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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
4
Drama Es verano en un barrio obrero y marginal de una ciudad del sur. Tano, un adolescente que cumple condena en un reformatorio, recibe un permiso especial de 48 horas para asistir a la boda de su hermano Santacana. Con su mejor amigo, Richi, se lanza a vivir esas horas con el firme propósito de divertirse y de hacer todo lo que le está prohibido: se emborracha, se droga, roba, ama y vuelve a sentirse vivo y libre. Pero, a medida que pasan ... [+]
8 de noviembre de 2006
14 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando un cineasta decide afrontar una obra, sean cuales sean sus características, entre las innumerables dudas que deben proliferar por su cabeza, dos de las más primordiales deben ser el qué y el como hacer frente a los diversos temas que en ella se tratarán.
Qué o cuales serán los aspectos de mayor importancia, que ofrecerán vigor a la trama y un vehículo de atención y reflexión al espectador para que, este, termine recapacitando sobre lo que acaba de ver en pantalla.
Como plasmar esos sentires o sensaciones del modo más adecuado para que uno pueda llegar a verse involucrado en la propuesta que le están sirviendo, logrando que llegue a conectar con los diversos personajes que confluyen en el film.
Pero cuando esos dos parámetros muestran un trabajo tan escaso, lineal y pobre, finalmente y con total seguridad lo más lógico es terminar preguntándose cual es el objetivo de todo aquello que se está viendo reflejado en el celuloide.

Y es que esta película parece carecer, así a grandes rasgos, de un objetivo mínimamente interesante a través del cual el público desenvuelva sus sentidos y muestre la percepción suficiente hacía la cinta.
Porque, cuando el realizador se empeña en repetir un discursito tan maníqueo y pueril constantemente, termina confundiendo al respetable, que finalmente no sabe cual es el límite entre la empatía que debe sentir por los protagonistas (pues, sus comportamientos se me antojan injustificados y estúpidos, habiendo incluso conocido gente similar) o entre los momentos de mayor pretendida sensibilidad.
Lejos de lo que podría haber llegado a ofrecer, un retrato cauto y bien entrelazado sobre determinado sector, se opta por hacer gala de la vulgaridad y el poco compromiso, llegando a parecer más un relato abultado y extremista que otra cosa.

Ni siquiera ayuda demasiado uno de los, supuestamente, principales pilares de la cinta, pues Juan José Ballesta muestra sus carencias como actor en esta propuesta donde, si bien otorga cierta compostura en los momentos donde salir airoso no se me estima excesivamente difícil, cuando la carga más dramática cae sobre su personaje, la interpretación del mismo también se ve arrastrada por una expresividad muy limitada y deficientemente trabajada.
No es así, en cambio, lo que sucede con el papel de Jesús Carroza, que cualquiera diría que ni es actor y, sencillamente, interpreta el papel de su vida, logrando un grato resultado.
El cameo de Antonio Dechent y el triste testimonio de una Alba Rodríguez que apenas aporta nada, redondean un trabajo mediocre y muy mal enfocado.
Posiblemente, en España el cine social sea, con diferencia, uno de los más laureados y practicados, pero cuando se quiere lograr un ejercicio de este estilo, debe hacerse con perspicacia. Más así no, por favor.
Grandine
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