había hecho en El traje) con este drama juvenil una personal fórmula de construcción de atmósferas irresolubles y, en ocasiones, irrespirables. Camino de convertirse en un certero cazador de abrumadoras realidades sociales.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Carne de cañon
Hay un género cinematográfico dedicado a contar las andanzas de los criminales desde dentro, con su propia óptica, me refiero a las que tratan de los pequeños raterillos que ha producido desde la magistral "Los olvidados" de Buñuel a la fabulosa "Los 400 golpes" de Truffaut.

En nuestro país, después de la dictadura hay varias películas, comenzando por "Perros Callejeros" que suelen enfocar el tema del ratero desde dentro como una aventura, en lugar de la crítica social y el drama humano de las obras mencionadas de Buñuel y Truffaut. El resultado es una glorificación del pequeño criminal bastante cabreante, si se tiene en cuenta que "Perros Callejeros" se estrena en mitad de una ola de delincuencia que la policía y jueces postfranquistas en proceso de adaptacion a un estado de derecho no han aprendido a hacer frente.

En esta línea se encuadra "7 Vírgenes" sin aportar nada original. Pretende ser realista a toda costa y que a través del realismo el espectador infiera el drama humano de las obras maestras del género a base de identificarse con el choricillo, y claro, a la gente decente no sólo no se identifica, sino que acaba repugnándole la inmoralidad y falta de escrúpulos del personaje. Bueno, no, porque en realidad es más bien politicamente correcto al impedir a su compañero violar a una chica. Traficar con droga, estafar, robar, apalear hasta casi matar y tal, bién, pero violar nunca, por Dios, no vayan a pensar que soy malo o peor aún: machista. Un asco.

Pues no, a pesar de haber visto esta película, no voy a sentir ninguna simpatía por el chorizo que me atraque. Los protagonistas son carne de cañón auténtica. Muy realista, sí señor.
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30 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
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